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Neuropsicología

de la emoción

F. Román
J.P. Sánchez-Navarro

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Neuropsicología
de la emoción

F. Román
J.P. Sánchez-Navarro

Introducción: antecedentes históricos Cada uno de estos procesos es, en la actualidad, motivo de
investigación, a fin de conocer de forma más precisa la natura­
Los continuos avances en el ámbito de la neurociencia nos están leza de sus correlatos neuronales y cómo su afectación incide
permitiendo, cada vez más, comprender con mayor exactitud en la vida de los individuos.
cómo se relaciona la emoción con la función cerebral, cómo la La emoción y la conducta emocional han sido objeto de
emoción afecta a la función cognitiva y la importancia que la interés desde hace mucho tiempo. Antes de la llegada de la
emoción posee para la supervivencia del individuo en ambien­ psicología científica, Platón y Aristóteles señalaron una cierta
tes sociales. Estos nuevos conocimientos nos han permitido relación entre la emoción y los valores morales; las emociones
avanzar en la comprensión de la conducta humana, especial­ serían buenas si provocan una conducta moral, y malas si la
mente cuando se comprueba que los circuitos neuronales de la conducta que provocan es inmoral. Pero no fue hasta el siglo
emoción y de la cognición interactúan a partir de la percepción xix cuando se establece uno de los pilares básicos de la psico­

inicial de los estímulos para producir el razonamiento y tomar biología de la emoción, la consideración de que la percepción
decisiones [1]. Sabemos que cuando no es posible tener una de la emoción se acompaña de cambios físicos. En concreto,
adecuada percepción de la emoción, nuestra conducta, cogni­ Darwin, en 1872, fue el primero en indicar que inmediatamen­
ción e interacción social se ven afectadas y, en casos graves, las te después de la percepción de un estímulo emotivo se produ­
alteraciones en la percepción de la emoción se han relacionado cen una serie de cambios corporales, y lo que sentimos como
con trastornos de tipo psiquiátrico, como la esquizofrenia y los consecuencia de esos cambios sería la emoción [3]. Darwin
trastornos afectivos. La percepción de la emoción, como indica establece ocho emociones básicas (alegría, miedo, malestar,
Phillips [2], puede conceptualizarse en términos de tres proce­ sorpresa, interés, rabia, disgusto y vergüenza), que se obser­
sos relacionados: van tanto en animales como en el hombre (adulto y niño), y la
• Identificación de la información ambiental emocionalmente expresión facial y corporal son los medios primarios de dicha
relevante. manifestación emocional.
• Generación de la experiencia y conducta emocional apro­ James, en 1884, y Lange, en 1885, proponen y reafirman,
piada en respuesta a la estimulación. de forma independiente, la estrecha relación existente entre
• Regulación de la experiencia emocional y la conducta. cambios fisiológicos y expresión emocional. Ambos autores in­

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dican que la percepción de la emoción depende de las respues­ be la información procedente de los órganos de los sentidos e
tas corporales que presenta el sujeto ante un estímulo especí­ interpreta un evento como emocional, al tiempo que el cuerpo
fico. Esta teoría, conocida como teoría de James-Lange de la se prepara para la nueva situación. Desde esta perspectiva, la
emoción, sugiere que las emociones surgen de la conciencia respuesta emocional y los cambios corporales que tienen lugar
que los sujetos poseen de los cambios corporales (fisiológicos se consideran como una preparación del organismo para abor­
y motores) producidos por estímulos específicos. Así, los estí­ dar una situación de emergencia potencialmente peligrosa.
mulos relacionados con los diferentes sentimientos provocarían La teoría de Cannon-Bard superaba a la de James-Lange.
alteraciones fisiológicas (cambios en la respiración, frecuencia Mientras que esta última teoría proponía que primero se pro­
cardíaca, sudoración, etc.), al tiempo que tiene lugar la expre­ ducen las reacciones fisiológicas y luego las emociones, la teo­
sión emocional. Bastaría con recordar un momento o un aspec­ ría de Cannon-Bard se acercaba más a lo que hoy en día se
to específico relacionado con una emoción para que se produ­ piensa, que más que existir una progresión entre los cambios fi­
jera, de nuevo, la reacción emocional. Los cambios fisiológicos siológicos y la expresión emocional existe una interacción entre
serían los que nos informarían sobre lo que estamos sintiendo ambos mecanismos. La experiencia emocional y la activación
(‘tengo miedo porque corro’ en vez de ‘corro porque tengo fisiológica ocurren al mismo tiempo, y no una detrás de otra.
miedo’, o ‘me pongo triste porque lloro’ en vez de ‘lloro porque Así, si comprobamos que alguien nos persigue para robarnos,
me siento triste’). En esta teoría se propone que primero se se produce de forma simultánea la emoción y los cambios fi­
producen las reacciones fisiológicas y luego las emociones, es siológicos.
decir, en primer lugar tendríamos la percepción de las sensacio­ Más tarde, en 1937, Papez [6], siguiendo los trabajos de Can­
nes fisiológicas provocadas tras la presentación de un estímulo non y Bard, fue el primero que propuso un circuito neuronal
y, a continuación, la emoción. Esta teoría mantiene que las res­ relacionado con el control emocional. Este circuito era conce­
puestas fisiológicas son diferentes para cada emoción, aspecto bido por Papez como un conjunto de estructuras cerebrales
este que no siempre es cierto. Además, aunque pueda ser im­ con capacidad para gestionar las respuestas fisiológicas ante
portante para experimentar emoción, la retroalimentación de estímulos emocionales. Papez propuso que el hipotálamo, los
las respuestas fisiológicas no es necesaria. núcleos talámicos anteriores, la circunvolución del cuerpo ca­
Años más tarde, primero Cannon en 1927 [4] y un año des­ lloso, el hipocampo y sus interconexiones constituían el circuito
pués su discípulo Bard [5] plantearon un mecanismo alterna­ central para la emoción. El circuito comenzaría en el hipocam­
tivo al propuesto en la teoría de James-Lage. Cannon y Bard po, cuyos impulsos se dirigirían, a través del fórnix, hacia los
mostraron que las reacciones fisiológicas que acompañan a di­ cuerpos mamilares hipotalámicos. Desde éstos, a través del
ferentes emociones son las mismas (por ejemplo, cuando una tracto mamilotalámico, la información se dirigiría al tálamo an­
persona está contenta o tiene miedo aumenta la velocidad de la terior, y de ahí, a través de la rodilla de la cápsula interna, a la
respiración, del ritmo cardíaco y los músculos se tensan), y con­ circunvolución del cuerpo calloso. Por último, el circuito se ce­
sideraron improbable que estos cambios sirviesen para producir rraría con las proyecciones desde la circunvolución del cuerpo
emociones particulares. De esta manera, y en contra de la teoría calloso al hipocampo a través de la corteza entorrinal y la vía
de James-Lange, señalaron que si nuestra emoción dependiera perforante. Respecto a la participación de la corteza cerebral
únicamente de los cambios fisiológicos, no seríamos capaces de en la emoción, Papez estableció una distinción entre el papel
distinguir una emoción de otra. Además, consideraban que el desempeñado por las paredes laterales y la porción medial de
individuo no es, normalmente, consciente de los cambios inter­ los hemisferios cerebrales. Mientras que la corteza lateral se
nos que acompañan a los estímulos, y que los cambios corpo­ encontraría implicada en la actividad sensorial y perceptiva, la
rales que ocurren son demasiado lentos para producir la expe­ corteza medial, especialmente el hipocampo y la circunvolución
riencia emocional inicial. A partir de estos hechos, propusieron del cuerpo calloso, lo estarían con la actividad hipotalámica y,
que la experiencia emocional y la activación fisiológica tienen por lo tanto, con el procesamiento emocional. Papez, de este
lugar al mismo tiempo, y no una detrás de otra, como sugería modo, consideraba que la circunvolución del cuerpo calloso
la teoría de James-Lange. Canon consideraba que cuando un era el área cortical responsable de la experiencia emocional.
estímulo sensorial alcanzaba las neuronas talámicas, éstas acti­ La expresión de la emoción podía producirse tanto por la in­
vaban, a través del hipotálamo, a los músculos y a las vísceras y, formación sensorial entrante como por la información cortical,
por otra parte, mediante las proyecciones de tálamo a corteza es decir, la información sensorial ascendente que activaba al
tendría lugar la experiencia emocional. Es decir, el cerebro reci­ hipotálamo desde el tálamo ventral provocaría las respuestas

