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Tutela con medida provisional.

Tratamiento médico

Señor
JUEZ DE TUTELA DE _____________________ (REPARTO)
E. S. D.

Referencia : ACCIÓN DE TUTELA CON MEDIDA PROVISIONAL

Accionante : _____________________
Accionado : _____________________

_____________________ identificado con cédula de ciudadanía No. _____________________


expedida en _____________________ , vecino de _____________________ actuando en nombre
propio, formulo ante su despacho de manera respetuosa Acción de Tutela en contra de la entidad
_____________________ EPS, con el objeto de obtener el amparo judicial de los Derechos
Constitucionales, a la SALUD Y VIDA EN CONDICIONES DIGNAS Y JUSTAS; DERECHOS
DEL ADULTO MAYOR Y DERECHO A CONTINUAR UN TRATAMIENTO MEDICO. Son
fundamentos de la presente acción los siguientes,

HECHOS

PRIMERO: Tengo ___ años de edad y actualmente me encuentro afiliado al sistema de seguridad
social en el régimen contributivo y la entidad que me presta los servicios de salud es la
_____________________

SEGUNDO: Aproximadamente hace __ meses presento problemas _____________________, para


lo cual fue necesaria la intervención médica, donde además fui diagnosticado con
_____________________.

TERCERO: Actualmente me encuentro en tratamiento de__________________________,


mediante el medicamento denominado ___________________, el cual no se encuentra en el POS.

CUARTO: El medico tratante me informo de manera verbal, que ninguno de los medicamentos que
debo consumir pueden ser genéricos, por lo cual en su gran mayoría debo costearlos ya que los que
me asigna la EPS no cumplen con las condiciones sugeridas por el medico tratante para brindarme
una optima recuperación. Los medicamentos que le ha suministrado la EPS, no han generado el
efecto que se requiere, por lo cual he tenido que comprar los medicamentos comerciales para
obtener el efecto necesario para el avance del tratamiento.

QUINTO: El día ___ de _____________ de ______ el médico tratante con el fin de dar
continuidad al tratamiento y verificar su avance, ordenó que me fuera realizada
_________________, la cual no pudo ser realizada debido a que me encuentro imposibilitado para
costear los medicamentos que deben ser consumidos con anterioridad para el correcto desarrollo del
procedimiento.

SEXTO: El procedimiento previo a la práctica de _______________________ consiste en el


consumo de _____________________________________________________________________,
tal como lo recomienda el centro de RADIOLOGOS ESPECIALIZADOS DE _______________,
en documento que se anexa a este escrito.

SEPTIMO: El día ___ de ____________ de ______ el médico tratante ordenó nuevamente la


realización de ______________________________, la cual no pudo ser realizada por los mismos
motivos anteriormente descritos.

OCTAVO: Es de vital importancia la realización de _____________________, ya que es la forma


en la que el medico tratante puede verificar el avance del tratamiento, sin la realización de dicho

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procedimiento es imposible la continuidad del tratamiento y lo cual generaría que mi salud se
deteriore de manera significativa.

NOVENO: actualmente debido a mi condición precaria de salud, no me encuentro en la posibilidad


de trabajar, estoy imposibilitado para costear los medicamentos que debo tomar previamente al
procedimiento, además de los medicamentos que requiero para la continuidad de mi tratamiento y
los copagos y cuotas moderadoras.

DECIMO: Acudo a la tutela como último recurso para que se me salvaguarden y protejan los
derechos en condiciones dignas, pues se requiere que la entidad ACCIONADA me brinde la
atención integral y los medicamentos requeridos para la continuidad de mi tratamiento, sin
dilaciones administrativas que atentan contra mi derecho fundamental a la salud, la vida en
condiciones dignas y la especial protección al adulto mayor.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

La Ley Estatutaria de salud 1751 de 2015, consagra la salud como un derecho fundamental
autónomo, garantiza su prestación, lo regula y establece sus mecanismos de protección.

SENTENCIA DE UNIFICACIÓN SU-508-2020 DEL 2020-12-07.


DERECHO AL DIAGNOSTICO COMO PARTE DEL DERECHO A LA SALUD Y REGLAS
PARA ACCEDER A SERVICIOS O TECNOLOGIAS EN SALUD COMO PAÑALES, PAÑITOS
HUMEDOS, CREMAS ANTI-ANTIESCARAS, SILLAS DE RUEDAS, ENTRE OTROS.

