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Literatura Argentina

Alumna: Riedel, Luz

Trabajo práctico sobre “Facundo” de Domingo F. Sarmiento.

Respuestas:

1. En la “Advertencia del autor” de la obra “Facundo” del maestro,

periodista, político y escritor Domingo F. Sarmiento, a Chile se lo caracteriza como un

símbolo que representa el ideal de un país civilizado y que, por supuesto, Argentina

debería “imitar” o, más bien, seguir sus pasos. Esto se debe a que, como sabemos, en

nuestro país, para el año 1845 (fecha en la que se publica la obra), se encontraba en el

poder el caudillo Rosas, un enemigo para Sarmiento como para tantos otros; el mismo,

llevaba adelante una política caracterizada por el atraso y la ignorancia de sus

seguidores que, encargados de someter a la oposición mediante actos de terror,

desterraron, no de la mejor manera, al escritor.

Continuando, luego de ser desterrado al país vecino, nuestro autor tenía urgencia

de redactar lo que sucedía en el territorio para que se entere todo el mundo, entonces

escribe la obra, y que mejor opción que hacerlo refiriéndose a Chile. A este lo presenta,

como ya mencioné, como un ideal de país civilizado, no solo porque sentía rechazo por

Rosas y su gobierno, sino también porque, siendo embajador plenipotenciario del

mismo, presenció la organización nacional de un estado moderno, un estado que no

censura y que, principalmente, que otorga un espacio donde se podían expresar con

libertad las ideas opositoras al régimen. Esto se debe, entre otros motivos, a que los

integrantes del periodismo argentino, se debían refugiar y apoyar en el exterior ya que

Rosas, en nuestro territorio, estableció un control de la prensa y solo había un periódico

oficial que, claramente, mostraba al exterior una imagen de él buena, encantadora y


justificable, pero que, a su vez, silenciaba al pueblo argentino, tanto a los opositores

como a los seguidores que, en definitiva, eran sus víctimas.

En conclusión, Sarmiento, estando “lejos del teatro de los acontecimientos”,

caracteriza a Chile como un país que, si bien ha sido destruido por terremotos, aun así

triunfa, porque es un país “donde la libertad brillaba” y que “proyecta rayos de luces”,

donde “las ideas no se matan”, como el mismo autor pinta en las paredes del Zonda y lo

manifiesta en la Advertencia de autor, presentando así, con este hecho, a dicha obra con

rigor histórico, como si fuera verdad, no como algo literario.

2. Sarmiento, elige escribir, en la obra, la biografía de Facundo Quiroga

debido a que si bien este, cuando la misma se escribió, había muerto corporalmente

hacía 10 años en Barranca-Yaco, aún vivía en las tradiciones populares, en la política y

en las revoluciones argentinas.

Como se manifiesta en la introducción, el gobierno argentino había sufrido una

metamorfosis cuando Rosas, el sucesor y heredero de Quiroga, asume al poder; pero

este (Rosas), en vez de optar por el bien y la civilización, tan codiciada por nuestro

autor, elige otro rumbo que lo lleva al despotismo, la tiranía, la barbarie, la formación

de un pueblo salvaje, con ojos atónitos, ignorantes y con falta de instrucción filosófica e

histórica, cualidades que alejaban a la Argentina del modelo europeo, modelo que,

recordemos, aspiraba la generación del 37 a la cual pertenecía Sarmiento.

Por lo anteriormente mencionado, se puede sostener que no había evolución,

progreso ni, mucho menos, estado moderno. Entonces, con esperanzas, debido a que el

mal (en este caso, Rosas), nunca, en la historia de la humanidad, ha triunfado

definitivamente, opta por escribir la biografía del caudillo riojano José Facundo

Quiroga, que no solo era eso, un simple caudillo, valiente y audaz, sino también una

manifestación de la vida argentina y la expresión fiel de la manera de ser de un pueblo.


