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INTRODUCCIÓN

De la familia Coronaviridae, contiene 7 especies que afectan al ser humano provocando


infecciones respiratorias altas, tipo resfrío común, pero tres de ellas son capaces de producir
además infecciones respiratorias bajas graves: SARS CoV (2002-2004), MERS (2013 hasta hoy) y
SARS-CoV-2 (2019). Hace tiempo que se sabe que los coronavirus humanos, como HCoV-229E y
HCoV-OC43, circulan entre la población y, junto con los más recientemente identificados HCoV-
NL63 y HCoV-HKU1, causan infecciones estacionales y generalmente leves del tracto respiratorio
asociadas con síntomas. del 'resfriado común'.

RECORRIDO HISTORICO

En 1931, el virus de la bronquitis infecciosa aviar (IBV) fue el primer coronavirus descubierto7. Más
tarde, en 1966 y 1967, se descubrieron coronavirus humanos, HCoV-229E y HCoV-OC 43. El
siguiente período fue esencial en el descubrimiento de hitos de investigación que contribuyeron
en gran medida al conocimiento del coronavirus: procesamiento de poliproteínas (1986)62,
primera secuencia completa del genoma del coronavirus (1987), primeros coronavirus
recombinantes diseñados por recombinación dirigida (1992), transcripción discontinua (1995). )
clones genéticos inversos completos (2000, 2001) y microscopía electrónica de vesículas de doble
membrana (2002). La emergencia zoonótica del coronavirus del síndrome respiratorio agudo
severo (SARS-C oV) y la posterior epidemia de SARS en 2002-2003 causaron 8.000 casos
documentados de SARS, el 10 % de los cuales tuvo consecuencias letales. En diciembre de 2019,
en Wuhan (China) surgió un brote de neumonía ocasionado por un nuevo coronavirus,
inicialmente llamado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) 2019-novel coronavirus
(2019-nCoV). Posteriormente, pasó a conocerse como coronavirus de tipo 2 causante del
síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2), productor de la enfermedad por coronavirus
2019 (COVID-19). Actualmente, está considerada un problema de salud pública global, por su
rápida diseminación y sus implicaciones económicas, políticas y socio-culturales. Por este motivo, y
con más de 90.000.000 de casos y 1.900.000 muertes en 191 países, fue declarada pandemia por
la OMS en marzo de 2020.

FAMILIA

Los virus del orden Nidovirales, familia Coronaviridae, cuenta con dos subfamilias Coronavirinae y
Torovirinae. La subfamilia Coronavirinae cuenta con cuatro géneros Alphacoronavirus,
Betacoronavirus, Gammacoronavirus y Deltacoronavirus. El género Alphacoronavirus tiene ocho
especies de las cuales dos especies (HCoV-229E y HCoVNL63) son patógenas para humanos,
mientras que el género Betacoronavirus tiene 8 especies de las cuales tres son patógenas para el
humano (HCoV-OC43, HCoV-HKU1 y HCoV-SARS].

GENERALIDADES

Los coronavirus humanos (HCoV) son virus cubiertos, esféricos o pleomórficos, de tamaño medio
de 120-160 nm de diámetro. Su genoma está constituido por una cadena única, sencilla (una sola
hebra) de ARN, de sentido positivo, con un tamaño de 25-33 kb.

RESPECTO AL SARS-COV2
El SARS-CoV-2 pertenece a la familia Coronaviridae y al género betacoronavirus, y tiene una
similitud con el SARS-CoV y el MERS-CoV de hasta un 79% y 50%, respectivamente12,13.
Estructuralmente, es un virus esférico, de ARN monocatenario, con una longitud que varía entre
26-32 kbs y un diámetro de 50-200 nm8. La transcripción de proteínas no estructurales,
responsables del mantenimiento del genoma y la replicación viral, depende de los dos tercios
próximos al extremo 5' terminal del genoma del virus, que contienen dos marcos de lectura
abiertos, ORF1 y ORF2. Las proteínas estructurales situadas en la membrana del virus, como la
proteína de membrana (proteína M), de envoltura (proteína E), la nucleocápside (proteína N) y la
proteína espiga (proteína S) se codifican en los marcos de lectura del tercio próximo al extremo 3'

