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ESTUDIO DE CASO 3.

EL HENO EN LA PROVINCIA DE ERZERUM - TURQUÍA ORIENTAL [4]

A lo largo de los ríos y arroyos de montaña y en cualquier lado donde el agua pueda ser dirigida a tierras inadecuadas para los cultivos, se cosecha heno, ya sea a partir de
pasturas naturales o de alfalfa sembrada; en algunas tierras cultivadas más secas se siembra esparceta (Onobrychis viciifolia). Algunos cortes menores de heno pueden ser
hechos en laderas secas no pastoreadas. Las praderas naturales varían considerablemente en calidad; algunas son ricas en leguminosas y gramíneas nativas; otras son
pobres debido al mal drenaje del suelo o al exceso de agua donde han aparecido algunas ciperáceas (Carex spp.), juncos (Juncus spp.), carrizos (Phragmites spp.) o cola
de caballo (Equisetum spp.). El pastoreo intenso al inicio de la primavera tiene un efecto deletéreo sobre la producción de heno, de la misma manera que lo tiene sobre la
alfalfa y la esparceta después del último corte en otoño.

La alfalfa y la esparceta han sido cultivadas en esta área de Turquía durante siglos, tal vez durante milenios. Los ecotipos nativos son aún ampliamente usados y de larga
vida; las poblaciones de diez o quince años son comunes y pueden llegar incluso a más de veinte años; son resistentes a la sequía y capaces de sobrevivir a pastoreos
intensos. En los últimos años ha habido falta de semillas de los ecotipos locales y solo se han obtenido semillas de las zonas occidentales más lejanas. Estos cultivares
pueden ser de alto rendimiento pero tienden a tener un exceso de tallo y vida más corta, de cuatro a cinco años y ser menos tolerantes a la sequía y al pastoreo. La
esparceta se siembra en tierras que no pueden ser regadas y por lo general produce un corte para heno cuatro o cinco veces antes de su muerte, si bien se han encontrado
poblaciones de diez años.

Las praderas naturales por lo general producen un solo corte para heno cada año si bien se pueden obtener dos cortes en los valles más cálidos de las áreas norteñas. En
la mayor parte de la provincia la alfalfa produce dos cortes anuales que pueden llegar a tres o cuatro en las áreas más favorables. La esparceta por lo general produce un
solo corte. Las vicias algunas veces se siembran puras, pero por lo general se siembran con cebada, la que puede ser cortada para heno o cosechada para grano.

Lámina 50. Precipitación y temperaturas en Erzerum, Turquía

Las diferentes partes de las praderas para heno o chayir son casi invariablemente controladas por familias en lo que hace a los derechos de pastoreo. Hay, sin embargo,
épocas del año en que el chayir es abierto al pastoreo de toda la comunidad y no exclusivamente a quienes poseen los derechos. Esto ocurre al inicio de la primavera
cuando el ganado sale por primera vez al campo, por lo general desde abril hasta mediados de mayo. Las fechas varían según los lugares y las estaciones pero en general
son respetadas según las costumbres de la comunidad y confirmadas por las autoridades locales; después de esta fecha el chayir es declarado cerrado para el pastoreo. En
otoño, después que se ha retirado el heno, el chayir se abre nuevamente al pastoreo comunal para el consumo de los residuos.

Los residuos (aniz) y las tierras en barbecho (nadiz) son tratadas de la misma manera: todos los barbechos son abiertos al pastoreo comunal si bien los derechos reales de
pastoreo son invariables y exclusivos de familias. Lo mismo se aplica a los restos de la alfalfa después del último corte para heno y el subsiguiente riego. La razón de esta
costumbre es que el ganado en muchas aldeas es pastoreado comunitariamente si bien tienen su refugio en los establos de cada uno de sus propietarios.

Entre el 5 y el 15 de mayo, dependiendo de la ubicación y las costumbres de la aldea, el ganado deja el chayir y va hacia la tierra de pastoreo o mer’a, o sea la tierra
comunal de pastoreo abierta a todo el ganado de la comunidad. Las aldeas que no tienen acceso al pastoreo en zonas alpinas continúan pastoreando la mer’a de las
inmediaciones durante todo el verano. Hay una tendencia a pastorear la mer’a desde el centro hacia afuera a medida que progresa la estación. En algunos lugares la
pastura termina mucho antes que los residuos estén disponibles en setiembre para dar algún alimento antes del invierno. En el distrito de Horasan, sin embargo, es usual
pastorear el perímetro de la mer’a al inicio de la estación y después el ganado pastorea gradualmente hacia el interno, dejando el área más cercana a la aldea para el final.