De igual importancia, el poeta, por más que lo que quería era dar cuenta de la

monstruosidad, el falso y helado corazón de Rosas, al cual considera un genio que

domina los acontecimientos, los hombres y las cosas de manera calculadora,

considera innecesario escribir su biografía impregnada de inmoralidad, de calumnia,

porque lo único que haría, al escribir sobre ese presente, sería agraviar a la historia y

es justamente por eso que recurre a Quiroga, a las raíces, a un personaje histórico

más singular y notable; siendo, Sarmiento, por su parte, muy inteligente al recurrir a

esta estrategia.

Para concluir, sería muy eficaz incluir en esta reflexión la siguiente cita:

“He creído explicar la revolución argentina con la biografía de Juan Facundo

Quiroga, porque creo que él explica suficientemente una de las tendencias, una de

las dos fases diversas que luchan en el seno de aquella sociedad singular” escrita

por el mismo Sarmiento en la introducción de “Facundo” que esclarece el motivo

de su decisión.

3. En el transcurso de la lectura de la obra, se puede notar que Sarmiento

describe en cada línea que pasa la geografía que presentan todos los rincones del

territorio argentino, siendo esta muy valorada por el autor, no solo porque se sentía

atraído por toda la riqueza visual de nuestro país, sino también porque se encuentra

influenciado por el pensamiento europeo de su época, con esto, me refiero a que la

mayoría de los escritores describían el marco geográfico para comprender al

hombre como actor y autor de la historia y, es justamente por eso, también, que al

comienzo de cada capítulo presenta una cita de referentes como Humbaldt, Head,

Víctor Hugo, por mencionar solo algunos.

De igual importancia que lo anteriormente mencionado, se puede sostener

que la valoración que le da a la geografía se aprecia desde el comienzo de cada


capítulo, ya que encontramos títulos como: “Aspecto físico de la República

Argentina y caracteres, hábitos e ideas que engendra”, “Originalidad y caracteres

argentinos”, “Asociación. La pulpería”, “La Rioja”, entre otros que dan cuenta de la

relevancia de la misma.

A continuación, para ejemplificar y dar cuenta de lo afirmado, me detendré

en el capítulo I y VI, los cuales nos ayudaran a reflexionar y entender la perspectiva

de Sarmiento sobre la Argentina. De esta manera, comenzando por el capítulo I,

describe el aspecto general, mencionando la llanura, bosques, ríos, yerbas secas,

islas, animales (tigres, víboras) y los climas que rodean y, a su vez, se relacionan

con la población. Presenta tres fisonomías que completan al país: al norte, el Chaco;

en el centro, la pampa que posee muchos matorrales enfermizos y espinosos, es

decir, posee la selva; al sur, la pampa nuevamente, esta vez, lisa, infinita, con un

horizonte incierto; entre las tres incluyen catorce ciudades, las cuales viven de los

productos del pastoreo, exceptuando a San Juan y Mendoza. Además, el autor

clasifica a la población según sus medios de vivir, ya que esto muestra el espíritu de

cada una, en cambio, si las clasificación fuera según su ubicación geográfica, no se

conduciría a los resultados sociales que quiere mostrar a los lectores; entonces,

dentro de la clasificación establece dos tipos: por un lado, encontramos al campo,

donde viven los seres ignorantes, “americanos”, conocidos hoy en día como

“gauchos”, y que no presentan ningún tipo de signo europeo; por otro lado,

encontramos la ciudad propiamente dicha, en donde, contrario al campo, se

encuentran seres civilizados, con un código de leyes para mantener la moral.

Sintetizando el capítulo I, como mencioné, el marco geográfico se relaciona

con la población, debido a que la tierra cubierta de la lujosa y colosal vegetación de

los trópicos, los arbustos enfermizos, espinosos, la pampa despejada y monótona,


las montañas, la llanura, el desierto y la gran extensión que presenta el territorio, lo

que logran en definitiva es ser, para el hombre, un obstáculo natural. Decimos esto

debido a que estas particularidades logran que, al haber poca población, la misma

tenga una difícil comunicación entre las personas, generando, además, un

aislamiento, una soledad, una distancia que no solo aleja las posibilidades de crear

escuelas (muy importante para Sarmiento, como ya sabemos), sino también que se

presta para que los habitantes conserven sus peculiaridades primitivas; como se

sostiene en un fragmento de la obra: “En materia de caminos, la naturaleza salvaje

dará ley por mucho tiempo, y la acción de la civilización permanecerá débil e

ineficaz”. Cabe destacar, de todas maneras, que Sarmiento, cuando prolonga la

pampa hasta Salta y presenta solo llanura, exagera, ya que este la describe sin

conocerla, aun así, dicha llanura constituye uno de los rasgos más notables de la

fisonomía interior de la Republica.

