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Oliveira Cézar María. El determimismo en Facundo : una vision romántica de la relación entre el medio y el nombre. In:
América : Cahiers du CRICCAL, n°11, 1992. Le gaucho dans la littérature argentine. pp. 111-120;
doi : https://doi.org/10.3406/ameri.1992.1103
https://www.persee.fr/doc/ameri_0982-9237_1992_num_11_1_1103
al sur americano a través de la obra del francés Victor Cousin 6, uno de los mentores
espirituales del romanticismo social sudamericano. Esa vertiente determinista, que
los românticos asociaron intimamente con las nociones de providencia,
predestinaciôn y fatalismo, encontre una excelente caja de resonancia en la argentina
Generation del 37 7, en la que por sus coincidencias ideolôgicas puede situarse a
Sarmiento, pesé a no haber pertenecido directamente a ella.
La incorporation del determinismo romântico no signifiée el abandono de la
conception, que se ubicaba ideolôgicamente en el lado opuesto, ya que afirmaba la
primacia de la razôn y de la voluntad sobre el medio fîsico y social, sujeto siempre a
las transformaciones que el hombre decidiere efectuar en él. Proveniente del
Iluminismo, esta ideologia seguia muy apegada a una vision dicotômica y
maniqueista de la realidad, sucesora de la traditional oposicion entre las "luces" y las
"tinieblas".
Veamos ahora el peso de ambas concepciones en las paginas del Facundo, y
cômo estas reflejan la manera del Sarmiento de 1845 de situarse en su propio medio
argentino, social, intelectual y politico.
En las piezas preliminares — la introduccin y la carta a V. Alsina — , donde
aparecen concentrados los elementos principales del mensaje sarmientino, podemos
apreciar ya el enfrentamiento entre dichas concepciones.
Desde el principio sefiala Sarmiento que una correcta interpretaciôn del
proceso histôrico argentino no puede conseguirse si, entre otras condiciones, no se
"asign(a) su parte a la configuration del terreno y a los hâbitos que ella engendra" 8.
Condition que adquiere tanta importancia que concluye el ensayista ese preliminar
resolviendo estructurar su trabajo "en dos partes : la una, en que traza el terreno, el
paisaje, el teatro sobre el que va a representarse la escena ; la otra, en que aparece el
personaje, con su traje, sus ideas, sus sistema de obrar ; de manera que la primera
esta ya revelando a la segunda, sin necesidad de comentarios ni explicaciones" 9.
Teatralizado de manera poética, aparece un medio "grandiosamente
salvaje" 10, que con toda lôgica produce un caudillo bârbaro como J. F. Quiroga,
arquetipo, para Sarmiento, de la "figura mâs americana n, en quien ve "una
manifestation de la vida argentina, tal como la han hecho la colonization y las
peculiaridades del terreno" 12 , y es "la expresiôn fiel de la manera de ser de un
pueblo, de sus preocupaciones e instintos" 13. Vemos asi que Quiroga es considerado
el auténtico représentante de su medio fisico y social. No sucede lo mismo con J.M.
de Rosas, que pesé a haber nacido en el mismo suelo argentino, no es representativo
de una genuina barbarie y evidentemente tampoco de la civilization, por lo que es
una "aberration", un "monstruo" 14, un enigma que lleva al autor a preguntarse
"
i Es este un capricho accidentai, una desviaciôn mecânica causada por la apariciôn
en la escena de un genio peligroso ?" 15, o a sugerir la posibilidad de que sea el
resultado azaroso de la fortuna ciega u.
EL DERTEMINISMO EN FACUNDO 113
Muchos filôsofos han crefdo [...] que las llanuras preparaban las vîas al
despotismo, del mismo modo que las montanas prestaban asidera a las
resistencias de la libertad27.