En este asunto se analizaron treinta acciones de tutela cuyos hechos y pretensiones versan sobre
personas que, por razón de sus enfermedades congénitas u originadas en accidentes, no pueden
valerse por sí mismas y requieren, además de sus tratamientos médicos, pañales, pañitos húmedos y
cremas anti escaras, suplementos alimenticios, cuidadores, sillas de ruedas o el servicio de
transporte para el desplazamiento de una ciudad a otra con el propósito de acceder a servicios de
salud. En la mayoría de los casos, los agentes oficiosos sostuvieron que los pacientes, así como sus
familiares, eran personas de escasos recursos y, por ello, no podían sufragar por su cuenta los
servicios solicitados, los cuales resultaban necesarios para garantizar a los agenciados unas
condiciones adecuadas para llevar sus padecimientos. Las EPS accionadas, en general, negaron el
suministro de las tecnologías o la prestación de los servicios de salud, argumentando diversas
razones como: a) los usuarios no contaban con una fórmula médica; b) los servicios o elementos
requeridos no se encontraban en el antiguo Plan Obligatorio de Salud y, c) no existía una petición
formal de lo pretendido ante la Entidad Promotora de Salud o la entidad obligada a compensar. La
Corte reiteró el carácter fundamental y autónomo del derecho a la salud conforme a la línea
jurisprudencial fundada desde la sentencia T-859-03 y posteriormente ratificada en la sentencia T-
760-08; así como en el artículo 2 de la Ley 1751 de 2015 (Estatutaria de salud). Igualmente, recordó
las reglas contenidas en la sentencia C-313-14 en relación con el modelo de exclusión explicita del
Plan de Beneficios en Salud. Con este fallo se unificaron las reglas para el suministro de los
servicios y tecnologías en salud relacionadas con el suministro de pañales, cremas anti escaras,
pañitos húmedos, sillas de ruedas y transporte intermunicipal. Con base de las características de
cada fallo se adoptaron las decisiones pertinentes, las cuales en su mayoría, fue la declaratoria del
fenómeno de la carencia actual de objeto por la ocurrencia de un hecho sobreviniente.

NEGLIGENCIA ADMINISTRATIVA

La Corte Constitucional debe insistir en que la negligencia de las entidades encargadas de prestar
los servicios de salud, bien que se presenten en el campo científico, ya en el administrativo, no
puede constituirse en argumento de ellas mismas para negar la protección efectiva a sus pacientes -
afiliados o beneficiarios-.

Tiene claro esta Corporación que las irregularidades internas de tales instituciones no pueden
trasladarse a los usuarios, como aquí se ha pretendido, con el único propósito de abstenerse de
prestar los servicios que les corresponden. Ello atenta no solamente contra los derechos
fundamentales afectados sino contra los principios previstos en el artículo 209 de la Constitución y
contra la buena fe de las personas, que confían en la entidad estatal y esperan de su gestión la
necesaria eficacia y el cumplimiento de los deberes que el ordenamiento jurídico impone.

DERECHO A CONTINUAR TRATAMIENTOS.

La jurisprudencia constitucional ha establecido, en reiteradas oportunidades, que la prestación de


los servicios de salud en el Sistema General de Seguridad Social en Salud –SGSSS- debe responder
al principio de continuidad que consiste en que el servicio de salud debe prestarse sin interrupción y
es exigible en el marco de los planes obligatorios, al igual que los ofrecidos a través de planes
adicionales.

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En la sentencia C-800/03, la Corte mostró cómo la jurisprudencia ha examinado en cada caso, “si
los motivos en los que la EPS ha fundado su decisión de interrumpir el servicio son
constitucionalmente aceptables”. En esa oportunidad concluyó que una EPS no puede suspender un
tratamiento, un medicamento o la práctica de una cirugía aduciendo entre otras, las siguientes
razones:

“(i) porque la persona encargada de hacer los aportes dejó de pagarlos; (ii) porque el paciente ya no
esta inscrito en la EPS correspondiente, en razón a que fue desvinculado de su lugar de trabajo; (iii)
porque la persona perdió la calidad que lo hacia beneficiario; (iv) porque la EPS considera que la
persona nunca reunió los requisitos para haber sido inscrita, a pesar de ya haberla afiliado; (v)
porque el afiliado se acaba de trasladar de otra EPS y su empleador no ha hecho aún aportes a la
nueva entidad; o (vi) porque se trata de un servicio específico que no se había prestado antes al
paciente, pero que hace parte integral de un tratamiento que se le viene prestando”.

