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La Tejedora De Collud

Durante el Proyecto de Excavación Ventarrón- Collud, se registró en el perfil sur del


montículo Collud, una tumba. Sin embargo, se registró una importante tumba intrusiva
perteneciente a la época Lambayeque Tardío (Alva Meneses op. cit.) que corresponde
a una mujer adulta que portaba una máscara y cuchillo de cobre, así como un
extraordinario cetro de madera, cuya imagen representa a la reconocida imagen de
Ñaymlap, esta escultura muestra hacia la parte posterior del personaje dos cabezas de
serpientes estilizadas o felinos estilizados Este hallazgo de singular contenido y
riqueza informativa corresponde a una mujer tejedora sepultada con un cesto con los
artefactos de hilado y con ofrendas de cerámica del estilo Lambayeque tardío,
especialmente de botellas de doble gollete divergente unido por asa puente, Este
hallazgo tiene un ajuar que constaba de más de 214 usos de madera muy fino, 22 de
los cuales se hallaban con hilo algodón de color blanco y negro, 6 ovillos de algodón,
52 agujas de cobre, 6 cayhuas, 7 porta agujas de cobre, torteros, mates y cestas
conteniendo algodón y fragmentos de textil, la mujer que estaba sentada tiene como
rasgo de prestigio un cuchillo de cobre y una máscara del mismo metal con
aplicaciones en los ojos, así como un vaso ceremonial de cobre y tizas de huaca
(Figura 209 y 210). Esta asociación certifica el enorme valor que tenían las mujeres
que se dedicaban al arte del hilado y la textileria. Hay que destacar que del conjunto
de ofrendas de cerámica el tipo de cerámica Lambayeque más frecuente en este
contexto corresponde a la botella doble pico divergente, asa puente, cuerpo globular
achatado, base pedestal, conocida como tacho (Alva Meneses 2012).
Las cuantiosas ofrendas de cerámica así como la preparación y máscara funeraria del
fardo, junto a utensilios de textilería e instrumentos rituales como cuchillo y copa
permiten suponer que el personaje pudo ser una oficiante o más bien una especialista
vinculada directamente con la producción de los talleres textiles que debieron existir en
Collud, y que se le otorgó una identidad mítica postmortem mediante la máscara y
copa cosidas al fardo funerario, el hallazgo es significativo porque permite comparar
los patrones funerarios, la especialización y las estrategias de proselitismo religioso de
la cultura Lambayeque.
LA DUALIDAD DE PODER:
Para comenzar definiremos lo que es la palabra dualidad según la DRAE, la cual
expresa que es: “la existencia de dos caracteres o fenómenos en una misma persona
o en un mismo estado de cosas”. Ambos entendidos como un todo darán forma a
aquello que lo compone, simbólicamente tendrán importancia para determinar un
concreto, algo que debe ser explicado tomando los extremos que lo componen con el
mismo valor cada uno.
En el ámbito de la filosofía y la teología, se conoce como dualismo a la doctrina que
postula la existencia de dos principios supremos independientes, antagónicos e
irreductibles. (Pérez y Merino, 2009). Supone por tanto la presencia de dos polos con
intenciones opuestas dentro de un sistema dado.
Es importante reafirmar la importancia de la sociedad en el entierro de un individuo,
en palabras de Parker (2009): Es decir, un individuo claramente no es enterrado por
voluntad propia, pues ya está muerto, sino lo es por el hecho de que está dentro de
una sociedad y cumplió un rol dentro de esta que le permitió ser reconocido y recibir
un trato particular de acuerdo a este rol. Será la sociedad la que imparta y dictamine
los materiales, la disposición del cuerpo y de su ajuar dentro del entierro, adquiriendo
sentido de esa manera para la sociedad trascendiendo a través de su muerte.
Entre los pocos arqueólogos que se han enfatizado en realizar interpretaciones
explicitas de algún contexto arqueológico tenemos al arqueólogo Ignacio Alva que
habla en referencia al mural bícromo presente en la huaca ventarrón: “ …materiales
que reprodujeran el simbolismo de la dicotomía del universo en función a los colores
rojo y blanco, así los univalvos marinos de los géneros Strombus y Conus, se
consideraron símbolos de la parcialidad masculina y femenina respectivamente; esta
combinación representaba la dualidad primordial.” (Alva, 2013).
Toda creación humana, en especial el arte, tiene un lenguaje o expresión socialmente
aceptado dentro del grupo, cultura o sociedad. En las sociedades ágrafas este
lenguaje simbólico expresa la concepción del mundo o del orden del universo, en el
pensamiento o mentalidad de las culturas andinas existe una cosmovisión propia bajo
cuyos principios se ordenan el comportamiento de la naturaleza, las plantas, los
animales y del hombre como ser social, en realidad es el principio del comportamiento
social del ser humano para poder hacer frente a la naturaleza, cuya acción de lucha
es permanente, trayendo como consecuencia el particular desarrollo de las culturas o
sociedades del mundo andino( Morales ,1995).En síntesis, en la cosmovisión del
mundo andino existen las estructuras de ordenamiento del mundo, las cuales se
expresan en la dualidad , tripartición y cuatriparticion y los elementos formales de su
representación simbólica son de forma geométrica y naturaleza figurativa.
Tom Zuidema ,ha tratado de demostrar que la dualidad, tripartición e incluso
cuadriparticion son viejos principios del mundo andino, ellos ordenan el sistema de
parentesco, la división de los ayllus, alianzas matrimoniales, los espacios territoriales
y la división y jerarquía del mundo religioso , también ha demostrado su continuidad
desde épocas prehispánicas , coloniales algunas comunidades de hoy .
Por ejemplo JUAN FERNANDO FAJARDO, ha hecho una clasificación de las
Dualidades que se presentan en el arte Andino :

