Steven Runciman. “Libro 1, libro 2 y libro 3 de la primera parte”.

En Historia de las
cruzadas, traducido por Germán Bleiber. Madrid, Alianza Editorial, 2008. 21-137.
Resumen de lectura numero 7, lunes 9 de octubre de 2023.
HISTORIA DE LAS CRUZADAS.
Resumen personal: Las primeras partes de la lectura se divide en tres libros, donde se nos
explica el movimiento de La Cruzada en Europa desde las expediciones de fe, las
peregrinaciones, las guerras, etc. también se nos muestran las diferentes motivaciones que
tenían los peregrinos y sus lideres, donde coincidían en la obtención de tierras y poder. Otra
cosa que se abarca es el “fracaso” que tuvo estos movimientos en Europa y sus conflictos
con las comunidades musulmanas y judías.
LIBRO I. LOS SANTOS LUGARES DE LA CRISTIANDAD.
La abominación del asolamiento.
Desde la antigüedad el margen oriente del Mediterráneo se perfilaba como la región
más populosa y prospera de Europa; seria aquel echo el que impulsaría a Constantino a fundar
una nueva capital imperial en la vieja ciudad de Bizancio en flanco occidental de la entrada
del estrecho del Bósforo. Lentamente el eje del imperio se movió en dirección oriental y esto
conllevo a un incremento de la presencia romana en la región lo cual fue resentido por los
habitantes locales los cuales nunca habían aceptado de buena gana el dominio romano.
El resentimiento de los locales al dominio de Constantinopla se vio galvanizado por
dos factores: la recesión económica y las disputas religiosas. Si bien el occidente carecía del
desarrollo del oriente no evitaba que representara un mercado rentable donde los
comerciantes orientales pudieran |llevar sus productos y artículos, esto llego a fin con la caída
de la parte occidental del imperio y la pérdida del comercio con occidente afecto
negativamente a los comerciantes del Levante y Egipto mientras que sus impuestos eran
recolectados con mayor recelo por los agentes del emperador.
El cristianismo era en su origen una religión oriental y su propagación por el imperio
vio la formación de una estructura eclesiástica dentro de la cual destacaban un número de
obispados orientales de gran influencia debido a la riqueza y población: Antioquia, Alejandría
y Constantinopla. A causa del conflicto, estas diócesis se oponían entre sí un movimiento
teológico que propició el nacimiento de nuevas sectas cristianas como el nestorianismo;
Jacobinos y coptos. El emperador de Oriente tomará partido en estos conflictos. Pertenecen
a alguna secta e intentan utilizar la autoridad secular para imponer la unidad religiosa.
Esto llevó a un creciente resentimiento local hacia su territorio. Las autoridades
centrales, especialmente en los estados de Siria y Egipto, han colapsado. Bajo influencia
jacobita o copta. Las campañas del emperador Justiniano en el siglo VI no trajeron más que
dificultades a sus súbditos.
Monarca; tuvo que aumentar los impuestos para apoyar a las fuerzas enemigas.
También en Italia, África y España. Los persas sasánidas reconocieron la interferencia
romana; Lanzaron incursiones a través de fronteras indefensas. Los sucesores de Justiniano
sufrieron pocas pérdidas. Sus famosos sucesores conquistaron poco a poco, a excepción de
África, Sicilia e Italia.

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 La situación alcanzó un clímax en 610 con el ascenso de Heraclio al Trono Violeta.
Cosroes II, que había pasado años preparándose para su gran empresa, invadió la frontera.
La última guerra romano-persa comenzó en Oriente y duró 19 años. Cosroes lograría
conquistar partes de Siria, Levante, Egipto y Anatolia, pero se mostró reacio a hacerlo.
Firmar la paz le supondría un gran coste. Heraclio reunió un gran ejército y lo
comandó personalmente. El destino es Mesopotamia, pasando por Armenia. 627, en el
distrito de Heraclio En Nínive, Cosroes fue encarcelado por los persas y asesinado al año
siguiente. se firmó la paz. En 629, se estableció el estatus quo Bellum y Heraclio regresó
triunfante a Constantinopla. Heraclio no pudo descansar. Por primera vez en casi 20 años, el
campo quedó devastado.
Debido a la sangrienta guerra, el tesoro estaba vacío y tuvo que lidiar con la partición.
Dentro del imperio. Heraclio eligió el logro de la unidad religiosa como su próximo objetivo.
Dentro del imperio. promovió doctrinas destinadas a unir varias sectas los cristianos
adoptaron un enfoque teológico, pero la medida fue rechazada por todos.
Se está expandiendo rápidamente. La institución fue fundada en 622 y dentro de diez
años. Logró conquistar la mayor parte de la Península Arábiga. Entró el califa Omar. En 634
inició una extensa campaña que condujo a ello. El Imperio Romano resultó gravemente
herido. Aunque perdimos nuestra región más valiosa, pudimos fortalecernos en las zonas
montañosas del país. Tauro y Armenia occidental. Los sasánidas no compartieron este
destino.
La época de la conquista, que no impidió la continuación de las invasiones
musulmanas, los siglos VIII y VIII. IX estaría marcado por las incursiones árabes en el
interior de Anatolia. Prevención. Uno de los principales objetivos de las reformas fue frenar
las redadas anuales. Los romanos influirían en el desarrollo de los sistemas políticos,
militares y económicos del imperio.
Los habitantes de Siria, Palestina y Egipto recibieron de manos abiertas a los
invasores puesto que los nuevos amos impusieron un régimen fiscal más ligero que el
romano, medida que se vio acompañada a la vez del cese de las persecuciones en contra de
las sectas cristianas. Los árabes impusieron leyes que regían la conducta, vestimenta y
práctica religiosa de los dhimmis pero al igual que el régimen fiscal las nuevas leyes
resultaban más ligeras que el dominio romano puesto que tenían como objetivo el
mantenimiento del status quo de la región al momento de la conquista.
El control islámico de la región inicio el declive de las herejías cristianas debido a la
conversión de los miembros de aquellas sectas al islam, ya fuese por beneficios económicos
o políticos; en 100 años la mayoría de la población de Siria se había convertido al islam. La
mayor parte del islam está cerca de enseñanzas religiosas heréticas.
Consideraban la conversión al islam con poca hostilidad. proceso de conversión
religiosa residentes apoyados en el proceso de transformación cultural local Siria y Palestina
adoptaron el idioma y las costumbres árabes por conveniencia. Añadió que interactuó con
funcionarios militares y administrativos árabes.
La paz entre el Imperio Romano y los fatimíes permitió que floreciera el comercio y
la cultura de ambos países. Varias décadas después de la muerte de Basilio II, se considera la

