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Elena Cabedo
Carmen Carrió
y conPULS
con PULSxon xones
Tratamiento cogñitivo es
Alianza Editorial
Primera edición: 2011
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prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes
reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria,
artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de
soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
AGRADECIMIENTOS................................................................................ 9
Los comprobadores
compro badores o verific ver ificadoadores...............
res.......................
................
..................
..................
........ 100
Los repetid
rep etidore
ores.........
s...................
...................
.................
................
................
.................
...................
....................
.............. 105
Los ordenadores......................
ordenadores................................
....................
...................
...................
....................
....................
............ 109
Los acumu
acu muladladore
ores.........
s...................
....................
....................
...................
...................
....................
...................
........... 11
1111
Los lent
le ntos
os.........
..................
...................
...................
................
................
..................
...................
....................
...................
........... 113
Obsesiones m ixta ix tas..............
s........................
....................
....................
...................
...................
....................
..............
.... 116
En conclu
conclusión..............
sión........................
....................
....................
..................
................
................
..................
.................
....... 119
4. PROG
PROGRAM RAMA A DE TRATAMIENTO COGNITIVO COGN ITIVO DEL TOC.
Prim
Primer
eraa parte.................
parte........................................
............................................
............................................
............................
..... 20
2077
La relación psicoterapéutica: principios básicos............................ 211
Estructura general del programa de tratamiento........................... 219
Parte
Pa rte 1. Sesiones informa
informativo-educativa
tivo-educativas........ s.................
................
................
................
....... 223
5. PROGRAMA DE TRATAMIE
TRAT AMIENTO NTO COGN
CO GNITI ITIVOVO.. Seg Segund
undaa pa parte
rte . 235
Cuestionando creencias disfuncionales........................................... 235
Objetivos generale
generales,
s, técnicas
técnicas y forma
for mato.............
to.....................
..................
...................
............. 236
Sobrestimar la importancia de los pensamientos.......................... 239
Fusión pensamiento-acción, tipo m or oraa l.....................
l...............................
...................
........... 253
Fusión pensamiento-acción, tipo probabili
prob abilidaddad........
..................
...................
............
... 261
Necesidad de controlar los pen
pensam
samien
ientos................
tos.........................
................
..............
....... 272
6. PROG
PROGRAM
RAMA A DE TRATAMIENTO
TRATAMIEN TO COGNIT COG NITIVO IVO.. Te Terc rcer
eraa parte.
parte..... 283
Avanzando
Avanzan do en el cuestionamiento de creencias creencias disfuncionale
disfun cionales.... s.... 283
Sobrestimar el pe
pelig
ligro
ro.........
...................
...................
................
................
.................
.................
...................
............ 284
Responsabilidad
Responsabilid ad excesiv
exc esiva............
a....................
.................
..................
.................
..................
...................
........... 301
Intolerancia
Intolerancia a la incert
incertidum
idumbre..............
bre........................
..................
.................
..................
...............
...... 310
Perfeccionismo................................................................................... 318
Parte 2. Prevención
Prevención de recare caída
ídas............
s..................................
..........................................
........................ 330
ANEXO 1.
1. Cuestionario
Cuestionarioss para la evaluación
evaluación y el diagnóstico del T O C . 331
ANEXO
ANEXO 2.
2. Material para los pac
pacien
ientes
tes.................................................... 363
ANEXO 3. Información para los famfamilia
iliares
res............................................ 375
BIBLIOGRAFIA........................................................................................... 387
AGRADECIMIENTOS
Todo nuevo
lo logran son lostexto
que necesita
pervivenjustificar
a través su
de aparición.
quienes seAquellos
sirven deque
él
para expandir su conocimiento, para mejorar sus prácticas, para
estimular su inquietud por la investigación. Este libro tiene varias
razones para justificar su presencia vivamente. En primer lugar,
porque se suma a la búsqueda por mejorar nuestra comprensión
de este fenómeno tan evidente y, al mismo tiempo, tan difícil de
abarcar, como es el TOC. Evidente porque circula con frecuencia
en la población a través de manifestaciones cotidianas que despier-
tan entre los observadores desde el enojo hasta la hilaridad y que
son, al mismo tiempo, fuente de un profundo malestar entre quie-
nes lo padecen. Difícil de abarcar porque es un trastorno dema-
siado vasto y heterogéneo (hablar de un espectro es una razonable
coartada para ello) y porque resiste duramente a la experticia de los
psicopatólogos, por lo que resulta difícil de ordenar en un sistema
de clasificación (verdadero dolor de cabeza para el DSM).
La contribución del texto al conocimiento en la materia queda
establecida desde el comienzo por la claridad con que se presenta
el trastorno y sus notas sobresalientes. La caracterización de las
obsesiones y las estrategias de afrontamiento que dan lugar a los
comportamientos compulsivos, inaugura una descripción concep-
tualmente fina que se ve enriquecida con una profusa ilustración
de fenómenos próximos al TOC, tanto en la experiencia normal
PRÓLOGO 13
Héctor Fernánde
Fernándezz Álva
Álvarez
rez eess doctor
do ctor en Psicología y presidente de la Fundación
Fundació n Aiglé
(Buenos Aires, Argentina). Es catedrático de la Universidad de Belgrano (Buenos
Aires), director de la Maestría en Psicología Clínica de la Universidad Maimónides.
En 2002 recibió el International Sigmund Freud Award for Psychotherapy de la
ciudad de Viena.
CAPÍTULO 1
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO:
CUANDO LOS PROPIOS PENSAMIENTOS SON
EL PROBLEMA
Las
La s obsesio
obsesiones
nes
mayor partesudelcalidad
tablemente tiempodedevida,
la persona
llegan afectada,
a impedirdisminuyen no-
sus relaciones
personales y dificultan enormemente su desarrollo. Sin embargo,
aunque pudiera parecer que no existen ideas obsesivas, una explo-
ración profunda suele sacar a la luz las obsesiones que inicialmen-
te estuvieron en el origen de estas conductas.
Las características principales que permiten delimitar concep-
tualmente las obsesiones, se pueden resumir de este modo:
• Carácte
Carácterr intrusivo: son pensamientos que irrumpen de forma invo-
luntaria y súbita en el flujo normal del pensamiento consciente. Por
eso mismo se experimentan como pensamientos intrusos,
intrusos, invasores e
inoportunos.
• Pueden
Pueden tomar forma de imagen mental, impulso (necesidad imperiosa
y urgente de hacer o decir algo) y/o pensamiento (verbal, en forma de
palabras o frases).
• Son repetitivas o recurrentes.
• No son evocadas de de forma voluntaria:
voluntaria: la persona no desea pensar en
ellas.
• La persona las val
valor
oraa o ju zgaa como inaceptables (o como inoportunas,
juzg
como se ha dicho antes). Como consecuencia, se resiste activamente a
su presencia, lo que da lugar, en muchas ocasiones, a esfuerzos activos
y voluntarios de suprimirlas, de eliminarlas de la corriente o flujo de
pensamientos.
• Repercuten de forma negativa en el estado de ánimo, porque resultan
cinco siguientes:
• Intrusividad.
• Inaceptabilidad.
• Resistencia (a su aparición).
• Incontrolabilidad.
• Egodistonía.
Por otra parte, los contenidos posibles de las obsesiones son
muy variados, tal como podrá apreciarse en el capítulo dedicado a
los subtipos o formas de presentación del TOC. En el cuadro 1.1
se recogen algunos contenidos típicos de obsesiones.
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 19
CUADRO 1.1
1.1 Co
Cont
nten
enid
idos
os típi
típicos
cos de obsesio
obsesiones
nes
Agresivos Autoagresivos
Limpieza-contaminación Dudas
Sexuales Supersticiosas/mágicas
• de niños.
Pensamiento de tener sexo con anima- • Que
o memispasepadres tengansi un
algo malo, no accidente
hago... o
les. digo...
• Impulso de desnudarse en un lugar • Que pase una desgracia porque h hee visto
público. este número, he tocado este objeto...
• Que alguien de mi fam familia
ilia enferme
enferme si
no pienso en algo bueno.
• Que un ser querido muera porque he
visto pasar cerca de mi casa un coche fú-
nebre.
• Que mi futuro marido se reen
reencarne
carne en
un cerdo porque he visto una caca de
perro.
Blasfemos
Las com
compuls
pulsione
iones:
s: es
estra
trateg
tegias
ias de ap
apro
ronta
ntami
mien
ento
to
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 21
pensaba (Freeston
(Freeston y Ladouceur, 1997).
1997 ). A continuación
continua ción describi
de scribi
mos las diversas modalidades de compulsiones.
Compulsio
Compulsiones
nes pro
propia
piame
mente
nte dichas
dichas
22 TOC.
TOC . OBSESIONES Y COMPULSIONES
Comportamientos de evitación
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 23
bilidad a los
tratan de demás, como
reasegurarse conpuede observarse
el clínico en la en las ocasiones
consulta. en que
Si lo logran,
experimentan un alivio temporal, como sucede con la mayoría de
las compulsiones.
E
Epi
pide
demm iol
iolog
ogía
ía
• Rezar tres padrenuestros muy despa con aspecto de enfermo. Evitar ver
cio, luego tres avemarias y luego tres imágenes de ataúdes, lápidas o leer
glorias, fijándome muy bien. Volver esquelas. Evitar ir a funerales, tana-
a empezar hasta que la secuencia sea torios, cementerios o pasar cerca de
perfecta sin ninguna interrupción. ellos.
• Ordenar y alinear
alinear objetos repetida • En obsesiones
obsesiones de
de contaminación por
por
mente (discos, libros, ropa, zapa gérmenes: evitar tocar pomos e in
tos...) según unas pautas (colores, terruptores en lugares públicos. No
formas, tamaños...). llamar ascensores, no tocar el timbre
• D ar tres pasitos hacia delante y tretress de parada en el autobús. Evitar usar
hacia atrás antes de entrar y salir de teléfonos y váteres públicos. Evitar
mi casa, repitiendo mentalmente comer fuera de casa.
«todos estamos bien, somos felices,
no nos moriremos de un cáncer, ni Búsquedaa de reaseguració
Búsqued reaseguración
n
de un tumor cerebral, ni de un infar
to, ni de...». • Contar a su pareja las obsesiones
• Lavar toda la ropa que mi marido sexuales hacia niños cada vez que
trae del trabajo primero del revés, ocurrían para que ésta le conven
luego del derecho, luego otra vez del ciera de que eso no tenía importan
revés, luego del derecho... cia y no podría llegar a hacerlo
• Fregar los platos siguiendo siempre nunca.
el mismo orden: primero uno llano, • Ante la duda obsesiva de poder haber
luego uno hondo, después uno de se quedado embarazada de un perro,
postre, a continuación uno de café, pedir repetidamente confirmación a
el otro llano, el otro hondo, el otro familiares sobre la imposibilidad de
de postre, etc. Y cuando los acabo este suceso.
todos, vuelta a empezar, hasta que • Estando
Esta ndo de vacaciones fuera de casa,
estoy segura de que lo he hecho bien. preguntar a otros, para tranquili
• Lavarme las manos tres veces cada zarse sobre dudas: si habré dejado
vez antes de tocar cualquier alimen aparatos eléctricos encendidos, gri
to, y otra vez después de tocarlo y fos abiertos, puerta sin cerrar con
antes de comerlo o dárselo a mi hijo. llave...
