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Señor:

JUEZ CONSTITUCIONAL (REPARTO)


E.S.D

Ref.: Acción de Tutela por vulneración al derecho fundamental, salud y vida


digna y petición
ACCIONATE: RODOLFO ANTONIO LLANTEN MAMBUSCAY
ACCIONADO: ENTIDAD PROMOTORA DE SALUD SANITAS S A S

RODOLFO ANTONIO LLANTEN MAMBUSCAY, identificado con cedula de


ciudadanía No. 4.668.481 expedida en Tambo Cauca, actuando en nombre propio con todo
respeto manifiesto a usted que en ejercicio de la acción de tutela consagrado en el artículo 86
de la Constitución Política de Colombia de 1991 y reglamentado por el Decreto 2591 de
1991, por medio del presente escrito interpongo acción de tutela contra ENTIDAD
PROMOTORA DE SALUD SANITAS S A S Nit.8002514406 cuyo representante legal es
MARTHA LUCÍA OSORIO VÉLEZ o el quien haga sus veces o este encargado de sus
funciones, a fin que se ordene dentro del término de 48 horas se protejan los derechos salud
y vida digna y petición

I. HECHOS

1. Me encuentro afiliado a la E.P.S. SANITAS.


2. El 31 de octubre del año 2020 sufrí accidente de tránsito en la vía que conduce de
Suaza a Acevedo Huila, por lo cual fui trasladado por el servicio de emergencias al
Hospital San Antonio
3. El 25 de noviembre del 2020, me realizaron cirugía de reconstrucción de fémur en el
hospital de Tercer Nivel Hospital Hernando Moncaleano en la ciudad de Neiva.
4. En la Cirugía fue necesario ubicar platina y otros elementos necesarios para
reconstruir el fémur, mismos dispositivos que debían ser extraídos quirúrgicamente a
los dos años después de su implantación.
5. De acuerdo a orden medica expedida el día 13 de abril del 2023 por el médico
ortopedista Alberto Luis Perpiñán Barros se requirió programar cirugía para
extracción del dispositivo implantado en el fémur.
6. El Hospital San Vicente de Paul ya realizó los respectivos exámenes, de igual forma
se solicitó los materiales para la extracción, los cuales ya se encuentran disponibles.
7. La EPS SANITAS se niega a renovar la autorización, misma que es necesaria para
realizar el procedimiento de extracción por parte de la IPS.
8. La EPS SANITAS me está afectando mis derechos fundamentales al no realizar la
renovación de dicha autorización toda vez que a la fecha cuento con todos los
procedimientos y exámenes requeridos para la cirugía de extracción y hacer todos
estos trámites desde cero implicaría para mí una pérdida de tiempo, desgaste físico y
económico. Además, es preciso mencionar que soy una persona de escasos recursos y
no cuento con la solvencia económica para suplirlos; así mismo, recalco que necesito
con urgencia esta cirugía ya que el tiempo de permanencia de los dispositivos ha
culminado y estos ya me generan molestias e impiden la realización de algunas
labores cotidianas.

II. DERECHOS VULNERADOS


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Estimo violados los derechos a la SALUD, la VIDA, LA IGUALDAD, LA NO


DISCRIMINACIÓN y la DIGNIDAD HUMANA, PETICION consagrados en los artículos
1, 11, 13, 48 y 49 de la Constitución Política de Colombia de 1991.

III. FUNDAMENTOS DE DERECHO

Con el actuar omisivo de la ENTIDAD PROMOTORA DE SALUD SANITAS S.A.S


debido a la falta de atención médica integral al no ordenar las autorizaciones respectivas
vulnera mi derecho a la vida digna, salud

En la Sentencia T-234/13:

“DERECHO DE ACCESO AL SERVICIO DE SALUD-Debe ser sin demoras y cargas


administrativas que no les corresponde asumir a los usuarios

Cuando por razones de carácter administrativo diferentes a las razonables de una gestión
diligente, una EPS demora un tratamiento o procedimiento médico al cual la persona tiene
derecho, viola su derecho a la salud e impide su efectiva recuperación física y emocional,
pues los conflictos contractuales que puedan presentarse entre las distintas entidades o al
interior de la propia empresa como consecuencia de la ineficiencia o de la falta de planeación
de estas, no constituyen justa causa para impedir el acceso de sus afiliados a la continuidad y
clausura óptima de los servicios médicos prescritos.”