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Edad de Oro del Imperio Romano de Oriente. Se convirtió en Constantinopla, una de las
ciudades más grandes del mundo atrae a más gente gracias a la afluencia de gente.
Comercio que atraviesa una ciudad en dirección este u oeste. riqueza generada, esto
provocó una explosión del arte y la literatura y el nacimiento de muchos más movimientos.
La economía y la gente de la ciudad. Pero todo el éxito de Roma dependía de ello, balance.
Las reformas de los siglos VIII y IX descentralizaron en gran medida las instituciones
militares.
El país cambió para resistir las incursiones árabes anuales en Anatolia. Esto es para
producir ganado que no interfiera con los depredadores. Las personas influyentes y los
monasterios ganaron gradualmente el monopolio mediante la compra de tierras. Propiedad
del agricultor. Ataque del emperador Nicéforo Focas y Juan.
Los Tzimise dependían del apoyo de los magnates de Anatolia. Soldados y personas
influyentes apoyaron estas campañas para proteger y ampliar su riqueza. La aristocracia local
desafiaría la autoridad de la burocracia civil, pero en realidad así fue.
LIBRO II. LA PREDICACIÓN DE LA CRUZADA.
Santa paz y Guerra santa.
¿Tenían los cristianos de aquella época la capacidad de luchar por su país? Hubo un
gran debate sobre esto, ya que su religión aboga por la paz y la guerra es lo que la destruye.
¿No deberían todavía tener el coraje de asegurar su felicidad? La Iglesia Oriental no lo creía
así. Un claro ejemplo de ello es San Basilio. Ordenó que todo soldado muerto en la guerra,
incluso bajo mando, debía recibir la Sagrada Comunión durante tres años. Esto demuestra
además que los mártires no fueron víctimas de la guerra, ya que era sagrado para ellos morir
usando su fe como defensa. Esto significó que no hubo guerras sangrientas en la historia
bizantina y eligieron métodos más pacíficos, incluso si había dinero y diplomacia de por
medio.
Occidente no estaba tan ilustrado. Sabemos cuándo San Agustín dijo que Dios ordenó
que se hicieran guerras en su nombre. Toda esta ideología se ve reforzada por los códigos de
caballería surgidos en la época, que daban prestigio a los héroes militares y menos
degradantes a los pacifistas. Esta energía de guerra fue concentrada por la iglesia para su
propio beneficio. Se puede decir que la guerra santa era lo que quería la propia iglesia. El
Papa León IV dijo que el Cielo compensaría a quienes murieran defendiendo a la Iglesia. "El
Papa Juan VIII consideró mártires a las víctimas de la Guerra Santa." Nicolás I dijo que
cualquiera que muera defendiendo a la Iglesia con un arma en la mano será perdonado. Desde
el punto de vista de la Iglesia, la guerra no estaba mal vista, pero eso no detuvo a los
pensadores de la época. Bruno von Kurfurt estaba horrorizado por las guerras entre monarcas
cristianos. Y algunos incluso intentaron cambiar esta ideología en Occidente, como cuando
comenzó el movimiento pacifista en Francia.
Poco después se creó la Alianza por la Paz, principalmente para garantizar la paz, y
se convirtió en enemiga de los grupos armados. Al principio todo funcionó bien, pero luego
se produjo un daño y se rompió. Un segundo intento de declarar aún más la paz es establecer
un alto el fuego en ciertos días del año. Esto duró la mayor parte de la semana, mientras que
el Ducado de Borgoña duró de miércoles a lunes.

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 "De hecho, los movimientos por la paz rara vez son tan impresionantes como la teoría,
y el movimiento por la paz del siglo XI no fue una excepción". Constantinopla fue atacada
el domingo de Pascua, y el caos que siguió fue palpable. Hubo momentos en que estos
ejercicios no fueron seguidos, como cuando llegué a entender. este lugar. Era tan difícil que
parecía más prudente seguir dirigiendo el deseo de guerra contra los infieles.
Los musulmanes representaban una amenaza para Occidente, pero no tanto como los turcos
para el Imperio Bizantino. El ataque árabe a Constantinopla no fue motivo de preocupación
para el imperio. Aunque se pensaba que eran bárbaros, en realidad eran civilizaciones
grecolatinas, por lo que tenían más similitudes que diferencias de lo que se pensaba. Se
reconoció la libertad religiosa entre cristianos orientales y musulmanes porque sus debates
estaban bien organizados.
Por otro lado, los cristianos occidentales tenían un ego tan grande que eran los sucesores de
Roma, lo que los cegó ante el reconocimiento de que la cultura árabe era muy superior a
ellos. Los musulmanes tenían demasiado control sobre el Mediterráneo occidental y
saquearon Roma. Esto dejó claro que las ciudades del Imperio Romano Occidental eran
inferiores a las musulmanas y, por tanto, podían ser invadidas fácilmente.
Con el paso de los años, ha quedado claro cómo los musulmanes estaban conquistando
tierras que antes estaban gobernadas por cristianos. El hombre que logró esta gran conquista
fue el califa Abd al-Rahman. Sin embargo, muere y su sucesor Hakam tiene que lidiar con
otras guerras que surgirán. Esta esperanza sólo se desvaneció cuando llegó Mahoma ibn Abi
Amir, conocido en español como Almanzor. Aunque saqueó la ciudad de León, tercer
símbolo del cristianismo, procuró no dañar el santuario. Todo fue bien hasta su muerte en
1002, lo que provocó una disminución del poder que habían adquirido los musulmanes.
Los cristianos planearon un contraataque contra los musulmanes. Sancho III, rey de
Navarra, intentó formar una alianza de príncipes cristianos para luchar contra los paganos.
La organización de Cluny tomó medidas para abordar esta cuestión. Ayudó a la condesa
Elcelinda de Barcelona de la amenaza musulmana. Su influencia fue tan grande que se
convirtió en un miembro importante del movimiento reformista. La Santa Sede se alegró de
poder difundir el cristianismo por toda España. Esta guerra, que comenzó alrededor del siglo
X, fue tan importante para los cristianos que se la llamó "Guerra Santa", e incluso el Papa
participó. La muerte del rey Ramiro I a manos de musulmanes conmocionó a Europa y las
guerras continuaron en su nombre. A pesar de las conquistas, no se logró mucho.
El cristianismo se organizó de manera diferente en ambas regiones, mientras que la
región occidental estaba regida por la soberanía temporal del Papa gracias al don de
Constantino, la región oriental se organizó en cuatro importantes patriarcados: Alejandría,
Antíope, Jerusalén y Constantinopla. Esta última alcanzó gran importancia, porque ahora
reemplazó a la gran ciudad de Roma. Al patriarca se le podría llamar el "Juez Principal de la
Iglesia del Mundo Civilizado". Los cristianos orientales veían a la Iglesia occidental como
atrasada debido al poder militar que promovía. A pesar de esta comprensión de Occidente,
Roma fue respetada por la gente de Oriente que decía que el cristianismo debería ser un todo,
no dividido. Como siempre, hubo desacuerdos entre Roma y Constantinopla, ambas
importantes sedes cristianas. La disposición de la iglesia fue perfecta hasta que fue revisada
por el emperador Enrique III en el siglo XI. Esto confirmó que tras su muerte podría recuperar