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Sentimientos

Corteza sensorial Corteza cingulada

Hipocampo Tálamo anterior

Tálamo Hipotálamo

Estímulo Respuesta
emocional corporal

Figura 1
Representación esquemática del circuito de Papez.

viscerales y conductuales de la emoción, así como la informa­ papel del hipocampo sería el de correlacionar la información
ción descendente de la corteza, que alcanzaba el hipotálamo exteroceptiva con la interoceptiva, y constituiría la base de los
a través del hipocampo. En resumen, la hipótesis central de sentimientos definidos como la experiencia emocional cons­
Papez fue el establecimiento de un circuito neural para la codi­ ciente. La circunvolución hipocámpica sería el centro receptivo
ficación del significado de los estímulos, adquiriendo éstos su y evaluativo, mientras que la circunvolución dentada y la amíg­
significado emocional solamente cuando han sido procesados dala proporcionarían los canales de salida para las respuestas
por el hipotálamo (Fig. 1). viscerales simpática y parasimpática.
Posteriormente, en 1949, MacLean [7] reformuló la teoría En 1956, Weiskrantz [8], siguiendo los trabajos iniciados por
de Papez, añadió el rinencéfalo (cerebro olfatorio), y denomi­ Klüver y Bucy en 1937 y 1939 [9,10] sobre los efectos de la
nó al circuito ‘cerebro visceral’, y más tarde ‘sistema límbico’. extirpación bilateral de la porción anterior del lóbulo tempo­
En su propuesta, la estructura fundamental era la formación ral, identifica la amígdala como la responsable de los cambios
hipocámpica (que definió como un conjunto de estructuras emocionales observados en estos animales, y no otras estruc­
compuesto por la circunvolución hipocámpica, la circunvolu­ turas situadas en esta región. Los cambios se centraban en la
ción dentada y la amígdala), ya que esta estructura recibe afe­ aparición de reacciones de ira, mansedumbre, falta de temor,
rencias de todas las modalidades sensoriales. De este modo, el pérdida de respuesta emocional, hiperoralidad, examen excesi­

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vo de los objetos, cambios en los hábitos alimenticios e hiper­


sexualidad (síndrome de Klüver-Bucy). La identificación de la
amígdala como estructura implicada en la emoción la confir­
maron posteriormente Jones y Mishkin, en 1972, [11], quienes
demostraron que lesiones restringidas a la amígdala producen
una incapacidad para determinar el significado emocional de
los estímulos, y los monos son incapaces de formar asociacio­
nes entre los estímulos y los refuerzos.
Hasta finales de los años setenta, las investigaciones relacio­
nadas con los aspectos neurológicos de la emoción se centran
en estructuras subcorticales. Sin embargo, a partir de los años
ochenta surge un nuevo abordaje en el estudio de la neuro­
psicología de la emoción, al señalar diferentes trabajos expe­
rimentales y clínicos la participación de la corteza prefrontal
humana en la emoción, además de atribuir un cierto nivel de
procesamiento hemisférico diferencial, aspectos que tratare­
mos en detalle más adelante.
A continuación desarrollaremos el capítulo a partir de tres
grandes bloques temáticos. El primero se centrará en la amíg­
dala; el segundo, en la corteza prefrontal, y el tercero, en la
especialización hemisférica del proceso emocional.

Figura 2
Resonancia magnética que muestra la ubicación de la amígdala cerebral.
Amígdala

Consideraciones generales

La amígdala se considera la principal estructura subcortical im­


plicada en el procesamiento y respuesta a estímulos emociona­ la como una región clave para la formación de asociaciones
les, tanto en animales como en humanos [12], facilita el proce­ entre los estímulos y sus contingencias –refuerzo y castigo–
samiento de estímulos afectivos significativos para el sujeto, y [11,19]. Además de las proyecciones corticales e hipocámpi­
modula las respuestas vegetativas y la actividad de los núcleos cas, la amígdala también recibe aferencias talámicas [20], y
motores faciales (Fig. 2) [13]. es esta confluencia de proyecciones talámicas, hipocámpicas
La amígdala es una de las estructuras más importantes y corticales en la amígdala lo que dota de un significado afec­
relacionadas con el procesamiento emocional, tanto en ani­ tivo a los estímulos.
males como en humanos, y constituye el centro cerebral de El hipocampo estaría proporcionando información sobre el
un sistema de procesamiento y de respuesta rápido a estímu­ contexto en el cual tiene lugar la aparición del estímulo emo­
los emocionales. Al recibir proyecciones de todas las áreas cional. El hipocampo es importante para que podamos conce­
corticales de asociación sensorial –la amígdala recibe proyec­ derle propiedades emocionales a los contextos ambientales. Las
ciones de la corteza visual temporal inferior [14-18], de la lesiones del hipocampo interfieren con la formación de asocia­
corteza auditiva temporal superior, del polo temporal y del ciones contextuales para el miedo. Mediante las proyecciones
surco temporal superior, además de las proyecciones visuales procedentes del hipocampo hacia la amígdala, se posibilita que
y auditivas– y del hipocampo, es clave para el procesamiento ésta no sólo asigne un significado emocional a los estímulos
emocional de las señales sensoriales, así como para estable­ exteroceptivos, sino que también asigne un significado afectivo
cer asociaciones emocionales en función del contexto. Esta a la información generada internamente en forma de imágenes
convergencia de proyecciones anatómicas sitúa a la amígda­ mentales, pensamiento y memoria (Fig. 3) [21,22].

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Estímulo emocional

Conexiones
talamocorticales

Tálamo Corteza Hipocampo

Interoceptores Conexiones Conexiones Conexiones


talamoamigdalinas corticoamigdalinas hipocampoamigdalinas

Amígdala

Conjunto de cambios vegetativos y somáticos relacionados con la emoción

Figura 3
Representación simplificada de la forma en la que tiene lugar el procesamiento del estímulo con carga emocional. El estímulo sería procesado, en primer lugar, por el
tálamo, y desde allí se proyectaría la información hacia la amígdala (con un primer procesamiento emocional rápido de las características más simples del estímulo) y
hacia la corteza (con un procesamiento complejo del estímulo carente de componentes afectivos). Posteriormente, la corteza enviaría información a la amígdala para que
ésta dote la información compleja del estímulo de su componente emocional. Desde la amígdala, diferentes proyecciones producen la activación del sistema vegetativo
y la liberación de hormonas relacionadas con el estrés, y aumentan la atención y la conciencia, reducen el dolor y se producen las manifestaciones conductuales de la
emoción. El hipocampo dotaría, mediante sus conexiones con la amígdala, al sistema emocional de la información relacionada con el contexto. (Modificado de [16].)

