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Historia de la Anestesiología

La historia de la anestesiología es fascinante y está marcada por importantes

avances y descubrimientos en el campo de la medicina. A lo largo de los siglos,

los médicos y científicos han buscado formas de aliviar el dolor y permitir

intervenciones quirúrgicas sin que el paciente sufra (1).

Los primeros indicios del uso de sustancias para aliviar el dolor durante las

intervenciones quirúrgicas se encuentran en antiguas civilizaciones como:

 Egipto: Se usaban mandrágoras y opio;

 China: Se utilizaba la acupuntura y el cáñamo.

 India: Se empleaba la marihuana y el beleño.

 Grecia: Hipócrates y Dioscórides describieron el uso de diversas

sustancias con propiedades anestésicas (2).

Es cierto que a lo largo de la historia, diferentes culturas han utilizado una

variedad de métodos y sustancias para controlar el dolor. Muchas de estas

prácticas y remedios eran empíricos y se basaban en el conocimiento y la

experiencia tradicional de cada cultura.

Según Contreras & Astudillo (3), el uso de sustancias naturales como el

cáñamo, la mandrágora, la belladona y el beleño tenía como objetivo sedar y

aliviar el dolor, aunque no proporcionaban una anestesia completa. Estas

plantas contenían compuestos químicos con propiedades analgésicas y

sedantes, que podían ayudar a reducir el malestar y la sensación de dolor.

En el caso de los africanos y los indios americanos, el uso de sustancias

psicoactivas como alucinógenos podía alterar la percepción del dolor y hacerlo

más soportable. Estas sustancias tenían efectos en la mente y podían ayudar a

los pacientes a enfrentar el dolor de una manera diferente.


En base a Iriarte (4) se define que la corteza de sauce, rica en salicilatos, era

utilizada por los indios americanos como un remedio para aliviar el dolor y la

fiebre. Esta corteza es considerada como la fuente original de la aspirina

moderna, que contiene ácido acetilsalicílico.

A partir del siglo XVIII, el químico e inventor británico Humphry Davy comenzó

a experimentar con gases y descubrió los efectos eufóricos del óxido nitroso,

también conocido como gas hilarante o gas de la risa. Aunque inicialmente se

utilizó como entretenimiento, más tarde se reconoció su potencial como

anestésico.

El Éter y cloroformo fue utilizado en la década de 1840, ya que se convirtieron

en los anestésicos más utilizados. El cirujano estadounidense Crawford Long

fue pionero en el uso del éter en la práctica quirúrgica, pero fue el dentista

estadounidense William Morton quien popularizó su uso en la cirugía. El

cloroformo, por otro lado, fue introducido por el médico escocés James

Simpson (5).

A medida que la anestesiología avanzaba, se desarrollaron técnicas más

sofisticadas y se diseñaron equipos especializados. En 1884, el fisiólogo

alemán Friedrich Trendelenburg introdujo la posición de Trendelenburg, en la

que el paciente se coloca en una posición inclinada hacia abajo para mejorar el

flujo sanguíneo. Además, se comenzaron a utilizar máscaras y tubos

endotraqueales para administrar los anestésicos de manera más eficiente.

Posteriormente a finales del siglo XIX y principios del XX, se hicieron avances

significativos en la anestesia local y regional. El médico alemán August Bier fue

el primero en realizar una anestesia espinal en 1898, utilizando una inyección


de cocaína en el espacio subaracnoideo. Posteriormente, se desarrollaron

técnicas como la anestesia epidural y la anestesia regional periférica (6).

Asi también, a medida que la anestesiología se volvía más segura, se

implementaron medidas para monitorizar mejor a los pacientes durante los

procedimientos quirúrgicos. Se introdujeron dispositivos para medir la

frecuencia cardíaca, la presión arterial, la saturación de oxígeno y otras

variables fisiológicas clave.

En las últimas décadas, la anestesiología ha seguido evolucionando. Se han

introducido nuevos fármacos y técnicas anestésicas, como la anestesia total

intravenosa (TIVA) y la anestesia inhalatoria con agentes como el sevoflurano y

el desflurano. Además, se ha avanzado en los cuidados intensivos y la

monitorización intraoperatoria.

La anestesiología según Bustamante (7) ha tenido un impacto significativo en la

práctica de la medicina y ha revolucionado la forma en que se realizan los

procedimientos quirúrgicos. Antes del desarrollo de la anestesia, las cirugías

eran extremadamente dolorosas y peligrosas, lo que limitaba en gran medida

las opciones de tratamiento.

La capacidad de brindar anestesia ha permitido no solo aliviar el dolor del

paciente, sino también realizar intervenciones más complejas y prolongadas.