De lo anterior se observa que la Corte Constitucional no ha tolerado que la suspensión de los


servicios de salud a los pacientes se afecte, porque en tales situaciones se ha reconocido el derecho
a seguir gozando de los beneficios de un tratamiento médico, “pues suspenderle los servicios
súbitamente puede significar peligro para su vida y su integridad física.”

Ratificando el contenido jurisprudencial del principio a la continuidad y con el fin de asegurar el


cumplimiento de las EPS en la prestación de los servicios de salud, se han establecido unos criterios
que ya han sido mencionados en varias sentencias de esa Corporación:

“A partir del fundamento jurídico que identifica el principio de continuidad, la jurisprudencia


constitucional ha definido el alcance del derecho ciudadano a no ser víctima de interrupciones
injustificadas en la prestación de los servicios de salud, fijando los criterios que obligan a las
entidades promotoras y prestadoras de salud (E.P.S, A.R.S., I.P.S) a garantizar y asegurar su
continuidad. Sobre esa base, ha sostenido la Corte (I) que las prestaciones en salud, como servicio
público obligatorio y esencial, tiene que ofrecerse de manera eficaz, regular, permanente y de
calidad; (II) que las entidades prestadoras del servicio deben ser diligentes en las labores que les
corresponde desarrollar, y deben abstenerse de realizar actuaciones ajenas a sus funciones y de
omitir el cumplimiento de obligaciones que conlleven la interrupción injustificada de los servicios o
tratamientos; (III) que los usuarios del sistema de salud no pueden ser expuestos a engorrosos e
interminables trámites internos y burocráticos que puedan comprometer la permanencia del
servicio; y (IV) que los conflictos de tipo contractual o administrativo que se presenten con otras
entidades o al interior de la propia empresa, no constituyen justa causa para impedir el acceso de sus
afiliados a la continuidad, permanencia y finalización óptima de los servicios y procedimientos
médicos ordenados.”

En conclusión, la Corte ha reconocido la importancia que tiene el principio de continuidad cuando


se suspende la atención en salud por parte de las Entidades Promotoras de Salud frente a un
paciente al cual se venía prestando un tratamiento médico, poniendo en peligro su vida o su
integridad física, en virtud de la aplicación de dicho principio la entidad debe mantener la asistencia
médica y en caso de no hacerlo la tutela es el medio idóneo para preservar los derechos
fundamentales involucrados ya que como se ha mencionado el servicio público de la salud envuelve
los fines del interés general y esta satisfacción no puede ser discontinua.

El artículo 49 de la C.P. prescribe que a todas las personas se les debe garantizar” el acceso a los
servicios de promoción, protección y recuperación de la salud”. La salvaguardia del derecho a la
salud de os usuarios del SGSSS y su consecuente rehabilitación, el acceso a los servicios
contemplados en el Sistema debe realizarse de manera oportuna, eficaz y con calidad.

Sentencia T-760 de 2008 señaló: “cuando el acceso a un servicio de salud no es prestado


oportunamente a una persona, puede conllevar además de un irrespeto a la salud por cuanto se le
impide acceder en el momento que correspondía a un servicio de salud para poder recuperarse, una
amenaza grave a la salud por cuanto puede deteriorarse considerablemente.”

ATENCIÓN ESPECIAL PARA ADULTOS MAYORES.

Ley 1251 de 2008 “por la cual se dictan normas tendientes a procurar la protección, promoción y
defensa de los derechos de los adultos mayores”, cuya finalidad es proteger, promover, restablecer y
defender los derechos de los adultos mayores, de conformidad con el artículo 46 de la Constitución
Nacional, la Declaración de los Derechos Humanos de 1948, Plan de Viena de 1982, Deberes del
Hombre de 1948, la Asamblea Mundial de Madrid y los diversos tratados y convenios
internacionales suscritos por Colombia.

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Dentro de ella se define el Plan de Atención Institucional, que es el modelo institucional en el
marco de los ejes de derecho y guía para las acciones que programen e implementen las
instituciones públicas o privadas, garantizando un servicio integral y de calidad. Es la
responsabilidad de exigir acciones integrales en cada una de los componentes de atención (salud,
psicosocial y familiar y ocupacional).

