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“LO QUE LLO SUEÑO”

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
Constitución Política

Maria Camila Moreno Ruiz


Estudiante de Relaciones Internacionales
Marzo 28, 2022

Describir la experiencia vivida en la exposición “El Testigo” de Jesús Abad Colorado, es


definir la palabra dolor; dolor que sentí al ver los ojos de todas las personas que están plasmadas
en las fotografías, las cuales reflejan la triste realidad de nuestro pueblo, revelando lo insensibles
que somos ante el sufrimiento de las personas que no están en los centros del país, de las personas
que todos los días luchan por sobrevivir en las periferias de Colombia, donde la guerra los azota
sin piedad alguna.

Dolor de ver los dibujos realizados por niños, reflejando sus mayores sueños y sus
mayores miedos; de ahí el título de este texto, “Lo que llo sueño”, fue una frase que se repetía en
la mayoría de los dibujos, fue una de las frases que me llenó de lágrimas mis ojos, porque iba
acompañada de diálogos donde los niños pedían paz, donde suplicaban que dejaran de asesinar a
sus familiares y animales, donde mostraban que su mayor sueño era vivir sin temor a que un día
tuvieran que salir corriendo dejando todo, por miedo a ser asesinados.

Cada foto que había en la exposición, me quedé viéndola y analizando cada detalle que
captura Jesús Abad Colorado con el lente de su cámara, en medio de la violencia plasmada, me
encuentro con una pizca de esperanza en los ojos de las poblaciones violentadas, masacradas y
desplazadas, pero aunque la esperanza implica cierto positivismo, también demuestra el inmenso
dolor de las poblaciones y su constante esfuerzo por darle una vida digna a sus niñas, niños y en
general a sus nuevas generaciones, buscando el sueño de que crezcan en medio de la paz y no
revivan la historia de sus antepasados, donde varios perdieron la vida en busca de ese anhelo.
“LO QUE LLO SUEÑO”

Revisando las fotografías del día en que visité la exposición, reitero el dolor que sentí en
cada una de las cuatro salas que dispusieron en El Claustro de San Agustín para esta expresión
reflexiva. Un detalle que no puedo descartar de mi experiencia, es la ambientación, donde el
clima frío de las salas, era también parte de la muestra, puesto que reflejaba y reafirmaba la
crudeza de cada historia contada a través de las fotos y relatos plasmados en las paredes.

De la exposición me quedo con que los colombianos, no podemos ser ajenos a la realidad
que se vive día a día en el país, debemos ser conscientes que no todos tenemos el privilegio de
abrir nuestros ojos en la mañana y levantarnos tranquilamente sin miedo a que un ente armado
entrará en nuestro hogar; que las guerras no solo pasan fuera de las fronteras colombianas, sino
también en las montañas, ríos, campos y bosques del nuestro país y que esto debe preocuparnos a
todos.

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