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ACTIVIDAD 1

ENSAYO

ASIGNATURA

ELECTIVA CPC

NRC 62196

PRESENTADO POR

ANGIE DANIELA PINTO GONZALEZ ID 672794

CHARLOTTE DANITZA SÁNCHEZ CORTÉS ID 391383

ANYI PAOLA ARAUJO ORDOÑEZ ID 575832

ANGELA PIEDAD CABRERA ARANA ID 671275

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

2023
ACTIVIDAD 1

ENSAYO

ASIGNATURA

ELECTIVA CPC

NRC 62196

PRESENTADO POR

ANGIE DANIELA PINTO GONZALEZ ID 672794

CHARLOTTE DANITZA SÁNCHEZ CORTÉS ID 391383

ANYI PAOLA ARAUJO ORDOÑEZ ID 575832

ANGELA PIEDAD CABRERA ARANA ID 671275

DOCENTE

PSI. SANDRA ROCIO GUERRERO TORRES

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

2023
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo, se elaboró con la intención de abordar la temática de los DSR


como una parte crucial en el desarrollo del debate global a medida que la perspectiva de los
derechos humanos ha crecido hasta cubrir la totalidad de la experiencia de la persona en la
sociedad. Estos derechos han alterado la noción tradicional de derechos humanos al
extenderse más allá de las fronteras nacionales, siendo reconocidos por acuerdos
internacionales. De esta manera, para promover una concepción más inclusiva y justa de la
dignidad humana, este ensayo examina cómo estos derechos fundamentales, que van desde
la sexualidad hasta la salud reproductiva, están conectados con la igualdad de género y las
complicadas dinámicas de poder.

En la historia del pensamiento sobre derechos humanos se ha desarrollado una


perspectiva que reconoce la totalidad de la experiencia humana, incluidas áreas que durante
mucho tiempo han estado al margen de los debates sobre derechos humanos. Un
componente esencial de la condición humana, los derechos sexuales y reproductivos, han
atraído una creciente discusión y atención a escala global. Estos derechos han ampliado la
definición de derechos humanos y alterado la forma en que se han entendido
tradicionalmente. Están respaldados por acuerdos y protocolos internacionales.

En el contexto de esta discusión, se entiende por derechos sexuales y reproductivos


aquellas libertades relacionadas con la sexualidad y la reproducción que son fundamentales
para todos, incluidos hombres y mujeres. Estos derechos cubren una variedad de temas,
incluido el acceso a la sexualidad. Un paso importante en el desarrollo de los derechos
sexuales y reproductivos ha sido el reconocimiento de estos derechos como componentes
esenciales de los derechos humanos. En el pasado, el énfasis principal ha estado en los
derechos civiles y políticos, ignorando las cuestiones relacionadas con la sexualidad y la
reproducción. Pero el Programa de Acción de El Cairo de 1994 y otros documentos
importantes señalaron un cambio hacia una comprensión más integral y abarcadora de los
derechos humanos.

Un tema importante en esta conversación es la salud reproductiva, que pretende


replantear la idea de salud en términos de reproducción. En términos de sexualidad y
reproducción, no se trata sólo de la ausencia de enfermedades sino también del bienestar
físico, mental y social. tener acceso a una vida sexual plena y libre de riesgos.

Para proteger la individualidad y el sentido de dignidad de todas las personas, se


deben proteger los derechos sexuales y reproductivos. Estos derechos abarcan una amplia
gama, desde la abolición de la violencia y la promoción de la educación sexual hasta la
reducción de la mortalidad materna y neonatal en el acceso a la atención del embarazo, el
parto y la lactancia.
LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS DESDE UNA MIRADA
SOCIAL

La sexualidad es una dimensión del ser humano fundamental durante las diferentes
etapas de su vida, en especial en la adolescencia y juventud desde el goce, el placer y el
disfrute pleno, lo cual le genera al individuo bienestar físico, mental y social. Del mismo
modo, que cada persona es preservada por diversos derechos y deberes que lo rigen en la
sociedad a nivel sexual se resalta uno de ellos, de acuerdo a las garantías de protección, sin
distinción étnica o nacional, edad, condición social, de salud, religión, preferencia,
orientación sexual, identidad de género, estado civil o cualquier otra circunstancia dentro de
los derechos y libertades del ser, las cuales el Estado tiene la obligación de promover,
respetar y proteger, garantizando los derechos sexuales de conformidad con los principios
de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad a través de políticas
públicas desde un marco de laicidad, con el fin de fomentar la autodeterminación, así como
la atención de las diversas necesidades y condiciones de vulnerabilidad social en cuanto al
ejercicio de la sexualidad. ¿Cuáles son los DSR que infieren directa e indirectamente en la
vida del ser humano?