Fuente: Fajardo, (2010). Dualidades que se presentan en el arte Andino


Por ejemplo en la cosmovisión andina mencionaremos algunos elementos: el carácter
de macho, hembra, que siempre son dos caras de una misma moneda. El universo
femenino es la mujer andina en sus labores y responsabilidades por la vida y la
naturaleza.
La chakana es el punto de transición entre arriba/abajo y derecha/izquierda; es
prácticamente el símbolo andino de la racionalidad del todo.
El agua es el elemento primordial de toda la vida del planeta. Este elemento
personifica la vitalidad del mundo. El agua como parte de la “naturaleza”. En algunas
culturas, el agua esta presentada, como diosa, La Mama ,es otra diosa que subsiste
aún hoy, ella es invocada por los pueblos y culturas, para tener agua.
La tierra Pacha significa “tierra”, “suelo”.. La tierra, el suelo labrado y cultivado por el
ser humano que en los Andes, por la topografía es preferentemente en forma de
graderías o andenes
El Oeste – Este, en esta dualidad, está presente por el inicio y fin de un día.El Sol sale
por el Este, es decir da inicio a un nuevo día, un nuevo amanecer, una nueva
oportunidad. Se oculta por el Oeste, simbolizando la terminación de su período de
reinado. Entonces esta dualidad está representada por el inicio – fin, etc.
Noche y Día: Los pueblos andinos en su interés por observar mejor las estrellas,
idearon un sistema que permitía bajarlas y que se conoce como Espejos de Agua. En
ellos se reflejaba el mapa astronómico por las noches. Así bajaron la cruz del Sur, la
estudiaron, aprendieron sobre la diversidad de climas. La luna, diosa que dominaba y
los guiaba durante la noche, permitió que el humano se guie durante la noche, a través
de las estrellas. En el día su protector y su deidad más representativa fue el sol, ya
que solo él podía hacer nacer las cosechas, curar las enfermedades y dar la seguridad
que el ser humano anhela.
Nuestro tema a tratar está ligado con esta cosmovisión un claro ejemplo el
monumento de Chornacap, que obedeció a un escenario religioso aplicando el paisaje
como un producto clave para explicar la religiosidad. Este monumento está ubicado a
la proximidad del litoral, presenta no solo en su composición arquitectónica el modelo
del edificio en planta en T, con rampa hacia el este , sino muestra en su arquitectura
asociada al edificio , el concepto dual , donde el escenario político determinado por el
trono y el patio de las pinturas policromas se ubican al norte y el área de la
residencia de elite y el mausoleo de la sacerdotisa se ubica al sur espacio opuesto
pero complementario a la vez que revelan el profundo significado religioso que
adquieren los escenarios de condición sagrada, que desde el inicio de la arquitectura
temprana en los andes muestran un binomio entre religiosidad y paisaje
( Wester ,2014).
El trono de Chornancap fue en su momento, un espacio privilegiado y destinado al uso
de una importante autoridad del más alto estatus jerárquico. Físicamente la estructura
está asociada al funcionamiento del templo Chornancap, evidentemente que la
plataforma con el trono, el recinto de culto y los elementos decorativos, no solo se
articulan estructuralmente, sino que simbolizan un espacio y/o conjunto religioso, que
está determinado por la Huaca, como el área principal para el ancestro, el trono como
el escenario para la máxima autoridad política y religiosa que ejerce y ostenta el poder,
ante este poder aparecen asociados símbolos fundamentales, expresados en los
pedestales o altares que tienen la forma de la mitad de la Chacana con círculo central;
la que está al este representaría el elemento solar, la tierra, y lo masculino; y la que
está al oeste el elemento lunar, el mar y lo femenino. Estas medias chacanas unidas,
forman la imagen completa de la cruz andina, que articula los espacios, las
dimensiones, los territorios, los ciclos estacionales, el tiempo; que traducen un
concepto ideológico principal en América Andina, que llamamos dualidad y
complementariedad.
En el tempo de chornacap Junto al acceso principal se aprecian a cada lado (este y
oeste), dos pequeñas estructuras bajo la forma de altares y/o pedestales, conformados
por dos plataformas superpuestas, con una pequeña rampa lateral, que se articulan a
una pared baja cuya planta define la forma de una media chacana con círculo central
delantero, este elemento constituye un rasgo singular, que hace que el recinto del
trono, adquiera una connotación de alto contenido religioso, por el profundo
simbolismo que la arquitectura representa, este elemento da la idea de un espacio
diferenciado en dos mitades como un escenario bipartito o dual.

