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ESPECI

ALFERNANDO MARTÍ
N

SI
N
EL
MI
TO
ANTONI O MARTÍ
NI TURRIAGA CORBALÁN EPILOLO SÁI
NZNORRI SMENEGHI N DEL CORRAL
J.
L.SÁEZSI
XTOM.SERRANOPANI
AGUADAIMIELPACOTORRESBROTONSFERNANDOLAURA JAVIGÓMEZ
CONSEJO EDITORIAL
Iñaki Gallardo y César Nanclares

REDACCIÓN
10 entrevista en profundidad
con Antonio Martín

16
redaccion@gigantes.com
José Joaquín Brotons, Juan Antonio Corba-
lán, Adriano Correal, Antoni Daimiel, Alfonso
Del Corral, Nacho Doria, Javier Gómez, Piti Así empezó todo. Tres años
Hurtado, Fernando Laura, Juan Manuel en Estudiantes (1978-81)
López Iturriaga, Dino Meneghin, Audie No-

19
rris, Javier Ortiz, Miguel Ángel Paniagua, José
Luis Sáez, Lolo Sainz, Juan Antonio San Epifa-
nio, David Sardinero, Sixto Miguel Serrano y
Paco Torres. Primera entrevista en
Gigantes (10 marzo 1986)
DISEÑO ORIGINAL

25
Ricardo Salvador

DIRECTOR DE ARTE
Pablo Salvador Tributo de J. A. Corbalán.
@psm_basket
Un adiós en la sonrisa
MAQUETACIÓN

27
Teresa Gutiérrez

DISEÑO
Pablo Salvador Extracto de ‘ahora que me
Olga Marinas acuerdo’, último libro de

33
Juanma Iturriaga
REDACCIÓN, PUBLICIDAD
y SUSCRIPCIONES
C/ Velázquez, 126. 6º I. 28006 Madrid.
Teléfono: 91 082 85 42
Homenaje de José Luis Sáez,
redaccion@gigantes.com presidente de la FEB
suscripciones@gigantes.com

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EDITA
Gigantes del Basket S.L.
Su agente M. A. Paniagua
revive el año en Portland

43
EDITOR
Iñaki Gallardo
DIRECTOR GENERAL EDITORIAL
César Nanclares
Sixto M. Serrano recuerda
cesar.nanclares@gigantes.com los elogios de sus
compañeros en portland
MARKETING Y PUBLICIDAD
FERNANDO MARTÍN, RECUERDO VIVO

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Patricia Cegarra
patricia.cegarra@gigantes.com Fernando Martín Espina nació en Madrid el 25 de mar-
IMPRESIÓN: Altair zo de 1962. Tercero de los cuatro hijos (Ricardo,
Pedro y Antonio) del matrimonio entre ricardo y car-
Entrevista en Gigantes
DISTRIBUCIÓN men, Fernando destacó pronto por sus cualidades físi-
como jugador de los
Sociedad General Española de Librería (SGEL)
cas para practicar deporte. Formado en la cantera de
Blazers (19 enero 1987)

62
DEPÓSITO LEGAL: M-37764-1985 Estudiantes, club en el que militó tres temporadas
GIGANTES DEL BASKET no se identifica necesariamente con el
(1978-81), Martín recaló en el Real Madrid tras Entrevista en Gigantes de
contenido de los artículos ni con las opiniones de sus autores.
Tampoco se siente obligada a publicar, devolver ni mantener arduas negociaciones. en su primera etapa en el club balance NBA (18 mayo
correspondencia sobre ningún tipo de artículos, reportajes o blanco (1981-86) conquistó cuatro ligas (81-82, 83-84, 1987)
colaboraciones que le sean enviados sin su previa petición.
84-85 y 85-86), dos copas (84-85 y 85-86), una recopa
Queda prohibida la reproducción total o parcial sin la autoriza-
ción expresa de la editorial. Reservados todos los derechos. El (83-84) y perdió una final de la copa de europa (Ate-

88
contenido de esta obra está protegido por la ley que establece nas’85). Con la Selección nacional logró medalla de
penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes Última entrevista en
plata olímpica (Los Angeles’84) y europea (Nantes’83).
indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodu-
Gigantes (20 noviembre
jeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en cerró su periplo con España en el Mundial’86 tras 86
todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su internacionalidades. Su marcha a la NBA para jugar 1989)
transformación, interpretación o ejecución artística fijada en

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con los Portland Trail Blazers le convirtió en pione-
cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier
medio, sin la preceptiva autorización. ro y héroe en una época en que la competición estadou-
nidense estaba totalmente mitificada. Regresó al Real
Recuerdo de Javier Gómez
Madrid (1987-89) ganando una copa, un korac y otra
de aquel domingo fatídico
recopa. 25 años sin el mito. 25 años de vivo recuerdo.
F
Texto: César NANCLARES
@CesarNanclares
Director General de Editorial Gigantes del Deporte

M. Dos letras que camibiaron para siempre el baloncesto espa-


ñol. 3 de diciembre de 1989. Una fecha que significó el final
de una era. La transformación de leyenda en mito. Si no viviste
aquella época basta con darte un dato: todo el mundo se acuer-
da de dónde estaba, de dónde se enteró de la muerte de Fer-
nando Martín aquella gris tarde de domingo invernal. Y eso sólo lo consi-
guen los elegios. Yo estaba estudiando para una examen de Física. Tenía
16 años. FM era mi ídolo. Él y Michael Jordan han sido los únicos. Fernando
Martín consiguió que el basket pasara a gustarme más que el fútbol, más
que nada. Era el deportista perfecto. Alto, fuerte, rápido, competitivo, gana-
dor, ambicioso, con un carácter indomable. Encima, llevaba el 10 y era gua-
po. La perfección hecha deportista. Recuerdo que fotocopiaba las primeras
Gigantes (el original era inviolable) para forrarme la carpeta del instituto.
Entonces ni siquiera soñaba con ser periodista. Menos aún con llegar a
dirigir la revista que ilustró mi primera pasión, la que luego descubrí que
había despertado en mí una segunda locura: el periodismo. Las muertes
que más huella dejan son aquellas que recuerdas a cada paso. Da igual
las veces que haya tomado la curva en la que se mató FM, siempre rebrota
el recuerdo, siempre lo hago en voz alta a quien me acompañe en el coche.
Han pasado 25 años. El recuerdo sigue intacto. Por eso llevaba tiempo dán-
dole vueltas a esta revista, la que tienes en tus manos. Es la primera espe-
cial desde que Gigantes pasó de ser semanal a mensual, hace ya dos largos
años. Las portadas que protagonizó; todas las entrevistas que concendió a la
mítica G del basket de los 80; el tributo de compañeros, entrenadores, rivales,
periodistas, amigos... Y una emocionante entrevista con su hermano Antonio,
que espero consiga el mismo efecto que logró conmigo: conocer mejor a Fer-
nando Martín persona, a Fernando Martín jugador. Sus luces, sus sombras,
sus contradicciones. La perfecta imperfección del 10. 25 años sin el mito.

4 GIGANTES DEL BASKET


g ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014
,
oPINIÓN n

Apasionante Fernando.
Deslumbrante Martín
Texto: Paco TORRES
Director de Gigantes del Basket

F
durante 26 años (1987-2013)

ernando Martín, medalla de oro en los 200 metros abría un tanto si la conversación fluía con naturalidad.
mariposa en los Juegos Olímpicos de Moscú'80. No me arrogaré una amistad que no fue. Pero sí una
Fernando Martín, elegido Mejor Jugador Mundial de complicidad basada en el respeto y la fidelidad por lo
balonmano de la década de los 80. hablado que permitió unas cuantas entrevistas más, entre
Fernando Martín, primer español en llegar a la NBA tras ellas la última que concedió a un medio de comunicación
conquistar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles'84. escrito (pag. 88), una soleada mañana del día de la Almu-


De estos tres titulares, sólo uno acaba por convertirse
en realidad, pero cualquiera de los otros dos bien pudie-
ra haber sido posible de haberse decantado Fernando
LO ENTENDÍ A LA PRIMERA: FERNANDO NO PERMITÍA
Martín Espina por alguno de los otros dos deportes en QUE LOS PERIODISTAS HURGÁRAMOS, PERO SE ABRÍA UN
los que el tercer hijo del matrimonio formado por Ricar- TANTO SI LA CONVERSACIÓN FLUÍA CON NATURALIDAD
do y Carmela destacó desde pequeño. Pero por fortuna
para el baloncesto, el portento físico, dotado además dena, 9 de noviembre, en la
de un carácter arrollador y un desbocado afán compe- terraza de la cafetería de la
titivo, se decantó por mostrar todas esas cualidades Ciudad Deportiva del Real
entre dos canastas. Por fortuna para el baloncesto y, Madrid, justo donde ahora se
por supuesto, para Gigantes. levantan esas cuatro torres
Porque para esta revista Fernando Martín es un refe- que han cambiado tanto el
rente constante desde que irrumpiera más que asoma- skyline de Madrid. Después
ra en la portada del número 1. Que fuera el primer de la entrevista, charlamos
español, y el segundo europeo tras el también pívot búl- hasta las tantas sobre el papel
garo Georgi Glouchkov, en ir a la NBA sin pasar por la de la prensa, tema que le
NCAA en una época –hablo de mediados de los 80– apasionaba, lo que hizo que
en la que aquel el baloncesto no es que lo pareciera, su hermano Antonio, harto, se
es que era de otro planeta, magnificó aún más la ya de marchara, y que yo llegara
por sí descomunal figura de Fernando Martín. tarde a la comida familiar en
Avisados estábamos que Fernando no era un perso- Bota de Oro al máximo anotador nacional en 1986
la que celebrábamos el santo
naje fácil para los medios y aún así la primera entre- de mi hija mayor.
vista para Gigantes, rompedores que éramos, se la encomendamos a una También mantuvimos alguna charla volcánica, como
compañera que habíamos fichado por su talento escribiendo, aunque no aquella en el charter en el que volvíamos de Atenas tras
supiera de baloncesto, para dar otra visión y otro toque a la publicación. ganar el Real Madrid la Recopa al Caserta de Óscar y
No indagamos sobre las preguntas, pero debieron de tener bien poco con haber metido Petrovic 62 puntos. Era lo bueno que tenía
el basket porque Fernando nos mandó un mensaje para que, por favor, le para Gigantes que las finales europeas se disputaran
repitiera la entrevista alguien que hablara de baloncesto, el que había hecho entre semana, que los viajes de vuelta daban mucho jue-
la entrevista a Corbalán unos números atrás, por ejemplo. Y ese era yo. go. Fernando echaba humo, lo que quedó suficiente refle-
Aquella entrevista, que comenzamos hablando de baloncesto, a ver quien jado en el número siguiente, y no sólo porque entre los
se atrevía a otra cosa, derivó con el paso de los minutos hacia otros temas dos nos fumáramos en el vuelo –entonces se podía– una
más personales hasta el punto de que la primera frase que destaqué en cajetilla de rubio sin filtro…
un sumario fue: “Es fundamental sentirme necesario, un poco querido”, Pasional y apasionado. Apasionante para aquellos a los que nos
dentro de una entrevista cuyo titular era “El baloncesto no es fundamental dejó asomarnos por un resquicio al ser humano, mientras seguía-
en mi vida”. Y eso que quería una entrevista de basket… Lo entendí a la mos deslumbrados la carrera de una fuerza de la naturaleza que
primera: Fernando no permitía que los periodistas hurgáramos, pero se pudo ser el mejor en cualquier deporte que hubiera elegido. n

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


g GIGANTES DEL BASKET 7
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GALERÍA DE FOTONES DE FERNANDO MARTÍN (1962-1989)

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FOTOS: ARCHIVO DE LA FAMILIA MARTÍN ESPINA, GIGANTES, REAL MADRID Y ESTUDIANTES

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ENTREVISTA n

SE HIZO MAYOR DE GOLPE EL 3 DE DICIEMBRE DE 1989. TENÍA SÓLO 23


AÑOS CUANDO PERDIÓ A SU HERMANO, SU AMIGO, SU MEJOR COMPAÑERO
DE EQUIPO, SU GUÍA VITAL. HOY PEINA CANAS A LOS 48. NADIE CONOCIÓ A
FERNANDO MARTÍN COMO ÉL. NADIE MEJOR PARA CONTARNOS CÓMO ERA

Texto: César NANCLARES


@CesarNanclares
Fotos: Pablo Salvador y Gigantes

Gigantes: Antonio, 25 años. ¿Es mucho tiempo o sigue siendo muy poco?
Antonio Martín: (Tarda en contestar) Bueno, las dos cosas. Es mucho tiempo porque me noto mayor (sonríe). 25
años te han pasado a ti también y... respecto a sensaciones, a percepciones... esa cosa de que alguna manera Fer-
nando sigue presente en nuestras cabezas... en las de la familia, no hablo de... Es muy poco tiempo. No con un tamiz
negativo sino como algo positivo.
G: ¿Qué es lo que más echas de menos de Fernando?
A: Lo lógico. Al hermano y al amigo. Sí, claro. Sí.
G: ¿Cómo definirías vuestra relación?
A: Me cuesta expresarla con palabras. Es muy difícil. No es nada fácil. Fernando era mi hermano. Y aparte era mi amigo. Y yo era su amigo.
Era muy bidireccional, de tenernos mucha confianza. Discutíamos... Teníamos nuestras peleas... Pero había algo... No me gustaría usar palabras
de estas, de mucha piel, mucha química... esas cosas que me ponen un poco nervioso... pero había una sensación especial al tratarnos. Y
teníamos nuestras diferencias. Indudablemente la relación con él ha cambiado, quiero decir, muchas veces, el faro que enfocaba hacía mí, en
aquella época, yo no lo admitía. Y después de faltar él me ha servido mucho. Y lo he admitido mucho mejor.
G: ¿Quizás es una buena definición de madurez?
A: No sé lo que es. Yo digo que lo que él iluminaba, en ese momento, por los motivos que fuera, yo no estaba tan receptivo a ello. En cambio,
al poco tiempo de faltar, yo busco mucho donde él había iluminado con la linterna. Me sirvió mucho.
G: ¿Se consigue de veras pasar el duelo de una pérdida tan cercana o sólo se logra dominar la tristeza?
A: No, hombre, no. Se consigue de veras. La vida no espera a nadie. Esto hay que comérselo a bocados. El duelo tiene que durar lo que
tiene que durar y lo que tiene que quedar es una sensación espontánea de sonrisa en el recuerdo de él. No hay más. No puedes estar...
Sería falso, además, justificar tristeza a lo largo de tantos años por la falta de un ser querido. A mí me provoca un shock, un golpe difícil
de digerir. Yo tenía entonces 23 años y después entras, como dices tú, en un estado de rabia, tristeza y luego lo vas asumiendo como
cualquier otra persona. Da igual que fuera Fernando Martín o quién sea, vas asumiendo una realidad y vas despertando la parte buena
del recuerdo. Y la rabia se va calmando. En todos los casos es un proceso similar.
G: ¿Cómo era Fernando Martín, como jugador y como persona?

