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El Pastor Otoniel Pardo en estas páginas, nos muestra

que en el Antiguo Testamento, los creyentes estaban
bajo una dispensación diferente, donde la ley, los
sacrificios y las prácticas ceremoniales eran elementos
centrales para la relación con Dios. La justicia se
entendía en términos de la obediencia a la ley y la
aplicación de juicio divino sobre aquellos que
transgredían esa ley. Los salmistas, profetas y
personajes como David expresaban sus peticiones
enfocadas en la vindicación divina, pidiendo justicia y
venganza contra sus enemigos.
En contraste, el Nuevo Testamento muestra la
revelación completa de Dios en la persona de
Jesucristo, quien trae una nueva perspectiva y una
relación restaurada con Dios. Jesús enseñó principios
revolucionarios como amar a los enemigos, perdonar,
mostrar misericordia y buscar la reconciliación en lugar
de la venganza. El énfasis en la gracia, la redención y la
relación personal con Dios a través de Cristo cambió la
dinámica de la fe.

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DIFERENCIAS ENTRE
EL CREYENTE DEL
ANTIGUO Y NUEVO
TESTAMENTO
Mirando a Cara
Descubierta

Otoniel Pardo
otonielpardo@gmail.com
511 995982555
Lima - Perú

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 AGRADECIMIENTOS

A mí amada esposa Elizabeth y mi hijo

Benny
A mi amigo y consiervo Steven Shepard,
a su preciosa familia.
A los hermanos, Pastores y amigos de la
Misión Cristiana La Gracia Reina.
A todos los que directa e indirectamente han
afectado mi vida y ministerio.

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 PREFACIO

Hay varios ejemplos bíblicos que ilustran las diferencias en el

enfoque entre el Antiguo y el Nuevo Testamento en cuanto
a la manera en que los creyentes se relacionan con Dios y
con los demás.

Venganza vs. Perdón:

Antiguo Testamento: En el Salmo 137, se expresa un deseo
de venganza: "¡Oh hija de Babilonia, la desolada,
bienaventurado el que te diere el pago de tu retribución de lo
que nos has hecho!".
Nuevo Testamento: Jesús, en Lucas 23:34, incluso mientras
está siendo crucificado, ora por sus verdugos: "Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen."

Justicia vs. Misericordia:

Antiguo Testamento: En el libro de Job, Job clama por
justicia y busca entender su sufrimiento, cuestionando la
justicia de Dios.
Nuevo Testamento: En el relato del hijo pródigo (Lucas
15:11-32), vemos la parábola de un padre que muestra
misericordia y gracia hacia su hijo arrepentido, en lugar de
buscar justicia.

Obediencia a la Ley vs. Transformación del Corazón:

Antiguo Testamento: En el libro de Deuteronomio, Moisés
enfatiza la importancia de obedecer la ley de Dios para
recibir bendiciones y evitar maldiciones.
Nuevo Testamento: Jesús, en el Sermón del Monte (Mateo
5-7), va más allá de la observancia legal y enfatiza la
importancia de la actitud del corazón y la transformación
interior.

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Enfoque en el Templo vs. Espíritu Santo como Templo:
Antiguo Testamento: El énfasis en la adoración y sacrificios
en el templo es prominente en libros como Levítico y
Salmos.
Nuevo Testamento: Jesús, en Juan 4:23-24, habla sobre
adorar en espíritu y en verdad, y luego en 1 Corintios 6:19,
Pablo enseña que los creyentes son templo del Espíritu
Santo.
Estos ejemplos muestran el cambio de enfoque desde una
perspectiva legal y basada en la justicia del Antiguo
Testamento hacia una perspectiva de gracia, perdón y
transformación del corazón que se manifiesta en el Nuevo
Testamento a través de la obra redentora de Jesucristo,
además:

Revelación Progresiva:
Antiguo Testamento: La revelación de Dios se dio de
manera gradual a través de profetas y escrituras, revelando
aspectos de Su carácter y voluntad.
Nuevo Testamento: En el Nuevo Testamento, la revelación
culmina en la encarnación de Jesucristo, quien representa la
plenitud de la revelación divina y revela el propósito
redentor de Dios de una manera más completa.

Énfasis en la Ley vs. Gracia y Fe:

Antiguo Testamento: Se enfatiza la obediencia a la ley como
medio para la relación con Dios y para la vida moral y
espiritual.
Nuevo Testamento: Se resalta la gracia de Dios y la fe en
Jesucristo como el camino hacia la salvación y la relación
restaurada con Dios.

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Relación con Dios:
Antiguo Testamento: Se enfoca en una relación basada en la
obediencia y el temor a Dios como el Creador y Legislador.
Nuevo Testamento: Se destaca una relación basada en el
amor y la adopción como hijos de Dios a través de la fe en
Jesucristo.

Profecías Cumplidas vs. Cumplimiento en Cristo:

Antiguo Testamento: Las profecías mesiánicas anticipan la
venida del Mesías, profetizando sobre su obra y reino
venidero.
Nuevo Testamento: Jesucristo es presentado como el
cumplimiento de esas profecías, cumpliendo las expectativas
mesiánicas del Antiguo Testamento.

Enfoque Nacional vs. Universal:

Antiguo Testamento: Gran parte del énfasis está en la
historia y el destino del pueblo judío como nación elegida.
Nuevo Testamento: El mensaje se extiende a todas las
naciones, abriendo la fe y la salvación a todas las personas,
no limitado a un grupo étnico específico.

