Está en la página 1de 21

CAPÍTULO XVII

HÁBEAS CORPUS

El hábeas corpus es uno de los institutos jurídicos más antiguos;


pueden rastrearse antecedentes en el derecho romano y anglosajón, así
como en la antigua legislación española. Su denominación -de origen
latino- significa .. tienes tu cuerpo".
Se trata de un remedio constitucional para asegurar el derecho a
la libertad ambulatoria o personal (arts. 14, CN, y 22, Constitución de
la Provincia de Buenos Aires) contra detenciones ilegítimas, abusivas
o arbitrarias. En realidad es una garantía, es decir un mecanismo de
protección o tutela para hacer efectivo el mentado derecho.
Si bien en nuestro país se comenzó a legislar al respecto desde
los inicios de la emancipación, la Constitución Nacional de 1853 no
lo consagró de manera expresa, mas se entendió que surgía implícita-
mente de los arts. 18 y 33.
La reforma de 1994 de la Constitución Nacional lo contempló en
el capítulo destinado a los nuevos derechos y garantías. Así, el art. 43,
último párrafo, establece: ..Hábeas corpus. Cuando el derecho lesiona-
do, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso
de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en
el de desaparición forzada de personas, la acción de hábeas corpus po-
drá ser interpuesta por el afectado o por cualquie1:a en su favor y el juez
resolverá de inmediato, aun durante la vigencia· del estado de sitio".
Lo propio ha hecho el constituyente de la provincia de Buenos
Aires al reformar la Constitución en 1994. En una norma similar a la
nacional pero más minuciosa, se consagró esta garantía individual en
los siguientes términos: "Hábeas corpus. Toda persona que de modo
actual o inminente, sufra en forma ilegal o arbitraria, cualquier tipo
de restricción o amenaza en su libe11ad personal, podrá ejercer la ga-
rantía de hábeas corpus recurriendo ante cualquier juez.
314 OTROS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

Igualmente se procederá en caso de agravamiento arbitrario de las


condiciones de su detención legal o en el de desaparición forzada de
personas.
La presentación no requerirá formalidad alguna y podrá realizar-
se por sí misma o a través de terceros, aun sin mandato.
El juez con conocimiento de los hechos y de resultar procedente.
hará cesar inmediatamente y dentro de las veinticuatro horas, la res-
tricción, amenaza o agravamiento, aun durante la vigencia del estado
de sitio. Incurrirá en falta grave el juez o funcionario que no cumpliere
con las disposiciones precedentes" (art. 20.1 ).
Cabe destacar que conforme las previsiones del art. 5, CN, las
provincias pueden ampliar el alcance de las garantías pero no res-
tringirlo.
También diversos tratados internacionales de jerarquía constitu-
cional (art. 75, inc. 22, CN) aluden a un recurso sencillo y rápido que
permita a todo individuo ejercer su derecho a que la legalidad del arres-
to sea revisado judicialmente (arts. 8 y 9, Declaración Universal de De-
rechos Humanos; art. XXV, Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre; art. 9, inc. 4, Pacto Internacional de Derechos Ci-
viles y Políticos ; art. 7, inc. 6, y art. 25, Convención Americana sobre
Derechos Humanos) .
Se ha caracterizado al hábeas corpus como el remedio jurídico que
tiene toda persona que ha sido privada o restring1da en su libertad por
una orden arbitraria o ilega l. a fin de que la disposición coactiva cese
de manera inmediata (Linares Quintana). Vázquez Rossi ( 1997, 11,
ps. 270-271) señala que tiene por finalidad específica lo atinente a ha-
cer cesar, prevenir o morigerar toda privación de libertad que aparez-
ca apartada de fundamentos legales. Se trata - según el citado autor-
de un medio autónomo, informal y sumario que opera de una manera
preventiva ante una situación de amenaza o riesgo cierto, como repa-
ración de la privación de libertad ya concretada o corno morigeración
de las condiciones en las que la detención se cumple.
La ley 23.098 establece que e l capítulo primero de la misma ten-
drá vigencia en todo el territorio de la Nación, señalando que ello no
obstará a la aplicación de las constituciones de provincia o de leyes
dictadas en su consecuencia, cuando se considere que las mismas otor-
gan protección más eficiente de los derechos a que se refiere la ley
(art. 1). Ese capítulo primero e-s e l que contiene las disposiciones ge-
nerales, concernientes a la jurisdicc ión, la procedencia, la legitimaci ón.
la inconstitucionalidad de normas y las impugnaciones.

111111
HÁBEAS CORPUS
315

No obstante lo expuesto. el Tribunal de Casación Penal de la Pro-


vincia de Buenos Aires ha sostenido que "la ley de la Nación 23.098
resulta inaplicable en el ámbito provincial, toda vez que es de Ja esen-
cia del sistema federal argentino que las provincias se den sus propias
instituciones procesales y se rijan por ellas. Esta conclusión no cede
por tratarse de una ley a la que pued_a asignarse la finalidad de regla-
mentar uniformemente la protección de la libertad que asegura la Cons-
titución Nacional, habida cuenta de que con idéntica fundamentación
correspondería al Congreso reglamentar la inviolabilidad de la propie-
dad, la igualdad ante la ley, la necesidad de orden judicial para ser
constituido en prisión, etc., acabando así con la autonomía que garan-
tiza a las provincias la Ley Fundamental" (sala I, res. del I 9/10/1998,
causa 14, "Campos Gorosito").
El CPP de nuestra provincia regula el hábeas corpus como uno
de los procedimientos especiales denominándolo petición, lo cual de-
nota la amplitud que le ha querido dar el legislador provincial al ins-
tituto. Sin duda, resulta correcto considerarlo una acción -así lo indi-
ca la Constitución Nacional- a través de la cual se busca hacer efectiva
la garantía tutelar de la libertad ambulatoria, de explícita raigambre
constitucional e ínsita en la dignidad de la persona humana.
Como enseña Bertolino ( 1983, p. 18), la normación pertinente al
fenómeno jurídico del hábeas corpus es atributiva y preceptiva al mis-
mo tiempo. Es atributiva, ya que consagra una posibilidad de hacer para
.
el individuo-persona, peticionar el otorgamiento de la garantía. Y es
preceptiva toda vez que prescribe la conducta tuitiva del órgano del
Estado, otorgar el hábeas corpus cuando se den las condiciones fácti-
co-jurídicas para su procedencia.