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su importancia, formar un gobierno extranjero e incluso oponerse a él. Y como siempre,
Oriente no estuvo de acuerdo.
Con grandes planes que conducían a una guerra santa, el Papa fue a Puy, desde donde
envió cartas para conversar con los obispos de Francia y otros países. Estos viajes a Europa
le permitieron conocer un poco más sobre la cruzada española y las figuras importantes
dentro de ella.
Se prohibieron nuevamente las prohibiciones sobre el nombramiento de laicos para
cargos eclesiásticos, la venta de cargos eclesiásticos y el matrimonio de clérigos, y se
mantuvo la Tregua Divina. Además, el rey Felipe fue excomulgado por adulterio y el obispo
de Cambrai también fue excomulgado por cometer simonía. También se observó que los
cuarteles generales de Lyon eran superiores a los de Sens y Reims. El 27 de noviembre,
Urbano dará un discurso espectacular ante una audiencia de varios miles de personas. En este
discurso, dijo que se debe apoyar al Este debido a su relación con Turquía.
Sus palabras fueron tan elocuentes y apasionadas que todos los presentes se animaron
a luchar gritando: "¡Si Dios quiere!" El concilio comenzó entonces su trabajo y emitió un
decreto general que concedía indulgencias temporales a quienes luchaban por la iglesia.
Además, los bienes de quienes participen en las guerras pertenecerán a la Iglesia hasta que
regresen a casa para la guerra. Luego predicó sobre las Cruzadas en varias catedrales para
conseguir que más caballeros se unieran al movimiento y salvaran Oriente. Urbano sólo había
considerado una estrategia terrestre hasta que Raimundo de Tolosa le sugirió que buscara
también potencias marítimas. Urbano confiaba en que su llamamiento daría frutos en toda
Europa, con países como Dinamarca, Génova, Escocia y España apoyando el movimiento.
Esta competencia a gran escala tenía como objetivo iniciar la competencia entre los
principales nobles enumerados.
Alguien vino a predicar sobre las Cruzadas y esa persona era Pedro el Ermitaño. Se
sabía que todas las predicciones que hizo eran precisas. Y hace 1095 años anunció las
Cruzadas. Un problema importante de las Cruzadas fue que tantas personas de todos los
ámbitos de la vida se reunieron en el mismo lugar, esperando refugio y comida, lo que generó
inestabilidad e incluso enfrentamientos.
Alejo se sintió algo alarmado por la llegada de tantos hombres, especialmente
franceses. En términos de implementación de estrategia, era un ejército formidable. Pero lo
que no podía creer era que eran personas muy ambiciosas y codiciosas que temían que la
recompensa tuviera un gran costo. Un brote de langostas destruyó el grano de trigo de
Bizancio.
Para evitar tal confusión con respecto a los viajeros dentro del Imperio, se
establecieron almacenes exclusivos para uso y consumo militar, ya que sería imposible tener
suficiente comida para todos, incluso si trajeran a sus familias con ellos. También estableció
una fuerza policial para vigilar a los francos. Había dos rutas: la ruta del norte y la ruta del
sur. La parte norte cayó en desuso hacia 1064 debido a los peregrinos alemanes.
Recomendaron una determinada ruta a los francos, pero en 1096 Alejo fue informado de que
habían llegado a través de Hungría y ya estaban dentro del imperio.
LIBRO III. EL CAMINO HACIA LAS GUERRAS

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La expedición popular.
El 12 de abril de 1096 (sábado de Gloria), el Ermitaño llego con sus seguidores a la
Colonia. Sus seguidores eran de todas clases y de todos lados, la mayoría acompañados por
sus familias. Iban campesinos y gente de ciudad, antiguos bandoleros y criminales que habían
dejado todo por seguir a Pedro, con una sola cosa en común, su fe. Debian seguir caminando
para poder encontrar los recursos necesarios para alimentarse, debido a que no en todos lados
de se encontraban los recursos necesarios. La Colonia era un lugar con tierra fértil y buena
comunicación. Viendo esto, Pedro quiso sacar provecho del recurso y de paso predicar, con
la esperanza de que algún alemán quisiera unirse a su Cruzada. Tuvo éxito, se unieron nobles
locales encabezados por Hugo de Tubinga, el conde Enrique de Schwarzenberg, Gualterio de
Teck y los tres hijos del conde de Zimmern.
Los francese decidieron no esperar más en Colonia y encabezados por Gualterio Sans-
Avoir se fueron rumbo a Hungría pasada la Pascua de Resurrección. Legaron el 8 de mayo,
donde se dirigieron al rey Colomán para pedir permiso de pasar y provisiones para seguir con
su camino. El rey Colomán amablemente acepto y sin ningún inconveniente. Llegaron a d
finales de mes a Semlin, cruzaron el río Save, por Belgrado.
El comandante de Belgrado no sabia como actuar ante la invasión por lo que mando
un mensaje de urgencia Nish, donde estaba el gobernador. El gobernador llamado Nicetas,
tampoco tenia conocimiento de que hacer en estos casos, por lo que envió un mensajero a
Constantinopla. Mientras tanto, Gualterio pedía víveres para sus hombres, pero todavía no
habían cosechado las siembras y no tenían guarniciones, por lo que lo que sus hombres
empezaron a saquear el campo. En Semlin, dieciséis hombres que no cruzaron el río
intentaron robar un bazar, por lo que fueron despojados de sus armas y vestimentas que
fueron colgadas a forma de advertencia en las murallas, enviándolos desnudos a Belgrado.
Cuando empezaría en saqueo, el comandante de Belgrado tomo las armas. Varios hombres
de Gualterio murieron en batalla mientras que otros fueron quemados vivos en la iglesia.
Gualterio llego a Nish, donde fue bien recibido por Nicetas, entreteniéndolo en lo que
recibía respuesta de Constantinopla. El Emperador pidió a Nicetas que Gualterio se dirigiera
hacia la capital escoltados. Para julio llegaron a Filipópolis, donde murió el tío de Gualterio,
Gualterio de Possy, a mediados de mes llegaron a Constantinopla.
Gualterio le menciono a Nicetas que Pedro estaba cerca y contaba con un ejercito
mayor, por lo que Nicetas se dirigió a Belgrado para encontrarse con él y hablar con el
gobernador de Semlin. Pedro salió de Colonia el 20 de abril, con un ejercito que se acercaba
a los veinte mil hombres y mujeres. Sigueirn el camino de Rin y Neckar arriba, hasta
Danubio. Llegando a Danubio, algunos hombres tomaron barcos para ir en favor del río,
mientras que Pedro y el núcleo central de fuerzas seguirien la ruta que pasaba el sur del lago
Ferto y entraba en Hungría por Oedenburg. Pedro iba ontado en un asno, los caballeros
alemanes en sus cabalgaduras y los carramatos llevaban las provisiones y el dinero que Pedro
recaudo para el viaje, pero la mayoría iba a pie.
Rey Colomán recibió con amabilidad a los mensajeros de Pedro, avisando que
cualquier intento de robo seria castigado. El ejercito paso tranquilamente a través de Hungría
entre finales de mayo y principios de junio. Llegaron a un lugar cercano de Karlovci, dpnde
se unieron con los que hicieron el viaje en barco. 20 de junio llegaron a Semlin.