10 GIGANTES DEL BASKET


g ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014
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ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014
g GIGANTES DEL BASKET 11
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ENTREVISTA n
A: La faceta como jugador, para resumirla, es que era un ganador. Fernando
era lo que yo más admiro de un jugador de baloncesto o de cualquier otro
deportista de equipo. Era el mejor por las veces que te hacía ganar un par-
tido/campeonato. Esos son los jugadores que yo admiro. Después de Fer-
nando admiro a otro que ha jugado conmigo, que es Arvydas Sabonis. ¿Por
qué? Porque te ayuda. Ayuda al equipo a ganar partidos, a ganar campeo-
natos. Fernando era así. Y en ese sentido no tenía límite y eso era muy bueno.
Como persona, en estos días que vemos tantas cosas por la tele, gente de
la edad de Pablo para abajo (fotógrafo de la entrevista, 29 años) lo deben de
flipar. Fernando era verdad y a mí me cuesta mucho encontrar verdad hoy
en día. Pero un huevo. Pero él, sobre todo, era verdad, para lo bueno y para
lo malo. Pero, coño, es que hoy en día... no sé cómo lo hubiera pasado.


G: ¿Qué sería Fernando Martín si viviera? ¿Qué haría? ¿A qué se dedicaría?
A: Esos juegos son normales desde fuera; desde dentro son más complicados, César, UN GANADOR. FERNANDO ERA EL
porque Fernando fallece con 27 años y yo tengo 48. Y si me pongo a pensar en lo que MEJOR POR LAS VECES QUE TE HACÍA
pensaba con 27 y lo traduzco a día de hoy... Es un poco hacer un guessing (conjetura). GANAR UN PARTIDO/CAMPEONATO

Fernando necesitaba más a la gente de lo que él decía. A lo mejor tendría un año, como diría ‘El Gran Wyoming’, de
trampero de Connecticut pero luego volvería... Un año sabático de gente. Gente como Fernando que vivió una presión
mediática, trascendió la figura del jugador de baloncesto a otra cosa, una serie de historias, quizás si precisaba
de un año sabático de decir: 'Dejadme respirar', ¿no? Y hacer un viaje donde tuviera que hacerlo. Pero Fernando
era un tío sociable, necesitaba cariño... Tenía sus puntos no tan positivos, como los he podido tener yo u otro. Y
es que en algún momento no tuvo un comportamiento correcto, vamos a dejarnos de historias. No hacía todo
bien. ¡Qué leches! Y ya está. No hay más vuelta de hoja. Sí, sí era verdad. Vamos a ver, César, con 22, 23, 25
años también se es un idiota de verdad y se hacen tonterías de verdad. Uno de los errores que quizás cometemos
cuando alguien fallece joven y en una situación muy arriba, es que no vemos todo. Yo tengo contacto ahora con
otro deporte, el fútbol, y veo reacciones y tal, y tengo la sensibilidad para entender que las tonterías son de
verdad. Y Fernando hacía cosas bien y cosas mal. Y ya está. Y sí, era brusco en ocasiones, depende de cómo

12 GIGANTES DEL BASKET


g ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014
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le pillara, porque llevaba mucho tragado. Él exteriorizaba poco la tensión, la
presión o los problemas, y de pronto lo pagaba el chico que venía a pedir
un autógrafo. España y yo somos así, señora. Y no se puede cambiar.
G: ¿Tuvo algo que ver en el carácter de Fernando, y en el tuyo, que
vuestra familia fuera acomodada, que tuvierais más oportunidades
que otros jugadores, o él era así y punto?
A: No condiciona tanto eso (larga pausa). La infancia de Fernando, nuestra
infancia, en cuanto a los deportes... Había que hacer deporte porque a la jefa
(su madre) le dijeron los médicos que había que hacer deporte y eso establece,
en el caso de Fernando, no en el mío, una manera de competir, una forma de
superarse. Y muy bien. Pero luego cada uno tiene sus inquietudes.
G: ¿En el caso de Fernando, entonces, es más genética que educación?
A: ¿Qué parte, la parte competitiva?
G: Sí.
A: Se despierta por una seria de cosas, entre otras por la que tú has
dicho (la genética). Luego en él daba igual. Antes de jugar al balon-
cesto, como bien sabes, jugaba al balonmano. Hacía natación. Jugó
al ping-pong y es que había que verle. El nivel de entrenamiento de
ping-pong en el colegio era... gente empapada en sudor.
G: ¿Es el mejor deportista que tú has conocido nunca?
A: Hubiera sido un buen decatleta. Era un tío muy completo. Corría en 11
segundos, once y pico los 100 metros. En España no había ningún tipo así.
Fernando tenía el gen ganador. George Karl decía que primero eres jugador,
luego eres competidor y finalmente, ganador.Y no te puedes saltar esos pasos.
Y hay gente que se queda en alguno de ellos. Cuando digo que Fernando, fun-
damentalmente, ayudaba a ganar a un equipo es porque lo otro, el ser com-
petitivo, lo doy por hecho. Competía por lo que fuese. Cuando se es competitivo
se sufre. En el Madrid de Corbalán y bla, bla, bla, bla, ganábamos y... deber
cumplido; seguimos. No era ¡¡¡joder!!! (grita de alegría). Y a mí lo que me gusta
es que sea, joder, hemos ganado. Estaba pensando en la diferencia en la relación
con los medios en aquella época con respecto a la actual. Si miro esas cosas
que guarda Carmela (la madre) te juro que me sonrojo de las gilipolleces que
decía pero éramos mucho más valientes, decíamos muchas más barbaridades.
Algunos, no todos. Fernando, desde luego, no se callaba. Fernando, con 15
años, era muy tímido, con complejos de todo tipo y que poco a poco va supe-
rando y se va haciendo, como cualquier otro adolescente, un chaval, un joven
en la vida... Es algo bastante más normal de lo que a veces intentamos dibujar.
Bastante más sano... Lo que sí era, era verdad. El baloncesto no es ajeno al
resto de las cosas de la sociedad o culturales. Y era 'La Movida Madrileña', ¡eh!
Otra cosa que se ve en reportajes y también ahí la desfiguran. Pero otro momen-
to de este país, otro de explosión y de necesidad de comunicar. Fernando y yo
fuimos portada de una revista que se llamaba Madrid me mata. MMM, Madrid
me mata. Ahí salían McNamara... era otra historia. Y era valiente para decir no
a tantas cosas que a tanta gente le importan y que a él no le importaban. Sabien-
do el riesgo. No sólo el tema económico de renunciar a dinero por ir a jugar a
la NBA sino sabiendo el riesgo de ir hacia lo desconocido y de ir a una compe-
tición que es distinta a la de ahora.
G: ¿Por qué los pioneros son siempre unos incomprendidos? ¿Le
importaba esa incomprensión?
A: Hay dos cosas, respondiendo a la primera pregunta: una es la idiosincrasia

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


g GIGANTES DEL BASKET 13
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ENTREVISTA n
de España, de la gente. No sé quién dijo que morirte es la mejor actuación de marketing que puedes hacer en
este país. Y cuando alguien sube... Fernando no es un caso único. No voy a dar nombres pero ahora se admite
más. De pronto, Rafa (Nadal) tiene un mal año y es increíble. Ha pasado en el Mundial de baloncesto, en el de
fútbol. Somos así. Por otro lado lo que hay es una resistencia al cambio. Está todo establecido; se juega aquí, la
Copa de Europa, tal y de pronto, un tío que se va y hay gente que no... Cuando debería ser al revés porque, al fin
y al cabo, la NBA, en teoría, es la competición donde están las mejores estrellas de este deporte y que un español
esté allí es un orgullo. Como lo es ahora. Curiosamente a nadie le molesta que ahora estén los mejores jugadores allí.
G: Volvemos a la linterna. Él alumbró ahí, donde ahora miramos todos.
A: Alguno de los españoles NBA de ahora lo ha comentado. Él fue el primero y arrojó algo de luz a ese camino.


Un camino distinto, muy distinto al
de ahora. Eso, Miguel Ángel Pania- EN SU ÚLTIMA ETAPA QUERÍA
gua, un personaje de este tipo te DARSE DOS AÑOS MÁS. LE
puede explicar bastante mejor que QUEDABA ESO QUE TENÍA DE
¡VAMOS, COÑO, A GANAR! SÍ. SÍ

yo las diferencias de la NBA de entonces a la de ahora.


.G: Fernando era tremendo. Una capacidad de atracción...
A: Brutal, brutal.
G: ¿Y qué le llevó a volver a España, al Real Madrid, sólo un año después
de irse? ¿Llegar a la NBA ya era suficiente o hubo otros motivos?
A: No todo es blanco o negro. Para entender mejor la situación habría que explicar que
el head coach (de Portland, Mike Schuler) era rookie; que la franquicia estaba en el momento
que estaba y que a Fernando le costaba no jugar minutos allí. Sobre todo cuando tú veías que
en los entrenamientos... Sabes que estás con los mejores pero veo posibilidades... Fernando no era
ningún idiota y sabía que estaba en una competición terriblemente difícil. Años después llega Drazen (Petrovic)
y pasa un primer año muy difícil. Hoy en día las diferencias son distintas. Menores en cuanto a ritmo, a manos,
a movimientos de pies laterales... Temas puramente baloncestísticos, son tan diferentes. Ahora (los dos balon-
cestos) son mucho más parecidos. Afortunadamente porque el nivel del baloncesto español ha crecido, digan
lo que digan. Nos puede gustar o no. La gente nostálgica dice: 'Los duelos con Norris...'. Sí, sí, pero aparte de
aquellos duelos que son unas de las piezas audiovisuales más espectaculares que hay, el nivel del baloncesto
español se acerca más ahora. Al menos yo lo pienso así. Joder, el nivel es muy alto.
Él se vuelve por circunstancias deportivas , profesionales y personales. Fernando era muy rompe y rasga. Muy de:
'Esta etapa se ha acabado y se acabó. Pum (chasca los dedos). Paso la página'.
G: ¿Eres capaz de retrotraerte, de volver al 3 de diciembre de 1989?
A: No me gusta. No quiero y no me gusta.
G: Quienes conocieron a Fernando, me cuentan que en los meses previos al accidente tenía
un brillo especial en los ojos, una ilusión especial por volver a llevar al Real Madrid a lo más
alto. ¿Es así o ya estaba de vuelta?
A: No. Fernando tuvo una crisis de 'se dejaba llevar' y justo al final él tenía planeado no jugar
mucho tiempo más, aunque no lo dijera, pero quería darse dos años, estaba dispuesto a pelear.
Le quedaba todavía eso que tenía de '¡vamos, coño, a ganar!'. Yo creo que le quedaba de esa pila,
de esa energía. Sí. Sí.
G: ¿Es verdad o sólo una leyenda eso de que a Fernando Martín no le gustaba el baloncesto?
Sambenito que luego se te cuelga a ti también...
A: Siempre ha habido un interés porque el jugador profesional de cualquier deporte no se desarrolle inte-
lectualmente demasiado y lo que sí creo, y es una frase de Fernando es: 'Yo tengo que estar concentrado
las dos horas de entrenamiento por la mañana y las dos horas por la tarde. Amén de los partidos. Si luego
me balanceo desarrollando inquietudes de otro tipo voy a estar más sano y voy a competir mejor'. Y eso
lo creo al 100%. Al 100%. En aquella época nos íbamos a ver una película y luego al Café Belén a hacer
una tertulia sobre la peli. ¡Y nos creíamos que hacíamos unos comentarios de la de Dios! n

14 GIGANTES DEL BASKET


g ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014
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DONDE COMENZÓ TODO n