l. PROCEDENCIA

Los supuestos de aplicación del instituto bajo análisis son expues-


tos -en consonancia con las directivas constitucionales- por el art. 405
del código adjetivo. Procede la petición de hábeas corpus contra toda
acción u omisión que directa o indirectamente, de modo actual o in-
~~nente, en forma ilegal o arbitraria, causare cualquier tipo de restric-
cion o amenaza a la libertad personal.
Queda claro que la norma, por lo genérico de su redacción, con-
templa Y abarca un sinnúmero de supuestos fácticos que partiendo
de actos u omisiones de órganos estatales y de particulares impliquen

e
e

OTROS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES


316

una restricción O puesta en peligro de la libertad personal. Como se-


ñala Bertolino (2005, p. 569), las hipótesis expuestas, de un modo u
otro, siempre se reconducirán a dos; há?eas corpus repar~dor, q~e re-
media las restricciones actuales de la hbertad ambulatona, y habeas
corpus preventivo, que remedia las restricciones potenciales de dicha
libertad.
1. Un supuesto que ha sido recogido desde antiguo por la juris-
prudencia provincial es el referido a la mora en la traslación de un
detenido que es requerido por un magistrado de extraña jurisdicción.
rigiendo el convenio sobre detención y extradición de imputados o
condenados (ley nacional 20.771 y ley 8055 de la provincia de Bue-
nos Aires). Una vez que se notifique de la detención al órgano jurisdic-
cional requirente, si éste no contesta o no envía una comisión autorizada
para el traslado del detenido en los plazos fijados, deberá disponerse
la inmediata libertad de la persona y, si ello no ocurre, será proceden-
te el hábeas corpus. En este sentido, la Cámara de Apelaciones de Bahía
Blanca resolvió en un viejo faHo que: "El detenido por pedido de un
juez de extraña jurisdicción que no es conducido a su presencia den-
tro de un término prudencialmente determinado por la distancia y-los
medios de comunicación existentes entre el· lugar de la detención y el
del asiento del magistrado requirente, debe ser puesto en libertad, por
cuanto su situación, legítima en el comienzo, ha devenido ilegal" (fa-
llo del 5/2/1969, JA Reseñas, 1970, p. 136, nro. 30, cit. por Bertolino,
1983, p. 72) .
. 2. _También procede este remedio en los casos de agravamiento
arbitr_ano de las condiciones de detención legal. Esto es ¡0 que en
d~ctr_ma ~e cono~e co1:10 h~bea~ corpus correctivo, que comprende
t1atos ~ t1aslados mdeb1dos mfendos a personas detenidas legalmente
(Bertolmo . ' 1981·' ps · 68-69) · p or caso,
, e1 traslado de un detenido · de
ubnl a unidad carcelaria a otra muy alejada, sin que exista razón atendí-
e para ello y que lo perJ· udi'qu · • ..
&
de1ensor, afecte su derecho de d & .• •e por 1mpos1b1htar el contacto con su
, •
,· . . .. . eiensa s1 el proceso está en tramite Y·
as11111smo, d1f1culte sus relaciones familiares.
Encuadran en este supt •t d . . . .
d d t •, · . · •es O e agravamiento de las cond1c1ones
e e enc1on todo accionar ·1rb't . .
1 rano . . . .
.
censure correspondenc ·. ' ·. . que. 11np1da las visitas
· · íntnnas,
.
..., . 'ª•
0 prov,s1on de alimentación s·requtsas VeJatonas,
·
falta de atención médica
l
peculiar y lamentable realidad . an~ ~ en cant1d~~ suficiente. Dada .ª
tra provine·. , . . de la superpoblac1on carcelaria en nues-
1a, este remedio tiene fr . . d
tenidos haci·nados . , ecuente aphcac1ón respecto de e-
en com1sanas.
HÁBEAS CORPUS
317

No puede dejar de menc~o_narse por su trascendencia lo resuelto


por la C_o,rte Suprema de !usttcia de la Nación el 3 de mayo de 2005
en relac1on con los d~temdos de la provincia de Buenos Aires ("Re-
curso de hecho deducido por el CELS en la causa Verbitsky, Horacio
s/ hábeas corpus"). En dicho decisorio el Alto Tribunal dispuso, entre
otras medid~s, hacer ces~r la -~etención en comisarías de menores y
enfermos, ast como toda s1tuac1on de agravamiento de la detención que
importe un trato cruel, inhumano o degradante. También declaró que
las Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos de las Naciones
Unidas, recogidas por la ley nacional 24.660, configuran las pautas
fundamentales a las que debe adecuarse toda detención. La Suprema
Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, días después, dic-
tó resolución en cumplimiento de lo dispuesto por la Corte Federal
(11/5/2005, P. 83.909).
3. Otra hipótesis contemplada por la norma procesal, que repite
lo enunciado por las disposiciones constitucionales, es la de desapari-
ción forzada de personas, que si bien tiene un alcance amplio con la
finalidad de hallar a la persona que es privada ilegalmente de su liber-
tad, refiere inequívocamente al trágico período de nuestra historia
durante la represión ilegal del terrorismo en que se acuñó el término
desaparecido con un alcance específico, que alude de manera eufemís-
tica a alguien secuestrado por grupos de las Fuerzas Armadas o de se-
guridad al margen de la legalidad y que presuntamente fue asesinado,
sin que se encuentre el cuerpo.
4. La ley 13.252 (BO del 7/12/2004) introdujo dos modificacio-
nes sustanciales a la regulación de la petición de hábeas corpus, reto-
mando la tradición del Código Jofré. En efecto, por un lado se descri-
ben distintos supuestos en los que puede atacarse una detención o
prisión preventiva ilegal o arbitraria, en una enumeración que sólo es
ejemplificativa y no taxativa (cfr. SCBA, 1963-111-530), pues toda si-
tuación que encuadre dentro del parámetro constitucional de afecta-
ción ilegal de )a libertad podrá ser remediada por el instituto bajo aná-
lisis, funcionando la tutela judicial efectiva. De esta manera, el hábeas
corpus funcioná como excepción en la mayoría de los casos.
Así se contempla: a) la afectación del principio n_e bis in i~em al
referirse a la pretensión de imputar dos -veces el mismo deltto, en
sintonía con la previsión del art. 29 de la Constitución provincial Y
diversos tratados internacionales de jerarquía constitucional (inc. 1);
b) cuando la persona afectada se encuentre amparada por una ley de
amnistía o un indulto (inc. 2); c) en tos casos en que prima facie apa-

