● Catastrofización: Es la tendencia a imaginar desastres, accidentes o
catástrofes en el futuro que llevan a la persona a un estado de preocupación constante. Los medios de comunicación y las redes sociales utilizan esta tendencia para atraer lectores y televidentes y así incrementar su popularidad. Tener un sentido de protección es importante para todos, pero vivirlo exageradamente tiene un efecto paralizante. Este sesgo es común en personas ansiosas, especialmente en aquellos con trastornos de ansiedad y fobias: “El avión puede fallar y caerse, todos moriríamos” “sería terrible si me equivoco al hablar en público” ● Pensamiento dicotómico (todo o nada): es una forma de pensar polarizada basada en blanco o negro, bueno o malo, éxito o fracaso. Las personas con este sesgo suelen pensar: “el segundo lugar es el primero de los perdedores” “si no es un éxito, entonces es un fracaso”. Como estas personas son tan exigentes consigo mismos y los demás, se encuentran en una constante búsqueda de reafirmación positivas, pues temen ser calificados como fracasados, incapaces o perdedores. ● Adivinación del futuro: es la tendencia a querer predecir qué pasará en el futuro, por ejemplo: “no tiene caso que vaya, la pasaré fatal” “no soy lo suficientemente capaz para obtener el trabajo, mejor no acudo a la entrevista”. Esta forma distorsionada de pensar hace que la persona no logre sus objetivos, lo que lo convierte en una profecía autorrealizada “sabía que no lo lograría” ● Lectura del pensamiento: es una forma de saltar a las conclusiones con respecto a lo que los otros piensan o siente sobre la persona que tiene el sesgo, por ejemplo: “seguro que pensará que soy un fracasado” “debe de estar pensando que soy un tonto” “si bostezó es porque lo aburro” “todos pensarán que soy incapaz” ● Sobregeneralización: es un tipo de pensamiento donde se parte de lo particular a lo general, es decir, de una situación específica se concluye una generalización, “siempre me pasa los mismo” “nunca me escucha” “todos los hombres son iguales” “jamás podré cambiar” “el mundo es muy peligroso” ● Descalificando lo positivo: es una tendencia a restarle importancia a las virtudes y cualidades de uno mismo a la vez que se evalúan los resultados de los otros como mejores y mayores. Un paciente que ganó un premio me decía; “fue sólo suerte, en realidad no lo merecía. Me lo habrán dado para hacerme sentir bien”. Otra paciente me decía; “nunca seré una buena pareja para mi esposo” ● Etiquetado: es una forma de saltar a las conclusiones de manera negativa sobre uno mismo o los demás utilizando etiquetas como “es un imbécil” “soy un fracasado” “es un naco” “es una creída”. Este error del pensamiento es una forma de “economía emocional” donde las etiquetas sirven para que la persona no se exponga a ciertas situaciones o personas, sin embargo esto impide corroborar si los pensamientos son correctos o no, a la vez que perdemos la oportunidad de experiencias positivas. ● Deberías o pensamiento acusatorio: este sesgo es una forma de presionarse a uno mismo y a los demás a hacer o lograr cosas y puede servir como motivador, pero cuando no se logra lo trazado se experimenta una fuerte frustración, por ejemplo “yo debo siempre tener éxito” “no debes de cometer errores” “tú deberías de haberlo visto y prevenido”. Son imperativos inflexibles e irreales que harán que la persona experimente una fuerte respuesta emocional si no los logra. Baja autoestima y sentimiento de sobrepasado son resultados comunes de este sesgo. ● Razonamiento emocional: es la tendencia a creer que nuestras emociones negativas reflejan la realidad como es, por ejemplo un paciente solía decirme lo siguiente “como me siento incompetente, eso quiere decir que soy bueno para nada” ● Sesgo del obstáculo: se refiere a las interpretaciones negativas sobre los retos, las dificultades en la vida y nuestras propias capacidades. Es una forma de darse por vencido antes de intentarlo; “nunca podré lograrlo, es muy difícil para mí” “es mejor que ni lo intente, pues es seguro que fracasaré”. Este sesgo es el que se encuentra detrás de la tendencia a procrastinar pues ante la aparente dificultad la persona suele posponer su realización para evitar sentirse incompetente. ● Personalización: es la tendencia a responsabilizarse a uno mismo o culparse por situaciones que suceden y que no fueron causados directamente por la persona; “como no me contesta el mensaje quiere decir que la ofendí de alguna manera” “es mi culpa que ella se sienta deprimida” “es por mí que mi equipo no ganó” ● Filtro mental o sesgo confirmatorio: es la tendencia de buscar información que se ajusta a nuestras creencias preestablecidas. Por ejemplo, si una persona está deprimida, presentará una tendencia a fijarse en el lado negativo de la vida (noticias lamentables, errores personales, desconsideraciones de los demás, etc) y dejará a un lado la información de carácter positivo, agradable y deseable y con ello confirmar su creencia de que todo está mal en su vida. También lo vemos en la división política de nuestro tiempo con las llamadas echo chambers donde la gente solo sigue noticieros y personalidades que confirman sus ideas evitando a quienes tienen una opinión distinta o desconfirman sus puntos de vsita.