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Instituto Superior de Formación Docente N ° 19

Profesorado de Educación Inicial

Materia: Campo de la Práctica IV

Curso: 4to 2da

Cierre del Campo de la Práctica IV

Según Alliaud antiguamente los profesores tenían que actuar dentro y fuera de la escuela
de una manera especial. Aprendieron a ser docentes no solo escuchando sino también
imitando. Sobre ellos se pensaba que contaban con buenos modales, valores de alguien
educado correctamente, hábitos, ciertas concepciones del mundo, un acervo cultural, que
mantenían una distancia que generaba respeto y su influencia llegaba a las familias de los
alumnos también. Se dice que los que aprenden no sólo asimilan sino que producen con
eso, realizan. Los que aprenden imaginan, inventan y traducen. Los que aprenden no deben
quedarse estáticos, deben hacer… usar el lenguaje del otro, tomar ideas o palabras
prestadas y respetar a su vez su propia sensibilidad, capacidad, potencia y producción. El
encuentro con el otro les permite llegar a ser. Los que están aprendiendo deben entender
que saben y no solo anclarse y pensar en lo que no saben.

Los maestros son quienes se imponen en una relación donde ejercen la “dominación”. Los
maestros son también productores de enseñanza y no simples reproductores. Cuando un
docente imita o copia debe hacerlo con un propósito y para lograr mejorar verdaderamente.
Los maestros no solo deben enseñar sino aceptar que no saben todo, que deben seguir
aprendiendo y estudiando y que no son perfectos. Los maestros tienen algo importante para
contar, tratan de que los otros hablen sobre eso que se enseña y a la vez mencionan como
son o que hacen y tratan de encontrar rápidamente una vía de comunicación con el alumno.
Los modelos aportan a la formación y educación de otros. Así se entiende que copiar o
imitar son una acción activa y no pasiva, donde se produce la creación y se dice lo propio
con palabras de otro. Los maestros se muestran como no ejemplares, con una imagen real
contando lo que hizo y hace y lo que le falta por hacer ya que no está hecho del todo. El que
enseña puede mostrarse inmaduro y maduro a la vez, conciliando aspectos como también
mostrando lo que sabe y lo que no sabe, lo bruto con lo sabio, el orden con el desorden y
así concilia su parte ya formada con la que le falta por formarse. De esta manera también se
puede acercar más al otro, dando de su libertad, haciéndolo más cercano y diferente
alguien a quien brindarle autonomía.

En las instituciones donde hay maestros para imitar es importante lograr imitar y copiar lo
que realizan y cómo actúan cuando encuentran soluciones a los problemas que se generan
en su hacer y en su decir. Es sumamente recomendado acceder a buenos libros, buenas
obras y buenos maestros para realizar obras propias. “Los grandes maestros que rompen
las reglas generan músicos más libres”. Para ser una docente feliz quiero crear mi propio
estilo, ser fiel a mi misma, quiero formar a otros y darles autonomía y libertad, lograrlo
conociendo y manejando muy bien el Diseño Curricular y los marcos teóricos, quiero tener
autoridad para enseñar y mantener la paz, para aportar mi granito de arena a esa lucecita
que hay encendida en cada niño, quiero tener manejo de los recursos, sobre las
intervenciones saber cuales sirven cuando, como y para qué, quiero tener energía para
trabajar cada dia con ganas y transmitirlas a los niños siempre logrando una clase en la
que de verdad tengan ganas de aprender y participar como nunca. Quiero detenerme aquí
para hacer una aclaración porque si, yo aprendí estos cuatro años de personas maravillosas
en el instituto. Algunos momentos fueron en la virtualidad y otros de manera presencial.
Cada momento tuvo sus ventajas como poder tener muchos momentos para leer y escribir
en el primer caso y como estar con modelos frente a frente en el segundo que transmitían
todo lo que el alumno necesitaba. Cada persona me dejó algo, sus métodos de enseñanza,
sus gestos, sus tonos de voz, sus risas, sus movimientos en la clase, sus ideas sobre el
jardín, el uso de recursos, la forma correcta de estudiar o leer y la de comprender eso que
se lee y mucho más. El acompañamiento fue infinito y por eso hoy estamos en este punto,
algunas a punto de ser profesoras en el nivel inicial. Este capítulo me llega en lo personal
porque cada palabra es sumamente conmovedora… Me recuerdo en las prácticas siendo yo
misma, aceptando que me evalúan , que cambian mis planificaciones…. cara a cara con
niños y niñas y tratando de darles lo mejor: LOS MATERIALES, LAS ENSEÑANZAS,
RISAS, EL BUEN TRATO, TRATAR DE QUE APRENDAN A SER MEJORES
COMPAÑEROS Y A LLEVARSE BIEN.. Yo no fui perfecta pero creo que fui lo que
necesitaban que fuera, yo fui su profesora y no la de otros niños, los ayudé y acompañé en
ese corto tiempo para mi… porque disfruté mucho, mucho, mucho asistir al jardín. Absorber
de todos mis modelos fue por supuesto algo imprescindible, algunos modelos en el instituto,
otros en los jardines y también en la vida misma. Creo que crecí en lo personal
inmensamente y como docente también aunque quizás solo algunas de mis compañeras se
dieron cuenta ya que no vinieron a verme en las segundas prácticas desde el instituto. Me
importa ahora el haber compartido, aprendido, formado vínculos. Mi fe también creció este
año y me va a acompañar en este camino docente porque me di cuenta en las prácticas que
lo que me falta aún es creer más en mis ideas y propuestas y en hacerlas escuchar para
que sean valoradas. Creo firmemente que lo vivido no fue un pasar a rendir por pasar sino
que dejó huellas en todos y por eso mi misión fue y será en un futuro que siempre sea una
huella feliz…Agradezco mucho todo el acompañamiento de corazón.

Bibliografía

Alliaud, A. y Antelo, E. (2009): Los gajes del oficio. Enseñanza, pedagogía y formación. –
1era ed. – Buenos Aires: Aique Grupo Editor. CAPÍTULO 4: La maestra modelo y el modelo
de maestra.

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