Fig. 1Pedestal este, ubicado en el interior de patio del trono.


Fig 2 Pedestal oeste, ubicado en el interior de patio del trono.
Indiscutiblemente ésta área, dada sus características y especial configuración,
constituye un espacio ritual destinado a un personaje de élite. Entre ambos altares, el
principal y el secundario se evidencia un componente arquitectónico extraordinario e
inédito, que conecta a ambos altares, el de las columnas circulares con el de las
columnas de lados planos, el elemento al que hacemos referencia, es una
composición ritual de carácter dual, definida por un trazo arquitectónico bajo la forma
de un muro de adobe, que describe una ola geométrica o greca, que se articula a un
símbolo escalonado, y que genera un recorrido ritual, como si se tratase de un
recorrido ceremonial o espacio de transformación, que debió generar el cambio
simbólico del personaje que recorre y accede por este elemento, como paso previo e
inevitable a su presentación en el altar principal. Este elemento simbólico está
compuesto por escalonado). Toda esta complejidad de recintos, altares, aposentos,
patios, en suma revelan una intensa actividad ceremonial de concurrencia limitada y
selecta, como si se tratase de un edificio sacralizado que expresa un concepto dual
común en toda el área andina (Bock 2003), que con el símbolo de la ola geométrica
articulado al elemento escalonado encuentran su mayor expresión ritual, y convierten
a este espacio en un área altamente religiosa de acceso restringido, y complementaria
a las funciones que debieron desarrollarse en el lado norte de Chornancap que
denominamos el trono.

Área de aposentos y altar en residencia de elite de Chornancap.