Relación con el Espíritu Santo:

Antiguo Testamento: La presencia del Espíritu Santo estaba
presente pero no se experimentaba de la misma manera que
en el Nuevo Testamento.
Nuevo Testamento: Se enfatiza la obra del Espíritu Santo
como guía, consolador y poder capacitador en la vida del
creyente después de la ascensión de Cristo.

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 INTRODUCCIÓN

La diferencia entre el enfoque del creyente en el Antiguo

Testamento y el del Nuevo Testamento se contextualiza en
la progresión de la revelación divina y el cumplimiento a
través de Jesucristo. Ambos testamentos son parte de la
misma revelación progresiva de Dios hacia la humanidad.
En el Antiguo Testamento, vemos una revelación gradual de
Dios a través de la ley, profetas y salmos. Los creyentes en
esa época tenían una comprensión limitada de la plenitud del
plan redentor de Dios. Las oraciones y súplicas a menudo
estaban relacionadas con la justicia, la venganza y el
cumplimiento de la ley divina. El énfasis estaba en la
observancia de los mandamientos y en la justicia como parte
integral de la relación con Dios y la comunidad.
Sin embargo, con la venida de Jesucristo y el Nuevo
Testamento, la revelación de Dios se completa y se aclara.
Jesús enseña un enfoque radicalmente nuevo: amor, perdón
y misericordia. En lugar de buscar venganza, Jesús enseña a
perdonar y a orar incluso por los que nos ofenden. Esto se
refleja en el Sermón del Monte y en varios pasajes en los
Evangelios y las Epístolas del Nuevo Testamento.
La biblia destaca que Jesucristo es el cumplimiento de las
profecías del Antiguo Testamento y la encarnación de la
gracia y la verdad. En Él, vemos el amor incondicional de
Dios manifestado, lo cual cambia la perspectiva y la práctica
del creyente. A través de Jesucristo, se revela la naturaleza de
Dios como amor y misericordia, y se nos llama a reflejar esa
misma actitud hacia los demás.
La diferencia clave entre el enfoque del creyente en el
Antiguo y el Nuevo Testamento radica en la comprensión
progresiva de la revelación de Dios. Mientras que en el
Antiguo Testamento se enfatizaba la justicia y la observancia

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de la ley, en el Nuevo Testamento se resalta la misericordia,
el perdón y el amor como expresiones centrales de la fe en
Jesucristo.
En el Antiguo Testamento, los creyentes estaban bajo una
dispensación diferente, donde la ley, los sacrificios y las
prácticas ceremoniales eran elementos centrales para la
relación con Dios. La justicia se entendía en términos de la
obediencia a la ley y la aplicación de juicio divino sobre
aquellos que transgredían esa ley. Los salmistas, profetas y
personajes como David expresaban sus peticiones enfocadas
en la vindicación divina, pidiendo justicia y venganza contra
sus enemigos.
En contraste, el Nuevo Testamento muestra la revelación
completa de Dios en la persona de Jesucristo, quien trae una
nueva perspectiva y una relación restaurada con Dios. Jesús
enseñó principios revolucionarios como amar a los
enemigos, perdonar, mostrar misericordia y buscar la
reconciliación en lugar de la venganza. El énfasis en la gracia,
la redención y la relación personal con Dios a través de
Cristo cambió la dinámica de la fe.
Entendemos que Jesucristo cumplió la ley y los profetas,
inaugurando un nuevo pacto basado en su sacrificio
expiatorio. Su obra en la cruz no solo cubre nuestros
pecados, sino que también transforma nuestros corazones y
nuestra comprensión de la justicia. Los creyentes del Nuevo
Testamento viven bajo la gracia y la libertad en Cristo,
buscando reflejar la naturaleza de Dios mediante la
demostración de amor, perdón y misericordia.
Esta diferencia entre el Antiguo y el Nuevo Testamento no
implica que Dios haya cambiado, sino que la revelación
progresiva revela aspectos diferentes de Su carácter y
propósito a lo largo del tiempo. La justicia y la misericordia
coexisten en la naturaleza de Dios, pero el énfasis y la

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manera en que se manifiestan se vuelven más claros y plenos
en la era del Nuevo Testamento a través de la obra redentora
de Cristo.
Únete a este viaje a través de las páginas de la Escritura y la
reflexión, mientras exploramos juntos la magnífica
transformación en la relación entre el creyente del antiguo
testamento y el creyente del nuevo testamento, un
testimonio vivo de la gracia, la misericordia y el amor
inquebrantable en Cristo Jesús.

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 CAPÍTULO 1
LA REVELACIÓN PROGRESIVA DE DIOS

La relación entre Dios y la humanidad se ha caracterizado

por una revelación gradual y progresiva a lo largo de los
tiempos. Este capítulo se adentra en la esencia misma de esta
revelación, explorando su evolución a través de las eras y
resaltando su importancia en la comprensión de la naturaleza
divina.
1.1. Los Inicios de la Revelación
La revelación de Dios se manifiesta desde los albores de la
historia humana, en narrativas ancestrales de encuentros
divinos y experiencias espirituales. Desde las tradiciones
orales hasta los primeros textos sagrados, la humanidad ha
sido receptora de señales divinas que han sembrado las
semillas de la comprensión sobre la trascendencia.
1.2. La Revelación en el Antiguo Testamento
El relato bíblico del Antiguo Testamento es un testimonio
primordial de la revelación progresiva de Dios. Desde las
primeras menciones en Génesis hasta las profecías de los
libros proféticos, se evidencia una gradual manifestación de
la voluntad y el carácter divino. La entrega de la ley, las
experiencias de los patriarcas y la palabra de los profetas son
piedras angulares en esta evolución reveladora.
1.3. La Transición Hacia el Nuevo Testamento
La llegada del Nuevo Testamento marca un hito crucial en la
revelación de Dios. Con la encarnación de Jesucristo, la
revelación alcanza su punto más elevado. El Hijo de Dios se
convierte en la máxima expresión y encarnación de la
revelación divina, llevando a la humanidad a una
comprensión más completa y profunda de la naturaleza de
Dios.
1.4. La Importancia de la Progresión Reveladora