“DERECHO A LA INFORMACION Y ORIENTACION EN MATERIA DE SALUD-


Garantía de estar informado por parte de las EPS sobre las gestiones que se deben agotar
para la efectiva prestación del servicio de salud”

Hace parte del derecho fundamental a la salud de todos los afiliados, la garantía de estar
informado por parte de las EPS sobre las gestiones que se deben agotar para la efectiva
prestación del servicio.
En tal sentido, si bien existe una carga para los usuarios en torno a realizar las diligencias
propias de autorización o visto bueno para la práctica de procedimientos médicos, esta
responsabilidad no puede llegar al punto de desconocer el derecho de información que
efectivamente les asiste,
pues en muchas ocasiones la ausencia de orientación en estos asuntos, al dilatar el
tratamiento, puede ocasionarles mayor dolor o peores complicaciones patológicas, estado
que afecta gravemente sus condiciones de vida digna.

En virtud de esta garantía, que resulta más visible cuando se trata de órdenes médicas
complejas que requieren agotar varios pasos- como los tratamientos continuados de
quimioterapia o la preparación para una intervención quirúrgica que incluye valoraciones,
terapias y exámenes diagnósticos-, quienes integran el Sistema General de Seguridad Social
en Salud, especialmente las EPS e IPS, tienen la carga obligacional de orientar y
proporcionar al paciente toda la información relacionada con la red de instituciones médicas
que prestan el servicio, la asignación de costos- cuotas moderadoras, copagos o subsidios-, la
disponibilidad de asistencia y todas las especificidades propias de la atención; de lo
contrario, esto es, la negligencia en el acompañamiento a los usuarios del Sistema, constituye
una falla en la prestación del servicio y un irrespeto por las garantías fundamentales de los
afiliados.
3

De conformidad con lo anterior la Corte Constitucional, se pronunció en las Sentencias T-


387 de 2018:

En suma, esta integralidad a la que tienen derecho esta clase de pacientes cuyo estado de
enfermedad afecte su integridad personal o su vida en condiciones dignas, significa que la
atención en salud que se les brinde debe contener “todo cuidado, suministro de
medicamentos, intervenciones quirúrgicas, prácticas de rehabilitación, exámenes para el
diagnóstico y el seguimiento, así como todo otro componente que el médico tratante valore
como necesario para el pleno restablecimiento de la salud del paciente o para mitigar las
dolencias que le impiden llevar su vida en mejores condiciones; y en tal dimensión, debe ser
proporcionado a sus afiliados por las entidades encargadas de prestar el servicio público de
la seguridad social en salud”

Por otro lado, este principio de integralidad tiene la finalidad de garantizar la continuidad en
la prestación del servicio y evitar al paciente interponer una acción de tutela por cada nuevo
servicio que sea prescrito por el médico tratante. Por ello, en desarrollo del mismo, el juez de
tutela tiene la facultad de ordenar que se garantice el acceso a todos los servicios “que el
médico tratante valore como necesario[s] para el pleno restablecimiento del estado de salud
del paciente”1Esta continuidad se materializa en que el tratamiento integral debe ser brindado
“de forma ininterrumpida, completa, diligente, oportuna y con calidad”. 2(subrayado fuera de
texto)

NATURALEZA Y ALCANCE DEL DERECHO FUNDAMENTAL A LA SALUD

Desde hace varios años, la jurisprudencia constitucional viene reconociendo la naturaleza


fundamental del derecho a la salud en virtud de su orientación a la realización de la dignidad
humana y su expreso reconocimiento constitucional.