16 GIGANTES DEL BASKET


g ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014
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FERNANDO MARTÍN NO EMPEZÓ A JUGAR AL BALONCESTO EN UN EQUIPO FEDERADO HASTA LOS 16 AÑOS. HABÍA
DESTACADO MUCHO EN NATACIÓN, JUDO, TENIS DE MESA Y, SOBRE TODO, BALONMANO. PERO SE DECANTÓ POR
LAS CANASTAS. MARIANO BARTIVAS, DESCUBRIDOR DEL DIAMANTE EN BRUTO, RECUERDA AQUELLOS TIEMPOS.
ÁNGEL GOÑI, COMPAÑERO EN EL ESTUDIANTES Y ACTUAL ENTRENADOR DE TÉCNICA INDIVIDUAL, DESCRIBE SU TALENTO

F
Texto: Nacho DORIA
@nachodoria
Fotos: Club Estudiantes

ernando estudiaba en los Maristas del parque del Conde Orgaz. Yo Subcampeonato liguero histórico
entrenaba allí baloncesto y tenía a su hermano Antonio en un equipo En el curso 1979-80, salto a la categoría junior y debut en Liga Nacional con
infantil pese a tener edad de mini. Llega Navidad y organizamos 17 años. Aún como reserva, pero sin complejos. Como canterano, fue subcam-
unos partidos cruzados entre los equipos de baloncesto y balon- peón de España junior en León y participó en el Europeo en Celje, Yugoslavia,
mano. En su primer partido de basket nos impresionó a todos”. con Ignacio Pinedo como seleccionador: cuarto puesto con una media anotadora
Mariano Bartivas, jugador estudiantil a principios de los setenta (jugó con Gonzalo espectacular (27 tantos por partido; por encima de los 30 en 4 de los 7 encuen-
Sagi-Vela, los hermanos Estrada, Juan Martínez-Arroyo, Pablo Bergia...) y director tros). El coloso cobraba forma.
técnico de los colegiales en los ochenta (fichajes de Pinone y Russell, entre otros), Y llegamos a su consagración. Subcampeón de la Liga Nacional en la
se acercó al chaval. “Le pregunté ‘oye, Fernando, con esa planta, ¿qué deporte 1980-81. A las órdenes de Chus Codina, el quinteto colegial aún es
es el que más te gusta practicar?’. Baloncesto respondió”. recitado de memoria por los más viejos del lugar. Vicente Gil, Charly
Siguiente paso: buscarle un buen sitio donde pudiese jugar mucho y pulir su téc- López Rodríguez, Alfonso Del Corral, el rookie saltarín de la universidad
nica. “Tuvimos unos meses de reconversión del balonmano al baloncesto: hacía de Nuevo México Slab Jones y Fernando. Ahora, la pregunta del millón:
pasos en su arrancada y en defensa tenía que controlar más su fuerza. Eso sí, el ¿quién era el sexto hombre? Nacho Pinedo junior, uno de los mejores
primer pase de contraataque que daba era una gran herencia del balonmano. amigos de Fernando.
Contacté con Estudiantes y Pablo Casado, entrenador del juvenil, me dijo la hora Aquel mítico Estudiantes ganó en el Magariños al Barcelona (Epi, Solozábal,
de entrenamiento de su equipo. Contesté que no me habían entendido, que Fer- Sibilio, Flores, Ansa, De la Cruz, Jeff Ruland, entrenador Antoni Serra) y al Real
nando tenía que probar con el primer equipo. Llegó a Magariños y el americano Madrid (Brabender, Corbalán, Llorente, Prada, Rullán, López Iturriaga, Meister,
de entonces, Holzman, trató de intimidarle. Le pegó un empujón que le tiró al con Lolo Sainz en el banquillo).
suelo. Fernando ni se inmutó. En la siguiente jugada le puso un tapón que lo Ese quinteto funcionó como un reloj, con un reparto de funciones y anotador
sacó de la pista. Fernando en estado puro”. sobresaliente: López Rodríguez 21 puntos por partido; Martín 19,8; Del Corral
Primera temporada en el Ramiro de Maeztu (1978-79) y campeón de España 19 y Slab Jones 18. Fernando fue el sexto reboteador del campeonato (9,2).
juvenil en Mataró. Ángel Goñi (con el número 7 en la foto superior) recuerda que La última vez que Martín se enfundó la camiseta colegial fue en el campeonato
“en el último partido ante el equipo anfitrión (no la final porque el formato era de España junior de Valladolid. Cuartos al perder en semifinales ante el Cotoni-
liguilla), teníamos que ganar para alzar el trofeo. Y al descanso perdíamos por ficio tras intenso duelo con Andrés Jiménez. Su último partido fue ante el Bar-
veinte. Remontamos con garra”. celona junior por el tercer puesto. Regresó de Pucela para incorporarse a la
Poco antes, Fernando se había estrenado con la Selección española juvenil en concentración de la Selección absoluta para preparar el Eurobasket’81 en Che-
el torneo de Mannheim, con Aíto como seleccionador. Siete partidos: seis victorias coslovaquia. El diamante ya estaba bien pulido.
y derrota el último día ante Yugoslavia. Martín hizo 11,8 puntos por partido. Ángel Goñi, compañero de Fernando tanto en juveniles como juniors, define el
Aquel primer curso terminó con la medalla de bronce en el Europeo juvenil de paso del pívot por el Estudiantes. “Era único, no he conocido a nadie con esas
Damasco. Se perdió la semifinal ante Italia y se logró ‘chapa’ al arrollar a Alemania condiciones. Reunía cuerpo, cabeza y corazón. Desde que empezó a jugar a
(122-82 con 29 de Martín). Su anotación subía a 17,5 puntos de media. baloncesto, tenía las tres cualidades”. n

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GIGANTES / Nº 18 / 10 MARZO 1986 n

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ANÁLISIS n

Texto: Piti HURTADO


@PitiHurtado
Foto: Gigantes

MENTE: La determinación de ganar la posición para recibir y anotar. Las


ganas de ser el mejor. Y si alguien se interponía (árbitros, Petrovic...) era noto-
rio su disgusto.

OJOS: Mejor pasador de lo que se recuerda, evidentemente era la ambición


en persona y jugador terminal en cuanto a recibir. Pero fue aprendiendo en
un entorno de buenos pasadores y si recibía en el poste alto podía leer el
lado contrario a compañeros abiertos o alimentar a Romay, alto-bajo. También
outlet tras rebote para conectar con el palomero, sin el acabado técnico de
Sabonis o Marc Gasol, pero buen pasador.

ESPALDA: Con Mike Schuler (su entrenador en Portland), la espalda fue su


principal caballo de batalla incluso desde antes de los 23 años (Juego Olím-
picos de Los Angeles'84).
HOMBRO IZQUIERDO: Protegiendo la mecánica del medio gancho de dere-
cha con el hombro izquierdo

PECHO Y TRONCO: Adelantado a su época, donde casi nadie ponía el cuer-


po. Todos saltaban o se apartaban. Semejante armadura le permitía aguantar
en defensa y no venirse atrás. La teoría del cilindro se inventaría por gracia
de la velocidad y aguante de su tren superior.

MANO IZQUIERDA: Para llevar el bocadillo (o el reloj).


BRAZO Y MUÑECA DERECHA: Su aspecto de jugador fuerte escondía finu-
ra al terminar ganchos, medias vueltas hacia atrás, tiros de dos o tres metros
con defensa encima. Con la concentración adecuada, muy fiable en la media
distancia también.

CUÁDRICEPS: Fuerza, velocidad y resistencia. Poder correr la cancha como


un alero y acabar con la fuerza de un cinco.

CULO: Además de ser objeto de miradas con aquellos shorts muy shorts,b
loqueaba el rebote como una fiera ante tíos que le sacaban 15 cm (Sabonis,
Tkachenko).

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


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oPINIÓN n

Un adiós en la sonrisa
Texto: Juan Antonio CORBALÁN
Autor del libro El baloncesto y la vida (Ed. JC)

D
ice todo el mundo que no hay mayor castigo de la vida cúleo era alimentado por un corazón más grande aún, que que-
que ver morir a tu hijo. También dicen que la vida se ría de una manera especial. Yo creo que eso le hizo tan gran-
nos escapa entre los dedos, como el agua, imposible de y por eso fue tan querido y es querida su memoria.
de retenerla. La muerte es una última protagonista de Fernando era alguien con quién casi todo el mundo ha
todos, mata por cansancio como esperando paciente querido buscar cierta intimidad. Todos queríamos tener
a que vayamos a ella. Sin embargo, en ocasiones, quiere ser ella la que acude un sitio dentro de aquel corazón que él nos ofrecía a diario.


al encuentro, la que se adelanta, la que nos busca.
El tiempo pasa y lo hace cada vez más rápido a medida
que cumplimos más años. No sé cómo hubiera asumi-
PARECÍA HABER VIVIDO TRES VIDAS Y LO NORMAL LE
do eso Fernando, alguien que quería vivir deprisa, ABURRÍA. NECESITABA POCO Y LO POCO QUE NECESITABA, LO
alguien que como me dijo personalmente más de una NECESITABA MUY POCO. ASÍ ME GUSTA RECORDARLO: FELIZ
vez, no le asustaba mirar a la cara a la muerte. Yo creo
que no le asustaba mirar a los ojos a casi nada.
Fernando tuvo muchas virtudes deportivas, pero las tuvo
más por su grado de implicación, por su voluntad y por
su valentía. Porque si Fernando tenía algo es que era
muy valiente. Eso le permitió romper moldes al llegar a
un equipo que estaba muy acomodado al esquema que
el tiempo había ido creando alrededor de él. Su llegada
cambió las formas, aunque no cambió el fondo. Llegó a
un equipo que le necesitaba.
Después de 25 años, las muertes de olvidan o se
recuerdan para hacer más grande al personaje. Esto
Corbalán fue su pareja de mus. Jugando contra Iturriaga-Del Corral, ante la mirada de Romay
segundo es lo que ha pasado con Fernando. Ninguna
memoria en el baloncesto ha sido más honrada, posi-
blemente porque nadie ha sido más echado de menos, muriendo tan pre- Pero los valientes y los románticos también tienen que saber
maturamente. Aunque su muerte fue también, parcialmente, la de aquel jugar al baloncesto cuando se trata de vivir de él. Hasta en eso
equipo, él era, de alguna manera, el heredero del simbólico papel del líder. Fernando fue especial. Sin una gran preparación previa, Fer-
Su presencia pareció seguir sobrevolando los corazones de todos los que nando tomó sus parcos fundamentos para construir un juga-
algo tuvimos que ver con él. dor, por entonces desconocido, que hacía virtud cada uno de
El Madrid al que llegó estaba en pleno proceso de remodelación. Era un equi- sus defectos sin miedo a enfrentarse a ellos.
po que se movía sin convulsiones y que huía de las crisis. Formábamos ese Él era tan simple en sus planteamientos vitales como exigente
equipo un grupo, todavía amplio, de aquel Madrid ilustre que era tan bueno en los objetivos a alcanzar. Parecía haber vivido tres vidas y lo
en la arena como en los salones. Ese grupo necesitaba sangre nueva y fresca normal le aburría. Aunque el baloncesto le acabó agobiando, yo
que pusiera otra vez los objetivos al nivel de las ilusiones. Con nosotros aca- creo que se hubiera retirado muy precozmente, no le pudo robar
baban de llegar cuatro jóvenes que ya eran grandes como Juanma López la sabiduría para necesitar muy poco para ser feliz. Necesitaba
Iturriaga, José L. Llorente, Fernando Romay e Indio Díaz. Ellos vieron que Fer- poco y lo poco que necesitaba, lo necesitaba muy poco.
nando pasaba por encima de los sueños, porque parecía que soñaba con Así me gusta recordarlo: feliz, como tantas veces le vi. Con
cada día que vivía. Con él vino Mirza Delibasic que ya había soñado todo y aquella mirada que parecía desearte, y pedir tu abrazo, sobre
sólo perseguía el calor de nuestros corazones. Todos, por un motivo u otro, una sonrisa que nunca fue completa porque quizás, Fernando,
le necesitábamos. Para romper moldes unos, para aprender a reírse de los como todos los héroes, llevaba la muerte cosida a su piel.
sueños los otros, para enseñarnos a querer, todos. Porque aquel cuerpo her- Todos te quisimos y te queremos mucho. n

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


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́mero 10...
Con el nu
Texto: Juan Manuel LÓPEZ ITURRIAGA