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La progresión en la revelación divina es fundamental para la
comprensión del carácter y propósito de Dios. Esta
evolución gradual permite a la humanidad ir comprendiendo,
en etapas, la magnitud y la complejidad de la divinidad.
Destacar la importancia de esta progresión reveladora es
esencial para apreciar cómo las primeras revelaciones
sentaron las bases para una comprensión más amplia y
profunda en las épocas posteriores.
1.5. Reflexiones sobre la Naturaleza Divina
Al explorar la revelación progresiva de Dios, surge la
oportunidad de reflexionar sobre la naturaleza misma de lo
divino. ¿Cómo se revela Dios a través del tiempo? ¿Cuáles
son los aspectos clave que emergen en esta evolución? Estas
reflexiones nos permiten vislumbrar la majestuosidad y la
sabiduría implícita en este proceso revelador.
A través de este análisis detallado de la revelación progresiva
de Dios, este capítulo busca sumergirse en la esencia misma
de la relación entre lo divino y lo humano, destacando la
importancia y la trascendencia de esta progresión en la
comprensión de la naturaleza divina a lo largo de la historia.

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 CAPÍTULO 2
ANTIGUO TESTAMENTO - ENFOQUE Y
DINÁMICA RELIGIOSA

Es fundamental profundizar en la mentalidad religiosa y

moralidad del Antiguo Testamento para comprender la
progresión de la revelación divina y su relevancia en la
teología contemporánea.
1. Mentalidad religiosa y moralidad:
Desde la perspectiva reformada, se destaca la centralidad de
la soberanía y la santidad de Dios en la mentalidad religiosa
del Antiguo Testamento. La reverencia hacia un Dios
soberano y santo se manifestaba en la adhesión a la ley como
expresión de su carácter y voluntad moral. La moralidad
estaba arraigada en la fidelidad a los mandamientos divinos,
reflejando la relación entre obediencia y bendición,
desobediencia y consecuencias.
2. Conceptos clave:
Justicia: En la teología reformada, la justicia divina es vista
como inseparable de la santidad de Dios. El Antiguo
Testamento revela una justicia que se expresa a través de la
observancia de la ley, pero también apunta hacia la justicia
redentora de Dios que se cumplirá en Cristo.
Ley: La ley en el Antiguo Testamento representa la expresión
de la voluntad divina para el pueblo. Desde la perspectiva
reformada, se entiende como un medio para revelar la
santidad de Dios y la incapacidad del ser humano para
cumplirla perfectamente, lo que señala la necesidad de un
redentor.
Sacrificios: Los sacrificios en el Antiguo Testamento se
interpretan en la teología reformada como símbolos que
señalan hacia el sacrificio redentor definitivo de Cristo. Estos
actos sacrificiales no podían redimir plenamente, pero

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prefiguraban el sacrificio perfecto que vendría.
Profecías: Las profecías en el Antiguo Testamento se
consideran una manifestación del plan redentor de Dios que
culmina en Jesucristo. Estas predicciones no solo anuncian
eventos futuros, sino que revelan la gracia y la misericordia
de Dios al brindar esperanza a su pueblo.
3. Relación con Dios:
La relación entre Dios y el hombre en el Antiguo
Testamento se enfatiza en la teología reformada como una
relación basada en la fidelidad y la elección divina. La
promesa de Dios de estar con su pueblo y ser su Dios, y la
responsabilidad del pueblo de responder con obediencia y
fidelidad, son aspectos clave de esta relación.
Desde la teología reformada, el Antiguo Testamento no se
percibe simplemente como un conjunto de prácticas y
rituales, sino como una narrativa progresiva que revela la
naturaleza de Dios y señala hacia la plenitud de esa
revelación en Jesucristo. Se destaca la continuidad entre los
dos testamentos, mostrando cómo los conceptos y
principios del Antiguo Testamento encuentran su
cumplimiento y expresión final en la obra redentora de
Cristo en el Nuevo Testamento.

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 CAPÍTULO 3
CAMBIO DE PARADIGMA - JESUCRISTO Y EL
NUEVO TESTAMENTO

El cambio de paradigma que se produce con la llegada de

Jesucristo en el Nuevo Testamento representa un hito
fundamental en la revelación de Dios y en la comprensión de
Su relación con la humanidad, desde una perspectiva
teológica reformada.
1. Culminación de la revelación divina:
La llegada de Jesucristo se interpreta en la teología
reformada como el clímax y la culminación de la revelación
divina. En Él, se encuentran los atributos y propósitos de
Dios revelados de manera completa y perfecta, como la
gracia, la verdad, la justicia y el amor redentor.
2. Enseñanzas revolucionarias:
Las enseñanzas de Jesucristo representan un cambio radical
en el enfoque espiritual y moral. La teología reformada
destaca el énfasis en el amor, el perdón, la misericordia y la
reconciliación que Jesús trae consigo. Estas enseñanzas
desafían las concepciones previas de justicia y ley, invitando
a un entendimiento más profundo y transformador.
3. Cumplimiento de las profecías:
Desde la perspectiva reformada, Jesucristo es presentado
como el cumplimiento de las profecías mesiánicas del
Antiguo Testamento. Las profecías que anunciaban Su
venida, Su ministerio, Su muerte y resurrección encuentran
su realización en Él, confirmando Su identidad y misión
redentora.
4. Redención y restauración:
La teología reformada resalta la obra redentora de Jesucristo
como el medio de reconciliación entre Dios y la humanidad.
Su sacrificio expiatorio en la cruz se interpreta como el acto