Si nos referimos al capítulo VI, luego del transcurso de la lectura de los

capítulos anteriores, los lectores ya podemos concebir que, al llamarse “La Rioja”,

lo primero que va a hacer el escritor es describirla, y así lo hace, introduciendo,

primeramente, una cita muy significativa de Roussel Palestine, la cual es: “Las

faldas de las montañas se ensanchan y asumen un aspecto más grande y árido a la

vez. Poco a poco, la escasa vegetación languidece y muere; el musgo desaparece y

un matiz rojo fuego le sucede”. Luego, como anticipé, comienza a describir a La

Rioja que, si bien no me detendré en los detalles, sí menciono este capítulo para dar

cuenta de la importancia del marco geográfico.

Concluyo, entonces, en que Sarmiento utiliza todos los elementos

necesarios, desde la historia, los aspectos sociales, geográficos y topográficos para

sostener y dar sentido a sus ideas. Además, aunque este recurso no nace del
escritor, ya que, como vimos, lo utilizaban muchos autores de la época, como

Esteban Echeverría que ya en su obra “La Cautiva” se inspira sobre los accidentes

naturales, al que estamos analizando ahora, también le sirvió, por decirlo de alguna

manera, para hacer valer sus ideales y llevar a la práctica sus ideas. Del mismo

modo, los accidentes de la naturaleza, más allá de quien escribe, dan lugar al

nacimiento de la poesía, porque esta, para despertarse, necesita un espectáculo, y

qué mejor que los colores de la naturaleza para esa paleta de fantasía.

4. Juan Facundo Quiroga es la figura política que elige Sarmiento como

protagonista de su historia; en la obra, se puede dar cuenta de las características que

integran al personaje en casi todos los capítulos, aun así, en esta ocasión, tendré en

cuenta el capítulo V, llamado “Vida de Juan Facundo Quiroga”, ya que en el

mismo, como su nombre lo indica, se encuentra claramente detallada su vida, por lo

tanto, me parece el más propicio para reflexionar y realizar la descripción del

caudillo.

En cuanto a su aspecto, se puede mencionar que era un hombre de estatura

baja, fornido, con cuello corto, espalda ancha, ojos negros, llenos de fuego y

sombreados por pobladas cejas, cabello y barba negra, espesísimo y ensortijada, era

un “bosque de pelo”, ante los ojos de Sarmiento.

Si hacemos referencia a su niñez, nació en una familia humilde, su padre era

sanjuanino; en la escuela, era un estudiante que se destacaba por ser altivo, no se

mezclaba con los demás niños, huraño y solitario, solo establecía contacto cuando

se trataba de pelear, de encabezar rebeliones, no solo con sus pares sino también

con su maestro que, en una oportunidad, el caudillo le dio una bofetada a modo de

desafío, escena que, por su alboroto, todos recordaban. En su pubertad, continuaba

igual: sombrío, imperioso, selvático, intolerable, lo que me lleva a sostener que ya


desde sus primeros años tenía un carácter indomable y una vida donde las revueltas

siempre estaban presentes.

De adulto, se destaca por realizar trabajos que requieren de fuerza física y

que sean brutales y tenaces; trabaja un tiempo de peón, donde sus compañeros los

llaman “El Padre” por la influencia que ejercía sobre ellos, pues era un hombre

nacido para mandar. Lo anteriormente mencionado, también se manifiesta cuando

es recluta, en el año 1810, en el Regimiento de “Arribaños”, ubicado en Buenos

Aires y el cual fue formado para los que habían nacido en las provincias de

“arriba”, es decir, en el norte del país; continuando, Facundo no sirve para este

regimiento, justamente porque nació para mandar, no para que le den ordenes de lo

que tiene que hacer, de todas maneras, esta experiencia le abre las puertas al mundo

de las armas.