D
@Palomero14
Extracto del libro Ahora que me acuerdo (Ed. Turpial)

esde el día que apareció en la Ciudad Deportiva hasta con un refresco en la mano y con cara de medio aburrimiento,
el accidente que le costó la vida pasaron ocho an ̃os y supuestamente ajeno a todo, música, mujeres, charlas, aparente
medio en los que compartí equipo, Seleccio ́n y también desinterés que causaba estragos en la poblacio ́n femenina. Mirán-
cierta amistad fuera de la cancha. Digo lo de cierta por- dome incrédulo cuando, después de una comida en su casa, al
que con Fernando la intimidad no era fácil de conseguir. Mientras que algunas irme me pegué una pin ̃a con la moto delante


personas se abren como un libro y no es excesivamente
difícil conocerlas lo suficiente para dibujar un perfil, hay
otras que, por mucho que hayas convivido con ellas,
EL TERRENO PERSONAL DE FERNANDO ES
nunca te muestran todos los recovecos de su persona- MÁS RESBALADIZO, PUES SE MOVIÓ ENTRE CONCEPTOS
lidad. Fernando era de estos últimos. Una noche, está- Y FORMAS DE ENTENDER LA VIDA ANTAGÓNICOS
bamos un grupo de habituales en casa de un amigo
común, enfrascados en una de esas conversaciones en
las que nos las dábamos de muy profundos. El tema
sobre el que debatíamos eran los agujeros negros que
tenemos cada uno, esos espacios en los que enterra-
mos nuestros miedos, angustias, frustraciones o malas
experiencias. Algunos opinábamos que era conveniente
entrar y escarbar para conocernos mejor y saber de qué
pie cojeamos. Fernando opinaba lo contrario: eso había
que cerrarlo a cal y canto. Y así tenía una parte de sus
sentimientos, herméticamente sellados.
Pero nadie es capaz de evitar que en algún momento Mítica foto del Madrid en Kaunas, publicada en el número 13 de Gigantes (1986)
se produzcan fugas, filtraciones, y con él también había
instantes en los que dejaba las precauciones que le acompan ̃aban, se olvidaba de su padre. “Joder, tío. Después de lo que me ha costado con-
de su condición de hombre impasible, y florecía una persona sensible y vencerle para comprarme una, vienes tú y te das una hostia aquí
entran ̃able, con una media sonrisa que sacaba demasiado poco a pasear pero mismo”. Llorando de desesperación después de que Dino Meneghin,
que le convertía en un encantador de serpientes por los efectos desarmantes maestro en estas artes, le sacase un par de personales de ataque
que producía […] Si su perfil deportivo resulta fácilmente escrutable en causas y le mandase al banquillo. Persiguiendo conmigo a Drazen Petrovic,
y virtudes, el terreno personal es más resbaladizo, pues se movió entre con- que le había escupido en la cara al acabar un partido en Zagreb.
ceptos y formas de entender la vida antagónicos. El deleite de ser un personaje Pidiendo el balón en cualquier partido y amenazándote solo con la
público frente al rechazo que le producía la popularidad. La sencillez de una mirada si no se lo dabas.
vida apacible en el campo (las bromas que tuvo que soportar de todos nosotros La última cara que recuerdo corresponde a pocas semanas antes
desde que dijo que lo que más le gustaba era irse con un saco de dormir y del accidente. Yo ya estaba en el Caja Bilbao y jugamos contra el
pasar la noche al cielo raso en la sierra, fueron infinitas) y el noviazgo con una Madrid en el Palacio. Fernando andaba lesionado y, después del
estrella de la prensa rosa. Su individualismo y su incondicional respaldo al equi- partido, mientras salía buscando el autobús, me lo encontré. Le pre-
po. El placer de competir y su deseo de terminar lo antes posible su carrera gunté qué tal estaba y cuándo iba a volver a jugar. Me dijo que le
deportiva por su aparente hartazgo. Había unos cuantos Fernandos dentro de faltaba ya poco. Y me lo dijo de una forma distinta a la rutinaria, con
él. Unos amorosos, otros irritantes, todos ellos fascinantes. un brillo de ilusión que me dejó pensativo. Desde su vuelta de la
Cuando le recuerdo, le veo en muchos sitios a la vez. Echándome la bronca NBA no andaba muy boyante de ánimo, y me alegré de que su dis-
en el vestuario después de mi pelea con Mike Davis, de la que tuvo que posición fuese positiva. Desgraciadamente, no hubo tiempo para
venir a rescatarme y por la que le expulsaron. De pie, apoyado en una pared, confirmar mi sospecha. n

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GIGANTES / Nº 34 / 30 JUNIO 1986 n

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Unas condiciones innatas


Texto: Lolo SÁINZ
perfectas

A
Entrenador de Fernando Martín
siete temporadas (1981-86 y 87-89)

preciaba mucho, mucho a Fernando. Tenía muy La adaptación fue demasiado difícil.
buenos amigos… y muchos enemigos. Nunca lo El fichaje de Norris por el Madrid estuvo hecho,
entendí. Porque siendo cierto que tenía un carác- pero se esfumó por cosas de despacho. Recuerdo
ter fuerte, los que le conocíamos bien sabíamos que fuimos a comer una paella y Audie se bebió
que era una persona noble, altruista, que lo daba tres botellas de agua con gas. ¡Pensé que iba a
todo por intentar agradar, por ser querido. estallar! Imagínate a los dos en el mismo equipo.


Pensando en él, me vienen a la memoria muchas
anécdotas. Por ejemplo, su comentario siempre que
FERNANDO YA TENÍA UN PRECONTRATO CON EL JOVENTUT.
venía a casa a comer. “No vengo a verte, vengo a dis-
frutar de esos mejillones tan ricos que hace Marita”. NEGOCIAMOS CON EL ESTUDIANTES. DON LUIS DE CARLOS ME DIO LA
Era un tío entrañable, sin duda. CONFORMIDAD EN LA INAUGURACIÓN DEL BINGO DEL REAL MADRID
La historia de su fichaje por el Madrid fue, diga-
mos, rocambolesca. Como suelen ser los traspa-
sos de los jugadores importantes. Fernando ya
tenía un precontrato con el Joventut. Negociamos
con el Estudiantes, con su entrañable padre Ricar-
do tomando parte activa de las negociaciones. Los
clásicos tiras y aflojas desembocaron en el perti-
nente pago de traspaso. El presidente don Luis de
Carlos me dio la conformidad en el acto de inau-
guración del bingo del Real Madrid. Le dije ‘presi-
dente, este fichaje es importante’. Ni lo dudó.
Su estreno como madridista fue en el Mundial de
Clubes que se celebró en Sao Paulo. En el segun-
do o tercer partido, ¡anotó 50 puntos! No, no
habíamos fichado mal.
Tenía unas condiciones innatas perfectas para
ayudar al equipo. Para empezar, era un ganador
El respeto mutuo siempre estuvo presente en la relación entre Fernando y Lolo
nato, un luchador, un competidor. Pero, además,
nos aportó una fuerza y potencia bajo los aros que
no teníamos. Más tarde, con la incorporación de Fernando Romay, aún Seguramente, aquellas tres Ligas seguidas del Barça
siendo muy diferentes, logramos una pareja muy bien compaginada. hubieran sido nuestras.
Cuando empezó a pensar en marcharse a la NBA, mi posición inicial era reacia Aparte de su talento deportivo, Martín marcó una época por
a que lo hiciese. Pero él lo tenía muy claro. Y terminé convirtiéndome en su su carisma y acusada personalidad. A pesar de sus altibajos
defensor ante las altas esferas del club. No se puede ir en contra de los deseos emocionales, siempre quería estar comprometido con los
de un jugador; para mí ese ha sido un principio básico como entrenador. Al que le rodeaban.
equipo nos hizo mucha pupa, pero ante todo estaba la persona. La fatal noticia me llegó comiendo en casa, cuando me llamó
En la NBA jugó poco, sí. Pero en mi opinión, el entrenador en los Bla- un amigo. ‘Oye, que he oído que ha habido un accidente
zers, Mike Schuler, no llegó a entenderle. Antes, en la NBA, eran muy grave en la M-30 y dicen que es un jugador de baloncesto’.
cuadriculados: si medías 2.05, a jugar de alero alto. Y no, Fernando A los tres minutos, una llamada del club confirmaba lo peor.
tenía que estar cerca del aro para explotar sus cualidades. Creo que Fue un golpe durísimo, la peor sensación de mi vida rela-
el entrenador no supo ver lo que tenía y pecó de no informarse. cionada con el mundo del basket. n

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


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Un recuerdo eterno
Texto: José Luis SÁEZ
@JLSaezR
Presidente de la Federación
Española de Baloncesto

P
uede no parecerlo, pero han pasado ya 25 años. Y en capaz la fuerza de la sana y firme ambición en el mundo
todos ellos, sin falta, hemos recordado aquella trágica de nuestro deporte. De todo.
tarde de domingo en la que a medida que avanzaban las A esto es a lo que muchos años después, con su misma
horas parecía como si se nos fuera tratando de preparar camiseta de los Portland Trail Blazers, rindió homenaje
para el golpe más duro que pudiéramos imaginar. Rudy Fernández en el All Star de la NBA, un gesto de


Son ya 25 años sin Fernando Mar-
tín, muchos años, se podría pensar que más que sufi-
cientes para que aquella fatídica fecha se hubiera
FERNANDO MARTÍN SIGNIFICÓ UN EJEMPLO DE
acabado convirtiendo en un aniversario más en el LO QUE ES CAPAZ LA FUERZA DE LA SANA Y FIRME
almanaque del baloncesto; triste, pero uno más. No AMBICIÓN EN EL MUNDO DE NUESTRO DEPORTE. DE TODO
ha sido así, y desde entonces cada año, al llegar el
día, rememorar su fallecimiento nos ha seguido con-
mocionando a todos como si hubiera sido ayer, y
hemos vuelto a ver repetidas, una y otra vez, aquellas
imágenes de su despedida que se nos quedaron gra-
badas para siempre.
Aunque joven, Martín fue un referente en las canchas
españolas y europeas, un modelo a imitar por los aún
más jóvenes que se miraban en el espejo de las estre-
llas: el de un deportista poco menos que hecho a sí mis-
mo, para el que no existían barreras, ni físicas ni men-
tales, y el mundo estaba ahí, para comérselo, a base de
rebo-tes, mates y canastas. No importaba quién se
pusiera delante ni cuán lejos estuviera el éxito, él nunca
se rindió, siempre siguió luchando, creyendo en sí mis-
mo y en que todo es posible si se cree que es posible.
No hemos podido olvidar la fuerza de su gran corazón y
un carácter indomable que fuera de las pistas, según
todos quienes compartieron vida con él, tenían la virtud
de transformarse en timidez y generosidad. Fernando Martín y Sabonis, dos de los mejores pívots de todos los tiempos en el basket europeo

estaba señalado para ser un triunfador, tentado por tanto


para acomodarse a ese triunfo y a la vida aparentemente cómoda, en lo depor- agradecimiento y admiración del que participamos todos con
tivo y en lo personal, que eso significaba. Pero fue capaz de renunciar a todo emoción. De agradecimiento por haber insuflado a quienes le
ello, cuando estaba en lo más alto, para luchar por intentar hacer realidad un vinieron detrás un espíritu de competitividad único; de admi-
sueño, por demostrarse sobre todo a sí mismo que podía competir con los ración por haber osado abrir un camino que todos menos él
mejores, con los entonces absolutamente inalcanzables. creíamos imposible.
Ahora que muchos de nuestros jugadores son una referencia en el mejor En efecto, 25 años después ya de aquel lejano invierno de
baloncesto del mundo, aquellos 146 minutos que en la temporada 1986-87 1989, este 3 de diciembre lo hemos vuelto a sentir como si
jugó Fernando Martín en la NBA pueden parecer sólo una anécdota. Pero hubiera sido ayer. No creo que pueda haber muchas formas
fueron muchísimo más: fueron la página más trascendental de la historia más de reconocer la grandeza de un deportista y de una per-
del baloncesto español y sobre todo significaron un ejemplo de lo que es sona que el de mantenerle un recuerdo eterno. n

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


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Las raíces
Texto: Miguel A. PANIAGUA

C
@pantxopaniagua
Representante de Fernando Martín

uando Fernando Martín fue confirmado como jugador de Jugó tres buenos partidos y su motivación estaba por
la NBA, con los Portland Trail Blazers, en la temporada las nubes.
1986-1987, la Liga tenía solo 23 equipos. Y había solo 12 La penúltima tarde del torneo, Ron Culp, el trainer del
jugadores por equipo. equipo, llamó a la puerta de nuestra habitación del
Ni uno más ni uno menos. Embassy Suites Hotel. Antonio, Fernando y yo estábamos
En aquella temporada 1986-1987, la NBA estaba muy lejos de Europa y Euro- debatiendo en ese preciso momento sobre un hecho que,
pa estaba todavía mucho más lejos de la Liga estadounidense. francamente, nos decepcionó mucho: la Federación Espa-
ñola de Baloncesto, por boca de su entonces presidente


