Está en la página 1de 6

El Banco Magdalena, 30 de Octubre de 2020

JUEZ CONSTITUCIONAL (REPARTO)


E. S. D.

Ref.: ACCION CONSTITUCIONAL DE TUELA - ARTICULO 86.

WILLIAM RAFAEL LOPEZ HERRERA, mayor de edad, vecino de esta ciudad e identificada
civilmente como aparece al pie correspondiente firma, actuando en calidad de Agente Oficioso
de mi hijo WILLIAM ANDRES LOPEZ MARTINEZ identificado con tarjeta de identidad
N°1.085.095.055, ante Ud. respetuosamente promuevo Acción de Tutela en contra de la
UNIDAD MEDICA DEL NORTE LTDA., con ubicación en la Carrera 4 5-15 en la ciudad de El
Banco Magdalena, toda vez que dicha institución ha vulnerado mi derecho fundamental de
Salud, Vida, Dignidad humana, seguridad social, Debido Proceso y de Petición de conformidad
con el artículo 23 de la constitución, ley 1755 de 2015 y normas concordantes, en virtud de lo
siguientes enunciados:

HECHOS:

1. Que el suscrito es trabajador del magisterio y dentro de mi núcleo familiar afiliado al


sistema de salud se encuentra como beneficiario mi hijo WILLIAM ANDRES LOPEZ
MARTINEZ.
2. Que mi hijo WILLIAM ANDRES LOPEZ MARTINEZ el día 12 de diciembre del año 2019,
fue remitido y valorado por un especialista en Nutrición Infantil el Pediatra OMAR PEREZ
ALVAREZ el cual emitió el siguiente concepto: “paciente que ha venido con mal
progreso en su peso y en su talla, que come poco (en pequeñas cantidades) y es muy
selectivo con los alimentos……se encuentra en seguimiento por endocrinología
pediátrica por talla baja” , dicho informe se observa en la historia clínica que se anexa en
la presente.
3. Que en virtud del diagnóstico anterior el pediatra ordenó un plan terapéutico para
reforzar pautas nutricionales con los siguientes suplementos y medicamentos:

“FORTINI LATA 400 gramos 1 VASO POR DIA………………..4 LATAS POR MES
KIDCAL SUSPENSION 12 CC POR DIA……………………….2 FRASCOS POR MES
TRIMETABOL SUSPENSION 5 CC CADA 12 HORAS……….2 FRASCOS POR MES”

Esto se evidencia en la historia clínica que se anexa con fecha de 12 de Diciembre del
Año 2019. .
4. Que ante la no entrega de los suplementos y medicamentos nutricionales por parte de la
demandada, procedí a presentar derecho de petición con fecha de recepción de 19 de
Diciembre de 2019 con el objeto de solicitar la entrega de los medicamentos y
suplementos ordenados por el pediatra OMAR PEREZ ALVAREZ, tal como se evidencia
en la historia clínica que se anexa en los folios.
5. No obstante de lo anterior, la accionada no ha otorgado respuesta clara y de fondo a la
solicitud que en el punto 3 se anotó, por lo que se está vulnerado de manera simultánea
mis derechos fundamentales a la vida digna, a la salud, al debido proceso y de petición
por la omisión flagrante realizada por la UNIDAD MEDICA DEL NORTE LTDA.
6. Que nuevamente en cita de control realizada el día 30 del mes de julio de la presente
anualidad el pediatra OMAR PEREZ ALVAREZ ordeno el mismo plan terapéutico que
arriba se señaló, así mismo precisa que mi hijo continua en seguimiento por
endocrinología pediátrica por talla baja, esto se hace visible a los folios de la presente.
7. Que el suscrito en lo posible a tratado de asumir los costos de dicho tratamiento ante la
omisión de la accionada, sin embargo ya no tengo los suficientes recursos económicos
para poder seguir solventando los gastos de los medicamentos y suplementos
nutricionales ordenados por el pediatra, por lo que esto coloca en riesgo la salud de mi
hijo WILLIAM ANDRES LOPEZ MARTINEZ por el no suministro de dichos
medicamentos.