Instituciones de atención. Instituciones públicas, privadas o mixtas que cuentan con infraestructuras
físicas (propias o ajenas) en don-de se prestan servicios de salud o asistencia social y, en general,
las dedicadas a la prestación de servicios de toda índole que beneficien al adulto mayor en las
diversas esferas de su promoción personal como sujetos con derechos plenos. Instituciones de
atención domiciliaria. Institución que presta sus servicios de bienestar a los adultos mayores en la
modalidad de cuidados y/o de servicios de salud en la residencia del usuario.

Dentro de los Principios Rectores, se encuentra la Atención, estableciendo que no todas las
entidades de carácter público y privado es un deber aplicar medidas tendientes a otorgar una
atención especial, acorde con las necesidades.

Como obligaciones del Estado señala, dar un trato especial y preferencial al adulto mayor, cumplir
con los estándares de calidad que estén establecidos para la prestación de los servicios sociales, de
salud, educación y cultura que se encuentren establecidos teniendo en cuenta que sean accesibles a
los adultos mayores, proteger a los adultos mayores eventos negativos que puedan afectar o poner
en riesgo su vida y su integridad personal y apoyarlos en circunstancias especialmente difíciles,
propiciar al adulto mayor de un ambiente de amor, respeto, reconocimiento y ayuda, brindar un
entorno que satisfaga las necesidades básicas para mantener una adecuada nutrición, salud,
desarrollo físico, psíquico, psicomotor, emocional y afectivo, exigir una prestación de servicios con
calidad al adulto mayor en todos sus ámbitos, promoción de entornos saludables, de accesibilidad y
el acceso a la habilitación/ rehabilitación del adulto mayor.

Corresponde al Estado a través de sus entidades del orden Nacional, Departamental, Distrital y
Municipal de conformidad con el ámbito de sus competencias, a las Aseguradoras, a las
Instituciones Públicas y Privadas del Sector Salud y de Asistencia Social, garantizar la provisión de
servicios y programas integrales de atención, promoción y prevención en salud mental para los
adultos mayores en instituciones públicas y privadas, proponer acciones tendientes a la elevación de
calidad y especialización de los servicios de la salud que prestan al adulto mayor, ampliar las
coberturas de acceso a los servicios de salud y bienestar social de acuerdo a las necesidades
presentadas por el adulto mayor, generar mecanismos eficaces para la vigilancia y control de las
instituciones prestadoras de servicios al adulto mayor.

En cuanto a insumos tendríamos como base la sentencia T- 320 del 211 la cual dice que:

“En lo atinente al suministro de estos implementos, si bien no cabe duda de que aquellos no pueden
entenderse como servicios médicos strictu sensu, la Corte advierte que dichos elementos inciden
propia y directamente en la salud y la vida digna del agenciado.

Es así como en el sub examine se encuentra demostrado que la persona en favor de quien se
interpone la acción de tutela: (i) tiene ochenta y seis (86) años de edad y pertenece a la tercera
edad[25], por lo cual es considerada como un sujeto de especial protección constitucional; (ii) padece
de una “enfermedad pulmonar obstructiva crónica evento cerebro vascular” y (iii) carece de
recursos económicos para sufragar el costo de los elementos requeridos para su patología.

En efecto, la Corte encuentra que tal y como lo manifiesta la peticionaria ni ella ni el agenciado
cuentan con la capacidad económica para asumir el costo de los servicios de salud solicitados a
través de esta acción.

Adicionalmente, la Sala encuentra que la EPS accionada en la contestación de la demanda de tutela


se rehúsa a suministrar la aludida dotación de pañales desechables invocando un argumento de
carácter reglamentario, consistente en que dicho servicio está expresamente excluido del catálogo
de beneficios del Plan Obligatorio de Salud, en virtud de lo establecido en el Acuerdo 008 de 2009
de la Comisión Nacional de Regulación en Salud. En contraste, para esta Sala, resulta claro que la
negativa de la Nueva EPS S.A. de suministrar tales elementos, vulnera el derecho constitucional
fundamental a la salud y a la vida digna del señor Camacho Pinzón.

Reiterando lo sostenido en apartes anteriores, la Corte encuentra constitucionalmente inadmisible


que disposiciones de orden administrativo o reglamentario – como la invocada por la entidad
accionada –, se impongan como una barrera para acceder a un servicio necesario para gozar de
manera real y efectiva de los derechos fundamentales a la salud y a la vida en condiciones dignas,
máxime si se tiene en cuenta que el peticionario es un sujeto de especial protección constitucional

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que padece una seria discapacidad, ocasionada por la “enfermedad pulmonar obstructiva crónica,
evento cerebro vascular” (Folio 11 del cuaderno de instancia).