Pere Sust, había asegurado que, si Fernando acababa fir-
ABRÍ YO LA PUERTA Y RON ME ENTREGÓ UNA CAMISETA mando por un club de la NBA, jamás podría volver a jugar
DE LOS BLAZERS CON EL 10 Y EL NOMBRE DE ‘MARTIN’. CUANDO con la Selección Española. La NBA era una Liga profesio-
nal y por contra el baloncesto FIBA era considerado 'ama-
FERNANDO DESPLEGÓ LA CAMISETA LA EMOCIÓN FUE TREMENDA
teur'. Los profesionales no podían entonces jugar en com-
Y, sin embargo, Fernando Martín se convirtió peticiones organizadas por la FIBA. O sea, una farsa total.
en el primer jugador español en jugar en la Recuerdo que abrí yo la puerta y Ron me entregó una camiseta
mejor Liga de baloncesto del mundo de los Blazers con el número 10 a la espalda y el nombre de
Ahora, casi 30 años después, con la perspec- 'Martin' en la parte trasera superior. Ron me guiñó un ojo por-
tiva del espacio y del tiempo, parece muy que, obviamente, ambos estábamos en el ajo.
obvio que aquello fue un logro estratosférico. Cuando Fernando desplegó la camiseta, la emoción fue
Y yo tuve la suerte de vivirlo de cerca. tremenda y los tres nos fundimos en un abrazo. Así, de
Fernando siempre tuvo entre ceja y ceja lle- una manera tan sutil, y a la vez tan sencilla, los Portland
Su biografía se llamó Una vida con acento
gar a jugar en la NBA. Y aunque técnica- Trail Blazers estaban confirmando a Fernando que ya era
mente no era un jugador con las prestacio- uno de ellos; que ya era jugador de la NBA.
nes técnicas necesarias para jugar en la Liga de aquel tiempo, su fuerza física Fernando Martín había hecho historia.
y su corazón eran, sin duda alguna, material NBA. Fernando me pidió entonces que hablara con el club para
Los Portland Trail Blazers, quizás junto a los Phoenix Suns, eran en aquel tiempo la arreglar un pequeño detalle de la camiseta: que la letra
franquicia con más vocación internacional de toda la Liga. Para el resto de equipos, ‘i’ de su apellido llevara acento. De alguna manera, ese
para los otros 21, el baloncesto FIBA era otra cosa; y los jugadores FIBA, otra historia. era el modo en el que Fernando reivindicaba sus raíces
Pero Portland siempre tuvo una idea que se ha demostrado anticipada a su ahora que desde España llegaban todas esas malas noti-
tiempo con el paso de los años: que el baloncesto internacional acabaría pro- cias sobre su futuro en el equipo nacional.
veyendo a la NBA de muchos jugadores. El club accedió a su petición no sin antes preguntarme
Y los Blazers tenían razón: en este temporada 2014-2015 hay 101 jugadores Ron la razón por la que Fernando quería acentuar esa ‘i’.
no estadounidenses en la Liga NBA. ‘Porque para Fernando las raíces son importantes’, le
Lo cierto es que Portland tenía decidido fichar a Fernando desde la primavera de contesté.
1986: para ello habían intercambiado sus derechos con los Nets de Nueva Jersey. Fernando no triunfó en la NBA. Pero, en realidad, eso es lo
Después, el Mundial de España en 1986 solo sirvió para corroborar esa decisión. de menos. La fama, los honores, el bla, bla, bla y esa supues-
Sin embargo, los ejecutivos de los Blazers me dijeron que era muy importante que ta inmortalidad que se le confiere a los seres que, como Fer-
Fernando fuera a jugar a la Liga de Verano de la NBA en Los Ángeles sin saber con nando, se van de este mundo mucho antes de su tiempo no
certeza si al final iba a quedarse en el equipo o no. es, a mi juicio, más que un truco superficial.
Y así, con la complicidad de su hermano Antonio, yo le decía a Fernando que Para mí la lección más importante, lo más esencial que nos
las cosas iban bien, pero que el club no tomaría una decisión final hasta el dejó Fernando, tiene que ver con ese acento en la ‘i’ de su
final de la Liga veraniega. camiseta de los Blazers.
Fernando se empleó a fondo en la cancha de la Universidad de Loyola-Marymount. ‘Las raíces son importantes’. n

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GIGANTES / Nº 45 / 15 SEPTIEMBRE 1986 n

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Adelantado a su tiempo
Texto: Sixto Miguel SERRANO
Cofundador de Gigantes, periodista de C+

N
y narrador del NBA2K15

o tengo la más mínima duda cuando pienso en la razón no les entraba en la cabeza que Schuler ignorara a Fer-
por la que Fernando Martín no triunfó en la NBA: no le nando. Pero así era. Y se fue consumiendo.
dejaron. Reunía todas las condiciones para haber disfru- Yo tuve la suerte de estar con él en Princeton, en el
tado de una exitosa carrera en la mejor Liga del mundo, campamento de los Nets en 1985, y en su debut con
físicas, técnicas y mentales. Por eso los Lakers quisieron elegirle en el draft, los Blazers un año más tarde. La ilusión que transmitía


por eso los Nets se adelantaron a los Lakers, por eso
los Blazers compraron sus derechos a los Nets.
Fernando Martín debió pasar a la historia por algo más, SUS COMPAÑEROS NO ENTENDÍAN ESE OSTRACISMO, LE
que ya fue mucho, que por haber sido el primer espa- VEÍAN COMO UN JUGADOR MUY ÚTIL. ME LO DIJERON PORTER,
ñol en jugar en la NBA.
PAXSON, KERSEY, BOWIE Y HASTA CARR, TITULAR EN SU PUESTO
Su aventura en Estados Unidos estuvo trufada de mala
suerte. Fue mala suerte que los Nets se anticiparan,
cuando a Martín lo que de verdad le ilusionaba era jugar
con los Lakers, que le cortejaban, como adelantó en su
momento Andrés Montes, enviándole cajas con ropa
deportiva, gorras, llaveros y banderines. No fue buena
que los Nets cambiasen de entrenador sólo unos días
después de haberle seleccionado. Stan Albeck, el que
apostó, junto al manager Al Menéndez, por Fernando,
aceptó una sensacional oferta de los Bulls, sobre todo
porque significaba convertirse en entrenador de Michael
Jordan, y abandonaba el equipo semanas antes de que
comenzara la Liga de verano de Princeton. Su sustituto,
Dave Wohl, no supo ganarse la confianza de Martín para
que decidiera quedarse en la franquicia de New Jersey.
Pero la peor suerte le esperaba en Portland. Y tenía
nombre y apellido: Mike Schuler.
Portada en la que el entrenador de Martín se excusaba. Detrás, un joven Rick Adelman
El entrenador de los Blazers era, como muchos de
sus colegas de aquella época, muy cerrado con res-
pecto a los jugadores extranjeros. Nada que ver, por ejemplo, con apertu- en New Jersey se había transformado en fatal y realista con-
ristas como Albeck, Mike Fratello (soy amigo de los dos y sé que con ellos formismo en Portland. Recuerdo como si fuera hoy una comi-
Fernando habría sido un jugador importante) o Pat Riley. Schuler destacaba da con Fernando en Phoenix, un día que su equipo jugaba
por su extremo conservadurismo, que alentaba uno de sus ayudantes (con contra los Suns. Sólo era el tercer partido de la temporada y
el tiempo vio la luz en Sacramento), Rick Adelman, tan obtuso como él. me quedé con la impresión, que conservo muy bien 28 años
Nunca creyeron en Martín. Le arrinconaron en el último lugar del banquillo después, de que él, una persona inteligente y deductiva, ya
minándole su confianza y aburriéndole. Sus compañeros no entendían ese sabía entonces lo que le esperaba con Schuler.
ostracismo, le veían como un jugador muy útil para el equipo. Me lo dijeron Leí una vez que acertar con mucha antelación es, a ojos
Terry Porter, Jim Paxson, Jerome Kersey, Sam Bowie y hasta Kenny Carr, de los demás, lo mismo que equivocarse. Eso le pasó a
el titular en el puesto de Fernando. Pero había dos jugadores a los que Martín, por eso no triunfó en la NBA. Fue un adelantado a
Martín encantaba, como me aseguraron varias veces, y eran las dos grandes su tiempo. Fue, a ojos de entrenadores medrosos, dema-
estrellas de aquellos fantásticos Blazers: a Clyde Drexler y a Kiki Vandeweghe siado bueno demasiado pronto. n

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


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Que bonito detalle, un manojo de churros


Texto: Fernando LAURA
Fotógrafo y
amigo de Fernando Martín

M
e encanta escribir sobre Fernando. Así recuerdo viejos tiem- dinero del billete si quieres". Choque de trenes. Me indig-
pos que fueron, además, muy buenos. Me gusta escribir né y casi estuve a punto de adelantar mi infarto 25
sobre Fernando Martín, una persona que valía la pena años. Tenia Fer Martín toda la razón, lo reconozco, pero
conocer y tener cerca. Es fácil hablar bien de él porque tenía en ese momento... Necesitaría varios números de Gigantes
convicciones, tenía códigos que respetaba y que llevaba para contar el maravilloso viaje a la NBA, ¡si hasta ligamos!
hasta las últimas consecuencias. Era alto, era guapo, era fuerte. Pero por encima de Alguno de los tres, que estábamos allí de enviados espe-
todo, era honesto. Cuando uno conoce a un hombre así, lo mejor que puede hacer es ciales, se echó 'novia formal'. En este punto, quiero contar
tenerlo cerca. Veréis, voy a recordar y contar cosas que pasaron en aquellos tiempos que Fernando marcaba tendencia en el equipo de los Trail


con la sola intención de que la gente, sobre todo los mas
jóvenes, que solo han oído hablar de él, se hagan una idea. UNA TARDE FUIMOS AL SÚPER. VER A
Me pongo el traje de abuelo cebolleta y os cuento. Mi amigo
tenía un par de pelotas, eso le hizo ser un tipo extraordinario,
FERNANDO EMPUJANDO EL CARRITO ME
y no a todo el mundo le caía bien. Era muy directo, era de sí ‘INSPIRÓ’. “NO. ESTA FOTO NO ME LA HACES”
o no. Un día subía medio equipo, casualmente los mas altos,
en un ascensor de un hotel fuera de Madrid. En aquellos
tiempos, un periodista radiofónico dictaba sentencias a media noche sin cortarse un Blazers. Un día se le acercó Kiki Vandeweghe, rubio, ojos azules... Y le
pelo con nada ni con nadie. El duelo entre Fernando y él era tremendo. El periodista dijo, ‘Tío, mi hermana quiere conocerte, creo que le gustas'. Lógicamente,
no escatimaba nada cuando hablaba de Fernando, tiraba con todo. El periodista en hicimos una investigación periodística de alto nivel para conocer a la her-
cuestión tenia varias peculiaridades, una de ellas era/es su corta estatura. Íbamos mana. La hermana de Kiki era nivel pivón 2.0 (recuerden que era hace
charlando y riendo, como casi siempre. De pronto, para el ascensor, se abren las puer- 25 años). En cuanto nos quedamos solos le dije, "¡Menuda suerte, te veo
tas y ¡zas!, el famoso periodista. El periodista ‘crecido’ mira a Fernando con ojos de ya emparejado aquí en USA! ¡Sorpresa! Respuesta de Fernando, 'tío, quie-
OK Corral. Martín le aguanta la mirada con ojos de tigre. El locutor decide bajar la ro estar muy concentrado aquí, esto es la NBA' y hasta donde yo sé por
mirada, pero, rabioso me la clava acto seguido a mí, que era el que menos tenía que más que lo intentó la muchacha, Fernando siguió concentrado. Él tenia
ver con aquello. Sentí una sensación de ‘Dios que mala suerte estar aquí, justo ahora’. su hoja de ruta y no la cambiaria. Nanclares me hace señas para que
Fernando no dudaba, se sentía en uso de la verdad, y cierto es que muchas veces la vaya terminando. Vaya, me queda mucho ‘material’. El viaje a NY con la
tenía. Porque además de grande y buen jugador, era honrado y creía que ese tipo de Selección y J.J. Brotons. Alguna anécdota con otro mítico, como Antonio
cosas eran importantes. Yo creo 25 años después, que eso era lo que le hacia distinto. Díaz Miguel, al que deberíamos recordar también más a menudo, y alguna
Con el paso del tiempo, he conocido a muchos que estaban en primero de Fernando, de otro grande desaparecido, Mariano Jaquotot. La última, por ahora: un
pero de ahí no pasaban. Y no les reprocho nada, es muy difícil ser un héroe. Pero Fer- día me vi envuelto, sin comerlo ni beberlo y mucho menos fumarlo, en un
nando lo creía y respetaba sus reglas, 'Martín rules'. A mí me hizo una cojonuda en oscuro asunto en las entretelas del Real Madrid. Algo lleno de maldad,
Portland, que yo acabé entendiendo y hasta defendiendo. Al debut de Fernando en la celos y envidia. Me sentí desesperado. Después de entrenar, Fernando
NBA fuimos tres españoles: mi hermano Sixto Miguel Serrano, Manolo Lama y yo. me vio por el pabellón y se interesó por el tema. Yo se lo conté. Escuchó
Antes de salir hacia EE.UU. Los padres de Fer nos pidieron que le lleváramos "unas y se cayó. A la mañana siguiente, estaba yo sentado en el salón de la
cositas". Carmela, la verdadera ideóloga del 'Fernandismo', una mujer andaluza sólida casa que compartía con Chechu Biriukov. Yo había pasado casi toda la
como un roble, nos dio jamón serrano, chorizo, que repartimos y escondimos por las noche en vela, acojonado e indignado. De pronto, veo a través de la ven-
maletas. A unos tipos que sacábamos caviar de Moscú con cierta facilidad, no les tana la figura de Fernando. Suena el timbre de casa, abro la puerta y veo
iban a pillar los ibéricos unos yanquis que aún no habían sufrido el 11-S. Ni lo olieron. a Fernando sonriendo con un manojo de churros en uno de sus dedos.
Don Ricardo, el papá de Fernando, parecía un hombre tranquilo pero podías intuir Me dijo, "tranquilo ya está arreglado, no te va a pasar nada". Así fue. Ade-
fácilmente que debajo de esa piel había brío, carácter y, sobre todo, sabiduría. Nos más, los churros estaban muy buenos. No sé que hizo, a quién llamó, a
dio para llevar un rulo de billetes sujetos por una goma. Porque queridos, Fernando quien vio. Pero lo solucionó. Chicos, sí era un excelente jugador de balon-
se fue a la NBA perdiendo dinero. Lo que ganaba allí, no le llegaba, pero para los cesto. Pero, por encima de todo, era un buen tío, un tío de firmes convic-
Martín, por suerte, eso no era un problema. Don Ricardo me decía "no lo entiendo, si ciones, de principios, honesto. Y eso sí que ha dejado una huella aún más
aquí es Dios, qué se le ha perdido en la NBA". ¿Perdérsele? Nada, pero sí que buscaba profunda que la del excelente jugador que fue. Alguna vez me pregunto,
algo: a sí mismo, a él mismo, un reto de superación personal, de dar lo máximo de sí ¿que haría ahora Fernando si hubiese sobrevivido al maldito accidente?.
mismo. Pues a lo que iba, en Portland pasábamos mucho tiempo juntos, comíamos, Sabéis que creo, que seria directivo de la sección de baloncesto del Madrid
cenábamos... Una tarde fuimos al súper a comprar la cena. Ver a Fernando empujando o presidente de la FEB o algo así. Hubiera seguido tomando partido por
el carrito de la compra me 'inspiró'. Vi una foto de portada, F. Martín viviendo en las cosas, siempre activo por los demás. Nunca olvidaré la llamada y la
plenitud su experiencia USA. Le digo 'Fer, ponte ahí y te hago una fotaza'. ¡Sorpresa! voz quebrada de mi querida amiga Inma de Santis comunicándome la
Me mira serio, con ojos de tigre, y me dice "No, Fer, no. Esto es parte de mi vida muerte de mi amigo. Tampoco olvidaré nunca que 18 días después ella
privada y esta foto no me la haces". Yo no daba crédito, le explico "Fer, este viaje me también falleció en un accidente de coche en Marruecos. ¡Maldita sea!
lo pago yo, tengo que sacar la pasta del billete". "Lo entiendo", me dijo, "yo te doy el Detesto el mes de diciembre. Hasta siempre, querido amigo.n