Si hacemos mención de sus anécdotas, tiene muchas, pero Sarmiento elige

solo algunas. En primer lugar, la que vivió en la Travesía, una llanura desértica que

se encuentra entre San Juan y San Luis y donde el hambre y la sed no son los

únicos peligros que acechan las personas al cruzar por él, sino también corren el

peligro de encontrarse con un tigre cebado, con sed de sangre; cuando Facundo

escapa de San Luis, por problemas con la justicia, se dirige hacia este desierto y,

desgraciadamente, se encuentra con el tigre, se sube a un árbol y allí permanece

hasta que lo ayudan dos compañeros que iban en busca de él; a partir de esta

hazaña, por ser el único valiente que sobrevivió a esta escena realmente horrible, es

reconocido como “Tigre de los Llanos”. En Segundo lugar, se puede aludir a

cuando pasa, injustamente, un tiempo en la cárcel de San Luis, digo un tiempo, ya

que estando encerrado, realiza un alzamiento y escapa, gracias a la ayuda de unos

españoles que, de todas maneras, termina matando; es a partir de este acto de valor
que se pone bajo la protección de las sociedad y de la patria. También, en otra

oportunidad, incendia la habitación de sus padres, cuando estos dormían, solo

porque no le querían dar dinero; cabe destacar, en este punto, que, desde

adolescente, sentía una pasión ardiente y feroz por el juego, lo que hacía que tenga

perdidas sucesiva, deudas e irrumpa la relación amigable con su familia.

A pesar de todo lo anteriormente mencionado, de mostrar los escenarios de

su vida (las correrías, el juego), sus cualidades naturales, sus hábitos desordenados,

su mal carácter y mala educación, los instintos sanguinarios que tenía, la voluntad

firme y tenaz, y mostrarlo como el “terror de la República”, Sarmiento, también,

expone las causas de esto, del por qué era así. Sostiene que, en realidad, Quiroga es

un hombre grande, que no es su culpa hacerse siempre el temible, porque nació así,

porque su odio contra las leyes, contra los jueces que tenían más obediencia por su

nombre y reputación que por lo que realizaban y que, encima, condenaban

injustamente, por su odio contra toda esa sociedad y organización que abandona

siempre al otro y se apodera de los destinos, por la aversión a los hombres decentes,

es por todo eso que no mira nunca de frente, que necesita fuertes sacudimientos en

su vida y así adormecer su mal carácter.

En conclusión, José Facundo Quiroga, si bien no puede adquirir maneras e

instrucciones (como todas las demás figuras históricas), porque no le gustan y, al no

gustarle, las destruye, sí tiene fortuna, poder, y autoridad ante el pueblo, ya que, a

su pesar y sin saberlo, es un hombre de genio y no es casualidad que Sarmiento,

para introducir el capítulo, haya elegido la siguiente cita: “Por lo demás, esos

rasgos pertenecen al carácter original del género humano. El hombre de la

naturaleza y que no ha aprendido a contener o a disfrazar sus pasiones, las muestra

en toda su energía, y se libera a toda su impetuosidad” de Alix. Es por todo lo


reflexionado que el escritor y político argentino elije como protagonista al caudillo

riojano, presentando un ejemplar de su vida y, como menciona en “Documento del

autor sobre Facundo”, convirtiendo a la obra en su escrito más peculiar.

5. Para Sarmiento, la argentina solo podía ser unitaria debido a que

presentaba las mejores condiciones geográficas y políticas para serlo. Esto significa

que, entre todas las provincias que constituían al país en el siglo XIX, Buenos Aires

tenía la mejor posición en cuanto al territorio y, además, en ella se encontraba el

Río de la Plata, el único navegable y la única vía que tenía el país para salir al

exterior; por lo tanto, era esta la que se encargaba de la economía y, de esta manera,

se notaban las grandes diferencias de la capital por sobre el resto del interior, que,

claramente, sufría las consecuencias.

