ACTIVIDADES

PARA EL
DESARROLLO DE
LA ESCRITURA
Habilidades previas
y ejercicios.
¿GRAFOMOTRICIDAD?
La grafomotricidad es una herramienta que favorece el
desarrollo natural de la escritura a través de ejercicios,
que permiten el desarrollo de las habilidades previas
de escritura mediante la correcta orientación y trazado
de las letras, así como de movimientos motrices
básicos.

Esto previene la aparición de alteraciones posteriores

en la escritura, como pueden ser las inversiones, los
errores de direccionalidad, la presión del lápiz, etc.

Su objetivo es permitir que los niños adquieran las

habilidades necesarias de cara al posterior desarrollo
de la escritura.
Habilidades previas a la escritura
Actividades cotidianas que favorecen el desarrollo
de las habilidades necesarias para la escritura
PARA EL DESARROLLO LA DESTREZA DE LAS MANOS

Solicitar al niño que de palmas al ritmo de una canción.

Simular con las manos movimientos de objetos (ej. aspas
de un molino).
Carrera de objetos: llevar un objeto en la palma de la mano
a lo largo de un recorrido.
Abrir y cerrar las manos, primero de manera simultánea y
después intercalando las manos, cada vez con mayor
velocidad.
Imitar con las manos movimientos de animales (ej. pájaro
volando, garras de un león,…).
Pintar con las manos y los dedos.
Actividades cotidianas que favorecen el desarrollo
de las habilidades necesarias para la escritura
PARA EL DESARROLLO LA DESTREZA DE LOS DEDOS

Abrir y cerrar los dedos de la mano, primero simultáneamente y

después ir intercalando las manos mientras aumenta velocidad y
ritmo.
Juntar y separar los dedos de la mano, podemos pintar sus uñas de
colores e ir indicándole.
Tocar cada dedo con el dedo pulgar de la mano correspondiente.
Cada vez con mayor velocidad.
Con el puño cerrado, ir sacando de uno en uno los dedos.
Poner las manos encima de la mesa e ir levantando los dedos uno
detrás de otro.
Simular con los dedos el uso de instrumentos como la flauta, el
tambor, la guitarra, teclear un ordenador/teléfono, etc.
Lanzar objetos, con ambas manos, intentando dar en el blanco (a
una cesta, a una diana…).
Dibujar en arena o en arroz con los dedos (letras, números, figuras…).
Manipular plastilina (hacer bolitas con ambas manos, tiras, hacer
formas y figuras…).
Doblar papel u otras texturas (p.ej. hojas de árbol), rasgar el papel.
Recortar con tijeras diferentes trazos.
Actividades cotidianas que favorecen el desarrollo
de las habilidades necesarias para la escritura
PARA EL DESARROLLO DE LA COORDINACIÓN OJO-MANO

Manipular objetos muy pequeños, como por ejemplo legumbres,

garbanzos.
Abrochar y desabrochar botones, lazos, nudos…
Ensartar cuentas o macarrones en un hilo o cuerda.
Encajar y desencajar objetos.
Enroscar y desenroscar objetos como tarros de comida.
Pasar las hojas de un cuento.
Pegar pegatinas en un dibujo.
Apilar bloques de construcción.
Realizar puzzles.
Actividades con pinzas o gomas de colores.
Actividades cotidianas que favorecen el desarrollo
de las habilidades necesarias para la escritura
PARA EL DESARROLLO DE LA COORDINACIÓN OJO-MANO

Otro aspecto importante es la realización de actividades para

desarrollar los trazos, las cuales se pueden realizar sobre diferentes
superficies (suelo, pared, cuaderno, papel, pizarra…) y con diferentes
instrumentos (rotuladores, lápices, bolígrafos, pinceles, tizas…). Los
movimientos básicos presentes en esos trazos serían tanto rectilíneos
como curvos, y sobre ellos se deberá centrar la reeducación
grafomotriz. Para ello, proponemos también ejercicios como, por
ejemplo:

Repaso de líneas, dibujos, letras, números, formas.

Unir líneas y puntos.
Realizar laberintos.
Rellenado de espacios y figuras (p.ej.: pintar sin salirse del dibujo).
Copia en pizarra o en papel trazando líneas, curvas, bucles, círculos…
Trazado alternando la presión.
Conocer los conceptos de arriba/abajo, grande/pequeño,
dentro/fuera.
AUTONOMÍA,
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE EN LOS NIÑOS?
La autonomía es la capacidad que adquieren los niños
de realizar por sí mismos aquellas tareas y
actividades propias de su edad y de su entorno
sociocultural. Desde bien pequeños van asumiendo
diferentes responsabilidades: desde guardar sus
juguetes hasta conseguir vestirse solos.

Los niños que van logrando realizar actividades de

forma autónoma son capaces de tomar decisiones
sobre lo que les gusta y lo que no, son más seguros de
sí mismos y tienen mejor autoestima, responden mejor
a los procesos de enseñanza-aprendizaje, y presentan
mejor comportamiento y ejecución de tareas en clase.
Por esto es importante fortalecer experiencias en el
hogar, que permitan identificar y solventar las barreras
que pueda presentar cualquier niña o niño al momento
de realizar dichas actividades.
 Actividades que favorecen la autonomía
ALIMENTACIÓN

Comer sin ayuda (cuchara, pinchar con el tenedor, cortar con

cuchillo y tenedor).
Servirse bebidas y comida en su vaso/plato.
Utilizar de forma correcta la servilleta.
Recoger y limpiar lo que se derrama.
Poner y quitar la mesa.

HIGIENE Y ASEO

Enjabonarse el cuerpo, haciendo hincapié en las partes del

cuerpo.
Ir solo al váter (cortar el papel, limpiarse, tirar de la cadena,...).
Cepillarse los dientes.
Peinarse el cabello.
Quitarse los coleteros.
Abrir y cerrar grifos.
Lavarse las manos con agua y jabón.
Regular la temperatura del agua.
Limpiarse la nariz solo.
 Actividades que favorecen la autonomía
VESTIDO

Desvestirse sin ayuda y vestirse con apoyo.

Diferenciar la parte delantera y trasera de la ropa.
Ponerse los calcetines y la ropa interior.
Ponerse y quitarse los zapatos.
Intentar atarse los cordones, aprender a hacer el nudo.
Abrocharse y desabrocharse la ropa (botones, cremalleras,...).

OTRAS TAREAS

Intentar abrocharse el cinturón de seguridad del coche.

Tender la ropa (poner y quitar las pinzas).
Echar la ropa sucia en el cesto.
Guardar los juguetes en su sitio.
Tirar las cosas a la basura.
Ayudar a doblar ropa.
Regar las plantas.
Colocar su mochila y chaqueta en una percha.
Colocar sus libros en las estanterías.