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supremo de amor y justicia divina que satisface la demanda
de la ley de Dios y permite la salvación y restauración del ser
humano caído.
5. Continuidad y transformación:
Se reconoce la continuidad entre el Antiguo y el Nuevo
Testamento, pero también se enfatiza la transformación que
Jesucristo trae consigo. El Nuevo Testamento representa
una nueva fase en la revelación divina, donde se revela la
plenitud del plan redentor de Dios y se abre la oportunidad
para una relación personal con Él mediante la fe en Cristo.
En resumen, desde la perspectiva teológica reformada,
Jesucristo y el Nuevo Testamento representan el clímax y la
consumación de la revelación divina, marcando un cambio
de paradigma en la comprensión de la relación entre Dios y
la humanidad, a través de Su obra redentora, Su enseñanza
transformadora y Su cumplimiento de las promesas antiguas.

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 CAPÍTULO 4
DIFERENCIAS CLAVE EN LA PRÁCTICA
RELIGIOSA

Se destacan diferencias clave en la práctica religiosa que

surgen a raíz de la obra redentora de Jesucristo y la nueva
dinámica de la relación entre Dios y la humanidad.
1. Enfoque en la gracia y la fe:
En contraste con el énfasis en la observancia legal del
Antiguo Pacto, el Nuevo Pacto enfatiza la gracia de Dios y la
fe en Jesucristo como medios primarios para la salvación y la
relación restaurada con Dios. La teología reformada subraya
que la salvación no se alcanza por obras, sino por la gracia
de Dios recibida mediante la fe en Cristo.
2. Transformación del corazón:
En el Nuevo Pacto, Jesucristo no solo ofrece perdón de
pecados, sino que transforma los corazones de las personas.
Desde la perspectiva reformada, se enseña que el Espíritu
Santo obra en los creyentes, concediéndoles un nuevo
corazón y una nueva naturaleza que les permite vivir de
acuerdo con la voluntad de Dios.
3. Relación personal con Dios:
El Nuevo Pacto establece una relación personal y directa
con Dios para todos los creyentes. La teología reformada
enfatiza que, a través de Cristo, los creyentes tienen acceso
directo al Padre y la posibilidad de una relación íntima con
Él, en contraste con la mediación sacerdotal del Antiguo
Pacto.
4. Énfasis en la libertad en Cristo:
El Nuevo Pacto resalta la libertad en Cristo. Los creyentes
son liberados de la esclavitud del pecado y la condenación de
la ley, permitiéndoles vivir en la libertad del perdón, la gracia
y la justicia de Cristo.

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5. Ley escrita en el corazón:
Según la teología reformada, en el Nuevo Pacto, la ley de
Dios no se graba en tablas de piedra, sino en los corazones
de los creyentes a través del Espíritu Santo. Esta
internalización de la ley promueve una obediencia no por
obligación externa, sino por amor y gratitud hacia Dios.
6. Participación en la comunidad de creyentes:
Bajo el Nuevo Pacto, la comunidad de creyentes se vuelve
central. La teología reformada enfatiza la importancia de la
iglesia como cuerpo de Cristo, donde los creyentes
encuentran comunión, apoyo mutuo y crecimiento espiritual.
7. Adoración en espíritu y verdad:
En el Nuevo Pacto, la adoración no está centrada en rituales
externos o en lugares específicos, sino en la adoración en
espíritu y verdad. La teología reformada enfatiza que la
adoración genuina se basa en la relación del corazón con
Dios y en la verdad revelada en Su Palabra.
8. Participación en la obra del Espíritu Santo:
Bajo el Nuevo Pacto, los creyentes participan activamente en
la obra del Espíritu Santo. La teología reformada subraya
que el Espíritu Santo capacita, guía y santifica a los creyentes
para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios y para servir
en la extensión del Reino de Dios en la tierra.
9. Énfasis en la enseñanza y el estudio de las Escrituras:
El Nuevo Pacto resalta la importancia de la enseñanza y el
estudio de las Escrituras para el crecimiento espiritual. La
teología reformada promueve el entendimiento y la
aplicación de la Palabra de Dios como esencial para una vida
cristiana madura y equilibrada.
10. Celebración de la Cena del Señor y el Bautismo:
En el Nuevo Pacto, la biblia observa la práctica de la Cena
del Señor y el Bautismo como sacramentos simbólicos que
expresan la comunión con Cristo y la identidad como parte

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del cuerpo de creyentes.
Estas diferencias clave en la práctica religiosa bajo el Nuevo
Pacto, desde la perspectiva teológica reformada, resaltan la
transformación radical en la experiencia espiritual de los
creyentes, enfocándose en la gracia, la fe, la relación personal
con Dios, la comunidad de creyentes y la obra del Espíritu
Santo como aspectos centrales de la vida cristiana.