ESTRUCTURA

Por su tamaño, el genoma es uno de los ARN más grandes conocido y el único virus ARN (+) con
cápside de simetría helicoidal (figura 8.17 Esquema de la estructura del coronavirus S: espícula
glicoproteíca (trímeros). HE: hemaglutinina esterasa (dímeros). E: pequeña proteína de membrana
(pentámeros). M: proteína de membrana. NP: nucleoproteína.). El virión se encuentra rodeado de
una membrana lipídica que presenta peplómeros espaciados en forma de clava, dando el aspecto
de corona del cual deriva su nombre. Los coronavirus son específicos de cada especie y en el
humano causan infecciones del tracto respiratorio alto (resfriado común) y se han asociado a
gastroenteritis virales.

GENOMA

El genoma posee un nucleótido metilado en 5’ y poliadenilado en la extremidad 3’. La


nucleocápside tiene una simetría de tipo helicoidal y está constituida por el ARN genómico y
nucleoproteína. El genoma viral codifica para proteínas estructurales y no estructurales.

El material genético es leído utilizando dos marcos de lectura alternativa que conlleva a producir
dos ORF denominados ORF1a y ORF1b que da lugar a la síntesis de dos proteínas pp1a y pp1ab,
que son procesadas por la ARN polimerasa y por las proteínas no estructurales involucradas en la
síntesis de ARN.

Cada proteína estructural es sintetizada por ARN subgenómicos que da lugar a la formación de las
proteínas estructurales: hemaglutinina esterasa (HE), glicoproteína de la espícula (S), la proteína
pequeña de la membrana (E), la proteína de membrana (M) y la nucleoproteína (N). Las proteínas
asociadas a la membrana, son: la espícula, la hemaglutinina-esterasa y la proteína pequeña de la
membrana y la proteína E. La proteína S es la proteína mayor de la membrana y es la responsable
de su apariencia radiada por cuanto forma verdaderas espículas que se proyectan de la superficie
viral, es la proteína generadora de anticuerpos neutralizantes y la encargada de unirse a
receptores celulares.

REPLICACIÓN

El virión del coronavirus consta de proteínas estructurales, a saber, espiga (S), envoltura (E),
membrana (M), nucleocápside (N) y, para algunos betacoronavirus, hemaglutinina-esterasa (no se
muestra). El genoma de ARN monocatenario de sentido positivo (+ssRNA) está encapsidado por N,
mientras que M y E aseguran su incorporación en la partícula viral durante el proceso de
ensamblaje. Los trímeros S sobresalen de la envoltura viral derivada del huésped y brindan
especificidad para los receptores de entrada celular. segundo | Las partículas de coronavirus se
unen a los factores de unión celular y las interacciones S específicas con los receptores celulares
(como la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2)), junto con los factores del huésped (como
la serina proteasa de la superficie celular TMPRSS2), promueven la absorción y fusión viral en el
membrana celular o endosomal. Después de la entrada, la liberación y el desprendimiento del ARN
genómico entrante lo someten a la traducción inmediata de dos grandes marcos de lectura
abiertos, ORF1a y ORF1b. Las poliproteínas pp1a y pp1ab resultantes se procesan cotraduccional y
postraduccionalmente en las proteínas no estructurales individuales (nsps) que forman el
complejo de replicación y transcripción viral. De acuerdo con la expresión de nsps, la biogénesis de
los orgánulos de replicación viral que consisten en vesículas perinucleares de doble membrana
(DMV), membranas contorneadas (CM) y pequeñas esférulas abiertas de doble membrana (DMS)
crean un microambiente protector para la replicación del ARN genómico viral y transcripción de
ARNm subgenómicos (ARNm sg) que comprende el conjunto anidado característico de ARNm de
coronavirus.