Vista de altares y recorrido ritual o espacio definido por símbolo ola y escalera.
Asi mismo .Las imágenes plasmadas en cerámica, tejidos, metales, relieves, pinturas
polícromas desde épocas tempranas, muestran personajes en escenarios, asociados
a flora, fauna, pero sobre todo los personajes portan ornamentos que revelan sus roles
e identidades; por ejemplo, las armas asociadas a un individuo generan la idea de un
guerrero, los espacios privilegiados y los bienes de uso ritual asocian al individuo a
funciones de alto estatus, no obstante, la extraordinaria documentación que existe en
las tumbas excavadas científicamente en los sitios de: Sipán, San José de Moro,
Huaca Cao, Virú, Úcupe, Pomac, Huarmey, etc, revelan que los contenidos de estos
contextos muestran a individuos que desde la ubicación, significado, tipo de material, y
elementos simbólicos, permiten sostener las funciones que han cumplido y el estatus
que ostentaron en vida( Wester,2014).
Por ejemplo el par de orejeras de oro: (Ola Antropomorfa). Ornamento elaborado en
oro .Este ornamento trabajado bajo la técnica de repujado, con técnica de soldadura y
totalmente al vacío presenta dos elementos que son recurrentes en la tumba: el Mar
antropomorfizada por la cabeza del personaje representado y el círculo central que
articula el elemento lunar como escenario complementario al mar. Este par de orejeras
constituyen la representación de un objeto que por su condición, material en el que
está elaborado y la iconografía que encierra, sólo puede ser usado por un personaje
de élite y estatus que reitera su dominio simbólico en el territorio marítimo y lunar.

Fig. Par de orejeras de oro con diseño de ola antropomorfa y luna llena.
Par de orejeras de plata: (felino lunar), Este par de orejeras permite reconocer a una
de las deidades más remotas del área andina como es el felino lunar, asociado a la
luna creciente, a la simbología femenina y que aparece en este contexto como un
ícono de identidad del personaje sepultado

Fig. Par de orejeras de plata con diseño de felino lunar.


Vaso bimetálico repujado, Vaso de forma cilíndrica alargada que cumplió también la
función de sonajero. Esta representación femenina se ve alternada simétricamente con
la presencia en el rombo central de la imagen del conocido “felino lunar” que podría
tratarse de la versión mítica o mitológica de la mujer representada; este ser felínico
lleva sobre la cabeza doble tocado semi lunar y se halla en una posición opuesta al
personaje femenino (perfil derecho), lo que sugiere un trazo y configuración de
complementariedad Este objeto que ha sido trabajado en dos metales de singular valor
en el mundo andino, oro y plata, revela implícitamente un mensaje vinculado a la
dualidad, lo que significa su condición especial usada en ceremonias muy
trascendentales

Par de copas bimetálicas de oro y plata, La mitad del objeto en la parte superior es de
plata y la otra mitad es de oro. Se trata de uno de los ornamentos que se ubica uno en
la mano izquierda y el otro en la mano derecha y corresponde a una forma única en su
género, pero que permite reforzar la compleja función sacerdotal y religiosa del
personaje principal del fardo Hay que destacar nuevamente que como en otros casos
estas copas han sido finamente trabajadas en dos metales de singular valor en el
mundo andino, oro y plata, que revela implícitamente un mensaje vinculado a la
dualidad, lo que significa su condición especial usadas en ceremonias muy
trascendentales. Cada una de estas aparece a la altura de la mano derecha e
izquierda del personaje principal, que generan la idea de un uso personal y exclusivo,
pero sobre todo en actos muy importantes.

Por lo tanto los bienes de prestigio que forman parte de la parafernalia del personaje
principal de la tumba de Chornancap, están confeccionados en materiales cuyo
acceso no es frecuente y común en cualquier personaje, nos referimos a artefactos u
objetos de oro, plata, cobre, aleaciones, concha spondylus, conus, turquesa, madera,
piedra, textiles, etc., complementados con elementos simbólicos de implicancias
sagradas como el cinabrio por ejemplo, demuestran que el personaje tiene acceso a
bienes de alto valor tecnológico, artístico y de culto, no solamente por el valor de los
objetos que tienen sino que además su obtención, transformación y confección
demandan de toda una organización y contactos, con un entorno macro regional para
poder acceder a ellos, como el caso de los spondylus, cinabrio, perlas, oro, plata, etc.
Estos bienes de prestigio forman parte de la parafernalia ritual oficial de una elite
religiosa que instruye a las áreas productivas sobre la producción de estos bienes
donde deben destacarse ciertos elementos, rasgos, características e imágenes que se
resaltan como una especie de liturgia o doctrina que transmita de manera categórica el
estatus, rol, capacidad e identidad del personaje, no solo en vida sino en el mundo de
los ancestros.

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