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


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Fernando Martín, un carácter


Texto: Antoni DAIMIEL
contemporáneo

F
@ADaimiell

ernando Martín era, sobre todo, una fuerza natural tuvieron el privilegio de viajar a Portland durante su corta
de raíz fuerte y savia espesa, un discípulo aventa- aventura en la NBA se acercaron a buen seguro al
jado de Apolo, un Hércules con una epopeya pre- núcleo de su planeta. Ese fue el Martín más íntimo,
escrita a su alrededor. Un fuera de serie por razo- más vulnerable, más cercano a la soledad y más ale-
nes obvias desde que comenzó a reunirse con jado de la imagen de superhéroe autosuficiente que
presuntos iguales, con primos, vecinos o compañeros de escuela. se construyó en España.
Fernando Martín fue a la vez el escultor y el mármol. Se esculpió a sí Fernando Martín, el héroe, tuvo la pasta y la cobertura
mismo a partir de una interpretación inteligente


de lo que el juego de su época demandaba.
Fue dando los martillazos exactos para conver-
tirse en el titánico Moisés de Miguel Ángel y FERNANDO MARTÍN FUE A LA VEZ CHRISTOPHER REEVES,
daba la impresión de que el culto a su cuerpo, CLARK KENT Y SUPERMAN. JUGÓ CON ESOS TRES PAPELES Y
a su salud y a su excelencia lo cultivaba sobre
todo por satisfacción propia. Lo único inaltera- LOS UTILIZÓ A SU CONVENIENCIA SEGÚN EL MOMENTO
ble era su altura, pero a partir de ahí encontró
la veta de la fuerza y la inteligencia encendida
por su vena competitiva como los elementos
que podían equilibrar el déficit de centímetros
frente a los grandes rivales de su generación.
El pívot madrileño fue el primer deportista
español en tres dimensiones. No se conformó
con considerarse a sí mismo como uno de los
mejores, ni que sus compañeros compartieran
la opinión, Fernando descubrió la necesidad de
que la gente que pagaba una entrada para ver
sus partidos también le considerase el mejor;
por ese motivo condujo su vena mediática y
publicitaria a ámbitos desconocidos hasta
entonces en España. Fue uno de los pioneros
en darse cuenta de la vertiente y la corriente
social que puede generar un deportista de élite.
Aunó tres vectores que en contadas ocasiones
coinciden: persona, personaje y personalidad.
Fernando Martín fue a la vez Christopher Ree-
ves, Clark Kent y Superman. Jugó con esos
tres papeles y los utilizó a su conveniencia
según el momento. Su carácter fue otro de sus
imanes; Fernando Martín, como su tocayo Fer-
nán Gómez, desplegó algunas trazas de sober-
bia, antipatía, rechazo a la prensa y mala leche
que sirvieron para hacerle aún más atractivo Jugó en la NBA una temporada: 1986-87. 146 minutos. Menos de lo que merecía
de cara a la opinión pública. Quizás todo esto
no formara parte de la construcción del personaje sino más bien de para convertirse en el ídolo de una generación que por pri-
su sincera conducta. Algunas de las imágenes que me vienen a la mera vez se entusiasmaba con un deportista no sólo por lo
cabeza cuando me evocan su figura es la de su braceo poderoso que era capaz de hacer en la pista. Los años han pasado rápi-
en la búsqueda del rebote, su cabina de teléfono con los bíceps do, imprudentes, a mayor velocidad de la que deberían haber
como perímetro, sus airadas protestas a los árbitros. Y luego, aun- llevado entre tanta curva. 25 años después el personaje man-
que en un principio su gesto felino asustase, en sus ojos se trans- tiene toda la contemporaneidad en esta época tan diferente.
mitía una especie de inocua dulzura que no casaba exactamente Y, mucho menos sutil y romántico que Bob Dylan, Martín tam-
con lo que sus gestos exponían. Quizá fueran muy pocos los que bién se encargó de advertirnos que los tiempos, hace un cuar-
descubrieran al verdadero, al auténtico Fernando Martín. Los que to de siglo, ya estaban cambiando. n

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¡Bravísimo cachorro!

D
Texto: Dino MENEGHIN
7 Copas de Europa ganadas y
271 veces internacional con Italia

ino Meneghin, de 64 años, condecorado en 1990 con de Praga’81. Él tenía 19 años; yo, 31. ¡Menudo fiera lle-
la G de esta publicación al tiempo que Martín era gaba! Perdimos por un punto y España entró en semifi-
nuestro ‘Gigante de Leyenda’, atendió nuestra llamada nales e Italia no. Aquel día conocí el carácter de Fernan-
telefónica con gran amabilidad. Todo un caballero. Historia viva del balon- do. ¡Bravísimo! En esa época, Italia le tenía tomada la
cesto europeo, transcribimos lo que nos comentó acerca de Martín. medida a España y llevábamos ocho años sin perder con


ellos. La llegada de Fernando acabó con esa racha.
FERNANDO, PARA MÍ, FUE COMO UN CACHORRO QUE Un par de años más tarde, nos encontramos en dos
finales: la final de la Recopa entre el Real Madrid y
VI CRECER Y PROGRESAR. ERA UN FIGHTER COMO YO. ME Simac Milán y la del Eurobasket de Nantes’83. Cara
GUSTABA QUE LO DABA TODO, CON HONESTIDAD y cruz. Aquellos partidos con un título en juego eran
batallas sin cuartel ni prisioneros. Perdí, otra vez, por
un punto en Ostende con mi club [tiros libres decisi-
vos de Brian Jackson a tres segundos del final].
Pero, por fin, llegó mi turno en el Europeo’83. Y por
partida doble porque ganamos a España en el primer
partido del campeonato y en la finalísima. ¡Mi única
medalla de oro con la Selección italiana! Mi gran éxi-
to azzurro, junto a la plata olímpica de Moscú’80.
Fernando, ¡qué competidor!
Ser pionero en jugar en la NBA siendo extranjero fue
un claro síntoma de su personalidad. En aquella
época, jugar en la NBA para los foráneos era muy
complicado. Fernando tuvo mucho coraje al afrontar
ese reto.
Yo tuve algún contacto con la NBA. Fui elegido en
el draft del 70 por Atlanta Hawks [11ª ronda, núme-
ro 182]. Más tarde, tuve una invitación de los New
York Knicks para una Liga de Verano en el 74…
pero justo antes me lesioné una rodilla. Por com-
probar en primera persona que aquel mundo NBA
era otro planeta, valoro mucho lo que hizo Fernando.
Como no podía ser de otra forma, los duelos entre el italiano y el español fueron titánicos
La noticia de su muerte también fue un golpe durí-
simo en Italia. Sobre todo, por la manera en que
‘Fernando marcó una nueva era, un nuevo estilo. Era técnico, fortísimo, ocurrió. En primer lugar, porque era jovencísimo. Y, ade-
veloz, inteligente, corría contraataque, carismático… Hasta su aparición, más, porque fue un golpe de realidad; se piensa que los
los pívots solían ser gigantes con poca movilidad, lentos, estáticos. Sin ídolos deportivos son inmortales y se demostró que no.
duda, Martín es uno de los mejores jugadores europeos de la historia. Fuera de la cancha no tuve la oportunidad de compartir
Para mí, Fernando fue como un cachorro al que vi crecer y progresar. Era mucho tiempo con él. Me hubiera gustado, porque tengo
un fighter como yo. Jugar contra él era un test de máximo nivel. Me gustaba referencias de que era un gran chico. Estoy seguro de
que lo daba todo, con honestidad. que era un tipo normal… que en la cancha se convertía
Creo que la primera vez que coincidimos en una cancha fue en el Eurobasket en un titán’. n

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Hombre franquicia
Texto: Alfonso DEL CORRAL
Compañero de Fernando Martín

F
en el Estudiantes y en el Real Madrid

ernando subió al primer equipo de Estudiantes siendo una sonrisa fácil o un comentario diplomático.
aún junior, con 18 años. Aunque técnicamente tenía Distante, cortante, seco… quizás por su timidez.
muchas cosas que mejorar, su talento físico era Pero realmente era un tío muy generoso, sin
excepcional. Ya entonces, merced a su presencia tan ningún apego a lo material, muy libre. Cuando
imponente y determinante, todos sabíamos que iba a romper moldes, se cuidaba, lo hacía al máximo; cuando salía


a marcar época.
Aquel humilde Estudiantes firmó la temporada MUCHO Y BIEN SE HA ESCRITO DE LA RELACIÓN ENTRE
más brillante de su historia. Ganamos al Madrid FERNANDO Y PETROVIC. ERAN DOS GALLOS. MARTÍN NO SOPORTABA
y al Barça en el Magariños y en la Ciudad Depor-
LO EGOÍSTA QUE ÉL INTERPRETABA QUE ERA EL CROATA. EN CIERTA
tiva del Madrid empatamos (sí, entonces valía el
empate). Y nos jugamos la Liga en el Palau: bata-
MEDIDA, CREO QUE LOS ROCES ENTRE ELLOS ERAN LÓGICOS
llamos hasta que él fue eliminado. Fue un año
maravilloso. Su presencia, aún siendo un niño,
nos daba seguridad. Entre los botes increíbles de
Slab Jones y su potencia, la zona era nuestra.
Era un jugador magnífico. Yo estaba seguro de
que el club que se quedara con él dominaría el
panorama nacional. Tuve algunos problemas con
la directiva de Estudiantes porque les incitaba a
que apostaran fuerte por él, logrando patrocina-
dores o la fórmula que fuese. Si hubiesen logrado
que se convirtiera en su hombre franquicia, Estu-
diantes hubiera tenido otra dimensión.
Desde entonces mantuve una estrecha relación
de amistad con él y su familia. Cenas, complici-
dad, risas, compadreo… Tres temporadas des-
pués, volvimos a coincidir. Ahora, en el Real
Madrid. En los dos primeros años (1984-86) hici-
mos el doblete nacional. Controlábamos los par- Fernando bromea en el parqué de la vieja Ciudad Deportiva con Del Corral enfrente

tidos con autoridad. Y si no logramos el triplete


con la Copa de Europa fue porque nos topamos con aquel ‘diablo’ de marcha, a tope… No hacía nunca nada a medias.
llamado Drazen Petrovic en la final de Atenas’85. Entraba en un sitio e, inmediatamente, se hacía el
Mucho y bien se ha escrito de la relación entre Fernando y Petrovic. centro de atención. Un tipo extraordinario. Por todo
Eran dos gallos. Martín no soportaba lo egoísta que él interpretaba ello, su muerte conmocionó a toda una generación.
que era el croata. En cierta medida, creo que los roces entre ellos Recuerdo llegar al Ramón y Cajal y encontrarme en
eran lógicos. la puerta con su madre Carmen. ‘Dime la verdad,
¿La NBA? ¡Vaya machada que hizo! Además, para mí tuvo mucho mérito ¿qué ha pasado?,’ me preguntaba. Me dejaron pasar
porque superó todas las fases de selección previas en las que se juntaban por ser médico y tuve que certificar que era su cadáver.
20 ó 25 jugadores con el cuchillo entre los dientes. Y se hizo valer. En el Un golpe durísimo. Años después seguía sin creerlo:
vestuario era ‘the bull’. Abrió la puerta NBA a los europeos. pensaba que se había ido una temporada como
Muy poca gente le conocía de verdad. No era de los que te regalaban solía hacer. n

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Una tarde de diciembre hace 25 años


