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Unidad Educativa “Nuestra Señora de Pompeya”

Año Electivo 2023 – 2024

Asignatura: Historia

Curso: 3 BGU “D”

Estudiante: María Sánchez

Fecha: 16 – 02– 2024

Tema: Mestizaje y Sincretismo

1. Historia de la Virgen de Guadalupe

El sábado 9 de diciembre de 1531, de camino a la enseñanza

religiosa, Juan Diego Cuauhtlatoatzin, indio recientemente

convertido al cristianismo, oyó un canto desde la cima del cerro del

Tepeyac. De repente, el canto se detuvo y una mujer lo llamó:

“Juantzin, Juan Diegotzin”. Al ascender el cerro, Juan Diego se

encontró ante una hermosa mujer adornada con ropa que “brillaba

como el sol”.

La mujer se presentó como “la perfecta siempre Virgen Santa María” y explicó

el motivo de su aparición: venía a pedir que se construyera allí una “casita sagrada”, y

quería que Juan Diego llevara su petición a la cabeza de la Iglesia en México, el obispo

Juan de Zumárraga. La tarea no sería fácil. Al igual que muchos misioneros del Nuevo

Mundo, Fray Juan de Zumárraga sospecha de todo lo que pudiera estar relacionado a la

idolatría indígena. El obispo, escéptico de Juan Diego y su mensaje, le pidió que

volviera en otra ocasión para escucharlo nuevamente.


Rechazado, Juan Diego regresó con la Virgen y le pidió que enviara a alguien

más dignidad que él. La Virgen escuchó amablemente, pero respondió con firmeza,

insistiendo en que Juan Diego fuera su mensajero. Al día siguiente (10 de diciembre),

Juan Diego regresó con el obispo y contó los muchos detalles de la aparición. Esta vez,

el obispo solicitó que Juan Diego volviera con una señal de la aparición milagrosa. Para

estar seguro de que Juan Diego era honesto, el obispo envió a dos hombres para que lo

siguieran. Pero después de seguirlo un rato, los hombres lo perdieron de vista y le

dijeron al obispo que Juan Diego era un estafador que merecía castigo. Mientras tanto,

Juan Diego llegó al cerro del Tepeyac y le dijo a la Virgen de la solicitud del obispo; ella

a su vez, le pidió a Juan Diego que volviera al día siguiente, para darla la señal

solicitada por el obispo.

Cuando regresó a casa, Juan Diego se encontró con una triste noticia: su tío Juan

Bernardino tenía una enfermedad terminal. En lugar de ir al cerro del Tepeyac, al día

siguiente (11 de diciembre) Juan Diego encontró un médico, pero no se podía hacer

nada por su tío. Así que el martes 12 de diciembre, Juan Diego se puso su tilma para

abrigarse y fue a buscar a un sacerdote. Con la esperanza de evitar cualquier retraso,

tomó un camino diferente para evitar a la Virgen. Pero al acercarse al Tepeyac, ella

descendió del cerro y lo atajó preguntándole que a dónde iba. Luego tranquilizó al triste

Juan Diego declarándole su maternidad y prometiéndole que su tío ya estaba curado. Al

escuchar esto, Juan Diego pidió la señal para el obispo, y ella le pidió que subiera al

cerro. Allí – en ese lugar árido y en invierno – encontró un jardín lleno de perfumadas

flores; recogió las flores y se las bajó a la Virgen, quien las acomodó en su tilma.

Después, Juan Diego se marchó a la casa del obispo.

Cuando Juan Diego llegó, los sirvientes le rechazaron la entrada, pero finalmente

lo dejaron pasar cuando no pudieron sacar las flores de su tilma. Ante el obispo, Juan
Diego repitió lo que la Virgen había dicho y contó el milagro de las flores. Cuando Juan

Diego abrió su tilma y cayeron las flores, se reveló un milagro aún mayor: en la

superficie de la tilma se apareció la imagen de la Virgen. El obispo y los que estaban en

la habitación se arrodillaron inmediatamente, admirando y rezando, y el obispo pidió

que le mostrara el lugar de la “casita sagrada” de la Virgen. Cumplida su misión, Juan

Diego regresó a casa para encontrar a su tío completamente curado, justo como la

Virgen lo había prometido. Además, la Virgen también se le había aparecido a Juan

Bernardino y le había dicho su nombre: “la Perfecta Virgen Santa María de Guadalupe”.

