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COMERCIAL
OPERACIONES Y
CONTRATOS
BURSÁTILES.-
Índice de tópicos:
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PRIMER PUNTO:
II. Comentario.
Mientras los mismos sean autorizados y operen bajo el control estatal, las normas
que rigen para los mismos serán las dictadas por las autoridades y aprobadas por
el organismo de control.
Los mercados de valores, son las entidades que tienen a su cargo la fiscalización de
las operaciones sobre títulos valores efectuadas por sus socios y la garantía de
estas últimas.
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Los mercados de valores son organismos técnicos de fiscalización y liquidación de
las operaciones realizadas con títulos-valores. Se establece el objeto del contrato
que no es otro que los títulos valores emitidos en masa.
• Naturaleza jurídica:
• B. Características:
El contrato de bolsa, igual que cualquier contrato necesita la presencia de los cuatro
elementos esenciales señalados en el antiguo art. 1261 del Código Civil, sin los cuales
no es válido. Estos elementos esenciales son los siguientes:
• Objeto y
• Causa.
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Fuera de estos elementos, el contrato de bolsa tiene algunos elementos específicos
que permiten diferenciarlo de otros y que justamente lo distinguen especialmente de la
compraventa común. Estos elementos son los siguientes:
DE CONTADO.
A TÉRMINO.
Jurídicamente, este plazo es un plazo suspensivo que tiene una duración determinada.
Este plazo no obsta a que igualmente el contrato sea de ejecución instantánea porque,
vencido el mismo, las prestaciones del contrato serán ejecutadas en forma
instantánea.
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las partes cumple con su obligación (por ejemplo el vendedor entrega la cosa). Quién
difiere el cumplimiento de su obligación es sólo una de las partes, en el ejemplo el
comprador.
En este caso el plazo, originalmente convenido, puede ser anticipado por una de las
partes.
A FUTURO.
POR OPCIONES.
OTRAS MODALIDADES.
1. El contrato diferencial,
3. El contrato de arbitraje y
4. El de caución.
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deberán asumir la diferencia que resulte de la comparación en el precio de las dos
compraventas.
SEGUNDO PUNTO:
CONCEPTO.
Fondo Común de Inversión (FCI) es un patrimonio integrado por bienes y/o derechos,
pertenecientes a diversas personas a las cuales se les reconocen derechos de
copropiedad representados por cuotapartes.
Esos bienes y/o derechos, que suelen llamarse los “activos” del FCI, pueden ser
acciones, títulos, depósitos a plazo fijo, derivados, etc., u otros, como ser créditos o
inmuebles.
Los FCI pueden considerarse como una herramienta distribuidora de activos del
mercado de capitales. Constituyen una alternativa para el inversor
chico/mediano. Al respecto, el individuo no siempre suele estar en condiciones
para:
- Apreciar el contexto;
- Armar su propia estrategia;
- Saber cuánto riesgo tomar;
- Diversificar adecuadamente;
- Darse cuenta de las oportunidades ("timing");
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- Conseguir costos transaccionales razonables.
Los fondos comunes de inversión podrán emitir distintas clases de cuotapartes con
diferentes derechos. Las cuotapartes podrán dar derechos de copropiedad de acuerdo
con lo previsto en el primer párrafo de este articulo y también podrán emitirse
cuotapartes de renta con valor nominal determinado y una renta calculada sobre dicho
valor cuyo pago será sujeto al rendimiento de los bienes que integren el haber del
fondo.”
• LA SOCIEDAD GERENTE.
Es la encargada de la dirección y administración del FCI. Administra la cartera,
calcula el valor de la cuotaparte y representa colectivamente al interés de los
copropietarios ante terceros. Debe estar habilitada por la CNV –Comisión
Nacional de Valores-. Para su funcionamiento debe reunir ciertos requisitos:
• LA SOCIEDAD DEPOSITARIA.
Se encarga de custodiar los bienes del FCI y de vigilar la actuación de la
sociedad gerente respecto de la adquisición y negociación de los activos. Tiene
a su cargo el cobro y pago de las suscripciones y rescates y lleva el registro de
cuotapartes escriturales.
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Debe estar habilitada por la CNV. Para su funcionamiento debe reunir ciertos
requisitos:
• LOS CUOTAPARTISTAS.
Son las personas físicas o jurídicas que invierten en el FCI. Adquieren su
condición al suscribir cuotapartes por cualquiera de las modalidades de
captación admitidas para el FCI. Al suscribir y recibir un ejemplar del
reglamento de gestión del FCI adhieren de pleno derecho al mismo,
consecuentemente se los inscribe en el registro de cuotapartistas. Su
desvinculación se opera, exclusivamente, por el rescate de las cuotaspartes.