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 El gobernador se asustó por el numeroso ejercito de Pedro, que se encontraba
desconfiado por los rumores de lo que pasaron los hombres de Gualterio. Fue mayor su miedo
cuando vieron las armas de los dieciséis hombres de Gualterio colgadas de la muralla de la
ciudad. Empezó un conflicto por la venta de un par de zapatos que terminria en una pelea
campal, en contra de los deseos de Pedro, donde los hombres al mando de Godofredo Burel,
atacarían la ciudad. Terminarían muriendo cuatro mil húngaros y capturo un almacén de
provisiones. Se dieron prisa para cruzar el río Save, por el miedo de una venganza del rey
húngaro.
Usando la madera que quitaron de las casas construyeron balsas. Nicetas desde
Belgrado se aseguraba que siguieran un solo camino. Las tropas compuestas por mercenarios
obedientes fueron enviadas en barcazas para impedir cualquier desvió del camino de las
tropas. Al ver que no tendría suficientes tropas para hacer frente al ejército, Nicetas se retiró
a Nish donde se reunió con cuatro generales militares. También con su partida de Belgrado
los ciudadanos decidieron abandonar la ciudad e ir a las montañas.
El ejército de Pedro atravesó Save el 23 de junio. Los pechenegos intentaron que
pasaran por un solo camino, pero fueron atacados. Algunos barcos fueron hundidos, mientras
que los hombres en ellos fueron prisioneros y murieron. El ejército entro en Belgrado,
incendiando y saqueando todo. Caminaron por el bosque durante siete días y llegaron el 3 de
julio a Nishe, donde Pedro se dirigió a Nicetas para pedirle provisiones.
Constantinopla había sido avisada de la llegada de Pedro y Nicetas esperaba la llegada
de los militares que acompañarían a los occidentes a la capital. Mientras tanto, Nicetas
resguardo las guarniciones contratando húngaros y pechenegos, pero seguía siendo muy
peligroso tener una enorme muchedumbre, por lo que Nicetas le solicito a Pedro que
entregara rehenes mientras les daban las provisiones y en cuanto se las dieran irse. Godofredo
Burel y Gualterio de Breteuil fueron os elegidos para ser rehenes. Los habitantes les dieron
provisiones a los peregrinos e incluso a los más pobres les dieron limosna, hubo quienes
quisieron unirse a la peregrinación.
En la mañana partieron a con rubo a Sofia. Algunos alemanes prendieron fuego a
varios molinos por una pelea que tuvieron con un hombre la noche anterior. Al enterarse de
esto, Nicetas mando atacar la retaguardia y tomar prisioneros a varios hombres. Pedro no se
enteró de esto ya que iba varias millas al frente, pero un hombre llamado Lamberto, quien
corrió hasta donde estaba Pedro para darle la noticia. Pedro se reuniría con Nicetas para tratar
de liberar a sus hombres, mientras tanto se corrían los rumores de luchas y traiciones, lo que
terminaría provocando que los alborotadores regresaran a ala ciudad ara robar. La guardia los
rechazó y contraatacarían; Pedro intento calmar a sus hombres para después volver con
Nicetas, pero otro grupo reinicio las peleas. Nicetas mando a sus hombres contra los
cruzados; algunos murieron y otros fueron prisioneros. Pedro perdió la caja con el dinero
para el viaje. Pedro, Reinaldo de Breis y Gualterio de Breteuil junto con quinientos hombres
más siguieron su camino hasta llegar a la ciudad abandonada de Bela Palanka, donde
recogieron la cosecha se reunieron con siete mil hombres más, dándose cuenta que perdieron
una cuarta parte de su ejército.
El 12 de julio llegaron a Sofia, donde se encontraron a los militares de Constantinopla,
que tenían ordenes de dar provisiones y evitar que se quedaran en un lugar durante más de
tres días. En Filipópolis, los griegos se mostraban entusiasmados escuchando los relatos. Días