Las proteínas estructurales traducidas se trasladan a las membranas del retículo endoplásmico
(RE) y transitan a través del compartimento intermedio del RE al Golgi (ERGIC), donde la
interacción con el ARN genómico recién producido y encapsidado en N da como resultado la
gemación en la luz de los compartimentos vesiculares secretores. Finalmente, los viriones son
secretados por la célula infectada por exocitosis. Los pasos clave inhibidos por los compuestos que
se están validando actualmente y que representan objetivos antivirales atractivos están resaltados
en rojo. Una secuencia poliA 3'; capuchón, estructura de capuchón de 5′; dsRNA, RNA de doble
cadena; L, secuencia líder; RdRP, ARN polimerasa dependiente de ARN. Una vez que el SARS-CoV-2
alcanza el organismo, inicia la replicación viral primaria en la mucosa epitelial del tracto
respiratorio superior. A partir de allí, es capaz de invadir a las células epiteliales bronquiales y
alveolares, macrófagos pulmonares, el endotelio vascular, la mucosa gastrointestinal y otros
órganos17 a través de la interacción proteína S/ACE2.

TRADUCCIÓN Y TRANSCRIPCIÓN

Después de la entrada y el desprendimiento, el ARN genómico sirve como transcripción para


permitir la traducción dependiente de cap de ORF1a para producir poliproteína pp1a. Además,
una secuencia resbaladiza y un pseudonudo de ARN cerca del final de ORF1a permiten que entre
el 25% y el 30% de los ribosomas experimenten un cambio de marco -1, lo que continúa la
traducción en ORF1b para producir una poliproteína pp1ab más larga. La escisión autoproteolítica
de pp1a y pp1ab genera de 15 a 16 proteínas no estructurales (nsps) con diversas funciones. Es
importante destacar que la actividad de la polimerasa de ARN dependiente de ARN (RdRP) está
codificada en nsp12, mientras que las actividades de proteasa similar a papaína (PLPro) y proteasa
principal (Mpro) están codificadas en nsp3 y nsp5, respectivamente. nsp3, 4 y 6 también inducen
la reorganización de la membrana celular para formar vesículas de doble membrana (DMV) o
esférulas, donde se ensambla y ancla el complejo de transcripción de replicación (RTC) del
coronavirus.

TIPOS DE CORONAVIRUS

El HCoV-229E es uno de los siete coronavirus conocidos que infectan a los seres humanos. Los
otros seis son:
 Coronavirus humano NL63 (HCoV-NL63)
 Coronavirus humano OC43 (HCoV-OC43)
 Coronavirus humano HKU1 (HCoV-HKU1)
 Coronavirus relacionado con el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV)
 Coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-1)
 Síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2)

El SARS y el MERS son zoonosis. Los brotes de estas enfermedades víricas se han producido
cuando el animal que hace de reservorio entra en contacto con el ser humano. Los
SARS- CoV y los MERS-CoV son virus citolíticos que pueden replicarse a temperatura
corporal en las células epiteliales, los linfocitos y los leucocitos. La combinación de la
patogenia relacionada con el virus y la inmunopatogenia causan disminución de las
células inmunitarias y lesiones importantes en los pulmones, los riñones, el hígado y el
tracto gastrointestinal.

PATOGENIA

https://journals.asm.org/doi/10.1128/MMBR.69.4.635-664.2005

https://www.annualreviews.org/doi/10.1146/annurev-micro-020518-115759

Los coronavirus tienden a presentar una alta especificidad para especie. La mayor parte de los
coronavirus conocidos en animales muestra un tropismo para las células epiteliales del aparato
respiratorio o del tubo digestivo. Las infecciones por coronavirus in vivo pueden diseminarse, al
igual que con el virus de la hepatitis del ratón, o mantenerse circunscritas. Las infecciones por
coronavirus en el ser humano casi siempre permanecen limitadas, aunque no siempre, a las vías
respiratorias altas.