Acto seguido, empieza una série de analogias que se mantendra hasta el final
del Facundo, entre el suelo argentino y el asiâtico o norafricano, y entre los hombres
y sociedades que en ellos residen. El hecho de que Sarmiento no conociera
personalmente aquello de lo que hablaba no basta para explicar esas comparaciones,
solo comprensibles considerando la posiciôn ideolôgica del autor, para quien, cual si
fuera un ciudadano de la Roma imperial — o simplemente un europeo contem-
porâneo suyo — , todo lo exterior, todo lo diferente, no podîa ser sino bârbaro :
peligro présente y la imaginaria amenaza futura. Tal vez ello explique que no solo el
maestro Sarmiento no haya encarado la posibilidad de educarlos, sino que empleara
contra ellos recursos literarios de animalizaciôn y cosificaciôn — "enjambre de
hienas, "bultos siniestros" u — antes de coincidir en "lo colosal y lo util" 47 que era
el hecho en si de realizar una campafia militar que invadiese las tierras indias aûn no
ocupadas por los blancos. Si de los indios no podia esperar nada positivo, tampoco
de su fusion con los blancos, que dari'a esos mestizos gauchos calificados de "salvajes
de color banco" 48, igualmente ociosos e incapaces. En la perspectiva sarmientina,
tanto los indios como los gauchos se mueven siempre impulsados por sus instintos,
jamâs por la reflexion 49, y eso constituye una caracteri'stica de todos los que luchan
del lado federal, con la ûnica excepciôn de Rosas, que tiene "espiritu calculador" y la
"inteligencia de un Maquiavelo" so. Desconocemos si Sarmiento habia leido al abate
de Pauw pero sorprenden las coincidencias entre ambos mensajes. Semejante carga
peyorativa no significa que el menosprecio sea el ûnico sentimiento que los gauchos
le inspiran puesto que desborda de admiraciôn mal disimulada al describir las proezas
de las figuras arquetipicas producidas por el medio pampero, al punto que la del
rastreado lo lleva a exclamar " \ Cuân sublime : criatura es la que Dios hizo a su
imagen y semejanza ! " 51, y de la peor connotada, la del gaucho malo, reconoce que
esa denomination no es "del todo" desfavorecedora 52. Un medic extraordinario no
puede sino generar tipos humanos fuera de lo comûn.
Sarmiento pasa revista a todos los grupos humanos asentados en el suelo
argentino. En sus referencias a los negros observamos una progresiôn hacia la
negatividad. Empieza de modo condescendiente, afirmando que constituyen "una raza
inclinada a la civilizaciôn, dotada de talento y de los mâs bellos instintos de
progreso" 53 ; idea que relativiza pocas lineas después, al decir que "la idea de
introducir[los] en America [...] tan fatales resultados ha producido", para Uegar, luego
de seftalar que componen uno de los puntales del rosismo en Buenos Aires, a la
conclusion : "Felizmente, las continuas guerras han terminado ya la parte masculina
de esa poblaciôn" 54.
Respecto a los blancos, portadores de la ûnica cultura valedera a sus ojos,
no le cabe duda de que estân destinados a vencer el medio bârbaro en el que se han
establecido. Proceso de superaciôn que partira de la ciudad, ya que "la civilizaciôn y
el progreso [...] no pueden desenvolverse sino a condiciôn de que los nombres estén
reunidos en sociedades numerosas" 5S. La confianza de Sarmiento en el espiritu de las
ciudades es inquebrantable. A la larga, esos "oasis de civilizaciôn" S6 lograrân la
victoria en el enfrentamiento que los opone a la campafia pastora que los circunda,
pues esta, a causa de la dispersion de las viviendas, "el estimulo falta, el ejemplo
desaparece, la necesidad de manifestarse con dignidad, que se siente en las ciudades,
no se hace sentir [...] en al aislamiento y la soledad" 57. Ademâs, "la vida del campo
[...] ha desenvuelto en el gaucho las facultades fisicas, sin ninguna de las de la
inteligencia" 58.
1 16 Maria Oliveira CESAR
Que la vida cerril haya conseguido "barbarizar" las cuidades por la fuerza de
las armas de las montoneras fédérales es, para Sarmiento, algo terrible pero
circunstancial. De Artigas a Rosas, todos los caudillos representan un alto o incluso
un retroceso en la marcha irrefrenable de las ciudades a la civilization, cuyo rumbo
no podrân cambiar. Por eso, pesé a los anos que lleva Buenos Aires bajo el rosismo,
podrâ "volver a ser lo que fue, porque la civilizaciôn europea es tan fuerte alli que a
despecho de las brutalidades del gobierno se ha de sostener" 59.
