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Grupo 2: Covid 2019

a. INTRODUCCIÓN:
En el mes de diciembre de 2019, un brote de casos de una neumonía grave se
inició en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China. Los estudios
epidemiológicos iniciales mostraron que la enfermedad se expandía rápidamente, que
se comportaba más agresivamente en adultos entre los 30 y 79 años, con una letalidad
global del 2,3%. La mayoría de los primeros casos correspondían a personas que
trabajaban o frecuentaban el Huanan Seafood Wholesale Market, un mercado de
comidas de mar, el cual también distribuía otros tipos de carne, incluyendo la de
animales silvestres, tradicionalmente consumidos por la población local (1).

Los estudios etiológicos iniciales dirigidos a los agentes comunes de la infección


respiratoria aguda, incluyendo los agentes de la influenza aviar, del síndrome
respiratorio agudo severo (SARS, del inglés, Severe Acute Respiratory Syndrome) y del
síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS, del inglés, Middle East Respiratory
Syndrome), arrojaron resultados negativos. El uso de métodos de secuenciación
profunda, que no requieren información previa sobre el agente que se busca, así como
el aislamiento en cultivo de células, seguido de microscopía electrónica y de
secuenciación profunda, demostró que se trataba de un agente viral nuevo,
perteneciente al grupo de los coronavirus, y fue inicialmente llamado 2019-nCoV (novel
coronavirus de 2019), genéticamente relacionado, pero distinto al agente del SARS (1).

El brote se extendió rápidamente en número de casos y en diferentes regiones de


China durante los meses de enero y febrero de 2020. La enfermedad, ahora conocida
como COVID-19 (del inglés, Coronavirus disease-2019), continuó propagándose a otros
países asiáticos y luego a otros continentes. El 11 de marzo de 2020, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) declaró la ocurrencia de la pandemia de COVID-19,
exhortando a todos los países a tomar medidas y aunar esfuerzos de control en lo que
parece ser la mayor emergencia en la salud pública mundial de los tiempos modernos
(4).

Este nuevo virus tiene predilección por el árbol respiratorio, una vez que penetra
genera una respuesta inmune anormal de tipo inflamatorio con incremento de
citoquinas, lo que agrava al paciente y causa daño multiorgánico. Es de la familia de los
viejos virus coronavirus, dos de cuyas cepas antiguas causan la gripe común,
pero en el 2003 surgió la primera mutación, el SARS que se inició en China, con más de 
8 460 pacientes en 27 países y una letalidad de 10% (8), y luego en el año 2012 apareci
ó otra cepa mutante de coronavirus en Arabia Saudita, el MERS-CoV, con más de 2499
enfermos y una letalidad del 37% (3).
b. Covid 2019:
 DEFINICIÓN:
Una infección respiratoria aguda potencialmente grave causada por el
nuevo coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave, coronavirus 2 (SARS-
CoV-2). La presentación clínica es generalmente la de una infección respiratoria
con una gravedad de los síntomas que va desde una enfermedad leve similar al
resfriado común, hasta una neumonía viral grave que provoca un síndrome de
dificultad respiratoria aguda potencialmente mortal. Los síntomas característicos
incluyen fiebre, tos, disnea y pérdida del gusto/olor, aunque algunos pacientes
pueden ser asintomáticos. Las complicaciones de las enfermedades graves
incluyen, entre otras, la insuficiencia multiorgánica, el shock séptico y el
tromboembolismo venoso. Los síntomas pueden ser persistentes y continuar
durante más de 12 semanas en algunos pacientes (1).

 ETIOLOGÍA:

El virus del síndrome respiratorio agudo severo tipo-2 (SARS-CoV-2), causante de


COVID-19, se ubica taxonómicamente en la familia Coronaviridae(1).

Esta familia se subdivide en cuatro géneros: Alphacoronavirus, Betacoronavirus,


Gammacoronavirus y Deltacoronavirus. Muchos coronavirus de los cuatro géneros
mencionados son causantes de enfermedades en animales domésticos, y por lo
tanto son principalmente de interés veterinario. Los coronavirus de importancia
médica conocidos hasta hoy son siete, y pertenecen a uno de los dos primeros
géneros mencionados(1).