Ahora bien, dadas las particularidades del presente caso, esta Sala encuentra que sí se configuran
los elementos necesarios para que se conceda la presente acción y se proteja el derecho a la salud y
a la vida digna del accionante, toda vez que se encuentra demostrado que la persona a favor de
quien se interpone la tutela, pertenece a la tercera edad (86 años) y padece de “enfermedad
pulmonar obstructiva crónica, evento cerebro vascular”, tal y como se advierte en la historia
clínica.

Por otra parte, si bien es cierto que en el expediente de tutela no obra fórmula médica que permita
precisar que al señor Camacho Pinzón le haya sido prescrito la utilización de pañales por un médico
adscrito a la Nueva E.P.S., de la historia clínica del paciente se infiere que éste requiere la
utilización de pañales desechables para sobrellevar sus enfermedades. De manera que, con la
negativa de la entidad accionada de suministrar dichos elementos se vulnera el derecho fundamental
a la salud y la vida digna.”

MEDIDA PROVISIONAL

Con fundamento en el Artículo 7 del decreto 2591 de 1991, le solicito al señor Juez se sirva otorgar
la MEDIDA DE PROTECCIÓN PROVISIONAL consistente en ORDENAR A ___________
E.P.S la realización del examen _______________________ y el otorgamiento de los
medicamentos necesarios a la antelación del procedimiento, ya que son de vital importancia para la
continuidad de mi tratamiento, la preservación de mi salud la que cada día que pasa se deteriora
más, poniendo en grave riesgo mi vida e integridad personal.

PRETENSIÓN

Con base a los hechos relacionados solicito al Señor Juez disponer y ordenar a la parte
ACCIONADA y a su favor lo siguiente:

PRIMERA. Se TUTELE los derechos fundamentales a la VIDA, A LA SALUD EN


CONDICIONES DIGNAS Y JUSTAS; DERECHOS DEL ADULTO MAYOR Y DERECHO A
CONTINUAR UN TRATAMIENTO MEDICO OPORTUNO.

SEGUNDA: Ordenar a la _______________ EPS la entrega de los medicamentos necesarios a la


antelación del del examen _______________________ consistentes en ____________________
____________________________________________________ no genéricos, ya que son de vital
importancia para la continuidad de mi tratamiento, la preservación de mi salud la que cada día que
pasa se deteriora mas, poniendo en grave riesgo mi vida e integridad personal.

TERCERA. Que me brinde la ATENCION MEDICA INTEGRAL, como es la realización de


procedimientos médicos, que me diagnostique por el médico tratante o los especialistas que
formulen exámenes, medicamentos, procedimientos, insumos, remisión a especialistas,
tratamientos y todo cuanto se derive de mi diagnostico y sea necesario para el restablecimiento de
mi salud en condiciones dignas y justas sin que medie trabas administrativas ni burocráticas que
coloquen en riesgo mis derechos fundamentales y sin necesidad de continuar interponiendo
acciones de tutela.

CUARTA. Que me EXONERE de todo pago por cualquier concepto del servicio de salud prestado
para atender mi condición en materia de salud, es decir, copagos, cuotas moderadoras o cuotas de
recuperación.

JURAMENTO

Bajo la gravedad de juramento manifiesto que no he promovido Acción de Tutela alguna por los
mismos hechos, ante otra autoridad judicial.

PRUEBAS

.
1. Fotocopia de mi historia clínica en la
2. Fotocopia de la orden de la realización de ___________________________________
3. Fotocopia de las dos órdenes de ___________________________________
4. Fotocopia de la orden de los medicamentos.

5
ANEXOS

1. Fotocopia de mi cédula de ciudadanía.


2. Los mismos señalados en el acápite de las pruebas documentales.

COMPETENCIA

Es usted Señor Juez competente para conocer de este asunto por su naturaleza y el lugar de
ocurrencia de los hechos que motivan la presente acción al haber sido vulnerados, de acuerdo con el
articulo 37 del Decreto 2591 de 1991

NOTIFICACIONES

ACCIONADO: --------------

ACCIONANTE: --------------

Del Señor Juez,

______________________________________
--------------
C.C -------------- de --------------

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