No pueden pedir la disolución del FCI durante el plazo fijado para su existencia.
Los cuotapartistas son “consumidores financieros” en el marco de la oferta
pública, de un contrato de adhesión que es el reglamento de gestión del FCI y
de la normativa legal y reglamentaria aplicable. Por lo tanto les caben los
correspondientes derechos y deben estar adecuadamente informados respecto
de su inversión. Al respecto juegan un papel relevante, no solo la sociedad
gerente, la sociedad depositaria y los agentes colocadores, sino también la CNV
en su rol de órgano de fiscalización y de protección al inversor.
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La Comisión Nacional de Valores (CNV) es el organismo gubernamental
encargado de supervisar y controlar la actividad de los FCI.
Le competen la fiscalización y el registro de las sociedades gerente y
depositaria conforme a la Ley, su reglamentación y las normas que en
consecuencia establezca.
• LA CALIFICADORA DE RIESGO.
Emite una opinión independiente, objetiva, y técnicamente fundamentada,
acerca de la solvencia y seguridad de las cuotaspartes de un FCI, lo que no
constituye una recomendación para su suscripción.
Está bajo el control de la CNV.
Para los FCI no existe, en principio, la exigencia de calificación de riesgo para
colocar sus cuotaspartes entre el público. Sin embargo, se la solicita para que
resulten elegibles por determinados inversores institucionales o corporativos o
por razones de mejor presentación del producto y de complemento para el
inversor.
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Los abiertos invierten en valores negociables con oferta pública y demás instrumentos
y activos admitidos. Son activos que se caracterizan por su liquidez, lo que se conecta
con la inmediatez de los rescates.
Los cerrados pueden tener objetos especiales de inversión e integrar el patrimonio con
conjuntos homogéneos o análogos de bienes reales o personales, o derechos
creditorios con garantías reales o sin ellas.
Los especializados invierten en una determinada categoría de activos (mínimo 75% de
su haber).
Esto puede manifestarse por su denominación y/o por una referencia a su objeto.
Entre los FCI especializados cabe mencionar dos clases creadas especialmente por la
CNV:
• Los Fondos Comunes de Inversión Cerrados para el financiamiento de micro,
pequeñas y medianas empresas (MIPyMEs) – RG 519 - destinados a la
adquisición de valores emitidos por aquellas.
• Fondos Comunes de Inversión Abiertos para PyMEs – RG 534 - destinados a
invertir en activos que compongan el objeto especial de inversión, como ser
valores negociables emitidos por PYMEs, incluidos cheques de pago diferido.
• La historia:
Invertían la mayor parte de su patrimonio en depósitos a plazo y en otros
activos cuya renta se devengaba. Su rendimiento estaba entre el de una caja
de ahorro y un depósito a plazo a 30 días. Convenientes para mantener
excedentes transitorios de individuos y empresas.
Con el tiempo se les fijó un “encaje” o “margen de liquidez” y se limitó la vida
media de su cartera, el plazo de los instrumentos y el porcentaje de
participación por cuotapartista (al 15% del patrimonio), entre otras medidas;
apuntando a reforzar su capacidad de atención de los rescates.
Afrontaron la crisis 2001/2002 (pesificación, reprogramación de los depósitos y
default de la deuda pública y su canje), … tema aparte.
• La actualidad:
Siempre monitoreados por la CNV y por el BCRA, retomaron impulso post crisis.
La normativa evolucionó. Hoy solo pueden tener una muy baja proporción de
activos valuados a devengamiento (máximo 30% del patrimonio) con un
margen de liquidez mínimo del 80% sobre aquellos activos, integrable en
cuentas corrientes abiertas en el BCRA.
El resto del patrimonio debe invertirse en activos valuados “a mercado” con
vencimiento no superior a los 270 días. Entre otras restricciones, la vida
promedio ponderada de los activos a devengamiento no puede superar 35 días
y el plazo máximo de cada instrumento a devengamiento es de 95 días.
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En la práctica su rendimiento conserva las características originales. Aquellos
activos “a mercado”, como Lebacs, Nobacs, cheques de pago diferido,
determinados fideicomisos financieros, etc., si bien tienen negociación
habilitada, la misma no se produce como para “marcar precio”, devengándose
su TIR.
• Fondos Inmobiliarios:
Son los fondos cerrados cuyo patrimonio puede estar integrado por derechos
sobre inmuebles, créditos hipotecarios y derechos de anticresis constituidos
sobre inmuebles.
Complementariamente pueden invertir en los activos “financieros” admitidos
por la ley 24.083.
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del comportamiento de estos últimos. En caso de pérdidas, el patrimonio del fondo no
cae por debajo del valor del aporte inicial.
