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El pasado jueves 4 de agosto se celebró, como cada año, la comida legionaria

de verano en Cabo de Palos, Cartagena (Murcia); allí me encontré con mi queri-


do amigo y compañero de la Hermandad Legionaria de Murcia, Abraham; fue
un encuentro, como siempre, emotivo y afectivo con el superviviente del com-
bate de Edchera, un legionario íntegro y una persona humilde y sencilla, pero
lleno de valores.

A continuación, os paso a relatar su increíble historia, relatada por él mismo; a la


vez que pido disculpas por la extensión del artículo:

LA LLEGADA A LA LEGIÓN.

En vísperas de la Semana Santa de 1955, me encontraba en Algeciras un tanto


derrotado: No tenía dónde ir a comer ni dormir.

Dando una vuelta por el puerto, vi desembarcar a unos Legionarios que iban
hacia Málaga. Eran la escuadra de gastadores de la Vª Bandera y era la primera
vez que yo veía a La Legión en vivo.

Creo que, por mi juventud (17 años), hube de quedarme un tanto extasiado
viendo a ésos hombres, porque uno de ellos me comentó… "qué ¿te gusta La
Legión?" No recuerdo qué contesté… pero enseguida me invitaron a fumar (ta-
baco), y, sobre todo ¡¡Comí!!

De alguna manera yo les pediría si podrían llevarme con ellos a Málaga, o tal
vez me lo ofrecerían ellos. El hecho es que yo me vi, en los camiones que les es-
peraban, viajando hacia tierra del boquerón. Recuerdo cuan contrario eran sus
comportamientos, a las historias tan peyorativas que yo siempre había escucha-
do en cuanto a La Legión.

Llegados a Málaga fueron instalados en el cuartel de Capuchinos, y yo con ellos.


Como se hacía extraño ver a un joven vestido de paisano dentro de ese acuarte-
lamiento, alguien me prestó una camisa legionaria y un chapiri, Jejeje ¡Qué
ufano me encontraba yo con "mi" camisa de La Legión, "mi" chapiri y mi panta-
lón marengo! Y para hacer más veraz mi estancia en ése cuartel, ellos, los Legio-
narios, me hicieron responsable del mono.

Pasada La Semana Santa, volvía la realidad. Los Legionarios marchaban a Ceuta


y yo a mis penurias. No recuerdo si lo pensé mucho o poco, pero sí que seguí
con "mi disfraz de Legionario" y camuflado entre ellos, con la complicidad de al-
guno, me fui de "polizón" en el buque de la Armada "Tarifa". Y llegamos a Ceu-
ta. Allí se me dice que ya me es imposible continuar. Ellos iban directamente a
Dar-Riffien. Yo había de quedarme en Ceuta. Pero yo les dije que había llegado
allí con ellos… y con ellos seguiría. Por otra parte, ya en aquel tiempo se hablaba
de la próxima independencia de Marruecos. Habían ciertos rumores negativos y
esto junto con lo bien que se habían portado los Legionarios conmigo, y ayuda-
do por mi juventud de 17 años casi recién cumplidos, habían despertado en mí
unos sentimientos patrios que yo, nunca antes, había experimentado.

Así que el día 16 de abril de 1955, y mintiendo en la edad, fui alistado en el Ter-
cio Duque de Alba, II de La Legión. Una vez alistado, y pasados unos días, me
llevaron al aprendizaje de la Instrucción en el Zoco de Arbaa de beni assan; allí
fui agregado a una expedición de reclutas (la 3ª del 55). De como lo pasé hasta
que me puse al corriente del aprendizaje que ya llevaban los demás… jejejeje,
no vale la pena hablar de ello.