Los derechos sexuales comenzaron a ser un tema de interés a finales de la década de


los ochenta con la epidemia del VIH/SIDA, siendo introducidos como estrategia de
negociación en la Conferencia Internacional de Población Y Desarrollo (CIPD),
garantizados en el texto final de la Declaración Y Programa de Acción de El Cairo. Sin
embargo, la discusión sobe tales derechos fue retomada en la IV conferencia mundial sobre
la mujer. A partir de ese momento, estudiosos del derecho comenzaron a refinar el
concepto. En el marco del derecho internacional, los DSR forman parte integral del derecho
a la salud, protegido por instrumentos internacionales de derechos humanos, definido en la
constitución de la OMS como un completo bienestar del individuo, no solamente la
ausencia de afecciones o enfermedades. Los derechos sexuales y reproductivos encuentran
su fundamento en los derechos humanos tradicionales tales como el derecho a la vida, la
salud, la libertad individual libre de discriminaciones, el derecho a la integridad y a no ser
sometido/a a tratos crueles e inhumanos, dentro del desarrollo humano e integral de la
persona. Los DSR implican la posibilidad para hombres y mujeres de tomar y ejercer
decisiones autónomas sobre su propio cuerpo. En otras palabras, están dirigidos a garantizar
la igualdad de derechos entre niños (as), adolescentes y adultos, en los ámbitos de la
sexualidad, con el objetivo de alcanzar el nivel máximo de bienestar en el ejercicio de la
salud sexual y reproductiva.

Según la ONU, los DSR están conformados por el derecho a la vida como principal
exponente que permite el disfrute de los demás derechos, el derecho a la integridad física,
psíquica y social, la libertad con la finalidad del ejercicio de la sexualidad de forma
recreativa, comunicativa, reproductiva respecto a las decisiones personales en torno a la
preferencia sexual, la opción de la reproducción, la elección del estado civil, la libertad de
formar una familia, el reconocimiento y aceptación de sí mismo como hombre o mujer, la
igualdad de sexo y género, el fortalecimiento de la autoestima, la autovaloración y la
autonomía, la expresión y libre ejercicio de la orientación sexual y el compañero/a sexual
dentro de la elección de tener o no relaciones sexuales de acuerdo a las actividades según
sus preferencias, el derecho a recibir información clara y oportuna con espacios que
involucren la comunicación familiar, respetando la intimidad personal, la vida privada y el
buen nombre de toda persona.

En consecuencia, su vigencia y garantía aplica a todos, desde el ámbito público


hasta el privado, es decir, desde las relaciones de pareja, la familia, la escuela, el trabajo, la
vida comunitaria y la relación con el Estado, apoyados en la capacidad de los hombres y
mujeres de disfrutar de relaciones sexuales satisfactorias con la ausencia de cualquier clase
de violencia, coacción o abuso, así como la atención en los servicios de salud con el fin de
atender y prevenir las infecciones o enfermedades de transmisión sexual que puedan afectar
el ejercicio placentero de la sexualidad.

Por otra parte, los derechos reproductivos implican la libertad de decidir libre y
responsablemente el número de hijos, la posibilidad de ser padres o madres, elegir el tipo
de familia que se quiere formar, acceder a métodos anticonceptivos seguros, aceptables y
eficaces, el derecho de la mujer a no sufrir discriminaciones o tratos desiguales por razón
del embarazo o maternidad, así como la elección de interrumpir el embarazo de manera
digna y segura según sea el caso.
Por consiguiente, los derechos sexuales y reproductivos tienen dos componentes
fundamentales como lo son la determinación reproductiva, entendida como el derecho de
todas las personas de decidir sobre la posibilidad de procrear o no, así como de conformar
su propia familia. También, la atención de la salud reproductiva, que incluye medidas para
promover una maternidad sin riesgo, tratamientos de infertilidad, acceso a métodos
anticonceptivos, así como programas de atención de cáncer uterino, de mamas y próstata,
con el beneficio del progreso científico, con el fin de regular un control autónomo y
responsable sobre las diferentes cuestiones relativas a la sexualidad y reproducción.