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antes de llegar a Adrianópolis se encontraron con nuevos enviados que saludaron a Pedro. Se
perdonaron todos los crímenes de la expedición, considerando que ya habían sufrido mucho;
ante tal acto Pedro lloró de alegría.
Llegaron a Constantinopla el 1 de agosto, siendo recibidos con amabilidad por el
Emperador, quien tenia ganas de hablar con Pedro, dándole dinero y consejos. Alejo temía
de la falta de disciplina de las cruzadas por lo que decidió separarlas de Constantinopla, ya
que habían empezado a robar los palacios y villas, esto a pesar de que Constantinopla estaba
bien vigilada.
Gualterio Sans-Avoir llego con sus hombres a Constantinopla y junto a un grupo de
peregrinos italianos se unieron a Pedro, quienes se moverían al otro lado del Bósforo.
Mientras marchaban iban robando casa e iglesias por todo el largo del mar de Mármara hasta
Nicodemia. Se desato un conflicto entre los francese, italianos y alemanes. Los italianos
decidieron escoger como jefe al italiano Reinaldo, con esto se separarían del mando de Pedro.
Mientras tanto, ados partes del ejército se dirigieron al oeste, por el sur del golfo de
Nicomedia, llegando a un campamento llamado por los griegos como Ciboto y Civetot por
los cruzados, donde Alejo había preparado para sus mercenarios ingleses cerca de
Helenópoolis; un lugar con tierras fértiles y fácil acceso al mar de Constantinopla.
Alejo instalo a Pedro mientras esperaban a la mayoría de las cruzadas. El poder de
Pedro venía a la baja, los alemanes, los italianos (al mando de Reinaldo) y los franceses
(influenciados por Godofredo Burel) en lugar de retomar energías seguían metiéndose en
conflictos, robando y saqueando inmediaciones, llegando a robar a los griegos cristianos. A
mitad de septiembre los franceses llegaron a Nicea (capital de Kilij Arslan ibn-Suleiman),
donde saquearon los pueblos y mataron a los habitantes. Después, regresaron a Civetot,
donde venderían su botín.
Reinaldo tomaría un grupo de seis mil alemanes, con los cuales iría más allá de Nicea
para saquear, evitando saquear a los cristianos. Llegaron a un castillo llamado Xerigordon,
el cual llegarían a ocupar, tomando sus provisiones y tomándolo como suyo. El sultán al saber
de esto enviaría un militar de alto grado con un ejercito para reconquistar el castillo, llegando
el 29 de septiembre donde derrotarían a un grupo de emboscada colocado a las afueras del
castillo y pronto apoderándose del manantial que proveía de agua al pozo del castillo. La sed
termino causando desesperación, provocando que tomaran agua de la humedad del suelo,
tomar la sangre de sus caballos y la orina de sus compañeros. Reinadlo aceptaría rendirse,
abriendo las puertas a los enemigos y con la condición de perdonarles sus vidas si
renunciaban al cristianismo, aquellos que seguían su fe terminaron muertos, los demás
terminaron prisioneros, siendo enviados a Antioquía, Alepo y Khorassan.
La conquista del castillo Xerigordon por parte de los alemanes se había difundido por
todo el campamento de Civetot, donde dos espías turcos estaban difundiendo los rumores,
provocando que los soldados pidieran salir con rumbo a Nicea, pasando por los caminos
donde el sultán puso emboscado. Los jefes no podían contener más a sus hombres, pero de
repente se descubrió la suerte del ejército de Reinaldo, pasando de emoción a pánico.
Mientras tanto el poder de Pedro se había esfumado, por lo que decidiría ir a Constantinopla
con el plan de pedir ayuda material al Emperador y así recuperar su poder. Había inquietud
en vengar lo pasado en Xerigordon, pero Gualterio Seans-Avoir los convenció de esperar a
Pedro, sin embargo, él nunca regreso y los turcos se acercaban a Civetot. El Consejo del

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ejército se reunió, donde los jefes más responsabilidad insistían en esperar el regreso de
Pedro, pero Godofredo Burel apoyado por el ejército insistían que era cobarde no ir contra el
enemigo. Al amanecer del 21 de octubre, el ejercito de las cruzadas (con más de 20,000
hombres) salió de Civetot, dejando ancianos, enfermos, mujeres y niños.
El ejército paso por un estrecho y arbolado valle, llegando a Dracón, donde se
encontraban escondidos turcos. El ejército caminaba sin precaución hasta que una lluvia
lanzada desde los bosques mato y dejo inútiles a los caballos, después de esto los turcos
empezaron el ataque. La caballería retrocedió hasta donde estaban la infantería, los caballeros
pelearon con valor, pero el miedo se apodero de ellos. Los hombres huyeron con horror hacia
Civetot, donde empezaban con la rutina de cada día, allí se vieron interrumpidos por los
fugitivos aterrorizados con los enemigos detrás de ellos. No pudieron poner resistencia.
Hombres, mujeres y sacerdotes sufrieron una matanza, algunos huyeron hacia los bosques o
mar. Sólo pocos muchachos y muchachas jóvenes, cuyo aspecto agradaba a los turcos fueron
liberados, convertidos en esclavos. Tres mil corrieron con la suerte de llegar a un viejo castillo
cerca del mar. Donde reforzaron con madera las puertas y ventanas ya viejas, también
reforzaron con armazón y fueron capaces de rechazar los ataques enemigos.
El catillo resistió, pero en el campo se encontraban muertos desde Dracón hasta el
mar. Entre los muertos estaban Gualterio Sans-Avoir, Reinaldo de Breis, Fluco de Orléans,
etc. y muchos otros caballeros alemanes. Los únicos jefes sobrevivientes fueron Gualterio
Bruel, Gualterio de Breteuil y Guillermo de Poissy, Enriqeu de Schwarzenberg, Federico de
Zimmern Y Rodolfo de Brandis, casi todos heridos de gravedad.
Al caer la noche un griego de entre el ejercito tomo un barco y se dirigió hacia
Constantinopla para dar cuentas de lo ocurrido a Pedro y el Emperador. Alejo preparo
inmediatamente preparo unos barcos de guerra con una numerosa fuerza a bordo y tomaron
rubo hacia Civetot. Al llegar las fuerzas bizantinas, los turcos dejaron el castillo y se fueron
tierra adentro. Los supervivientes fueron llevados en los barcos a Constantinopla, donde se
les dio alojamiento y se les retirarían las armas.
La Cruzada popular llegaron a su fin, costando miles de vidas y poniendo aprueba la
paciencia del Emperador, enseñándole que por más fe que tengan, su falta de criterio y
disciplina no abrió camino hacia Jerusalén.
La Cruzada alemana.
La partida de Pedro hacia Oriente no hizo que bajaran los entusiasmos de las Cruzadas
en Alemania. Dejo atrás a su discípulo Gottschalk, quien recluto un ejercito y así como otros
jefes, se disponía a seguir su ejemplo. El ejército alemán respondía por millares, pero ellos
no estaban tan entusiasmados como los francese de ir a Tierra Santa.
Ya desde hace tiempo se habían establecido colonias judías por todas las rutas
comerciales de Europa occidental. Sus antepasados se dispersaron a por el mediterráneo en
la Alta Edad Media. Tenían conexión con los bizantinos y árabes, lo que les permitía
desempeñarse de mejor manera en el comercio internacional entre los países islámicos y
cristianos. La prohibición de la usura en países cristianos orientales y la vigilancia ejercida
en Bizancio les permitió crear las casas de préstamo en áreas de la Cristiandad. Destacaron
también en la medicina. Aparte de las persecuciones que sufrieron en la España visigótica,
nunca fueron seriamente perseguidos en Occidente. No tenían derechos de ciudadanía, pero