En cambio, asegura Sarmiento que la impronta de un hombre civilizado
marca de manera indeleble a su medio. El ejemplo mas cabal es el del general J. M.
Paz, quien - ejército de linea mediante - consiguiô quitarle a Côrdoba las gruesas
capas de hispanismo y jesuitismo que ahogaban sus posibilidades de pregreso 60. La
justificacion de los éxitos de Paz es doble y entra de lleno en el esquema que asocia
el fatalismo al determinismo del medio. Por un lado, '"algo debe haber de
predestinado en [ese] hombre [...] como si un ângel tutelar velara sobre [él]" 61. Por
otro, Paz es "el hijo legitimo de la ciudad, el représentante mas cumplido de los
pueblos civilizados" 62. Un elogioso retrato moral prépara la designaciôn del general
a la europea como candidate ideal para llevar a todo el pais las pautas civilizadoras
aplicadas en Côrdoba. Elecciôn personal presentada en varias oportunidades como
realizada por la Providencia, dado que Paz estaria "designado desde lo Alto a vengar la
Repùblica, la Humanidad y la Justicia" 63, a "reconstruir" M la Argentina.
Hado omnipotente e irresistible, al que no escapa ninguno de los
protagonistas de la historia : a Quiroga, "la destucciôn de todo [...] le estaba
encomendada de lo Alto y no podîa abandonar su misiôn" 6S ; la muerte de Dorrego
"acaso [...] fue uno de esos hechos fatales, predestinados ..." 66 ; e inclusive Rosas, a
pesar suyo y porque "es un grande y poderoso instrumento de la Providencia, [...]
realiza todo lo que al provenir de la patria interesa" 67.
Sarmiento se coloca a si mismo en ese esquema, y no solo por declararse
obligado a escribir el Facundo — "en medio de tantos horrores como los que estoy
condenado a describir" 6S — . El campo al que él ha sido destinado va mucho mas alla
del puramente literario. Todas las referencias personales que presentan las paginas de
esa obra conducen a esa conclusion.
Proviene Sarmiento de un medio fisico y social prilegiado ya que la region
sanjuanina reûne varios elementos positivos. Situada al pie de la cordillera, su
superfice no es llana y el pastoreo bârbaro no constituye su modo de explotaciôn :
La ciudad de San Juan "era uno de los pueblos mas cultos del interior " 71,
cuya sociedad hacîa gala de "la cultura de los modales, el refinamiento de las
costumbres, el cultivo de las letras, las grandes empresas comerciales, el espiritu
EL DERTEMINISMO EN FACUNDO 11 7
BARBARIE CIVILIZACION
NOTAS
(37) 8, 118-121.
(38) 14, 209.
(39) 3, 60.
(40) 3, 58, 5, 83 y 6, 96.
(41) 6, 94.
(42) 5, 83.
(43) 8, 127.
(44) 1, 28.
(45) 1, 29.
(46) 1, 23.
(47) 13, 187.
(48) 2, 50.
(49) Intr., 7 y 15 ; 4, 62 y 64; 9, 138, ; 11, 154 y 170 ; 12, 182 ; 14, 214.
(50) Intr., 8
(51) 2, 46.
(52) 2, 49.
(53) 1, 29.
(54) 14, 225.
(55) 1, 36.
(56) 1, 31.
(57) 1, 33.
(58) 1, 37.
(59) 4, 73.
(60) 9, 141-143 ; 10, 153-154.
(61) 9, 139
(62) 9, 138.
(63) 15, 256.
(64) 9, 141.
(65) 8, 124.
(66) 9, 135.
(67) 15, 242.
(68) 11, 162..
(69) 1, 32.
(70) 4, 68.
(71) 4, 70.
(72) 4, 71.
(73) 8, 127.
(74) 4, 70.
(75) D. F. SARMIENTO, Recuerdo de provincia (1850), Buenos Aires, Centra Editor de
America Latina, colecciôn Capitulo, Biblioteca argentina fundamental, 1979, p. 144.