Sobre este punto, la corte constitucional en sentencia C-936 de 2011[1] expresó:

“A pesar de que en un comienzo la jurisprudencia no fue unánime respecto a la


naturaleza del derecho a la salud, razón por la cual se valió de caminos
argumentativos como el de la conexidad y el de la transmutación en derecho
fundamental en los casos de sujetos de especial protección constitucional, hoy la
Corte acepta la naturaleza fundamental autónoma del derecho a la salud,
atendiendo, entre otros factores, a que por vía normativa y jurisprudencial se han
ido definiendo sus contenidos, lo que ha permitido que se torne en una garantía
subjetiva reclamable ante las instancias judiciales”.

Por tanto, la jurisprudencia constitucional ha dejado de señalar que ampara el derecho a la


salud ‘en conexidad con el derecho a la vida y a la integridad personal’. En su lugar ha
reconocido la ‘connotación fundamental y autónoma’ del derecho a la salud.

Al respecto, en sentencia T-227 de 2003[2], la Corte estimó que tienen el carácter de


fundamental:

1
Defensoría del Pueblo, “Derechos en salud de los pacientes con cáncer”, Recuperado de:
http://www.defensoria.gov.co/public/pdf/Cartilla_pacientes_Cancer.pdf
2
4

“(i) aquellos derechos respecto de los cuales existe consenso sobre su naturaleza
fundamental y (ii) todo derecho constitucional que funcionalmente esté dirigido a
lograr la dignidad humana y sea traducible en un derecho subjetivo”.

De acuerdo a esto, el derecho a la salud es fundamental en razón a que está dirigido a lograr
la dignidad humana; asimismo su objeto ha venido siendo definido en los planes
obligatorios de salud Ley 100 de 1993, y otras fuentes normativas como instrumentos del
bloque de constitucionalidad, la jurisprudencia constitucional, entre otras, le otorgan el
carácter de derecho subjetivo.

En cuanto al ámbito de protección del derecho fundamental a la salud, la sentencia T-760 de


2008, indicó:

“el ámbito del derecho fundamental a la salud está delimitado por la dogmática
constitucional, que reconoce los contenidos garantizados a las personas en virtud
del mismo. El ámbito de protección, por tanto, no está delimitado por el plan
obligatorio de salud. Puede existir un servicio de salud no incluido en el plan, que
se requiera con necesidad y comprometa en forma grave la vida dignidad de la
persona o su integridad personal”.

En relación con el acceso a los servicios de salud que requiera el paciente, la sentencia T-760
de 2008 expuso:

“Una entidad prestadora de servicios viola el derecho a la salud de una persona


cuando no autoriza un servicio que requiera, únicamente por el hecho de que no
esté incluido en el plan obligatorio de servicios. Toda persona tiene el derecho
constitucional a acceder a los servicios de salud que requiera con necesidad.
Además, una EPS viola el derecho a la salud de una persona, cuando se le niega el
acceso al servicio con base en el argumento de que la persona no ha presentado la
solicitud al Comité Técnico Científico: ‘las EPS no pueden imponer como
requisito de acceso a un servicio de salud el cumplimiento de cargas
administrativas propias de la entidad”

Adicionalmente, la Corte Constitucional, en virtud del principio a la dignidad humana, ha


considerado que el estado máximo de bienestar físico, mental, social y espiritual de una
persona, debe lograrse paulatinamente conforme al principio de progresividad y no
regresión.