En la industria local tuvieron alguna difusión hasta la crisis del 2001/2002.
Reglamento de gestión.
REGLAMENTO TIPO.
Es un modelo de contrato estandarizado incluido en las Normas de la CNV que
contempla los criterios y “temperamentos” del organismo en materia de los contenidos
de un reglamento.
Su adopción es voluntaria y goza del beneficio del “trámite acelerado de aprobación”
(15 días a partir de la presentación de toda la documentación requerida para la
autorización de un FCI, de no haber observaciones).
Tiene dos partes, las cláusulas generales y las cláusulas particulares.
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(suscripción y rescate) etc., etc., hasta cualquiera otra que sea propia de su
operatoria.
Deben ser completadas para el caso específico de cada FCI, considerando que ninguna
previsión que se contemple en las mismas puede ser contraria a las Cláusulas
Generales.
Reglamento no tipo
Es un contrato que se redacta para cada FCI en particular, siguiendo el estilo de su
creador, pero debiendo contener todos los elementos que exige la normativa.
Su aprobación corre por el trámite común de 30 días a partir de la presentación de la
totalidad de la documentación requerida, de no haber observaciones.
Es posible encontrar reglamentos no tipo que, por corresponder a una misma “familia”
de FCI administrados por una misma gerente, tienen una estructura de “plataforma
común”.
PROSPECTO DE EMISIÓN.
Es un documento básico que deben confeccionar quienes hagan oferta pública de
valores negociables, por medio del cual se dan a publicidad las características de los
mismos e información sobre sus emisores.
En su redacción debe emplearse un lenguaje fácilmente comprensible para la
generalidad de los lectores y que resulte fácil para el análisis y comprensión de su
contenido.
En el caso de FCI, la ley 20.083 lo contempla al referirse a la obligación de las gerentes
de mencionar las medidas tomadas para preservar la independencia entre los distintos
FCI que administren (art. 5) y a que la gestión debe ajustarse a los objetivos de
inversión definidos en el reglamento y enunciados detalladamente en el prospecto de
emisión correspondiente (art.6).
El Decreto 174/93 (art. 10) establece que la CNV dispondrá el contenido temático que
debe incorporarse a los prospectos de los FCI.
Las Normas de CNV establecen que es de utilización voluntaria en los FCI abiertos y
obligatoria en los FCI cerrados.
La gerente deberá prepararlo, presentarlo a la CNV, ponerlo a disposición del público y
publicarlo.
Deberá contener el texto íntegro del reglamento de gestión y otros datos relacionados
con el FCI y sus órganos.
TERCER PUNTO:
DEFINICIÓN.
La doctrina define al contrato de underwriting de distintas maneras: para algunos es
un contrato de emisión y colocación de títulos valores, de naturaleza financiera, en
virtud del cual una empresa que asume la condición de emisora de títulos valores
encarga a otra, generalmente un Banco o una entidad financiera, su colocación en el
mercado, actuando como intermediaria y pudiendo hasta garantizar la operación de ser
el caso.
Otra definición importante afirma que el underwriting es utilizado como operación
financiera para la colocación de operaciones negociables emitidas por una empresa y,
en general, títulos al portador para ser ofrecidos al público con el fin de obtener
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ingreso de fondos, adelantando el Banco los fondos que después intentará recuperar,
interesando a potenciales ahorristas en la adquisición de dichos títulos valores.
Definición interesante aportan también los que afirman que
el contrato de underwriting es aquel celebrado entre un intermediario financiero, un
"underwritter", y una sociedad emisora, por el cual la primera se obliga a prefinanciar a
la segunda, parcial o totalmente, los recursos que se obtendrían como resultado de su
colocación, garantizando su total o parcial suscripción dentro de un plazo, bajo el
compromiso de adquirir en firme el saldo de los valores no colocados en caso que al
término del plazo quedarán valores sin suscribir.
SUBTIPOS DE UNDERWRITTING.
El underwriting es un tipo de contrato moderno atípico porque no posee regulación
legal propia; en consecuencia, si tenemos que este contrato es un tipo, lo correcto
debería ser hablar de sub tipos de contratos; no obstante ello, la doctrina prefiere
llamarlos indistintamente como tipos o modalidades de underwriting.
Para un sector de la doctrina solo existen dos modalidades: "en firme" o como prefiere
denominarlo Hundskopf Exebio "prefinanciación de emisión o adquisición a firma de
toda la emisión o el saldo" y "no en firme" o como lo denomina el mismo autor "simple
colocación de títulos con adelanto de fondos pero sin asumir riesgo alguno". El citado
autor considera la segunda no es una modalidad de underwriting, pues se trataría de
un simple contrato de corretaje o comisión mercantil.