FUNDAMENTOS DE DERECHOS

Las EPS legalmente constituidas están obligadas a proporcionar a la


población afiliada los medicamentos y la atención médica integral que
necesiten, independientemente a que tengan la calidad de POS o NO
POS, de conformidad con lo establecido en la Resolución No. 5592 de
2015, por medio del cual se actualiza integralmente el plan de beneficio
de salud con cargo a la unidad de pago por capitación del Sistema
General de Seguridad Social en Salud.

En este sentido, la Corte Constitucional mediante SENTENCIA T-


760/2008, ha manifestado reiteradamente la obligación que le asiste a
las EPS de proveer a sus afiliados la atención requerida, sin someterles
al desgaste administrativo producto del cruce de cuentas a que haya
lugar con el organismo oficial correspondiente:

Sostiene la Corte en dicha sentencia lo siguiente:

“La Sala, reiterando jurisprudencia constitucional aplicable, señalará que


una entidad encargada de garantizar la prestación de servicios viola el
derecho a la salud de una persona cuando no autoriza un servicio que
requiera, únicamente invocando como razón para la negativa el hecho
de que no esté incluido en el plan obligatorio de servicios. Toda persona
tiene el derecho constitucional a acceder a los servicios de salud que
requiera con necesidad, es decir, que hayan sido ordenados por el
médico tratante que ha valorado científicamente la necesidad del mismo
y que el interesado no tiene para costearlo por sí mismo la capacidad
económica (porque su costo es impagable por el interesado dado su
nivel de ingreso o le impone una carga desproporcionada para él).

Cuando una persona requiere un servicio de salud que no se encuentra


incluido dentro del Plan Obligatorio de Servicios, y carece de recursos
para cubrir el costo del mismo que le corresponda asumir, las entidades
encargadas de asegurar la prestación del servicio (EPS) deben cumplir
con su responsabilidad y, en consecuencia, asegurar el acceso a éste.
No obstante, es el Estado quien ha de asumir el costo del servicio, por
cuanto le corresponde la obligación de garantizar el goce efectivo del
derecho. En tal sentido, la jurisprudencia constitucional y la regulación
han reconocido a la entidad aseguradora el derecho de repetir contra el
Estado a través del Fosyga. ’’
Para lo anterior se han establecido una serie de requisitos que la
jurisprudencia ha sintetizado de la siguiente manera:

“1ª. Que la falta del medicamento o tratamiento excluido por la


reglamentación legal o administrativa, amenace los derechos
constitucionales fundamentales a la vida o a la integridad personal del
interesado, pues no se puede obligar a las Entidades Promotoras de
Salud a asumir el alto costo de los medicamentos o tratamientos
excluidos, cuando sin ellos no peligran tales derechos.

2ª. Que se trate de un medicamento o tratamiento que no pueda ser


sustituido por uno de los contemplados en el Plan Obligatorio de Salud o
que, pudiendo sustituirse, el sustituto no obtenga el mismo nivel de
efectividad que el excluido del plan, siempre y cuando ese nivel de
efectividad sea el necesario para proteger el mínimo vital del paciente.

3ª. Que el paciente realmente no pueda sufragar el costo del


medicamento o tratamiento requerido, y que no pueda acceder a él por
ningún otro sistema o plan de salud (el prestado a sus trabajadores por
ciertas empresas, planes complementarios prepagados, etc.).

4ª. Que el medicamento o tratamiento haya sido prescrito por un


médico adscrito a la Empresa Promotora de Salud a la cual se halle
afiliado el demandante.”