h
OTROS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
318

rece prescripta la acción o la pena, lo q~: luego se_ de?erá resolver


. ·t' vamente al contar con la informac1on necesaria (me. 3); d) en
d ef 1111 1 . I d . ,,
materia contravencional cuando la ley no autoriza a etenc1on por no
prever la fio-ura en cuestión pena de arresto (inc. 4); e) cuando proce-
da la excar;elación o eximición de prisión en cualquier etapa del pro-
ceso y se le haya negado al i~put~~o ese de~echo (i~c. 5); f) en _l?s
casos en que se mantenga la pnvac1on de la libertad sm presentac,on
o puesta a disposición de la autoridad judicial competente, es decir
agente fiscal o juez de Garantías, lo que deberá ocurrir inmediatamen-
te (inc. 6).
5. La otra modificación importante es la referente a la impugna-
ción del auto de prisión preventiva mediante la petición de hábeas
corpus, manteniéndose la facultad de atacarlo mediante el recurso de
apelación, en ambos casos ante la Cámara de Garantías (arts. 164 y 405
CPP, ley 13.252). Se establece que especialmente procederá la peti-
ción de hábeas corpus cuando la prisión preventiva no respete dispo-
siciones constitucionales o aquellas que regulan la materia en el Códi-
go o no emanen de autoridad competente. Esta última disposición
guardaba relación con la referencia a toda orden de detención, además
de la prisión preventiva, lo que fue vetado por el Poder Ejecutivo
mediante el decreto 2749.
Según el mensaje que acompaña el proyecto legislativo, la rele-
vancia del mecanismo incorporado estriba en que la prisión preventi-
va que no fuera impugnada tempestivamente o fuera rechazada su
impugnación. no tenía forma de control posterior en cuanto a su méri-
to, por caso ante un cambio de la situación por la obtención de elemen-
tos de descargo, desde que la excarcelación sólo incluye como mate-
ria de agravio la inexistencia de peligros procesales. Por Jo expuesto,
aun cuando el auto de prisión preventiva hubiera sido confirmado an-
tes p~r la alz~da, sería procedente la posterior petición de hábeas cor-
pus s1 aparecieren nuevos elementos en sentido desincriminador.
Corresponde destacar que expresamente se prevé la competenc ia
d~ la Cámara de Garantías para resolver en un hábeas corpus promo-
v~do cor~t!·a el auto ~e. prisión preventiva dictado por un juez o tribu-
nal,_ deb1e~~ose remrt1r a la alzada los antecedentes de Jo actuado Y
copia certrf1cada de la resolución impugnada dentro de las veinticua-
tro_ h~r~as de req~e_r~dos (ai\ 406, segundo párrafo, ley J 3.. 252, CPP).
Asimis~o, la pet1c1on debera contener, bajo s;mción de inadmisibilidad,
los motrvos de agravio en que se sustenta, requisito exigible en cual-

l
HÁBEAS CORPUS
319

quier presentación que cuestione una decisión emanada de un óroano


judicial (art. 407'. ú_ltimo ~árrafo, ley 13.252, CPP). r:,

Este procednrnento tiende a lograr mayor celeridad en la revisión


de los autos de prisión preventiva, lo que no se logra con el recurso de
apelación; sin embargo, se nos ocurre que los plazos pueden resultar
muy exiguos cuando la Cámara deba analizar causas complejas o vo-
luminosas o con muchos imputados, por lo que creemos que hubiera
sido preferible una solución intermedia con el diseño de un procedi-
miento especial que contemple la resolución en un plazo breve (v.gr.
tres días). No obstante ello, cabe recordar que persiste la posibilidad
de deducir recurso de apelación contra la prisión preventiva, mecanis-
mo que podrá elegir la defensa si pretende una discusión más amplia
y un análisis más detenido y profundo por parte de la alzada.
La C,1mara deberá establecer si en el caso se dan los presupues-
tos para el dictado de la prisión preventiva, los requisitos que debe
contener dicho auto e, ingresando al fondo del asunto, si existen ele-
mentos para tener por justificada la existencia del delito, así como la
autoría o participación responsable del imputado en el mismo grado
de probabilidad, y si el encuadre legal resulta adecuado.
El hábeas corpus contra el auto de prisión preventiva proceden1
hasta la iniciación de la audiencia de debate (art. 405. in ftne, ley
13.252, CPP). Esta limitación temporal es justificada en el mensaje que
acompaña el proyecto con el argumento de que iniciado el debate, en
virtud del poder disciplinario del tribunal de juicio, tendría potestades
para el encierro de aquella persona de que pueda presumirse fuga u
obstrucción a la justicia; y luego de la audiencia oral, ya no tendría
sentido discutir sobre el mérito de una medida establecida por elemen-
tos convictivos sumariales cuando existe la resolución más acabada del
caso, rnerituada con la prueba producida en plenario oral. Creernos que
la solución aparece correcta en tanto la alzada podrá resolver con co-
pias de las constancias pertinentes de la causa, por lo que el juicio oral
no se vería entorpecido en caso de que la presentación hubiera sido
efectuada poco tiempo antes de la iniciación del debate.
6. Respecto de quien produce la acción u omisión lesiva de la li-
bertad ambulatoria, puede ser un particular o un agente estatal.
En cuanto a los actos jurisdiccionales. el Tribunal de Casación
P_e}ial de la Provincia había resuelto que no procedía contra la priva-
cion de libertad displ1esta por un juez competente: que el remedio es-
taba destinado, en principio, a enjuiciar las detenciones arbitrarias o

320 OTROS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

ilegítimas provenientes de autoridades a~ministrativas Yque la impug-


nación de la orden de detención impartida en el curso de un proceso
penal debía hacerse a través del recurso de apelación (sala 111, sent.
del 20/2/2001, causa 4928, "Cerrudo"; sala I, sen t. del 1/8/2001, cau-
sa 7729, "Quiroga"; sala I, res. del 8/10/1998, causa 9, "Beltrán", res.
del 30/5/2000, causas 723 y 742, "Bustamante y ot,ros"; sala 11, sent.
del 29/2/2000, causa 2693, "Patarnokas").
Si bien se nos ocun-e que con la regulación anterior, en cuyo marco
se dictaron los pronunciamientos a que aludiéramos antes, se debía en-
tender que en principio el hábeas corpus sólo procedía contra actos de
autoridades administrativas, no debía descartarse la posibilidad de acu-
dir a este remedio en casos de detenciones judiciales si no se podía
recurrir a otro medio más idóneo para garantizar la elevada finalidad
constitucional implicada. Naturalmente que conforme la nueva regu-
lación legal, la posibilidad de atacar por esta vía sumarísima los actos
de jueces deja de ser excepcional. .
El campo de aplicación del instituto no siempre tendrá que ver
con la materia estrictamente penal, dada la amplitud de la regulación
constitucional y legal. Por caso, se ha considerado procedente la ac-
ción de hábeas corpus en el marco· de la ley 23.098 si el afectado se
vio privado del derecho constitucional que asegura la libertad ambu-
latoria al no poder salir del país por carecer del pasaporte, demorado
por trámites internos. En el caso, se hizo lugar a la acción deducida
ordenándose a la Policía Federal y al Registro Nacional de las Perso-
nas resolver el pedido dentro de los cinco días hábiles (C. Nac. Crirn.
Y Corr., sala I, 16/5/2001, "D.D.M.", Suplemento de Jurisprudencia
Penal de La Ley, 6/7/2001 , ps. 18 y ss.) .
. , Final_mente cabe destacar que por mandato constitucional la peti-
cion podra ~~rmularse y deberá ser resuelta aun durante la vigencia del
e~~ado de sit_io. Ello, en virtud de que declarado tal estado de excep-
c'.~n, el p,residente de la Nación posee facultades para arrestar perso-
~a~ o trasladarlas _de un punto a otro del país, si ellas no prefiriesen
salir fue!·ª ?el territorio nacional (art. 23, CN). Como corresponde en
una .republ1ca que se precie · de taI deben existir
. . controles aun en st·-
tuac1ones de emergencia · •t· ·
.
' E' -
ms 1tuc1onal, y las decisiones del Poder Je
cutivo ~ue af:ct~n_ Ia libertad física de los habitantes deberán poder
ser revisadas JUdtcialm t fi d o
b . . en e a m e controlar que no se ha00 a un us
ar 1trano caprich · . 1
,d '. oso, 1rrazonable o abusivo de las mencionadas facu -
ta es tendientes a con1·u 1 . • . ta-
.
que exterior. rar os supuestos de conmoción intenor O ª

