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📝 Semana 14 - Tema 01: Tarea - Artículo de

opinión: versión final


1. Logro a evaluar:

A continuación, te proponemos la siguiente actividad, al finalizarla, lograrás elaborar tu


esquema de producción y la versión borrador del artículo de opinión.

Para ello, deberás seguir los siguientes pasos:

1. Únete con tu grupo, recuerda que es máximo de 4 estudiantes.


2. Revisen el siguiente documento "Fuentes de información "y elabora tu esquema de
producción.
3. Elaboren el esquema de producción y redacten la versión borrador del artículo de opinión.
4. Elaboren su esquema de producción y la versión borrador en un documento Word o PDF.
5. No hay extensión para el esquema de producción y la versión borrador.
6. Suban el archivo a través de esta actividad.

2. Indicación general:

Lee con atención la situación comunicativa.

Lee la situación comunicativa. Planifica tu artículo de opinión y, luego, redáctalo.


¿Turismo espacial? ¿Hoteles en la Luna o Marte? Ahora, parece ser una realidad, pero al
alcance de una minoría. Con este negocio en pleno auge, han surgido muchas empresas
que ofrecen viajes a la estratósfera, viajes suborbitales o viajes orbitales. A pesar del
entusiasmo de muchos, algunos grupos ambientalistas creen que esta actividad generará
daños al ambiente.
Si bien este tipo de turismo todavía es bastante reducido, ¿crees que afectará
significativamente el medio ambiente?
El artículo de opinión debe tener título, introducción, desarrollo 1, desarrollo 2 y cierre

Redacta un texto argumentativo de cuatro párrafos (introducción, desarrollo 1, desarrollo


2 y cierre) donde presentes tu postura frente a la pregunta propuesta y la sustentes con
argumentos sólidos.

3. Indicaciones específicas:

● Considerando la retroalimentación de la versión preliminar del texto argumentativo,


redacta la versión final.
● Es importante que desarrolles la información propuesta utilizando ejemplos,
definiciones, aclaraciones, citas, datos estadísticos, etc.
● Presenta el esquema de producción y la versión final del texto argumentativo en los
formatos que figuran en 5. Anexos.
● Presenta la versión final de la evaluación tomando en cuenta lo siguiente: o
Introducción

Párrafo de desarrollo generalización


Cierre

¿Necesitas ayuda?, Docente Andre Gurrionero te apoya


en la resolución.
Paga después de tener el trabajo, solicita evidencias de
notas
Whatsapp: 935 895 384

VERSION PRELIMINAR DEL TEXTO ARGUMENTATIVO


Comprensión y Redacción de Textos II
Semana 13

Fuentes de información para el ejercicio de transferencia


1. Revisa estas fuentes para la comprensión y el análisis del tema controversial. Puedes
buscar otras fuentes que te permitan estar mejor informado para sustentar tu opinión.
Fuente 1
Comenzó la carrera del turismo espacial