Esto ha llevado al avance de la cirugía moderna, ya que los cirujanos pueden

concentrarse en el procedimiento en sí, sin tener que preocuparse por el dolor

y la incomodidad del paciente (8).

Además del alivio del dolor, la anestesiología también ha permitido el desarrollo

de otras áreas importantes de la medicina, como la medicina de emergencia,

los cuidados intensivos y la atención obstétrica. La capacidad de controlar y


regular el estado fisiológico de un paciente durante procedimientos críticos ha

sido fundamental para mejorar los resultados y la seguridad de los pacientes.

La evolución de la anestesiología ha sido posible gracias a los avances en la

farmacología, la tecnología médica y la comprensión de la fisiología humana.

Los anestésicos han sido desarrollados y refinados a lo largo del tiempo,

permitiendo una administración más precisa y segura. Los equipos y monitores

utilizados en la práctica anestésica también han mejorado, lo que ha permitido

una monitorización más precisa y un control más eficiente del estado del

paciente.

Finalmente, la anestesiología al ser una rama médica especializada en el

control del dolor y la provisión de estados de inconsciencia o sedación

controlada durante procedimientos médicos y quirúrgicos, ha logrado

principalmente garantizar la comodidad y la seguridad del paciente durante el

procedimiento (9).

Estableciendo varias técnicas anestésicas que se utilizan según las

necesidades y características de cada paciente y procedimiento. Estas técnicas

pueden incluir:

1. Anestesia general: Es el estado de inconsciencia controlada y pérdida total

de la sensibilidad al dolor. Se administra a través de inhalación de gases

anestésicos o mediante la administración de medicamentos por vía

intravenosa. Durante la anestesia general, se monitorizan y controlan varios

parámetros fisiológicos, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la

saturación de oxígeno y la ventilación pulmonar.

2. Anestesia regional: Se bloquea selectivamente la sensibilidad al dolor en una

región específica del cuerpo. Esto se logra mediante la inyección de


anestésicos locales alrededor de los nervios que suministran esa área. La

anestesia regional puede ser espinal, epidural o bloqueos de nervios

periféricos, entre otros.

3. Anestesia local: Se utiliza para adormecer una pequeña área o sitio

específico del cuerpo. Se administra directamente en el área a tratar utilizando

inyecciones o aplicaciones tópicas (10).

Además de proporcionar analgesia y anestesia, la anestesiología también se

ocupa de la monitorización y el soporte vital durante los procedimientos. Los

anestesiólogos son responsables de mantener la estabilidad del paciente,

asegurando una adecuada oxigenación y ventilación, controlando la presión

arterial y el ritmo cardíaco, y administrando fluidos y medicamentos según sea

necesario.

La anestesiología según Gómez (11) también desempeña un papel importante

en la administración de sedación consciente o ansiólisis en procedimientos de

mínima invasión. Esto implica el uso de medicamentos para inducir un estado

de relajación y tranquilidad, pero sin llegar a la inconsciencia total.


Referencias

1. Gempeler R, Fritz E. Anestesiología: Apuntes para el médico general

Bogotá; 2020.

2. Carrillo R. El error en la práctica de la anestesiología. Revista Mexicana de

Anestesiología. 2011; XXXIV(2): p. 103-110.

3. Contreras P, Astudillo J. Evaluación de la relajación neuromuscular

mediante aceleromiografía en pacientes obesos y no obesos. [Online];

2019. Disponible en: https://core.ac.uk/download/pdf/288578704.pdf.

4. Iriarte V. Historia de la anestésia y anestesiología. [Online].; 2021..

Disponible en: https://acortar.link/6t6Exl.

5. Sornoza I, Plaza J, Mieles D, Mosquera B, Hermida E, Molina E. Tipos de

anestesias suministradas a pacientes sometidos a cirugía. Reciamuc.

2019; III(4): p. 362-375.

6. Venturini A. Historia de la anestesia en Sudamérica. [Online].; 2010..

Disponible en:

https://www.smu.org.uy/dpmc/hmed/historia/articulos/anestesia-

sudamerica.pdf.

7. Bustamante R. ¿Qué hacemos los anestesiólogos? 2017; XXVIII(5): p. 671-

681.

8. Elizalde J. La enseñanza de la anestesiología. 2007; XXX(Supl. 1): p. 251-

253.

9. Borel J, Sivanto M. Gestión de calidad en anestesiología. RAA. 2008;

LXVI(1): p. 71-82.

10. Aldrete A. Texto de anestesiología teórico-práctico. Revista Argentina de


Anestesiología. 2004; LXII(1): p. 29-30.

11. Gómez J. Historia de la anestesiología. Revista mexicaba de

anestesiología. 2021; XLIV(4): p. 288-299.

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