En conclusión, los derechos sexuales y reproductivos se fundamentan en el derecho


a decidir de manera autónoma de cómo vivir la sexualidad, con el acceso a los servicios de
salud que se requieran de forma segura con base en el cuidado de la vida, la integridad, la
autonomía, la información, la igualdad y la no discriminación. Es decir, les permite a los
seres humanos construir libremente múltiples identidades sexuales de acuerdo con sus
intereses, convicciones y proyecto de vida, como requisito para la libertad.

También se puede decir, que cuando se vulneran los DSR es importante llevar a
cabo una decisión oportuna con énfasis en disminuir su sentir y atenuar su gravedad, lo cual
es posible mediante mecanismos de sostén y acompañamiento en el proceso para aliviar la
situación, puesto que una adecuada salud sexual y reproductiva es esencial para la
liberación personal y la capacidad de llevar a cabo una vida productiva como persona.
CONCLUSIONES

La naturaleza relacional y social de los derechos sexuales y reproductivos es una


característica especial. Hombres y mujeres comparten deberes y toma de decisiones en
materia de sexualidad y reproducción. Aunque históricamente las mujeres han soportado la
mayoría de estas cargas, el punto de vista moderno reconoce la necesidad de la igualdad de
género en las decisiones sobre sexualidad y reproducción (Conferencia Internacional sobre
Población y Desarrollo en 1994).

Sin embargo, estos derechos no pueden comprenderse por separado. Están


indisolublemente ligados a roles de género y formación cultural socialmente arraigados. La
discusión y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos están influenciados por la
desigualdad de género y las dinámicas de poder. Para disfrutar plenamente de estos
derechos, es necesario eliminar obstáculos sociales, como los mitos y normas en torno a la
sexualidad y la devaluación social de lo femenino.

La capacidad de tomar decisiones independientes respecto de la sexualidad y la


reproducción depende de la privacidad. Protege contra el descubrimiento de material
sensible por parte de los jóvenes y evita que se obligue a las mujeres a tomar
anticonceptivos. Incluye también, la defensa contra el abuso, procedimientos médicos no
consentidos e infecciones de transmisión sexual. Los servicios de calidad se garantizan
teniendo acceso a las mejores condiciones de salud disponibles, teniendo en cuenta los
requisitos únicos de género, edad, etnia y zona.

Las parejas y los individuos están empoderados para tomar decisiones reflexivas
sobre el número y el espaciamiento de los hijos gracias al derecho a la planificación
familiar, requiere la aceptación de las mujeres como agentes en la toma de decisiones y
responsabilidad parental conjunta. El acceso al conocimiento y la educación fomenta la
toma de decisiones sensatas y el mantenimiento de buenas relaciones, educando a los
jóvenes sin utilizar un lenguaje estereotipado.

A pesar de los avances en el reconocimiento de los derechos fundamentales, la


persistente desigualdad de género sigue siendo una barrera importante. A pesar del énfasis
de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo en la necesidad de que los
hombres compartan la responsabilidad en cuestiones de sexualidad y reproducción, es
cierto que las disparidades culturales y sociales todavía tienen un impacto en la toma de
decisiones. Además, a pesar de que la salud reproductiva redefine lo que es la salud,
impedimentos estructurales y culturales pueden impedir su implementación completa.
REFERENCIAS

Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (2016). Cartilla de los derechos sexuales de
los adolescentes y jóvenes.
https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Programas/VIH/Divulgacion/cartillas/Cartilla-
Derechos-Sexuales-Adolescentes-Jovenes.pdf

López, H y Pérez, A. (2020). Derechos sexuales y reproductivos.


https://intranet.academiajudicial.cl/Imagenes/Temp/01_Derechos%20sexuales_SIN%
20ISBN_Pub3%20(1).pdf

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (s.f).


Derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos.
https://en.unesco.org/sites/default/files/actividad_iii.2_final_10_02.pdf

Rodríguez L, Unidas DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS EN EL MARCO


DE LOS DERECHOS HUMANOS, Fondo de Población de Naciones
file:///C:/Users/FRUVERCAMPO/Downloads/2-Derechos-sexuales-y-reproductivos-en-el-
marco-de-los-derechos-humanos%20(4).pdf

Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. (s.f). Capítulo 4. Derechos sexuales y


reproductivos.
www.tr.mx/work/models/TFCA/Resource/219/1/images/CAPITULO%20IV.pdf

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