El desarrollo del aprendizaje infantil y adolescente

Una de las tareas imprescindibles de los docentes es conocer los procesos

físicos, cognitivos, sociales y afectivos del desarrollo del aprendizaje de nuestros
alumnos pues tiene la finalidad de establecer las causas de los problemas de
aprendizaje. Adquiere gran importancia al ser una guía, debido a que se puedan
construir acciones y planificar el tratamiento de las dificultades. Mientras más
datos se obtengan durante el diagnóstico, se puede obtener un informe más
completo; por ello no dejan de ser importantes las entrevistas a diferentes actores
involucrados en el aprendizaje de los niños como son los padres. Según Serrano y
Rangel, ello va a determinar, en primera instancia, los objetivos educativos, las
condiciones de las propuestas didácticas a desarrollar, y las pautas de interacción
social en el aula.

Hoy en día el estudiante está influido por las interacciones sociales, las relaciones
interpersonales y la comunicación con los demás. Lo pudimos constatar con la
pandemia saliente. Al regreso a las aulas, los alumnos se mostraban más tímidos,
sin poder expresar libremente sus emociones, lo cual influyó en sus estados de
ánimo. Sin embargo, al transcurrir el tiempo, se tornó más la confianza entre ellos
y la sociabilidad mejoró. Asimismo el ánimo por realizar las actividades escolares.
El ser humano es social por naturaleza, y sin este elemento, nuestro desempeño
sin duda es limitado. “Todos aprendemos por interacción social. Muchos
resultados muestran que no se aprende lo mismo con un medio digital que con
una persona.

Para entender la forma en que aprende cada niño, el comportamiento y los

desafíos, platico con ellos. Identifico a los estudiantes que están teniendo
mayores dificultades para luego los invito a hablar fuera del salón de clase, en el
recreo. Les pregunto cómo se sienten, qué desayunaron, cómo descansaron, qué
le pareció más difícil ese día, cómo aprende mejor, cómo le gustaría que lo
apoyara. Al inicio de la clase también seleccionan el estado de ánimo con el que
llegan a la clase y en plenaria se comparte lo que piensan. Escriben en el frasco
de las emociones sus formas de pensar sobre ese día. Muchas de las acciones
realizadas se anotan en la bitácora escolar para luego platicar con los padres de
familia sobre la forma de intervención. Se trata de hacerlos sentir d emanera
agradable y en confianza. Ciertamente, la percepción d elos niños sobre su
desempeño y aprendizaje también tiene una fuerte influencia emocional. Por eso
no se exigen la excelencia sino la originalidad. Que puedan ser ellos mismos. Si el
estudiante percibe que el entorno es favorecedor, que lo apoya y alienta, el nivel
de motivación para participar en la clase será mayor.

En cada tiempo de pandemia, se ha vivido de manera diferente, pero en esta,

pudimos tener la existencia de medios de comunicación accesibles, la posibilidad
de poder estar al tanto de lo que pasaba en otras naciones y cómo enfrentaban la
situación, poder estar con contacto, aunque sea por videollamadas con nuestros
seres queridos.
No obstante, el video de Claudia Mora indica que tras el confinamiento se
arraigaron costumbres que afectaron a los niños neurológica y socialmente el
desarrollo integral, en algunos, por el apego exhaustivo de los padres. El aspecto
que más impactó fue el de la salud emocional. Muchos niños vivieron abusos,
violencia, perdieron seres queridos. Una información esencial para la planeación
de nuestra intervención es lo que sabíamos de cada una de nuestras alumnas y
alumnos, acerca de sus aprendizajes, su entorno, sus formas de participación,
sobre todo en esos momentos en que no trabajamos de forma directa con ellos.
Es importante considerar un acompañamiento más cercano para aquellos
estudiantes que sabemos, se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.

De igual manera, conocer su estado de ánimo es un factor primordial para generar

estrategias orientadas a fortalecer sus emociones, a estimular su participación en
las sesiones virtuales (ya que en mi escuela hubo 3 semanas virtuales) y favorecer
su trabajo en casa con sus familiares (o a solas cuando no tiene ese apoyo). Es
decir, crear un ambiente armonioso que le haga sentir bien y favorezca su
aprendizaje.