Así las cosas, cuando se han verificado los anteriores requisitos y se ha podido comprobar que
estos están presentes, la Corte ha ordenado a la entidad accionada la ejecución de la conducta
omitida, esto es, el suministro de los medicamentos recetados y ordenados por el pediatra el
doctor OMAR ANTONIO PEREZ ALVAREZ para el tratamiento nutricional con ocasión al bajo
peso y talla que padece mi hijo WILLIAM ANDRES LOPEZ MARTINEZ.
En igual sentido se puede precisar lo siguiente:
Después de ese pronunciamiento, en múltiples sentencias la Corte ha
reiterado que toda persona tiene derecho a acceder a los servicios que
requiere; esta Corporación ha estudiado, especialmente, casos en los
cuales se niega un servicio de salud por no estar incluido en el POS. Tal
es la situación que se presenta, por ejemplo, en la sentencia T-1034 de
2010 (M.P. Jorge Iván Palacio Palacio) en la cual una entidad negó unos
audífonos a una persona que sufría de hipoacusia neurosensorial, por no
estar incluidos en el POS, pero que fueron ordenados por su médico
tratante. En dicha oportunidad, la Sala Quinta de Revisión reiteró que
“(…) los servicios que se requieren con necesidad son aquellos
indispensables para conservar la salud, en especial, aquellos que
comprometen la vida digna y la integridad personal, no importa cómo se
conozcan en el argot médico o científico, ya sea que se trate de
medicamentos, procedimientos quirúrgicos, diagnósticos, exámenes,
consultas con especialistas, tratamientos, traslados de centros
hospitalarios, etc.”

Por otra parte es dable señalar:


Cabe precisar que la Corte considera que también es procedente la
tutela en los casos en que: (i) “se niegue, sin justificación médico-
científica, un servicio médico incluido dentro del Plan Obligatorio de
Salud” o (ii) “cuando se niegue la autorización para un procedimiento,
medicamento o tratamiento médico excluido del POS, pero requerido de
forma urgente por el paciente, quien no puede adquirirlo por no contar
con los recursos económicos necesarios” Corte Constitucional,
Sentencias T-165 de 2009 y T-050 de 2010 M.P. Gabriel Eduardo
Mendoza Martelo.

Derecho de acceso al Sistema de Salud libre de demoras y cargas


administrativas que no les corresponde asumir a los usuarios.

En la sentencia T-234 de 2013 la Corte Constitucional señaló que uno


de los contenidos obligacionales de la prestación de los servicios de
salud que corresponde al Estado, hace referencia a que este servicio
público esencial sea proporcionado en forma ininterrumpida, oportuna e
integral; razón por la que las justificaciones relacionadas con problemas
presupuestales o de falta de contratación, así como la invención de
trámites administrativos innecesarios para la satisfacción del derecho a
la salud, constituyen, en principio, no solo una vulneración al
compromiso adquirido en la previsión de todos los elementos técnicos,
administrativos y económicos para su satisfacción, sino también un
severo irrespeto por esta garantía fundamental.

Por este motivo, las Entidades Promotoras de Salud, al tener


encomendada la administración de la prestación de estos servicios, que
a su vez son suministrados por las IPS, no pueden someter a los
pacientes a demoras excesivas en la prestación de los mismos o a una
paralización del proceso clínico por razones puramente administrativas o
burocráticas, como el cambio de un contrato médico. En efecto, cuando
existe una interrupción o dilación arbitraria, esto es, que no está
justificada por motivos estrictamente médicos, las reglas de continuidad
y oportunidad se incumplen y en consecuencia, al prolongarse el estado
de anormalidad del enfermo y sus padecimientos, se desconoce el
derecho que tiene toda persona de acceder en condiciones dignas a los
servicios de salud.

Aunque es razonable que el acceso a los servicios médicos pase,


algunas veces, por la superación de ciertos trámites administrativos; la
jurisprudencia constitucional ha dejado en claro que el adelanto de los
mismos no puede constituir un impedimento desproporcionado que
demore excesivamente el tratamiento o que imponga al interesado una
carga que no le corresponde asumir. De allí, que se garantice el derecho
a acceder al Sistema de Salud, libre de obstáculos burocráticos y
administrativos, pues de ello también depende la oportunidad y calidad
del servicio.