Infectan a las células epiteliales ciliada, los virus entran a estas mediante la interacción de la
glucoproteína E2 o S con receptores de las células epiteliales, el virus se fusiona o entra en la
célula por endocitosis y el genoma se libera en el citoplasma. Una vez que sucede todo el ciclo de
replicación antes mencionado, se forman las vesículas que contienen virus migran hacia la
membrana celular y los virus son liberados por exocitosis.

PATOGENIA SARS-COV2

El SARS-CoV-2 se une a toda célula corporal que expresa ECA2 (Enzima convertidora de
angiotensina 2) y TMPRSS (La proteasa transmembrana, la serina 2) en su superficie, causando una
respuesta inflamatoria sistémica. Esta se inicia con una tormenta de citocinas, la cual consiste en
una liberación de grandes cantidades de citocinas pro inflamatorias (IFN-a, IFN-g, IL-1b, IL-6, IL-12,
IL-18, IL-33, TNF-a, TGFb, etc.) y quimiocinas (CCL2, CCL3, CCL5, CXCL8, CXCL9, CXCL10)23,24. Se
trata de un violento ataque del sistema inmune, causando daño alveolar difuso, insuficiencia
orgánica múltiple y muerte. Hasta el momento, la OMS asume que el período de incubación de la
COVID-19 se sitúa entre 1 y 14 días, y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las
Enfermedades (ECDC) considera que el período medio es de 5,1 días.

INMUNOPATOGENIA
Los Coronavirus causan infecciones respiratorias que producen el cuadro gripal común, siendo
autolimitados, cuya duración varía de cuatro a cinco días. Pero su severidad dependerá de las
comorbilidades e inmunocompetencia de cada paciente. La evidencia acumulada indica que las
infecciones graves por SARS dependen de la carga de la replicación viral, así como de las
consecuencias inmunopatológicas de la respuesta del huésped

Estos virus no tienen una gran actividad citopática comparado con otros virus, sin embargo, puede
llegar a causar lesiones en los pulmones que genera o induce una respuesta inmunológica que
amplifica el daño.

La envoltura del virus le confiere la capacidad de evadir al sistema inmunológico, actuando como
un mecanismo de evasión. Esto se debe a que el virus adquiere la envoltura de las membranas de
las células que infecta, consecuentemente esta envoltura tiene las moléculas HLA de las
membranas del hospedador, o sea que, el sistema inmunológico reconocerá al virus como propio.

TRANSMISIÓN

La transmisión de persona a persona ha sido documentada y se presume que ocurre por contacto
cercano, probablemente a través de gotitas respiratorias. No se sabe cuándo, en el curso de la
infección, una persona se contagia a otros.

EPIDEMIOLOGIA

Las infecciones por Coronavirus afectan principalmente a niños (Ojo: los que causan resfriado
común). La detección de anticuerpos contra los coronavirus es habitual en la edad adulta, aunque
se suelen producir reinfecciones a pesar de su presencia en suero. El nuevo coronavirus puede
infectar a personas de todas las edades (2019-nCoV). Las personas mayores y las personas con
afecciones médicas preexistentes (como asma, diabetes, enfermedades cardíacas) parecen ser
más vulnerables a enfermarse gravemente con el virus. La enfermedad producida por coronavirus
aparece esporádicamente o bien en brotes durante los meses de invierno y primavera. Por lo
general, en cada brote predomina una cepa.

GEOGRAFÍA

Los coronavirus son de distribución cosmopolita. La primera vez que se informó sobre el SRAS fue
en Asia en febrero de 2003. A los pocos meses, la enfermedad se propagó en más de dos docenas
de país en Norteamérica, Suramérica, Europa y Asia antes de que se pudiera contener el brote
global de 2003. El primer caso de neumonía atípica causada por el nuevo coronavirus se aisló en
China en Diciembre de 2019, y hasta el 4 de marzo de 2020 se ha extendido a más de 76 países.

