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Enfermería como profesión

Burgos y Paravic (2009) infiere que:


El concepto de profesión, es habitualmente asociado en el colectivo social a un título
que es obtenido a través de estudios superiores. Sin embargo, el término requiere
mayor análisis desde su concepto, evolución histórica y de este modo lograr
comprender como se fue perfilando una profesión dentro de la sociedad. (p.1)
La enfermería se ha autoidentificado como una profesión humanista, que se adhiere a
una filosofía básica centrada en el ser humano y su interacción con el entorno, donde
la persona elige, se autodetermina y es un ser activo. El objetivo de la enfermería debe
ser, esencialmente, para el beneficio del paciente, y su trabajo debe estar centrado en
él. (Zabalegui, 2003, p.1)
Es en este contexto donde surge la enfermería como profesión incipiente con Florence
Nightingale, quien establece las bases de una formación formal para enfermeras. Esta
se realizaba en hospitales con instrucción entregada por médicos. Las candidatas eran
sometidas a un estricto sistema de selección de disciplina y calidad moral.8 Con este
sistema Florence eleva la condición de cuidadora tan deteriorada hace algunos años.
Sin embargo, éstas limitaban su quehacer a las estrictas instrucciones médicas, sin
evidenciar autonomía en este desempeño. (Burgos y Patavic, 2009, p.1)
Zabalegui(2003) sostiene lo siguiente:
¿Cuál es la función del profesional en enfermería en el sistema actual de cuidado de la
salud? ¿Y cuál debe ser el ámbito de la intervención en nuestra interacción con el
cliente y su entorno? El Consejo Internacional de Enfermería, como la más antigua
organización profesional internacional, ha clasificado las funciones fundamentales de
la enfermería en cuatro áreas: promover la salud, prevenir la enfermedad, restaurar la
salud y aliviar el sufrimiento. Esta organización apolítica reúne personas de diferentes
países, con un interés profesional y un propósito común de desarrollo de la enfermería
a nivel internacional. (p.1)
La función de la enfermería, al igual que la de otras profesiones de la salud, debe
incluir la información y educación del cliente sobre la salud, para que él pueda elegir
entre las diversas opciones posibles, una vez considerados los distintos riesgos y
beneficios de cada alternativa. Esta función de educación se está convirtiendo en
prioritaria, ya que la tendencia del cuidado de la salud se centra en el cliente, como
centro de la atención y como persona que toma la decisión del tratamiento y el tipo de
cuidado que se va a realizar. (Zabalegui, 2003, p.1)
La enfermería debe participar en la búsqueda de medios para lograr la potenciación de la
salud comunitaria. Para alcanzar los objetivos anteriormente mencionados, la enfermera debe:
Conocer qué es lo mejor para el paciente. Responder a las necesidades del paciente.
Ser técnicamente competente, científicamente conocedora, prácticamente responsable
y emocionalmente capaz de afrontar las situaciones de crisis en el cuidado de la salud.
Ser competente en habilidades de comunicación y tener la capacidad de explicar la
fundamentación empírica y filosófica de sus acciones en relación con el cuidado del
paciente. Ser capaz de controlar las situaciones del paciente, con actividades y con el
manejo de sus propias emociones. Reconocer que en cualquier momento una persona
puede necesitar ayuda de otra. La enfermera(o) puede requerir ayuda para el
mantenimiento o desarrollo de habilidades, para el autoconocimiento o la
comprensión de otros. Potenciar la dignidad y el valor de las personas. Enfatizar y
apoyar la contribución del paciente y la familia al cuidado y a la adaptación.
(Zabalegui, 2003, p.1)

La autonomía en enfermería ha concertado interés en la profesión, ya que las


enfermeras/os se han profesionalizado a nivel mundial y la autonomía es una de las
características de las profesiones. Autonomía significa que los profesionales tienen el
control sobre sus funciones en el lugar de trabajo, y es considerada uno de los criterios
importantes en la obtención de un estatus profesional y la capacidad de asumir
riesgos. Es un factor comúnmente asociado a la independencia, a la voluntad de tomar
riesgos y a la rendición de cuentas para las acciones propias, además de la
autodeterminación y autorregulación. Pero autonomía no solo implica el ejercicio de
la práctica independiente, sino la aplicación del juicio crítico basado en conocimientos
que establece el profesional de enfermería en su desempeño diario, así como también
la autoridad y responsabilidad en la toma de decisiones. Aunque en algunos países la
enfermería goza de autonomía, en otros la enfermería no es totalmente autónoma, en
especial en algunos países en que la legislación aún la deja en una posición
subordinada a los administradores y médicos. (Luengo-Martínez, Paravic-Klijn,
Burgos-Moreno, 2017, p.141-142)

Burgos, M., Paravic, T., (2009). Enfermería como profesión. SciElo, v.25(n.1-2), 1.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-03192009000100010
Luengo-Martínez, C., Paravic-Klijn, T., & Burgos-Moreno, M. (2017). Profesionalismo en
enfermería: una revisión de la literatura. Enfermería Universitaria, 14(2), 131-142.
https://doi.org/10.1016/j.reu.2017.02.001. Recuperado de
http://www.scielo.org.mx/pdf/eu/v14n2/2395-8421-eu-14-02-00131.pdf
Zabalegui, A.(2003). El rol profesional en enfermería. Scielo, vol.3(no.1), 1.
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-59972003000100004

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