Desde el punto de vista ecoepidemiológico se pueden clasificar en dos grupos:


coronavirus adquiridos en la comunidad (o coronavirus humanos, HCoV) y
coronavirus zoonóticos (1).

Los coronavirus humanos circulan libremente en la población de todos los


continentes, suelen causar enfermedad respiratoria leve. Se estima que producen
entre el 10% y el 30% de los casos de resfriado común. Por el contrario, los
coronavirus zoonóticos circulan transitoriamente, pero pueden generar grandes
epidemias de enfermedad respiratoria grave (1).

El origen de los coronavirus de importancia médica, incluidos los coronavirus


humanos, parece ser zoonótico. En particular, los betacoronavirus zoonóticos están
filogenéticamente relacionados con coronavirus de murciélagos, los cuales podrían
haber sido su fuente para el hombre, ya sea directamente o a través de un
hospedero intermediario; dicho intermediario para el SARSCoV fue la civeta, un
animal silvestre del grupo de los vivérridos, y para el MERS-CoV fue el dromedario.
Aún no es claro cuál pudo haber sido el intermediario para el SARS-CoV-2, o si pasó
directamente del murciélago al humano. En la figura 1 se observa un árbol
filogenético que muestra las relaciones evolutivas de los coronavirus de importancia
en salud humana, y algunos de sus parientes más cercanos (1).
ESTRUCTURA VIRAL:
Los coronavirus tienen forma esférica o irregular, con un diámetro aproximado de
125 nm. Su genoma está constituido por RNA de cadena sencilla, con polaridad
positiva, y con una longitud aproximada de 30.000 ribonucleótidos. Poseen una
cápside de simetría helicoidal, constituida por la proteína de nucleocápside (N). La
proteína N es la única presente en la nucleocápside y se une al genoma viral en
forma de rosario; se cree que participa en la replicación del material genético viral
en la célula y en el empaquetamiento del mismo en las partículas virales(1).

Los coronavirus tienen una envoltura lipídica con tres proteínas ancladas en ella,
denominadas E (envoltura), M (membrana) y S (del inglés, spike, o espícula), la cual
le da al virión (partícula infecciosa) la apariencia de una corona, y es la proteína que
media la unión al receptor y facilita su fusión con la membrana cellular (figura 2).
Las funciones de las proteínas M y E aún no están bien establecidas, pero se
considera que podrían participar en el ensamblaje y liberación del virión (1).

El genoma viral es notable por su extensión de aproximadamente 30 kb con 15


marcos de lectura abiertos (ORFs, del inglés, Open Reading Frames), que le permiten
formar hasta 28 proteínas, un número inusualmente elevado para un virus con
genoma RNA de cadena simple. La mayoría de las proteínas codificadas en dichos
ORFs no hacen parte de la estructura del virión, y por lo tanto se denominan no
estructurales (NS). Además, el genoma cuenta con un extremo 5' no codificante, el
cual tiene un gorro o capa, y un extremo 3' con una cola de poli (A), que le permiten
actuar como RNA mensajero (mRNA). Aproximadamente las dos terceras partes
codificantes del genoma hacia el extremo 5' están ocupadas por los ORFs 1a y 1b, los
cuales generan poliproteínas largas, que mediante proteólisis producen una gran
cantidad de proteínas no estructurales de tamaño variable. Entre estas se destacan
la RNA polimerasa dependiente de RNA (RdRp), una helicasa y dos proteasas; estas
últimas se encargan de partir las poliproteínas en sus fragmentos funcionales. La
otra tercera parte del genoma, hacia el extremo 3', contiene los ORFs
correspondientes a las proteínas estructurales (S, E, M y N) y a otras nueve proteínas
pequeñas de función desconocida, que se traducen a partir de mRNAs
subgenómicos (figura 3)(1).