Cuando fui dado de alta de la instrucción me destinaron a la 7ª Cía, de la Vª


Bandera. Durante ese periodo de tiempo que abarca desde mi alistamiento has-
ta últimos de junio de 1956, se vivió la independencia de Marruecos. Fue el
tiempo en el que me encontré más preocupado y "temeroso" por el acontecer.
Esto venía dado a que en aquellas fechas fueron abundantes en lluvias. Recuer-
do que cerca de Ceuta, el río ¿Menisla?, entre Dar -Riffien y Ceuta, se había lle-
vado la carretera y hubo grave accidente. El agua se llevó, creo a algún militar y
creo que también algunos artistas del espectáculo… pero en esto estoy confuso
con el recuerdo.

Pero volviendo al Zoco de Arbaa de beni assan. Debido a ése tiempo de lluvias,
la carretera de Tetuán a Chaguen, había quedado cortada por un corrimiento de
tierras; esto hizo que tuviéramos que salir a paso ligero a descargar unos camio-
nes que habíamos cargado de mosquetería y munición un poco antes. La faena
era descargar, pasar toda la carga a las costillas por aquel barrizal hasta otros
camiones que previamente se había desplazado de Tetuán, ó cualquier otro si-
tio. Este material ó parte de él, luego lo vimos en Sahara en manos de FLN ó
como se llame. Y fue por lo mismo que, para dar paso a todas aquellas gentes
que acudían a Tetuán a recibir a su Sultán Mohamed V, se concedió paso por la
carretera antigua para librar el accidente del corrimiento de tierras. Esta carrete-
ra antigua atravesaba justo por la mitad, los polvorines. Era patético ver a los
centinelas en todo el recorrido, recibiendo insultos y amenazas y, ya en aquel
tiempo, diciendo aquello de… "y después la Granada, la Córdoba; la Sevilla"…
etc.; en fin, y así toda una cantinela.

Era la leche. Eran cientos de camiones cargados de marroquíes, eufóricos y en la


mayoría con rostros agresivos. Después, en los últimos días de junio de 1956,
llegaron a Dar-Riffien, un contingente de los demás tercios. Acamparon en el
patio de armas. De la Vª Bandera se movilizó a la 10ª Cía. o parte de ella. Pidie-
ron voluntarios para completar y así fue como partí hacia el Sahara: voluntario a
formar la XIII Bª Movil Independiente de La Legión en el A.O.E.

Tengo que decir que, a la hora de la partida desde Ceuta, en el buque "Almiran-
te Lobo", y hasta dónde yo sé. Nadie tenía ni pajolera idea de a donde nos en-
caminábamos. En la tarde-noche, creo que del 30 de junio, en la lejanía vimos
tierra que yo identifiqué como las Islas Canarias, y ahí pensaba que íbamos,
pero no. Las pasamos de largo. Entonces pensé en Guinea, y esto es así, porque
por entonces, yo no sabía del Sahara más que era un desierto, pero no sabía
que tuviésemos ninguna posesión en el lugar.

Una vez en el Sahara, el mando hizo la composición de las Cias., de forma, no sé


si casual ó adrede, que la 1ª Cía. la componían principalmente por contingente
del I Tercio; la 2ª del III Tercio; la 3ª del 4º Tercio; la 5ª del II Tercio y la 4ª Cía.
Plana Mayor un poco de todos, y fue en ésta última Cia. en la que yo fui encua-
drado hasta mi licenciamiento en mayo de 1958, con 28 días de "reenganche" y
ya en Smara, donde recalamos con las maniobras Escubillom (el nombrecito úl-
timo aprendido por Internet), para mí siempre fueron las maniobras del 10 de
febrero.

EL COMBATE DE EDCHERA.

(En cualquier otro país, esta batalla seria conocida por todos, pero sin embargo
la mayoría de los españoles ni siquiera han oído hablar del conflicto de Ifni-
Sahara de 1957/58).