Las conexiones talamoamigdalinas hacen posible que se inputs nocioceptivos tanto de las áreas parabraquiales como di­
lleve a cabo un procesamiento afectivo rápido de los estímu­ rectamente de la médula espinal [21]. Aunque se sabe bastante
los con características estimulares sensoriales muy simples poco acerca de las vías que llevan la información interoceptiva
(como, por ejemplo, un pitido). Las conexiones talamocor­ al cerebro, el estudio del nervio vago (X par craneal) ha puesto
ticales posibilitan el procesamiento de estímulos complejos, de manifiesto que la información interoceptiva procedente de
aunque este tipo de procesamiento carece de componentes la cavidad abdominal, el intestino, el corazón y los vasos san­
afectivos. Las conexiones corticoamigdalinas dotan del com­ guíneos llega al núcleo del tracto solitario, que proyecta a varias
ponente emocional a la información compleja elaborada en la regiones del cerebro basal, entre las que se encuentra la amíg­
corteza. Y, por último, las conexiones hipocampoamigdalinas dala [26]. Además, se ha observado que la estimulación eléc­
posibilitan el establecimiento de relaciones entre el contexto y trica del nervio vago altera la actividad de células amigdalinas
el estímulo emocional. [24]. Algunos autores apuntan, por tanto, que esta estructura
Además de estas proyecciones, a la amígdala también llegan puede tener una función homeostática general a través de la
aferencias viscerosensoriales [23,24] procedentes de los intero­ evaluación de los estímulos exteroceptivos e interoceptivos y de
ceptores, y se encuentra implicada en el procesamiento afectivo la generación de respuestas viscerales y conductuales apropia­
de este tipo de información [25]. Así, el núcleo central recibe das a tales estímulos [20].

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El orden temporal en el que tiene lugar la activación de el número de tales episodios, así como su arousal vegetativo,
cada una de estas proyecciones es diferente, sugiriéndose que, aunque no se eliminan del todo [30]. El efecto de docilidad y
puesto que la vía talamoamigdalina es más corta y se acti­ sosiego, así como la reducción en el nivel de activación vege­
va antes que la talamocortical, las características estimulares tativa tras la extirpación bilateral de la amígdala, demuestran
más simples activarían previamente los circuitos emocionales que esta estructura se encuentra encargada de mediar estos
amigdalinos, preparando a esta estructura para recibir la in­ efectos en humanos.
formación más compleja y elaborada procedente de la corteza La investigación reciente apunta también a la amígdala como
y, entonces, dotarla de su componente emocional [22]. Para la estructura central de un sistema cerebral del miedo, encar­
demostrar la implicación de la amígdala en el procesamiento y gado de analizar y responder a estímulos potencialmente dañi­
respuesta rápida a estímulos emocionales, sin la necesidad de nos. Así, se considera que la amígdala sería la responsable de
que medie la corteza cerebral, Morris et al [27] estudiaron la iniciar una respuesta defensiva ante la presencia de estímulos
activación cerebral, mediante resonancia magnética funcional amenazantes. Los datos procedentes de la investigación animal
(RMf), ante imágenes de caras emocionales en un paciente que muestran que tanto los estímulos aversivos como los neutros
presentaba una ceguera cortical en el hemicampo visual dere­ convergen en los núcleos basolateral y lateral de la amígdala,
cho como consecuencia de una lesión occipital en el hemisferio donde se produce su asociación [21]. Por lo tanto, la lesión de
izquierdo. La presentación de expresiones faciales emocionales la amígdala bloquea el condicionamiento del miedo [13,31].
en el hemicampo ciego producía una activación amigdalina bi­ En humanos, la amígdala también se encuentra directamente
lateral, que era mayor ante caras que expresaban miedo que implicada en el condicionamiento emocional, tal y como han
ante caras que expresaban felicidad, lo que indica que las co­ mostrado varios estudios con pacientes con lesión amigdali­
nexiones talamoamigdalinas estarían ejerciendo una activación na. Una lesión bilateral de esta estructura conlleva un bloqueo
amigdalina independientemente de la corteza cerebral. completo en la capacidad de adquirir respuestas electrodérmi­
La amígdala, a través de sus diferentes núcleos, estaría pre­ cas condicionadas a un estímulo de sobresalto [32]. Dado que
sentando una gran interacción con el neocórtex y la formación la amígdala no es la encargada de la aparición de la respuesta
hipocámpica. Así mismo, mediante su relación con las regiones electrodérmica [33], este efecto sugiere que es la amígdala la
olfatorias y el hipotálamo, intervendría en la regulación de los estructura crítica para que se produzca un condicionamiento
mecanismos homeostáticos implicados, por ejemplo, en la con­ emocional, es decir, es una región necesaria para la asociación
ducta maternal y sexual. Y, por último, estaría ejerciendo una entre los estímulos sensoriales y el afecto. Además, las amíg­
influencia en los efectores viscerales y autonómicos de las re­ dalas de ambos hemisferios cerebrales parecen encontrarse
giones del tronco cerebral, posibilitando las reacciones cardio­ implicadas en el aprendizaje emocional, ya que las lesiones
vasculares y respiratorias asociadas a la emoción, en concreto a unilaterales no bloquean completamente el condicionamien­
la reacción de miedo [21]. to emocional [34]. Por lo tanto, la amígdala es una estructura
crítica para la adquisición, almacenamiento y expresión de la
respuesta condicionada de miedo [1].
Lesiones amigdalinas y sus implicaciones Un índice psicofisiológico muy sensible y directamente rela­
en la conducta emocional cionado con la emoción es la modulación del parpadeo reflejo
de sobresalto [35,36]. En sujetos normales, este reflejo (provo­
Una fuente de información muy importante acerca del papel cado por un estímulo intenso) varía en función de la valencia
que juega la amígdala en la emoción en sujetos humanos pro­ afectiva de los estímulos emocionales a los que se encuentren
cede de los estudios con pacientes con lesión en esta estruc­ expuestos. Por ejemplo, este reflejo se potencia cuando se pro­
tura. La extirpación de la amígdala es una técnica terapéutica voca mientras los sujetos están expuestos a imágenes de conte­
que se ha empleado en humanos para reducir la agresividad, nido negativo o desagradable, y se encuentra atenuado cuando
violencia e hiperactividad [28]. Los pacientes amigdalectomi­ se produce ante imágenes de contenido positivo o agradable.
zados muestran un umbral más alto para la percepción del Los pacientes con lesión amigdalina muestran una ausencia de
miedo y una menor agresividad, así como una disminución de este efecto de potenciación del reflejo de sobresalto ante estí­
la hiperactividad y un aumento del control emocional [29]. La mulos emocionales negativos o desagradables, particularmente
extirpación bilateral de la amígdala en sujetos con episodios cuando el contenido de éstos se relaciona con miedo o con asco
de agresividad, no tratables farmacológicamente, disminuye [37,38]. De igual modo, los estudios que han empleado el regis­