e
HÁBEAS CORPUS
321
11. COMPETENCIA

La Constitución provincial establece que en el presente remed·


. 1 • 10
se podrá ~~curnr ante ._cua, quier j_ue~. ~l ~rt. 406, CPP, dice que podrá
ejercerse ante cualquier organo JUnsd1cc1onal de la Provincia". En los
casos en que se formule ante un tribunal colegiado será sustanciado
por cualquiera de sus miembros. La ley 13.252 había incorporado al
mentado art. 406 la exigencia de que el órgano jurisdiccional debía
tener competencia penal, lo que fue vetado por el Poder Ejecutivo por
contrariar el texto constitucional de la provincia.
La referencia a cualquier juez u órgano jurisdiccional, sin men-
cionar la incumbencia del magistrado, permite que pueda acudirse a
un juez letrado de cualquier fuero que no tenga competencia estricta-
mente penal. Ello permitirá en casos excepcionales, y en razón de la
extensión territorial de la provincia, lograr una tutela judicial efectiva.
Desde luego que siempre será preferible -de ser posible- la interven-
ción de un juez penal por razones de especialidad. En este sentido se
pronuncia Hortel ( 1998, p. 560) al señalar la conveniencia de la inter-
posición del remedio ante los jueces de Paz de cada distrito cuando
exista imposibilidad material de recurrir ante un juez del fuero penal
por razones de distancia o urgencia.
Ahora bien, creemos que la referencia a cualquier juez no impli-
ca que se pueda acudir en forma originaria a cualquier instancia, pues
en tal caso se alteraría el sistema de recursos en desmedro -incluso-
del propio afectado que tendría menos posibilidades de revisión ante
una decisión adversa a sus intereses. Por ello, si lo que se cuestiona es
una acción u omisión de un órgano administrativo, la petición deberá
ser efectuada a un magistrado de primera o única instancia para pre-
servar la garantía de la doble instancia.
En cambio, si el acto presuntamente lesivo proviene de un órga-
no jurisdiccional, la propia lógica de la estructura organizativa,. a~n
cuando no se trate de un esquema jerarquizado como el del M•~•s-
terio Público, lleva a pensar que debe intervenir un órgano ~upen?r,
pues no parece razonable que un juez de igual competencia revise
las decisiones de su par. Al respecto, señala Domínguez ( 1997, P· 346)
que "si lo cuestionado es el acto de un juez, la petición de hábeas cor-
p_us debe ser efectuada ante un órgano jurisdiccional de rango su~-
nor". En igual sentido se pronuncia Bertolino (2005, P· 573-574) ci-
tando al mencionado autor. Tal interpretación se ve reforzada con la
regulación actual, al establecerse que interviene la Cámara de Garan-


OTROS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
322
, d el h·'tbeas
tias cuan o ' e co,·pus• •se promueve contra el auto de prisión
preventiva. ,
La intervención del Tribunal de Casación se produce a traves del
recurso homónimo, al establecerse que las resoluciones que deniegan
el hábeas corpus constituirán sentencias definiti~as ~ los efectos de la
interposición de fa referida impugnación extraordmana (art. 417, CPP),
tema que abordaremos más adelante.
AJ respecto, el Tribunal de Casación ha entendido que carece
de competencia para conocer de manera originaria en la acción de
hábeas corpus (sala III, sent. del 27/6/2000, causa 3950, "Parente"; sent.
del 28/2/2001, causa 5844, ··caf abrese"), aun cuando si la situación
fáctica lo impone ha resuelto fa adopción de medidas urgentes y la
directa remisión a fa jurisdicción que deba conocer (sala I, sent. del
30/5/2000, causa 3244, "Baiardi"; sent. del 22/6/2000, causa 835,
"Corbo").
Sin embargo, esa tesis restrictiva ha sido dejada de lado si se
demuestra la insuficien~ia de los mecanismos procesales ordinarios para
tutelar el derecho a fa libertad (sala I, .sent. del 28/l 0/l 999 causa 417
"C~rfetto"). Asimismo, echando mano al siempre casuis,ta y difus;
estandar de. fa gravedad
. . . institucional, el Alto Triburlal h a a b.,e rto su ..
competencia ongmana en ciertos supuestos.

lll. REQUISITOS

La legitimación activa para deducir . . . , ,,


es sumamente amplia dada 1. fa accion de habeas corpus
· · ' a naturaleza d f •
implicados. Podrá ejercerla el . . . e remedio y los valores
v' · d piop,omteresado ,, ·
es e terceros aun sin m· d · , por s1 mis mo o a tra-
. . . .' an ato (art. 407 CP
. Po, las m1srnas razone 5. . . , P).
hdad d J , · antes mencionad· • ·
e tramite, por eso el .· . . as .se impone fa informa-
te- es q 1 • . · p, mc,p,o -consatr 1•· d .
, · . ue a pet1c1ón "no reque . / t· : 0 a o constitucional men-
e l cod,go • d. · nra ormal1d·c.l d a. 1guna,,. Sin embargo.
tante, en J
ª 1et,vo
•·
menciona ,· . ,
c,e, tos datos d ~
sib'J 'd· d o posible. cuya omisión -d ·d , que ebe aportar el pre.sen-
' 1 a de la t· · , es e lueoo .
et,·c·
P 10nante· el
. pe ,c,on. Son ellos· f º - no acarrea fa inadm1-
b · • e nomb . . .
nocidos d : nom re, domicilio real d r~ Y dom1cl110 real del
c l· . e 1.ª persona en cuyo •. . . y . emas datos personales co-
u ar de quien . . iavo1 .se pet,c. . . . .
relación d I· . emane el acto denunc·· d iond, fa autondad o partl-
e as razo 1'1 o con
1 1 ·
· nes que fundament· ? es1vo; y fa sucinta
an e 1 pedido.

l
HÁBEAS CORPUS
323
La norma expone
. explícitamente
., . que el acto prestint·amente 1es1-

vo puede provenir tamb1en de particulares.
Conforme el mar~o d~ informalidad ya aludido, la petición se
puede formular cualquier dia, a cualquier hora, por escrito u oralm _
te. Si está dirigida a un juez determinado, fuera del horario de at:~-
ción de tribunales, se podrá acudir a un sistema de guardias de los
juzgados de G~rantías o presentarlo directamente en el domicilio par-
ticular del magistrado o del secretario del juzgado o tribuna]. Si no se
dirige a un juez determinado, la Cámara de Apelación y Garantías en
lo Penal, en virtud de normas prácticas dictadas por la Suprema Cor-
te, sorteará la petición entre los órganos jurisdiccionales del fuero.
En cuanto a la presentación oral, el funcionario que la reciba la-
brará acta circunstanciada, volcando la mayor cantidad de datos posi-
bles, la que será suscripta por el peticionante.
De acuerdo con las características y peculiaridades del instituto,
no se admite ninguna recusación pero el magistrado puede excusarse
si se considera inhabilitado por cualquier motivo, declarándoto así e
integrándose el tribunal en la forma que corresponda (art. 408, CPP).
Respecto de similar norma del régimen procesal anterior se ha resuel-
to que "el artículo prohíbe las recusaciones, pero de inmediato da a la
inhibición de los magistrados un carácter decisivo e irrevocable, al
establecer que 'así lo declarará' quien se sienta inhibido, sin someter
esa declaración al pronunciamiento de otros jueces" (C. 3ª La Plata,
R-II-1949-317). Es decir que los motivos de excusación son extrema-
damente amplios, en principio irrevisab]es y no rigen el trámite pre-
visto por el art. 49, CPP, desde que resulta impensable que un proce-
dimiento sumarísimo, que debe resolverse en cuestión de horas o a lo
sumo pocos días, insuma tiempo precioso en lograr la integración de-
finitiva del órgano jurisdiccional que deba intervenir.