https://www.youtube.com/watch?v=yZ9PXKBW8fQ
Fuente 2
Para sus numerosos detractores, el turismo espacial no es más que viajes de diversión para
los multimillonarios del planeta que solo empeoran la crisis climática. Pero este sector
emergente también tiene defensores que, sin totalmente rechazar las críticas, argumentan
que esta industria también puede traer beneficios a la humanidad.
Más oportunidades de investigación
El primer argumento es que, además de sus pasajeros, los vuelos espaciales privados
pueden enviar al espacio experimentos científicos que necesitan ambientes de
microgravedad. En el pasado, con las agencias nacionales, "solía tomar mucho tiempo
trabajar dentro de los canales subvencionados por el gobierno, gestionar autorizaciones,
obtener fondos y ser seleccionado para estar entre los muy pocos que podían ir", dijo a la
AFP Ariel Ekblaw, de la iniciativa de exploración espacial del MIT. En cambio, a Ekblaw le
tomó solo seis meses —desde la firma de un contrato— enviar su proyecto de investigación
a la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) a bordo de la misión privada
Ax-1, que despegó gracias a los empresarios privados que pagaron el viaje. Su experimento,
llamado TESSERAE, involucra fichas inteligentes que forman un enjambre robótico flotante
que puede autoensamblarse en una estructura espacial, lo cual podría ser el modo en la
que las futuras estaciones espaciales se construyan. Un prototipo anterior flotó en el
espacio por algunos minutos a bordo del vuelo espacial suborbital de Blue Origin, abriendo
el camino a un nuevo ensayo. "La proliferación de estos proveedores privados de
lanzamientos nos permite hacer proyectos más arriesgados, más innovadores y rápidos",
dijo Ekblaw. Virgin Galactic, por su parte anunció planes para llevar científicos en futuros
vuelos.
Mejor tecnología espacial
El turismo espacial y el sector espacial privado también actúan como un vector de
innovación para mejorar la fabricación de todo lo relacionado con el espacio. Las agencias
gubernamentales, que operan con el dinero de los contribuyentes, se mueven con cautela
y son profundamente reacias al fracaso, mientras las compañías como SpaceX —de Elon
Musk— no se preocupan por hacer estallar prototipos hasta llegar al correcto, acelerando
sus ciclos de desarrollo.
Mientras la NASA se enfoca en grandes objetivos de exploración, las compañías privadas
buscan mejorar la tasa, la rentabilidad y la sostenibilidad de los lanzamientos, con naves
reutilizables. En el caso de Blue Origin, con cohetes que solo emiten vapor de agua.
Por ahora, los vuelos espaciales siguen siendo un esfuerzo riesgoso y costoso. "Mientras
más vayamos al espacio, nos volveremos mejores en él, y más se desarrollará la base
industrial para la tecnología espacial", dijo Mason Peck, un profesor de aeronáutica de la
universidad de Cornell que trabajó en la NASA como jefe de tecnología. Puede compararse
con la era de la aviación, cuando volar estaba reservado solo para algunos privilegiados.
"Iniciamos con muchos accidentes, y con muchas compañías con diferentes tipos de ideas
para construir aeroplanos", explicó George Nield, exadministrador asociado de la oficina de
transporte espacial comercial de la Administración Federal de Aviación estadounidense
(FAA). "Pero gradualmente, aprendimos lo que funciona y lo que no". Hoy los vuelos
comerciales aéreos son estadísticamente el modo más seguro de viajar.
Pero ¿qué van a lograr realmente los vuelos espaciales más seguros y eficientes? De
acuerdo con expertos, actualmente es difícil imaginar el impacto futuro que el espacio
tendrá en el transporte. "Solo en los siguientes diez años, confío en que vamos a ver
empresas con sistemas que pueden llevar pasajeros despegando de un punto de la tierra,
viajando al otro lado del planeta en una hora", aseguró Nield, quien participó en el último
vuelo de Blue Origin. Un viaje como este, de un extremo a otro, sucederá eventualmente,
pero el turismo espacial está acelerando su llegada.
¿Beneficio medioambiental?
El último argumento, paradójicamente, tiene que ver con el clima. Muchos de los que han
observado la tierra desde el espacio se han mostrado profundamente impactados por lo
frágil que parece el planeta, y abrumados por el deseo de protegerlo. El fenómeno fue
apodado "efecto perspectiva" por el filósofo del espacio Frank White. "Te da un sentido de
urgencia, una necesidad de ser parte de la solución", destacó Jane Poynter, cofundadora de
Space Perspective. Su compañía planea empezar a llevar turistas en un balón de gran altitud
para observar la curvatura de la tierra desde una cápsula con vista panorámica. Este tipo de
nave fue desarrollada precisamente por su impacto mínimo en el medio ambiente, a
diferencia de los cohetes altamente contaminantes.
La contribución actual de los cohetes en el cambio climático es mínima, pero podría volverse
problemática si el número de lanzamientos se incrementa. Una mayor actividad en el
espacio puede también ayudar al planeta en modos más concretos y menos filosóficos,
dicen los defensores de esta industria. "Gracias a los avances en tecnología espacial, las
células solares terrestres se hicieron más eficientes con el paso de los años", afirmó Peck.
France 24 (2022). Los argumentos a favor del turismo espacial. Recuperado de
https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220409-los-argumentos-a-favor-del-turismo-espacial
Fuente 3
Las actividades espaciales irrumpen cada vez con más frecuencia en la actualidad. Sería fácil
pensar que lo que ocurra en el espacio no nos afecta. Pero la realidad es que sí lo hace, y
cada vez de formas menos sutiles.
La noticia de actualidad estos días es la competición entre Jeff Bezos y Richard Branson, dos
multimillonarios que están detrás de sendas compañías de turismo espacial. Blue Origin, de
Jeff Bezos, y Virgin Galactic, de Richard Branson, han hecho vuelos que han estado rodeados
de un amplio despliegue mediático. Y es que estos vuelos han sido, ni más ni menos,
enormes maniobras de marketing. El objetivo es llamar la atención. El turismo espacial llega
con la promesa de “democratizar el espacio”. Pero esta frase, repetida como un mantra, a
menudo se pronuncia vacía de contenido. Ya no porque el turismo espacial siga estando
solo al alcance de una minoría, sino también por el impacto ecológico que puede llegar a
derivarse de la generalización de estas actividades.
La población general va haciéndose a la idea de usar menos aviones y más trenes; y comer
menos carne. Esos son solo parte de los cambios que tendremos que hacer si queremos una
transición ecológica justa. Mientras tanto, el turismo espacial emerge como una actividad
poco accesible y muy contaminante. Alcanzar el espacio es, en primer lugar, muy costoso
energéticamente. El hecho es que la energía no nos sobra. Los combustibles fósiles están
en la raíz del cambio climático. Las llamadas energías renovables y la nuclear tampoco están
exentas de problemas y limitaciones. Así que, sí, alcanzar el espacio lleva asociadas unas
emisiones de dióxido de carbono. Es decir, una huella del carbono.
Impacto ambiental
Aunque el impacto ambiental de los lanzamientos espaciales no ha sido suficientemente
estudiado, se sabe que va más allá de las emisiones de carbono. La liberación de gases en
capas altas de la atmósfera durante los lanzamientos espaciales tiene efectos negativos
sobre la capa de ozono. Un gas frecuentemente emitido en los lanzamientos y
aparentemente inocuo como el vapor de agua contribuye al efecto invernadero.
Existen bastantes tipos de combustible que se usan y algunos son tóxicos al ser liberados
en el lanzamiento o por su proceso de producción. La buena noticia es que la mayoría de
los nuevos sistemas de lanzamiento usan combustibles líquidos, menos problemáticos en
este sentido que los sólidos.
Los cohetes propiamente suelen tener como destino diferentes órbitas en torno a nuestro
planeta. Hemos de aclarar que, en cambio, los vuelos turísticos de Virgin Atlantic y Blue
Origin son vuelos “suborbitales”. Es decir, no llegan a entrar en órbita, sino que ascienden
hasta 80 y 100 km de altura respectivamente, experimentan la gravedad cero por un breve
período de tiempo, y vuelven a caer a la Tierra. Un vuelo suborbital requiere muchísima
menos energía que entrar en órbita. Por ello, su coste es más asequible y su huella
ecológica, menor.
Actualmente se lanzan unos 100 cohetes al año. Su huella del carbono sigue siendo menor
que la de los 100 000 aviones que vuelan cada día en el mundo. Pero el sector espacial está
experimentando un fuerte crecimiento. Por ello, su impacto ambiental podría llegar a ser
muy relevante.
Turismo de lujo y de emisiones de dióxido de carbono
La concienciación y regulación internacional del impacto ambiental es pues uno de los
aspectos en los que la gestión de las actividades espaciales tendrá que mejorar. Si bien es
cierto que lanzar un satélite a la órbita terrestre tiene un impacto mayor que un vuelo
turístico suborbital, los satélites pueden beneficiar a muchas personas. Mientras que un
vuelo turístico es un lujo para un limitado número de personas.
Para ponerlo en números,se estima que cada vuelo turístico de Virgin Galactic y Blue Origin
emite unas 60 y 90 toneladas de dióxido de carbono, respectivamente. Es decir, unas 8 y 15
toneladas por pasajero. En comparación, de media, cada persona en el mundo emite cada
año unas 4,8 toneladas de dióxido de carbono. Esta cifra es muy diferente entre países ricos
y pobres. En Estados Unidos, la cifra es de 15 toneladas. En España, es de 5,4 toneladas,
aunque estos datos pueden variar considerablemente según diferentes fuentes. China es
un gran contaminante, pero cuando se consideran sus emisiones per cápita, el valor es 7,4
toneladas.
Una huella cuestionable
Por tanto, la huella del carbono de estos vuelos suborbitales no es extremadamente alta
comparada con la de otras actividades. Pero no deja de ser cuestionable que en un
momento en que urge reducir nuestro impacto ambiental, surja esta nueva forma de ocio.
Es accesible solo a una minoría y supone que cada pasajero emite en solo unos minutos el
mismo dióxido de carbono que 2 o 3 personas de media durante un año entero.
Recordemos que a esta huella del carbono hay que sumarle otros impactos ambientales de
esta actividad, como el de la erosión de la capa de ozono.
Hernández, J. (2021). ¿Cuál es la huella ecológica del turismo espacial? Recuperado de
https://theconversation.com/cual-es-la-huella-ecologica-del-turismo-espacial-164824
2. Lee la situación comunicativa. Planifica tu artículo de opinión y, luego, redáctalo.
¿Turismo espacial? ¿Hoteles en la Luna o Marte? Ahora, parece ser una realidad, pero al
alcance de una minoría. Con este negocio en pleno auge, han surgido muchas empresas
que ofrecen viajes a la estratósfera, viajes suborbitales o viajes orbitales. A pesar del
entusiasmo de muchos, algunos grupos ambientalistas creen que esta actividad generará
daños al ambiente.
Si bien este tipo de turismo todavía es bastante reducido, ¿crees que afectará
significativamente el medio ambiente?
El artículo de opinión debe tener título, introducción, desarrollo 1, desarrollo 2 y cierre.de tabaco?