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tro de potenciales celulares amigdalinos también han mostrado con ira [45]. Sin embargo, la participación de la amígdala en
la implicación de esta estructura en las emociones de tipo nega­ este aspecto no es concluyente, ya que otros autores no han
tivo. En particular, Oya et al [39] observaron en cuatro pacientes encontrado datos que avalen estos resultados [46].
neuroquirúrgicos un mayor cambio en la amplitud espectral de Aunque algunos autores señalan que ambas amígdalas
la frecuencia gamma (región del espectro de frecuencias que contribuyen del mismo modo en la emoción, ya que, como
refleja la contribución de la actividad neuronal a los procesos hemos visto anteriormente, la abolición completa del miedo
mentales) durante la visión de imágenes desagradables relacio­ condicionado ocurre cuando se produce una lesión amigda­
nadas con escenas de daño corporal. Estudios psicofisiológicos lina bilateral [47], otros autores indican la existencia de una
posteriores realizados en sujetos normales han hallado datos posible asimetría en el procesamiento emocional. La amígdala
convergentes a los obtenidos mediante las técnicas de regis­ izquierda se ha relacionado con la codificación y extracción
tro celular amigdalino. Los sujetos que presentan una mayor de las características emocionales de los estímulos y con los
respuesta cardíaca de defensa (aceleración cardíaca) ante un procesos del lenguaje emocional, mientras que la amígdala
estímulo acústico intenso presentan también una respuesta car­ derecha se propone que podría estar implicada en la recu­
díaca defensiva ante imágenes desagradables cuyo contenido peración de la información emocional [48]. Estudios llevados
se encuentra relacionado con mutilaciones y daño corporal, a cabo con pacientes con lesiones amigdalinas unilaterales y
pero no ante otros tipos de imágenes negativas [40]. Estos datos bilaterales han mostrado que la amígdala izquierda es la en­
apuntan a la especialización de la amígdala en el procesamiento cargada de llevar a cabo la decodificación (o extracción) del
de estímulos emocionales de contenido negativo, especialmen­ arousal o intensidad de los estímulos emocionales, mientras
te aquéllos relacionados con el miedo (incluido el daño corpo­ que la función de la amígdala derecha es más bien la de pro­
ral), así como en el desencadenamiento de respuestas defensi­ porcionar el nivel global de activación fisiológica provocada
vas ante tales estímulos, particularmente en sujetos con un bajo por tales estímulos [49].
umbral de activación amigdalina (como ocurriría, por ejemplo,
en sujetos fóbicos enfrentados ante el objeto de su fobia).
La amígdala también se encuentra implicada en el recono­ Contribución de los estudios de neuroimagen
cimiento de las emociones expresadas facialmente, ya que su funcional al conocimiento de la participación
lesión provoca una alteración en dicho reconocimiento [41] y de la amígdala en la conducta emocional
disminuye la capacidad de los pacientes para identificar tanto
la emoción de miedo como su intensidad [42]. Adolphs y Tranel Los estudios realizados mediante técnicas de neuroimagen fun­
[43] estudiaron a cuatro sujetos con lesión amigdalina bilateral cional han mostrado datos convergentes a los obtenidos en
para comprobar si reconocían las emociones manifestadas en pacientes con daño amigdalino. La amígdala se encuentra es­
fotografías que contenían escenas emocionales. Los pacientes pecialmente activa durante una variedad de situaciones emo­
mostraron una incapacidad para reconocer las expresiones fa­ cionales [50], como durante las respuestas de miedo condicio­
ciales emocionales de tipo negativo. Además, en el estudio se nado [34,51], el procesamiento de caras emocionales [52] y
incluían algunas imágenes manipuladas en las que se había bo­ la visión de imágenes de contenido desagradable [53]. En un
rrado las caras de las personas que aparecían. Se observó que estudio realizado con tomografía por emisión de positrones en
los pacientes no reconocían mejor la emoción que expresaba la el que los sujetos observaban caras con contenido emocional,
imagen cuando podían ver las caras de los sujetos. Es más, los se ha identificado una activación diferencial de la amígdala en
pacientes eran más precisos en el reconocimiento de escenas función del tipo de emoción expresado por las caras [52]. La
de ira en ausencia de caras. Por lo tanto, la amígdala se confi­ mayor activación ante expresiones de miedo se produce en la
gura como una estructura central tanto para el reconocimiento amígdala izquierda y la corteza periamigdalina. Estudios pos­
visual de emociones de tipo negativo como para el reconoci­ teriores han hallado una relación similar con la emoción de ira
miento de situaciones sociales desagradables o aversivas. [54]. Por otro lado, las palabras con contenido desagradable
Algunos trabajos señalan que la amígdala también podría producen una mayor activación, obtenida mediante RMf, de la
encontrarse implicada en el reconocimiento de la prosodia amígdala derecha [55]. Además, este mismo estudio encontró
emocional [44]. La lesión bilateral de la amígdala produce una una mayor activación de la corteza occipital ante las palabras
alteración en la identificación del tono emocional, especialmen­ emocionales, que correlacionaba con la activación de la amíg­
te cuando las expresiones verbales se relacionan con miedo y dala, por lo que se ha sugerido que esto puede deberse a la

