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El código civil guatemalteco, recoge la categoría del negocio jurídico, como una
categoría ordenante de todo el ámbito de la autonomía privada. En este sentido,
del Artículo 1251 al 1318 desarrolla la teoría general del negocio jurídico,
comprendiendo en consecuencia todo lo relativo a sus elementos esenciales,
formación del contrato, eficacia e ineficacia contractual. Es evidente que la teoría
de la declaración de voluntad inspira la estructura de este concepto en nuestra
sistemática jurídica. Lo que se justifica ya que el negocio jurídico, como
instrumento de la libertad humana, tiene su raíz en la voluntad. Por lo que no
podemos negar el papel de la declaración de voluntad, como elemento central del
negocio jurídico y, también por ser su doctrina común a las declaraciones que
afectan la relación negocial.
Intentaré deslindar los conceptos de hecho jurídicos, acto jurídico y negocio
jurídico, lo que me llevara directamente al negocio jurídico contractual o contrato.
Los conceptos de hecho y acto jurídicos, dejan poco espacio para instituir frente a
ellos el negocio jurídico el cual se encuentra íntimamente ligado a ellos. El
concepto de negocio jurídico es en el medio académico y profesional de
Guatemala uno de las más incomprendidos y pretéritos entre las instituciones del
derecho civil.
Negocio Jurídico: Entendemos, por nuestra parte, que el negocio jurídico puede definirse como la
manifestación libre y consciente de la voluntad dirigida a lograr fines determinados reconocidos y
protegidos por el ordenamiento jurídico.
a. Voluntad: Es el nervio esencial del negocio juridico, sin el cual el negoci no puede tener
vida ni producir efectos, es su elemento básico y primario. Para que la voluntad sea base
del negocio se necesita, a) que la persona pueda actualizarla de manera racional y
consciente, b) que no exista circunstancia o vicio que excluya o disminuya aquella
cualidad, c) que sea manifestada o exteriorizada oportunamente (trascender el
pensamiento de si mismo y volverse expresión objetiva, dotada de vida propia perceptible
en el mundo social) (es lo que se da en llamar sustantividad) y d) que exista concordancia
entre la voluntad real (Artículo 1593 del Código Civil) y la declarada (Artículo 1593, código
civil)