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recibían protección por parte de los eclesiásticos. Los reyes de Francia y Alemania eran
amigos suyos y recibían trato especial de los arzobispos de Renania. Los campesinos y
ciudadanos pobres se veían afectados cada vez que una antigua moneda era remplazada por
otra, lo que causó que tuvieran resentimiento hacia los judíos, esto y la carecían de seguridad
legal, imponían elevados intereses y conseguir beneficios siempre que los gobernadores
locales les apoyaban.
El odio fue creciendo durante el siglo XI, al igual que las clases de la comunidad
tomaban prestamos y al comienzo de las Cruzadas, tomaron mayor relevancia. Resultaba
caro equiparse para la Cruzada y si no tenían tierras ni posesiones, tenían que pedir dinero
prestado a los judíos. Era de cuestionarse que para ir en la lucha de la Cristiandad se tuviera
deudas con los que crucificaron a Cristo. La evangelización de la Cruzada ponía su atención
en Jerusalén, lugar de la Crucifixión. Los musulmanes eran los enemigos por que perseguían
a los seguidores de Cristo, pero los judíos eran visto peor, ya que en sus manos murió Cristo.
Durante las guerras en España los soldados cristianos maltrataban a los judíos, pero
por la época de la cruzad de Barbasrto, el papa Alejandro II mando un mensaje a los obispos
españoles para recordarles que los musulmanes eran sus enemigos y los judíos estaban
dispuestos a ayudar. Sin embargo, en España los judíos gozaban de beneficios por parte de
los musulmanes.
Los judíos del norte de Francia se pusieron en contacto con las de Alemania para
advertirles que las Cruzadas causarles conflictos. Había rumores de una matanza de judíos
en Rouen, la cual pudo pasar, pero los judíos tenían miedo de que Pedro hiciera una jugada
comercial con éxito. Los judíos franceses enviaron cartas a los demás judíos de toda Europa
recomendándoles dar suministros a Pedro y su ejército y darles la bienvenida.
El duque de la baja Lorena, Godofredo de Bouillon, se preparo par partir a la Cruzada,
correino el rumor de que hizo el voto de vengar a Cristo con la sangre de los judíos.
Aterrorizados los judíos de Renania persuadieron al rabino de Maguncia, llamado
Kalonymos, para que escribiera a Godofredo y emperador Enrique IV, amigo de su raza para
pedir que prohibiera la persecución. De igual forma, la comunidad de Maguncia y Colonia
ofrecían 500 monedas de plata al duque. Enrique escribió para que se garantizara la seguridad
de los judíos en su territorio, por su parte, Godofredo triunfo con sus amenazas.
Para los judíos no sería tan fácil escaparse de los cristianos. En 1096, Volkmar partió
con más de diez mil hombres hacia Renania, donde se reuniría con Pedro. Tomo el camino a
Húngria y atravesó Bohemia. Días después Gottschalk tomo la ruta principal que uso Pedro.
Emich de Leisingen recluto un tercer ejército, pretendía tener una cruz milagrosa en
su carne. Con la experiencia que tenia como soldado pudo reclutar más hombres que mando
como predicadores como Volkmar y Gottschalk. Su ejercito contaba con sencillos
preregrinos, pero también con nobles francés y alemanes como Zweibrucken, Salm y
Viernenberger, etc.
Los ejemplos de Pedro y Godofredo los que mostraron a Emich lo fácil que es utilizar
la religión para su provecho y sus socios. Ignoro las ordenes de Enrique y comenzó la
Cruzada el 3 de mayo atacando la comunidad judía de Espira. El obispo de Espira puso a los
judíos bajo su cuidado. Doce fueron los capturados y ejecutados por los cruzados, después

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de negarse al cristianismo. El obispo salvo al resto y capturo a los asesinos para después
cortarles las manos.
Después llegaron a Worms, donde se corría el rumor de que los judíos tomaron a un
cristiano para ahogarlo y con el agua donde estuvo el cadáver envenenar la fuente de la
ciudad. El rumor provoco que la gente de la ciudad y el campo se unieran a Emich para
capturar y matar a los judíos. Igual que en Espiro, intervino el obispo y resguardo a los judíos
en el palacio. A pesar de esto Emich y sus hombres forzaron las puertas, donde a pesar de las
suplicas del obispo mataron a todos los judíos, un aproximado de 500.
Llego a la ciudad de Maguncia, donde se le cerraron las puertas por órdenes de
Rotardo. Su llegada provoco un alboroto contra los judíos dentro de la ciudad, donde perdió
la vida un cristiano. Los judíos reunidos en la sinagoga se reunieron con el arzobispo y el
jefe principal para pedirles que los resguardaron en sus respectivos templos a cambio de 200
marcos de plata. Un judío se reunió con Emich, y con siete monedas de oro comprar la
promesa de no hacer daño a su comunidad. Al día siguiente atacaron el palacio del arzobispo
y Rotardo se apresuró en huir. Los judíos intentaron defenderse, pero pronto terminaron
muertos. Emich logro poner fuego en el palacio para que salieran los judíos, algunos se
salvaron abandonando su fe, el resto murió. Esto siguió por dos días más, algunos no
resistieron y se suicidaron. Al final, el arzobispo Kalonymos junto con un grupo de cincuenta
refugiados huyeron hacia Rudesheim, donde pediría al arzobispo de aquel lugar les diera
asilo. Al ver las caras de miedo en los refugiados le pareció apropiado convertirlos, pero
Kalonymos no resistió más, por lo que se lanzo con un cuchillo contra su anfitrión, peor este
fue detenido y terminaría muerto.
Emich avanzo a Colonia, donde ya había tumultos contra los judíos y ya se habían
dispersado después de los rumores de Maguncia, algunos se ocultaron en casas de amigos
cristianos hasta que pasara el domingo de Pentecostés, al día siguiente incendiaron la
sinagoga, un judío y una judía se negaron a apostatar fueron muertos.
Emich pensó que su labor termino en Renania, pero parte de sus seguidores pensaron
que el valle del Mosela debía ser expurgado de los judíos. Gran parte de la comunidad judía
estaba a salvo en el palacio del arzobispo, pero conforme se acercaban los cruzados el pánico
se apodero de los judíos, algunos lucharon entre sí, mientras que otros morían ahogados al
lanzarse al Mosela. Sus perseguidores siguieron hacia Metz y después regresaron a Colonia,
donde esperaban encontrarse con Emich, pero al saber que él ya había partido siguieron hasta
llegar a Neuss, Wevelinghofen, Eller y Xanten comenzaron matanzas. Terminando algunos
regresaron a cas y otros se unieron con Godofredo de Bouillon.
Las proezas de Emich se extendieron de Alemania a Oriente. Volkmar llego a Praga
a finales de mayo, donde comenzó una matanza de judíos. Las autoridades no pudieron frenar
esto, pero los húngaros no lo permitieron. Los cruzados incorregibles e ingobernables
muchos fueron muertos y otros prisioneros.
El ejército de Gottschalk llegó a Ratisbona, donde organizaron una matanza de judíos.
Días después entraban a Hungría por Wiesselburg. El rey Colomán ordeno que se les dieran
facilidades si se portaban bien. Sin embargo, desde el principio saquearon, los campesinos se
opusieron a los despojos y se produjeron muertes, donde muchos húngaros fueron empalados.
El rey ordeno a las tropas someter a los cruzados.