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modulación emocional ejercida por la amígdala sobre la cor­ Corteza prefrontal y conducta emocional
teza, ya que esta modulación también se ha encontrado con
otros estímulos de contenido afectivo como imágenes [53,56]. Consideraciones generales
Estudios realizados en sujetos fóbicos han mostrado una
mayor activación amigdalina cuando estos pacientes observan Distintos trabajos experimentales y clínicos han asociado la re­
imágenes relacionadas con el objeto de su fobia (por ejemplo, gión prefrontal de la corteza frontal humana con la experiencia y
escenas de sangre) que cuando observan otros estímulos des­ expresión emocional [64-72]. La región prefrontal ocupa la por­
agradables no relacionados con su miedo [57,58]. Además, se ción más anterior de la corteza cerebral, ubicada en la parte in­
ha comprobado que, ante el objeto de su fobia, esta estructura mediatamente anterior a la corteza motora y premotora (Fig. 4).
se activa con más rapidez en los fóbicos que en los no fóbicos La corteza prefrontal se puede distinguir de las restantes re­
[59]. Mediante RMf, se ha obtenido un trazado completo del giones frontales atendiendo a varios indicadores, tales como su
mecanismo que conduce al procesamiento de estímulos emo­ composición celular, su inervación dopaminérgica o sus aferen­
cionales negativos, en este caso de expresiones faciales. La pre­ cias talámicas [70,73,74]. En función de su topografía, la corte­
sentación enmascarada de estos estímulos (el sujeto no percibe za prefrontal puede dividirse en tres regiones diferenciadas [75]:
de forma consciente el estímulo afectivo) produce, en primer prefrontal dorsolateral, orbitofrontal y prefrontal medial. Las re­
lugar, una activación de los colículos superiores, que envían giones orbitofrontal y medial son las que se han relacionado de
información hacia el núcleo pulvinar del tálamo. El núcleo pul­ un modo más específico con la emoción, mientras que la región
vinar, a su vez, envía proyecciones hacia la amígdala, la cual ac­ dorsolateral se encuentra más implicada en diferentes funciones
tiva el locus coeruleous, y éste, finalmente, envía proyecciones cognitivas. La corteza orbitofrontal está formada por las áreas
de vuelta hacia la amígdala y hacia los colículos superiores, el de Brodmann 11, 12, 13 y 14 [76]. Ésta es una región polimodal
núcleo pulvinar, la corteza temporal y la corteza frontal [60]. Al que recibe aferencias de todas las áreas sensoriales, además de
igual que sucede en la modalidad visual, los estímulos emocio­ la amígdala, la corteza entorrinal y la circunvolución del cuerpo
nales auditivos producen una mayor activación amigdalina que calloso [77]. A su vez, envía proyecciones a la corteza temporal
los neutros. La amígdala derecha se encuentra más activa que inferior, la corteza entorrinal, la circunvolución del cuerpo ca­
la izquierda cuando los sujetos escuchan risas y llantos [61]. lloso, el hipotálamo lateral, la amígdala, el área tegmental ven­
En general, los resultados procedentes tanto de estudios de tral, la cabeza del núcleo caudado y la corteza motora [78-80].
pacientes con lesiones amigdalinas como de estudios de neu­ La alta conectividad que presenta le posibilita poder integrar la
roimagen funcional, muestran que la amígdala: información sensorial procedente de diferentes regiones cere­
• Se encuentra implicada en el procesamiento de la infor­ brales, así como modular el procesamiento cognitivo e influir
mación emocional, especialmente de la información emo­ en las respuestas motoras y vegetativas [81]. Esta región está
cional exteroceptiva, con independencia de la modalidad implicada en la respuesta emocional, en especial cuando ésta
sensorial [55,61-63]. implica contingencias aprendidas de refuerzo, ya que constituye
• Mediatiza el miedo y la agresividad, y se encarga de analizar una zona de convergencia de la estimulación exteroceptiva e
e iniciar la respuesta ante estímulos amenazantes. interoceptiva [14,82]. Una función de la corteza orbitofrontal es
• Es una estructura crítica en lo que se conoce como sistema la de inhibir a otras áreas cerebrales cuando un estímulo deja de
cerebral del miedo, y es necesaria para responder de un predecir el refuerzo [83], lo que explica las conductas persevera­
modo estereotipado y universal a los estímulos que engen­ tivas observadas en sujetos con lesión en esta región. Los estu­
dran o señalan peligro, con la finalidad de preparar al orga­ dios llevados a cabo en monos han mostrado que la lesión de la
nismo de forma rápida para entrar en acción. corteza orbitofrontal conlleva una alteración del control emocio­
• Interviene en la adquisición de respuestas emocionales con­ nal inhibitorio. Los monos quedan incapacitados para cambiar
dicionadas (condicionamiento emocional). su conducta cuando el significado emocional de los estímulos
• Posibilita el reconocimiento de la expresión facial emocional cambia [84]. De este modo, mientras que la amígdala es una
negativa y de situaciones sociales desagradables o aversivas. región crítica para el aprendizaje emocional en una fase inicial,
• Aunque algunos estudios sugieren una asimetría amigda­ la región orbitofrontal es una región clave para una reevaluación
lina en el procesamiento de estímulos con diferente carga continua de las asociaciones emocionales (Fig. 5) [85].
emocional, en la actualidad no existe un consenso que ava­ Al igual que la corteza orbitofrontal caudal, la circunvolu­
le dicha propuesta. ción del cuerpo calloso (o circunvolución del cíngulo), tanto

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Neuropsicología de la emoción

a b

24
9 9
32 33
9
46 10
10 44
45
11 25
47
11

Figura 4.
Corteza prefrontal: a) Cara lateral; b) Cara medial.

anterior como posterior o retrosplenial, forma parte de lo que estímulos del medio, así como en el control de las respuestas
se denomina región paralímbica, que constituye una zona de motoras, vegetativas y en la comunicación emocional, y modu­
transición entre las estructuras límbicas y la neocorteza [82]. la los aspectos emocionales de la voz [89]. La región ventral del
De este modo, la corteza frontal paralímbica se encuentra divi­ cingulado anterior es la encargada de controlar y evaluar los
dida en dos regiones principales: la región orbitofrontal caudal estímulos externos así como de seleccionar las respuestas más
y la región cingulada anterior, situada en la región prefron­ apropiadas en función de los objetivos emocionales del sujeto.
tal medial [66]. La circunvolución del cíngulo está compuesta Por lo tanto, la corteza prefrontal medial es una región rela­
por diferentes regiones, lo que conlleva a distinguir entre una cionada tanto con la experiencia como con la expresión emo­
zona emocional y una zona cognitiva [81]. La zona emocio­ cional, por lo que es una región crítica para el procesamiento
nal se encuentra ubicada en la región ventral del cingulado de emociones asociadas con situaciones sociales y personales
anterior, que implica a las áreas de Brodmann 25, 32 y 33. La complejas (Fig. 6) [66,90].
corteza prefrontal medial recibe proyecciones de las mismas
regiones que la orbitofrontal, así como de la propia corteza
orbitofrontal [77]. Sin embargo, existen algunas diferencias, Lesiones de la corteza prefrontal y sus
ya que mientras que la región orbitofrontal recibe una ma­ implicaciones en la conducta emocional
yor cantidad de proyecciones amigdalinas, la región prefrontal
medial recibe una mayor cantidad de aferencias hipocámpicas La lesión de distintas regiones de la corteza orbitofrontal o
y auditivas [77,86,87]. prefrontal medial conlleva la aparición de diversas alteraciones
Las neuronas del cingulado anterior responden ante la signi­ emocionales. La lesión orbitofrontal en monos produce la apa­
ficación y la novedad de los estímulos, por lo que a esta región rición de respuestas emocionales inapropiadas relacionadas
se le ha atribuido una función relacionada con la tendencia o con la comunicación con sus congéneres [77], así como una
disposición a la acción [88]. A diferencia de la corteza orbito­ disminución de la agresividad [19], mientras que la lesión de
frontal, que se encuentra implicada en el control emocional la circunvolución del cíngulo produce la eliminación del llanto
inhibitorio y permite el cambio de conducta en función del sig­ por separación de la madre en monos jóvenes y altera la con­
nificado emocional de los estímulos, el cingulado anterior se ducta de apego en adultos, que se despreocupan del cuidado
encuentra implicado en la evaluación de la relevancia de los de las crías [91,92]. En humanos, se ha establecido una aso­

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F. Román, et al

Figura 5.
Ubicación de la región orbitofrontal dentro del cerebro.