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 CAPÍTULO 5
CUMPLIMIENTO EN CRISTO Y SU SIGNIFICADO

El cumplimiento de las profecías mesiánicas a través de

Jesucristo es un punto central en la teología reformada, ya
que establece la identidad y la obra redentora de Cristo como
el Mesías esperado, el Salvador prometido desde el Antiguo
Testamento. Desde esta perspectiva, profundicemos en el
significado teológico y espiritual de este cumplimiento
profético.
1. Cumplimiento de las profecías mesiánicas:
Las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento
anticipaban la venida de un Redentor, un Mesías prometido
por Dios para salvar y redimir al pueblo. Jesucristo, a lo
largo de Su vida, ministerio, muerte y resurrección, cumplió
meticulosamente estas profecías, confirmando Su identidad
como el Mesías anunciado.
2. Significado teológico del cumplimiento en Cristo:
Validación de la Palabra de Dios: El cumplimiento de las
profecías mesiánicas en Jesucristo valida la veracidad y la
confiabilidad de la Palabra de Dios. Estos eventos
profetizados y cumplidos revelan la fidelidad de Dios en
cumplir Sus promesas.
Confirmación de la identidad de Cristo: El cumplimiento de
las profecías confirma la identidad única y divina de
Jesucristo como el Hijo de Dios, el Salvador y el Mesías
esperado. Su vida y ministerio encajan perfectamente con las
expectativas mesiánicas del Antiguo Testamento.
Evidencia de la providencia y el plan redentor de Dios: El
cumplimiento de las profecías mesiánicas revela la sabiduría
y el plan soberano de Dios para la redención de la
humanidad a través de Jesucristo. Cada detalle profetizado y

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cumplido muestra la meticulosa obra providencial de Dios.
3. Significado espiritual del cumplimiento en Cristo:
Fundamento de la fe: El cumplimiento de las profecías
fortalece la fe de los creyentes al demostrar que Jesucristo es
el cumplimiento perfecto de las promesas divinas. Esto
fortalece la confianza en Su obra redentora y en la esperanza
de la salvación en Él.
Fuente de esperanza y consuelo: El cumplimiento de las
profecías mesiánicas ofrece esperanza y consuelo, ya que
confirma que Dios cumple Sus promesas. Esta realización
nos da seguridad en la confiabilidad de Dios para cumplir lo
que ha prometido en Su Palabra.
Base para la salvación: El cumplimiento de las profecías en
Cristo es la base de la salvación. La teología reformada
enfatiza que es a través de la obra redentora cumplida por
Jesucristo que los pecadores encuentran perdón,
reconciliación con Dios y vida eterna.
En resumen, desde la perspectiva teológica reformada, el
cumplimiento de las profecías mesiánicas en Jesucristo tiene
un significado profundo y trascendente tanto en el plano
teológico, al confirmar la identidad y obra redentora de
Cristo, como en el plano espiritual, al ser el fundamento de
la fe, la esperanza y la salvación para los creyentes.
4. Cumplimiento redentor y reconciliador:
Redención completa: El cumplimiento de las profecías en
Cristo representa la culminación del plan redentor de Dios.
Jesucristo, como el Mesías prometido, realiza una obra
completa de redención al ofrecer Su vida como sacrificio
expiatorio por los pecados de la humanidad.
Reconciliación con Dios: El cumplimiento de las profecías
mesiánicas en Jesucristo trae la reconciliación entre Dios y el
ser humano. La teología reformada enseña que a través de la
obra redentora de Cristo, los creyentes son reconciliados con

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Dios, restaurando la relación rota por el pecado.
5. Testimonio de la soberanía divina:
Soberanía de Dios: El cumplimiento de las profecías
mesiánicas refleja la soberanía de Dios sobre la historia y el
cumplimiento de Sus designios. Esto señala la omnisciencia
y omnipotencia de Dios al cumplir Su plan redentor a través
de Jesucristo.
Profecías detalladas y cumplimiento exacto: La precisión en
el cumplimiento de las profecías, desde detalles específicos
hasta eventos significativos, subraya la intervención divina y
el control absoluto de Dios sobre la historia y el
cumplimiento de Sus propósitos.
6. Establecimiento del Reino de Dios:
Venida del Reino: El cumplimiento de las profecías en
Jesucristo marca el inicio y establecimiento del Reino de
Dios. Desde la perspectiva reformada, la presencia y la obra
de Cristo inauguran el reino espiritual de Dios en la tierra.
Victoria sobre el mal: El cumplimiento de las profecías
mesiánicas representa la victoria de Cristo sobre el pecado, la
muerte y las fuerzas del mal. En Él, se manifiesta la
autoridad y el poder divinos sobre el mal y la restauración de
la creación caída.
7. Revelación plena del carácter de Dios:
Manifestación del amor divino: El cumplimiento de las
profecías en Jesucristo revela el amor insondable de Dios
por la humanidad. La entrega de Su Hijo como redentor
muestra la profundidad del amor y la gracia de Dios hacia la
humanidad.
Revelación de la verdad y la justicia: En Cristo se revela la
verdad y la justicia divina. Su vida y enseñanzas muestran la
verdad de Dios y Su justicia perfecta, ofreciendo un camino
de salvación y transformación.
El cumplimiento de las profecías mesiánicas en Jesucristo,

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desde la perspectiva teológica reformada, abarca un espectro
amplio de significados que van desde la redención,
reconciliación y soberanía divina, hasta la revelación plena
del amor, la verdad y la justicia de Dios a través de Su Hijo,
señalando un punto central en la historia de la salvación y el
establecimiento del Reino de Dios en la tierra.

