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UNELLEZ-BARINAS
CI- 26.494.126
AUTOESTUDIO.
El Derecho Agrario es una rama del Derecho que persigue ajustar a las relaciones
jurídicas de carácter agrario a los dictados de la justicia social, con el objeto de
facilitar y crear las condiciones necesarias para llevar a cabo una Reforma Agraria
Integral, o sea, para lograr un aumento de la producción agrícola y para hacer
posible una distribución de la propiedad agraria mas justa y equitativa.
Asimismo, podemos concluir que el Derecho Agrario valora y regula el uso de los
recursos naturales renovables y que cubre de modo omnicomprensivo todos los
matices de la actividad agraria, tomando en cuenta tanto al campesino como a los
demás productores, según su peculiar situación institucional, por otro lado, el
derecho agrario venezolano está condicionado por la naturaleza, historia y los
valores, es pluralista, no clasista, porque así lo manda la Constitución Nacional,
protege primordial pero no exclusivamente a los campesinos, propugna el
incremento de la producción nacional como exigencia de la soberanía económica
del país, atiende a las defensas de los recursos naturales renovables, y por ende
la del sistema ecológico, permitiendo así la explotación de estos.
El Derecho Agrario pretende lograr una distribución mas justa de las tierras rurales
y aumentar la productividad del sector agrario como se menciono anteriormente, y
asimismo, eliminar el latifundio, mejorar el uso de la tierra evitando la acumulación
o tenencia de tierras ociosas que no cumplan principalmente con la seguridad
agroalimentaria.
El objeto de esta rama del Derecho puede desdoblarse en una doble vertiente.
Uno, el aspecto formal constituido por las normas y el otro, el material, que se
conforma por hechos y valores. Teóricamente, la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario, como columna vertebral del Derecho Agrario Nacional, persigue el
cumplimiento de las líneas gruesas trazadas por el constituyente en 1999, como el
establecimiento de estrategias y planes para el desarrollo rural integral y
sustentable, con la finalidad mediata de dar cumplimiento a la garantía de la
seguridad alimentaria de la población, lo que se define a su vez como la
disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional, aunado a la
capacidad de la población para adquirir los bienes requeridos para su dieta diaria.
Para cumplir con este objetivo macro de la Ley, deben combinarse factores de
diversa índole como financieros, comerciales, tecnológicos, crediticios, tenencia,
previsiones de importación de insumos, etc.
El origen del Derecho Agrario y su vinculación con los Derechos Humanos, surge
a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX por la confluencia de factores
económicos, sociales, jurídicos, políticos e ideológicos y hasta culturales. Bajo el
Derecho Romano se denomino a la Ley de las Doce tablas, como el primer código
agrario del mundo e incluso en esta época existían unos contratos agrarios
especiales llamados “Colonato” los cuales se celebraban para el desarrollo de las
tierras publica-rurales. Más adelante, en la Edad Media nace el concepto de Villa o
Distrito Rural. En el siglo XIX se fortalece la clase terrateniente, sin producirse
cambios estructurales en la economía, lo cual continuaba descansando en el
régimen Latifundista y el código Napoleónico estaba destinado a regir a las
sociedades rurales, por lo tanto se veía el Derecho Agrario como un derecho
estático, pues se le conceptuaba como el derecho de la agricultura, con lo cual se
postularon normas destinadas a regular las labores agrícolas.
Por otro lado, la ley de Tierras y Desarrollo Agrario, tiene como objeto establecer
las bases del desarrollo rural integral y sustentable; entendido este como el medio
fundamental para el desarrollo humano y crecimiento económico del sector agrario
dentro de una justa distribución de las riquezas y una planificación estratégica,
democrática y participativa, eliminando el latifundio como sistema contrario a la
justicia, al interés general y a la paz social en el campo.
Por otro lado, los sujetos de aplicación de la derogada Ley de Reforma Agraria de
1960, lo constituían exclusivamente los campesinos que carecían de tierra o la
poseían en cantidades insuficientes. Los beneficios que ella contemplaba en
ningún momento podían recaer sobre el denominado productor agropecuario,
pues se supone que estos cuentan con tierras y medios económicos suficientes
para el desarrollo para actividades agropecuarias. De tal manera, que la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario (2010) fue concebida para resolver el grave problema
de injusticia que significa mantener en el campo venezolano una clase social
totalmente empobrecida, por tal motivo, el derecho agrario venezolano había sido
ubicado en el campo del derecho social. Asimismo, la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario (2010) en su Art 13, señala que son sujetos beneficiarios de la misma
todos los venezolanos que hayan optado por el trabajo rural. Esta norma se
corresponde con el artículo 307 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (2000), el cual elimina el privilegio que el art 105 de la derogada
Constitución Nacional de 1961, otorgaba a los campesinos para la obtención de
tierras, al establecer que los productores agropecuarios (agroindustria,
latifundistas y multinacionales), tienen el mismo derecho que los campesinos para
la obtención de tierras.
Indudablemente, que esta diferencia en cuanto a los sujetos de aplicación del
Régimen Jurídico Agrario se corresponde con los conceptos de productividad,
capacidad (aptitud), desarrollo rural integral y crecimiento económico, así como
con el nuevo concepto de latifundio incorporado en la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario (2010).
Cabe destacar que existe un principio básico de la función social que surge del
juego dialectico entre propiedad capitalista y el socialismo. Este niega la propiedad
privada y entiende que la misma no es un derecho, sino una función; en cambio, el
pluralismo occidental y cristiano proclama el respeto a la propiedad privada y
reconoce la necesidad de su socialización, la propiedad se instrumenta con su
función social.