Fuentes de información para el ejercicio de transferencia


1. Revisa estas fuentes para la comprensión y el análisis del tema controversial. Puedes
buscar otras fuentes que te permitan estar mejor informado para sustentar tu opinión.
Fuente 1
Comenzó la carrera del turismo espacial

https://www.youtube.com/watch?v=yZ9PXKBW8fQ
Fuente 2
Para sus numerosos detractores, el turismo espacial no es más que viajes de diversión para
los multimillonarios del planeta que solo empeoran la crisis climática. Pero este sector
emergente también tiene defensores que, sin totalmente rechazar las críticas, argumentan
que esta industria también puede traer beneficios a la humanidad.
Más oportunidades de investigación
El primer argumento es que, además de sus pasajeros, los vuelos espaciales privados
pueden enviar al espacio experimentos científicos que necesitan ambientes de
microgravedad. En el pasado, con las agencias nacionales, "solía tomar mucho tiempo
trabajar dentro de los canales subvencionados por el gobierno, gestionar autorizaciones,
obtener fondos y ser seleccionado para estar entre los muy pocos que podían ir", dijo a la
AFP Ariel Ekblaw, de la iniciativa de exploración espacial del MIT. En cambio, a Ekblaw le
tomó solo seis meses —desde la firma de un contrato— enviar su proyecto de investigación
a la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) a bordo de la misión privada
Ax-1, que despegó gracias a los empresarios privados que pagaron el viaje. Su experimento,
llamado TESSERAE, involucra fichas inteligentes que forman un enjambre robótico flotante
que puede autoensamblarse en una estructura espacial, lo cual podría ser el modo en la
que las futuras estaciones espaciales se construyan. Un prototipo anterior flotó en el
espacio por algunos minutos a bordo del vuelo espacial suborbital de Blue Origin, abriendo
el camino a un nuevo ensayo. "La proliferación de estos proveedores privados de
lanzamientos nos permite hacer proyectos más arriesgados, más innovadores y rápidos",
dijo Ekblaw. Virgin Galactic, por su parte anunció planes para llevar científicos en futuros
vuelos.
Mejor tecnología espacial
El turismo espacial y el sector espacial privado también actúan como un vector de
innovación para mejorar la fabricación de todo lo relacionado con el espacio. Las agencias
gubernamentales, que operan con el dinero de los contribuyentes, se mueven con cautela
y son profundamente reacias al fracaso, mientras las compañías como SpaceX —de Elon
Musk— no se preocupan por hacer estallar prototipos hasta llegar al correcto, acelerando
sus ciclos de desarrollo.
Mientras la NASA se enfoca en grandes objetivos de exploración, las compañías privadas
buscan mejorar la tasa, la rentabilidad y la sostenibilidad de los lanzamientos, con naves
reutilizables. En el caso de Blue Origin, con cohetes que solo emiten vapor de agua.
Por ahora, los vuelos espaciales siguen siendo un esfuerzo riesgoso y costoso. "Mientras
más vayamos al espacio, nos volveremos mejores en él, y más se desarrollará la base
industrial para la tecnología espacial", dijo Mason Peck, un profesor de aeronáutica de la
universidad de Cornell que trabajó en la NASA como jefe de tecnología. Puede compararse
con la era de la aviación, cuando volar estaba reservado solo para algunos privilegiados.
"Iniciamos con muchos accidentes, y con muchas compañías con diferentes tipos de ideas
para construir aeroplanos", explicó George Nield, exadministrador asociado de la oficina de
transporte espacial comercial de la Administración Federal de Aviación estadounidense
(FAA). "Pero gradualmente, aprendimos lo que funciona y lo que no". Hoy los vuelos
comerciales aéreos son estadísticamente el modo más seguro de viajar.
Pero ¿qué van a lograr realmente los vuelos espaciales más seguros y eficientes? De
acuerdo con expertos, actualmente es difícil imaginar el impacto futuro que el espacio
tendrá en el transporte. "Solo en los siguientes diez años, confío en que vamos a ver
empresas con sistemas que pueden llevar pasajeros despegando de un punto de la tierra,
viajando al otro lado del planeta en una hora", aseguró Nield, quien participó en el último
vuelo de Blue Origin. Un viaje como este, de un extremo a otro, sucederá eventualmente,
pero el turismo espacial está acelerando su llegada.
¿Beneficio medioambiental?
El último argumento, paradójicamente, tiene que ver con el clima. Muchos de los que han
observado la tierra desde el espacio se han mostrado profundamente impactados por lo
frágil que parece el planeta, y abrumados por el deseo de protegerlo. El fenómeno fue
apodado "efecto perspectiva" por el filósofo del espacio Frank White. "Te da un sentido de
urgencia, una necesidad de ser parte de la solución", destacó Jane Poynter, cofundadora de
Space Perspective. Su compañía planea empezar a llevar turistas en un balón de gran altitud
para observar la curvatura de la tierra desde una cápsula con vista panorámica. Este tipo de
nave fue desarrollada precisamente por su impacto mínimo en el medio ambiente, a
diferencia de los cohetes altamente contaminantes.
La contribución actual de los cohetes en el cambio climático es mínima, pero podría volverse
problemática si el número de lanzamientos se incrementa. Una mayor actividad en el
espacio puede también ayudar al planeta en modos más concretos y menos filosóficos,
dicen los defensores de esta industria. "Gracias a los avances en tecnología espacial, las
células solares terrestres se hicieron más eficientes con el paso de los años", afirmó Peck.
France 24 (2022). Los argumentos a favor del turismo espacial. Recuperado de
https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220409-los-argumentos-a-favor-del-turismo-espacial
Fuente 3
Las actividades espaciales irrumpen cada vez con más frecuencia en la actualidad. Sería fácil