Texto: José Joaquín BROTONS

E
@jjbrotons

l paso del tiempo es inexorable y el recuerdo de Fernando vida llorara ahora que te has ido. Qué triste es esta vida que nos ha
imborrable. Hemos vivido 25 años y en cada uno de ellos tocado vivir. Cuando estás te odian o te desprecian. Yo creo
siempre estuvo él presente. No he querido, ni he necesitado que te envidiaban. Ahora que te fuiste sin decir adiós te echa-
olvidar aquella trágica tarde de diciembre dónde lo imposi- ran de menos. Hoy tu amigo Lolo ha dicho en dos palabras lo
ble, lo inesperado, se convirtió en una realidad dramática. mismo que tú dijiste durante 27 años y nadie te escuchó.
Fue todo muy confuso al principio, con una llamada a primera hora de la tarde a Te perseguía la vida. Es cierto que huías de este mundo,


la redacción de Telemadrid, en la calle Espronceda, que
provocó mi incredulidad y una absurda negación de los
hechos que me estaban comunicando. Con el paso de los
MEZCLAR INFORMACIÓN, AMISTAD Y MUERTE ES UN EXPLOSIVO
minutos la confirmación del accidente se convirtió en una QUE DETONA TODOS LOS SENTIMIENTOS Y DESTRUYE CUALQUIER
noticia desgarradora. Mezclar información, amistad y muer- AUTODEFENSA QUE PUEDAS GENERAR PARA PROTEGERTE
te es un explosivo que detona todos los sentimientos y des-
truye cualquier autodefensa que un ser humano pueda permanentemente, no por miedo, más por vergüenza.
generar para protegerse. No hay fortaleza que lo soporte, Tuviste que luchar por sobrevivir con tus ideales, los de
ni palabras que ayuden al consuelo. El dolor es intolerable un Aries que peleaba por ser diferente. Habías nacido
y no le deseo a nadie tener que afrontar una situación como para ganar y aquí no dejan ganar a nadie, hay que per-
aquella, de forma profesional. der, hay que humillarse, hay que bajarse los pantalones
Cuando entré en la cabina de edición y comprobé las imá- y decirles que sí aunque todos sepamos que el no es
Arriba, de espaldas, el autor
genes grabadas que había traído el cámara, que luego la respuesta. Cuántas veces dijiste no y dijeron que eras
paralizarían a miles de personas, enmudecí. Mi poder de un rebelde sin causa. Ni los millones te taparon la boca,
reacción quedó anulado y mis pensamientos viajaron a un pasado reciente. A que pocos saben que comiste bocadillos en Portland para poder
esos momentos que él y yo habíamos vivido sin compartir con nadie, en una sole- enviar el dinero a casa o pagar la estancia de tu hermano Antonio
dad deseada. El cigarro encendido y Serrat sonando de fondo, los dos sentados en Los Ángeles. Pocos te hemos visto jugar con tu hijo Jani subido
sobre la moqueta del piso sin muebles que le había recomendado comprar para en tus hombros. Qué pocos hemos podido gozar de tu soledad en
que se instalara Petra, su pareja alemana y el pequeño Jani nacido en Hannover, la montaña o pasear unidos por la lluvia y los truenos junto a la orilla
con apenas dos años de vida. Se sentía libre y responsable, dos cuestiones que de un pantano. Leías a Márquez y a Gala para saber que el mejor
formaban parte de sus objetivos vitales más inmediatos. Otros recuerdos afloraron no es el que está arriba sino el que lo intenta. Tú lo hacías cada día,
en aquellos momentos de incredulidad que no es necesario compartir. solo sin el empuje de los demás. Te has ido y nos hemos enterado
Todo había sucedido en un instante. Me apetecía dejar aquella oscura sala de de sopetón. Desde luego no era la forma Fernando, ni el momento,
visionado y salir disparado hacia el hospital Ramón y Cajal para abrazar a sus pero Carmela y Ricardo, tus padres lo entenderán. Ellos sabían que
padres y a los hermanos, en especial al pequeño Antonio al que adoraba y pro- no avisarías, no era necesario Fernando. Ha llegado el momento de
tegía. Recordé que a Fernando le gustaba remarcar una frase de una canción de decirte hasta pronto. Ahora incluso pretenden llevarte a la Ciudad
Serrat que decía: “Y cada uno a lo que hay que hacer”. Pensé que quizás aquello Deportiva para velarte. Qué cosas tenemos que ver los que nos que-
era un mensaje y aturdido ante los acontecimientos decidí que estaría más cerca damos aquí. Tú no eras del Real Madrid y ellos tampoco Fer-
de él escribiendo una carta de despedida. Entré en el pequeño plato de ‘Campo nando Martín, tú eras de los que escogías y alguno de ellos hoy van
de Juego’, el programa que emitíamos los domingos, para ponerme delante de a llorar por ti. Perdónalos porque ya no te necesitan para criticarte.
la cámara y dar la noticia de la muerte de mi amigo. Tenía la necesidad de des- Hermano ya eres libre, te ha costado pero eres libre. Te dije un día
pedirle “A mi manera” como la famosa canción de Frank Sinatra, la que nos pro- que gritaras fuerte y alto ese yo que defendías a muerte. La muerte
vocaba un subidón al escucharla cuando subíamos a la sierra en su coche y la es lo único real de la vida. Ahora ya no te puede perseguir. Te velarán
cantábamos como dos adolescentes que querían compartir una libertad utópica. en el Real Madrid cuando un día te llamaron traidor. Suerte Fernan-
Esta fue la despedida que me salió del corazón hace veinticinco años: “Te has ido do”. Nada ha cambiado, él sigue allí y yo aquí aunque los dos sabe-
Fernando sin decir adiós, sin despedirte. La gente que tanto te ha criticado en mos que seguimos juntos. n

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


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Rivalidad con chispas


Texto:Juan Antonio SAN EPIFANIO

C
@15EPI15

oncentración en Madrid preparando el Preolím- y de difusión aumentaron considerablemente.


pico de París’84. Fernando y yo nos enzarzamos Fernando era una persona con mucha energía, muy
en un entrenamiento y tuvieron que separarnos. activa. Tenía una forma de ser especial que ganaba
Antonio Díaz Miguel nos expulsó a los dos. Tenía mucho en las distancias cortas. Juventud radian-
mucho carácter, yo tampoco me echaba atrás… te, ganas de vivir. Sin duda, es un protagonista


y a veces saltaban chispas.
Aquel verano histórico con la Selección (para los
más jóvenes: ¡ganamos la medalla de plata olím-
HIZO COMPRENDER A MUCHA GENTE QUE PARA LOGRAR CUALQUIER
pica jugando la final ante Jordan y compañía en OBJETIVO IMPORTANTE, LA ENTREGA DEBE SER TOTAL. Y ESE SENTIMIENTO
el Forum de L.A.!) comenzó con un ambiente un LO TRANSMITIÓ, DEMOSTRANDO UNA COMPETITIVIDAD SIN LÍMITES.
tanto enrarecido. La temporada acabó con aquella
retirada del Barcelona de la final liguera tras la
tangana del primer partido. Los rescoldos aún
estaban calientes.
Hay que reconocer que los dos éramos, respecti-
vamente, los referentes de nuestros equipos.
Siempre se evaluaba lo que hacíamos. Eso hizo,
indirectamente, que se creara cierta rivalidad
entre nosotros. ¡Menos mal que no jugábamos en
la misma posición porque hubiera sido más
complicado!
Pero lo bueno es que luego siempre hablamos y
nos arreglamos. Logramos la clasificación olím-
pica con un gran juego. Recuerdo que celebramos
el pasaporte a Los Angeles cenando con Felipe
González en ‘La Tour d’Argent’ de París.
En la Selección se estrenó en el Europeo de Che-
coslovaquia’81. ¿Rookie? Su presencia y carácter
hacían que nunca pareciese un novato. Se dejaba
notar desde el principio. Éramos un grupo bas-
tante joven, por lo que su integración fue muy
sencilla.
La primera vez que coincido con él en una cancha xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
fue cuando estuvo en el Estudiantes. Era muy
joven, estaba haciéndose como jugador. Pero a
pesar de su bisoñez, su potencia física y personalidad le permitieron imprescindible para comprender la evolución de
tomar peso importante en su equipo. nuestro baloncesto. Especialmente, porque hizo com-
En aquella Liga Nacional, previa a la ACB, muchos jugadores compa- prender a mucha gente que para lograr cualquier
ginaban estudios y deporte pensando en su futuro. Con la llegada de objetivo importante, la entrega debe ser total. Y ese
la ACB y la gran ayuda de los éxitos de la Selección, todo se profesionalizó. sentimiento lo transmitió, demostrando una competitividad
La Liga dio un cambio importante y las posibilidades económicas sin límites en todo momento. n

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


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ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014
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¡Hey, tío, no me pegues tanto!

B
Texto: Audie NORRIS
@atomicdog14

rutales. Así, en una palabra, eran nuestros duelos. tío, no me pegues tanto!’, bromeábamos. Fernando
Auténticos desafíos. Aficionados, árbitros, jugadores, me comentó las dificultades que tuvo para adap-
a todo el mundo le encantaban los enfrentamientos tarse a la NBA y a la vida en Estados Unidos.
entre Fernando y yo. Era la primera vez que se veían en España ese tipo Yo jugué en los Portland Trail Blazers tres tempo-
de pugnas y los fans las esperaban impacientes. radas (1982-85), poco antes de que Fernando fue-
Era muy listo, duro, físico y contra él siempre tenías que estar bien pre- se allí también. Entiendo bien sus dificultades;


entonces, un extranjero en la NBA era extraño. Pero
Martín demostró mucha valentía y coraje. Ahora es
¡Y PENSAR QUE PUDIMOS SER COMPAÑEROS EN SU MADRID!
mucho más fácil entrar.
TODO ESTABA OK PARA MI FICHAJE POR EL REAL, PERO COMO EL
Yo hice el camino inverso: de Estados Unidos a
PRESIDENTE RAMÓN MENDOZA NO ESTUVO LOCALIZABLE PARA RATIFICAR
Europa. En la NBA, gané un buen dinero fácil sen-
EL ACUERDO… ¡ACABÉ FICHANDO POR EL BARÇA! EL RESTO ES HISTORIA
tado en el banquillo. Pero sentía que mis habilida-
des y cualidades como jugador bajaban, empeora-
ban. Mi contrato con los Blazers era un 3+1 (cuarto
año no garantizado) y con el coach
Ramsay podría haber seguido.
Pero tuve el convencimiento de que sería mucho mejor
jugador, que recuperaría mi mejor versión, si venía a Euro-
pa. ¡Y, con el tiempo, se ha convertido en mi vida!
Estuve dos temporadas en la Benetton de Treviso (1985-87).
Y entonces empieza la historia más curiosa de todo esto.
¡Pensar que pudimos ser compañeros en su Madrid!
Fui a Madrid, me reuní con Lolo Sainz y Mariano Jaquo-
tot. Me enseñaron el club, la sala de trofeos, comimos
en un restaurante cerca del estadio de fútbol… todo
perfecto. Creo recordar, si la memoria no me falla, que
nos acercamos al entrenamiento y fue la primera vez
que vi a Fernando. Pensé ‘¡este es un club grande; yo
quiero jugar en este equipo, en este nivel!’.
Mi fichaje por el Real Madrid estaba hecho. Sólo fal-
Audie, con la mítica foto de Gigantes en la que descubre la ropa interior de Martín luchando con él taba el visto bueno del presidente Ramón Mendoza.
No pudieron localizarle en unos días… y Aíto olió
parado. Al acabar un partido contra él, me pasaba una hora, hora y algo. El resto es historia.
media, con bolsas de hielo por todos lados. Era el último en salir del ves- Todos los partidos contra él eran especiales. Estos fueron
tuario. ¡Y al día siguiente seguía con el cuerpo dolorido! los años en los que el Barça le quitó la hegemonía del
Peleas honorables. Aunque suene contradictorio, así definiría nuestras basket español al Madrid. Mi primera Liga, aquel quinto
batallas en la cancha. Nunca hicimos nada para hacernos daño. Pero partido de la final en el Palau, es inolvidable. Ese día, el
luchar, sí, hasta el límite. Justo hasta el límite del fair play. Muchas Madrid se quedó al final con cuatro jugadores en pista.
veces, en el filo. Los dos queríamos ganar y esa rivalidad sacaba lo Fernando fue el rival que más me exigió. Con él
mejor de cada uno de nosotros. enfrente, sabía que tenía que dar lo mejor de mí.
Como persona, no tenía nada que ver con esa imagen dura de la pista. Nunca tuve amigos en una cancha, pero con él
Alguna vez coincidimos tomando una copa y era un gran chico. ‘Hey, tenía una complicidad especial. n

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GIGANTES / Nº 211 / 20 NOVIEMBRE 1989 n

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PRIMERA PERSONA n

Texto: Javier GÓMEZ


@javigomezsexta

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NO ME OLVIDARÉ DE ESE ABRIGO VERDE. RECUERDO SU FORMA, SU COLOR, SU TELILLA
MEDIO IMPERMEABLE, SU FORRO ROJO, PERO NO SI ERA O NO MUY CALIENTE. DE NIÑO,
NO HAY ABRIGOS QUE ABRIGUEN MÁS, NI MENOS; HAY ABRIGOS. ME AGENCIÉ ESE
CHAMBERGO, COMO LO LLAMABA MI MADRE POR AQUEL ENTONCES, Y CERRÉ LA PUERTA
DE CASA. SOLÍA COGER CON MI PADRE EL 21 EN MARQUÉS DE URQUIJO, CASI TOCANDO
CON EL PASEO DE ROSALES. ESE DÍA COGIMOS EL COCHE: “ES DOMINGO, NO HAY TRÁFICO,