Al respecto, esta Corporación en sentencia C-599 de 1998[3] precisó:

“La consagración del derecho a la salud y la aplicación al sistema general de salud


de los principios de solidaridad, universalidad e integralidad, no apareja la
obligación del Estado de diseñar un sistema general de seguridad social que esté en
capacidad, de una sola vez, de cubrir integralmente y en óptimas condiciones, todas
las eventuales contingencias que puedan afectar la salud de cada uno de los
habitantes del territorio. La universalidad significa que el servicio debe cubrir a
todas las personas que habitan el territorio nacional. Sin embargo, es claro que ello
se debe hacer en forma gradual y progresiva, pues tratándose de derechos
prestacionales los recursos del Estado son limitados, de ahí la existencia del
principio de solidaridad, sin el cual la población de bajos recursos o sin ellos no
podría acceder a tales servicios”.
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PRINCIPIOS QUE GUÍAN LA PRESTACIÓN DEL SERVICIO A LA SALUD.

La garantía constitucional con la que cuenta toda persona para acceder a los servicios de
promoción, protección y recuperación de la salud, contemplada en los artículos 48 y 49 la
Constitución Política y los artículos 153[4] y 156[5] de la Ley 100 de 1993, implica que el
servicio a la salud debe ser prestado conforme a los principios de oportunidad, eficiencia,
calidad, integralidad y continuidad, entre otros.

Oportunidad: Significa que el usuario debe gozar de la prestación del servicio en el


momento que corresponde para la recuperación satisfactoria de su estado de salud para no
padecer progresivos sufrimientos. Esto quiere decir que cuando el acceso a un servicio de
salud no es prestado oportunamente, se configura un acto trasgresor del derecho fundamental
a la salud, por cuanto la salud puede deteriorarse considerablemente. Este principio incluye
el derecho al diagnóstico del paciente, el cual es necesario para establecer un dictamen
puntual de la patología que padece la persona, con el fin de asegurarle el tratamiento
adecuado.

Eficiencia: Este principio busca que los trámites administrativos a los que está sujeto el
paciente sean razonables, no demoren excesivamente el acceso y no impongan al interesado
una carga que no le corresponde asumir

Calidad: Conlleva que todas las prestaciones en salud requeridas por los pacientes, sean los
tratamientos, medicamentos, cirugías o procedimientos, contribuyan notoriamente a la
mejora de las condiciones de vida y salud de los mismos. Quiere decir que las entidades
obligadas a garantizar la prestación del servicio, no deberán suministrar medicamentos o
prestar cualquier servicio médico con deficiente calidad, y que, como consecuencia, agrave
la salud de la persona.

Integralidad: El principio de integralidad ha sido postulado por la Corte Constitucional para


las situaciones en las cuales, los servicios de salud requeridos son fraccionados o separados,
de tal forma que la entidad responsable solo le autoriza al interesado, una parte de lo que
debería recibir para recuperar su salud. Esta situación de fraccionamiento del servicio se
debe por ejemplo al interés que tiene la entidad responsable en eludir un costo que a su juicio
no le corresponde asumir.
En otras palabras, este principio predica que las entidades que participan en el Sistema de
Seguridad Social en Salud deben prestar un tratamiento integral a sus pacientes. Por eso, los
jueces de tutela deben ordenar que se garantice todos los servicios médicos que sean
necesarios para ejecutar un tratamiento.

Sintetizando, el principio de integralidad pretende “(i) garantizar la continuidad en la


prestación del servicio y (ii) evitar a los accionantes la interposición de nuevas acciones de
tutela por cada nuevo servicio que sea prescrito por los médicos adscritos a la entidad, con
ocasión de la misma patología”

Continuidad: la corte ha amparado el derecho a que a toda persona se le garantice la no


interrupción de un tratamiento, una vez éste haya sido iniciado, antes de la recuperación o
estabilización del paciente.

El servicio de atención médica debe prestarse en condiciones de continuidad, lo que implica


también que si el tratamiento fue iniciado no podrá ser interrumpido o suspendido
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injustificadamente, por razones administrativas o presupuestarias, ya que


constitucionalmente no es admisible interrumpir o abstenerse de prestar un tratamiento
médico ya prescrito e iniciado, pues se estaría incurriendo en un desconocimiento flagrante
del principio de confianza legítima. Este principio se fundamenta en la necesidad del
paciente de recibir tales servicios y en el principio de buena fe y confianza legitima que rige
las actuaciones de los particulares y de las entidades públicas.