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 25
C u a d r o 1.2 (Continuación)
Por su parte,
trastorno Foa comenzar
suelen y Wilson coincidiendo
(1992) señalancon
queunlosperíodo
síntomas
endel
la
vida del sujeto en el que aumenta su responsabilidad personal:
por ejemplo, comienzo de la vida laboral o matrimonio. Otros
trabajos han destacado la importancia de las experiencias traumá
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 27
ticas fortuitas (D
ticas (Dee Silva y Marks, 1999; Rhéaume, Freeston, Leger
y Ladouceur, 1998), o de los sucesos vitales normativos, como el
embarazo y el parto (Abramowitz, Schwartz, Moore y Luenzman,
2003). Sin embargo, aunque parece claro que diversas circuns
tancias de la vida pueden aumentar la vulnerabilidad al TOC, al
igual que sucede con otros trastornos mentales, es importante
recordar que la mayoría de personas no suele identificar un de
sencadenante ambiental claro en su problema (Rasmussen y
Tsuang, 1986).
En la mayoría de los casos, el trastorno sigue un curso crónico,
con distintas remisiones y exacerbaciones, tal como demuestra el
estudio de seguimiento a largo plazo (media de seguimiento de
47 años) de Skoog y Skoog (1999). Según el DSM-IV-TR, sola
mente un 5% de pacientes presenta un curso episódico, con sín
tomas mínimos o inexistentes entre episodios. La remisión com
pleta de los síntomas es infrecuente. El estudio recientemente
mencionado, en consonancia con otros, encontró una tasa de
recuperación completa de tan sólo el 20%. En cuanto al estado
de ánimo depresivo, también se considera que ejerce un papel de
sencadenante de los síntomas obsesivos, aunque no se conocen
con certeza los mecanismos específicos por los que opera tal in
fluencia.
Un aspecto que resulta interesante, y que interfiere de manera
clara con la evolución del trastorno, es el tiempo que transcurre
entre el inicio de los síntomas y la solicitud de ayuda profesional
por parte de los pacientes. Los datos procedentes de diversos estu
dios indican que únicamente entre el 34 y el 40% de las perso
nass que cumple
na cumplen n crit
criteri
erios
os diagnósticos para un T TOO C han recibi
recibi
do alguna vez en su vida tratamiento para este problema. Además
el Epid
Epidemi
emiolog
ologic
ic Catc
Ca tchm
hmen
entt Stu dy (Robins, Helzer, Weissman, Or-
S tudy
vascbel, Gruenberg, Burke y Regier, 1984) reveló que el TOC, en
comparación con el resto de los trastornos mentales, se encuentra
en un punto medio en cuanto a la probabilidad de que los afecta
dos busquen activamente tratamiento para el problema. Por ejem
plo, las personas que sufren depresión o trastornos por angustia,
sentación
del 60% de de los
los pacientes
síntomas era del más
retrasa 38%,delo un
queaño
significa que más
la petición de
ayuda. Y todo ello a pesar de que más de la mitad de nuestros pa-
cientes relataban que desde el inicio de los síntomas se daban
cuenta de que lo que les sucedía no era «normal». Entre las razo-
nes que aducían para explicar su retraso en solicitar ayuda pro-
fesional, había varias relacionadas con la tendencia a ocultar los
síntomas por diversas razones (miedo, vergüenza por el «qué di-
rán»...) (Belloch, Del Valle, Morillo, Carrió y Cabedo, 2009).
Datos como éstos deben alertarnos sobre la necesidad de disemi-
nar el conocimiento acerca del TOC entre la población general,
con el fin de eliminar el estigma asociado al mismo y promover
el inicio de un tratamiento eficaz en las primeras fases o estadios
del problema.
Por último, hemos de insistir en que el TOC es un trastorno
que interfiere intensa y significativamente en el funcionamiento
general del individuo y en las diversas áreas de su vida (social, la-
boral, familiar...). No obstante, también en este aspecto existen
amplias diferencias individuales. Rachman y Hodgson (1980) ha-
blan de estilo de vida TOC a «jornada completa» (con gran dete-
rioro asociado) y a «jornada parcial» (con vidas bastante produc-
tivas y satisfactorias). Pero, en todo caso, e incluso en niveles de
gravedad leve o media, en general todos los expertos coinciden en
afirmar que el TOC es el trastorno de ansiedad que conlleva un
mayor grado de deterioro personal y para cuyo abordaje clínico se
requiere una elevada especialización profesional.
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 29
Diag
Di agnó
nósti
stico
co f o r m a l d e l T O C
4. genes, o bien
La persona intenta
reconoce
recono neutralizarlos
ce que estos mediante otros
estos pensamientos, pensamientos
impulsos o actos.
o imágenes
imágenes obse
sivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la
inserción del pensamiento).
B. En algún momento
momen to del curso
curso del trastorno la persona ha reconocid
reconocido
o que estas
estas
obsesiones o compulsiones resultan excesivas o irracionales.
no se limita a él.
E. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o de
una enfermedad médica.
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 31
¿Cuándo no es un TOC?
32 TO
TOC.
C. OBSESIONES
OBSESIONES Y COMPULSIONES
que mamá
nar por entrajugando
la calle para dara «el
no beso
pisarde
laslas buenas
juntas de noches»; o cami-
las baldosas; o el
típico adolescente que dedica un tiempo excesivo para acicalarse
cuando va a salir con sus amigos, para desesperación del resto de
la familia que necesita entrar en el baño. La mayor parte de estos
comportamientos son característicos de las distintas etapas evolu-
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 33
dos
de uncomportamientos, que sin
TOC, sino de otros embargomentales
trastornos no se consideran síntomas
que, en este caso,
requieren como es natural una actuación clínica específica. Entre
ellos se encuentran desde las preocupaciones excesivas (ansiosas,
por la salud o hipocondríacas, por defectos físicos imaginados o
temidos, por la figura o el peso, etc.), hasta las ideas delirantes y
las pseudoalucinaciones, pasando por las dificultades para contro
lar los propios impulsos y/o deseos (por ejemplo, robar, agredir
verbal o físicamente a otros o a uno mismo, tocarse, tomarse el
pulso, etc.).
En este apartado vamos a establecer los principales anclajes
diagnósticos que permiten distinguir, en primer lugar, los sínto
mas nucleares del TOC, de las intrusiones mentales normales y de
ciertos síntomas psicopatológicos, como las ideas delirantes y las
pseudoalucinaciones. Y en segundo término, las principales dife
rencia
renciass ent
entre
re eell T O C y otros trastornos mentales, en especia
especiall de
aquellos que forman parte del denominado «espectro obsesivo-
compulsivo», que incluye, además del TOC, la hipocondría, la
dismorfofobia, los trastornos alimentarios (anorexia y bulimia),
los trastornos del control de impulsos (juego patológico, tricotilo-
manía, cleptomanía), algunas parafilias y adicciones sexuales no
parafílicas, y trastornos motores, como los tics y el síndrome de la
Tourette.
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 35
• Poco frecuentes (alguna vez al mes o • Muy frecuentes (varias veces al día,
menos). todos los días).
• No hay emociones ni sentimientos • Muchos sentimientos y emociones
negativos (culpa, tristeza, ansiedad, negativos (culpa, tristeza, ansiedad,
ira) al experimentarlas. ira) cuando se experimentan.
• No hay evitación
evitación de situaciones
situaciones por • Evitación de situaciones een
n donde eess
tónicas
evitación:(por
no ejemplo, todas
ir a ciertos las que
lugares, no conllevan un cierto
pasar por debajo grado
de una de
esca-
lera...), pero a diferencia en este caso de las obsesiones, su reali-
zación no supone un esfuerzo imposible ni genera un estado emo-
cional tan negativo que resulte insoportable. Otra diferencia entre
las «manías» y los PIO radica en la frecuencia de unas y otros: las
primeras son, en realidad, comportamientos muy habituales en la
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 37
1) agresivos;
2) sexuales, religiosos, repugnantes, existenciales y conductas
socialmente inadecuadas;
3) simetría y orden;
4) dudas y comprobación;
5) limpieza y contamin
contaminación;
ación;
6) superstición.
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 39
consisten
un inútil»,en«no
autoevaluaciones negativas
sirvo para nada») acerca
o de lo de uno
realizado mismo
(«todo me(«soy
sale
mal»); en otras adquieren la forma de expectativas de autoevalua-
ción negativas («no lo conseguiré», «no tengo futuro»); otras veces
se asemejan a deseos o intenciones («quisiera desaparecer»), y
otras hacen referencia a expectativas negativas sobre el propio fu
turo, las relaciones con los demás, etc. («nadie me comprende»,
«mi vida es un desastre»).
Ideas delirantes
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 41
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 43
Bentall,mentales
genes 1988) consideran que son auténticas
que se experimentan alucinaciones:pero
como percepciones, imá-
a
las que la persona no otorga la misma credibilidad que a cual-
quier otra de sus percepciones; es decir, las experimenta como una
auténtica percepción, pero no cree que el origen de la misma se
halle en el mundo estimular circundante. Las pseudoalucinacio-
nes son experimentadas por pacientes crónicos (que han apren-
dido que tales percepciones no provienen del exterior sino de su
propia mente) y por personas sanas que mantienen intactas sus
capacidades de juicio y discriminación de la realidad, pero se ha-
llan en ciertas circunstancias que les hacen vulnerables a tener este
tipo de experiencias (fatiga extrema, momentos que preceden al
despertar normal o al sueño profundo, sedación inducida, aneste-
sia, tóxicos, hipertermia, aislamiento sensorial extremo, reexperi-
mentaciones traumáticas, incluidas situaciones de duelo y/o pér-
didas afectivas significativas, etc.). Las modalidades sensoriales
habituales de las pseudoalucinaciones son la visual y la auditiva,
y a diferencia de lo que sucede con las obsesiones, no conllevan
estrategias de neutralización.
Los tics
tics
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 45
Trastorno
Trastornoss d el espectro
espectro obsesivo-compulsivo
46 TOC . OBSESIONES
OBSESION ES Y COMPULSIONES
Trasto
Trastorn
rno
o de a
ansieda
nsiedadd generalizada (TAG):
preocupa
preo cupación
ción extre
extrema
ma po r lo ccotidian
otidianoo
Preocuparse por las cosas que nos suceden a diario, por las que
nos han sucedido o por las que pueden producirse en el futuro es
una actividad mental muy normal y habitual, en la que ocupamos
bastante tiempo. Pero cuando la preocupación traspasa ciertos
límites, deja de ser una actividad psicológica normal. El trastorno
de ansiedad generalizada (TAG) consiste precisamente en que la
persona ocupa la mayor parte de su tiempo preocupándose en ex-
ceso, y durante demasiado tiempo cada día, por cualquier aspecto
de su vida cotidiana (o de la de sus familiares, amigos o conoci-
dos). Se considera que la actividad mental de «preocuparse» ha
alcanzado el rango de problema clínico cuando al individuo le
resulta difícil controlar estados prolongados (de duración superior
a seis meses) de continua preocupación sobre una amplia gama de
acontecimientos o actividades, la mayoría de ellos relacionados
con la vida cotidiana. Además, de forma característica, este tipo
de ansiedad se manifiesta también físicamente (inquietud, fatiga,
dificultades para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular, al-
teraciones del sueño). Y, finalmente, para que se considere un
diagnóstico de TAG, ese estado constante de preocupación debe
provocar un grado elevado de malestar personal o interferir con
claridad en las actividades cotidianas del individuo.
La principal diferencia con respecto al TOC consiste en que
las preocupaciones se experimentan como una inquietud excesiva
por un amplio rango de circunstancias de la vida real (posibili-
dad de perder el trabajo, problemas económicos, rendimiento
académico, posibles accidentes o desgracias...), de tal manera
que la persona no considera que las preocupaciones sean inade-
cuadas o moralmente reprobables. De hecho, muchas personas
con este problema consideran que preocuparse les ayudará de al-
gún modo a afrontar los problemas, lo que desde luego no suce-
de en el TOC. Por otra parte, ante este tipo de preocupaciones la
gente no lleva a cabo las estrategias de afrontamiento característi-
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 47
• La preocupa
preocupación
ción es un fenómeno m más
ás autoiniciad
autoiniciado
o (menos intruso,
más voluntario), y que suele estar provocado o precipitado por cir-
cunstancias corrientes de la vida.