H
Y SI VAMOS CON TIEMPO PODREMOS APARCAR”. Y NOS FUIMOS A VER EL PARTIDO CONTRA
EL CAI ZARAGOZA. ERA POCO DESPUÉS DE COMER, A ESO DE LAS 15.30 DEL DOMINGO

ay palabras que la gente olvida, como cham- Nadie se sentaba con antelación para ver bailar a diez
bergo. Y días que la gente recuerda, como ese cheerleaders. Uno llegaba pronto para ver cómo tiraban los
3 de diciembre de 1989. Siempre entrábamos Arcega, si Villalobos machacaba a una mano o para escrutar
pronto al viejo Palacio de los Deportes. Para cada gesto de Drazen Petrovic durante el calentamiento. No
poder ver el calentamiento y porque mi padre tenía la cos- éramos los únicos que esperábamos en la puerta. Iban lle-
tumbre de llegar con antelación prusiana a todas las citas. gando seguidores y la espera empezaba a ser demasiado
Hábito que heredé, y todavía hoy intento llegar a ver las rue- extraña. Demasiado larga. Con demasiados cuchicheos. Por-
das de bandejas y la presentación de los jugadores. Él lle- que, además de las pipas, algo en el Madrid ochentero per-
vaba lo que entonces se conocía como mariconera, otra mitía enterarse de lo que ocurría sin gastar yema en un telé-
palabra en desuso, esta vez con más lógica: un pequeño fono móvil todavía por popularizarse: el transistor. Y quien
bolso de cuero que se llevaba en la mano, nunca colgado, tuviera mariconera, siempre llevaba uno encima. Como mi
con la documentación, el dinero, un bolígrafo... la precursora padre.
de la riñonera, en versión madrileña y algo más elegante.
En uno de los bolsillos laterales de la mariconera, pues, dos LA PEOR NOTICIA
abonos del Madrid, de un cartoncillo color crema y 20 números La noticia se iba conociendo: primero, en la cúpula del Madrid;
precortados con su línea de puntos, como los cupones de ahorro luego, entre los jugadores; se notaba cierto vaivén infrecuente,
de un supermercado. Los porteros te arrancaban el número del no sólo en la calle, sino también dentro del Palacio, a través de
partido correspondiente, pero siempre mal: o rasgaban un trozo las cristaleras con marcos de metal color terracota. Sí, eso que
de más sobre el partido contiguo, o de menos, y te dejaban un era entre marrón y rojo antes de que llegara Ikea. Todo el que
pedazo de cartón del día. Había que tener cuidado con esos llegaba preguntaba. El “no han abierto”, media hora después,
abonos de la era pre Steve Jobs: si se doblaban, los ya se había convertido en “algo ha pasado”. Debía de hacer
partidos/cartones terminaban por desprenderse, como cualquier unos 5 ó 7 grados, era una tarde gris plomo, y yo ni me ente-
troquelado, y explícale tú al de la puerta que no tenías el del día. raba, no sólo por el sempiterno chambergo verde, sino porque
Aparcamos en un parking privado de la calle Goya, al lado la temperatura de lo inesperado iba creciendo. Hasta que un
de Fuente del Berro. Hacía frío, y yo, que tenía 11 años, no locutor en la radio soltó el zafarrancho, que pasó por una onda,
me enteraba mucho embutido en mi chambergo verde. No de ahí a un receptor, luego a un cable, conectado a un auricular,
nos extrañó que todas las puertas del Palacio estuvieran y bajó por el Loden verde de mi padre hasta alcanzarme en for-
todavía cerradas, por aquello de la puntualidad prusiana, ma de mano en el hombro.
escapar del tráfico y tal. Accceso 13, si recuerdo bien. Hici- -Hijo, se ha matado Fernando Martín.
mos lo único que en el Madrid de los 80 se hacía para -Noooooo.
esperar cuando uno no fumaba: comprar pipas, las de la -Sí, un accidente de coche.
bolsa transparente y amarilla que vendían a 25 pesetas en -¿Y no va a haber partido?
los puestos de la explanada de Felipe II. La pregunta suena irrespetuosa, soy consciente. Pero es la

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PRIMERA PERSONA n

SE HABÍA MUERTO EL DE LA PEGATINA QUE DECORABA EL INTERIOR DE MI CAMA


PLEGABLE DESDE VARIOS AÑOS ANTES. FERNANDO MARTÍN, EN EL POSTE BAJO.
INTENTANDO LEVANTAR EL BALÓN HACIA EL ARO, CON SU OCEÁNICA ESPALDA. EL MITO DE
CUALQUIER CHAVAL DE AQUELLA ÉPOCA QUE PREFERÍA EL BALONCESTO AL FÚTBOL

que a mí me salió con 11 años. Quizás a muchos de los allí, ‘viendo’ que se había muerto Fernando Martín. Una
niños que estábamos allí. Se había muerto el de la pegatina puerta cerrada, una cancha vacía, pero al menos todos los
que decoraba el interior de mi cama plegable desde varios que estábamos allí sentíamos lo que acababa de pasar. Llá-
años antes. Fernando Martín, en el poste bajo. Intentando menlo familia, más o menos, si me perdonan la cursilada.
levantar el balón hacia el aro, con su oceánica espalda algo Pero si hubiéramos vuelto a nuestras casas, nuestras
arqueada, como siempre, protegiendo el balón con esos madres, padres, hermanas, vecinas o amigos no hubieran
hombros de empalizada. El mito de cualquier chaval de sentido igual aquella pérdida. Una señora lloraba. Un viejo
aquella época que prefiriera el baloncesto al fútbol, como resoplaba. Se oían las frases típicas que sobrevuelan cual-
yo. Se había muerto uno de mis dos ídolos. El otro anunció, quier velatorio y a las que nadie hace caso porque no impor-
dos años después, que tenía el SIDA. Pero yo tenía 11 años ta quién las diga. Muletas del silencio acompañado: “Era el
y quería ver un partido. La pregunta me salió como me salió. mejor”, “pobre”,”imagina su hermano”, “dicen que ha sido
Sí, se había muerto, ¿pero no se podía guardar un minuto en la M-30”, “le quedaba todo por vivir…”.
de silencio y jugar?
Lo del frío me preguntaba ahora, escribiendo, si era un adi- LA TRISTEZA DE CHECHU
tivo que le había colocado la memoria a uno de los días más Cuando nos cansamos de la improvisada capilla gélida, pusi-
tristes de mi infancia. Como si mi recuerdo hubiese elegido mos de nuevo rumbo al párking. Yo seguía preguntándome
un filtro de app para convertir la estampa en pseudovintage. si a lo mejor se jugaría el partido pasadas unas horas y qui-
No. Dice la serie climática de 1989 que fue el día más frío zás por movernos nos lo íbamos a perder. Caminamos unos
de la primera veintena de diciembre. Diez de máxima. Tres 100 metros, cruzamos Goya, bajamos dos pisos y de repente
de mínima. Fernando Martín había muerto y entonces sí que una figura imponente se cruzó rápido delante de nosotros.
empecé a notar el puto aire helado. Medía más de 1.90. Llevaba una chupa de cuero marrón
Sé que me fui al colegio llorando la mañana en que supe que desgastada. Iba encorvado. Por la pena y porque siempre
Magic tenía el VIH. Del 3 de diciembre de 1989 recuerdo mil caminaba como algo ahuecado. Hasta tiraba así. Chechu
cosas, colores, momentos, pero no si lloré. ¿Por qué nuestro Biriukov. Llorando a lágrima viva, gotas que rebotaban en
disco duro almacena detalles nimios, como un chambergo, y sus pómulos de fisionomía rusa y caían en el otro chamber-
olvida los pasajes importantes? ¿La ruleta de la memoria elige go de esta historia, el suyo. Nunca había visto llorar a un
aleatoriamente a través del sistema nervioso central y alguna jugador de baloncesto.
corteza cerebral o existe un porqué narrativo? Quizás porque Biriukov apenas atinaba a coger las llaves. Se tocó todos los
las lágrimas que se me quedaron marcadas ese día no fueron bolsillos de su chupa. Acertó más por instinto que por memoria,
las mías. Un buen guión pondría a sollozar a mi padre, pero mientras seguía sollozando. Yo, serio, observaba la escena
tampoco ocurrió así. después de tirar de la mano de mi padre para frenarnos. Iba
Por algún motivo, nadie se iba de aquellos rellanos en alto congelado, a pesar del chambergo verde, que alguna otra madre
por los que se accedía al campo. Igual que ante un accidente en el Madrid de aquellos tiempos habría llamado trenka. “Era
de tráfico la gente ralentiza la marcha, nosotros estábamos Biriukov, papá. Iba llorando. Ahora sí que no se juega”. n

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g ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014
,
Javi Gómez, autor
del reportaje, con el
famoso chambergo
verde. Su padre tam-
bién lleva el abrigo
de loden verde

ESPECIAL FERNANDO MARTIN/ 3 DICIEMBRE 2014


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,
REPORTAJE n

Texto: Javier ORTIZ

L
@Bujacocesto

a ‘cara B’ del accidente que le costó Su actividad laboral ha estado incluso relacionada con
la vida a Fernando Martín se llama la carretera, esa que estuvo a punto de quitárselo todo.
Ricardo Delgado Cascales, el conduc- Eso sí, todavía tiene alguna secuela física por el terrible
tor del vehículo contra el que chocó momento que vivió el 3 de diciembre de 1989, cuando
frontalmente aquel 3 de diciembre en conducía tranquilamente por la vía de circunvalación
la M-30, madrileña, dirección norte-sur,
metros un Opel Kadett que había com-
después prado unos meses antes. Eran
de la las 15.20 horas y venía de pre-
salida EL CONDUCTOR DEL VEHÍCULO CONTRA senciar un partido de fútbol.
de la entonces Nacional II Como se ha repetido un millón
(Carretera de Barcelona).
EL QUE CHOCÓ FRONTALMENTE de veces, se encontró encima el
¿Qué ha sido de él? No, no FERNANDO MARTÍN NO HA MUERTO NI Lancia Thema V8-32 de Fernan-
ha muerto ni quedó para- do Martín, que, probablemente
pléjico, como se ha asegu- QUEDÓ PARAPLÉJICO, COMO SE HA fruto del exceso de velocidad y
rado en muchas ocasiones, de un volantazo para evitar un
en una especie de hoax ASEGURADO EN MUCHAS OCASIONES. charco, ‘voló’ casi literalmente.
que se ha ido transmitien- Se llevó por delante seis árboles
do sin constatación algu- VIVE CON NORMALIDAD y cinco metros de una barandilla
na. Vive con normalidad en no muy alta, invadiendo la otra
el madrileño barrio de Hor- calzada con los vehículos en
taleza intentando (y consiguiendo, aparentemente) supe- sentido contrario.
rar aquello: ser protagonista (secundario) de haber esta- Ambos llevaban el cinturón de seguridad puesto. Delgado
do en el lugar y en el momento inadecuados. lo vio venir e intentó frenar desesperadamente (dejó una
Delgado, que ahora tiene 54 años, fue localizado por marca de 25 metros sobre el asfalto), pero no pudo evitar
Gigantes del Basket hace algunas semanas. Declinó edu- el terrible impacto.
cadamente la invitación, casi a modo de homenaje, a ser Sin saber qué había pasado con el otro conductor, ni de
entrevistado y fotografiado. Lo hizo tras pedir unos días quién se trataba, pasó semanas y semanas en hospita-
para meditarlo, aunque con firmeza cuando transmitió su les, sobre todo en el de la Princesa. En un principio se
respuesta. No había angustia en su voz, ni tampoco fra- temió seriamente por su vida; después, todo se centró
ses cortantes, pero prefiere no remover el trágico suce- en que pudiera volver andar. Aquejado de hemorragias
so. Parece un hombre normal, que desde luego no sería internas y de un edema cerebral, la fractura de un fémur
reconocido por los aficionados al baloncesto de los 80 era quizás el menor de sus problemas. Pero finalmente
ni aunque lo tuviesen a medio metro. pudo volver al lado de su esposa, Milagros Romero, y de
No le gusta hablar sobre lo sucedido ni con sus más ínti- su hijo, Ricardo, que solo tenía cuatro meses en el
mos, centrado en pelear al máximo por tener una vida momento del accidente.
feliz. El hecho de que su episodio lo viviese con una Sigue adelante e ilusionado, con las preocupaciones
leyenda del baloncesto no diferencia en nada el sufri- cotidianas que puede tener cualquiera. Cuarto de siglo
miento y la lucha posterior respecto a los miles de acci- da para curar muchas heridas, aunque sea mejor no
dentes graves que se producen cada año, aunque sí sin- exponer las cicatrices, percibir aquello como un capí-
tió entonces el interés de los medios. Fue un mal sueño tulo cerrado. El día más negro del baloncesto español
que ha ido digiriendo con el apoyo inconmensurable de no se cobró más vida que la de ‘FM10’. Es un pequeño
su familia. consuelo. n

96 GIGANTES DEL BASKET


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