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 CAPÍTULO 6
IMPACTO EN LA RELACIÓN HUMANO-DIVINA

Las diferencias enfoque entre el Antiguo y el Nuevo

Testamento han tenido un impacto significativo en la
relación entre el ser humano y Dios, modelando y
moldeando la comprensión y la experiencia de esta relación a
lo largo de la historia bíblica y teológica.
1. Relación basada en la ley y la obediencia:
Enfoque del Antiguo Testamento: La relación entre el ser
humano y Dios en el Antiguo Testamento estaba
influenciada por la observancia de la ley y la obediencia
como requisitos fundamentales para mantener una relación
correcta con Dios. Se enfatizaba la necesidad de seguir los
mandamientos y las prescripciones ceremoniales para
obtener el favor divino y evitar la ira de Dios.
Impacto en la relación: Esta comprensión modelaba una
relación más formal y estructurada, donde el acercamiento al
Creador se basaba en la obediencia a un conjunto de reglas y
rituales, creando una brecha entre la santidad de Dios y la
imperfección humana.
2. Relación basada en la gracia y la fe:
Enfoque del Nuevo Testamento: El Nuevo Testamento trae
una perspectiva revolucionaria al presentar la relación entre
el ser humano y Dios basada en la gracia, el amor y la fe en
Cristo. Se enfatiza la gracia divina como el fundamento de la
relación, donde la salvación es un regalo gratuito recibido
por medio de la fe en Jesucristo.
Impacto en la relación: Esta comprensión transforma la
relación humano-divina en una conexión más personal y
profunda, donde el ser humano experimenta la cercanía y la
intimidad con Dios, no basada en el cumplimiento de
normas, sino en la aceptación del regalo de la gracia divina.

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3. Evolución en la comprensión de la relación:
Progresión en la revelación divina: A lo largo de la revelación
progresiva, la comprensión de la relación entre el ser
humano y Dios evoluciona. Desde la teología reformada, se
entiende que el Antiguo Testamento establece los
fundamentos para comprender la santidad y justicia de Dios,
mientras que el Nuevo Testamento revela la plenitud del
amor y la gracia de Dios en Cristo.
Impacto en la relación a lo largo del tiempo: Esta evolución
en la comprensión ha moldeado la relación humano-divina,
llevándola desde una interacción más enfocada en
normativas y rituales hacia una experiencia más cercana,
íntima y transformadora basada en la obra redentora de
Jesucristo.
4. Transformación del entendimiento de la cercanía con
Dios:
Cambio en la percepción de la cercanía: En el Antiguo
Testamento, la cercanía con Dios estaba limitada por la
distancia entre la santidad divina y la naturaleza pecaminosa
del ser humano. Sin embargo, en el Nuevo Testamento, la
relación se transforma en una comunión más íntima y
directa, donde los creyentes tienen acceso al Padre a través
de Jesucristo por medio del Espíritu Santo.
5. Enfoque en la adopción como hijos de Dios:
Adopción como hijos: El Nuevo Testamento destaca la
adopción como hijos de Dios a través de la fe en Cristo.
Esta comprensión lleva la relación más allá de la mera
obediencia a una dinámica familiar, donde los creyentes son
considerados hijos de Dios, herederos y coherederos con
Cristo.
6. Impacto en la vida espiritual y la transformación personal:
Cambio en la dinámica espiritual: La relación bajo el Nuevo
Pacto implica una transformación espiritual profunda. Desde

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la perspectiva reformada, esta relación se manifiesta en un
cambio de corazón, una renovación interior y una
participación activa en la obra del Espíritu Santo para
conformarse a la imagen de Cristo.
7. Perspectiva sobre la redención y la esperanza:
Visión de la redención: El enfoque en la gracia y la fe en el
Nuevo Testamento redefine la comprensión de la redención
como un acto completo y definitivo. La teología reformada
destaca que la obra redentora de Cristo es suficiente y eterna,
ofreciendo esperanza y seguridad en la salvación.
Expectativa de la esperanza: La relación bajo el Nuevo Pacto
infunde una esperanza viva y segura en la venida futura de
Cristo y en la consumación del Reino de Dios. Los creyentes
aguardan con confianza la promesa de la vida eterna y la
restauración final de todas las cosas.
Las diferencias enfoque entre el Antiguo y el Nuevo
Testamento han moldeado la relación entre el ser humano y
Dios de manera significativa, transformando la percepción
de cercanía, adopción como hijos, vida espiritual, perspectiva
sobre la redención y la esperanza futura, modelando así una
relación más profunda, íntima y transformadora basada en la
gracia y la obra redentora de Jesucristo.

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 CAPÍTULO 7
RELEVANCIA ACTUAL Y APLICACIÓN
PRÁCTICA

La relevancia actual y la aplicación práctica de las diferencias

enfoque entre el Antiguo y el Nuevo Testamento en la vida
religiosa y espiritual desde la perspectiva teológica
reformada.
1. Impacto en la vida religiosa y espiritual actual:
Enfoque en la gracia y la fe: La comprensión del Nuevo
Pacto enfatiza la gracia de Dios y la fe en Cristo como
elementos fundamentales para la vida espiritual. Esto implica
que los creyentes deben confiar en la gracia de Dios para la
salvación y el crecimiento espiritual en lugar de basarse en
sus propias obras.
Aplicación en la vida diaria: Esta perspectiva recalca la
importancia de vivir en dependencia de la gracia de Dios,
buscando constantemente Su favor y perdón a través de una
fe activa en Cristo, no confiando en méritos personales, sino
en la obra redentora de Jesús.
2. Integración de estas perspectivas en la vida diaria:
Estudio y aplicación de la Palabra: La aplicación práctica
incluye una dedicación constante al estudio y la aplicación de
la Palabra de Dios en la vida cotidiana. La teología
reformada enfatiza la importancia de comprender y vivir de
acuerdo con la verdad revelada en las Escrituras.
Oración y comunión con Dios: La vida espiritual se
enriquece mediante la oración constante y la comunión con
Dios. Los creyentes deben buscar una relación íntima y
constante con Dios, basada en la gracia y el amor revelados
en Cristo.
Práctica de la gratitud y el perdón: Integrar estas perspectivas
implica vivir una vida de gratitud por la gracia de Dios y