• El contenido de las preo
preocupaciones
cupaciones está más relacionado con circuns-
tancias de la vida cotidiana (trabajo, economía...), mientras que el
contenido obsesivo es más extraño o fuera del rango típico de expe-
riencias habituales
sexo...), aunque de una
los temas persona
relativos (contaminación,
a salud/enfermedad sonagresión,
compar-
tidos en ambos casos.
• La preocupación
preocupación se suele presentar en forma de verbalizaciones (ideas,
pensamientos), mientras que las obsesiones se presentan en una am-
plia variedad de formatos (imágenes, impulsos, pensamientos).
• Aunque ambos fenómenos son percibidos por las personas como in-
controlables, las obsesiones están asociadas a un mayor grado de re-
sistencia activa y a valoraciones de inaceptabilidad (pues son clara-
mente egodistónicas), mientras que las preocupaciones son mucho
más incontrolables (de hecho, hay un cierto «dejarse llevar» por
Hipoc
Hip ocon
ondr
dría:
ía: la pre
preocu
ocupac
pación
ión exce
excesiva
siva p o r la sa
salud
lud
explicar que no
preocupación se miedo
y el padececausan
enfermedad alguna.muy
un malestar Como es natural,
intenso la
e inter-
fieren en la vida cotidiana y en el desarrollo personal por muy
diversos mecanismos o vías (por ejemplo, evitando exponerse a
situaciones «de peligro», como visitar a un enfermo, realizar un
viaje o hacer ejercicio, entre otras cosas).
En consecuencia, en la hipocondría sólo son relevantes los con-
tenidos de miedo en relación con la propia salud, y éstos suelen
aparecer como consecuencia de la experimentación de molestias
físicas leves o pasajeras, o por la anticipación de su ocurrencia. En
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 49
este sentido, los pensamientos hipocondríacos se asemejan a las
preocupaciones, pues están vinculados a la experiencia cotidiana
normal (a todo el mundo le preocupa la enfermedad) y aparecen
de forma predominantemente verbal. Y aunque en muchas oca-
pueden
No sesertrata
asimismo
de losobjeto de preocupación
comúnmente llamados excesiva.
complejos, pues en
este caso la persona experimenta un malestar clínicamente signifi
cativo, o deterioro importante en uno o más ámbitos de su vida
(familia, relaciones sociales, trabajo...). La mayoría de las personas
con este problema experimentan un malestar muy intenso en rela
ción con su defecto y a menudo describen sus preocupaciones
como torturantes o devastadoras. Les resulta muy difícil dominar
las y no se sienten capaces de realizar esfuerzos para superarlas o
eliminarlas de su mente. Como resultado suelen consumir mucho
tiempo cada día pensando en su defecto («¿se habrá hecho más
grande?» «¿habrá empeorado?», «¿me estará creciendo sin darme
cuenta?»), haciendo comprobaciones (mirarse al espejo, mirarse en
los escaparates) o tratando de ocultarlo (maquillajes ritualiza-
dos...). Como en otros problemas, cuando estos comportamientos
problemáticos se circunscriben al objeto del trastorno de que se
trate (la preocupación por un defecto físico imaginario en este
caso), se considera que son síntomas del mismo.
A pesar de que actualmente este trastorno se enmarca en un
grupo o categoría diferente a los trastornos de ansiedad, son mu
chos los autores que lo consideran dentro de las psicopatologías
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 51
Anor
An orex
exia
ia nerviosa: «obsesión
obsesión»
» p o r el peso y la silueta
silu eta
Tras
Trastor
torno
noss d
del
el cont
control
rol de lo
loss impulsos (T
(TCC I)
Tricotilomanía:
Comportamiento recurrente de arrancarse el pelo por placer o liberación de la
tensión,
tensión, que provoca una pér
pérdida
dida perceptible de cabe
cabello.
llo.
Cleptomanía:
Cleptomanía:
Dificultad recurrente para resistir el impulso de sustraer objetos que no son nece
sarios para el uso personal o por su valor monetario.
Jueg
Ju ego
o pato
patológi
lógico-
co-..
Fracaso reiterado y progresivo en el intento de resistir el impulso a jugar a pesar
de las consecuencias negativas en los ámbitos personal, familiar y socioprofe-
sional.
Otros:
Compra compulsiva; onicofagia (morderse las uñas compulsivamente hasta cau
sar lesiones); adicción sexual no parafílica (o sexo compulsivo); piromanía.
Trasto
Trastorno
rno de per
person
sonalid
alidad
ad obses
obsesivo-
ivo-comp
compulsi
ulsivo
vo
Antes
dar ende
quédefinir en qué
consisten consiste los
en general estetrastornos
trastorno,deespersonalidad,
preciso recor
y
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 55
tornos de personalidad
comportamiento adulto,frente
es sua omnipresencia
otros trastornos mentales
, esto y del
es, que las
anomalías del individuo se hacen patentes en un amplio rango
de comportamientos, sentimientos, experiencias internas, y ade
más en circunstancias muy diversas. Por decirlo gráficamente, el
individuo siempre, o en la mayoría de las ocasiones, se compor
ta y expresa de un modo muy similar, con independencia de lo
que requiera la situación o el momento concretos. En conse
cuencia, presenta un repertorio de conductas limitado, reiterativo
e inflexible (en el sentido de que cambia muy poco en función
de
un las
mododemandas
de ser yy comportarse
las situaciones).
poco En suma, pues,
adaptativo, se conlleva
lo que trata de
una limitación importante para aprender nuevos modos de
comportamiento, de expresión o de relación con los demás.
Esto explica por qué las personas que padecen un trastorno de
personalidad son especialmente vulnerables o psicológicamente
frágiles ante el estrés, entendiendo por estrés una situación nueva
que requiere el desarrollo de nuevas estrategias para afrontarla.
Finalmente, es importante tener en cuenta otro aspecto en el
que estos trastornos difieren de la mayoría de otros trastornos
• Preocupación
Preocu pación por
po r el
el orden, la disciplina,
disciplina, el control propio e interpersonal,
interpersonal, a
costa de flexibilidad, apertura y eficiencia.
• Preocupación
Preocu pación por
po r los detalles, organización, horarios,
hora rios, etc., a expensas de la fi
nalización adecuada y a tiempo de las tareas.
• Reticencia a delegar
delegar en otros, a menos que las cosas ssee hagan «exactamente»
«ex actamente» a
su modo.
• Excesiva preocupación
preocupac ión por el trabajo y la productividad.
• Perfeccionismo
Perfeccio nismo que interfiere en en la realización de las
las actividades.
• Concienzudo,
Concien zudo, escrupuloso,
escrupuloso, rígido,
rígido, obstinado.
• Pedante,
Pedante, convencional, con capacidad
cap acidad limitada para expresar
expresar afectos
afectos y senti
mientos.
• Planificación excesivamente
excesivamente cuidadosa, minuciosa
m inuciosa y anticipada de todas las ac
tividades (disfruta más planificando que haciendo).
• Ahorrador
Ahorr ador extremo, hasta el punto
pun to de parecer miserable y nada generoso.
• Insistencia
Insistencia poco razonable en que los demás se sometan
sometan a las propias normas y
rutinas.
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 57
Un comentario
comen tario f i n a l sobre
sobre llos
os trastorno
trastornoss d
del
el esp
espect
ectro
ro obsesivo
obsesivo--
compulsivo
Comorbilidad
Bo x 1. RECU ERDE
Los
Los tras
trastorn
tornos
os de ansie
ansiedad
dad comórbid
comórbidosos sue
suele
len
n precederal
precederal TOC, mie
mientr
ntras
as que
que la
la de-
presióntiendeaaparecertras
presi óntiendeaaparecertraseeltrastornoobsesivo
ltrastornoobsesivo..
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 59
eficiencia se asocia
sen y Shafran conhallaron
(1996) frecuencia
que alcontrolando
TOC. De hecho, Tallis, Ro
las variables del
estado de ánimo y la ansiedad se producía una asociación signifi
cativa del
del T O C con rasgos obsesivo-compulsivos
obsesivo-compulsivos y pasivo-ag
pasivo-agresi
resi
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 61
Evalu
Ev alu ación
ac ión d e l T O C
Y-BOCS: EsEsca
cala
la de obsesiones
obsesiones y compulsiones de Yale-Brown [ Yale-Brown
Yale-Brown
Obsessive-Compulsive Scale ]. Goodman, Price, Rasmussen, Mazure,
Fleishman, Hill, Heninger y Charney, 1989a; Goodman, Price, Ras
mussen, Mazure, Delgado, Heninger y Charney, 1989b.
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 63
•• Subclínico
Leve: 8-15 o inexis
Leve: inexistente:
tente: < 7
• Moderado: 16-23
• Grave
Grave:: 24-31
• Muy grav
grave:
e: 31-40
31-4 0
Mejor
Mej oría
ía:: puntuación total postratamiento de 12 o inferior (leve),
junto
jun to con un descenso de al menos 6 puntos respecto a la puntua
pun tua
ción pretratamiento.
Recu
Recuppera
eraci
ció
ón: puntuación total postratamiento de 7 o inferior (au
sencia del trastorno o «subclínico»), junto con un descenso de al me
nos 6 puntos respecto a la puntuación pretratamiento.
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 65
1) Pensamie
Pensamientos
ntos obsesivos de auto y heteroagre
heteroagresión.
sión.
2) Impul
Im pulsos
sos obsesivos de auto y heteroagresión (también inclu
incluye
ye
contenidos de pensamiento relativos a conductas inadecua
das).
3) Obsesion
Obsesioneses de contaminación
contaminac ión y compulsiones de lim
limpiez
pieza.
a.
4) Compulsiones
Com pulsiones de comprobación.
comprobación.
5) Co
Comp
mpulsio
ulsiones
nes de orden.
orden.
El cuestionario ha sido adaptado al español con índices acepta
bles de consistencia interna y validez tanto en muestras clínicas
como de población general (Mataix-Cols, Sánchez-Turet y Vallejo,
2002). Además, la estructura de cinco factores se ha podido repro
ducir adecuadamente, aunque sobre población no clínica (Ibáñez,
Olmedo, Peñate y González, 2002). En nuestra experiencia con pa
cientes TOC, la consistencia interna es sólo moderada (entre 0,61
y 0,74) y la relación entre los síntomas clínicos y las puntuaciones
en cada uno de los cinco factores no es todo lo coincidente que ca
bría esperar (Belloch, Morillo, Luciano, García, Cabedo y Carrió,
2010 ) .
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 67
1. Lim
Limpiez
piezaa (ítems 5,
5, 11, 17)
17)
2. Obsesiv
Obsesividad
idad (ítems 6, 12, 18)18)
3. Acumulación (ítems
(ítems 1,
1,77 , 13)
13)
4. Orden (ítems 3, 9, 15)
5. Compro
Com probaci
bación
ón (ítems
(ítems 2, 8, 14)
14)
6. Neutralización (ítems 4, 10, 16) 16)
Cada uno de los ítems interroga acerca del malestar que provocan
los síntomas en una escala que va de 0 (nada) a 4 (muchísimo). El
rango de puntuaciones totales oscila, por tanto, entre 0 y 72. En
nuestro contexto, el OCI-R ha demostrado buenas propiedades psi-
cométricas y su estructura de seis factores ha sido confirmada en una
muestra de población universitaria no clínica (Fullana, Tortella-Fe-
liu, Caseras, Andión, Torrubia y Mataix-Cols, 2005). En el anexo 1
se ofrece un modelo de este cuestionario.
EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 69
VOCI; Inv
Invent
entari
arioo de obs
obsesio
esiones
nes y compulsiones de Van
Vancouver. Thordarson,
couver.
Radomsky, Rachman, Shafran, Sawchuk y Hakstian, 2004.
Estos ítems
probación, se distribuyen
obsesiones, en seis subescalas:
acumulación, exactitud contaminación,
(conteo, jjuu s t ri
righcom
t) e
ght)
indecisión. No hay de momento validación para su utilización ade
cuada en población española, y los datos publicados con una muestra
de personas con TOC indican buenas propiedades métricas.
CAPÍTULO 2
72 TOC
TOC.. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Taxonomías racionales
74 TO
TOC.
C. OBSESIONES Y COMPULSIONES
ycompulsiones. Haceinvestigaron
De Haan (1993) más de una las
década, Arts, Hoogduin,
diferencias Schaap
entre ambos sub
grupos en variables demográficas y clínicas, y encontraron que los
obsesivos puros solían estar casados, tenían un menor nivel edu
cativo, las quejas habían empezado a una edad más tardía, des
cribían más síntomas depresivos y se manifestaban como menos
inteligentes. Las implicaciones de estas diferencias no fueron,
sin embargo, objeto de análisis ni, que sepamos, los resultados
han sido posteriormente replicados.
EL TOC NO ES SIEMPR
SIEMPRE
E IGU
IGUAL
AL 75
comprobación, repetición,seorden),
compulsiones manifiestas suelen por lo que
incluir los «cajón
en un pacientes sin
de sas
tre», que recibe varios nombres: «obsesiones» (Marks, 1987), «obse
sivos sin conductas compulsivas manifiestas» (De Silva y Rach-
man, 1992) u «obsesivos» (Kozak et al., 198 1987).
7). Por otro llado,
ado,
aunque existen diversas clasificaciones, ninguna de ellas cuenta
con un consenso generalizado. Comentaremos brevemente las
más utilizadas y conocidas.
Marks (1987) diferenció entre tres tipos de manifestaciones
clínicas: (a) rituales compulsivos con obsesiones, (b) lentitud sin
ción de atendiendo
tinción consecuencias catastróficas,
a tendencias los autores
generales realizandeesta
o cuestiones dis-
grado,
por lo que postulan un modelo inequívocamente dimensional, más
que categorial excluyente, a la hora de establecer las diferentes
modalidades o subtipos de TOC.
En síntesis, si se suman las distintas modalidades o manifesta-
ciones del trastorno que se han postulado desde una perspectiva
racional, se observan siete categorías o tipos de TOC, no necesa-
riamente excluyentes (es decir, que un paciente puede presentar
más de una):
1. Obsesiones
Obsesio nes puras
2. Compulsion
Com pulsioneses de limpieza/
limpieza/lavado
lavado
3. Compulsion
Com pulsioneses de comprobación
4. Compulsion
Com pulsioneses de rep
repetici
etición
ón
5. Compulsion
Com pulsioneses de orden
orden
6. Compulsion
Com pulsioneses de acumulación
7. Lentitud
Lentit ud obsesiva
Facilidad para
par a ident
identifi
ifica
carr Relativamente difícil Relativamente fácil
estímulos desencaden
desencadenantes
antes
B ox 1 . EN RESUMEN
Las o b s e s i o n e s a u t ó g e n a s (agres
(agresión
ión,
, sexo
sexo,
, blasfem
blasfemias
ias)
) se
se asocia
asocian
n a una
una EG
EGODODIS
IS
TONÍA má
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intensasa,, pue
pues s los
losconte
contenido
nidos
s de la
lasobsesion
sobsesiones
eschocan
chocancon
con lo
los
s principio
principios
s
éticosomoralesdelapersonaocontrasuautoimagen.
Las o b s e s i o n e s a u t ó g e n a s se
se per
percibe
ciben
n tam
tambié
bién
n como
como MÁS
ÁS IRRA
IRRACI
CION
ONAL ALES
ES que
que la
las
s
reactiva
reac tivas
s(duda
(dudas ssobre
sobre habhaberolvid
erolvidadohaceralg
adohaceralgo,
o,mied
miedoa
oacontag
contagiarse
iarse portocarobje-
tospúblicos...).
Box 2. EN RESUM EN
Los r i tu
tu a l i z a d o r e s m e n t a l e s ylos a t o rm
rm e n t a d o s u o b s e s i v o s p u r o s experime
experimentanntan obse-
siones
siones deforma
de forma reitera reiteradada, , con
con contenidos
contenidos típicamente
típicamente valorados
valorados como muy muy desagra-
dablesyegodistónicos
dablesy egodistónicos(agre (agresión,sexo
sión,sexo, , religión...).
religión...). En elprimerode
el primerode loscasos,
loscasos,el el sujeto
sujeto
realiz
rea lizatoda
atoda una una serle
serle decompulsionesmen
decompulsionesmental tales es,
, con
con la
la mismafunció
mismafunción n quelas
quelas obser-
vable
vables,s, para
para neutraneutraliza
lizarsus
rsusobseobsesiosiones
nes (p.
(p. ej.,
j., «pensam
«pensamientoientoss de contras
contraste»
te» como in- in-
tentar
tent arforma
formar r una
una Imag
Imagen en opuesta
opuestaa ala
la obsesión
obsesión de agredir aalguien,
aalguien, contar
contar núme
números ros
Interio
Inte riorme
rmente nte, , repetir
repetir mentalm
mentalment entee una
una conversación,
conversación, rezar...rezar...).
). Los
Los rituale
rituales
s cognitivos
cognitivos
también
tamb iénpued
pueden en serpensamie
serpensamientos ntos reite
reiterarativ
tivos
os, , comodiálogos internointernos scon
conun
unoomimismsmoo
para
par a conven
convencer cersese de lala Irr
Irrac
acioiona
nalid
lidad
ad de la la obses
obsesión ión.
. En el segund
segundo o caso
caso (l
(los
os «ato
«ator-
r-
mentad
men tados»
os»), ), lo
los
s pacientes
pacientesno no lleva
llevan
nacabo
acabo conductas compulsivascompulsivas identiflcable
identiflcables s cla-
ramente.
82 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Box 3. EN RESUMEN
Las
Lasobsobsesi
esione
onessdeconteni
decontenidoagresivo
doagresivoson son descritasy
descritasy experime
experimentad ntadasas por
por lo
los
spaci
pacien- en-
tes comoespecialmen
tes comoespecialmente te ang
angustustiosa
iosas,
s, desagradables y egodistón
egodistónicas.icas. Gener
Generan an int
inten
en--
sos autorre
sos autorreproch
prochesy
esytemo
temorara lleg
llegara
ara lleva
llevara
ra cabo su
su conteni
contenido. do.S
Se diferenc
diferencianian clara-
clara-
mente
me nte de las
las alucina
alucinacion
cioneses impe
imperat rativas
ivas (en
(en la
las
s que un
un pacien
paciente, te, por ejemp
ejemplo,
lo, puede
puede
escucharvoces
escuchar vocesque
quele le conminan
conminan arealizar
arealizar algunaagresi
algunaagresión) ón), , ode la
las
s ideasdelir
ideasdeliroid oides
es
de alg
alguno
unoss paci
pacient
entes
es con cuadros
cuadros depresi
depresivosvos graves
graves (e(enn lo
los
s que
que el pacient
paciente e «cree
cree»»
serelculpable detodos lo los
sma
maleso
leso desgracias
desgracias quesufren
quesufren o oque
que pueden
pueden susufrir
frir en el
futurosus
futu rosus allegad
allegados).
os). En el pri
primercaso,
mercaso, porqueel pacienteTO
pacienteTOC C sabe
sabe per
perfect
fectame
amente nte
que
que lolo que
que experi
experimen
menta ta so
son
n pensam
pensamie iento
ntos
s qu
que
e su
su propia
propia mentmentee pr
prod
oduce
uce,, y no lo loss
vive
viv e portantocomo
portantocomo percepcion
percepciones. es. En el segundocas
segundo caso, o, porque
porque el paciente
paciente TOC
TOC tiene
m i e d o de quesuspensam
quesuspensamien ientosle
tosle lleve
llevenn acometerunaagresión
acometerunaagresión, , yporeso
y poreso mismo
mismo le le
genera
gen erann ansieda
ansiedad d y males
malestartarenenorm
ormes,
es, y en
en ocasio
ocasiones
nes, , le
le impulsan
impulsan a alejars
alejarsee de sus
sus
seresqueridos,oae v i t a r elcontactopersonal.
pulsos) de contenido
Estas obsesiones agresivo hacia
le generaban sí mismay ymalestar
una angustia hacia otras
muypersonas.
intensos
por lo que acudió inmediatamente a su médico de cabecera. Éste va
loró que presentaba un cuadro depresivo y la derivó a nuestra unidad
de salud mental. El psiquiatra que la atendió le diagnosticó un TOC
y le pautó tratamiento farmacológico. Este tratamiento produjo una
ligera mejoría en su estado de ánimo pero no mejoró su sintomatolo-
gía obsesivo-compulsiva. Nueve meses después de iniciarlo, Andrea
planteó al psiquiatra que quería completar su tratamiento con un
abordaje psicológico.
Cuando evaluamos a la paciente, presentaba pensamientos de
agredirse a sí misma
tos cortantes o a otras
o punzantes persona tijeras...);
(cuchillos, cuando estaba cerca de
impulsos de saltar
obje
EL TOC NO ES SIEMPRE IGUAL 83
LUIS: autoagresión
Box 4. EN RESUM EN
Entre las
Entre lasobsesio
obsesiones
nes de
decontenido
contenidoagresiv
agresivo, o, las
las autoagre
autoagresivasson
sivasson la
lasmenosfrecuen-
smenosfrecuen-
tes,
tes , pero
peropueden
puedenllegara
llegarasermuy
sermuydesagradables.
desagradables. Es importa importante
ntedistingu
distinguirestas
irestasobse-
obse-
siones
sione s de laideaciónsuicida oautoagresivade las las persona
personas scon
con una
una depresió
depresión n ocon
ocon
otros
otrostra
trasto
storno
rnos
s(porejemp
(porejemplo,lo, el trastorn
trastorno o lím
límite
ite de la
la perso
personal
nalida
idad).
d). La
Las
s pos
posibil
ibilidad
idades
es
demateria
de materializare
lizarelcomportamiento
lcomportamiento son son mínim
mínimaso
aso IneInexiste
xistente
ntesenel
senel casodelTOC
casodelTOC, , pe
pero
ro
muyelevadasen la la depresióno en en el
ltrastornolímit
trastornolímite. e. Dadala
Dadalagra
gran
n comorbilidad
comorbilidadent entre
re
elTOCy
elTOCy lo loscuadros
scuadros depresiv
depresivos,
os, es
es muy
muy importa
importante ntereal
realizarun
izarunaevalua
aevaluación
ción cuidadosa
deeste
de este tipo de
deobsesion
obsesiones esen
en el
lcaso
casode de queelTOC
queelTOC se se acompañe
acompañe de unauna dep
depresió
resión.
n.