pensar que lo que ocurra en el espacio no nos afecta. Pero la realidad es que sí lo hace, y
cada vez de formas menos sutiles.
La noticia de actualidad estos días es la competición entre Jeff Bezos y Richard Branson, dos
multimillonarios que están detrás de sendas compañías de turismo espacial. Blue Origin, de
Jeff Bezos, y Virgin Galactic, de Richard Branson, han hecho vuelos que han estado rodeados
de un amplio despliegue mediático. Y es que estos vuelos han sido, ni más ni menos,
enormes maniobras de marketing. El objetivo es llamar la atención. El turismo espacial llega
con la promesa de “democratizar el espacio”. Pero esta frase, repetida como un mantra, a
menudo se pronuncia vacía de contenido. Ya no porque el turismo espacial siga estando
solo al alcance de una minoría, sino también por el impacto ecológico que puede llegar a
derivarse de la generalización de estas actividades.
La población general va haciéndose a la idea de usar menos aviones y más trenes; y comer
menos carne. Esos son solo parte de los cambios que tendremos que hacer si queremos una
transición ecológica justa. Mientras tanto, el turismo espacial emerge como una actividad
poco accesible y muy contaminante. Alcanzar el espacio es, en primer lugar, muy costoso
energéticamente. El hecho es que la energía no nos sobra. Los combustibles fósiles están
en la raíz del cambio climático. Las llamadas energías renovables y la nuclear tampoco están
exentas de problemas y limitaciones. Así que, sí, alcanzar el espacio lleva asociadas unas
emisiones de dióxido de carbono. Es decir, una huella del carbono.
Impacto ambiental
Aunque el impacto ambiental de los lanzamientos espaciales no ha sido suficientemente
estudiado, se sabe que va más allá de las emisiones de carbono. La liberación de gases en
capas altas de la atmósfera durante los lanzamientos espaciales tiene efectos negativos
sobre la capa de ozono. Un gas frecuentemente emitido en los lanzamientos y
aparentemente inocuo como el vapor de agua contribuye al efecto invernadero.
Existen bastantes tipos de combustible que se usan y algunos son tóxicos al ser liberados
en el lanzamiento o por su proceso de producción. La buena noticia es que la mayoría de
los nuevos sistemas de lanzamiento usan combustibles líquidos, menos problemáticos en
este sentido que los sólidos.
Los cohetes propiamente suelen tener como destino diferentes órbitas en torno a nuestro
planeta. Hemos de aclarar que, en cambio, los vuelos turísticos de Virgin Atlantic y Blue
Origin son vuelos “suborbitales”. Es decir, no llegan a entrar en órbita, sino que ascienden
hasta 80 y 100 km de altura respectivamente, experimentan la gravedad cero por un breve
período de tiempo, y vuelven a caer a la Tierra. Un vuelo suborbital requiere muchísima
menos energía que entrar en órbita. Por ello, su coste es más asequible y su huella
ecológica, menor.
Actualmente se lanzan unos 100 cohetes al año. Su huella del carbono sigue siendo menor
que la de los 100 000 aviones que vuelan cada día en el mundo. Pero el sector espacial está
experimentando un fuerte crecimiento. Por ello, su impacto ambiental podría llegar a ser
muy relevante.
Turismo de lujo y de emisiones de dióxido de carbono
La concienciación y regulación internacional del impacto ambiental es pues uno de los
aspectos en los que la gestión de las actividades espaciales tendrá que mejorar. Si bien es
cierto que lanzar un satélite a la órbita terrestre tiene un impacto mayor que un vuelo
turístico suborbital, los satélites pueden beneficiar a muchas personas. Mientras que un
vuelo turístico es un lujo para un limitado número de personas.
Para ponerlo en números,se estima que cada vuelo turístico de Virgin Galactic y Blue Origin
emite unas 60 y 90 toneladas de dióxido de carbono, respectivamente. Es decir, unas 8 y 15
toneladas por pasajero. En comparación, de media, cada persona en el mundo emite cada
año unas 4,8 toneladas de dióxido de carbono. Esta cifra es muy diferente entre países ricos
y pobres. En Estados Unidos, la cifra es de 15 toneladas. En España, es de 5,4 toneladas,
aunque estos datos pueden variar considerablemente según diferentes fuentes. China es
un gran contaminante, pero cuando se consideran sus emisiones per cápita, el valor es 7,4
toneladas.
Una huella cuestionable
Por tanto, la huella del carbono de estos vuelos suborbitales no es extremadamente alta
comparada con la de otras actividades. Pero no deja de ser cuestionable que en un
momento en que urge reducir nuestro impacto ambiental, surja esta nueva forma de ocio.
Es accesible solo a una minoría y supone que cada pasajero emite en solo unos minutos el
mismo dióxido de carbono que 2 o 3 personas de media durante un año entero.
Recordemos que a esta huella del carbono hay que sumarle otros impactos ambientales de
esta actividad, como el de la erosión de la capa de ozono.
Hernández, J. (2021). ¿Cuál es la huella ecológica del turismo espacial? Recuperado de
https://theconversation.com/cual-es-la-huella-ecologica-del-turismo-espacial-164824
2. Lee la situación comunicativa. Planifica tu artículo de opinión y, luego, redáctalo.
¿Turismo espacial? ¿Hoteles en la Luna o Marte? Ahora, parece ser una realidad, pero al
alcance de una minoría. Con este negocio en pleno auge, han surgido muchas empresas
que ofrecen viajes a la estratósfera, viajes suborbitales o viajes orbitales. A pesar del
entusiasmo de muchos, algunos grupos ambientalistas creen que esta actividad generará
daños al ambiente.
Si bien este tipo de turismo todavía es bastante reducido, ¿crees que afectará
significativamente el medio ambiente?
El artículo de opinión debe tener título, introducción, desarrollo 1, desarrollo 2 y cierre.de tabaco?
Comprensión y Redacción de Textos II
Semana 13

