ACTIVIDAD OPTATIVA 1:

ENTRENAMIENTO EN
REESTRUCTURACIÓN
COGNITIVA

María José Cañete Ruiz, M1.

TÉCNICA DE REGISTRO: HOJA DE AUTOOBSERVACIÓN:

Se realizó una autoobservación de dos situaciones, una positiva y otra negativa y

posteriormente se comentaron en la ronda que se llevó a cabo en el taller. Se realizó la
relación entre los pensamientos- emoción y conducta. Se llevó a cabo la diferenciación
entre la realidad y el pensamiento y por último se detectaron y se pusieron de manifiesto
entre los compañeros que participaron en el taller los errores cometidos en la situación
negativa.
TÉCNICA DE REGISTRO: DOBLE COLUMNA.

Después del taller se llevó a cabo el control de estado alterado mediante la técnica de
registro de la doble columna. Esta vez cuando se presentaba la situación se tenía que
identificar la emoción correspondiente y el nivel de esta. Se observaba y anotaba el
pensamiento y se llevaba a cabo el cambio de pensamiento, es decir, la restructuración
cognitiva. Por último, se apuntaba la conducta y las consecuencias de esta.
Esta práctica me ha sido de gran utilidad. Sirve para ser más consciente de como influye
nuestro pensamiento y como dependiendo de nuestros pensamientos actuamos de una u
otra manera. Nuestros pensamientos inciden de forma directa en nuestro estado
emocional y por lo tanto también en nuestra conducta. A diario nos enfrentamos a
situaciones que pueden generar cierto conflicto y si no somos capaces de canalizar y
controlar las emociones que desencadenan este tipo de situaciones, terminaremos
sometidos a situaciones de estrés o ansiedad que nos desestabilizarán por completo. Es
importante pararse un momento a recapacitar y realizar un cambio de pensamiento, es
decir, una re-estructuración. Es importante darse cuenta y cambiar ese pensamiento para
no darle más vueltas. Cada vez que el pensamiento ronde mi cabeza se debe de ignorar
y progresivamente se volverá menos intenso, durará menos y será menos amenazante.
Se debe de dar el justo valor a las cosas. Nosotros no podemos controlar que no nos
ronden pensamientos negativos por la cabeza, pero sí podemos manejar el grado en el
que estos nos afectan. Es necesario darse cuenta de que los pensamientos positivos no
nos van a venir por sí solos, es necesario que nos los repitamos nosotros mismos. No
podemos dejar que nos controlen los pensamientos.

Mediante la realización de esta práctica se ha aprendido la forma correcta de detectar,

interpretar la realidad y modificar los pensamientos o representaciones mentales
inadecuadas que generamos, se han aprendido técnicas conductuales para gestionar las
emociones que experimentamos como la ansiedad, la tristeza y también se ha aprendido
a sustituir los pensamientos inadecuados por otros alternativos, más positivos, que nos
ayuden a mantener un estado psicológico de bienestar emocional.