Producción de heno

Después que el ganado dejó el chayir las praderas se riegan una o dos veces antes de cortar el heno. Cada familia es responsable de la inundación de sus propias praderas
pero la manutención de los canales y los drenajes, si existen, es responsabilidad de todos los usuarios. El chayir es cortado de julio en adelante; a menudo el forraje está
excesivamente maduro para producir un buen heno desde el punto de vista alimenticio, pero los ganaderos prefieren tener un buen volumen de forraje. El heno es cortado y
enfardado a mano en casi toda la provincia; los hombres lo cortan con hoces en las tierras llanas y algunas veces los hombres y las mujeres con guadañas en las laderas
muy pronunciadas. Se lleva en carros tirados por bueyes o caballos, o en algunos casos por tractores. La mecanización es escasa, excepto en algunos valles centrales
donde hay pequeñas segadoras automotrices y unas pocas enfardadoras mecánicas disponibles en las fincas más grandes ya que pocos productores se pueden permitir
este tipo de inversión de capital.

Los métodos tradicionales están adaptados a las condiciones locales y el clima, en general, es excelente para henificar. Después del corte el heno se deja sobre el terreno
un día o dos antes de hilerarlo; se enfarda en forma cilíndrica y se ata con cordeles. Los fardos del forraje de las praderas son por lo general más grandes que los de alfalfa;
varían entre 25 y 30 kg y son de un tamaño que permite su manejo por un hombre solo. El acarreo y el enfardado del heno son tareas laboriosas que se superponen con la
cosecha de cereales; por ello, los fardos pueden yacer en el campo por unas semanas hasta que los operarios tienen tiempo para transportarlos al depósito. La forma
cilíndrica de los fardos proporciona alguna protección contra tormentas que ocurren frecuentemente en esa estación. Los fardos cilíndricos tradicionales también son
adecuados para hacer un buen heno de alfalfa, ya que de otra manera las hojas podrían perderse. Después que el heno ha sido transportado, los campos se riegan antes
de que el ganado vuelva a entrar para el pastoreo.

Depósito de los fardos

En todo el valle central es habitual almacenar el heno sobre el techo de las casas o de los establos o junto a ellos. En las zonas del sur, el heno es almacenado
normalmente a cien o doscientos metros de la aldea en un patio comunal; existe una buena razón para ello: las principales aldeas de los valles centrales de lengua turca
parecen haber vivido en más armonía con sus vecinos que muchas de las aldeas en las zonas del sur donde han sido comunes las disputas ilegales y los feudos
sanguinarios. En tal situación, el peligro de los incendios premeditados ha sido mucho mayor, no solo causados desde el externo sino también desde el interno de la
comunidad. Si un enemigo aplicara el fuego a los heniles familiares, por lo menos las casas estarían fuera de peligro, ya que si el vecino aplicara fuego a una casa también
podría perder la suya. El lugar definitivo para la ubicación de los fardos en el patio en las comunidades bajo peligro es responsabilidad del comandante de la gendarmería
local.

Comercialización del heno

Uno de los cultivos más valiosos en la provincia de Erzerum es el heno. No sólo es el alimento invernal más importante sino también un cultivo para la venta, tanto de las
praderas naturales como de las praderas cultivadas. Algunos agricultores en los valles centrales cultivan heno en forma comercial y otros agricultores venden el exceso de
su producción. En algunos casos venden el heno que pueden precisar para su ganado porque es una fuente de ingreso efectivo e inmediato y es mucho más rápido que
alimentar el ganado para su venta a largo plazo. Muchos agricultores venden su heno pero a la vez están dispuestos a mantener sus propios bovinos durante todo el
invierno con una dieta de paja. En estos casos el ganado apenas se mantiene. Las ganancias más rápidas y mayores son hechas por quienes compran animales de tres o
cuatro años en las aldeas de la montaña para engordarlos y enviarlos al matadero, en lugar de criar ganado. Las aldeas tienen necesidad de dinero en efectivo en otoño
para comprar las provisiones para el invierno que puede durar, bajo nieve, desde unas semanas hasta algunos meses.

La mayor parte del heno es comprado por mercantes que lo transportan a la zona del mar Negro donde es vendido a los pequeños productores de avellanas y té los que
casi no disponen de forrajes. Estos pequeños agricultores son relativamente prósperos ya que producen cultivos de alto valor y muchos de ellos han comprado ganado
Jersey. Si bien los mercantes ofrecen precios diferenciales entre el heno de leguminosas y el heno de praderas naturales, no parece existir esa diferencia entre los mejores
y los peores henos de esas dos categorías principales.

[4] Basado en Fitzherbert, 1985

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