Fuentes de información para el ejercicio de transferencia


1. Revisa estas fuentes para la comprensión y el análisis del tema controversial. Puedes
buscar otras fuentes que te permitan estar mejor informado para sustentar tu opinión.
Fuente 1
Comenzó la carrera del turismo espacial

https://www.youtube.com/watch?v=yZ9PXKBW8fQ
Fuente 2
Para sus numerosos detractores, el turismo espacial no es más que viajes de diversión para
los multimillonarios del planeta que solo empeoran la crisis climática. Pero este sector
emergente también tiene defensores que, sin totalmente rechazar las críticas, argumentan
que esta industria también puede traer beneficios a la humanidad.
Más oportunidades de investigación
El primer argumento es que, además de sus pasajeros, los vuelos espaciales privados
pueden enviar al espacio experimentos científicos que necesitan ambientes de
microgravedad. En el pasado, con las agencias nacionales, "solía tomar mucho tiempo
trabajar dentro de los canales subvencionados por el gobierno, gestionar autorizaciones,
obtener fondos y ser seleccionado para estar entre los muy pocos que podían ir", dijo a la
AFP Ariel Ekblaw, de la iniciativa de exploración espacial del MIT. En cambio, a Ekblaw le
tomó solo seis meses —desde la firma de un contrato— enviar su proyecto de investigación
a la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) a bordo de la misión privada
Ax-1, que despegó gracias a los empresarios privados que pagaron el viaje. Su experimento,
llamado TESSERAE, involucra fichas inteligentes que forman un enjambre robótico flotante
que puede autoensamblarse en una estructura espacial, lo cual podría ser el modo en la
que las futuras estaciones espaciales se construyan. Un prototipo anterior flotó en el
espacio por algunos minutos a bordo del vuelo espacial suborbital de Blue Origin, abriendo
el camino a un nuevo ensayo. "La proliferación de estos proveedores privados de
lanzamientos nos permite hacer proyectos más arriesgados, más innovadores y rápidos",
dijo Ekblaw. Virgin Galactic, por su parte anunció planes para llevar científicos en futuros
vuelos.
Mejor tecnología espacial
El turismo espacial y el sector espacial privado también actúan como un vector de
innovación para mejorar la fabricación de todo lo relacionado con el espacio. Las agencias
gubernamentales, que operan con el dinero de los contribuyentes, se mueven con cautela
y son profundamente reacias al fracaso, mientras las compañías como SpaceX —de Elon
Musk— no se preocupan por hacer estallar prototipos hasta llegar al correcto, acelerando
sus ciclos de desarrollo.
Mientras la NASA se enfoca en grandes objetivos de exploración, las compañías privadas
buscan mejorar la tasa, la rentabilidad y la sostenibilidad de los lanzamientos, con naves
reutilizables. En el caso de Blue Origin, con cohetes que solo emiten vapor de agua.
Por ahora, los vuelos espaciales siguen siendo un esfuerzo riesgoso y costoso. "Mientras
más vayamos al espacio, nos volveremos mejores en él, y más se desarrollará la base
industrial para la tecnología espacial", dijo Mason Peck, un profesor de aeronáutica de la
universidad de Cornell que trabajó en la NASA como jefe de tecnología. Puede compararse
con la era de la aviación, cuando volar estaba reservado solo para algunos privilegiados.
"Iniciamos con muchos accidentes, y con muchas compañías con diferentes tipos de ideas
para construir aeroplanos", explicó George Nield, exadministrador asociado de la oficina de
transporte espacial comercial de la Administración Federal de Aviación estadounidense
(FAA). "Pero gradualmente, aprendimos lo que funciona y lo que no". Hoy los vuelos
comerciales aéreos son estadísticamente el modo más seguro de viajar.
Pero ¿qué van a lograr realmente los vuelos espaciales más seguros y eficientes? De
acuerdo con expertos, actualmente es difícil imaginar el impacto futuro que el espacio
tendrá en el transporte. "Solo en los siguientes diez años, confío en que vamos a ver
empresas con sistemas que pueden llevar pasajeros despegando de un punto de la tierra,
viajando al otro lado del planeta en una hora", aseguró Nield, quien participó en el último
vuelo de Blue Origin. Un viaje como este, de un extremo a otro, sucederá eventualmente,
pero el turismo espacial está acelerando su llegada.
¿Beneficio medioambiental?
El último argumento, paradójicamente, tiene que ver con el clima. Muchos de los que han
observado la tierra desde el espacio se han mostrado profundamente impactados por lo
frágil que parece el planeta, y abrumados por el deseo de protegerlo. El fenómeno fue
apodado "efecto perspectiva" por el filósofo del espacio Frank White. "Te da un sentido de
urgencia, una necesidad de ser parte de la solución", destacó Jane Poynter, cofundadora de
Space Perspective. Su compañía planea empezar a llevar turistas en un balón de gran altitud
para observar la curvatura de la tierra desde una cápsula con vista panorámica. Este tipo de
nave fue desarrollada precisamente por su impacto mínimo en el medio ambiente, a
diferencia de los cohetes altamente contaminantes.
La contribución actual de los cohetes en el cambio climático es mínima, pero podría volverse
problemática si el número de lanzamientos se incrementa. Una mayor actividad en el
espacio puede también ayudar al planeta en modos más concretos y menos filosóficos,
dicen los defensores de esta industria. "Gracias a los avances en tecnología espacial, las
células solares terrestres se hicieron más eficientes con el paso de los años", afirmó Peck.
France 24 (2022). Los argumentos a favor del turismo espacial. Recuperado de
https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220409-los-argumentos-a-favor-del-turismo-espacial
Fuente 3