De igual importancia que lo anteriormente mencionado, y teniendo en

cuenta que el Río de la Plata era el único utilizado para beneficios, podemos

mencionar que para casi todas las demás provincias, los ríos navegables eran un

elemento muerto, considerado como un obstáculo en vez de algo beneficioso y rico;

esto se debe a que el gaucho, el habitante de la llanura, era un ser incapaz de

conocer qué se podía hacer con y en ellos, debido a sus condiciones de vida

primitiva, miserable, ignorante, es decir, condiciones de vida bárbara.

Como sostiene el autor respecto a Buenos Aires: “Ella sola, en la vasta

extensión argentina, está en contacto con las naciones europeas; ella sola explota

las ventajas del comercio extranjero; ella sola tiene poder y rentas. En vano le han

pedido las provincias que les deje pasar un poco de civilización, de industria y de

población europea: una política estúpida y colonial se hizo sorda a estos clamores”,

notándose la posición monopolizadora de la misma.


Concluyendo, la capital del país es unitaria porque no tiene otra posibilidad,

ella posee una “envidiable posición”, una organización del suelo que le da el

privilegio de ser “la central”, dejando de lado a las provincias pobres. Cabe destacar

en este punto, para terminar, que, analizándolo en profundidad, la realidad debería

ser otra, es decir, no importa que una provincia (Buenos Aires) tengo la mejor

posición geopolítica, todas deberían presentar las mismas condiciones, debería

existir un equilibrio en el territorio, proporcionado por el Estado y esto, claramente,

en el gobierno de Rosas no sucedía.

6. Según el autor, los federales constituyen también una fuerza unitaria

justamente por lo mencionado al final de la reflexión anterior; porque es decisión

del gobierno decidir por las provincias y los habitantes que las integran y Rosas

decide quedarse con el puerto y todas sus ganancias, elige un sistema de gobierno

reconcentrado toda acción y voluntad en un solo hombre (él), es decir, un gobierno

unitario.

Por otro lado, el autor sostiene que Rosas, a través del engaño, no solo

decide quedarse con el puerto y regular las mercancías, sino también con la

barbarie, con un país ignorante, creando grupos como “La Montonera”; por lo

tanto, este sistema meditado y coordinado fríamente, no solo niega a las demás

provincias las ganancias económicas, sino también la oportunidad de una influencia

civilizadora.

Finalizando, aunque rosas hubiera gritado de buena fe “Federación o

muerte”, y aunque el rotulo de la botella diga lo contrario, concluyo en que, de

todas maneras, el gobierno que ejercía era unitario.

7. La batalla de Oncativo fue un combate de quince días que tuvo lugar en

el año 1830, en la provincia de Córdoba.


Lo que sucedió fue prácticamente lo siguiente: las fuerzas unitarias

vencieron, en reiteradas veces, a las fuerzas federales.

Al mando de los unitarios, se encontraba el General Paz, quien ya había

vencido, en otra oportunidad, al gobernador de Córdoba, Bustos, quien era federal.

Este (Bustos) una vez vencido, se refugia en La Rioja, donde se encontraba

Quiroga, se aliaron y deciden atacar a Paz, consiguiendo solamente fracasar en

todos sus ataques, pues intentaron muchas veces ingresar a Córdoba. De hecho, más

adelante, gracias a todas las victorias de Paz, este pudo conquistar a provincias tales

como Tucumán, Salta y Catamarca. Quedando así verificado que sí es posible salir

victorioso ante el sistema impuesto.

Enfocándonos en la Obra, la Batalla, según Sarmiento, es tan conocida que

sus pormenores no interesan ya. Como se mencionó en la breve reflexión, “En la

tablada de Córdoba, se midieron las fuerzas de la campaña y de la ciudad, bajo sus

más altas inspiraciones, Facundo y Paz, dignas personificaciones de las dos

tendencias que van a disputarse del dominio de la República”. Estas dos

inspiraciones, tenían características que las diferenciaban claramente a una de la

otra y que, en el resultado del campo de batalla, se pudo notar como influían: por un

lado, tenemos a nuestro caudillo Facundo Quiroga, que tiene como mejor arma el

terror sobre el gaucho para que sostenga una causa que no es la suya y el terror

sobre el ciudadano para que abandone su fortuna, siendo este el mejor sistema que

tiene a su alcance; por otro lado, tenemos a Paz que disponía la disciplina, la

estrategia, el aspecto matemático, calculador y científico, el espíritu guerrero típico

de Europa, por lo que sus soldados, si bien eran pocos, estaban bien instruidos, pues

una batalla es un problema que el general resolverá por ecuaciones.


