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Sociedad y guerra medieval.

Justificaciones políticas y religiosas

En la sociedad medieval occidental tuvo impacto tremendo la guerra. Sociedades


organizadas para la guerra. Se configuraron de tal forma que es muy difícil diferenciar lo
social de lo militar. Cualquier individuo en algún momento de su vida o del año es militar.
No existe en la sociedad medieval un ejército profesional hasta el siglo VIII o IX. El
ejercicio profesional de las armas no está reducido a un grupo social concreto, sino a toda
la sociedad. Las raíces las encontramos en época bajorromana. Dos fenómenos en el
ámbito social y militar: soldados romanos empiezan a recibir tierras en las fronteras que
defienden, por lo que se convierten en campesinos; en el momento en el que se producen
las invasiones germánicas, el campesinado empieza a cumplir el servicio militar, sobre
todo en el ámbito del latifundio, pues los señores les piden a sus campesinos o personas
bajo su jurisdicción que desempeñen una actividad militar, que los convierte en soldados.
En el mundo germánico el hombre libre se define por su condición de guerrero, principio
asumido por la sociedad medieval. La sociedad medieval es la confluencia entre la
sociedad clásica y la aportación de las sociedades germánicas y todo ello bañado por el
cristianismo. La guerra en la época medieval no solo es temporal, sino estacional, pues se
hace en primavera y verano. En esa época, la gente deja su ocupación para convertirse en
guerrera. Se atrae población a las zonas de frontera ofreciéndoles una serie de privilegios
en materia fiscal y política, porque asumes un riesgo que no va a ser protegido por ninguna
figura estatal, eres tú con tus vecinos quienes deben proteger sus propiedades. Todo el
mundo tiene la obligación de coger las armas, aunque su obligación normalmente sea
otra. La guerra se justifica de muchas maneras. Concepto de guerra justa. Es necesario
moral y jurídicamente justificar la violencia. Autores clásicos establecieron algunos
requisitos (que sea declarada por un poder público legítimo, no por un particular; que
responda a una causa justa, que responda a una violencia que se ha recibido y que no ha
sido combatida por una autoridad superior (autodefensa o defensa propia)). Invasión
injustificada. Un tercer requisito es que la intención fuera recta, la motivación tenía que
ser justificada, por ejemplo, se defendían de una invasión injustificada. Gran
argumentario para legitimar la guerra. Se producen una serie de choques entre distintas
civilizaciones que se caracterizan por tener religiones distintas, por lo que a partir de un
determinado momento la religión pasa a ser un argumento justificador de la guerra.
Cuando la cristiandad se ve amenazada, justifica la guerra con argumentos religiosos.
Mezcla de elementos jurídicos y religiosos. Hay diferencia entre cruzada (tipo de guerra
santa) y guerra santa (concepto amplísimo. Se hace en el nombre de Dios o porque Dios
lo ha mandado). También se entiende como guerra santa aquella que se hace en defensa
de la iglesia o de la civilización cristiana. En las prácticas violentas se encuentran
símbolos de carácter sagrado. Un hecho que confirma la sacralidad de un conflicto es por
ejemplo cuando los combatientes se confiesan antes de combatir, o cuando se hace una
misa para agradecer a Dios por la victoria. El concepto de guerra santa es
multisignificativo. En el caso de la cruzada se trata de una guerra hecha en defensa de la
cristiandad para ayudar a los cristianos de oriente que estaban luchando contra los
musulmanes, y también recuperar un territorio que había sido arrebatado a los cristianos.