IV. TRÁMITE

Dados los valores y derechos implicados se le re~onoce al Minis-


terio Público Fiscal la condición de parte con las mismas fac~ltades
que se les acuerda a los demás intervinientes (art. 418, CPP). Sm em-
bargo, por las peculiaridades del instituto y en punto a la celerid_a~ ~el
trámite, sólo se lo debe notificar por escrito u oralmente de l_a mtcia-
ción del proceso; en el último supuesto, dejándose constancia en los

324 OTROS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

autos, sin que sea necesario citar o notificar al agent~ fiscal para la
realización de los actos posteriores, quien deberá segutr las alternati-
vas del procedimiento sin que su ausencia o silencio afecte la validez
de los actos cumplidos.
Si la presentación, analizados .sus términos. no se rechaza in limine
por considerar que no resulta procedente el remedio desde que no se
denuncia una restricción a la libe11ad. el órgano jurisdiccional de in-
tervención debe solicitar de inmediato al presunto autor de la medida
atacada la producción de un informe escrito que contenga las razones
que fundaron el acto cuestionado, remitiendo, en su caso, las actua-
ciones labradas. Dicho informe deberá responderse en un plazo im-
prorrogable que fije el magistrado, no mayor a doce horas (art. 409,
CPP). Debe tenerse presente que no se trata de un pedido sino de
una orden. Cuando se trate del cuestionamiento de un auto de prisión
preventiva, la Cámara de Garantías deberá recibir los antecedentes del
caso y la copia certificada de la resolución impugnada dentro de las
veinticuatro horas de requeridos (art. 406, segundo párrafo, ley 13.252.
CPP).
El art. 41 O, CPP, regula lo concerniente a la orden de hábeas cor-
pus que se notifica al funcionario o particular a quien se dirige o a aquel
bajo cuya guarda o autoridad se encuentre la persona a favor de quien
ha sido expedida y que debe contener, además de la fecha, la hora de
emisión.
La ley distingue dos supuestos. El primero de ellos es el caso
en que la persona se encuentre efectivamente privada de la libertad,
por lo q~e se ordenará que la autoridad requerida, en su caso, pre-
sente d~ inmediato al detenido ante· él (presentar el "cuerpo") junto
con_el informe que prescribe el at1. 409 del ritual. Dicho informe de-
bera contener, _al_ menos, el motivo en que se funda la medida, la for-
ma ~ las cond1c1ones en que se cumple; y si se ha obrado por orden
escnta de . autoridad competente, de bera, acompanarse - ·
la misma. S1·
el. detemdo . , fue puesto a di'sp
· 0s1.·c1on
· , de otra autoridad,
. . •
deberá 111d1car-
s~ de quien se trata, por qué causa y en qué oportunidad se efectuó
dicho acto.
·El restante supuesto pr · 'tO 1 1
f ev,s ega mente es el de una persona que
sudra la,almenaza actual de privación de la Iibertad en cuyo caso se
or enara a prese t . , d I . . '
. . n ac,on e informe del art. 409 del códi o adjetivo.
Si se ignora la autorid· d ~
libertad 0 d 1 ª que detenta a la persona pnvada de su
.
los · e a. cual, emanara
. el actO Ies1vo,
· la orden estará din· °t·da a
supenores Jerarqu1cos de I· . . . , º I
a mst1tuc1on denunciada; por ejernp o,
HÁBEAS CORPUS
325
,. se conoce la secciona) policial que produJ· 0 la apreh .,
st 110 . ens1on se re-
erirá al Jefe departamental.
qu En caso de haberse requerido la presentación del detenido ant l
autoridad JU . d.teta
. 1. e 11 a d e be ser "d e 111med1ato"
· · según los términosedeª
la ley, pero como deberá ser en forma conjunta con el informe, enten-
demos que habrá que estar al plazo que se fijara para evacuar este
último. que nunca podrá ser superior a doce horas.
El órgano jurisdiccional interviniente, o alguno de sus miembros
si es colegiado, también podrá optar -si lo considera necesario- en lu-
gar de emitir la orden, por constituirse personalmente en el lugar don-
de se encuentre el restringido en su libertad, en cuyo caso podrá ex-
pedir la orden oralmente con constancia en acta. Esta práctica será
especialmente aconsejable en los supuestos en ,que se denuncien cier-
tas modalidades de agravamiento de las condiciones de detención.
Si por impedimento físico, el restringido en su libertad no pudie-
ra ser llevado en presencia del .órgano judicial, el requerido debe pre-
sentar un informe complementario, en ,el m-ismo término que le fuera
fijado, dando cuenta de la causa que impide el cumplimiento de la
orden, con estimación del. plazo en que podrá cumplirse. El órgano
interviniente decidirá si estima necesaria alguna diligencia y aun au-
torizar a un familiar o persona de confianza para que lo vea. El men-
tado impedimento físico deberá constatarse en forma fehaciente, por
lo que en caso de duda se podrá disponer la corroboración ))Oí parte
de peritos del Poder Judicial o inc1uso el magistrado podrá constituir-
se personalmente a tales fines acompañado de los expertos.
Debe tenerse presente que desde el conocimiento de la orden de
~ábeas corpus, el restringido de su libertad queda a disposici?n. del
organo que la emitió al solo efecto de la realización del procedimien-
to, Y ello es lógico para que se encuentre habilitado para disponer los
traslados que correspondan (art. 4) 1, in fine, CPP). .
, La audiencia que prescribe el art. 412, CPP, es facultativa para el
organo jurisdiccional; es decir que debe fijarla si considera que result~
necesaria. Si bien el mentado artículo señalaba que el "órgano po~ra
designar audiencia oral" y luego de la reforma de la ley 13 -252 ?ice
q~e "deberá designar audiencia oral", creemos que dicho ac_to sigue
sien?º facultativo. pues el ai1. 413, in .fine, mantuvo su redacción en el
sentido de que ello es decisión exclusiva del magi st rado Y no pu~de su-
po~erse una inadvertencia del legislador al respec!º· ~or_lo _de~as, ello
~esult? de toda lógica para evitar inútiles dispen~1os JUflS~tcc1~nal~s e
indebidas demoras, cuando la audiencia resulte mnecesana pot apare-
326 OTROS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