Conocí al Tte. Vizcaíno allá por el año 1956, en la XIII Bª Móvil Independiente de
La Legión en AOE, donde ambos, él como Tte., y yo como Legionario raso, pres-
tábamos servicio. El Tte. Vizcaíno era, según le recuerdo, un joven Oficial simpá-
tico y algunos años, pocos, mayor que yo; afable y con ambiciones y deseos de
hacer muchas cosas. Era una de esas personas que solo al verla por primera vez
mostraba dentro de su bondad, una envidiable y noble sinceridad. La serenidad
con la que me hablaba y su peculiar manera de manifestar su buen juicio, llama-
ron mi atención. Pronto hicimos buena...¿amistad?, creo que sí, pero siempre
desde el respeto. Recuerdo una noche especialmente fría que al abrigo de la ca-
samata que había encima del polvorín y con una tiritera que no podía con...te-
ner (el tabardo y la manta no eran suficiente abrigo), pero ensimismado en mis
pensamientos, que no oí los pasos de quienes se acercaban. Fue gracias a "Dis-
ciplina" (un perro que teníamos en la XIII Bª y que siempre iba en vanguardia
avisando de los relevos. Con él suelto, era muy difícil pillar a un centinela "fuera
de su sitio") y fue el perro quien me puso en alerta de quienes se acercaban.

La "visita" resultó ser del Tte. Vizcaíno y los hermanos Cánovas Ruiz (cabo 1º y
cabo 2º respectivamente) y que eran naturales de Balsicas, pueblo cercano al
Mar Menor y, por tanto, cercano a Cartagena.

Vizcaíno venía provisto de un termo de café bien calentito y muy bien "condi-
mentado". Así que nos juntamos cuatro paisanos en una noche fría en el Desier-
to del Sahara donde, por un ratico, sólo fuimos eso, cuatro paisano añorando
los paisajes y paisanajes de nuestra tierra. Mi paisano Vizcaíno… ¡¡¡era mucho
paisano¡¡¡ No mucho tiempo después, sufrimos la emboscada en Edchera donde
mi amigo, el Tte. D. Francisco Gómez Vizcaíno, fue asesinado a traición por Ma-
rruecos.

Las cosas por su nombre, nada de bandas armadas rebeldes. Todo fue orques-
tado por el príncipe Hassan y el beneplácito de Mohamed V.
Trece de enero. Trece Bandera, año 58 (5 y 8 = Trece)...

Yo había cumplido 20 años cinco días antes, el día 8, así que vuelve otra suma
de trece… ¡¡Maldito día¡¡.

Esta es una fecha muy triste para mí y para muchos. También es una fecha incó-
moda para unos cuantos, pero bueno.… eso son otros cantares.

Todos lucharon con valentía y murieron con honor.

Particularmente a veces pienso que, los que sobrevivimos de aquello, no hici-


mos lo suficiente. Es verdad que, desde mi apreciación, no mucho más se pudo
hacer por los primeros emboscados. Los que entraron en la sahia fueron abati-
dos y a los que aún estábamos en el llano, éramos barridos constantemente, el
movimiento casi se hacía imposible. Aún no se cómo, llegué a estar casi al bor-
de de la sahia, en mi intención de aproximarme a la 5ª Cía (como me fue orde-
nado a la salida de El Aaiún). Me protegí en una grieta del terreno y allí perma-
necí hasta el día siguiente. Recuerdo haber visto retirar, herido, a mi tocallo
Abraham Saky Guillén (éste aún vive en Las Palmas).

Recuerdo que, cuando me quedé sin munición, al ponerme un poco de lado


para desenvainar el machete para un posible cuerpo a cuerpo, me dí cuenta que
estaba ensangrentado, pero me palpaba y no me dolía nada, así que no me
presté más atención. Al día siguiente pude ver que sólo era una herida en la
barbilla que se solventó con unas puntadas, posiblemente hecha al tirarme del
camión al principio del ataque o bien al dar el "barrigazo" en la "trinchera" don-
de encontré protección.