Pero eso fue solo el comienzo de la historia. En los siglos desde su aparición,

Nuestra Señora de Guadalupe, la Emperatriz de las Américas ha seguido transformando

vidas. Su mensaje y su imagen han sido celebrados, venerados, estudiados y

transmitidos por todo el mundo.

2. ¿Como el arte sirvió para la evangelización en la colonia? Realiza un ensayo.

El Papel del Arte como Instrumento Evangelizador en la Colonia

Durante el periodo colonial en América Latina, la evangelización fue una

empresa central emprendida por la Iglesia católica con el objetivo de difundir la fe

cristiana entre las diversas poblaciones indígenas y africanas. En este contexto, el arte

emergió como un poderoso instrumento evangelizador, desempeñando un papel crucial

en la transmisión de los principios cristianos y la consolidación de la presencia católica

en la región. Este ensayo explorará cómo diversas expresiones artísticas, como la

pintura, la arquitectura, la música y el teatro, se convirtieron en herramientas efectivas

para la evangelización durante la colonia.

La iconografía religiosa fue una manifestación artística clave que facilitó la

transmisión de la fe en un contexto donde la mayoría de la población no tenía acceso a


la educación formal. Pinturas y esculturas que representaban escenas bíblicas, santos y

vírgenes se utilizaron como herramientas didácticas visuales. Estas imágenes no solo

adornaban iglesias y conventos, sino que también servían como medio de instrucción

catequética, proporcionando a las comunidades una comprensión visual de los dogmas

cristianos.

La arquitectura de iglesias y conventos también desempeñó un papel crucial en

la estrategia evangelizadora. Estos edificios, imponentes en su diseño y ejecución, no

solo proporcionaban espacios para la celebración de rituales religiosos, sino que

también simbolizaban la importancia de la Iglesia en la vida de las comunidades

coloniales. La grandiosidad arquitectónica contribuía a la impresión de sacralidad y

solemnidad, reforzando la autoridad de la Iglesia en el proceso de evangelización.

La música, la liturgia y las festividades religiosas también fueron esenciales en

la experiencia religiosa durante la colonia. Los cantos litúrgicos, las procesiones y las

celebraciones festivas contribuyeron a la creación de un ambiente propicio para la

evangelización. La música no solo acompañaba las ceremonias religiosas, sino que

también se utilizaba como medio para transmitir mensajes religiosos de manera emotiva

y participativa, involucrando a la comunidad en la experiencia religiosa.

El teatro religioso, en forma de autos sacramentales y representaciones

dramáticas de eventos bíblicos, ofreció otra vía para la evangelización. Estas

representaciones teatrales, a menudo realizadas en festividades religiosas, permitían la

dramatización de enseñanzas cristianas de manera accesible y entretenida. El teatro se

convirtió en una herramienta efectiva para llegar a audiencias diversas, proporcionando

una experiencia visual y emocional que complementaba la enseñanza oral.


Para concluir, se podría decir que el arte en sus diversas formas desempeñó un

papel integral en la empresa evangelizadora de la Iglesia católica durante la colonia en

América Latina. Desde la iconografía religiosa que ilustraba narrativas bíblicas hasta la

majestuosidad arquitectónica de iglesias y conventos, el arte sirvió como un medio

efectivo para transmitir la fe cristiana y consolidar la presencia católica en la región. La

síntesis de elementos visuales, sonoros y dramáticos en la expresión artística se

convirtió en una estrategia integral para abordar la diversidad de culturas y lenguajes

presentes en las colonias, dejando un legado duradero en la identidad cultural y religiosa

de América Latina.