En cuanto a las consecuencias de la batalla, hubo varias, pero me gustaría

destacar primeramente la que dejaba al descubierto que las montoneras (los grupos

formados y enviados por Rosas), habían perdido su fuerza primitiva, habían sido

débiles en el campo de batalla, justamente por no haber optado otra postura y

conducta, dando lugar a que los ejércitos de las ciudades puedan medirse con ellas

y destruirlas. En segundo lugar, puedo mencionar la fuga de Quiroga que, al ser

vencido y no tener nada que hacer en el interior, escapa a Buenos Aires, el mejor

sitio que tiene para asilar su barbarie, antes de partir, para saciar su furia, mata a

dos de sus oficiales; en este lugar, no es alguien de suma importancia, como sí lo

fue en la llanura, solo en una ocasión el general Mansilla llama su atención por la

vestimenta que llevaba, es decir, la vestimenta típica de un provinciano, ya que ahí,

en la capital, se vestían como europeos. En tercer lugar, las provincias de Córdoba,

Mendoza, San Luis, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy quedaban libre

de la dominación de los caudillos y comienzan a hacer efectiva la unidad de

República, propuesta por Rivadavia cuando fue presidente y que, por supuesto, en

ese momento no se efectuó, logrando la renuncia del mismo. Por último, queda la

República dividida en dos facciones: una en el interior, que deseaba hacer capital de

la Unión a Buenos Aires, y otra en Buenos Aires, que fingía no querer ser capital

del país.

En conclusión, la batalla fue muy fecunda en resultados, siempre para los

ojos y perspectiva de Sarmiento que, para criticar al sistema establecido por Rosas,

la batalla fue un gran recurso para dar cuenta que a este ser sí se lo puede vencer,

aunque no se tenga un grupo numeroso de seguidores, ni fuerza, ni armas, sino, más

bien, todo lo contrario. Cabe destacar que, si bien en la batalla se nombra a

Quiroga, como en toda la obra, este personaje presenta similitudes con el


restaurador, por su odio a la civilización y sus rasgos de destrucción, decadencia y

retroceso.

8. El gobierno de Rosas, gozó de la adhesión de toda la sociedad debido a

que asume al poder en un momento y en un contexto donde el territorio argentino se

encontraba afectado por disturbios externos e internos, por lo que el pueblo encontró

un apoyo en él. Además, recordemos, antes de asumir al poder, había sido un

comandante de campaña, lo cual fue muy beneficioso no solo porque, se podría

decir, comenzó “desde abajo”, sino también porque gracias a este puesto se acercó

más al pueblo, a los gauchos, a los que no tenían voz; entonces, cuando asumió, el

apoyo y la adhesión fueron muy grandes.

De igual importancia, hay que destacar que el cargo de comandante de

campaña, título que otorgaba el gobierno de las ciudades, era un punto de partida

para la ambición, según Sarmiento, por lo que me lleva a sostener que es por eso

que, una vez en el poder, todo cambia, ya no se preocupa, no le interesa el bien

estar de la población, ni siquiera de los pertenecientes a su bando. Entonces, él tenía

en sus manos fomentar la instrucción, la cultura de la educación, de los hombre

letrados y modales ricos, es decir, fomentar la cultura de las luces y no lo hace,

decide, mejor, darle lugar a la mediocridad, al retroceso, a la pobreza, a lo brutal, a

la ignorancia, a la barbarie y, por lo tanto, a la destrucción del orden civil. Todo

esto, me lleva a concluir en que si no hay ciudadanos libres en pensamiento, porque

no hay educación, nunca va a ver nadie con nuevas ideas, ni mucho menos que

cuestione al jefe “que manda a matar mientras se queda detrás de su escritorio

tomando mate”, y es por eso que, una vez a cargo del país, muchos lo siguen

apoyando.

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