Primera cruzada Urbano II propone una restauración de la cristiandad. A lo largo de la
edad media, durante los siglos IX y X en ocasiones la iglesia había condenado la violencia
incluso cuando el guerrero había participado en una guerra en defensa de la iglesia. El
guerrero que había participado tenía que confesarse y hacer penitencia después del
combate porque era considerado un homicida a pesar de haber luchado en defensa de la
iglesia. Esta consideración cambia en el siglo XI, pues empieza a considerar a
determinados conflictos que están al servicio de la cristiandad como una vía de salvación
para el guerrero, pues este puede conseguir su salvación ensuciándose las manos de
sangre por la iglesia. Cruzada Avignense. La cruzada es un instrumento en manos del
papado. Son los papas los que idean la cruzada y son ellos los que la utilizan. Ninguna
operación recibe la bula de cruzada si no ha sido aceptada por el papa. La primera es
dirigida hacia oriente. La cruzada es utilizada por los pontífices contra otros enemigos
suyos (musulmanes que se encuentran en la PI, que se convierte en un frente cruzado).
Guerras en al Ándalus y en el mar báltico por parte de los alemanes contra los eslavos
son considerados cruzadas. La emplean contra otros cristianos que son enemigos de la
iglesia, como los herejes, que a pesar de ser cristianos son enemigos de la iglesia y del
papado. También se predica la cruzada contra aquellos reyes cristianos que no siendo
heterodoxos, aunque son cristianos, no se someten a las directrices papales. En 1196/1197
el papa predica una cruzada contra el rey de León, Alfonso IX, por haberse aliado contra
los musulmanes para guerrear a Alfonso VIII de Castilla. La última cruzada en la
península ibérica es la guerra de granada, porque el papa expide bulas de cruzada. A nivel
internacional, en tierra santa las cruzadas dejan de tener sentido cuando los cristianos son
expulsados de allí, en 1292/94, Juan de Acre. Que no haya cruzadas no quiere decir que
no haya proyectos de cruzada, pues durante la baja edad media, siglo XIV y XV, hubo
varios proyectos de cruzada que no salieron adelante. Reconquista: dentro de la legalidad
eclesiástica no ocupa un lugar. No se identifica con la cruzada. La reconquista define una
determinada ideología de la guerra. Crónicas asturianas de finales del siglo IX. Los
cristianos del norte peninsular se sienten herederos de los visigodos, y se sienten con
derecho de recuperar aquello que ha pertenecido a sus antepasados, los visigodos, puesto
que había sido arrebatado por los musulmanes. Detrás de este argumento se encuentra el
principio de guerra justa “tengo que recuperar aquello que me ha sido violentamente
arrebatado, y como me ha sido violentamente arrebatado, pues tengo derecho a
recuperarlo empleando igualmente la violencia”. No solo es lucha irredentista, pues se
tiene conciencia de que los musulmanes no solo destruyen el reino visigodo, sino también
a la iglesia católica. Daño no solo a la patria, sino también a la iglesia, por lo que hay que
luchar por la patria y por la iglesia, y ambas ideas se funden en la reconquista. Tiene un
origen hispánico, mientras que la cruzada es un concepto universal que se aplica sobre el
conjunto de la cristiandad. Las campañas reconquistadoras son campañas dirigidas por
los monarcas hispanos, es una empresa monárquica, mientras que las cruzadas son
empresas pontificias. En la reconquista se impone el ideal de un pueblo que intenta
restaurar el pasado visigodo, recuperar un reino perteneciente a sus antepasados, tanto la
patria como la iglesia, es decir, propone un proyecto de salvación colectiva, mientras que
la cruzada propone un proyecto de salvación individual. Originalmente, en la reconquista
el guerrero no alcanza el paraíso si muere en la batalla, pero en la cruzada sí. Eso sí, ambas
guerras reivindican un territorio que pertenecía a la cristiandad, y ambas son guerras en
defensa de la cristiandad, cargadas de toda la simbología y del ritual religioso. Se produjo
un solapamiento de reconquista y cruzada, pero no una identificación. Uno de los
problemas del historiador profesional son los conceptos (reconquista, edad media…).

Organización militar y obligaciones de la sociedad con sus señores

La guerra medieval tiene un carácter local, organización militar de carácter general.