Las actividades espaciales irrumpen cada vez con más frecuencia en la actualidad. Sería fácil
pensar que lo que ocurra en el espacio no nos afecta. Pero la realidad es que sí lo hace, y
cada vez de formas menos sutiles.
La noticia de actualidad estos días es la competición entre Jeff Bezos y Richard Branson, dos
multimillonarios que están detrás de sendas compañías de turismo espacial. Blue Origin, de
Jeff Bezos, y Virgin Galactic, de Richard Branson, han hecho vuelos que han estado rodeados
de un amplio despliegue mediático. Y es que estos vuelos han sido, ni más ni menos,
enormes maniobras de marketing. El objetivo es llamar la atención. El turismo espacial llega
con la promesa de “democratizar el espacio”. Pero esta frase, repetida como un mantra, a
menudo se pronuncia vacía de contenido. Ya no porque el turismo espacial siga estando
solo al alcance de una minoría, sino también por el impacto ecológico que puede llegar a
derivarse de la generalización de estas actividades.
La población general va haciéndose a la idea de usar menos aviones y más trenes; y comer
menos carne. Esos son solo parte de los cambios que tendremos que hacer si queremos una
transición ecológica justa. Mientras tanto, el turismo espacial emerge como una actividad
poco accesible y muy contaminante. Alcanzar el espacio es, en primer lugar, muy costoso
energéticamente. El hecho es que la energía no nos sobra. Los combustibles fósiles están
en la raíz del cambio climático. Las llamadas energías renovables y la nuclear tampoco están
exentas de problemas y limitaciones. Así que, sí, alcanzar el espacio lleva asociadas unas
emisiones de dióxido de carbono. Es decir, una huella del carbono.
Impacto ambiental
Aunque el impacto ambiental de los lanzamientos espaciales no ha sido suficientemente
estudiado, se sabe que va más allá de las emisiones de carbono. La liberación de gases en
capas altas de la atmósfera durante los lanzamientos espaciales tiene efectos negativos
sobre la capa de ozono. Un gas frecuentemente emitido en los lanzamientos y
aparentemente inocuo como el vapor de agua contribuye al efecto invernadero.
Existen bastantes tipos de combustible que se usan y algunos son tóxicos al ser liberados
en el lanzamiento o por su proceso de producción. La buena noticia es que la mayoría de
los nuevos sistemas de lanzamiento usan combustibles líquidos, menos problemáticos en
este sentido que los sólidos.
Los cohetes propiamente suelen tener como destino diferentes órbitas en torno a nuestro
planeta. Hemos de aclarar que, en cambio, los vuelos turísticos de Virgin Atlantic y Blue
Origin son vuelos “suborbitales”. Es decir, no llegan a entrar en órbita, sino que ascienden
hasta 80 y 100 km de altura respectivamente, experimentan la gravedad cero por un breve
período de tiempo, y vuelven a caer a la Tierra. Un vuelo suborbital requiere muchísima
menos energía que entrar en órbita. Por ello, su coste es más asequible y su huella
ecológica, menor.
Actualmente se lanzan unos 100 cohetes al año. Su huella del carbono sigue siendo menor
que la de los 100 000 aviones que vuelan cada día en el mundo. Pero el sector espacial está
experimentando un fuerte crecimiento. Por ello, su impacto ambiental podría llegar a ser
muy relevante.
Turismo de lujo y de emisiones de dióxido de carbono
La concienciación y regulación internacional del impacto ambiental es pues uno de los
aspectos en los que la gestión de las actividades espaciales tendrá que mejorar. Si bien es
cierto que lanzar un satélite a la órbita terrestre tiene un impacto mayor que un vuelo
turístico suborbital, los satélites pueden beneficiar a muchas personas. Mientras que un
vuelo turístico es un lujo para un limitado número de personas.
Para ponerlo en números,se estima que cada vuelo turístico de Virgin Galactic y Blue Origin
emite unas 60 y 90 toneladas de dióxido de carbono, respectivamente. Es decir, unas 8 y 15
toneladas por pasajero. En comparación, de media, cada persona en el mundo emite cada
año unas 4,8 toneladas de dióxido de carbono. Esta cifra es muy diferente entre países ricos
y pobres. En Estados Unidos, la cifra es de 15 toneladas. En España, es de 5,4 toneladas,
aunque estos datos pueden variar considerablemente según diferentes fuentes. China es
un gran contaminante, pero cuando se consideran sus emisiones per cápita, el valor es 7,4
toneladas.
Una huella cuestionable
Por tanto, la huella del carbono de estos vuelos suborbitales no es extremadamente alta
comparada con la de otras actividades. Pero no deja de ser cuestionable que en un
momento en que urge reducir nuestro impacto ambiental, surja esta nueva forma de ocio.
Es accesible solo a una minoría y supone que cada pasajero emite en solo unos minutos el
mismo dióxido de carbono que 2 o 3 personas de media durante un año entero.
Recordemos que a esta huella del carbono hay que sumarle otros impactos ambientales de
esta actividad, como el de la erosión de la capa de ozono.
Hernández, J. (2021). ¿Cuál es la huella ecológica del turismo espacial? Recuperado de
https://theconversation.com/cual-es-la-huella-ecologica-del-turismo-espacial-164824
2. Lee la situación comunicativa. Planifica tu artículo de opinión y, luego, redáctalo.
¿Turismo espacial? ¿Hoteles en la Luna o Marte? Ahora, parece ser una realidad, pero al
alcance de una minoría. Con este negocio en pleno auge, han surgido muchas empresas
que ofrecen viajes a la estratósfera, viajes suborbitales o viajes orbitales. A pesar del
entusiasmo de muchos, algunos grupos ambientalistas creen que esta actividad generará
daños al ambiente.
Si bien este tipo de turismo todavía es bastante reducido, ¿crees que afectará
significativamente el medio ambiente?
El artículo de opinión debe tener título, introducción, desarrollo 1, desarrollo 2 y cierre.de tabaco?

