Técnicas de litigio 1

Universidad Autónoma de Campeche

Facultad de Derecho: Dr. Alberto Trueba Urbina

Técnicas de Litigio

Resumen de las Consideraciones terminológicas principales vías de comunicación

para el jurista.

Valeria Pérez Pinzón

8vo. Semestre Grupo A

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Consideraciones terminológicas principales vías de comunicación para el jurista

El debate jurídico

El debate jurídico es la competición entre dos antagonistas, en los que a diferencia

de lo que ocurre en una simple discusión existe una tercera parte (juez o auditorio)

cuya aprobación buscan los dos contendientes. Debatir no es simplemente

argumentar sino argumentar para convencer, no ya al antagonista, al que se

pretende ganar, sino al auditorio o juez al que se dirige el debate, y que deberá

juzgar el mismo.

En los elementos que integran al debate jurídico podemos encontrar en primer

lugar a la exposición de los análisis de los hechos ocurridos y posteriormente la

valoración de los mismos según la visión de cada parte enfrentada.

En segundo lugar tenemos como un elemento a la confrontación de las diversas

proposiciones del debate en donde se establecen y centran los hechos aportados en

el paso anterior fijando cuáles son los hechos controvertidos, y cuáles son los

hechos sobre los que existe acuerdo. Seguidamente, como tercer elemento, el

abogado llega a la propuesta del debate; este tiene como finalidad que cada parte

expondrá sus alegaciones en que pretenda basar su derecho, en aplicación del

relato de hechos antes fijado. Cada parte expondrá su valoración como la ajustada

al valor de justicia; en detrimento de la adversa, que calificará como injusticia.

Al cuarto elemento lo conforma el abordamiento de los abogados hacia la fase de

argumentación, considerado como el factor nuclear del debate y el que va a

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facilitar la eficacia y efectividad del mismo; definitivamente es la técnica por la

que se justifica la valoración del que acusa frente a la que defiende la parte

contraria. Es decir, la argumentación tiene por objeto persuadir y convencer;

mientras que la refutación busca poner al descubierto los errores, falacias y demás

engaños.

Finalmente en el quinto elemento, el debate desemboca en una solución para

resolver el conflicto grave que ha hecho necesaria la articulación del debate para

su resolución. En este punto, puede haberse avanzado en el sentido de hacer ver a

las partes enfrentadas un enfoque distinto del que al inicio del debate tenían, y que

exista una labor de recalculo de las pretensiones iniciales, haciendo posible

alcanzar un acuerdo o consenso que antes no fue posible; la forma ordinaria en

que suele terminar el debate jurídico, una vez celebrado: la decisión judicial, del

tercero imparcial, y ajeno a los intereses de las partes, en quien recae la

responsabilidad de decidir sobre qué hechos controvertidos formarán el relato

final de hechos, al que aplicará la ley que corresponda en cada caso.

El discurso jurídico

El discurso jurídico o también llamado la lógica jurídica es aquel en el que se

pronuncia ante un tribunal, bien como abogado defensor o como acusador. En los

discursos jurídicos deben estar conectados los argumentos con la normatividad, la

expresión e interpretación de las leyes o doctrina. En esta clase de discurso se

tiene por objeto a través de sus argumentos convincentes y/o persuasivos ilustrar

la inteligencia de los jueces para decidir si un hecho se ha realizado o no, si una

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persona es o no culpable, si ha de aplicarse tal o cual regla jurídica o si ésta ha de

interpretarse en uno u otro sentido.

El discurso jurídico que busca la adhesión del juez se construye desde tres fuentes

retóricas por excelencia: el convencer, persuadir y seducir. Al tener esta estructura

necesitará de diferentes elementos para poder llevarse a cabo, como lo son:

1. El lenguaje. Utilizando el lenguanje natural, con la pretensión de influir sobre el

auditorio la logra por medio de la construcción retórica del discurso jurídico que

desarrolla y propone una fuerte carga emocional.

2. La verdad. En este elemento no se pretende demostrar la verdad porque sus

argumentos tienden a lograr la adhesión del auditorio en sus premisas, sean estas

verdaderas o probables, por medio de un disurso jurídico que convenza en la

medida de lo posible, persuada teniendo los elementos necesarios o seduzca

cuando ya no se tienen los elementos necesarios, ni los elementos posibles.