Después… dolor, rabia,… ¡incomprensión¡ y… más ¡incomprensión¡

En enero de 1958, Marruecos redobló su dedicación a la campaña contra Espa-


ña, reorganizando todas las unidades militares en territorio español, como el
Ejército de Liberación Saharaui. Mientras tanto, la IX Bandera de la Legión es en-
viada al Sahara español a reforzar las tropas allí estacionadas.
El 12 de enero, una columna del Ejército de Liberación Sahariano atacó la guar-
nición española en El Aaiún. Derrotados y forzados a retirarse por los españoles,
esta columna centró sus esfuerzos en el sudeste de la colonia. La oportunidad
se presentó al día siguiente en Edchera, donde dos compañías de la XIII Bandera
de la Legión estaban llevando a cabo una misión de reconocimiento.

Deslizándose sin ser vistos por entre las dunas junto a las columnas españolas,
los marroquíes abrieron fuego. Emboscados, los legionarios lucharon para man-
tener la cohesión, repeliendo los ataques con fuego de mortero y armas ligeras.
El episodio principal de la lucha lo protagonizó el primer pelotón, el cual se ne-
gó obstinadamente a retroceder ante el fuego marroquí, hasta que el enorme
número de bajas le forzó a retirarse. Los sangrientos ataques continuaron hasta
la caída de la noche, cuando las fuerzas marroquíes, demasiado desperdigadas y
sin hombres suficientes para continuar el ataque, se desvanecieron en la oscuri-
dad.

EL COMBATE MÁS CRUENTO E IMPORTANTE DE TODOS LOS QUE TUVIERON


LUGAR DURANTE LA CAMPAÑA DE IFNI-SAHARA.

El día 13 de enero de 1958, la XIII Bandera al mando del Comandante Rivas Na-
dal, salio de El Aaiun a las 7 de la mañana, ahora por la orilla derecha de la
Saguia, en dirección a Edchera, con la misión de ejecutar un reconocimiento so-
bre esta zona y obtener información de contacto. En vanguardia marchaba la 2ª
Compañía, al mando del Capitán Jauregui, con la misión de alcanzar rápidamen-
te el paso de Edchera por el este.

La 3ª Compañía, mandada por el Teniente Vizcaíno, progresaba por el mismo


borde de la Saguia cubriendo el flanco derecho del dispositivo. La 1ª Compañía,
del Capitán Giron Mainar, en reserva, vigilaba el flanco este.

La 5ª Compañia, de apoyo, mandada por el Capitan Villar, contaba con 1 pelo-


tón de ametralladoras y 1 Sección de morteros de 81, ya que el resto de las ar-
mas habían sido asignadas a las Compañías de fusiles. La Bandera progresaba
rápidamente por los llanos de Ammat Amasir y tras rebasar el pozo de Bujchei-
bia y encontrándose a unos 2.000 metros de Edchera, recibió los primeros dis-
paros de un enemigo que ocupando bastante frente estaba perfectamente cu-
bierto de vistas y fuegos aprovechando las trincheras y oquedades en el borde
este de la Saguia. En la otra orilla, en la zona del Meseied había otro grupo que
intervino con posterioridad.

