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Una hembra de Anopheles no infectada pica a un enfermo y adquiere los gametocitos, y así
se inicia el ciclo sexual del Plasmodium. Con la unión de los gametos en su intestino, la
formación de un huevo, que es móvil, y que dará origen a un Ooquiste que volverá a dividirse
y dar esporozoitos listos para infectar nuevamente, al llegar a las glándulas salivales del
mosquito.
La ruptura de glóbulos rojos, que liberan merozoitos, que liberan sustancias que estimulan
el hipotálamo, ocasionando repentinas crisis febriles, muy intensas, cada dos o tres días (al
completarse el ciclo eritrocitico o asexual de Plasmodium), seguidas al cabo de unas horas
de una brusca vuelta a una aparente normalidad. Este proceso va dejando al organismo
exhausto, y en el caso de los niños pequeños hay una gran probabilidad de un desenlace
fatal en ausencia de tratamiento.
El ciclo continúa cuando un mosquito ingiere sangre de un enfermo o portador, y con ello
algunos gametocitos. En el intestino del mosquito estos se transforman en macrogametos
(femenino) y microgametos (masculinos), que se fusionan dando un cigoto móvil u oocineto.
Este finalmente formará los esporozoítos que migran a las glándulas salivares del mosquito,
completando el ciclo vital.
Las mujeres gestantes son especialmente atractivas para los mosquitos y la malaria en ellas
es especialmente nefasta, dada la sensibilidad del feto (que no tiene un sistema inmunitario
desarrollado) a la infección.
Se necesitan dos organismos anfitriones: mosquitos para las fases de reproducción sexual,
y el ser humano y animales para la reproducción asexual. Existe una excepción con
Plasmodium vivax y Plasmodium ovale: cuando pica Anopheles se inyectan los
esporozoitos, estos van al hígado, y algunos se quedan latentes en el interior de los
hepatocitos y reciben el nombre de hipnozoítos. Hay un periodo de incubación largo, se
reactivan, se replican y pueden dar clínica tras varios meses después.
P. vivax, P ovale y P. malariae causan anemia leve, bajos niveles de parasitemia, rotura
esplénica y síndrome nefrótico. P. falciparum causa niveles elevados de parasitemia,
insuficiencia renal, anemia grave, etc.
Giardia lamblia, intestinalis o duodenalis
Características generales:
Sintomatología
Los síntomas producidos por una giardiasis pueden ser desde inexistentes hasta presentar una
sintomatología grave. En caso de que la infección curse con síntomas, estos aparecen tras un período de
incubación que dura en torno a 1-3 semanas, y consisten principalmente en diarreas mucosas, sin restos
de sangre y meteorismo, dolor abdominal y anorexia (síntoma) .
En los casos más severos se puede llegar a producir el síndrome de malabsorción, debido a la destrucción
de las células epiteliales del intestino delgado. Esto obliga a un constante reciclaje de los epitelios con
células inmaduras, que aún no son capaces de absorber o digerir ciertas moléculas, lo que determina una
malabsorción de lípidos, glúcidos y proteínas. Está caracterizada por la aparición de esteatorrea (heces
grasas y copiosas) y, posteriormente, de deficiencias proteicas y vitamínicas (sobre
todo vitaminas liposolubles).
La duración de la fase aguda de la infección es de unos 3 ó 4 días y va desapareciendo a medida que actúa
el sistema inmunitario del hospedador a través de los linfocitos T. En algunos individuos, principalmente
aquellos inmunodeficientes, la enfermedad puede hacerse crónica, pudiendo prolongarse los síntomas
durante años.
Entamoeba histolytica
Entamoeba histolytica es un protozoo parásito anaerobio con forma ameboide, como
su nombre lo indica, dentro del género Entamoeba. Es patógeno para el humano y para
los cánidos, causando amebiasis incluyendo colitis amébica y absceso hepático.
Morfología
Fisiología
Trofozoíto
Su tamaño varía entre 15 y 60 micras de diámetro. Su cuerpo se divide en dos partes:
el ectoplasma claro, hialino, y el endoplasma de estructura granular.
Quiste
Ciclo de vida
Los quistes, con 15 µm, son formas esféricas, resistentes excretadas con las heces por
personas infectadas. Tras ingerir agua o alimentos contaminados, pasa sin modificación
por el ambiente ácido del estómago, hasta la porción inicial del colon, el ciego, donde
se induce a su transformación en metaquistes, los cuales rápidamente se divide en ocho
trofozoítos (de 50 µm), también amébicos. Los trofozoítos se adhieren fuertemente a la
mucosa del colon, multiplicándose y pudiendo causar muchas dolencias. Algunos
metaquistes se transforman en formas quísticas, que no se adhieren a la mucosa y son
expelidas en las heces.
Morfología
Los especímenes de Leishmania muestran dos morfologías durante su ciclo vital:
Amastigote, esférica y con un cilio muy corto, que no sobresale de la bolsa flagelar, de
modo que sólo es apreciable en el microscopio electrónico, que se reproduce dentro de
macrófagos y células del sistema retículo endotelial del huésped vertebrado. Las
infecciones se producen en la piel (cutáneas), piel y mucosas(mucocutáneas) o en los
órganos (viscerales).
Ciclo vital
Etapas en el ser humano. La leishmaniasis es transmitida por la picadura de un insecto
hematófago. El insecto inyecta en la sangre la forma infecciosa, los promastigotes. Los
promastigotes son fagocitados por los macrófagos y se transforman en amastigotes.
Estos se multiplican en las células infectadas y afectan a distintos tejidos, dependiendo
en parte de la especie de Leishmania. Esto origina las manifestaciones clínicas de la
leishmaniasis.
Ciclo vital
El ciclo se inicia cuando un insecto hematófago infectado pica a un ser humano y defeca.
Los tripomastigotas metacíclicos se transmiten en las heces. Entran en el hospedador a
través de la herida o por el cruce de las membranas mucosas. Cuando entran en una
célula humana, se convierten en amastigotas. Esta es una etapa reproductiva a través
de la mitosis. Después de la reproducción, una gran cantidad de amastigotas se
encuentran en la célula infectada, formándose pseudoquistes. El amastigota se
convierte de nuevo en tripomastigota y la célula se rompe. El tripomastigota vuelve a
infectar otra célula repitiéndose el ciclo de multiplicación.
Patogenicidad
Produce la llamada enfermedad de Chagas en América. La diseminación del T. cruzi se da
por el contacto con las heces de insectos del tipo hemípteros, del género Triatoma, entrando
los parásitos por la herida causada por su picadura; llegan al torrente sanguíneo (forma
tripomastigota metaciclico) viajando hacia los diferentes órganos y tejidos, replicándose
principalmente en tejidos musculares y nervioso (forma amastigota). Pueden producir
cardiopatia chagasica daños irreparables en los plexos mientéricos del tracto
gastrointestinal, haciendo que la persona presente megaesófago, megacolon y que
eventualmente muera, además de todo esto la persona puede no presentar síntomas lo que
beneficia al parásito ya que a través del tiempo sea más patógeno.