SINTOMATOLOGÍA

Las manifestaciones clínicas eran consisten sobre todo en fiebre, tos, malestar, coriza, escalofríos
o temblores, cefalea y mialgia. La evolución clínica de la SARS-CoV varía en función de la edad. Los
adultos mostraban un grado de afectación mayor, con fiebre, tos, escalofríos, mialgias, malestar
general y cefaleas. Tras una mejoría inicial al final de la primera semana, la fiebre volvía a aparecer
y desarrollaban dificultad respiratoria, con disnea, hipoxia y diarrea.
SOBRE EL SARS-COV2

Los cuadros clínicos que se pueden presentar son:

• Infección de vías respiratorias superiores.

• Neumonía atípica (Sin tos producto)

• Síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA)

• Sepsis.

• Shock séptico.

Ahora, de que depende la dinámica de los cuadros clínicos entre cada paciente, esto depende del
genotipo, de la respuesta inmunitaria y las comorbilidades de cada paciente. En pacientes
sintomáticos, la enfermedad puede evolucionar en el transcurso de una semana o más,
comenzando con síntomas leves que progresan (en algunos casos) hasta el punto de disnea y
shock. Las quejas más comunes son fiebre (casi universal) y tos, que puede o no ser productiva.

DIAGNOSTICO

•Las series de casos informadas no tienen hallazgos físicos detallados, pero los médicos deben
estar particularmente en sintonía a indicadores pulmonares y hemodinámicos de enfermedad
grave

•Los pacientes con enfermedad grave pueden parecer bastante enfermos, con taquipnea y
respiraciones difíciles.

•La fiebre es habitual, a menudo superior a 39 ° C. Los pacientes en edad extrema o con
inmunodeficiencia pueden no desarrollar fiebre.

•La hipotensión, la taquicardia y las extremidades frías / húmedas sugieren shock

•Estado mental alterado

•Taquicardia (frecuencia cardíaca de más de 160 latidos por minuto en bebés o 150 en niños
mayores) o bradicardia (frecuencia cardíaca inferior a 90 en bebés o 70 en niños mayores).

DIAGNOSTICO DE LABORATORIO

 Detección de antígeno y ácido nucleico

Los antígenos de coronavirus presentes en las células de secreciones respiratorias pueden


detectarse utilizando la prueba de ELISA si se dispone de un antisuero de gran calidad. Se pueden
encontrar coronavirus entéricos con el análisis de muestras de heces en el microscopio
electrónico. Se prefieren los métodos de la reacción en cadena de polimerasa (PCR, polymerase
chain reaction) para buscar el ácido nucleico del coronavirus en secreciones respiratorias y
muestras de heces.

 Aislamiento e identificación del virus

El aislamiento de los coronavirus humanos en cultivo celular ha sido difícil. Sin embargo, el virus
del SARS se aisló de muestras de la bucofaringe con la utilización de células renales de mono Vero.

 Diagnóstico serológico

Dada la dificultad del aislamiento del virus, el diagnóstico serológico utilizando sueros en etapa
aguda y convaleciente es el medio práctico de confirmar las infecciones por coronavirus para
propósitos epidemiológicos. Es posible llevar a cabo un enzimoinmunoanálisis de adsorción,
métodos indirectos de anticuerpos inmunofluorescentes, y estudios de hemaglutinación.