28
mostrar ese mismo amor y perdón a los demás. La teología
reformada enfatiza la importancia de reflejar la gracia
recibida en nuestras interacciones diarias.
3. Consejos prácticos para la vida espiritual:
Buscar crecimiento en la gracia: Es crucial para los creyentes
buscar un crecimiento continuo en el entendimiento y la
aplicación de la gracia de Dios en sus vidas diarias,
reconociendo su insuficiencia y dependencia de Dios.
Cultivar una relación íntima con Dios: Se recomienda
cultivar una relación personal y activa con Dios a través de la
oración, la lectura de la Biblia y la participación en una
comunidad de creyentes para fomentar el crecimiento
espiritual.
Practicar la gracia y el perdón: Integrar estas perspectivas
implica practicar la gracia y el perdón en todas las
interacciones, reflejando el amor y la misericordia de Dios en
cada situación.
En resumen, desde la perspectiva teológica reformada, la
relevancia actual de estas diferencias enfoque se manifiesta
en la vida diaria de los creyentes, impactando su relación con
Dios, su comprensión de la gracia y la fe, y su interacción
con los demás. La aplicación práctica implica vivir en
dependencia de la gracia, buscar crecimiento espiritual,
cultivar una relación íntima con Dios y practicar la gracia y el
perdón en todas las áreas de la vida.
4. Vivir en libertad y seguridad en la fe:
Libertad en Cristo: Integrar estas perspectivas implica vivir
en la libertad que proporciona la gracia de Dios. La teología
reformada enfatiza que la fe en Cristo libera a los creyentes
de la esclavitud del legalismo y el temor, permitiéndoles
experimentar la libertad en Él.
Seguridad en la salvación: La comprensión del Nuevo Pacto
brinda seguridad en la salvación basada en la obra completa

29
de Cristo. Esto ofrece confianza y certeza en la relación con
Dios, proporcionando un fundamento sólido en medio de
las incertidumbres de la vida.
5. Práctica de una vida transformada por la gracia:
Transformación continua: La aplicación práctica implica
buscar una vida transformada por la gracia de Dios. Esto
implica una continua renovación interior a través del
Espíritu Santo, conformándose a la imagen de Cristo en
pensamiento, palabra y acción.
Testimonio viviente: Los creyentes son llamados a ser un
testimonio viviente de la gracia de Dios en sus vidas. Esta
perspectiva reformada destaca que el vivir en gracia y fe
proyecta un testimonio poderoso del poder transformador
de Dios.
6. Relación comunitaria y servicio:
Comunidad de fe: Integrar estas perspectivas también
implica ser parte de una comunidad de fe, donde se
comparten, se animan y se desafían mutuamente en la fe y en
la práctica de la gracia.
Servicio y amor hacia los demás: La teología reformada
enfatiza el servicio y el amor hacia los demás como
expresiones naturales de la gracia recibida. Los creyentes
están llamados a mostrar compasión, amor y perdón a sus
semejantes.
La relevancia actual y la aplicación práctica de estas
diferencias enfoque desde la perspectiva teológica reformada
abarcan vivir en libertad y seguridad en Cristo, una vida
transformada por la gracia, ser un testimonio viviente,
participar en una comunidad de fe y expresar amor y servicio
hacia los demás, todo en respuesta al impacto profundo que
la gracia y la fe en Cristo tienen en la relación humano-
divina.

30
 CAPÍTULO 8
CONCLUSIONES Y REFLEXIONES FINALES

La revelación progresiva de Dios a lo largo de la historia

bíblica ha mostrado una evolución en la comprensión de Su
carácter y plan redentor, culminando en la plenitud de la
revelación en Jesucristo.
Las diferencias enfoque entre el Antiguo y el Nuevo
Testamento han moldeado la relación humano-divina,
transitando de una relación basada en la ley y la obediencia a
una fundamentada en la gracia y la fe en Cristo.
Estas diferencias han impactado la vida religiosa y espiritual,
generando una evolución en la percepción de la cercanía con
Dios, la adopción como hijos, la vida transformada por la
gracia, y la libertad y seguridad en la fe.
Reflexiones finales sobre la evolución de la relación y su
importancia contemporánea:
La evolución en la relación con Dios destaca la profundidad
del amor divino y la posibilidad de una comunión íntima y
transformadora, siendo esta una verdad relevante e
inspiradora en la vida contemporánea.
En un mundo marcado por el legalismo, la incertidumbre y
la búsqueda de significado, la comprensión de la relación
basada en la gracia y la fe en Cristo ofrece una esperanza
sólida y una libertad transformadora.
En la actualidad, la relevancia de esta evolución radica en
recordar que la relación con Dios va más allá de normativas
y rituales, siendo una relación personal que transforma vidas
y moldea la conducta ética y moral.
La comprensión de esta relación evolucionada invita a los
creyentes a vivir en gratitud, servicio y amor, reflejando la
gracia recibida en sus interacciones diarias y siendo testigos
del poder transformador de Dios en un mundo necesitado.