Fuentes de información para el ejercicio de transferencia


1. Revisa estas fuentes para la comprensión y el análisis del tema controversial. Puedes
buscar otras fuentes que te permitan estar mejor informado para sustentar tu opinión.
Fuente 1
Comenzó la carrera del turismo espacial

https://www.youtube.com/watch?v=yZ9PXKBW8fQ
Fuente 2
Para sus numerosos detractores, el turismo espacial no es más que viajes de diversión para
los multimillonarios del planeta que solo empeoran la crisis climática. Pero este sector
emergente también tiene defensores que, sin totalmente rechazar las críticas, argumentan
que esta industria también puede traer beneficios a la humanidad.
Más oportunidades de investigación
El primer argumento es que, además de sus pasajeros, los vuelos espaciales privados
pueden enviar al espacio experimentos científicos que necesitan ambientes de
microgravedad. En el pasado, con las agencias nacionales, "solía tomar mucho tiempo
trabajar dentro de los canales subvencionados por el gobierno, gestionar autorizaciones,
obtener fondos y ser seleccionado para estar entre los muy pocos que podían ir", dijo a la
AFP Ariel Ekblaw, de la iniciativa de exploración espacial del MIT. En cambio, a Ekblaw le
tomó solo seis meses —desde la firma de un contrato— enviar su proyecto de investigación
a la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) a bordo de la misión privada
Ax-1, que despegó gracias a los empresarios privados que pagaron el viaje. Su experimento,
llamado TESSERAE, involucra fichas inteligentes que forman un enjambre robótico flotante
que puede autoensamblarse en una estructura espacial, lo cual podría ser el modo en la
que las futuras estaciones espaciales se construyan. Un prototipo anterior flotó en el
espacio por algunos minutos a bordo del vuelo espacial suborbital de Blue Origin, abriendo
el camino a un nuevo ensayo. "La proliferación de estos proveedores privados de
lanzamientos nos permite hacer proyectos más arriesgados, más innovadores y rápidos",
dijo Ekblaw. Virgin Galactic, por su parte anunció planes para llevar científicos en futuros
vuelos.
Mejor tecnología espacial
El turismo espacial y el sector espacial privado también actúan como un vector de
innovación para mejorar la fabricación de todo lo relacionado con el espacio. Las agencias
gubernamentales, que operan con el dinero de los contribuyentes, se mueven con cautela
y son profundamente reacias al fracaso, mientras las compañías como SpaceX —de Elon
Musk— no se preocupan por hacer estallar prototipos hasta llegar al correcto, acelerando
sus ciclos de desarrollo.
Mientras la NASA se enfoca en grandes objetivos de exploración, las compañías privadas
buscan mejorar la tasa, la rentabilidad y la sostenibilidad de los lanzamientos, con naves
reutilizables. En el caso de Blue Origin, con cohetes que solo emiten vapor de agua.
Por ahora, los vuelos espaciales siguen siendo un esfuerzo riesgoso y costoso. "Mientras
más vayamos al espacio, nos volveremos mejores en él, y más se desarrollará la base
industrial para la tecnología espacial", dijo Mason Peck, un profesor de aeronáutica de la
universidad de Cornell que trabajó en la NASA como jefe de tecnología. Puede compararse
con la era de la aviación, cuando volar estaba reservado solo para algunos privilegiados.
"Iniciamos con muchos accidentes, y con muchas compañías con diferentes tipos de ideas
para construir aeroplanos", explicó George Nield, exadministrador asociado de la oficina de
transporte espacial comercial de la Administración Federal de Aviación estadounidense
(FAA). "Pero gradualmente, aprendimos lo que funciona y lo que no". Hoy los vuelos
comerciales aéreos son estadísticamente el modo más seguro de viajar.
Pero ¿qué van a lograr realmente los vuelos espaciales más seguros y eficientes? De
acuerdo con expertos, actualmente es difícil imaginar el impacto futuro que el espacio
tendrá en el transporte. "Solo en los siguientes diez años, confío en que vamos a ver
empresas con sistemas que pueden llevar pasajeros despegando de un punto de la tierra,
viajando al otro lado del planeta en una hora", aseguró Nield, quien participó en el último
vuelo de Blue Origin. Un viaje como este, de un extremo a otro, sucederá eventualmente,
pero el turismo espacial está acelerando su llegada.
¿Beneficio medioambiental?
El último argumento, paradójicamente, tiene que ver con el clima. Muchos de los que han
observado la tierra desde el espacio se han mostrado profundamente impactados por lo
frágil que parece el planeta, y abrumados por el deseo de protegerlo. El fenómeno fue
apodado "efecto perspectiva" por el filósofo del espacio Frank White. "Te da un sentido de
urgencia, una necesidad de ser parte de la solución", destacó Jane Poynter, cofundadora de
Space Perspective. Su compañía planea empezar a llevar turistas en un balón de gran altitud
para observar la curvatura de la tierra desde una cápsula con vista panorámica. Este tipo de
nave fue desarrollada precisamente por su impacto mínimo en el medio ambiente, a
diferencia de los cohetes altamente contaminantes.
La contribución actual de los cohetes en el cambio climático es mínima, pero podría volverse
problemática si el número de lanzamientos se incrementa. Una mayor actividad en el
espacio puede también ayudar al planeta en modos más concretos y menos filosóficos,
dicen los defensores de esta industria. "Gracias a los avances en tecnología espacial, las
células solares terrestres se hicieron más eficientes con el paso de los años", afirmó Peck.
France 24 (2022). Los argumentos a favor del turismo espacial. Recuperado de
https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220409-los-argumentos-a-favor-del-turismo-espacial
Fuente 3
Las actividades espaciales irrumpen cada vez con más frecuencia en la actualidad. Sería fácil
