La música y la adoración desde el siglo II hasta finales del siglo XV.

En los primeros años después de que el cristianismo fuera reconocido, se fueron

desarrollando sus propias variantes de una liturgia común bajo el liderazgo de un obispo
más adelante, las iglesias occidentales tendieron a seguir el liderazgo de Roma y
empezaron a usar el latín en lugar del griego las iglesias orientales fueron acercándose
más y más a Constantinopla en busca del liderazgo, cada Iglesia usando para el culto su
propio idioma vernáculo.
En un principio no vemos la música como parte de la liturgia en las reuniones corporativas
y la pregunta es ¿cómo pues puede esperarse que las palabras sean suficientes para
adorar plenamente a Dios? Ya que desde el siglo 2 en adelante podemos ver cómo sus
servicios estaban llenos de elecciones sermones oraciones ofertorios acciones de gracias y
prácticas comunes y muy escasa la música como parte de sus reuniones. Y no es hasta un
tal crisóstomo entre el siglo 5 y el siglo 8 donde podemos ver cómo los signos comenzaron
a ser de honor y cómo fueron dándole más importancia a la música como parte del
servicio corporativo el cual era interpretado por el obispo y acompañado por un coro en el
caso de que la Iglesia tuviera uno. Por otro lado pasando el tiempo podemos ver los
servicios de predicación donde esta práctica fue adoptada por Juan Calvino en la cual se
adoptaba o se incluya un llamado a la adoración un sermón canto congregacional algún
texto leído en el idioma anuncios oraciones por la Iglesia etcétera.
Durante el año 500 a 1500 se realizaba algo llamado servicios de las horas o oficio o horas
canónicas constaba en adorar a Dios en todo tiempo esto fue sacado de una costumbre
judía de orar a ciertas horas determinadas del día pero los primeros cristianos por lo
general ahora van en privacidad a la tercera a la sexta y novena hora Ahora bien adorar
por medio de los oficios era la actividad central de los monasterios pero también se
observaban en las catedrales e iglesias colegiales al igual que sus antecedentes judíos
tanto en el hogar como en la sinagoga, estos eran esencialmente cultos de oración cuyo
principal componente era la lectura YO el canto de las escrituras cabe resaltar que se
cantaban principalmente los salmos.
En el siglo 6 el canto congregacional había sido suprimido en el culto Cristiano oficial para
prevenir cualquier otro peligro de músicos herejes y en parte para acabar con la música
degenerada que se desarrolló debido al a vulgarización del canto es decir que cualquiera
cantaba o hacía música. pero el canto congregacional no desapareció por completo en la
expresión religiosa.
Conforme pasó el tiempo el contenido de la liturgia en el culto eclesiástico fue
evolucionando añadiendo y donde importancia a la música así como a la lectura y la
enseñanza, comprendiendo la importancia de esta expresión de adoración Adoptando la
música y el canto congregacional, permitiendo así que a través de coros, los que forman
parte de la congregación pudieran participar en el canto.

Rhode Belem Valenzuela Lara Regocijaos Cap. 7