Diversos tipos de reclutamiento y diversos tipos de obligaciones. Cuando el rey te llama
para la guerra, tienes la obligación de ir al ser súbdito, en las partidas de Alfonso X el
sabio viene regulado, pero se aplicaba desde mucho antes. En la práctica, los monarcas
medievales carecían de una estructura administrativa, financiera y estatal que les
permitiera exigir esa obligación de carácter general, por lo que estas obligaciones se
ponían en práctica únicamente en supuestos defensivos, cuando por ejemplo eran
atacados. En otras ocasiones eran los monarcas los que tomaban la iniciativa en una
acción ofensiva, pero acudían los súbditos a ella de manera selectiva, solo un grupo
selecto ordenado por el rey, normalmente los caballeros mejor armados. Defensiva,
carácter general, ofensiva, carácter mucho más selectivo. Cada guerrero se financiaba a
sí mismo y portaba sus propias armas. Obligación feudovasallática, derivada del pacto de
vasallaje. El señor le otorga protección y unos medios de subsistencia y el vasallo a
cambio se compromete a servir al señor militarmente. El señor le ha entregado un feudo
y una soldada, lo que viene a ser un bien. Un porcentaje importante de combatientes se
unen simplemente por las expectativas de los que quieran ganar económica,
políticamente, ascenso social o incluso privilegio espiritual. Mercenarios: cualquiera que
tuviera habilidad y quisiera ganarse la vida en la guerra. Grupos más o menos
especializados que alquilaban sus servicios. No hace falta ser extremadamente habilidoso.
Se podía vivir de la guerra sin serlo, porque la guerra genera beneficio, el cual se reparte.
Al individuo que participaba del botín tiene la posibilidad de ascender socialmente. La
posición que un individuo ocupa en el ejército medieval es el reflejo de su posición social.
En el ejército medieval hay básicamente dos tipos de guerreros, los caballeros y los
peones. Esta realidad no solo alude a la forma de luchar, sino también a una posición
social. El caballero forma parte de un grupo privilegiado, el peón no. La guerra otorga al
individuo la posibilidad de ascender socialmente, pasar de peón a caballero, ¿Cómo?
Cuando participas del botín puedes obtener suficiente ganancia para comprar y mantener
un caballo, o en el reparto te ha correspondido un caballo, desde ese momento has pasado
de peón a caballero tanto en el plano militar como en el plano social. Está calculado que
para los siglos X y XI equivale a la renta pagada por un pueblo a su señor. No solo es
caro, requiere ser bien utilizado. Combatir con un equipo requiere entrenamiento, y
entrena no solo quien tiene el equipo, sino quien tiene tiempo, por lo que implica no estar
trabajando. De esta manera, la élite social se acaba convirtiendo en la élite militar. Pasas
de tener una fiscalidad a no pagar impuestos. Si vives en una ciudad de frontera y pasas
de peón a caballero, no solo vas a disfrutar del privilegio fiscal, sino que vas a poder
participar en el poder político. Por ejemplo Plasencia en el fuero urbano estipula que para
ocupar un cargo público en el consejo de Plasencia era necesario ser caballero. Principio
de discriminación política. Aparte de ser una distinción social, también es una distinción
política. La guerra se convierte en una industria. En una empresa, cuanto más capital se
aporta en una inversión de beneficios, más beneficios te corresponderá, y en la guerra
medieval y el reparto de botín ocurre igual, el caballero va a cobrar más raciones que el
peón, porque su equipo es más completo, por lo que ha invertido más. Lo que se gana no
es solo botín mueble, sino también tierras, bienes inmuebles, pues cuando se conquista
un territorio se reparte, el caballero recibe un lote de tierras mayor que el peón. Para un
peón, el participar en la guerra y ganar un territorio puede significar una ganancia muy
importante, porque se convierte en propietario. Los ejércitos son no permanentes. El rey
no tiene un ejército a su servicio permanentemente. El rey los convoca en primavera o
verano y posteriormente se disuelve. La milicia se disuelve porque está formada por gente
con obligaciones que cumplir. Cada ciudad aporta su milicia. Ejército heterogéneo,
porque está formado por las tropas que aportan los nobles, las ciudades, los obispos,
porque también son señores, y las órdenes militares. Las tropas mantienen su identidad y
autonomía dentro de la hueste del rey. En el caso hispánico, a finales de la edad media,
se pasa de un ejército no permanente a un ejército permanente, en tiempos de los reyes
católicos, con un ejército que está unido tanto en tiempos de guerra como en tiempos de
paz, esta cuestión lo diferencia mucho de un ejército medieval, puesto que este solo estaba
unido en tiempos de guerra. Repercusión directa en el entrenamiento colectivo, porque
solo se puede entrenar en tiempos de paz, en tiempo de guerra se aplica la instrucción
aplicada en los cuarteles. Por eso muchas veces da la impresión de que los ejércitos
medievales son indisciplinados porque carecen de un adiestramiento colectivo. La
formación de los ejércitos permanentes va a tono con la formación del estado moderno.