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En resumen, la evolución en la relación entre Dios y la
humanidad, marcada por la revelación progresiva y las
diferencias enfoque entre los Testamentos, sigue siendo
profundamente significativa en el contexto contemporáneo,
ofreciendo esperanza, libertad y una base sólida para una
relación transformadora con Dios y con los demás.
Profundicemos más en las reflexiones finales sobre la
importancia contemporánea de la evolución en la relación
entre Dios y la humanidad:
1. Pertinencia en un mundo moderno:
En la era actual, donde abundan las dudas, la incertidumbre
y la búsqueda de significado, la comprensión de una relación
basada en la gracia y la fe en Cristo proporciona un ancla
sólida. Esta relación ofrece consuelo, dirección y propósito
en medio de los desafíos modernos.
La relevancia de esta evolución resalta la necesidad humana
de una conexión significativa y transformadora. En un
contexto marcado por la desconexión y la superficialidad, la
relación íntima con Dios ofrece una fuente inagotable de
esperanza y satisfacción.
2. Desarrollo de una fe activa:
Esta evolución en la relación invita a los creyentes a
desarrollar una fe activa y comprometida. No se trata solo de
creer intelectualmente, sino de vivir una fe que transforme,
inspire y modele la vida en todos los aspectos.
La aplicación práctica de esta relación se manifiesta en el
servicio, la justicia social y el amor práctico hacia los demás.
Esta fe activa se convierte en un testimonio vivo del amor y
la gracia de Dios en un mundo necesitado.
3. Superación de la religiosidad vacía:
En contraposición a una religiosidad basada en rituales
vacíos o normativas rígidas, esta relación dinámica y
transformadora invita a una experiencia más profunda y

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auténtica de la espiritualidad.
La relevancia contemporánea de esta relación radica en
superar las formas de religiosidad meramente externas,
abrazando una fe viva y vibrante que impacte no solo la vida
personal, sino también la interacción con el mundo que nos
rodea.
4. Construcción de un sentido de comunidad y unidad:
La comprensión de esta relación invita a la construcción de
comunidades de fe que se caractericen por la gracia, el amor
y la solidaridad. Esto no solo impacta la vida individual, sino
que también puede transformar sociedades y culturas
enteras.
La importancia contemporánea de esta relación se manifiesta
en la promoción de la unidad en la diversidad, fomentando
un espacio donde las diferencias se celebran y donde se
practica el amor y la aceptación mutua.
La importancia contemporánea de la evolución en la relación
entre Dios y la humanidad radica en ofrecer un ancla sólida y
transformadora en un mundo moderno lleno de
incertidumbre, alentar el desarrollo de una fe activa y
comprometida, superar la religiosidad vacía, y construir
comunidades basadas en la gracia, el amor y la unidad en
medio de la diversidad. Esta relación dinámica con Dios
continúa siendo una fuente de esperanza, dirección y
propósito en la vida cotidiana.

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 ACERCA DEL AUTOR
Otoniel Pardo

Trayectoria Polifacética y Compromiso Social

Otoniel Pardo es un hombre multifacético, reconocido por su

pasión y dedicación en diversos campos: El pastorado, además es
escritor, comunicador, político y docente. Su influencia se
extiende más allá de las fronteras, impactando en comunidades
nacionales e internacionales.

Educación e Influencia Académica

Su bagaje académico es notable, con un Doctorado Honoris

Causa otorgado por la Kyrios Christian University de Oklahoma,
USA – Sede Buenos Aires, en reconocimiento a su invaluable
contribución al desarrollo de nuevos líderes. Además, su
reconocimiento y gratitud por parte de la Universidad Politécnica
y Artística del PARAGUAY reflejan su influencia en el ámbito
educativo.

Otoniel ha cultivado su liderazgo a través de programas como el

Institute HAGGAI, donde se especializó en Liderazgo Avanzado.
Sus diplomas en políticas públicas y gestión municipal subrayan su
interés por impactar positivamente en la realidad nacional y local.

Experiencia y Liderazgo

Su experiencia laboral es igualmente impresionante, desde roles

destacados en la Municipalidad de la Victoria hasta su presidencia
en ORCODEE, la Organización Continental de Excelencia
Educativa. Su labor como maestro invitado en instituciones
académicas teológicas ha permitido compartir su experiencia y
conocimiento con futuras generaciones de líderes.
Además, su papel como expresidente de la Fraternidad
Internacional de Pastores Cristianos y su fundación y dirección de

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la Misión Cristiana La Gracia Reina subrayan su compromiso con
la comunidad evangélica local e internacional.

Contribuciones Mediáticas y Asesoramiento

Otoniel ha sido un rostro familiar en los medios, como director y
conductor de programas televisivos y radiales enfocados en la fe,
el liderazgo y el testimonio espiritual. Su papel como asesor de la
Gerencia de Marketing y Publicidad de la empresa RENACER
SAC también destaca su versatilidad y habilidades en múltiples
ámbitos.

Contacto y Comunidad

Con sede en Perú, su compromiso con la comunidad local se

refleja en su dirección académica en el Instituto Bíblico MFI La
Molina y su participación en eventos de edificación espiritual a
nivel nacional e internacional.

Para contactar a Otoniel Pardo:

Oficina: Jr. Coraceros 131 - Pueblo Libre
Celular: 511-995982555
E-mail: otonielpardo@gmail.com

Ciudadanía: Perú

Otoniel Pardo continúa siendo un faro en múltiples áreas,

combinando su pasión por el liderazgo, la educación y el servicio
comunitario, dejando un impacto duradero en aquellos con
quienes se encuentra.

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