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 El ejército de Emich se acercaba a la frontera húngara, por lo que el rey Colomán se
encontraba alarmado. Cuando Emich pidió permiso para pasar, el rey se negó y envió tropas
a defender el puente que cruzaba Danubio en Wiesselburg. Emich no pensaba desviarse y
durante seis semanas, sus hombres combatieron, mientras construían otro puente. Finalmente
pasaron por el puente que construyeron. Su ejercito estaba equipado con maquinas de guerra
para el asedio. Probablemente el rumor de que el rey iba en persona con todas las fuerzas de
su ejército hizo que los cruzados se dispersaran.
La cruzad de Emich colapso, acompañando los colapsos de las cruzadas de Volkmar
y Gottschalk. Para la mayoría de los buenos cristianos esto era un castigo del cielo por los
crímenes contra los judíos. Otros pensaban que todo el movimiento de las Cruzadas era una
locura.
Los príncipes y el Emperador.
Los príncipes de Occidente se mostraban menos impacientes. Esperaban las fechas
impuestas por el Papa debían conseguir dinero para el viaje, reclutar sus tropas y equiparlas.
Ninguno estaba listo para partir antes de agosto.
Hugo, conde de Vermandois, fue el primero en partir. Sus tierras fueron adquiridas
por herencia de su esposa, nunca ocupo un papel importante en la política francesas. Las
razones para unirse a las Cruzadas son desconocidas, seguramente lo motivo el espíritu que
heredo de sus antepasados escandinavos (su madre era una princesa escandinava), tal vez
pensó que en Oriente obtendría poder y riquezas o su hermano, el rey Felipe lo animo en su
decisión. Dejo sus tierras en manos de la condesa y envió un mensajero a Constantinopla
para avisar al Emperador de preparar una bienvenida a la altura de un príncipe de sangre real.
Fue así como salió con un ejército compuesto por sus vasallos y soldados de su hermano. En
su camino se unieron Drogo de Nesle, Clarambaldo de Vendeuil, Guillero el Carpintero entre
otros caballeros franceses.
Hugo paso por Roma y llego a Bari, encontrándose con los príncipes normandos que
se preparaban para la Cruzada y al sobrino de Bohemundo, Guillermo, quien decido cursar
el mar con Hugo. En Bari, Hugo envió una embajada de veinticuatro hombres para avisar al
gobernador de su llegada y repetir su petición de tener una recepción adecuada. La recepción
no fue la esperada, sus barcos se hundieron y fue lanzado a la costa del Cabo Palli, done fue
encontrado por los enviados de Juan, quienes lo llevaron son su jefe, lo vistió y equipo, pero
se encontraba en constante vigilancia. Hugo se sintió agradecido con los halagos recibidos,
pero para algunos era tratado como prisionero. Permaneció en Diarraquio hasta la llegada del
almirante Manuel Butumites, quien iba de parte del emperador para escoltarlo hasta
Constantinopla. Su camino fue confortable, pero se tuvo que desviar y pasar por Filipópolis,
ya que el Emperador no quería que se pusiera en contacto con los peregrinos italianos. A su
llegada, Alejo le saludo con euforia y lo lleno de regalos.
Con la llegada de Hugo, Alejo manifestó su postura hacia los príncipes de occidente.
Con la información y carrear de Roussel de Bailleul estaba convencido que sin importar
cuales eran los motivos de la Cruzada, el objetivo de los francos era tener tierras en Oriente,
a lo cual no se oponía, siempre que el Imperio recuperara todas las tierras conquistadas por
los turcos. Alejo deseaba asegurar que seria considerado como el señor supremo de
cualquiera que surgiera. Exigió establecer un juramento solemne entre todos los jefes que