Luis, de 24 años, tenía varios tipos de ideas obsesivas, entre ellas las
de contenido autoagresivo que se presentaban en forma de pensa-
mientos, imágenes e impulsos. El problema se había iniciado hacía
año y medio coincidiendo con la aparición de un problema de salud
y la finalización de sus estudios. Mientras estaba cenando, comenzó a
pasarle por la cabeza la idea (pensamiento) de hacerse daño a sí mis-
mo «cortándome con el cuchillo». Posteriormente aparecieron pen-
samientos de «comerme las figuras de adorno que mi madre tiene en
la repisa del lavabo cuando iba a lavarme los dientes, las manos o la
cara», y por último, cuando ha terminado su trabajo y ha de cerrar
la persiana del negocio con la ayuda de un palo de hierro «me apare-
cen ideas de darme con el palo en la cabeza». Cuando está ante obje-
tos cortantes (cuchillos, tijeras...), metálicos (clips, grapas, clavos...)
o de cristal (bombillas, figuras de decoración...), también le apare-
cen imágenes en las que se autoagrede («clavándome un cuchillo en
los ojos», «tragándome un puñado de clips o grapas», «metiéndome
en la boca y masticando una bombilla»). Si está en lugares altos (terra-
zas, puentes...), le asalta el impulso de «tirarme saltando al vacío»;
cuando está en un paso de peatones, de «ponerme delante de los
coches», y esperando al metro, de «tirarme a las vías».
Para atenuar el intenso malestar que le ocasionaban sus obsesiones
(pensamientos) evitaba coger por la empuñadura los cuchillos y mirar
cómo cortaba los alimentos cuando comía, estar cerca de, o coger, ob-
jeto
jetoss co
cort
rtan
ante
tess (tij
(tijeera
ras,
s, cu
cuch
chill
illas
as...
...),
), usar
sar eell la
lav
vabo de
dell cu
cuaarto
rto de b
bañ
año
o,
cerrar la persiana del negocio donde trabajaba, etc. Cuando las obse-
EL TOC NO ES SIEMPRE IGUAL 85
Las
Las obsesion
obsesioneses de contenido
contenido se
sexu
xual
al son
son extremadam
extremadamente ente angustios
angustiosas
as para
para quienes
quienes
las
las padece
padecen,n, y habitu
habitualm
alment
ente
e gener
generan an,
, además
además de autorr
autorrepro
eproches
ches,
, cuesti
cuestiona
onamie
mientonto
del
el tipo
tipo de
de pe
pers
rson
ona
a qu
que
e uno
no es
es y qu
que
e podría
podría lleg
llegar
ar a se
ser
r (e
(en
n se
sent
ntid
ido
o ne
nega
gativ
tivo,
o, po
por
r
supuesto).
no empezó adetener
de personas imágenes
la edad de mi obsesivas de «yo
padre, gente concon la boca
la que no... en el sexo
nunca...».
En cuanto tuvo la primera obsesión se angustió intensamente y las
tuvo con mucha frecuencia durante la primera semana, hasta la con-
86 TOC
TOC.. OBSESIONES Y COMPULSIONES
sulta con el psiquiatra: «Al final era ya con cualquier persona, incluso
mujeres: iba por la calle con miedo de mirar a la gente».
Tras la consulta con el psiquiatra, que le pautó farmacoterapia, su
angustia disminuyó notablemente y a la siguiente cita de control
(una semana después) estaba muy contenta. Pero ante el regreso in
minente de su padre a la casa «empecé a preocuparme por si veía esas
cosas con él, y ahí se lió todo...».
Seis meses después, cuando la evaluamos, presenta imágenes obse
sivas de sexo oral con su padre muchas veces cada día, que le generan
un malestar muy intenso. Evita el contacto físico con él («no tantos
abrazos, por miedo a exagerarlo todo... creo que mi mente va por li
bre y puedo pensar cualquier cosa de algo que sé que no es real»).
Nota que intenta distanciarse de su padre «aunque sólo sea por evitar
este mal». Cuando está con su padre y tiene las obsesiones, evita mi
rarlo e intenta mirar hacia otro lado, distraerse con algo para no
pensar (la televisión o una revista...). Dice «es como mirar la reali
dad, lo que hay y dónde estás, salir como de ese fondo, como inten
tar abrir los ojos». También trata de razonar interiormente y con
vencerse de que «no pasa nada, esto no es de verdad, yo no soy así...».
Comenta que incluso cuando no tiene las imágenes, se acuerda todo
el día del tema. En ese momento, además, se habían añadido obse
siones de contenido agresivo («¿y si me da por matar o matarme?»),
que aparecían ya tres o cuatro veces al día, sobre todo ante la presen
cia de algún estímulo (p. ej., un cuchillo) o ante personas vulnerables
(un bebé...). Ella intentaba controlarlas mediante la supresión inten
cionada de sus pensamientos («no pienses más, si no, es peor»), el
autocastigo (se reñía a sí misma «por pensar esas cosas») o la auto-
tranquilización («para qué le das importancia»). Evitaba ver contenidos
relacionados con sexo en la televisión, para que «no me dieran ideas».
intenso. con
cuento Incluso llego a pensar
la aprobación que esEntonces
de Dios. mejor nopierdo
seguir el
viviendo
interéssipor
no
todo, por el trabajo, por mi pareja..., por todo, y me veo en la necesi-
dad de demostrar a Dios que le respeto y que mis pensamientos pe-
caminosos no los deseo; tengo que rezar (en algunas ocasiones varios
rezos seguidos, ya que uno solo no me vale). Con ello consigo con-
trolar la situación, aunque sé que no evitaré tener nuevamente otros
pensamientos blasfemos, pues con frecuencia, antes incluso de acabar
el ritual, vuelvo a tener otras obsesiones, lo que me obliga a realizar
otros rituales (rezos) después para contrarrestarlos».
Box 7. EN RESUME N
Lasobsesione
Lasobsesiones s quehem
que hemosllamadode
osllamadode «dudas
«dudas puras»
puras» son
sondifere
diferentesa
ntesa la
lasobse
sobsesion
siones
es
dedudatípicas de lo los
spaci
pacient
entescomprobad
escomprobadores,
ores, pues
pues su
su conte
contenido
nido su
suele
ele serdetipo
serdetipo
existen
existencial
cialy
y prácticamen
prácticamente teImp
Imposi
osible
ble deponeraprueba,
deponeraprueba, porloque
porloque lo
lospacien
spacientes
tesdifí-
difí-
cilmente
cilm ente realiz
realizan
an comproba
comprobaciones
ciones exter
externanas,
s, y la
las
s manej
manejanan de diverso
diversoss modo
modos,s, entre
entre
ellos
ellos «rumi
«rumiar»
ar» el asunto
asunto casi constantemen
constantemente,te, esfo
esforzarse
rzarse poractivar
por activar pensamie
pensamientosntos de
de
contraste...
de vaginas»
sar «¿y si noy puedo
en situaciones
hacerlo donde veía chicas
con ellas?». «Seguímuy
con atractivas,
psicólogos aypen
psi
quiatras pero me hartaban, pasaban los años y yo seguía estando mal.
Caí en una depresión con episodios de paranoia incluidos y estuve de
baja, perdí mi empleo a finales de 2003». Se trasladó a otra ciudad
en 2004 por razones de trabajo. A finales de ese año se le retiró el
tratamiento farmacológico, y en abril de 2005 finalizó el psicológico,
estando totalmente recuperado. En el 2006 se trasladó de nuevo a
Valencia por razones de trabajo e inició otra relación sentimental que
le resultó satisfactoria. A principios de 2007 acude de nuevo a la
consulta del psiquiatra por recidiva de su sintomatología obsesivo-
compulsiva y se le pauta tratamiento farmacológico.
En la primera entrevista describía de este modo lo que le ocurría:
«Invaden mi mente imágenes de una vagina y dudas sobre si me gus
tan las mujeres, si me gusta practicar el sexo, si voy a tener otra rela
ción, si quiero a mi ex pareja, si quiero volver a estar con ella, si me
gusta o me gustaba, si mi vida tiene sentido». Estas intrusiones las
valoraba como pensamientos irracionales, sin sentido pero que «no
puedo quitarme de la cabeza, se quedan ahí, como en un segundo
plano aunque esté entretenido haciendo cosas». Hacía unas semanas
que se había roto la relación con su segunda pareja porque él le había
referido las dudas que le asaltaban respecto a si la quería o quería se
guir con ella, a pesar de sentir lo contrario y de que la relación entre
ambos estaba funcionando sin ningún problema. Ante la revelación
de sus dudas su pareja decidió abandonar la relación, lo que como es
lógico afectó negativamente su estado de ánimo.
Para atenuar la angustia que le generaban sus dudas obsesivas
Eduardo utilizaba las siguientes estrategias: pensamientos de contras
te («me gustan las mujeres, disfruto con el sexo, me voy a enrollar
con otra, voy a luchar por volver con mi pareja...» y se esforzaba por
imaginar otras partes del cuerpo de la mujer que le excitaran); dis
traerse realizando actividades (leer, escuchar música, hablar y/o salir
con amigos...); controlarlos y/o suprimirlos («tú dominarás la imagen
obsesiva, stop; olvídala, deja de verla», «no quiero seguir ni un día
más pensando las cosas que pienso, dudando de todo y sintiéndome
mal», «esas dudas son una mierda, tengo que sacarlas de mi cabeza»);
transcribía sus rumiaciones obsesivas; y evitaba intimar con mujeres.
90 TOC
TOC.. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Los lavador
lava dores
es
92 TOC.
TOC . OBSESIONES Y COMPULSIONES
Box 8. EN RESUMEN
Unadelasideasobsesivasdecontaminaciónmásfrecuenteseselmiedoexageradoa
contaminarse
contamin arse y contamin
contaminar
araotrosal
aotrosal manipula
manipularr o ut
utiliz
ilizar
arprod
productos
uctos tóxicos
tóxicos oveneno-
oveneno-
so
sos.
s. Esta
Estas
sidea
ideas
spers
persiste
isten
napesarde
apesarde que
que el pacientehaya
pacientehaya llellevad
vadoacabo
oacabo la la limpie
limpieza
za
o el lavad
lavado
o ade
adecua
cuados
dos despu
despuésés de
de utiliz
utilizar
ar el pro
produc
ducto
to en cu
cues
estió
tión,
n, o aunque
aunque no se
haya
haya entrado
entrado en contacto
contacto re
real
al con el mismo
mismo (poreje
(por ejemp
mplo,
lo, porque
porque se han
hantoma
tomado
do la
las
s
medidasdeprotecciónadecuadas:guantes,etc.).
las aceitunas con las que se iba a hacer aceite, y las personas que lo
pudieran consumir también podrían contaminarse». Consideró que
si esto ocurriera sería responsabilidad suya por no haber limpiado el
maletero y decidió no cargar las aceitunas. A partir de este aconte-
cimiento aumentaron las ideas obsesivas de contaminación cuando
tenía que coger productos agrícolas que habían sido tratados con
insecticidas, pesticidas o abonos, o utilizar productos de limpieza do-
mésticos (lejía, amoniaco, ambientadores...), o tocar o rozar (él mis-
mo o su coche) «arbustos venenosos» (como las adelfas, que abundan
en ciertas zonas mediterráneas), o tocar o coger la bolsa de la basura
doméstica. Cuando José estaba ante estos estímulos, pensaba que «si
los toco puedo contaminarme y si luego toco algo puedo llegar a
contaminar a otras personas y éstas pueden enfermar y finalmente
incluso morir». La interferencia en su funcionamiento de estas ideas
obsesivas y de las precauciones que tomaba para prevenirlas había
disminuido considerablemente su calidad de vida. Por ello su esposa
e hija le insistieron y animaron para que pidiera ayuda profesional.