TRATAMIENTO, PREVENCIÓN Y CONTROL

VACUNAS:

BIONTech, Pfizer

CoronaVac

Johnson Johnson

Moderna

Oxford, AstraZeneca

La eficacia de estas vacunas está comprobada mediante estudios previos, de tres fases, en los que
se vacuna a miles de personas voluntarias Las medidas de erradicación eficaces para evitar la
propagación del SARS han incluido aislar pacientes, someter a cuarentena a quienes estuvieron
expuestos y restricciones en cuanto a viajes, así como uso de guantes, batas, visores y respiradores
por parte del personal de atención de la salud.

CASO CLINICO

Paciente masculino de 25 años residente en Barranquilla, Colombia, quien ingresó el


día 30 de marzo de 2020 a urgencias. Su enfermedad actual se inició el día 20 de
marzo de 2020, por fiebre cuantificada en 40 grados centígrados que no cedió a
acetaminofén a dosis de 500 mg cada 6 horas, y tos seca emetizante en las primeras
48 horas y posteriormente productiva, con expectoración de tonalidad amarilla, lo que
persistió hasta el día 30 de marzo, evolucionando a dificultad respiratoria severa, por
lo que consultó al servicio de urgencias.

El paciente presentaba antecedentes de síndrome de Prader Willi, asociado a retardo


mental, obesidad, diabetes no controlada, asma e hipotiroidismo. Como antecedente
epidemiológico, en el mes de diciembre del año 2019 visitó la Unión Europea,
transitando por Suiza, Alemania y España. El día 13 de marzo regresó a Colombia por
la ciudad de Bogotá y se trasladó posteriormente por vía terrestre a la ciudad de
Barranquilla.

El examen físico de ingreso mostró un paciente en malas condiciones generales,


tensión arterial (TA) 150/ 90 mmHg, frecuencia cardiaca (FC) de 145 latidos por
minuto, frecuencia respiratoria (FR) de 40 respiraciones por minuto, peso de 100
kilogramos, saturación de oxígeno de 40% a pesar de estar recibiendo oxígeno por
cánula nasal a 3 litros/minuto, ruidos respiratorios disminuidos en ambos campos
pulmonares, retracciones costales universales, cianosis distal en manos y pies, y
diaforesis. Evolucionó con deterioro progresivo del estado general, con deterioro
neurológico, con Score de coma de Glasgow de 10/15. Su radiografía de tórax al
ingreso mostró patrón mixto con infiltrados en vidrio esmerilado y consolidación
alveolar difusa bilaterales (figura 2).

Fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), requiriendo ventilación


mecánica en modo controlado con VAC 4 ml/kg, PEEP 26 mmHg, FR 45 rpm, FiO2
100%, relación I:E 1/1 y sedación con Midazolam 0,1 mg/kg/hora y Fentanilo 7
mcg/kg/hora y, además, tratamiento con cloroquina 300 mg cada 12 horas y
azitromicina 1 gr oral cada 24 horas. Evolucionó con deterioro respiratorio por
PaO2/FiO2 (PaFi) con valores por debajo de 100 y persistencia de saturación de
oxígeno por debajo de 70%, incluso manteniendo al paciente en decúbito prono.

Al día 2 de ingreso se recibió reporte de PCR positiva para SARS-CoV-2, por lo cual fue
contextualizado como portador de síndrome de dificultad respiratoria del adulto en fase
exudativa de origen pulmonar por neumonía atípica viral por SARS-CoV-2, con
evolución a shock séptico y falla multisistémica (pulmonar, neurológica, cardiopatía
séptica, renal, vascular y hepática), requiriendo tratamiento con fármacos inotrópicos y
vasopresores. En su evolución presentó oligoanuria e hiperazoemia; entonces se
adicionó al tratamiento metilprednisolona y aporte de líquidos endovenosos por falla
hepática con solución salina hipotónica al 0,45% más bicarbonato por el estado de
acidosis metabólica. Al día 3 requirió segundo vasopresor (vasopresina) por
persistencia de shock refractario. Finalmente, presentó ritmo cardiaco idioventricular
con ausencia de pulso, se realizaron maniobras de reanimación sin respuesta positiva,
y falleció.

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