pensar que lo que ocurra en el espacio no nos afecta. Pero la realidad es que sí lo hace, y
cada vez de formas menos sutiles.
La noticia de actualidad estos días es la competición entre Jeff Bezos y Richard Branson, dos
multimillonarios que están detrás de sendas compañías de turismo espacial. Blue Origin, de
Jeff Bezos, y Virgin Galactic, de Richard Branson, han hecho vuelos que han estado rodeados
de un amplio despliegue mediático. Y es que estos vuelos han sido, ni más ni menos,
enormes maniobras de marketing. El objetivo es llamar la atención. El turismo espacial llega
con la promesa de “democratizar el espacio”. Pero esta frase, repetida como un mantra, a
menudo se pronuncia vacía de contenido. Ya no porque el turismo espacial siga estando
solo al alcance de una minoría, sino también por el impacto ecológico que puede llegar a
derivarse de la generalización de estas actividades.
La población general va haciéndose a la idea de usar menos aviones y más trenes; y comer
menos carne. Esos son solo parte de los cambios que tendremos que hacer si queremos una
transición ecológica justa. Mientras tanto, el turismo espacial emerge como una actividad
poco accesible y muy contaminante. Alcanzar el espacio es, en primer lugar, muy costoso
energéticamente. El hecho es que la energía no nos sobra. Los combustibles fósiles están
en la raíz del cambio climático. Las llamadas energías renovables y la nuclear tampoco están
exentas de problemas y limitaciones. Así que, sí, alcanzar el espacio lleva asociadas unas
emisiones de dióxido de carbono. Es decir, una huella del carbono.
Impacto ambiental
Aunque el impacto ambiental de los lanzamientos espaciales no ha sido suficientemente
estudiado, se sabe que va más allá de las emisiones de carbono. La liberación de gases en
capas altas de la atmósfera durante los lanzamientos espaciales tiene efectos negativos
sobre la capa de ozono. Un gas frecuentemente emitido en los lanzamientos y
aparentemente inocuo como el vapor de agua contribuye al efecto invernadero.
Existen bastantes tipos de combustible que se usan y algunos son tóxicos al ser liberados
en el lanzamiento o por su proceso de producción. La buena noticia es que la mayoría de
los nuevos sistemas de lanzamiento usan combustibles líquidos, menos problemáticos en
este sentido que los sólidos.
Los cohetes propiamente suelen tener como destino diferentes órbitas en torno a nuestro
planeta. Hemos de aclarar que, en cambio, los vuelos turísticos de Virgin Atlantic y Blue
Origin son vuelos “suborbitales”. Es decir, no llegan a entrar en órbita, sino que ascienden
hasta 80 y 100 km de altura respectivamente, experimentan la gravedad cero por un breve
período de tiempo, y vuelven a caer a la Tierra. Un vuelo suborbital requiere muchísima
menos energía que entrar en órbita. Por ello, su coste es más asequible y su huella
ecológica, menor.
Actualmente se lanzan unos 100 cohetes al año. Su huella del carbono sigue siendo menor
que la de los 100 000 aviones que vuelan cada día en el mundo. Pero el sector espacial está
experimentando un fuerte crecimiento. Por ello, su impacto ambiental podría llegar a ser
muy relevante.
Turismo de lujo y de emisiones de dióxido de carbono
La concienciación y regulación internacional del impacto ambiental es pues uno de los
aspectos en los que la gestión de las actividades espaciales tendrá que mejorar. Si bien es
cierto que lanzar un satélite a la órbita terrestre tiene un impacto mayor que un vuelo
turístico suborbital, los satélites pueden beneficiar a muchas personas. Mientras que un
vuelo turístico es un lujo para un limitado número de personas.
Para ponerlo en números,se estima que cada vuelo turístico de Virgin Galactic y Blue Origin
emite unas 60 y 90 toneladas de dióxido de carbono, respectivamente. Es decir, unas 8 y 15
toneladas por pasajero. En comparación, de media, cada persona en el mundo emite cada
año unas 4,8 toneladas de dióxido de carbono. Esta cifra es muy diferente entre países ricos
y pobres. En Estados Unidos, la cifra es de 15 toneladas. En España, es de 5,4 toneladas,
aunque estos datos pueden variar considerablemente según diferentes fuentes. China es
un gran contaminante, pero cuando se consideran sus emisiones per cápita, el valor es 7,4
toneladas.
Una huella cuestionable
Por tanto, la huella del carbono de estos vuelos suborbitales no es extremadamente alta
comparada con la de otras actividades. Pero no deja de ser cuestionable que en un
momento en que urge reducir nuestro impacto ambiental, surja esta nueva forma de ocio.
Es accesible solo a una minoría y supone que cada pasajero emite en solo unos minutos el
mismo dióxido de carbono que 2 o 3 personas de media durante un año entero.
Recordemos que a esta huella del carbono hay que sumarle otros impactos ambientales de
esta actividad, como el de la erosión de la capa de ozono.
Hernández, J. (2021). ¿Cuál es la huella ecológica del turismo espacial? Recuperado de
https://theconversation.com/cual-es-la-huella-ecologica-del-turismo-espacial-164824
2. Lee la situación comunicativa. Planifica tu artículo de opinión y, luego, redáctalo.
¿Turismo espacial? ¿Hoteles en la Luna o Marte? Ahora, parece ser una realidad, pero al
alcance de una minoría. Con este negocio en pleno auge, han surgido muchas empresas
que ofrecen viajes a la estratósfera, viajes suborbitales o viajes orbitales. A pesar del
entusiasmo de muchos, algunos grupos ambientalistas creen que esta actividad generará
daños al ambiente.
Si bien este tipo de turismo todavía es bastante reducido, ¿crees que afectará
significativamente el medio ambiente?
El artículo de opinión debe tener título, introducción, desarrollo 1, desarrollo 2 y cierre.de tabaco?

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