cer -ya a esa altura- muy clara la cuestión. Sin embargo, creemos que
si el peticionante solicita la celebración de la mentada audiencia, ella
deberá ser designada por el órgano jurisdiccional de intervención.
En caso de fijarse dicha audiencia debe citarse a los interesados,
es decir, a quien dedujo la petición, al detenido y al autor de la priva-
ción de libertad o quien ejerce la custodia; también podrá concurrir el
agente fiscal, aunque no debe ser citado y su presencia no resulta obli-
gatoria. Deberán contar con asistencia letrada cuando corresponda. es
decir, cuando smja la necesidad -conforme lo entienda el tribunal- en
razón de la naturaleza o complejidad del asunto (Hortel, 1998, p. 566).
La audiencia, que permite la inmediación del juez con todos los
involucrados en el caso, comienza con la lectura por parte del actua-
rio de la petición de hábeas corpus o del acta labrada, en el supuesto
de que la presentación haya sido oral, y los demás informes produci-
dos que se estimen convenientes. Luego se dará oportunidad a las partes
para que se pronuncien por sí o por medio de sus letrados.
Lo ocurrido deberá registrarse en un acta que deberá contener.
al menos, el nombre del juez o los jueces y demás intervinientes; la
mención sucinta de los actos que se desarrollaron; en su caso, las cons-
tancias de admisión o rechazo de la prueba ofrec.ida, con breve fun-
damento, y el día, la hora y la firma de jueces y actuarios (art. 414,
CP~. ·
Se puede disponer la producción de prueba, de oficio o a pedido
de alguno de los interesados si se estima necesario (art. 413, CPP). La
norma aclara que la producción de diligencias probatorias es decisión
exclusiva del órgano jurisdiccional, por Jo que en caso de que fuera
ofrecida por alguna de las partes, el magistrado determinará su admi-
sibilidad o rechazo de acuerdo con su utilidad o pertinencia, es decir,
en tanto sea conducente y necesaria para la dilucidación del objeto in-
vestigado, dejando constancia en acta de la fundamentación de la me-
dida. En caso de admitirse la producción de prueba, e lla se realizará
en el mismo acto, de ser posible, como podría ser tratándose de la re-
cepción de un testimonio o de la agregación de un documento. En cam-
bio, en caso de imposibilidad de continuac ión y concentración de los
actos, la audiencia podrá ser suspendida ordenándose las medidas ne-
ce~ar_ias, continuándose con la misma en un plazo que no excederá las
~emt,cuatro horas: por ejemplo, si se trata de pedir un informe o rea-
lizar una pericia.
Una vez_finalizada la recepción de la prueba se deberá dar la
palabra a los mtervinientes para que aleguen sobre la misma respetán-
HÁBEAS CORPUS
327
dose el contradictorio y, de esta manera, la causa quedará en condi-
ciones de ser resuelta.
La resolución que se dicte deberá contener: día y hora de su emi-
sión; i:n~nción de lo actu~d~; motivación de la mi sma; en Ja parte
dispos1t1va, rechazo o _aco~1m1ento de la pretensión, resolviendo lo que
corresponda; pronunctamtento sobre costas y sanciones a que hubiera
lugar; y las firmas de los jueces y el actuario (art. 415, CPP).
La normativa establece un plazo diferenciado según se haya o no
celebrado la audiencia, refiriéndose específicamente a la intervención
de un órgano colegiado.
Cuando la audiencia haya tenido lugar, el plazo para dictar la
resolución es de cuarenta y ocho horas. a contar desde su finalización.
debiendo intervenir todos los jueces que integran el tribunal. Si no
resultó necesaria la celebración de la audiencia, el plazo se reduce a
veinticuatro horas pudiendo integrarse el tribunal con sólo dos de sus
miembros, salvo en caso de discrepancia en que necesariamente inter-
vendrá el restante a fin de que concurra mayoría de opiniones.
Desde luego que tratándose de un órgano unipersonal rigen los
mismos plazos, según se haya celebrado o no la audiencia que pres-
cribe el art. 412, CPP.
La disposición contenida en el art. 4 I 6 del ritual, en cuanto esta-
blece que si se tuviere conocimiento de la probable comisión de un
delito de acción pública (v.gr. detención ilegal, incumplimiento de los
deberes de funcionario público) se ordenará extraer copia de las cons-
tancias remitiéndolas al órgano que deba intervenir (fiscalía de Instruc-
ción), creemos que resulta innecesaria ya que el deber funcional de
denunciar se encuentra consagrado en el art. 287, inc. 1, CPP. El juez
o funcionario que no cumple las disposiciones que regulan el procedi-
miento de hábeas corpus incurrirá en falta grave, debiéndose iniciar
las actuaciones que correspondan (art. 420, CPP).
Creemos que si el órgano que entiende en forma originaria es
un juez de primera o única instancia ordinaria, como juez de Garan-
tías, juez en lo Correccional. tribunal en lo Criminal o juez de Ejecu-
ción, la resolución que deniega el hábeas corpus podrá ser impugi~ada
mediante recurso de apelación ante la Cámara por causar gravame~ ,_ rr~-
parable (art. 439, CPP), ya que atento el valor implicado, el pequtcto
no puede subsanarse en una ocasión procesal posterior. Pensamos que
esta solución es la más racional y adecuada, dado que se trata de un
remedio sumarísimo y, de esta manera, se preservan en mejor medida
los principios de celeridad y economía procesal, pues la impugnación


328 OTROS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

ante el Tribunal de Casación conllevaría una evidente y considerable


demora. Por otro lado, debe recordarse io que dijimos en cuanto a ta
impugnación del auto de prisión preventiva mediante este instituto,
manteniéndose la posibilidad de deducir contra el mismo recurso de
apelación.
Ahora bien, el art. 417, CPP, dispone: "lmpugnabilidad. Las re-
soluciones que denieguen el hábeas corpus constituirán sentencias de-
finitivas a los efectos de la interposición de-1 recurso ante el Tribunal
de Casación de la Provincia". Esta vía de impugnación no es otra que
el recurso de casación disciplinado por los arts. 448 y ss. del ceremo-
nial (Tribunal de Casación Penal, sala I, res. del 8/10/1998, causa 9,
"Beltrán").
Entendemos que, conforme una interpretación sistemática y armó-
nica de las normas antes citadas y en función de la teleología del ins-
tituto bajo estudio, la sentencia definitiva que puede ser recurrida ante
el Tribunal de Casación es el pronunciamiento dictado por la Cámara
de Apelación y Garantías en lo Penal. Debemos señalar que conforme
la norma, la resolución impugnable es la que deniegue el hábeas cor-
pus, por lo que la decisión que hace lugar a la petición no sería pasible
del recurso extraordinario de casación por parte del Ministerio Públi-
co Fiscal. Por ello, el Tribunal de Casación Penal ha determinado la
improcedencia del recurso si el fallo en crisis hizo lugar a la acción
de hábeas corpus (sala I, sent. del 3/8/2000, causa 426, "Mazante").
BIBLIOGRAFÍA