En el ejército medieval la mayor parte de las milicias que interviene tienen procedencia
privada o particular. El ejército profesional de época de los rrcc y posterior es un ejército
público, por lo que ha sido financiado con los recursos públicos. Cuando un noble se
incorpora al ejército real sigue mandando en su milicia en calidad de señor y además porta
su bandera, cuando en el siglo XV entra al ejército real esto ya no lo hace, sino que a lo
mejor entra como capitán y manda una compañía, pero esa no es su milicia. Es decir, entra
a formar parte de una estructura estatal. Cadena de mando: en la edad media no es
profesionalizada y estable, en la toma de decisiones el rey estás asesorado por un consejo
de guerra, pero por debajo de esto no hay una cadena de mando estable, sino que cada
milicia tiene su propia estructura de mando, la milicia de un señor es dirigida por el propio
señor, la milicia de la ciudad es comandada por el alcalde o juez de la milicia, es decir,
mantienen las cadenas de mando de la zona de procedencia. En el ejército real existe una
estructura reglamentada, una cadena de mando establecida y permanente. Cuando los
objetivos son diferentes, hay una parte del ejército que puede no obedecer, y explica
muchos actos de indisciplina y traición. Cada una de las milicias no existe solo para que
puedan ser llamadas por el monarca, pero el señor puede hacer uso de la milicia contra
otro adversario, al igual que las milicias de las ciudades, pueden actuar por su cuenta
siguiendo sus intereses y para satisfacer sus necesidades. La infantería evoluciona:
durante mucho tiempo se ha entendido que hasta finales del siglo XIII estuvo muy
subordinada a la caballería pesada, y habría sido su fuerza de apoyo, pero hoy en día está
muy discutido. Tapiz de Bayeux: en la batalla de Hasting tuvieron gran importancia los
arqueros, que fueron los causantes de la muerte del monarca. En todos los ejércitos
medievales encontramos peones, pero apenas se habla de ellos. A partir del siglo XIV la
infantería empieza a cobrar más importancia, y sobre todo en el siglo XV tienen lugar una
serie de cambios relacionados con la aparición de los ejércitos permanentes y los
encuadramientos en unidades militares, empieza a tener un papel decisivo en los campos
de batalla, y empieza a desplazar a la caballería, debido a los cambios que tienen lugar en
el armamento (picas) y en los campos de batalla, así como en la forma de combatir de los
pones, que forman cuadros cerrados, pero sobre todo son profesionales, y por tanto
cuentan con un adiestramiento en tiempos de paz. Pasan a ser un elemento decisivo. Otros
ejemplos de arqueros: Aljubarrota y Alarcos. Evolución de la caballería: a partir del siglo
XI, cambio en la forma de combatir de la caballería, normalmente suelen utilizar un
equipo ligero, con una lanza como jabalina, a partir del siglo XI la empiezan a utilizar
como arma de choque, por lo que se tiene que alargar y coger bajo el brazo, bajo la axila,
pero si va a realizar y recibir ese impacto requieren de una protección, por lo que su
defensa aumenta, engrosando la cota de malla, añadiéndole placas metálicas a la cota y
aumentando el tamaño del casco. También se protege al caballo, porque también choca,
con mantas defensivas. Se pasa del caballero ligeramente armado al caballero acorazado.