3. Busca en internet fotos de la iglesia del Sagrario de Quito, obsérvalos y haz una

descripción minuciosa de los elementos artísticos que cumplían una función

evangelizadora.

 Retablos Tallados: Los retablos son estructuras ornamentadas y talladas que a

menudo se colocan detrás del altar mayor. Estos retablos suelen contener imágenes

religiosas, como las de santos, vírgenes y escenas bíblicas. Los detalles tallados

proporcionan una rica expresión artística que refuerza la fe y la devoción.

 Pinturas Murales: Las paredes y techos de la iglesia pueden estar decorados con

pinturas murales que representan eventos bíblicos, la vida de Cristo, santos o


mártires. Estas pinturas ofrecen una narrativa visual que complementa la enseñanza

oral y escrita, sirviendo como una forma de catequesis.

 Esculturas Religiosas: Esculturas de madera o mármol de santos, ángeles y otros

personajes religiosos pueden adornar los altares, capillas laterales y otras áreas de la

iglesia. Estas esculturas no solo son objetos de devoción, sino que también

transmiten visualmente las virtudes y enseñanzas cristianas.

 Altar Mayor: El altar mayor es un elemento central en la liturgia católica y, a

menudo, está ricamente decorado. Puede incluir relieves, esculturas y elementos

ornamentales que resaltan la importancia del espacio y refuerzan la sacralidad del

rito religioso.

 Arquitectura Barroca: La arquitectura de la iglesia en sí misma puede cumplir una

función evangelizadora. Las fachadas decorativas, las columnas talladas y los

detalles arquitectónicos expresan una estética barroca que busca inspirar reverencia

y asombro, fomentando así la conexión espiritual de los fieles.

 Vitrales: Incluye vitrales que representan escenas bíblicas o santos. Estos elementos

decorativos permiten que la luz juegue un papel especial en la experiencia visual,

creando una atmósfera única y resaltando aspectos específicos de la fe cristiana.

4.

Vírgenes representativas del Ecuador.

Virgen del Cisne


Según la leyenda, la Virgen de El Cisne fue traída a Loja, Ecuador, desde España

en el siglo XVI. La imagen desapareció en el camino y fue encontrada en la región

selvática de El Cisne por un grupo de indígenas. Intentaron llevarla de vuelta a Loja,

pero la virgen regresaba misteriosamente a El Cisne. La devoción creció, y la imagen de

la virgen se convirtió en un símbolo de peregrinación, con la celebración anual de la

"Romería de El Cisne".

Virgen de la Nube

La historia cuenta que, en la época de la conquista

española, un grupo de indígenas vivía en la región que hoy es

Cuenca. Durante una tormenta, un indígena llamado Gil Ramírez

encontró una pequeña imagen de la Virgen María en una cueva

cerca del río Yanuncay. La imagen estaba rodeada por una luz celestial, y la aparición

fue acompañada por una nube que se posaba sobre la cueva, de ahí el nombre de "La

Virgen de la Nube".

Gil Ramírez llevó la imagen a su casa, pero al día siguiente, la virgen había

desaparecido de su hogar y había regresado milagrosamente a la cueva. Este evento se

repitió varias veces, y finalmente, la población local construyó una capilla en el lugar de

la aparición.

Nuestra Señora del Rosario de Agua Santa

La historia narra que el 20 de julio de 1875, durante una

erupción volcánica del Tungurahua, la población de Baños se

encontraba en peligro inminente. La lava caliente y las cenizas

descendían hacia la ciudad, amenazando con destruirla por


completo. En medio del temor y la desesperación, los habitantes llevaron una imagen de

la Virgen del Rosario en procesión por las calles.

Se cuenta que, mientras la procesión avanzaba, la erupción volcánica se detuvo

milagrosamente, y la lava cambió su dirección, rodeando la ciudad sin causar daño. Este

evento fue interpretado como un acto milagroso de protección de la Virgen del Rosario.

Como agradecimiento por la intervención divina, se decidió construir una iglesia en

honor a Nuestra Señora del Rosario de Agua Santa en Baños.

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