Está en la página 1de 4

Psicología Humanista.

Profesora: Lisbeth C. Bolívar Cancines.

Redes Sociales: Instagram - @Psicolisbc

Correo electrónico : Psicolisbc@gmail.com

¿Cómo empezamos a sanar nuestro interior? ¿Cómo sanar las heridas que
tenemos en el alma? ¿Cómo formar relaciones plenas?

¡Sanación desde el corazón!

La sanación que podemos elegir buscar, es la del alma, esa que viene del ser
espiritual y que conecta, con la esencia… y justamente la esencia, es la que
conduce nuestro vehículo, en este viaje llamado vida. Hay momentos en qué, se
sana el alma, pero no se sana, el cuerpo; ahora, lo que sí se sana, cuando alivio mi
esencia, es mi comportamiento, mi paz, y mi tranquilidad ante cualquier situación
que esté viviendo.

Sanando mi esencia, sano la relación con mi papá, con mi mamá, con mi jefe, con
mi esposa, con mi esposo, con mi hijo, con mi hija… sano esa parte que es vital en
la vida del ser humano, qué es, estar en paz con todo lo que forma parte de la vida.

Cuando estamos en carencia, podemos ser conscientes de que debemos elegir


sanar muchas cosas, en nuestro interior; sin embargo, para emprender este
proceso, es importante comprender, ¿qué áreas de mi vida no funcionan
adecuadamente? por ejemplo, la economía; al conocer que área quiero trabajar, la
intención que sigue es revisarme, y esto lo hago a través de preguntas claves, ¿qué
sensación siento? ¿Qué emoción experimento? ¿Qué carencias tengo establecidas
frente a la economía?, con base a esas respuestas, serán los resultados que
experimentaré hacia afuera. Recuerda, que nosotros creamos a través de nuestros
pensamientos, creencias, emociones e intenciones.

Cada día, están saliendo partículas de nuestro ser que van a hacer eco, y que
retornan la manifestación de esos pensamientos, de esas creencias, de esas
emociones, a nosotros mismos. En el momento en que yo me doy permiso de
pensar, y de sentir, desde la esencia… en el mismo momento en que yo, desde el
darme cuenta, tomo consciencia de qué eso que estoy sintiendo o viviendo, es un
proceso que tiene un propósito, y que en algún momento lo voy a resolver, con esa
certeza, empiezo entonces a cambiar la manifestación de mi universo, cambio mi
actitud, y por supuesto al cambiar mi actitud, cambia mi energía, justo allí, comienzo
a proyectar otros elementos, y seguramente empezaran a retornar hacia a mí,
resultados diferentes.

Cuando cambias tu realidad interior, cambia tu realidad exterior. Es mágico, se


empieza a cambiar todo, es tan simple y fácil, como en la vida diaria. Otro ejemplo,
si yo tengo un mal comportamiento en mi computador, debo sanar algo, que viene
de un virus; cuando quito ese virus, lo limpio y lo organizo, ¿qué pasa?, pasa que el
computador empieza a andar de forma correcta. Así mismo sucede con cada
proceso que vivimos; cuando tengo algo que no me permite vivir en paz, es porque
tengo algo que sanar, apenas lo sano, mi reacción es distinta.

Los procesos de sanación requieren de aceptación, y para esto elegimos percibir


que cada reto o desafío (problemas) son regalos, (aunque reconozco que algunos
vienen envueltos en un papel que no es precisamente mi preferido, pero que, con
los años, se vuelve valioso). Lo primero que elijo al presentar una situación que me
vincula con la tristeza, el dolor, la rabia, o molestia, es aceptar esa situación.
Ustedes al leer esto, dirán, “es decir, que yo tengo que estar feliz, si estoy en una
crisis económica y, ¡ay que chévere!, lo acepto” … Pero bueno, hay un para qué,
más allá de un porque, que nos permite entrar en consciencia plena, por algún
motivo ustedes están viendo esta cátedra y nunca es tarde para aprender. Se los
comparto, yo lo aprendí casi tres años después de graduarme.

ACEPTAR, no significa estar de acuerdo (como lo coloqué en el ejemplo anterior,


¡que chévere que vivo una crisis económica! ¡no! eso no es aceptar), aceptar es,
comprender que esa situación que estoy viviendo EXISTE, y qué está llegando a mi
vida, para darme la oportunidad de poder aprender una lección de ella.

Después, viene la toma de consciencia, sobre qué malestar e insatisfacción está


generando ese proceso que vivo, y hacia quién o con quienes en mi entorno está
funcionando eso. Se trata de verificar, sí existe una serie de creencias, para luego
chequear, cuáles podemos cambiar, replantar, modificar, es más, en ocasiones es
importante tener un proceso de acompañamiento (terapéutico). No es sólo tomar
consciencia, no es sólo conocer el origen que está creando este momento de
escases en mi vida, también se trata de elegir empezar a crear un cambio dentro de
mí, a través de la sanación de esa memoria (escena, suceso, momento), que en su
momento se pudo instaurar en mi mente, y que pudo haber sido una interpretación
que se hizo de manera errónea, con respecto a la relación con el dinero (relación
amorosa, relación laboral, entre otras áreas más), y por último observar cuándo
esa creencia se instauró en el cerebro, y empezó a manifestar un resultado.

Al tener ese replanteamiento, voy a generar nueva información y cuando esto


suceda, el resultado va a cambiar.

Sanar es un trabajo espiritual que debe ser constante, sin prisa, pero sin pausa. Y
cada vez que nos descubramos pensando cosas que no nos sirvan, o que
percibamos que estamos enfrascados en nuestra rabia, tristeza, allí, es cuando
debemos aplicar la auto-observación, de manera que podamos dejar ir ese
pensamiento, esa creencia, esa emoción. Por supuesto que, primero que nada,
debemos reconocer todos esos virus (pensamientos negativos, creencias
limitantes), para tomarlos, afrontarlos, entender, ¿por qué están allí?, cuestionarlos,
y dejarlos ir, despegarnos de ellos.

En momentos, se hará poco fácil, y esto será todo un desafío. Lo será, porque de
una manera inconsciente, las creencias limitantes, los pensamientos negativos,
todo eso que yo he llamado “virus”, nos sirve para protegernos del miedo y nosotros,
simplemente la seguimos repitiendo; pero, cuando lo empezamos a hacer
consciente, ese cambio se va haciendo más fácil. El siguiente trabajo, es reforzar lo
que sí queremos, es visualizar esos propósitos, vernos allí, haciéndolo, cumpliendo
eso que queremos vivir, escucharlo, sentirlo, verlo como real. Y dar gracias por
tenerlo, aunque apenas este en construcción, recuerden, que, la fe es la certeza de
lo que no se ve. Y aunque apenas eso sea una construcción mental, cuando
nosotros le ponemos agradecimiento, como si fuese algo real, nuestro inconsciente
nos lleva a ese camino, para que se cumpla.

Reflexionas finales:

Ser consciente de cada pensamiento negativo que tengas.

Prográmate en positivo.

Piense en usted.

Usted es responsable no culpable.

Libere el pasado.

Viva el presente.

“Nada en mi cuerpo ocurre, sin que mi mente haya dado una instrucción”

¿Qué instrucciones le estas dando a tu mente?

También podría gustarte