Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
emociones”
PROPÓSITO: identificar acciones que nos ayuden a gestionar nuestras emociones y su importancia en relació n con
nosotros mismos y los demá s
ANEXOS:
Es un mecanismo del ser humano que le permite mantener constante el balance de las manifestaciones de nuestras
emociones y nuestras relaciones sociales satisfactorias.
Es importante conocer uno de los muchos modelos de autorregulació n emocional, uno de ellos es propuesto por Bonano
(2001) donde señ ala tres categorías generales de actividad autorregulatoria:
1) Regulación de Control:
Se refiere a comportamientos automá ticos e instrumentales dirigidos a la inmediata regulació n de respuestas emocionales
que ya habían sido provocadas. Dentro de esta categoría se incluyen los siguientes mecanismos: aná lisis emocional,
eliminació n emocional, expresió n emocional y la risa.
2) Regulación Anticipatoria:
Si la homeostasis (balance entre los diferentes componentes que forman el organismo, es bá sico para mantener una buena
salud. Para alcanzar este equilibrio, el cuerpo tiene una serie de recursos de autorregulació n) está satisfecha en el
momento, el siguiente paso es anticipar los futuros desafíos, las necesidades de control que se puedan presentar. Dentro de
esta categoría se utilizarían los siguientes mecanismos: expresió n emocional, la risa, evitar o buscar personas, sitios o
situaciones, adquirir nuevas habilidades, revaloració n, escribir o hablar acerca de sucesos angustiosos
3) Regulación Exploratoria:
En el caso que no tengamos necesidades inmediatas o pendientes podemos involucrarnos en actividades exploratorias que
nos permitan adquirir nuevas habilidades o recursos para mantener nuestra homeostasis emocional. Algunas de estas
actividades pueden ser: entretenimiento, actividades, escribir sobre emociones.
Un mecanismo rá pido para defendernos de las emociones que nos desbordan es el atribuir interpretaciones fijas sobre lo
sucedido, quedarnos con esa idea y luego seguir como si no hubiese ocurrido nada. Esto puede generar una sensació n
ficticia de que se “voltea la pá gina” y que el problema ya no existe. Pero si nos quedamos con una idea rígida y no
conversamos sobre lo sucedido, repetiremos el mismo comportamiento al mínimo problema con la persona en conflicto.
La empatía es un recurso fundamental para romper con ciclos de resentimiento y posibles desbordes emocionales. La
empatía es mucho má s que una habilidad: es una predisposició n actitudinal que debemos practicar para poder tomar
perspectiva cuando ciertas emociones empiezan a nublar nuestro juicio. La empatía, en ese sentido, es un sentimiento
complejo y de mú ltiples dimensiones.
Por una parte, presenta una dimensió n emocional o instintiva, vinculada a la compasió n, la preocupació n o la indignació n;
y, por otra, una cognitiva: forzarse a ponerse en el lugar del otro, observar la situació n desde distintas perspectivas, aunque
predomine, por ejemplo, un sentimiento de odio y rencor.
La empatía, en cualquier caso, implica un esfuerzo por suspender, aunque fuera por un momento, aquello que nos mantiene
ensimismados, encerrados en nosotras mismas. Sea por reacció n espontá nea o por esfuerzo racional, la empatía es un
mecanismo, una capacidad, un sentimiento que nos impulsa a pensar que nosotras no somos ni seremos dueñ as/os de la
verdad, ni siquiera de los sentimientos que creemos que nos pertenecen.
Ahora, antes de terminar, revisemos aquello que favorece el desarrollo de habilidades socioemocionales como la empatía y
la asertividad. Mira los pasos que presentamos y, en cada uno de ellos, pregú ntate: ¿có mo puedo lograrlo?, ¿qué necesito
cuestionar?, ¿qué quiero cambiar?
- Si estamos conscientes de las interacciones antes mencionadas, nos será má s sencillo aprender a autorregular nuestras
emociones y superar los conflictos o resolverlos de manera positiva.
- Las emociones juegan un papel fundamental en nuestras relaciones, y es tan importante aprender a reconocer nuestras
propias emociones como también de las y los demá s.