AGUIRRE, Eduardo L., Delitos contra el honor. Hacia un nuevo paradig-


ma, Scotti , Avellaneda (Buenos Aires). 1999.
ALMEYRA, Miguel Á., "Juicio abreviado ¿o la vuelta al inquisitivo?", LL
1997-F-353 (nota a fallo).
ALVARADO VELLOSO, Adolfo. Introducción al estudio del derecho proce-
sal. Primera parte. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1997.
ARAGONESES ALONSO, Pedro, Proceso y derecho procesal, Aguilar, Ma-
drid, 1960.
ARES, José L. , "Consideraciones sobre las impugnaciones en el proceso
penal bonaerense", Costa Sud, nro. 6. diciembre de 2000. A.
- "¿Puede el Tribunal de juicio imponer una pena superior a la solicitada
por el fiscal?", JA, nro. especial 6558 del 8/8/2001.
- "El juicio oral penal y los medios masivos de comunicación. Aportes
para la solución de ,un conflicto de intereses", LL. año 7, nro. 5. ju-
nio de 2000, B.
- "La audiencia preliminar en el nuevo Código Procesal Penal de la
Provincia de Buenos Aires , ley 11.922", DJ del 5/11/1997.
- "Algunos aspectos de la suspensión del juicio a prueba (ley 24.316)".
Revista de Jurisprudencia Provincial Buenos Aires, año 4, nro. IO,
Rubinzal-Culzoni. Santa Fe. noviembre de 1994.
ARÉVALO. Leandro W. , ''Suspensión del juicio a prueba o pmbation ª la
criolla''. ponencia presentada en las XIV Jornadas Nacionales de De-
recho Penal, Mar del Plata, 1995. inédita.
ARSLANIÁN , León C. - BERTOLINO. Pedro J. - GENÉ. GuSlavo, "Para ~lg~-
1ios, aJustes
• .
al arllculado de 1 Co'd 1go
' p.10ces,
. ·al Penal
' de la Provincia
de Buenos Aires", JA nro. 6228 del 10/1/2000.
B
ACIGALUPO, Enrique "El proceso penal mo d,crno " · conferencia en el
. de Oral!'d ad en M ªtcria Penal ' La Plata.
eongreso Internacional 5, 6i
d . d L·
Y 7 de octubre de 1995. puhlicación del Colegio de Aboga os e ª
Plata. 1996.
BIBLIOGRAFÍA

··La protección de los derechos fundamentales por la jurisdicción cons-


titucional y por el poder judicial", Revista Canaria de Ciencias So-
ciales, nro. 1/1998 (julio).
{ BERO SANTOS, Marino, ''¿Responsabilidad penal de las personas ju-
rídicas?", Doctrina Penal, año 9, Depalma, Buenos Aires, 1986.
RISTAIN , Antonio, La pena. Retribución y las actuales concepciones
criminológicas, Depalma, Buenos Aires. 1982.
RTOLINO. Pedro J.. Código de Procedimiento Penal de la Provincia de
Buenos Aires, comentado, concordado y anotado con jurisprudencia.
Depalma, Buenos Aires, 1997, A.
·'El veredicto y la sentencia en el juicio oral penal bonaerense. Al-
go sobre su incidencia en Casación" (nota a fallo) , JUS Revista Ju-
rídica de la Provincia de Buenos Aires, nro. 9, Platense, La Plata,
1967.
Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires, comentado
y anotado con.jurisprudencia provincial, 7ª cd. actualizada, Depalma,
Buenos Aires, 2001, A.
- Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires, comentado
y anotado con jurisprudencia provincial. 8ª ed. actualizada, LcxisNe-
xis, Buenos Aires, 2005.
- "Acerca de la regla de la valoración de la prueba en el Código Proce-
sal Penal de la Provincia de Buenos Aires", JA, nro. especial 6558
del 8/8/2001, B.
- El .fimcio11-a111iento del derecho procesal penal, Depalma, Buenos Ai-
res. 1985.
- El juez. de Garantías. Dcpa\ma. Buenos Aires, 2000.
- "La última palabra concedida al procesado en el juicio oral bonaerense
y el control en casación" (nota a fallo) , LL 1994, ps. 645-650.
"Para un encuadre del proceso penal abreviado (a propósito de la ins-
trucción sumaria y el juicio abreviado incluido en el CPPN por las
leyes 24.826 y 24.825)". JA, nro. 6060 del 22/10/1997, B.
- Código Procesal Penal de la Pro vincia de Buenos Aires. Comentado
y concordado, Dcpalma. Buenos Aires, 1999.
- ''El proceso oral: sus notas esenciales". conferencia en el Congre-
so Internacional de Oralidad en Materia Penal. La Plata, 5. 6 y 7 de
octubre de 1995, publicación del Colegio de Abogados de La Plata,
1996.
- El háheas corpus en fo pro vincia de Buenos Aires, Platense, La Pla-
ta. 1983.
BIDART CAMPOS, Germán J. , "La acusación en el nuevo Código Procesal
Penal de la Nación", ED 1994-159-86-88.
BIBLIOGRAFÍA
331

•'La doble instancia en el proceso penal (La Convención Americana


sobre Derechos Humanos de San José de Costa Rica)", ED l986-118-
877-882.
BINDER, Alberto M., Introducción al derecho procesal penal, Ad-Hoc ,
Buenos Aires. I 999.
BOVINO, Alberto, "El debate en el Código Procesal Penal de la Nación".
en Problemas del derecho ¡nvcesal penal contemporáneo, Editores del
Puerto, Buenos Aires, 1998. A.
"Ingeniería de la verdad. Procedimiento penal comparado", en Pro-
blemas del derecho procesal penal contemporáneo, Editores del Puer-
to, Buenos Aires, 1998, B.
·'Imparcialidad de los jueces y causales de recusación no escritas en
el nuevo Código'-'·
Procesal Penal de la Nación". en Prohlemas del de-
recho procesal penal contemporáneo, Editores del Puerto, Buenos Ai-
res , 1998, C.
La suspensión del procedimiento penal a prueba en el Código Penal
argentino, Editores del Puerto, Buenos Aires. 2001.
BRUZZONE, Gustavo A., "Acerca de la adecuación constitucional del jui-
cio abreviado", Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal. año
IV. nro. 8, Ad-Hoc, Buenos Aires. 1998.

