La principal diferencia entre un forward y un futuro radica en su naturaleza y su forma de

negociación.

Un contrato forward es un acuerdo privado entre dos partes para comprar o vender un
activo en una fecha futura a un precio acordado en el momento de la negociación. Estos
contratos no están estandarizados y se negocian en el mercado extrabursátil (OTC), lo que
significa que las condiciones del contrato pueden ser personalizadas para satisfacer las
necesidades específicas de las partes involucradas.

Por otro lado, un contrato de futuro es un acuerdo estandarizado, negociado en un mercado

regulado y centralizado, donde las partes se comprometen a comprar o vender un activo
subyacente a un precio determinado en una fecha futura. Los contratos de futuro están
sujetos a regulaciones específicas y se negocian en bolsas de futuros, lo que proporciona
mayor transparencia y liquidez en comparación con los contratos forward.

En resumen, la principal diferencia entre un forward y un futuro radica en su

estandarización, lugar de negociación y regulación, lo que tiene un impacto significativo en
su liquidez, transparencia y flexibilidad.