Se necesita ir encajonado para no caerse, por lo que se sube la silla, y le mejoran los
estribos para que mantenga el equilibrio, sin embargo, en el ámbito hispánico la caballería
es más ligera y ágil, muy bien ajustada a las necesidades de combate contra los
musulmanes. Introducción de la artillería de pólvora. En el mundo medieval los medios
defensivos son superiores a los ofensivos, pero la introducción de la artillería de pólvora
cambia este aspecto radicalmente, pues el asedio duraba como mucho una semana.

Fuerzas no permanentes: huestes señoriales y concejiles. En el mundo medieval, en la


época bajo imperial romana, los terratenientes comenzaron a organizar sus propios
ejércitos, con el paso del tiempo, en la plena edad media, los señores cuentan con su
milicia. Algo parecido ocurre con las ciudades, que son entidades políticas autónomas,
con su propio gobierno, fiscalidad, administración y ley que se plasma en un documento
local que es el fuero local. En las ciudades cada vecino tiene que cumplir el servicio
militar, que se concreta en su participación en el ejército en tareas defensivas y ofensivas.
En este caso la milicia es institucional y concejil. En ambos casos son no permanentes.
En las ciudades amuralladas encontramos organizaciones militares permanentes, como
las guarniciones de los castillos, que son fuerzas de pago, porque estas sí tienen que estar
permanentemente ahí, pero hay más, por lo menos dos, las guardias personales de los
reyes, originalmente organizadas para defender al rey, que también cumplen funciones
militares, y el tercer elemento permanente son las órdenes militares, pues sus caballeros
lo son permanentemente. De cualquier forma, los ejércitos medievales son no
permanentes porque es la ciudad y los señores (elementos no permanentes) los que tienen
que aportar la masa de los guerreros, porque los tres casos nombrados anteriormente son
élites militares, pero aportan cualidad, no cantidad, al ejército reclutado por el rey. La
guardia personal de Fernando III no estaba compuesta por más de 100 personas que eran
caballeros o ballesteros. Únicamente aportaban experiencia y calidad. Los cuerpos
selectos permanentes en ocasiones podían actuar como capitanes de distintas fuerzas, pero
no siempre es así, lo que sí está claro es el mantenimiento de la autonomía de cada milicia.
En el ámbito hispánico las órdenes militares tienen una importancia que no tienen en otros
sitios de Europa, por el hecho de que se enfrentan al islam.