CAFFERATA NORES, José !.:'Impedir que el tribunal de juicio condene a


un imputado si el fiscal pidió absolución, ¿implica consagrar la dis-
ponibilidad de la acción penal pública?", LL, Suplemento de Juris-
prudencia Penal del 28/2/1997, A.
"Juicio penal abreviado", en Cuestiones actuales sobre el proceso
penal, Editores del Puerto. 1997, B.
La prueha en el proceso penal, T1 ed., Depalma, Buenos Aires, 1998.
CANDELA, Pablo A., "Aplicación judicial del art. 408 del CPPN: un lími-
te a la jurisdicción aceptado por los jueces". Cuadernos de Doctrina
y Jurisprudencia Penal, año VI, nro. 1O "C". Buenos Aires, 2000.
CANTARO, Alejandro S., ''Compatibilid_ad del procedimiento abreviado con
un proceso penal democnítico·•. JA. fase. nro. 12 del 19/6/2002.
CARRIÓ. Alejandro, Garantías constitucionales en el proceso penal. 4ª ed ..
1ª rcímpr.. Hammurahi. Buenos Aires, 2002.
CASAS, Eugenio. " La acusaciún. Algunas opiniones". Costa Sud, nro. 7.
afio IV, diciemhrc de 2001 .
CASTAÑO. José L.. ··Reforma procesal penal honaerense Y seguridad pú-
hlíca'', LL 2004-349.
CATUCC I. Sí lvina G .. Libertad de prensa. Calumnias e injurias, Ediar,
Buenos Aires , 1995.
BIBLIOGRAFÍA
332
. • ''El Ministerio Púolico Fiscal en Italia". Prudem¡
CHERUBINI. G10rg10. . a
Iun·s· nro · 53 ' diciembre de 2000.
. C ·los A·• Reformas
CHIARA DIAZ, at · .I'
al proced 11111en
' . t o pena I y a Ia oraa,¡¡
. _, . r-. -
. ,
zac1011 ed ¡ M,·I1I·•.terio Público bonaerense, Rubmzal-Culzom , Santa Fe
., •
1998. . . . IMº · . . P'bl' .,
CHICHIZ0LA, Luis M., "Criterio obJet1vo_ de m1_ster~o u 1co . Revista
de Derecho Penal 200/-/, Garantws const1tuc1011ales y nulidades
procesales /, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2001. .
CLARIÁ OLMEDO, Jorge A., Derecho procesal penal, t. II, actualizado por
Carlos Alberto Chiara Díaz. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1998.
- Derecho procesal pe11al. t. III, actualizado por Jorge Raúl Montero.
Rubinzal-Culzoni. Santa Fe. 1998.
- Tratado de derecho procesal penal. t. VI, Ediar. Buenos Aires, 1967.
CoRTÁZAR, María G.. "La cesura del juicio. El debate sobre la pena a
aplicar. ¿Un derecho del imputado?". en prensa.
CoUTURE, Eduardo J., "Las reglas de la sana crítica'', JA del 27/8/1940.
CREUS, Carlos, Derecho pe11al. Parte general. Astrea, Buenos Aires,
1992.
- Derecho penal. Parte especial, t. 1, Astrea, Buenos Aires, 1991.
- Derecho procesal penal, Astrea, Buenos Aires, 1996.

D' ALB0RA, Francisco J., Código Procesal Penal de la Nación, ley 23.984,
m~otado, comentado, co11cordado. 4ª ed., Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 1997, A.
- "¿Es posible condenar _ante el solo requerimiento del querellante?".
~L. Sup~cm~i~to de Juns_prudencia Penal. del 28/2/1997. B.
- _Subo rd macion de sentencia condenatoria al alegato fiscal " (nota a
lallo), LL l 996-A-66-69.
DARAY,_, Roberto
. R·, Códioo . I p ena l d e la Nación Pensamiento
. <"> Proc.esa
J u11d1co. Buenos Aires. 1996. ·
DARRITCHON Luis "N l'd· <l. . . .
D , . . : u I et cs-sobrcse1m1ento". JA 1998-II-84 I
E ÜLAZABAL, Julio Suspem·i,011 l I .
Aires, 1994. · · e e proceso a prueba, Astrea, Buenos
DtEZ-PrcAzo. Luis, Experiencia\· .L , /' .
Barcelona, 1973. · ./ tru teas Y teoría del derecho. Anel.
DüMÍNGUEZ Federico e 'dº p
nos Air;s. Comen;ad; tgo . ~·ocesal Penal de la Provincia de Bue-
Santa Fe, 1997. ' seccwn Juicios. ~A. VV., Rubinzal-Culzoni.

FALCONE, Roberto A "El . . .


110s de Doctrina ·): J __JUICIO por delitos de acción privada" Cuodcr-
B 111Isprudenc . p I '
. uenos Aires 20()2. ·· 'ª ena , año VIII, nro. 14. Ad-Hoc.
BIBLIOGRAFÍA
333
_ El nuevo proceso penal e11 la provincia de Buenos Aires, Ad-Hoc
Buenos Aires, 2000. '
fALCONE,_Roberto A; -. MADINA, Marcelo A. , ..Comentario a la ley 13 _
260
de re1onna . al Cod1go IProcesal Penal de la Provincia de Bt1enos. A',_
res", Revista de Derec 10 Penal y Procesal Penal, LexisNexis, nro.?,
marzo de 2005.
FENOCHIETTO, Carlos E., Código Procesal Civil y Comercial de la Pro-
vincia de Buenos Aires. come11tarios, jurisprudencia, legislm:ión, La
Rocca. Buenos Aires. 1996'.
fERRAJOLl, Luiggi. Derecho y razón. (teoría del garamismo pella[), Trotta,
Madrid, 1995.
FIERRO, Gui llcrmo J., "Comentario a los arts. 71176 del Código Penal" .
en BAIGÚN, David - ZAFFARONI, Eugenio R. (dirs.), Código Penal v
normas complemellfarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial, l. Í.
Hammurabi. Buenos Aires. 2002.
FtGUEROA, Federico G. - RABINOVICH, Osear. "Probation. Exclusión de los
funcionarios públicos por delitos cometidos en ejercicio de sus fun-
ciones". LL del 10/9/1994.
FLORIÁN, Eugenio, De las pruehas penales. ts. I y II. Temis, Bogotá. 1976.
FRAMARINO DEI MALATESTA, Nicola. Lógica de las pruebas en materia
criminal, ts. I y II, Temis, Bogotá, 1997.
FREELAND LóPEZ LECUBE. Alejandro. "La probation y la suspensión del
juicio penal a prueba' ·. LL del 30/8/1994.
FRIELE, Guillermo Enrique. ''Art. 408 del CPPN y juicio abreviado (art. 431
bis del CPPN): ¿un mismo instituto JJara dos momentos procesales
di stintos?" . Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal. año VI.
nro. l O "C" . Ad-Hoc. Buenos Aires, 2000.

GANDY, David S .. " Procedimientos orales en el sistema inglés" , conferen-


cia en el Conoreso Internacional de Oralidad en Materia Penal. La
~

Plata. 5, 6 y 7 de octubre de 1995. publicación del Colegio de Abo-


gados de La Plata, 1996.
GARCÍA , Luis M.. Juicio oral y medios de prensa, Ad-Hoc, Buenos Ai-
res, 1995.
- ··La suspensión del juicio a prueba según la doctrina Y la jurispruden-
cia" . Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal. nro. 1-2. Ad-
Hoc, Buenos Aires, 1996.
G ESTEIRA. José C .. " La audicm:ia preliminar del nuevo siSlema procesal
penal bonaerense.. , J A l 998-11-858. _
GRANILLO F ERNÁNDEZ. Héctor M .. " El Ministerio Público_ c_n E~pan~.
Argentina y otros países de Sudamérica" . Revista del lv!"~'steno ~u-
blicu Fiscal, Procuraci(m General de la Nación. nro. 2, JUiio de 19~9.

También podría gustarte