ciación directa entre la región prefrontal de la corteza cerebral frontal lesionada, se producirán diferentes alteraciones de tipo
y la emoción [93,94]. Uno de los casos mejor documentados emocional [97]. En general, mientras que la lesión orbitofrontal
acerca de los cambios emocionales y conductuales producidos produce desinhibición, la lesión frontomedial produce acinesia
como consecuencia de una lesión orbitofrontal lo constituye y la dorsolateral apatía. De forma específica, la lesión orbito­
el de Phineas Gage. Phineas era un capataz de trabajadores de frontal produce un síndrome de desinhibición caracterizado
una línea de ferrocarril de Vermont (Estados Unidos), a quien por un aumento de la impulsividad y la aparición de un com­
en 1848 una barra de hierro le atravesó el cráneo durante sus portamiento social inapropiado [98]. Estos pacientes suelen
quehaceres laborales. Phineas no murió, y tras su recuperación presentar comportamientos pueriles y eufóricos, son incapaces
pasó de ser una persona seria, responsable, cabal, en la que se de disfrutar de estímulos agradables, especialmente cuando los
podía confiar, a una persona irresponsable, irreverente, desor­ refuerzos son de tipo social o intelectual, presentan una pérdi­
ganizada, caprichosa y con una tendencia a tomar decisiones da de apreciación de las normas sociales y muestran un bajo
desacertadas tanto para él como para los demás. La lesión de nivel de afecto, por lo que algunos autores los han clasificado
Gage abarcaba la mitad anterior de la corteza orbitofrontal iz­ como pseudopsicopáticos [66,99]. Cuando la lesión se focaliza
quierda (áreas de Bordmann 11 y 12) y la mitad anterior de la en la región orbitofrontal lateral, los pacientes suelen presentar
derecha (área 12), lesión bilateral de la regiones mediales de la incontinencia emocional, impulsividad, irritabilidad, conductas
corteza frontal anterior y polar (áreas 8 a 10 y 32) y el sector de utilización y de imitación, trastornos del estado de ánimo
más anterior del cingulado anterior (área 24), además de la le­ de tipo depresivo o maníaco y trastornos obsesivo-compulsivos
sión de la sustancia blanca, que era más pronunciada en el he­ [100]. Sin embargo, cuando la lesión se ubica en la región or­
misferio izquierdo [95]. El estudio de pacientes que presentan bitofrontal basal, los pacientes suelen presentar conductas de
lesiones similares a las de Phineas Gage, lesiones en la corteza tipo antisocial, alteración en el reconocimiento de estímulos
prefrontal ventromedial, suelen presentar una alteración en el con un valor de refuerzo, alteraciones en la extinción conduc­
procesamiento emocional, así como en su capacidad para to­ tual, alteraciones en sus respuestas vegetativas ante estímulos
mar decisiones, y conservan, sin embargo, sus capacidades de de naturaleza social, incontinencia emocional e impulsividad.
razonamiento lógico para solventar problemas abstractos [96]. Las lesiones que comprenden la región frontal medial se han
Distintos autores apuntan a que en función de la región pre­ asociado con una disminución de la expresividad facial emocio­

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Neuropsicología de la emoción

Figura 6.
Ubicación de la región anterior de la circunvolución del cíngulo (o circunvolución del cuerpo calloso).

nal, tanto fingida como espontánea, que no puede ser expli­ tal dorsolateral provoca una pérdida de impulso y motivación
cada por un trastorno motor [64]. Parece existir, por lo tanto, en estos pacientes, clasificados como pseudodepresivos por
una relación entre la lesión bilateral de la porción anterior de algunos autores [99], ya que suelen mostrar un bajo interés,
la circunvolución del cíngulo y la presencia de un síndrome aci­ indiferencia por los estímulos y apatía. La lesión en esta región
nético, que se caracteriza por la presencia de una expresión suele venir acompañada de una pobre estrategia organizativa,
facial neutra y falta de comunicación y movimiento [66,101]. La dependencia ambiental, deterioro en el mantenimiento y cam­
lesión del cingulado anterior conlleva una alteración de la mo­ bio conductual, así como de una reducción de la reactividad
tivación, y estos pacientes presentan una marcada indiferen­ vegetativa [30,100].
cia, reducción del pensamiento creativo y una pobre inhibición La lesión de la región prefrontal se ha asociado con una al­
de sus respuestas. Las alteraciones emocionales que aparecen teración de la activación vegetativa provocada por los estímu­
como consecuencia de la lesión de la región prefrontal ven­ los emocionales. La lesión del cingulado anterior o de la cor­
tromedial se han asociado con la incapacidad para anticipar teza prefrontal ventromedial produce una disminución de la
las consecuencias de la propia conducta [102-106]. Estos pa­ respuesta electrodérmica a estímulos emocionales, tal y como
cientes suelen mostrar un rendimiento anormal en una tarea han mostrado distintos estudios en los que se ha expuesto a
de toma de decisiones (Iowa Gambling Task), además de una estos pacientes a estímulos visuales de tipo afectivo [109]. Sin
disminución de la respuesta electrodérmica en anticipación de embargo, la lesión restringida solamente a la corteza prefron­
las elecciones que suponen un riesgo, a diferencia de los suje­ tal ventromedial no es suficiente para provocar esta alteración,
tos normales, que presentan un aumento de esta respuesta en ya que los pacientes que tienen preservadas la región frontal
anticipación de las elecciones que conllevan riesgo [107,108]. dorsolateral y el cingulado anterior no presentan estos cam­
Estos hallazgos confirman la propuesta de Damasio [96], co­ bios. Se ha comprobado que la lesión del cingulado anterior
nocida como ‘hipótesis del marcador somático’, según la cual produce, por sí misma, una disminución de la respuesta elec­
las emociones sirven como guía o ayuda cuando se toman de­ trodérmica a estímulos de contenido emocional, mientras que
cisiones, y el sector ventromedial de la corteza prefrontal es la la respuesta normal provocada por estímulos neutros (tonos
estructura clave de este proceso. Por último, la lesión prefron­ puros) suele ser normal [110]. Este hecho parece indicar que