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fueran a emprender futuras conquistas. Para ganar su voluntad, facilito donativos y subsidios,
sin que los demás sintieran disminuir su dignidad al convertirse en sus vasallos.
Godofredo de Bouillon, descendiente por line femenina de Carlomagno, heredero de
las posesiones maternas y que, al morir su padre, Enrique se quedo con el ducado, a pesar de
esto, sirvió al Emperador con lealtad, siendo compensado con el cargo de duque, pero sólo
de oficio.
Los hermanos de Godofredo también se unieron a la Cruzada. El mayo, Eustaqui III,
era un cruzado sin entusiasmo y que siempre deseaba regresar a sus tierras. El hermano
menor, Balduino, era diferente. Destinado a la iglesia no recibió tierras de la familia y aunque
sus estudios en la escuela de Reims le dejaron una afinación por la cultura, su temperamento
no era el de un eclesiasta.
A Godofredo y sus hermanos se les unieron los principales caballeros de territorio
valón y lorenés; Baldunio de Rethel (su primo), Blaudio III (conde de Hainault), Reinaldo
(conde de Toul), etc.
Godofredo temía afectar sus relaciones con el Papado, decidió no viajar a través de
Italia, en lugar de esto pasó por Hungría, siguiendo solamente el camino de las cruzadas
populares. Siguió el camino de su antepasado Carlomagno en su peregrinación a Jerusalén.
Envio un mensajero para pedirle a Colomán permiso de cruzar sus tierras.
Colomán había sufrido mucho por los cruzados por lo que decidió no dar la
bienvenida a una nueva invasión y retuvo a la embajada por ocho días, después se encontraría
con Godofredo para una entrevista. Godofredo fue con algunos de sus caballeros y seria
invitado a la corte húngara. Con la impresión que se llevó Colomán decidió dar permiso a
Godofredo de que pasara su ejército con la condición de que Balduino quedara como rehén,
junto con su esposa e hijos. Al principió Balduino se negó, pero termino aceptando. Mientras
tanto, Colomán dio suministros a precios razonables y los heraldos de Godofredo avisaron
que cualquier acto de violencia se castigaba con la muerte. Godofredo llego en noviembre a
Semlin hasta Belgrado. Cuando pasaron todos los rehenes fueron liberados.
Belgrado estaba despoblada después del saqueo por parte delo hombres de Pedro. Un
guardia fronterizo salió hacia Nish, donde se encontraba una guardia para Godofredo. La
escolta salió y lo encontró en el bosque Servio entre Nish y Belgrado. En Filipópolis les
llegaron las noticias de la llegad de Hugo a Constantinopla y los maravillosos regalos que
habían recibido.
Godofredo llego a Selimbria, donde su disciplina se quebró y durante ocho días
destruyo el campo. Alejo envió dos franceses para reconvenir a Godofredo y convencerlo de
seguir la marcha en paz. Los consiguieron y llegó a Constantinopla, donde acampo por
petición del Emperador a lo largo de las aguas del Cuerno de Oro.
Godofredo llego con un numerosos ejercito con el que presento problemas al gobierno
imperial. En consecuencia, Alejo tenia que asegurarse de fidelidad de Godofredo. Era
peligroso exponer los ánimos de un ejército desenfrenado y mucho mejor armado. Antes
debía asegurarse del juramento de homenaje de Godofredo. Tan pronto como se estableció
en el campamento, se encomendó a Hugo, quien intentaría convencerle de ver al Emperador.

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 Rechazo la invitación del Emperador. Sus tropas establecieron contacto con lo que
quedo del ejercito de Pedro. Juro fidelidad al emperador Enrique IV y se podía pensar que
esto le impedía prestar un juramento al emperador de Oriente. Además de no querer dar una
decisión sin consultar a otros jefes.
Alejo furioso, pues pensaba que cortando los suministros al ejercito de Godofredo lo
convencería. Balduino empezó a asaltar los suburbios, hasta que Alejo levanto el bloqueo.
Godofredo accedió a mover su campamento hasta Pera, donde estaría más protegido de los
vientos de invierno. Alejo volvió a invitar a Godofredo, pero este no quería tomar una
decisión.
Alejo se entero de la llegada de los demás ejércitos a Constantinopla, por lo que redujo
los suministros para el campamento de los cruzados. Saquearon hasta el último rincón, para
después conducirse sobre el puente que salvaba la cabecera del Cuerno de Oro, los puso en
orden de combate delante de las murallas de la ciudad.
Constantinopla estaba desprevenida. Había pánico en la ciudad que contrastaba con
la presencia del Emperador, quien estaba indignado por la necesidad de combatir en un día
sagrado. Los cruzados no presionaron el ataque y pronto se retiraron, después de matar a siete
bizantinos. Alejo decido lanzar lo mejor de sus hombres para hacer frente al ataque. Los
cruzados no eran enemigos para los templados soldados imperiales. La derrota llevo a
Godofredo a reconocer su debilidad, accediendo a prestar juramento de fidelidad.
La ceremonia de juramento se celebro dos días después del domingo de Pascua, donde
juraron reconocer al Emperador como señor supremo de cualquier conquista que pudiera
realizar. Recibieron grandes sumas de dinero y fueron obsequiados por el Emperador con un
banquete. Después, Godofredo con sus tropas embarcaron con rumbo a Calcedonia,
marchando a un campamento en Pelecano, en Nicomedia.
Conclusión: La lectura me pareció muy extensa pero también muy interesante. Siento partes
en las que se extendía demás y en algunas otras creo que compactaban la información. Me
llamo mucho la atención Pedro el Ermitaño, lo que me pareció más llamativo fue como logro
resultar hombres durante sus viajes. Me atrajo mucho el movimiento de los cruzados, de
cómo parecía ser con el fin de llegar a Jerusalén o vengar la muerte de Cristo, pero al final
termino siendo muertes, saqueos y obtener tierras o poder para el beneficio de algunos
pocos.
Vocabulario:
Abigarrada: De varios colores, especialmente si están mal combinados.
Abjurar: Retractarse, renegar, a veces públicamente, de una creencia o compromiso que antes
se ha profesado o asumido.
Anarquía: Ausencia de poder público.
Barcazas: Lanchón auxiliar para transportar carga.
Benévolo: Que tiene buena voluntad o simpatía hacia las personas o sus obras.
Desmandar: Revocar la manda o legado.

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Diócesis: Distrito o territorio en que tiene jurisdicción un obispo.
Dípticos: Pintura, grabado o relieve compuestos por dos paneles que se pueden plegar como
las tapas de un libro.
Disentir: No ajustarse al sentir o parecer de alguien.
Emplazados: Dar a alguien un tiempo determinado para la ejecución de algo.
Inverosímil: Que no es verosímil.
Linajudo: Dicho de una persona: Que es o se precia de ser de gran linaje.
Menguar: Dicho de cosa: Disminuir o irse consumiendo física o moralmente.
Nimbo: Círculo que, en ciertas medallas, y particularmente en las del Bajo Imperio, rodea la
cabeza de algunos emperadores.
Nuncio: Encargado de llevar aviso, noticia o encargo de una persona a otra, enviado a esta
para tal efecto.
Opúsculos: Obra científica o literaria de poca extensión.
Ortodoxo: Conforme con la doctrina oficial de una religión.
Pertrechos: Municiones, armas y demás instrumentos, máquinas, etc., necesarios para el uso
de los soldados y defensa de las fortificaciones o de los buques de guerra.
Pillaje: Hurto, latrocinio, rapiña.
Proeza: Hazaña, valentía o acción valerosa.
Propalar: Divulgar algo oculto que generalmente se considera negativo.
Sinagoga: Congregación o junta religiosa de los judíos.
Usura: Ganancia, fruto, utilidad o aumento que se saca de algo, especialmente cuando es
excesivo.
Vado: Lugar de un río con fondo, llano y poco profundo, por donde se puede pasar andando,
cabalgando o en algún vehículo.
Vituallas: Conjunto de cosas necesarias para la comida, especialmente en los ejércitos.
Yacer: Dicho de una persona: Estar echada o tendida.

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