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Hervandan
LECCIÓN 5
Hervandan
Alabar en la contrariedad de la vida
Salmos es más que canciones de alabanza bonitas para Dios pretende
ejercer un profundo impacto en nuestra comprensión de cuestiones
tan complejas como la existencia del pecado y el sufrimiento.
La franqueza de los salmistas nos recuerda que nosotros también
podemos hacer preguntas al Señor, expresarle nuestras dudas.
Dios escuchará y responderá nuestras humildes preguntas y
preocupaciones, dándonos luz en medio de nuestra lucha con la duda
y el miedo.
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Alabar en la contrariedad de la vida
EL Sal. 137 es llamado, muy acertadamente, "El canto del cautivo",
porque describe la suerte de los israelitas en su destierro en Babilonia.
Sus trovadores guardan silencio, mientras sus amos se burlan de ellos
pidiéndoles que afinen sus arpas y canten uno de los cánticos de Sión.
Pero los cautivos están apesadumbrados. El tono quejumbroso de este
salmo mueve siempre al lector a sentir compasión por los cautivos
afligidos y desanimados.
Se denominaba a Babilonia tierra de " "muchas aguas" (Jer. 51: 13).
Su río más importante era el Eufrates, que tiene muchos afluentes y
en cuyas orillas se hallaban los cautivos.
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“Ríos de Babilonia”: Éufrates
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“Ríos de Babilonia”: Éufrates
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Análisis del texto para memorizar
Actividad 1
Comenta con tu clase las conclusiones de las siguientes preguntas:
“¿Cómo habíamos de
cantar canción del Señor o ¿Qué constituye la “tierra extraña” en
en tierra extraña?” nuestro tiempo y contexto?
Sal. 137:4 o ¿De qué maneras puedes “cantar
canción del señor”? ¿Cómo mantener
un espíritu de alabanza?
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Hamá (gemir) palabra hebrea, a Sal. 88:1-13
menudo representa el rugido de las Dios permite que el salmista llegue al
aguas embravecidas 1 borde de la muerte.
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Actividad 2
Toma unos minutos para leer y
meditar en el mensaje de Sal.
88:1-13. Piensa en esos
momentos pasados en los que
el Señor actuó en tu vida.
¿Cómo puede ayudarte esa
verdad a afrontar lo que se te
presenta ahora?
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Cuando Dios guarda silencio
La mente hebrea no estaba interesada en plantearse
cuestiones filosóficas acerca del dolor y el sufrimiento
humanos. Más bien, su centro de atención era Dios y su
gloria. Los salmistas reconocen que únicamente él puede dar
su salud. Solemos quejarnos ¿Porqué a mí Señor?
¿No sería mejor confiar en Dios y esperar su vindicación para
poder testificar de su gloria?
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Actividad 3
• Invita a la clase a leer el
Salmo 37 en grupos
pequeños (3-4 personas)
• Facilitar hojas y lápiz para
que dibujen el mensaje
que encuentran en este
capítulo.
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Reflexiones finales
El salmista sabe que Dios está allí, aunque no tenga ninguna señal externa
de la presencia divina. Eso sí que es fe. El salmista no dice: “¡renuncio!
abandono mi fe porque Dios no me responde. Por tanto él no debe existir”.
Al contrario, el salmista confía en Dios y espera que él actúe en su favor en
el momento oportuno.
Samuel Castro
Estudiante de Lic. en teología (UNAV).
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