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F. Román, et al

existe una disociación en las respuestas vegetativas en función Sin embargo, algunos autores han encontrado una cierta es­
de la complejidad y significación emocional de los estímulos. pecialización en el procesamiento emocional en función de la
Esto ha sido recientemente corroborado en una muestra de valencia afectiva de los estímulos, y se ha identificado una ma­
pacientes con lesión prefrontal, quienes presentan una reduc­ yor activación en el cingulado anterior izquierdo ante expresio­
ción de la respuesta electrodérmica a estímulos de contenido nes faciales de felicidad, en la región medial de la circunvolución
emocional (agradable, desagradable y neutro), mientras que frontal superior ante expresiones faciales de ira, y bilateralmente
la respuesta provocada por estímulos simples (ruido blanco) en la corteza prefrontal ventrolateral durante la visión de caras
no difiere de la mostrada por sujetos normales [72]. Además, tristes [116,117]. La exposición a escenas de contenido afectivo
estos pacientes presentan una ausencia de modulación emo­ positivo produce una mayor activación de la corteza prefrontal
cional de la respuesta de sobresalto, explicada en parte por dorsolateral izquierda y de la región ventromedial, mientras que
el hecho de que esta respuesta no se encuentra atenuada la corteza prefrontal ventrolateral derecha está más relaciona­
ante imágenes de contenido agradable (a diferencia de los da con el procesamiento de imágenes de contenido negativo;
sujetos normales). A pesar de esta ausencia de modulación además, la región prefrontal dorsomedial es más sensible a la
de la respuesta de sobresalto, los pacientes son capaces de intensidad de los estímulos emocionales [118]. Sin embargo, es­
valorar correctamente la valencia o tono afectivo de las imá­ tos datos hay que considerarlos con precaución, ya que algunos
genes, lo que sugiere la existencia de una disociación entre autores han señalado que uno de los principales problemas que
las respuestas psicofisiológicas provocadas por los estímulos presentan los estudios realizados mediante neuroimagen fun­
afectivos y el procesamiento cognitivo de tales estímulos [72]. cional es que las mismas regiones que se encuentran implicadas
La respuesta psicofisiológica provocada por estímulos emo­ en el procesamiento emocional también lo están en las funcio­
cionales parece depender, por tanto, de la integridad de la nes cognitivas relacionadas con dicho procesamiento.
corteza prefrontal, mientras que el procesamiento perceptivo Los estudios encaminados a mostrar el papel que desem­
y cognitivo de estos estímulos depende de otras estructuras peñan los distintos sectores de la corteza prefrontal, tanto en
corticales [11,72,111]. el procesamiento emocional como en las funciones cognitivas
que lo acompañan, han mostrado varios resultados [119]. Los
sectores mediales de la región prefrontal se encuentran rela­
Contribución de los estudios de neuroimagen funcional cionadas con la experiencia subjetiva de la emoción, es decir,
al conocimiento de la participación de la corteza con las propiedades afectivas de los estímulos, mientras que
prefrontal en la conducta emocional el sector dorsolateral de la corteza prefrontal se relaciona con
los aspectos evaluativos de los estímulos emocionales. Así, se
Los estudios realizados mediante técnicas de neuroimagen fun­ ha observado que la activación de la región orbitofrontal varía
cional han mostrado que la región prefrontal participa en los linealmente en función de la valencia afectiva de los estímulos
distintos aspectos emocionales con independencia de la va­ a los que los sujetos están expuestos [120]. Por su parte, tal
lencia afectiva de los estímulos [62,63]. En concreto, se ha en­ y como hemos visto, la corteza prefrontal dorsomedial se en­
contrado una mayor activación de las áreas de Brodmann 9 cuentra implicada en el procesamiento de la intensidad de los
(prefrontal medial), 24 y 32 (circunvolución anterior del cíngu­ estímulos afectivos, mientras que la región pericallosa del cin­
lo) durante la exposición a imágenes de contenido emocional gulado anterior lo está en el reconocimiento de estímulos emo­
positivo y negativo que durante la visión de imágenes neutras, cionales [121,122]. Cuando se han empleado estímulos emocio­
especialmente en el hemisferio derecho, lo que indica que es­ nales de otras modalidades sensoriales, tales como olores, se
tos sectores de la región prefrontal se encuentran relacionados ha encontrado que distintos sectores de la corteza orbitofron­
con el procesamiento del significado emocional de los estímu­ tal se encuentran implicados en el procesamiento de estímulos
los, con independencia de su valencia afectiva [113]. Además, agradables y desagradables, y ha aparecido una mayor acti­
la circunvolución anterior del cíngulo (junto con la amígdala) vación de la región orbitofrontal medial derecha ante olores
parece encontrarse relacionada con la detección de estímulos agradables, y una mayor activación de la orbitofrontal lateral
emocionales visuales inconscientes, es decir, que aparecen bajo izquierda ante los olores desagradables [123]. También se ha
el umbral de la percepción consciente [114], así como con la encontrado una disociación dentro de la región orbitofrontal
anticipación de estímulos emocionales (región supracallosa del en función de las contingencias de la conducta de elección de
cingulado anterior [115]). los sujetos, de tal modo que la magnitud de la activación de las

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Neuropsicología de la emoción

áreas laterales y mediales depende de la magnitud de las con­ la revisión de Borod et al [129], en la que se recogen 49 traba­
tingencias. Mientras que la región orbitofrontal lateral se activa jos en los que se analiza la asimetría facial durante la expresión
con los castigos, la región medial se encuentra más activa con emocional en adultos normales, se concluye que los sujetos
los refuerzos [124]. experimentales juzgan la hemicara izquierda como más intensa
o expresiva que la hemicara derecha ante estímulos emociona­
les. Este hecho se ha interpretado como una superioridad del
hemisferio derecho en la expresión de la emoción. Así mismo,
Emoción y lateralización hemisférica en los trabajos de Asthana y Mandal [127,128], se señala que
cuando los sujetos observan expresiones hemifaciales emocio­
Un tema clásico dentro de la neuropsicología de la emoción nales valoran como más expresivas las emociones expresadas
lo constituye su posible lateralización hemisférica. Uno de los en la hemicara izquierda que en la derecha.
primeros autores en referirse a la especialización hemisférica Datos convergentes, procedentes de estudios que utilizan in­
de la emoción fue Jackson, en 1879, quien sostenía que el he­ dicadores objetivos como electroencefalografía y electromiogra­
misferio derecho era el responsable de la expresión emocional, fía, muestran también una superioridad del hemisferio derecho.
ya que los sujetos afásicos conservaban el lenguaje emocional. Los resultados de los estudios que han empleado medidas elec­
Diversos trabajos posteriores, realizados tanto con pacientes trofisiológicas de la actividad cortical (electroencefalografía) han
con daño cerebral hemisférico unilateral como con sujetos nor­ hallado una mayor activación del hemisferio derecho durante
males, han llegado a la misma conclusión. El estudio de la late­ la exposición a diferentes estímulos afectivos, como durante la
ralización hemisférica de la emoción ha planteado dos hipótesis autoinducción de estados emocionales [130], durante la visión
acerca de la participación diferencial de ambos hemisferios ce­ de material visual emocional [131], y durante el recuerdo de
rebrales [64,125,126]. La primera considera que el hemisferio experiencias emocionales [132]. Los estudios que han emplea­
no dominante (derecho) presenta una superioridad respecto al do como medida de la expresión facial emocional la actividad
izquierdo para el reconocimiento de la información emocional electromiográfica han mostrado también una mayor actividad de
y para la regulación del estado de ánimo y del afecto, mientras diferentes músculos en la hemicara izquierda que en la derecha
que la segunda hipótesis plantea que tanto el reconocimiento durante la exposición a estímulos emocionales [133]. Estos úl­
como la regulación emocional son bilaterales; el hemisferio de­ timos autores registraron en ambas hemicaras la actividad de
recho está especializado para el procesamiento de las emocio­ dos músculos (el cigomático mayor y el corrugador superciliar)
nes de carácter negativo, mientras que el izquierdo lo está para mientras los sujetos observaban imágenes de expresiones facia­
el procesamiento de las emociones positivas. les emocionales. Los resultados indicaron que la mayor actividad
de estos músculos ante imágenes de felicidad y de ira se pro­
ducía en la hemicara izquierda. Asimismo, el cigomático mayor
Hipótesis que considera el hemisferio no dominante presentaba una mayor actividad ante imágenes de felicidad, y el
superior para el reconocimiento de la información corrugador superciliar lo hacía ante imágenes de ira.
emocional y para la regulación del estado de ánimo
y del afecto
Hipótesis que considera que tanto el reconocimiento
Atendiendo a la primera hipótesis, diferentes trabajos que se como la regulación emocional son bilaterales:
han centrado en el estudio de la expresión facial emocional, el hemisferio derecho se especializa en el
mediante la valoración de ésta por parte de observadores, han procesamiento de las emociones negativas,
encontrado una superioridad de la hemicara izquierda sobre y el izquierdo, en el de las emociones positivas
la derecha para la expresión emocional, lo que conlleva una
mayor implicación del hemisferio derecho [64]. Partiendo de la Respecto a la segunda hipótesis, existe un cuerpo importante
existencia de un control contralateral de la musculatura facial de estudios en pacientes con daño cerebral que sugieren que
inferior, cuando se observan expresiones hemifaciales emocio­ el hemisferio derecho estaría relacionado con las emociones de
nales, se tiende a valorar como más expresivas las emociones carácter negativo y el izquierdo con las de carácter positivo. La
expresadas en la hemicara izquierda que en la derecha, lo que hipótesis acerca de las asimetrías hemisféricas en la experiencia
indicaría una superioridad del hemisferio derecho [127-129]. En y expresión de la emoción proviene, en parte, de estudios pio­