Cuando acudió a la consulta evitaba entrar en campos de cultivos
que hubieran sido fumigados, abonados (en caso de hacerlo cuando
llegaba a casa se ducha y cambiaba toda la ropa y el calzado); mani-
pular y utilizar pesticidas, insecticidas y abonos que se emplean en
las tareas agrícolas; coger con las manos cualquier producto agrícola
(frutas, hortalizas...) si antes no podía lavarlos varias veces y después
lavarse las manos reiteradamente; cargar en el maletero de su coche
frutos o productos agrícolas si previamente no los lavaba y cuando
los descargaba limpiaba a fondo el maletero; tocar envases que con-
tuvieran productos de limpieza doméstica (si en alguna ocasión lo
hacía a continuación se lavaba varias veces las manos); limpiar con
productos desinfectantes (lejía, amoniaco) la zona del patio de su casa
que utilizaba su perro aunque para hacerlo se pusiera guantes; circu-
lar con su coche por caminos o carreteras en los que hubiera adelfas;
aproximarse a pie a zonas ajardinadas en las que hubiera adelfas; co-
ger la bolsa de la basura si antes no limpiaba las asas y posteriormen-
te se lavaba varias veces las manos.
En definitiva, sus rutinas y estilo de vida estaban afectados negati-
vamente, ya que había dejado de acudir a diario al campo a los huer-
tos de su propiedad, pues eran lugares donde había «alto riesgo de
contaminarse» y pasaba los días en su casa y transitando por las calles
94 TOC
TOC.. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Box 9. EN RESUM EN
Lasobsesion
Lasobsesionesmás
esmáscomunesde
comunesde las las personasque
personasquellev llevan
an acaboconductas
acabo conductas repetitiva
repetitivas s
delava
de lavadoo
doo limp
limpieza
ieza so
son
n la
las
sde
de contam
contaminaci
inación
ón por suciedad
suciedad. . Senti
Sentirse
rse sucio
sucio o ope
pensa
nsarr
queestásucio algoque
algo quese se toca, oalgo queimporta
que importa, , resultaextremadam
resultaextremadamentemole entemolesto sto,
,
aunque
aun que no
no est
esté
é muy
muy claro
claro si sese teme
teme algun
alguna a otra
otra consecu
consecuenciaderivada
enciaderivada de la la sucie-
sucie-
dad.
dad . Los
Los pacientes
pacientes su suele
elentemer
ntemer ensuciars
ensuciarse e el
ellos
losy
y ensu
ensuciarasuveza
ciarasuveza lo losdemá
sdemás. s. En
ocasiones,
ocasio nes, lasensaciónde
lasensaciónde suciedad sesumaalade asc asco,
o,yeséstalaquepredomina
yeséstalaquepredomina
antetodo
antetodo.. Nooes
es in
inus
usua
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l que
que lolos
s paciente
pacientes s digan
digan queno
que no piensa
piensan n nada
nada,, sinoque
sinoque sim- sim-
plemente
pleme nte les
lesdaasco
daasco tocaralgo
tocar algo(lacomida,
(lacomida, laropa,
laropa, aellos
aellos mismoso
mismoso cualquierobjeto)
cualquierobjeto)
yqueesasensación
yque esasensación de repugnancia es es laqueles
laque les llev
llevaa
aalava
lavarseoa
rseoa lavarelobjeto,
lavarelobjeto,la la
personao
perso nao algu
algunaparte
naparte desu
de su cuerpoant
cuerpo antes esde
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poderseguirhaci haciendo
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cualquier ercocosa
sa.
.
En estos
estos casos
casos parece
parece comosi el asco asco fuera
fuera en
en si mismo
mismo la la obsesi
obsesión,
ón, y la
la respues
respuesta ta
conductual
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quesuscitaes la la mism
misma a que
que cualquiera
cualquierade denonososotro
tross tendríaant
tendríaante e unasen-
unasen-
sación simila
sación similar:
r: lava
lavarseo
rseo lava
lava hastaque desaparece la la sensación.
sensación. El problemaesque,
problemaesque,
en
en el caso de est
estas
asobse
obsesion
siones,
es, el asco
asco se
se suscita
suscita ante
ante algo
algo que norma
normalme
lmente
nte no
no lo
lo
daría,
daría, porloque
porloque difícilmenteel
difícilmenteel lavadoeliminalasens
lavadoeliminalasensació ación. n.
Luna tenía 38 años, estaba casada y con tres hijos. Empezó a tener
«manías» (rituales de limpieza y conductas de evitación) a los 25
años, a partir del posparto de su primera hija en el que además tuvo
una depresión. El tratamiento farmacológico mejoró la depresión y
atenuó algo sus rituales, pero comenzó a dejar el tratamiento por los
efectos secundarios (se hinchaba y tenía mucho sueño «parecía que
estuviera todo el tiempo embarazada»). Cuatro años después nació su
hijo: «con la ilusión del embarazo estuve un poco mejor, pero tras el
nacimiento aunque no me deprimí, las manías aumentaron». Este
aumento de las «manías» se reprodujo tras el nacimiento de su ter-
cer hijo, cuya concepción no estaba prevista, un año después. Había
empezado por lavarse de forma repetitiva las manos, y los lavados
se fueron extendiendo paulatinamente a los muebles, el suelo, sus
hijos, etc.
96 TOC.
TOC . OBSESIONES Y COMPULSIONES
PEDRO: contagio
Una ve
Una versió
rsión
n bastant
bastante e habitu
habitual
al de la
las
s ideas
ideasobse
obsesiva sivas
s de
decont
contamina
aminación
ción son
son lo
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stemo-
res
res exagera
exagerados
dos e eirrac
irracion
ionale
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s al contagio
contagio y, a partir
partir de aqu
aquí,
í, a contraer
contraer unaenferm
unaenferme- e-
dad. En estoscasos
estoscasos hayque
hayque diferenciarelTOC
diferenciarelTOC deunahipocondr
deunahipocondríayde
íayde unafobia
unafobiaalaala
enfermed
enfermedad.ad. En el caso
caso de la
la hipocon
hipocondría,
dría, la
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sintomatoloologíapredomi
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la preo-
preo-
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deteneruna enfermed
enfermedad,o ad,o elmiedoacont
lmiedoa contraer raeríayes
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esa
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s,
suciedad,
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naenfermeda rmedad.d. No
No obs
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esel miedoy la
la preocupació
preocupación, n, mientra
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evitación
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y,en
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mu--
choscasos, puede
choscasos, puede noestarprese
noestarpresente nte.
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Además
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hipocondriacoes conscient
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que
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las posibilidadesdeenfermar
deenfermar porcontagio sonson mínimaso
mínimaso inexistent
inexistentesy
esy de
dequeel
queelpro-
pro-
blemafundamentalradicaensumiedoypreocupaciónporlaposibilidadmismadeen-
fermar,y
ferm ar,y notantopor
notantoporel
el contagiodeterceros.
contagio deterceros.De
De hech
hecho,o, la
lamayoríade
mayoríadeloslos hipocondría-
cosse
cos se preocupa porenfermedades no no contagiosas(tumores,
contagiosas(tumores, infartos
infartos,
, etc.).
etc.). En elcaso
delafobiaalaenfermedad,elcomponentefundamentalesel
delafobiaalaenfermedad,elcomponentefundamentalese lmiedoacontraeruna
miedoacontraerunaen- en-
fermedad, peronoalcontagio
peronoal contagio. . No
No obstant
obstante,
e,enestoscasos
enestoscasoslos los componentesde evita-
ción(activaypasiva)estánmuypresentes.
B ox
ox 1 1 . EN RESUMEN
Otrade lasver
Otrade lasversion
sionesde
esde ¡dea
¡deasobsesiv
sobsesivas
asdeconta
decontamina
minación
ción son
sonla
lasde
sdemiedo
miedo exagera-
doapodercontamina
doapoderconta minarsedesitua
rsedesituacion
cioneso
eso cosaspocoo
cosaspocoonad
nadatangi
atangibles,como
bles,comola la muer-
muer-
te
te,
, eldem
l demonio...otransmitirlosaotr
onio...otransmitirlosaotrasperso
aspersonas
nas..
98
TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Los com
co m proba
pro bado
dores
res o ver
verific
ificad
adore
oress
PAULA: errores
que si me equivocaba, lo tenía que pagar, cada caja para mí era mu-
cho dinero». También empezó a tener dudas sobre asuntos que no
estaban al alcance de sus «errores»: por ejemplo, avisaba a la dele-
gación de la empresa en Madrid que un envío era urgente y se reco-
gía al día siguiente, y le preocupaba que la información no llegara a
los que se encargan de recogerla, o de que hubiera mucha mercancía
yel quedara
puerto, apara
pesarel de
díano
siguiente.
ser ya laOencargada
que no sedecargara
recogerun
losremolque en
faxes al res-
pecto... Esto le llevó a tener roces con compañeros y superiores.
En este período empezó a tener dudas y a realizar comprobaciones
también fuera del trabajo: sobre si había apagado las luces, apagado
el cigarro y cerrado la puerta al salir de casa, por ejemplo. También
algunas otras más puntuales en función de las circunstancias: si limar
un pilar podría tener consecuencias en la casa que estaban constru-
yéndose, si su padre habría presentado adecuadamente su parte de
baja tras un accidente laboral... Las afrontaba comprobando o rease-
gurándose preguntando a los demás. Transcurrió algo más de un año
desde
que enque
estaseocasión
reincorporó
fue yaaldetrabajo hasta
un año. Conque cogióde
el ajuste una
la nueva baja,
medicación
y fuera del contexto laboral el cuadro mejoró, aunque persistían cier-
tas dudas y comprobaciones fuera del trabajo y una intensa sensación
de incapacidad y temor a la reincorporación. En la última ocasión en
que volvió a estar en activo «sólo duré dos semanas». Entonces nos
fue derivada.
Alejandro, de 24 años,
14 años. Entonces acudióempezó a realizar
a consulta comprobaciones
psicológica haciaciu-
en Guadalajara, los
dad en la que vivía, durante más de un año: «Me hacía dibujar lo que
se me ocurriera, no recuerdo bien... algo me ayudó porque luego más
o menos esta
estaba
ba bien»
bien».. A los 16 años se traslada
traslada a vivir a Valencia «y
volvieron las comprobaciones. Quizá por el cambio de ciudad, de
amigos, estaba algo depresivo y triste». Fue tratado farmacológica-
mente por su psiquiatra, lo cual implicó una clara mejoría y acudió a
tratamiento psicológico con dos psicólogos diferentes que aplicaron
terapia conductual: «Siempre iba con las listas detrás, no le tomas
104
10 4 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
afectuoso conpocas
cación, y en ellos.semanas
Por elloseacudió al psiquiatra,
encontró que ajustó
mucho mejor. su medi-
En septiembre
de ese mismo año, tras cruzarse con un conductor suicida empieza a
tener la duda de si lo habría desviado de su trayectoria al esquivarle,
con la consecuencia de que se hubiera accidentado. Esta duda le
resultó muy angustiosa y se fue a la hemeroteca, consultó periódicos
de la fecha, en Internet... para comprobar que no hubiera habido un
accidente en esa zona ese día y a esa hora.hora. Se reaseguraba también
también
preguntando a su padre, que le acompañaba y le aseguraba que eso
no había ocurrido. También con un abordaje farmacológico fue
«capeando el temporal». Un año después, tras haberse encontrado
prácticamente asintomático
retirado progresivamente la durante másdesde
medicación de nueve
junio,meses, y haber
se intensifican
tanto las obsesiones de contenido sexual como las de dudas a poste
riori. Se describirán estas últimas, que son las relevantes para el con-
tenido de este apartado.
En el momento de esta nueva evaluación psicológica Antonio te-
nía dudas de si había provocado un accidente cuando adelantaba o
pasaba cerca de algún vehículo, especialmente motos y bicicletas
(varias veces al día). Con frecuencia, además de comprobar que la
carretera estaba despejada a través del retrovisor, daba la vuelta para
comprobar que no hubiera nadie accidentado en el lugar del adelan-
Los rep
repetido
etidores
res
10 6 TOC.