La Corte ha señalado que el paciente tiene una expectativa legítima en que las condiciones
de calidades de un tratamiento prescrito, no sea interrumpido súbitamente antes de su
recuperación o estabilización o por lo menos otorgando un periodo mínimo de ajuste que le
permita continuar la prestación del servicio con el mismo nivel de calidad y eficacia.

En resumen, las EPS deben garantizar que el acceso a los servicios de salud cumpla con
los criterios de calidad, eficiencia, oportunidad, integralidad y continuidad; de no ser
así, se transgreden de forma directa los derechos fundamentales de los usuarios del
sistema

IV. PETICIÓN DE TUTELA

Por lo anterior expuesto, solicito:

PRIMERO. - Se ampare de forma integral de los derechos fundamentales y


Constitucionales a la Salud y a la Vida Digna e Información Derecho a la Información y
Orientación en Materia de Salud.

SEGUNDO. – Que, como consecuencia de lo anterior, se ordene a la ENTIDAD


PROMOTORA DE SALUD SANITAS S A S y la IPS principal San Vicente de Paul o a
quien este encargado de sus funciones, que en un término no superior a 48 horas que haga
efectiva la autorización del procedimiento medico indicado por el especialista para la
prestación de los respectivos procedimientos quirúrgicos pendientes a mi nombre de
conformidad con los fundamentos facticos y jurídicos expuestos.

TERCERO. - Se ordene a la entidad prestadora del servicio de salud ENTIDAD


PROMOTORA DE SALUD SANITAS S A S que en lo sucesivo se ordene un tratamiento
integral referente a la situación medica derivada del accidente.

CUARTO. - Se inste a ENTIDAD PROMOTORA DE SALUD SANITAS S A S realizar


todas las actuaciones administrativas pertinentes que se me ordenen en razón a mi
diagnóstico, para evitar la vulneración de mis derechos aquí alegados.

QUINTO. – Como consecuencia de lo anterior, se ordene garantizar un tratamiento integral


de forma
ininterrumpida, completa, diligente, oportuna y con calidad que permita el acceso a todos los
servicios que el médico tratante valore como necesarios para el pleno restablecimiento del
estado de mi salud.

V. PRUEBAS
Por resultar conducente y necesario adjunto con el presente escrito, los siguientes

Documentales:
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1. Solicitud de procedimientos quirúrgicos emitida el 13 de abril del 2023


emitida por el E.S.E DEPARTAMENTAL SAN VICENTE DE PAUL con la cual se
solicita extracción de dispositivo.
2. Valoración medico especializada
3. Ordenes medicas de programación quirúrgica para extracción de dispositivo
implantado en fémur + curetaje óseo y secuestrectomia de rotula, hemograma TP,
TPT Y concepto de anestesiología prequirúrgica.
4. Ordenes médicas, preanestesias,
5. Resultados de exámenes y reporte de imágenes diagnosticas (radiografías)

VI. ANEXOS

1. Fotocopia de la cédula de ciudadanía.


2. Historia clínica con la que cuento.

VII. DECLARACION JURAMENTADA

Bajo juramento declaro que no se ha promovido otra acción de tutela con base en los hechos
aquí narrados.

VIII. NOTIFICACIONES

Al accionado ENTIDAD PROMOTORA DE SALUD SANITAS S A S representada


legalmente por su director, MARTHA LUCÍA OSORIO VÉLEZ, o por quien haga sus veces
o este encargado de sus funciones, que puede ser notificado en la dirección física calle 16 Ny
dirección electrónica notificajudiciales@keralty.com

Para efecto de notificaciones las personales las recibiré en la dirección Vereda Guamito San
Martín Finca Los Frutales Acevedo- Huila o en el correo electrónico dlyuliana25@gmail.com

Atentamente,

Rodolfo Antonio Llanten Toles


C.C 1.117.964.103 expedida Tambo-Cauca

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