Actividades guerreras. Tipo de guerra que se hacía

Una de las características del ejército medieval es que carece de infraestructura logística,
no dispone de una infraestructura que le aporte víveres o armamento, pues esta
infraestructura también se ponía en marcha cuando el ejército era convocado para el
combate, por lo que dicha infraestructura era muy deficiente. La cantidad de víveres que
el ejército llevaba consigo al desplazarse a territorio enemigo era limitada debido al medio
de transporte y a que se estropeaban, por lo que vivían sobre el terreno. Era conveniente
hacer la guerra en el tiempo en el que los frutos del campo están maduros y se pueden
alimentar de ellos, y esa época es primavera y verano. En la Edad Media lo defensivo es
superior a lo ofensivo, por lo tanto, cualquier ejército que quisiera llevar a cabo un
proyecto de conquista, por ejemplo en el ámbito hispánico, implicaba desgastar los
recursos del adversario, llevando a cabo una guerra de desgaste que se iban prolongando
durante los años para ir derrotando al adversario, pues si la guerra se lleva a cabo al final
del ciclo agrícola, en primavera o en verano, se le condena al enemigo a pasar hambre
durante el año, por lo que al año siguiente será más débil. La guerra de desgaste tiene dos
objetivos: debilitar al enemigo y enriquecerte a costa del adversario. Destruyes lo ajeno
y fortaleces lo propio. Es la operación medieval militar más cotidiana, la guerra de
desgaste. La incursión podía estar formada por un grupo pequeño de combatientes
(ejemplo de milicia de ciudad, 5/10 vecinos). El cautiverio también es un negocio en el
contexto fronterizo. Otro ejemplo son los caballeros de Ávila que llegan hasta el Valle de
Guadalquivir. Las expediciones de mayor número sí implicaban infraestructura porque
van a extenderse en el tiempo, porque la cantidad de botín recaudado es grande. Caso de
Giraldo. Guerra en la PI de control del territorio, es decir, de conquista. Para tomar una
fortificación había que realizar un asedio, pero previo al asedio eran necesarias una serie
de campañas de destrucción, pero no de un mes antes, sino de años antes, por ejemplo,
Toledo fue asediada desde 1082 y fue tomada en 1085, pero no eran ataques continuos a
la ciudad, sino operaciones de desgaste. En Jaén, conquistada por Fernando III en 1246,
el asedio duró 6 meses, pero las operaciones contra su entono se habían iniciado 20 años
antes, guerra sistemática en la que se quiebran sus recursos no solo económicos sino
también morales. Otro ejemplo puede ser el asedio del Cid a Valencia. Guerra de desgaste
íntimamente asociada a la guerra de asedio, siendo su primera fase de la guerra de asedio.
El mundo medieval es un espacio encastillado. Una comunidad que en un momento se
siente amenazada construye una muralla. En este tipo de espacio, el ejército que quiera
tomarlo tiene que apoderarse de los puntos fuertes, porque el punto fuerte no sólo es una
fortaleza, sino que también es un polo de colonización agraria, un centro económico
porque ahí tiene la sede el mercado, un centro político porque ahí radica la autoridad local
jurisdiccional, un centro administrativo… es decir, es un centro del que depende la vida
del entorno que controla el castillo, por lo que si un ejército quiere adentrarse en el terreno,
necesita ir tomando las fortalezas. La guerra de conquista deriva de esta manera en una
guerra de posiciones, porque el éxito o el fracaso puede depender de la toma de una
determinada fortaleza. Hay varias maneras, operaciones simples como asaltos por
sorpresa de noche o aprovechando el mal tiempo, requiere muy pocos medios, tiempo y
hombres, la conquista es inmediata, son factibles ante una pequeña fortaleza y guarnición,
pero no sirve en el caso de las grandes ciudades, y tenemos el ejemplo de Córdoba, donde
el comando solo consiguió controlar una parte de la muralla. Refiriendo exclusivamente
al mundo hispánico, los grandes centros administrativos en Al-Ándalus eran las ciudades,
pero para tomarlas no servía el asalto por sorpresa, sino otro tipo de operaciones, como
asaltar una muralla a viva fuerza sin contar con el elemento sorpresa, donde se plantan
unos campamentos delante de una fortaleza y se intenta destruir la fortaleza, pero su
problemática es enorme, debido al tamaño de las murallas y que arriba va a haber alguien
esperando. Los asaltos a viva fuerza, por tanto, tenían un coste en vidas humanas