TOC . OBSESIONES
OBSESION ES Y COMPULSIONES
BEATRIZ: repetir para evitar o prevenir una desgracia
y besar al niño Jesús: este ritual era «el que más pereza me da», y se
agobiaba al ver la puerta abierta porque casi nunca «conseguía el ob-
jeti
jetivo
vo co
con
n una so
sola
la ser
serie».
ie». Ade
dem
más,
ás, la fig
figu
ura ten
tenía
ía qu
quee qu
qued
edar
ar lu
lueg
ego
o
alineada de una determinada manera, como en tantos otros rituales...
Cuando se duchaba, tenía que sacudir el teléfono de la ducha tres
veces, más una más lenta. También tenía que oler las toallas antes de
colgarlas tres veces más una, a veces hasta tres series de tres más una
repetición. Además, los botes tenían que tener determinada inclina-
ción, coger la ducha con los pies en determinados ladrillos... Todo
ello habitualmente para tranquilizarse respecto a la idea de que pu-
dieran irle mal los estudios, pero también en relación con sus padres
(todos los rituales, en realidad, podían valer para ambas ideas obsesi-
vas y otras similares más esporádicas, en función de las que primaran
en un determinado momento, por ejemplo, si sus padres estaban de
viaje en coche).
Cada vez que se vestía y desvestía tenía que besar tres veces más
una la virgen que llevaba en el sujetador. Aunque esta situación sólo
solía producirse dos veces al día, la angustia era intensa y a veces ha-
blaba consigo misma en voz alta para calmarse. Por último, cada vez
que abría su escritorio tenía que besar el reloj de su abuelo, que había
fallecido tres años antes, para que le diera buena suerte (tres veces
más una). Procuraba no abrir el cajón «por todos los medios» para
no tener que llevar a cabo el ritual. Antes de acostarse besaba al niño
Jesús, el reloj de su abuelo, alineaba las zapatillas... y repasaba el cuar-
to de baño (grifos, puerta alineada...). Todo ello, al igual que el resto
de rituales,Además,
sanimada. se intensificaba
Beatriz los días
tenía en dudas
otras que estaba más nerviosa
y rituales o de-
de comproba-
ción (gas, llaves...), pero no son las representativas de lo que aquí se
ejemplifica.
Los ord
ordenad
enadore
oress
SEBASTIÁN
FERNANDO
comprobación,
var su cartera y ylastambién
pastillas de orden.enEstas
siempre últimas
el mismo consistían
bolsillo, y a suen:
vezlle-
la
cartera con las tarjetas, billetes, resguardos y fotos colocados siempre
en determinados lugares. Con frecuencia tenía que comprobar que
todo estaba correctamente colocado. Su escritorio debía estar ordena-
do cada vez que lo dejaba; también si pasaba por allí y lo veía (tenía
que reordenarlo a la perfección), y varias veces mientras trabajaba.
Los lápices y bolígrafos tenían que estar alineados, los papeles que
utilizaba formando un ángulo recto y perfectamente apilados, tam-
bién en determinado lugar sobre la mesa y en los cajones: el sacapun-
tas, el celo, las tijeras... todo el material de oficina.
También en la cocina tenían que estar perfectamente ordenados
los cubiertos, las tazas, los vasos y los platos: alineados, por tamaños,
sin espacios entre ellos... y cualquier otro objeto (por ejemplo, las es-
pecias tenían que estar alineadas y organizadas según un determina-
do orden).
Fernando experimentaba ansiedad en caso de no realizar sus ritua-
les de orden cuando estaba utilizando los objetos que ordenaba (sa-
cando la vajilla del lavaplatos, usando el escritorio...), y también si no
los realizaba cuando le venía a la cabeza la posibilidad de que algo
no estuviera ordenado (por ejemplo, tras estar su mujer en la cocina
o al pasar por allí). La idea obsesiva que en su origen estuvo vincula-
da a estos ritos era la de poder tener mala suerte o irle mal las cosas,
aunque con el paso del tiempo apenas le venía a la cabeza cuando los
realizaba, salvo en el caso de los bolígrafos y papeles del escritorio.
Los acumu
acu mulado
ladores
res
JOAQUÍN
Los lentos
lento s
MARIO
Es controlador aéreo, tiene 40 años, está casado y tiene dos hijos
adolescentes. Acude a nuestra unidad referido por el servicio de neu
rología, al que fue remitido para un estudio del sueño que resultó in
fructuoso. Acudió a la unidad del sueño de dicho servicio debido a
des, si bien
personal, lo leque
quedó la «costumbre»
todavía de se
persiste como serdijo
muyantes,
minucioso
y que en su agu
se ha aseo
dizado de forma notable en el último año.
Se define a sí mismo como una persona cuidadosa y ordenada: le
molesta mucho que su armario o sus cosas estén desordenadas, y dice
que por ejemplo cuando coge una corbata, las demás deben quedar
perfectamente alineadas en una determinada posición, y lo mismo
con las camisas, las chaquetas, etc. Su esposa le describe como exce
sivamente responsable en todo lo que tiene que ver con su trabajo,
y como «sufridor» («cuando mis hijos salen de fiesta, se queda senta
do en el sillón de la habitación hasta que escucha que han llegado a
casa: sólo entonces se acuesta a dormir»), Mario responde a esto di
ciendo que es lo normal en un padre, preocuparse por sus hijos. Por
otro lado admite que no se encuentra cómodo tomando decisiones
en su vida cotidiana («ya tomo bastantes en el trabajo»), por lo que
«delega» en su esposa todo lo que se refiere a sus actividades familia
Obsesion
Obsesiones
es m ixtas
contaminación, de duda
la clasificación que y de repetición
comentamos de Lee y (de tipo oreactivo,
Kwon), según
pacientes con
obsesiones agresivas y blasfemas, o sexuales y blasfemas (de tipo
autógeno). Sin embargo, en otros casos coexisten en un mismo
aparecieron
A los seistambién
meses rituales de comprobación
aproximadamente empezódelagas y lostambién
tener enchufes.
la
duda de si podía haber atropellado a alguien (idea reactiva, pues aun
que se trata de atropello, es de duda sobre haber producido un atro
pello involuntario). Le preocupaba, entre otras cosas, que echaran la
culpa a su madre, ya que el coche estaba a su nombre. Empezó a
En conclusión
1) agresivos;
2)
3) sexuales,
sexuales, yreligiosos,
simetría orden; repugnantes;
4) dudas y comprobación;
5) limpieza y contaminación
contam inación;;
6) superstición,
122
12 2 TO C. OBSESIONES Y COMPULSIONES
124 TOC.
TOC . OBSESIONES Y COMPULSIONES
La exp
explica
licación
ción co
cogn
gniti
itiva
va
Las teorías
teorías cognitivas aactual
ctuales
es sobre eell T O C pueden encuadrarse
en dos grandes orientaciones: la «hipótesis del déficit», según la
cual las personas con TOC padecen algún tipo de alteración ge
neralizada en su funcionamiento cognitivo, y la «hipótesis de la
valoración inadecuada», que supone que el problema obsesivo ra
dica en la interpretación distorsionada que los pacientes hacen de
un fenómeno inicialmente normal, y común a todo el mundo: los
pensamientos intrusos.
Hipótesis
Hipóte sis sobre défic
dé ficit
it en el procesam
proc esamiento
iento de inform
inf ormaci
ación
ón
Desde estos modelos se postula que las personas con TOC se ca-
racterizan, ante todo, por una reacción de miedo desproporciona-
da ante algunos de sus pensamientos intrusos no deseados (PIO),
que se consideran como los análogos normales de las obsesiones
clínicas, y que se conceptúan como los auténticos precursores de
éstas, como ya tuvimos ocasión de comentar en el capítulo 1.
Estas reacciones extremas de ansiedad ante un pensamiento se
producen, según
na realiza una los defensores
valoración de estas hipótesis,
o interpretación porque
inadecuada la perso-
de sus PIO,
es decir, de pensamientos normales, aunque no deseados, que ex-
perimenta la inmensa mayoría de la gente. Una vez producida
esta valoración, que siempre es negativa, el individuo se embarca
en intentos activos de control y/o supresión de esos PIO. En con-
secuencia, los intentos por controlar, afrontar o manejar las obse-
siones son secundarios a, y dependen de, la valoración negativa
que el paciente hace de su aparición, de su contenido o de ambas
cosas. Por supuesto, estos modelos asumen también que una vez
se ponen en marcha los mecanismos de neutralización, éstos con-
tribuyen a mantener el problema por refuerzo negativo, tal como
establecieron ya los postulados conductuales.
Para explicar esta escalada desde los pensamientos intrusos a
los cuadros obsesivos, según esta perspectiva, es necesario conocer
las creencias disfuncionales que las personas tienen sobre sus pen-
samientos en general, puesto que son estas creencias las que favo-
recen que se hagan interpretaciones y valoraciones inadecuadas de
los pensamientos intrusos, dado que éstos se experimentan, ade-
más, en contra de los propios deseos o voluntad. De este modo,
se entiende que las obsesiones tienen su origen en pensamientos
¿CÓMO SE PRODUCEN LAS OBSESIONES? 135
Estímulos, situaciones
o acontecimientos vitales Estados de ánimo alterados
negativos desencadenantes
Intrusión mental
no deseada,
desagradable
Malestar,
1
ansiedad, Valoraciones negativas
o disfuncionales
t
Sensación (catastrofistas)
de autocontrol
OBSESIÓN
Estrategias de
afrontamiento
(neutralización,
compulsiones, evitación)
140
14 0 TOC. OBSESIONES Y COMPULSIONES
Creencias
Creencias disf
disfuncionales
uncionales y génesi
génesiss d
del
el T O C
tra unalasdeaportaciones
minar las autoras dedispersas
este libro.
queElmuchos
objetivodedel
losgrupo fue exa-
componentes
del grupo estaban realizando a la comprensión y manejo del TOC,
con el fin de hallar las claves comunes y los puntos de encuentro
que permitieran avanzar de verdad en el tratamiento psicológico
de las personas con este trastorno. Su primera aportación fue con-
sensuar las áreas de creencias que, según su propia experiencia clí-
nica y sus investigaciones, podrían estar implicadas en la génesis
del TOC y considerar que todas ellas, y no sólo algunas de forma
aislada (por ejemplo, la responsabilidad o la necesidad de contro-
lar los pensamientos),
mantenimiento podían tener
del trastorno. implicaciones
Además, en el origen
se asumió desde el inicioy
que, como cualquier otra creencia, debían ser tratadas en térmi-
nos dimensionales; es decir, según un continuo de intensidad de
adscripción, que puede variar de unas personas a otras y, proba-
blemente también de unos pensamientos a otros, incluso en un
mismo individuo. Una vez consensuadas cuáles podían ser estas
creencias, se comenzaron a diseñar investigaciones específicas con
el fin de analizar las evidencias que realmente podían apoyar cada
una de ellas.
en Por lo demás,
asumir (y, portodos
tanto,losenmiembros
someter del grupo estaban
a investigación de acuerdo
empírica) los
postulados básicos del modelo cognitivo del TOC tal y como se ha
descrito antes: las valoraciones disfuncionales sobre la ocurrencia de
pensamientos con determinados contenidos análogos a las obsesio-
ness clínicas
ne clínicas (recué
(recuérdese
rdese el apartado del
del capítulo 1 sobre los
los PIO)
son las que explican la transición de la normalidad (pensamientos
intrusos desagradables, inoportunos o molestos) a la psicopatología
(obsesiones), sin olvidar el papel que desempeña el factor «compor-
tamiento» en la consolidación de esa transición. Las dimensiones
de creencias finalmente consensuadas se resumen en el cuadro 3.1.