REPLICACIÓN VIRAL:
Al llegar a la célula blanco, la proteína S se une al receptor en la célula, la enzima
convertidora de angiotensina 2 (ACE2). La proteína S es luego clivada por una proteasa
celular (TMPRSS2), en dos subunidades, S1 y S2. La subunidad S1 contiene el dominio de
unión al receptor (RBD, del inglés, Receptor Binding Domain), en tanto que la subunidad
S2 contiene el péptido para la fusión a la membrana celular. Luego de su entrada a la
célula, mediante la formación de un endosoma, el virus es desenvuelto y el RNA viral es
liberado al citoplasma, para iniciarse en los ribosomas la traducción. de los genes ORF 1a y
1b en sus proteínas, las cuales realizan la replicación del genoma viral. Las proteínas
estructurales codificadas hacia el extremo 3' son traducidas a partir de mRNAs transcritos
desde la hebra de polaridad negativa que se forma durante la replicación del genoma
viral. Estas proteínas estructurales son posteriormente ensambladas con el genoma viral,
en las membranas celulares internas del retículo endoplasmático y aparato de Golgi,
formándose las nuevas partículas virales. Finalmente, las vesículas que contienen los
nuevos viriones se fusionan con la membrana celular para liberar los virus al exterior de la
célula, proceso llamado exocitosis (figura 4)(1).

Variantes emergentes del SARS-CoV-2


Todos los virus, incluyendo el SARS-CoV-2, evolucionan con el tiempo. El consorcio COVID-
19 Genomics UK (COG-UK) ha secuenciado más de 250,000 variantes del virus a fecha de
17 de febrero de 2021.
Las variantes preocupantes del SARS-CoV-2 son las siguientes:
• VOC 202012/01 (linaje B.1.1.7) : identificado por primera vez en Kent, en el sudeste de
Inglaterra, en septiembre de 2020, e informado a la Organización Mundial de la Salud en
diciembre de 2020. El origen no está claro. Actualmente, es la variante dominante en el
Reino Unido. La variante se ha informado en más de 90 países, y la transmisión
comunitaria se ha informado en un pequeño número de estos países. Hay evidencias que
sugieren que esta variante puede ser más transmisible. Se han informado tasas de ataques
secundarios más elevadas si el caso índice tiene esta variante. La tasa de ataques
secundarios informada es del 10% en los contactos de personas sin la variante, y del 10%
al 13% en los contactos de personas con la variante, en todas las regiones y grupos de
edad (basado en datos del 30 de noviembre de 2020 al 10 de enero de 2021). Las tasas
estimadas de ataques secundarios son entre un 10% y un 55% más altas que las del virus
de tipo natural en la mayoría de las regiones y grupos de edad (2).
Sin embargo, se sabe que las tasas de ataque secundario de las formas no variantes varían
bastante (véase Tasa de ataque secundario a continuación). Existe la posibilidad de que la
infección por esta variante se asocie a un mayor riesgo de gravedad de la enfermedad,
ingreso hospitalario y muerte en comparación con otras variantes. Hay evidencias
congruentes de la actividad neutralizante cruzada en sueros de personas convalecientes
(es decir, el suero de personas que han sido infectadas con B1.1.7 muestra una actividad
neutralizante frente al virus de otros linajes, y lo contrario también es cierto). La variante
presenta mutaciones que se han asociado con la atenuación en otras variantes. Hay
evidencias emergentes (aún no revisadas por pares) de que la variante puede causar
infecciones de mayor duración, en comparación con el SARS-CoV-2 no variante, y esto
puede contribuir a una mayor transmisibilidad (2).
• VOC 202102/02 (grupo B.1.1.7 con mutación E484K) : un pequeño número de
secuencias B.1.1.7 han adquirido la mutación E484K de la proteína de pico. Se ha
informado un pequeño grupo de casos en el suroeste de Inglaterra. No se han informado
ingresos hospitalarios, ni muertes con esta variante. No se han informado casos
internacionales (2).
• VOC 202012/02 (linaje B.1.351) : detectado por primera vez en la bahía de Nelson
Mandela, Sudáfrica, en octubre de 2020. La variante se ha informado en al menos 40
países, incluido el Reino Unido. La variante presenta mutaciones de proteína de pico
similares a la VOC 202012/01. El análisis de secuencias revela que la mutación N501Y