La Compañía de vanguardia avanzó para establecer contacto con el enemigo y


fijarlo, por lo que la Sección del Teniente Gamborino marchaba en primer esca-
lón y estaba dotada de vehículos ligeros, se lanzó a toda velocidad sobre el ad-
versario, siendo detenida enseguida por el intenso fuego que recibió a resultas
del cual fue muerto su Teniente. La Bandera inicio un movimiento de envolvi-
miento por el sur que llevo a cabo la 1ª Compañia, mientras la 2ª y 3ª fijaban al
adversario. Estas, a pesar de la fortísima resistencia que encontraron, avanzaron
hasta alcanzar una línea jalonada por el borde de la Saguia a unos 100 ó 300 m
de las posiciones enemigas. No obstante, el Capitán Jauregui, con la Sección del
Teniente Carrillo, logró adelantarse y alcanzar el paso, llegando hasta el fondo
de la Saguia en una zona en que su lecho estaba salpicado de numerosos y pe-
queños montículos, mientras que la otra Sección de la Compañia, mandada por
el Teniente Ochoa, intentaba sin éxito el asalto sobre una de las pequeñas altu-
ras al oeste de la entrada del paso. El Capitán Jauregui, llevado de un enorme
espíritu de acometividad y tratando de impedir el posible repliegue del contra-
rio a través del cauce hacia Tafudart, siguió avanzando con sus legionarios, te-
niendo que sostener un violentísimo combate a corta distancia con un núcleo
que los envolvió al que se añadió otro muy numeroso que descendió del Mesei-
ed, muriendo él y todos los hombres que le seguían. Mientras tanto la 3ª Com-
pañía que, como dijimos anteriormente, marchaba flanqueando por el mismo
borde este de la Saguia, al alcanzar un gran espolón que se adentraba sobre su
cauce, recibió un fuego muy nutrido del enemigo, resultando muerto el Tenien-
te Gómez Vizcaino y herido el Teniente Lafuente. A continuación, el adversario
intentó desbordar a la Compañia por el norte, por lo que se decidió sacar a la 1ª
Compañia de la posición alcanzada al sur de Edchera, dándole la misión de re-
forzar a la 3ª al mismo tiempo que una de sus Secciones, la del Brigada Fadri-
que, fue asignada a la Compañía del Capitán Jauregui. El enemigo, cuyos efecti-
vos se estimaron en unos 500 hombres, rompió el contacto durante la noche
debido al enorme quebranto sufrido retirando el armamento de sus bajas. En el
reconocimiento efectuado al amanecer se evacuaron a nuestros muertos y se
encontraron unos 50 cadáveres del adversario estimándose que sufrió otras 200
bajas más. Por nuestra parte hubo que lamentar las muertes del Capitán Jaure-
gui, Tenientes Gómez Vizcaino y Martin Gamborino, Brigada Fadrique, Sargen-
tos Simón González, Arroyo y Fernández Valverde, 4 Cabos primeros, 4 Cabos y
22 legionarios, en total 37 muertos. Heridos: 2 Tenientes, 2 Sargentos, 3 Cabos
primeros, 6 Cabos y 37 legionarios, en total 50. A estas bajas hay que sumar las
de 1 Cabo primero muerto y un Cabo herido de la 2ª Compañía de la IV Bande-
ra que había acudido a reforzar a la XIII. Por esta acción les seria concedida la
Cruz Laureada de San Fernando al Brigada Francisco Fadrique Castromonte (un
veterano del 3er Tercio) y al legionario Juan Maderal Oleada con fechas 10 de
enero de 1961 y 5 de enero de 1966. También fueron citados como distinguidos
varios Suboficiales y personal de tropa de la XIII Bandera.

El combate de Edchera se saldó con 37 legionarios muertos y 50 heridos, unas


cifras que podrían haber sido mucho mayores si no hubiese sido por el sacrificio
de los dos laureados. Por su parte, tras el combate se encontraron 50 cadáveres
de los combatientes saharauis que se estima que murieron alrededor de dos-
cientos. A pesar de la heroicidad de estos hombres, su historia es completamen-
te desconocida para la mayoría de españoles. En cualquier otro país, esta batalla
seria conocida por todos, pero sin embargo la mayoría de los españoles ni si-
quiera han oído hablar del conflicto del cual formé parte, y es por ello que la
Guerra de Ifni es también conocida como la Guerra Olvidada o la Guerra Ignora-
da.

Durante la comida se comentó con rabia la cesión, por parte del presidente del
Gobierno de España a Marruecos, del Sahara. Y cuando terminó la comida,
Abraham y yo nos abrazamos con emoción, afecto y alguna lágrima que otra
como fruto y resultado de nuestra amistad.

Un abrazo a todos con mi ¡¡¡ VIVA ESPAÑA !!! y ¡¡¡ VIVA LA LEGIÓN !!!

Pedro Motas

Veterano de España

18 octubre 2022

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