A continuación describimos y ejemplificamos cada una de estas
creencias. Como se observará en los ejemplos, un mismo paciente
puede mantener varias creencias disfuncionales diferentes (y a
142 TOC
TOC.. OBSESIONES Y COMPULSIONES
la transición clínicas
a obsesiones de pensamientos intrusos normales desagradables
Creencia Definición
1. Sobrestimar
Sobrest imar la Otorgar un significado personal relevan te y negativo a
relevante
importancia del la ocurrencia de los pensamientos, o de sus conteni
pensamiento dos, como reveladores de la «auténtica naturaleza» de
uno mismo.
b) acción,
Fusión pensamiento-
tipo moral Los pensamientos son moralmente equivalentes a las
acciones.
2. Sobrestimar el
el peligro
peligro Exagerar
Exagerar la probabilidad
probabilidad de que sucedan
sucedan daños,
daños, o de su
gravedad. Expectativas generalizadas sobre la peligrosi
dad de las situaciones u objetos de la vida cotidiana.
5. Intolerancia
Intoleran cia a la Dificultad para afrontar la ambigüedad, la novedad y
incertidumbre los cambios inesperados o no previstos.
6. Perfeccioni
onismo Hay
Hay una
una soluci
ución perfecta
cta para ca
cad
da problema;
ma; es
es po
po
sible y necesario hacer las cosas perfectamente; inclu
so los errores más pequeños pueden tener graves con
secuencias.
Sobresti
Sobrestimar
mar la importancia del pensamiento
a) Sobrestimar la importancia
impo rtancia del
del pensamiento
(en sentido estricto)
B ox
ox 1 . S O B R E S T I M A R L A I M P O R T A N C I A D E L P E N S A M I E N T O
Creerque la
Creerque la merapresencia
merapresenciade deuun pensami
pensamiento
ento indicaquees
indicaque es algoimp
algo importa
ortante
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unomismo,
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formacontinu
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nencontrade
contrade la la propiavoluntado deseo.
deseo. Las
Las creencias pueden
pueden reflejarfusión
reflejarfusiónentr
entre
e
el pens
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amie
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nto y la
la conducta
conducta o acción
acción (F
(FP
PA) y pens
pensami
amien
ento
to mágico
mágico o supers
superstici
ticioso
oso..
Según Rachman (1997, 1998), esta creencia conlleva otorgar
un significado personal relevante y negativo a la ocurrencia de los
que
«ideaclásicamente se pero
sobrevalorada», ha caracterizado en psicopatología
en este caso aplicada como
al propio pensa-
miento. Las ideas sobrevaloradas se conciben como creencias que
la persona asume y sustenta de manera firme, y que ocupan gran
parte de sus pensamientos conscientes y voluntarios. Además, la
persona acepta esas creencias como significativas y positivas y de-
dica muchos esfuerzos para comportarse de acuerdo con ellas. Un
ejemplo típico son las ideas sobrevaloradas sobre la delgadez, la
apariencia o el autocontrol en la anorexia nerviosa. En el caso de
la sobrestimación de la importancia de los propios pensamientos,
al igual que en la idea sobrevaiorada, la persona concede una gran
importancia a los contenidos de sus obsesiones, de tal manera que
éstas acaban por convertirse en el centro de su flujo ideativo cons-
ciente. Sin embargo, a diferencia de las ideas sobrevaloradas que
son aceptadas y «queridas» por el individuo, los contenidos obse-
sivos son repudiados o, cuanto menos, temidos y, desde luego, no
deseados (lo que, obviamente, influye también en la necesidad de
mantenerlos bajo control). Y precisamente porque les da una im-
portancia excesiva, la persona con obsesiones se siente forzada a
controlarlas de algún modo (mediante compulsiones, evitación o
cualquier otra estrategia de control); esto es justamente lo contra-
rio de lo que sucede con las ideas sobrevaloradas, ya que en este
caso la persona desea comportarse siguiendo los «dictados» de su
pensamiento. En definitiva, la persona con ideas sobrevaloradas
concede una importancia enorme a esos pensamientos, al igual
que sucede con los pacientes obsesivos que dan una importancia
muy grande a sus pensamientos. Pero el contenido de las ideas so-
brevaloradas es congruente con lo que la persona desea y anhela
para sí misma (de ahí que se califiquen como egosintónicas), mien-
tras que el de las obsesiones no es agradable para el individuo ni
para la imagen o idea que tiene de sí mismo (son egodistónicas)
y por ello intenta evitarlas, suprimirlas o neutralizarlas de algún
modo.
En definitiva, ante la ocurrencia de un pensamiento intruso, ha-
bitualmente en estos casos de contenido muy egodistónico (agresivo,
CARMEN
los La paciente
tuvo como muyvaloró estos pensamientos
importantes, desde
y desarrolló estasla dos
primera vez que
interpretacio-
nes (entre otras) sobre ellos:
a) Pensar
Pensar esto implica
imp lica que soy una inmadura
inma dura y una mala madre,
pues si lo hago supondría abandonar a mis hijos.
b) Si lo pienso,
piens o, será porque
porq ue en realidad lo
lo quiero hacer,
hacer, y por
tanto lo puedo llegar a hacer.
148
14 8 TOC
TOC.. OBSESIONES Y COMPULSIONES
ANTONIO
b) Fusión pensamiento-acción,
pensamiento-acci ón, tipo moral (FPA-M)
(FPA-M)
Creerque los
Creerque los «malo
«malos»
s» pensamie
pensamiento
ntoss so
son
n moralm
moralment
ente
e equivale
equivalentes
ntes a las
las «mala
«malas»
s» ac-
ci
cion
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es o conduct
conductas.
as. Pens
Pensar
ar algo
algo Inm
Inmora
oral o inadecu
inadecuado
ado es
es tan
tan inm
inmor
oralal co
como
mo si uno
no
actuarasegún esepensamiento(porejemplo, «pensaren
actuarasegún «pensarengolpeara
golpearaalguienestanc
alguienestancon- on-
denablecomohacerlo»)
mensión.
En la clínica se observan con frecuencia valoraciones vincula-
das a esta creencia, tales como las siguientes: «tener la imagen de
mantener una relación sexual con mi hermano, es tan inaceptable
como hacerlo de verdad», «pensar en degollar a mi novio es tan
horrible como degollarle realmente».
GABRIEL
CELIA
ayuda profesional
farmacológico en la un
durante asistencia sanitariaalcanzando
año y medio, privada. Siguió tratamiento
una mejoría par
cial. Esto le permitía mantener un funcionamiento bastante ajustado.
Al poco tiempo de dejar el tratamiento médico se produjo una
exacerbación de su sintomatología obsesivo-compulsiva. Asimismo,
empezaron a surgir una serie de problemas en su trabajo que le afec
taron personalmente, generándole altos niveles de estrés, y la empre
sa de su esposo fue objeto de un robo que les reportó problemas eco
nómicos. Todo ello propició que, aparte de las dudas obsesivas sobre
errores, se presentaran otro tipo de intrusiones.
En concreto aparecieron intrusiones en forma de dudas sobre poder
o querer
tras agredir
estaba con sua vecina:
otras personas.
«me vinoLa el
primera de éstasdeseacuchillarla
pensamiento presentó mien
y la
imagen de su cara ensangrentada», a partir de ese momento «empecé a
tener en mi cabeza la imagen de una mancha roja de sangre cuando es
taba sola». Al principio pensó que «ese fenómeno era una alucinación, y
que yo podría no llegar a ser capaz de distinguir entre la realidad y la
alucinación y llegar a hacerle daño a mi vecina cuando la viera». Como
medidas para prevenir que eso ocurriera optó por estar siempre acom
pañada y evitar ver a su vecina. A continuación comenzaron a añadirse
otros pensamientos sobre una posible agresión tanto a personas conoci
das como desconocidas en diversas situaciones (por ejemplo, cuando
conducía
que su coche
cruzaban aparecían
la calle; cuandopensamientos
andaba por sobre atropellar
la calle, a peatones
sobre agredir a la
gente que veía o que se le cruzaba; estando en una reunión familiar,
sobre agredir a uno de ellos...). A partir de ese momento ya no le
servía la interpretación inicial que hizo con la vecina, sino que comenzó
a interpretar estas intrusiones obsesivas como señales indicativas de que
realmente tenía la intención y quería dañar a otras personas, sintiéndo
se culpable por ello y «considerando que el simple hecho de pensar
evitaba
cuando estar solatrabajaba);
éste no (pasaba el dejó
día en
decasa de vida
tener sus padres
social,oevitando
con su esposo
siem
pre que podía acudir a eventos familiares (en especial con su familia
política); y dejó de acudir a su trabajo (tuvo que pedir una baja labo
ral). Además, buscaba reasegurarse a través de su esposo y de sus pa
dres, y se autotranquilizaba diciéndose a sí misma («eso no lo vas a
hacer, no le harás daño a nadie») e intentaba rebatirse mentalmente
que no era una desalmada, que no era una asesina en potencia.
PASCUAL
154 TO
TOC.
C. OBSESIONES Y COMPULSIONES
moralmente como matarle». Por ello era tan importante para él llegar
a tener la certeza completa (desempeña su papel también por tanto la
intolerancia a la incertidumbre, que después comentaremos) de que
no lo deseaba y de que lo lamentaba. Así, se fue implicando en di
versos mecanismos: convencerse interiormente, repetir mentalmente
o en voz alta que era absurdo y que no necesitaba planteárselo, con
ductas repetitivas para demostrarse que sí lo lamentaba..., para llegar
aralmente
convencerse de que El
reprobables. sustrastorno
pensamientos y sentimientos
se instauró con muchano eran mo
rapidez.
Cuando a los pocos días se produjo el atentado terrorista del 11-S
en Nueva York, se añadieron dudas obsesivas del mismo contenido
con este suceso, al igual que le ocurrió más tarde con otras desgracias
o desastres de los que se enteraba. En todos estos casos la convicción
de que «no lamentar estos hechos era equiparable moralmente a pro
vocarlos» tuvo un papel esencial en su malestar.
c) Fusión pensamiento-acció
pensamiento -acción,
n, tipo probabilid
probab ilidad
ad ((FP
FPA-P
A-P))
Boxx 3. FUSIÓ
Bo FUSIÓNN PENS AMIENTO- AC C IÓN, TIPO PROBA BILIDAD (FPA- P)
Pensaren algoaumentalaprobabilidad
Pensaren algoaumentalaprobabili dad dequeocurra
dequeoc urraen en realidad:
realidad: «si
si piensoquevaa
piensoquevaa
ocurrir un
un accidente, esmásprobable
esmásprobabl equeocurra»,
queocurra», «si
si piensoenqueme
piensoenquemepuedoconta-
puedoconta-
giaraltocar algo,
algo, es
es más
más posible
posibleque
queme
me contagi
contagie»,
e», «si pienso
pienso que
que puedotener
puedotener cán-
cer,significaquepuedequelotenga».
MERCEDES
LUISA
ydelos
querituales para
estimara prevenirlos
el peligro era puramente
de contaminarse mágico.
como No se trataba
más probable de lo
que en realidad era, sino que aquello de lo que temía contaminarse
ya era en esencia mágico («energía negativa»), alejado de los temores
corrientes de contaminación por no tener base real (como ensuciarse
o contagiarse de una enfermedad, aunque se exagere su probabili
dad). Además, en la relación entre su temor y lo que hacía para evi
tarlo había creencias, más que de fusión pensamiento-acción, de pura
fusión acción-acción (los rituales preventivos, lo que pudiera ocurrir
en la realidad o las malas consecuencias). Esta relación entre ambas
cosas la establecían sus creencias de que estas operaciones tuvieran
158
15 8 TOC.
TO C. OBSESIONES Y COMPULSIONES
COMPULSIONES