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CELULITIS PERIOCULAR

Preseptal

• Se define como una inflamación e infección confinada a los párpados tejidos periorbitarios
anteriores al septum orbitario. (grasa y estructuras profundas)
• Los tejidos posteriores al septum no se encuentran afectados y esto da la gran diferencia
entre ambas celulitis.
• Es usual que la forma preseptal se presente en niños y adultos posterior a inoculación
posterior a trauma o infecciones cutáneas.
• El cuadro clínico característico consiste en edema palpebral, eritema e inflamación que
pueden ser graves al grado de imposibilitar la apertura palpebral. El globo ocular y la órbita
no están afectados, por lo que ni la agudeza visual ni los movimientos oculares o los reflejos
pupilares se alteran

Orbitaria

• afecta sólo a los tejidos blandos palpebrales (piel y músculo orbicular) Puede desarrollarse
a partir de un proceso infeccioso de estructuras contiguas como los senos paranasales,
orofaringe o cara; su etiología es amplia: bacterias, virus, hongos, parásitos, patógenos que
varían de acuerdo con la epidemiología regional.
• La causa más frecuente e importante es la microbiana, por lo general está relacionada con
enfermedad de los senos paranasales (en especial en niños pequeños).
• La fisiopatología señala que la infección inicia en alguno de los senos (el más frecuente es el
etmoidal)
• Con rapidez hay presencia de edema, enrojecimiento, dolor, exoftalmos, lagrimeo,
sensibilidad extrema a la luz, así como ataque al estado general.
• En caso de que el proceso continúe, habrá formación de abscesos sinusales y subperiósticos,
los cuales de manera eventual pueden fistulizarse, también extenderse al vértice de la
órbita, para producir una lesión catastrófica del nervio óptico y pérdida irreversible de la
visión.
De acuerdo con lo anterior, desde el punto de vista clínico pueden describirse cinco tipos de
celulitis orbitaria: preseptal, orbitaria, con absceso subperióstico, absceso orbitario y trombosis
del seno cavernoso o absceso cerebral.

Los síntomas y signos que presenta el paciente con padecimientos de la órbita son variados; sin
embargo, el exoftalmos (desplazamiento del globo ocular hacia adelante) ocurre en casi 80% de los
casos y, como regla general, el desplazamiento ocular será en el sentido opuesto del proceso
ocupativo. El término de proptosis se refiere a un desplazamiento del globo ocular hacia adelante y
abajo
También debe mencionarse el síntoma o signo contrario al exoftalmos; el enoftalmos

Enfermedad de graves

Reconocida desde mediados del siglo XIX, la oftalmopatía tiroidea es la causa más común de
exoftalmos uni o bilateral en el adulto. De manera frecuente, está relacionada con hipertiroidismo,
pero puede acompañarse de eutiroidismo e inclusive de hipotiroidismo. Se explica como un
fenómeno de autoinmunidad, cuyo principal órgano de choque es la órbita y su contenido.

La fisiopatología de las alteraciones locales se deben a la estimulación de los fibroblastos orbitarios


por anticuerpos antirreceptor de hormona estimulante de tiroides (R-TSH) que desencadena una
cadena de fenómenos inflamatorios y producción anormal de sustancias como los
glucosaminoglucanos que se depositan en los músculos extraoculares y la grasa orbitarias; esto
determinará la fase aguda o activa de la enfermedad que se acompaña de fenómenos inflamatorios
y trombóticos. Éstos inducen exoftalmos, restricción de los movimientos oculares, edema periocular,
lagrimeo y dolor. La evolución natural una vez transcurrida la fase inicial inflamatoria es la transición
a una fase cicatrizal donde aparece fibrosis y, en consecuencia, mayor restricción de la movilidad
ocular y palpebral; que se acompañarán de oclusiones venosas e incremento de la congestión y
edema de los tejidos blandos. Ésta es, entonces, la fase crónica o inactiva de la enfermedad

El cuadro clínico varía de síntomas-signos leves o moderados a severos y depende mucho de la fase
en que se encuentre; sin embargo, en términos generales se caracteriza por: hiperemia, fotofobia,
lagrimeo, retracción palpebral, edema de tejidos blandos, exoftalmos, alteraciones de la motilidad,
fenómenos de exposición corneal hasta disminución de la agudeza visual

En la enfermedad moderada, persiste la retracción palpebral, el lagoftalmos y el edema de tejidos


perioculares; el mayor exoftalmos es debido a una mayor afección de la grasa orbitaria y, en una TC,
los músculos extraoculares se verán engrosados (signo patognomónico de la enfermedad).

Los casos severos de la enfermedad muestran incremento de los fenómenos inflamatorios y


cicatriciales: hay importante restricción de la movilidad ocular, baja de la visión por alteraciones del
segmento anterior y del nervio óptico, así como progresión del exoftalmos. Estas manifestaciones
del padecimiento ocurren en 10% de los casos con enfermedad de Graves

El tratamiento quirúrgico también debe mencionarse con la pretensión de mejorar tres tipos de
secuelas durante la fase cicatrizal: las palpebrales (la más comunes son de retracció palpebral), las
alteraciones de motilidad ocular (estrabismo-diplopia) y las orbitarias (exoftalmos severo y
neuropatía óptica compresiva resistente a esteroides mediante cirugía descompresiva).

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