3. La realidad. La realidad en este punto, es construida de manera contingente en el

juicio por medio de una trama discursiva, desde la cual se va extrayendo un hilo

conductor que hace las veces de historia lineal que se va probando acción por

acción con otros discursos llamados confesionales, periciales y testimoniales.

4. Información. La información presentada, es aquella interpretación que se utiliza

para interpretar. De esta relación entre interpretaciones se construye la

significación del discurso argumentativo.

5. Certeza y lugar común. Se afirma que la certeza que la ciencia reivindica como

objetiva siempre está mediada por la instrumentalización tecnológica; por ello es

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insostenible la certeza y solo es posible reivindicar el concepto de incertidumbre

acordada, es decir, certeza construida por acuerdo.

6. El orador. Lo importante no es lo que se dice sino quién lo dice, porque ello

permite que el auditorio se adhiera a él y lo que él significa, no una idea abstracta.

7. El método. No hay un método del que se puedan derivar verdades, sino que hay

una infinidad de acciones del lenguaje sobre el lenguaje que se pueden utilizar

para lograr la adhesión del auditorio.

8. Las premisas. Son interpretaciones interrelacionadas con otras de estas mismas

para proponer una sola al auditorio con la clara intención de que este se adopte a

ellas, ya sea por convencimiento, persuasión o por seducción.

9. Resultado. Nunca será el mismo, no solo para diversos auditorios sino aún para el

mismi auditorio en diversas situaciones.

10. Correción y validez. No puede ser objeto de este proceso por su carácter

contingente, que se decide por un camino determinado cuando se conoce el

carácter del auditorio.

Diálogo jurídico

El diálogo jurídico es un concepto fundamental en la teoría del derecho que se

refiere a la interacción entre diferentes actores y fuentes del derecho en la

interpretación y aplicación de normas legales. Este diálogo puede darse entre

legisladores, jueces, abogados, académicos y otras partes involucradas en el

sistema legal. Algunos de los elementos clave del diálogo jurídico incluyen:
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1. Pluralidad de fuentes: Reconocimiento de que el derecho proviene de una

variedad de fuentes, como la legislación, la jurisprudencia, la doctrina y

los principios generales del derecho.

2. Interpretación: Proceso mediante el cual se analizan y comprenden las

normas legales para determinar su significado y alcance. Este proceso

puede involucrar el uso de métodos hermenéuticos y jurisprudenciales.

3. Argumentación: Presentación de argumentos lógicos y jurídicos para

respaldar una interpretación particular de la ley. Esto puede incluir

referencias a casos precedentes, principios legales y doctrinas jurídicas

relevantes.

4. Coherencia y consistencia: Búsqueda de uniformidad y coherencia en la

aplicación del derecho para garantizar la estabilidad y la predictibilidad

del sistema legal.

5. Evolución del derecho: Reconocimiento de que el derecho es dinámico y

está sujeto a cambios a lo largo del tiempo, reflejando los valores y

necesidades cambiantes de la sociedad.

Las consideraciones terminológicas son fundamentales para el jurista, ya que

influyen en la claridad, precisión y efectividad de la comunicación legal. Entre las

principales vías de comunicación para el jurista se encuentran el lenguaje oral, el

lenguaje escrito y el lenguaje técnico-jurídico. Es crucial que el jurista domine

estas vías de comunicación y utilice un lenguaje claro, preciso y accesible para

garantizar la comprensión de las normas legales y la efectividad de su trabajo en

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el sistema jurídico. La atención cuidadosa a la terminología jurídica también

ayuda a evitar malentendidos y confusiones que podrían surgir en la

interpretación y aplicación del derecho. En conclusión, las consideraciones

terminológicas son esenciales para la comunicación efectiva del jurista y

contribuyen significativamente a la coherencia y estabilidad del sistema legal.

Bibliografía

1. Calonje Velázquez, Concha. (2014). Técnica de la argumentación jurídica

(2.ª ed.). España: Aranzadi.

2. Ribeiro, G. (2013). Las funciones retóricas del discurso jurídico. (2.ª ed).

Dialnet-LasFuncionesRetoricasDelDiscursoJuridico-6119770.pdf.

3. Weston, Anthony. (2013). La claves de la argumentación. (1.ª reimp.).

México: Ariel letras.