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F. Román, et al

neros realizados con pacientes con daño cerebral lateralizado nocimiento de expresiones faciales [46,64,146-150]. Algunos
que mostraron una relación entre hemisferio derecho y emo­ autores señalan que tanto las lesiones en el hemisferio derecho
ciones positivas anómalas, como euforia o risa patológica, y del como en el izquierdo provocan una dificultad de los pacientes
hemisferio izquierdo con emociones negativas anómalas, como para emparejar caras emocionales, aunque los pacientes con
tristeza o depresión [134-136]. La lesión unilateral izquierda lesión en el hemisferio derecho presentan una mayor dificultad
suele provocar la aparición de emociones negativas y reacciones para emparejar caras representadas esquemáticamente, lo que
de tipo catastrófico, tales como miedo, llanto y desesperanza, podría venir explicado por la mayor implicación de este hemis­
mientras que la lesión unilateral derecha provoca reacciones de ferio para el procesamiento visuoespacial y de caras en general
indiferencia (falta de respuesta emocional) y reacciones de tipo [151]. Algunos autores apuntan que el hemisferio derecho no
eufórico tales como reacciones inapropiadas de afecto positivo. sólo es necesario para el procesamiento de la prosodia afectiva,
Estudios posteriores han confirmado estos patrones de cam­ sino también para el lenguaje proposicional afectivo, ya que los
bios afectivos dependientes del hemisferio lesionado. Aparecen pacientes con lesión hemisférica derecha emplean palabras de
con mayor frecuencia las reacciones catastróficas en pacientes intensidad emocional más baja que los pacientes con lesiones
con lesiones del hemisferio izquierdo, y son más frecuentes las en el hemisferio izquierdo [64,152]. Además, se ha comprobado
reacciones de indiferencia y conducta jocosa tras la lesión del que los pacientes con lesión en el hemisferio derecho son menos
hemisferio derecho [137]. Algunos autores han especificado precisos en sus expresiones faciales emocionales, espontáneas y
aún más estas asimetrías, y han mostrado, por ejemplo, que los fingidas [129]. Sin embargo, algunos autores señalan que no se
mayores cambios de tipo depresivo aparecen cuando la lesión puede concluir que las asimetrías faciales en la expresión emo­
unilateral del hemisferio izquierdo se produce en regiones an­ cional se deban a un control preferente del hemisferio derecho,
teriores [138-140]. Además, parece existir una relación directa ya que algunos estudios han encontrado que, con independen­
entre los cambios depresivos y la proximidad de la lesión unila­ cia del hemisferio dañado, los pacientes con lesiones anteriores
teral izquierda al polo frontal [140,141]. Los cambios depresi­ son los que presentan una mayor alteración en la capacidad
vos se encuentran relacionados, por tanto, con la lesión de la para fingir expresiones emocionales [153,154].
región anterior de la corteza frontal del hemisferio izquierdo, El hemisferio derecho también se ha relacionado con el pro­
lo que indica una mayor implicación de esta región en el afecto cesamiento del arousal o intensidad emocional, ya que las le­
positivo [72,142]. Las reacciones de tipo eufórico y maníaco, siones en este hemisferio producen alteraciones en la identi­
por otra parte, suelen aparecer tras lesiones del hemisferio de­ ficación de la intensidad de las emociones, particularmente
recho que abarcan la corteza basotemporal, la orbitofrontal, cuando estas lesiones implican la región parietal [155]. Desde la
los ganglios basales y el tálamo [143]. perspectiva de la asimetría hemisférica en función de la valen­
A partir de todos estos datos, se ha sugerido que la emoción cia afectiva de los estímulos, Heller [156] propone que la región
expresada tras una lesión hemisférica unilateral refleja las funcio­ parietotemporal del hemisferio derecho se encuentra directa­
nes emocionales del hemisferio no dañado, ya que el hemisferio mente relacionada con la activación emocional. Los pacientes
lesionado se encuentra alterado, tanto para el procesamiento con lesiones en el hemisferio derecho suelen presentar altera­
emocional como para la inhibición contralateral del otro hemis­ ciones en el arousal vegetativo ante la presentación de estímu­
ferio [126,144,145]. La expresión exagerada de emociones ne­ los emocionales, y sus respuestas de conductancia de la piel
gativas tras la lesión del hemisferio izquierdo sería el resultado son de menor magnitud ante estímulos afectivos que la de los
de la desinhibición del hemisferio derecho, que aparece como pacientes con lesiones del hemisferio izquierdo [146,110,157].
consecuencia de la disfunción del hemisferio izquierdo, mien­ Este hecho apunta a que el hemisferio derecho, además de
tras que las reacciones de euforia tras la lesión del hemisferio re­lacionarse con el procesamiento afectivo de los estímulos,
derecho aparecen por la desinhibición del hemisferio izquierdo, podría estar relacionado con las estructuras subcorticales impli­
debido a la disfunción del hemisferio derecho. cadas en la activación fisiológica [147].
Sin embargo, distintos estudios sugieren que las mayores al­ Las asimetrías hemisféricas en el procesamiento emocional
teraciones emocionales se producen tras la lesión en el hemis­ también se han observado mediante técnicas electrofisiológi­
ferio derecho. Los pacientes con lesiones en el hemisferio dere­cho, cas, de neuroimagen funcional y de inactivación hemisférica
además de presentar las reacciones anteriormente indicadas, selectiva. En cuanto a las técnicas electrofisiológicas basadas en
suelen presentar alteraciones en la identificación, discrimina­ el registro electroencefalográfico, se ha identificado una mayor
ción y expresión de la prosodia emocional, así como en el reco­ activación de las regiones frontal y temporal izquierdas durante

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Neuropsicología de la emoción

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que las imágenes agradables provocaban una mayor activación Ben-Ari Y, ed. The amygdaloid complex. New York: Elsevier; 1981.
en las regiones frontal y temporal izquierdas, mientras que las 17. Turner B, Mishkin M, Knapp M. Organization of the amygdalopetal
imágenes desagradables provocaban una mayor activación de projections from modality-specific cortical association areas in the
monkey. J Comp Neurol 1980; 191: 515-43.
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del hemisferio derecho. Mediante el test de Wada, que con­ of cortical projections to the amygdala in the rhesus monkey. In Ben-
siste en la inactivación diferencial y selectiva de los hemisferios Ari Y, ed. The amygdaloid complex. New York: Elsevier; 1981.
cerebrales, diferentes trabajos [160-162] han mostrado que la 19. Rolls ET. Neural systems involved in emotion in primates. In Plutchik R,
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