Ahora bien, dejando aclarado lo anterior, es necesario precisar que existen varios sub
tipos mediante los cuales una entidad financiera puede colocar en el mercado la
emisión de títulos; así tenemos:
• Colocación en firme.
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En este sub tipo de colocación, la entidad financiera realiza el pago de la emisión total
en forma inmediata a la empresa emisora, y luego, ésta se encarga de colocar los
títulos en el mercado por su cuenta y riesgo, es decir, financia directamente al emisor.
Esta modalidad se caracteriza i) por que el underwritter asume el máximo riesgo y ir)
por que constituye la forma más favorable para la empresa emisora.
• Colocación no firme.
Bajo esta modalidad el underwritter se obliga a colocar en el mercado los títulos, pero
por cuenta y riesgo del emisor.
Este sub tipo es el más discutido a nivel doctrinario, pues un sector considera que si no
existe prefinanciamiento conjunto, estaríamos ante un contrato de corretaje o de
comisión mercantil.
• Colocación garantizada.
Con este sub tipo de colocación, el underwritter garantiza que la colocación se hará en
un plazo determinado y de no ser así, él mismo suscribirá las acciones o títulos no
vendidos.
Este caso se presenta cuando la empresa emisora quiere asegurarse la suscripción
total de la emisión, para ello se establece en el contrato la obligación
del underwritter de comprar los títulos o acciones remanentes, una vez terminado el
plazo del convenio.
• Colocación al mejor esfuerzo.
Los autores también lo llaman "del mejor esfuerzo", "en base a mayores esfuerzos" o
"en base de mayores esfuerzos", sea cualquiera de las formas como se le denomine
son lo mismo.
Mediante este sub tipo de colocación el underwritter se compromete únicamente a
realizar su mejor o mayor esfuerzo para lograr colocar los valores o acciones en el
mercado, dentro de un plazo determinado.
Aquí es importante destacar que el riesgo lo asume la empresa emisora, quien no
requiere de la capacidad financiera del underwritter sino de su experiencia
y conocimiento que este último pueda tener en el mercado de valores.
• Colocación de todo o nada.
Esta modalidad se subsume dentro de la colocación al mejor esfuerzo. Mediante esta
colocación lo que el underwritter realiza es buscar promesas de posibles clientes para
colocar la emisión dentro de un plazo determinado.
Aquí, lo interesante es que si se logran colocar el total, ésta se lanza al mercado; en
caso contrario la emisión no se realiza.
PARTES CONTRATANTES.
El contrato de underwriting es bilateral; por lo tanto las partes que intervienen son, de
una parte la empresa emisora y por otro lado el banco de inversión (underwritter).
• La empresa emisora.
Es aquella que busca obtener financiamiento a través de la venta de títulos valores al
público.
• Banco de inversión.
Es aquella entidad especializada en la intermediación de los títulos valores,
cuya función principal "es la asunción del riesgo del mercado y garantizar a la empresa
emisora los recursos convenidos al colocar o no la emisión en el público".
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• Derechos y Obligaciones del Emisor.
Derechos:
- Recibir del underwritter la información relacionada con su experiencia,
especialidad y solvencia.
- Recibir del underwritter una efectiva acción para lograr la autorización
administrativa necesaria para llevar a cabo la operación.
- Hacer que se respete el precio estipulado en la oferta y exigirle a la colocadora
el pago de lo convenido. Al respecto, cabe precisar que si
el underwritter obtiene un mejor precio en la colocación, la diferencia será
suya.
Obligaciones:
- Informar al underwritter todo lo relacionado con la emisión.
- Notificar al underwritter sobre cualquier modificación que se haya producido
desde que se realizó la oferta.
- No vender ninguno de los títulos y valores durante el período acordado para la
operación.
- No contratar con ninguna otra colocadora mientras el contrato
de underwriting se encuentre vigente.
- Pagar la comisión de administración al underwriting.
• Derechos y Obligaciones del underwritter.
Derechos:
- Obtener de la empresa emisora toda la información y documentación pertinente
para poder realizar satisfactoriamente su función de intermediaria.
- Hacer cumplir el precio y demás condiciones estipuladas en el contrato.
- Solicitar a la empresa emisora el reintegro de los gastos efectuados por su cuenta
para el efecto de la colocación.
Obligaciones:
- Realizar las gestiones necesarias para la obtención de la autorización
administrativa necesarias.
- Realizar las gestiones necesarias en el mercado de valores, con la finalidad de
lograr la colocación de los títulos valores que se le han confiado como
intermediario.
- Mantener el precio de la colocación y sus condiciones por el plazo convenido,
una vez que haya realizado la función de intermediación y ofrecido los títulos
valores a los inversionistas.
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