extraordinario, y no estaba garantizado el éxito de ninguna manera. Muchas veces la
utilización de máquinas de asedio tiene más efecto psicológico que real, puesto que su
tecnología es muy deficiente. La otra posibilidad es el bloqueo, que significa aislarla
físicamente, que implica acampar en sus alrededores y no dejar salir ni entrar a nadie, lo
cual obliga a los que están dentro de la fortaleza a vivir de los recursos que tengan
almacenados, que necesariamente son limitados, lo cual en el momento en el que aparece
el hambre, a no ser que tengan la esperanza de recibir ayuda del exterior, se ven obligados
a firmar un convenio en las mejores condiciones posibles, en el que como mínimo se
respete su vida, en ocasiones implicaba abandonar el lugar donde vivían, y en otras
ocasiones incluso respetaban sus posesiones. Los cronistas le prestan más atención a las
batallas campales que a cualquier otro tipo de operación militar. Se llegaba a una batalla
sin haberlo previsto. En época medieval que dos ejércitos se pongan de acuerdo para el
lugar, sitio y consecuencias en una batalla campal es rarísimo. Normalmente la batalla es
una operación sobrevenida. Por ejemplo, después de una cabalgada, cuando el ejército
invasor vuelve a su lugar de origen con el botín, puede ser interceptado por el ejército de
la zona para o bien quitarle el botín o bien para que finalice el asedio. El fin de la batalla
no sería destruir la fuerza del ejército enemigo, sino poner fin a la destrucción o recuperar
el botín. Otro caso lo vemos en los asedios, pues a lo mejor la fortaleza asediada pide
socorro del exterior, y el ejército salvador necesita presentar batalla al ejército asediador
para ponerle fin al asedio. El objetivo de nuevo no es destruir al ejército enemigo, sino
ponerle fin al asedio. La mayoría de las batallas son choques fortuitos, no buscados. La
Batalla de las Navas de Tolosa es de los pocos ejemplos en los que una campaña se
organiza para una batalla campal por parte de Alfonso VIII. Los dirigentes medievales
tenían a su disposición escritos militares de autores clásicos, uno de los consejos básicos
de Vegecio es no combatir en campo abierto a no ser que estuvieras en superioridad de
condiciones. Las batallas campales se eludían y se evitaban muchas veces, y tenían una
repercusión política directa, por la muerte de nobles e incluso de reyes. Ejemplo, la
victoria de Husting produce un cambio dinástico. El hecho de ser conocedores de los
riesgos hacía que los monarcas evitaran este tipo de enfrentamientos, puesto que un
dirigente podía asumir un gran riesgo para que luego los beneficios fueran nulos.
Ejemplo: 1086, batalla de Sagrajas. Preparación que consiste en elegir el terreno, pues si
no es propicio, se puede eludir, o puede darse una situación en la que tengas a las tropas
del enemigo enfrente y no puedas huir. Depende de la constitución de cada ejército,
depende del rival, de la táctica utilizada, pero existe una forma de comportamiento
generalizado que consiste en organizar distintos cuerpos (vanguardia, cuerpo central y
retaguardia), la operación predominante era la carga de caballería pesada. Movimientos
tácticos habituales en el ejército musulmán: contaban con caballería ligera que tenía un
papel muy importante, que lanzaba flechas contra el ejército enemigo, una de las tácticas
que utilizaban los musulmanes con la caballería ligera era la envolvente, utilizada en
Sagrajas y Alarcos, pero era necesario un terreno muy ancho. En las Navas el terreno no
favorecía inicialmente a los cristianos, pues tienen que luchar cuesta arriba, pero el terreno
es estrecho, por lo que el ejército almohade no pudo poner en práctica las tácticas de
caballería ligera. La suerte tenía mucho que ver en el desenlace de la batalla, pues a pesar
de haber hecho todos los cálculos, podía aparecer un elemento que no se barajaba. No
tenemos registros que nos permitan cuantificar el número de hombres que participan en
una batalla, y por lo tanto no existen cálculos sobre el número de muertes. Las fuentes de
la época exageran el número de muertes. El mayor número de muertes no tiene lugar
durante el choque, sino durante la persecución. El número de bajas tanto de los que ganan
como de los que pierden debería de ser muy elevado. Los duelos sí eran relativamente
habituales. Pero un rey no luchaba con otro rey en un escenario delimitado para evitar un
enfrentamiento campal entre sus ejércitos.

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