informada en el Reino Unido y Sudáfrica se originó de manera independiente. Estas
mutaciones pueden afectar a su transmisibilidad y perfil antigénico; sin embargo, los
casos, los ingresos hospitalarios y las muertes están disminuyendo actualmente en
Sudáfrica (2).
• VOC 202101/02 (linaje P.1) : un descendiente del B.1.1.28 linaje detectado por primera
vez en Japón en viajeros procedentes de Brasil. La variante contiene mutaciones que
pueden afectar a su transmisibilidad y perfil antigénico; sin embargo, no hay evidencias
suficientes para confirmarlo. Se ha informado en 12 países. La variante se ha detectado
ahora en el Reino Unido y en los Estados Unidos (2).
• Linaje B.1.1.207 : dos secuencias fueron identificadas por primera vez en Nigeria,
aunque se desconoce dónde surgió la variante por primera vez. Estas secuencias
comparten una mutación no sinónima en la proteína de espiga en común con el linaje
B.1.1.7, pero no comparten ninguna de las otras mutaciones únicas del linaje B.1.1.7.
Actualmente no hay evidencias que sugieran que esta variante tenga algún impacto en la
transmisión o la gravedad de la enfermedad (2).
• Variante Cluster 5 : detectado en personas en Dinamarca y asociado con la transmisión
de visones de granja. Las implicaciones clínicas de esta nueva variante aún no se
comprenden bien; sin embargo, se han informado mutaciones en la proteína de pico.
Desde el 20 de noviembre de 2020 no se han informado nuevos casos de la variante del
racimo 5 en seres humanos en Dinamarca y la variante ya no circula en los seres humanos.
Todos los visones de las granjas de visones afectadas y las granjas dentro de una zona
asignada, fueron sacrificados. Otros siete países han informado la presencia del SARS-CoV-
2 en visones de granja (Lituania, Grecia, España, Italia, los Países Bajos, Suecia y los
Estados Unidos)(2).
Se necesitan más pruebas diagnósticas adicionales para comprender mejor el impacto de
estas variantes.
En un estudio global de más de 12,000 mutaciones del virus del SARS-CoV-2 (en el que se
excluyeron las variantes anteriores), no se encontraron pruebas que sugiriesen que
ninguna de las variantes del SARS-CoV-2 identificadas estuviese asociada con una mayor
transmisibilidad (2).
Origen del virus: La mayoría de los pacientes que se encontraban en las fases iniciales de
este brote informaron de un vínculo con el mercado de mariscos de Huanan en el sur de
China, un mercado de animales vivos o "mercado mojado", lo que sugiere un origen
zoonótico del virus.Una evaluación inicial de la dinámica de la transmisión en los primeros
425 casos confirmados determinó que el 55% de los casos anteriores al 1 de enero de
2020 estaban vinculados al mercado, mientras que solo el 8.6% de los casos posteriores a
esa fecha tenían alguna vinculación con el mercado. Esto sugiere que la propagación de
persona a persona se estaba produciendo entre contactos cercanos desde mediados de
diciembre de 2019(2).
Algunos estudios sugieren que el SARS-CoV-2 puede ser un virus recombinante entre un
coronavirus de murciélago y un coronavirus de origen desconocido. Se han sugerido los
pangolines y los visones como posibles huéspedes intermedios. Sin embargo, en la
actualidad no hay evidencias que demuestren la posible vía de transmisión de un
reservorio de murciélagos al hombre a través de una o varias especies animales
intermediarias. Es necesario seguir investigando para determinar el origen del SARS-CoV-
2(2).

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
1. https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019?
adgroupsurvey={adgroupsurvey}&gclid=Cj0KCQjw0oyYBhDGARIsAMZEuMuegnsZVNOLRnL
WbAjXr2SgqnRWK4DGP60QpV1pck2WzAc1Jdl8FFwaAk9KEALw_wcB.

2. https://www.googleadservices.com/pagead/aclk?
sa=L&ai=DChcSEwjSwfqsrtr5AhWj5VwKHen8CaYYABAAGgJjZQ&ohost=www.google.com&
cid=CAESauD2O35gLewIxqGgcCczFQJPHnkATw9bzr5PQQhh745P50B47WRCwswvbQVRvM
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&q&adurl&ved=2ahUKEwj57vKsrtr5AhXmALkGHd7hAZkQ0Qx6BAgCEAE.

3. https://docs.bvsalud.org/biblioref/2020/05/1096519/covid-19.pdf .

4. https://medicinainterna.net.pe/sites/default/files/Covid-19 Emergencia Publica


Mundial.pdf

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