En esta línea, si bien para la Corte es claro que existen trámites


administrativos en el sistema de salud que deben cumplirse, en algunos
casos por parte de sus afiliados, también es cierto que muchos de ellos
corresponden a diligencias propias de la Entidad Promotora de Salud,
como la contratación oportuna e ininterrumpida de los servicios médicos
con las Entidades Prestadoras. Estos contratos, mediante los cuales se
consolida la prestación de la asistencia en salud propia del Sistema de
Seguridad Social, establecen exclusivamente una relación obligacional
entre la entidad responsable (EPS) y la institución que de manera
directa los brinda al usuario (IPS), motivo por el que no existe
responsabilidad alguna del paciente en el cumplimiento de estos.

Así pues, en aquellos casos en los cuales las entidades promotoras de


servicios de salud dejan de ofrecer o retardan la atención que está a su
cargo, aduciendo problemas de contratación o cambios de personal
médico, están situando al afiliado en una posición irregular de
responsabilidad, que en modo alguno está obligado a soportar; pues la
omisión de algunos integrantes del Sistema en lo concerniente a la
celebración, renovación o prórroga de los contratos es una cuestión que
debe resolverse al interior de las instituciones obligadas, y no en manos
de los usuarios, siendo ajenos- dichos reveses- a los procesos clínicos
que buscan la recuperación o estabilización de su salud.

Ya en reiteradas ocasiones, esta Corporación se ha referido a la


inoponibilidad de irregularidades administrativas frente a los usuarios de
los servicios médicos, señalando que estas no pueden constituir una
barrera para el disfrute de los derechos de una persona.  En tal sentido,
el vencimiento de un contrato con una IPS, o la demora en la iniciación
del mismo para atender una patología específica, resultan afirmaciones
inexcusables de las Entidades Prestadoras de Salud que riñen con los
principios señalados en el artículo 209 de la Constitución y con la
función estatal de protección a la salud (art. 49 C.P.).

Las demoras ocasionadas por estos factores o el hecho de diferir


tratamientos o procedimientos recomendados por el médico tratante sin
razón aparente, coloca en condiciones de riesgo la integridad física y
mental de los pacientes, mereciendo mayor reproche si se trata de
órdenes emitidas por un profesional adscrito a la entidad, pues los
afiliados, aún bajo la confianza de la aptitud de estas prescripciones
institucionales, deben someterse a esperas indeterminadas que
culminan muchas veces por distorsionar y diluir el objetivo de la
recomendación originalmente indicada, como quiera que el mismo paso
del tiempo puede modificar sustancialmente el estado del enfermo, su
diagnóstico y consecuente manejo.

En síntesis, cuando  por razones de carácter administrativo diferentes a


las razonables de una gestión diligente, una EPS demora un tratamiento
o procedimiento médico al cual la persona tiene derecho, viola su
derecho a la salud e impide su efectiva recuperación física y emocional,
pues los conflictos contractuales que puedan presentarse entre las
distintas entidades o al interior de la propia empresa como consecuencia
de la ineficiencia o de la falta de planeación de estas, no constituyen
justa causa para impedir el acceso de sus afiliados a la continuidad
y clausura óptima de los servicios médicos prescritos.

PRETENSIONES

De conformidad con las consideraciones expuesta solicito

1. Se AMPARE mi derecho fundamental de Salud, Vida, Dignidad humana, seguridad


social, Debido Proceso, de Petición y de cualquier otro del mismo rango que se
determine como violado.
2. Se ORDENE a la ACCIONADA, que dentro de las 48 horas siguientes a la notificación
de la sentencia, se sirva autorizar y entregar los medicamentos y suplementos
nutricionales “FORTINI LATA 400 gramos 1 VASO POR DIA………………..4 LATAS
POR MES
KIDCAL SUSPENSION 12 CC POR DIA……………………….2 FRASCOS POR MES
TRIMETABOL SUSPENSION 5 CC CADA 12 HORAS……….2 FRASCOS POR MES”.

También podría gustarte