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Argentina
El origen de la cirugía en Argentina se remonta a la época colonial rioplatense.
En el año 1914 el Dr Enrique Finochietto, al iniciarse como jefe de un Servicio de Cirugia, una
de sus primeras atenciones recayó en la confeccion de listas donde figuraban los diversos
instrumentos, hilos y demás elementos indispensables para cada tipo de operación. Las listas
se escribieron en un libro, por orden alfabetico. A las listas correspondientes a las
intervenciones frecuentes, se fueron agregando las que se referían a operaciones menos
comunes, para complementarse con aquellas donde figuraban los instrumentos de las
operaciones excepcionales.
➢ VITALIDAD:
El instrumentador quirúrgico debe encontrarse en condiciones físicas favorables,
ya que pasa largas horas trabajando de pie, levantando pesadas cajas de
instrumental, ubicando pacientes y muchas otras tareas físicas, además de tener
energía para completar su tarea diaria de una manera segura y eficiente
➢ ESTABILIDAD EMOCIONAL:
el trabajo en la sala de operaciones es estresante. La naturaleza del trabajo
puede causar tensión en los miembros del equipo quirúrgico o demostrar
conductas agresivas durante la tarea. El instrumentador/a debe saber contener
su propia tensión como así también la del resto del equipo. Ocasionalmente, el
cirujano puede resultar rudo como producto del estrés que soporta, o
eventualmente por una situación personal. No obstante, un comportamiento
inapropiado, agresivo en extremo o degradante no debe ser tolerado por los
jefes o encargados superiores del centro quirúrgico, todo el equipo debe
comprender que la responsabilidad total sobre el paciente recae sobre el
cirujano y no sentirse personalmente agraviada por un repentino arranque de
ira.
➢ RESPETO:
Una cualidad que el instrumentador/a debe guardar es el respeto hacia el
paciente, hacia los otros miembros del equipo y para el mismo. El cuidado del
paciente depende del cumplimiento estricto de las directivas impartidas en el
centro quirúrgico. Aquellas personas que no sean capaces de aceptar la
autoridad no deben trabajar en cirugía.
➢ BUENA SALUD:
El centro quirúrgico depende de la permanente actividad de sus agentes, pues
la falta de uno de ellos aumenta las tareas de todo el equipo. El ausentismo,
generalmente, no determina la suspensión de las actividades. El
instrumentador/a debe cuidar su salud, ya que la tarea en el quirófano es una
situación estresante que contribuye a la enfermedad. Es conveniente prevenir,
en particular, las afecciones de la espalda, así como también el cuidado de la piel
y del tracto respiratorio (áreas comunes de enfermedad).
➢ BUEN HUMOR:
En el difícil y exigente ambiente del quirófano es importante iniciar con buenas
perspectivas los acontecimientos del día, compartiéndolas con buen espíritu. Un
episodio angustiante no debe afectar la tarea diaria. La moral de un
departamento de cirugía puede ser dañada por el personal permanentemente
irascible e irritable o elevarse si sus integrantes son personas alegres.
➢ ESPIRITU DE EQUIPO:
El trabajo en equipo con miras a un objetivo común es muy importante. El
paciente espera y debe recibir la atención concentrada de todos los miembros
del equipo. Para obtener esto el instrumentador/a debe reconocer la
importancia no solo de su trabajo sino también, la del trabajo de los demás
integrantes del equipo. El instrumentador tiene que dejar de lado sus
problemas personales o presentarlos a su encargado para que este pueda
tomar las medidas necesarias para resolverlas.
Competencias
Competencias personales: como la ética, el dominio personal, la inteligencia
emocional y la adaptación al cambio.
A) EN RELACIÓN AL PACIENTE:
❖ Hospital: institución pública o privada que ofrece variedad de servicio médicos quirúrgicos
para cubrir necesidades de salud en la población internada y ambulatoria, asistiendo al
hombre en las distintas etapas de su vida con nivel secundario y terciario.
Cirujano: es el responsable de todo lo que ocurre dentro del quirófano, por lo tanto, es la
máxima autoridad. Jurídica y éticamente es el responsable de todo el equipo quirúrgico y del
paciente por lo cual todas las decisiones son asumidas por él.
Humanización.
Honestidad.
Vocación.
Capacitación.
Hoy en día, este aspecto se ha perdido un poco. Los celulares no dejan de sonar dentro de
pabellón, el tránsito de personal es muy alto y se escuchan gritos entre ellos, cosas que sin
duda desconciertan al paciente.
La honestidad debe unirse a la confianza y la modestia. La confianza parte del mismo
momento en que se realiza el lavado quirúrgico, momento en que se aplica todo el concepto
de esterilización; la modestia, en cambio, se refiere a que siempre podemos y tenemos que
aprender de los demás, como así también, los demás de nosotros. Claro está que en este
importante proceso tiene que imperar el respeto por los demás y la dominación del orgullo
propio, para así poder aprender de nuestros pares.
La capacitación se refiere a la necesidad de estar siempre informándose, actualizándose,
adoptando nuevas técnicas, conociendo a fondo los equipos nuevos que se implementan en
los pabellones día a día, etc.
Desde el minuto que comienza nuestro lavado de manos comienzan todos los factores y
elementos que aquí hemos sucintamente mencionado: la profesionalidad, el respeto, la
honestidad, etc.
Cuando hacemos estos procedimientos nadie nos observa, nadie nos controla, tan solo trabaja
nuestra propia conciencia, y el resto del equipo, además del paciente, confía en nuestra
honestidad y ética. En nosotros, por lo tanto, se deposita una gran confianza que no debe ser
traicionada.