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– Pensamiento Dicotómico: Ver las cosas como blancas o negras, falsas o verdaderas.

No se percibe que estos conceptos son sólo los extremos de un continuo. Suelen utilizar
palabras tales como, siempre, nunca, jamás, todo, nada, etc.

ej. “Esto es cuestión de vida o muerte” o “o me quiere o me odia”

– Sobregeneralización: Ver un simple suceso negativo como un modelo de derrota o de


frustración que nunca acabará.

ej. “Nadie me toma en serio” o “Tras este fracaso, sé que jamás me irá bien con otros hombres”

– Abstracción selectiva: Poner la atención de una situación solo en un detalle concreto,


sacándola de su contexto, e ignorando otros hechos más importantes correspondientes a
la misma situación. Se define toda la experiencia exclusivamente a partir de este detalle.

ej. Una persona que ha realizado una exposición oral y todo el mundo le felicita por lo bien que lo ha
hecho, pero ella considera que se confundió en un par de líneas y ya no es capaz de disfrutar el éxito de lo
conseguido.

María sabe mucho de cine, está teniendo una conversación


agradable con sus amigos, cuando uno pregunta por un director de cine y ella no
recuerda el nombre. Todo lo agradable que fue la reunión se acaba porque considera
inaceptable que no sepa el nombre.

– Descalificación de las Experiencias Positivas: Por alguna razón no se tienen en


cuenta las experiencias positivas y se mantiene una creencia negativa que realmente no
está basada en la experiencia diaria. No puede disfrutar sintiéndose bien porque se
piensa que el estado posterior es sentirse mal. Se llega al extremo de experimentar
culpabilidad por sentirse bien.

ej. Una persona recibe un elogio y piensa “solo quiere quedar bien, nada más”

– Inferencia arbitraria: Ver las experiencias como negativas, exista o no evidencia a

favor. Existen dos muy frecuentes:


Adivinación del pensamiento: Decidir que los demás están pensando mal de uno sin
tener evidencia alguna de ello.

         ej. “Ya no le gusto a ella” o “seguro que piensa que soy incompetente”

o El error de adivinar el futuro: Esperar que las cosas salgan mal, que los sucesos
sean negativos, sin permitirse la posibilidad de que puedan ser neutrales o positivos.

         ej. “Lo voy a pasar mal en esa fiesta así que mejor no voy“

– Magnificación y/o Minimización: Magnificar sus errores y los éxitos de los demás.


Minimizar sus éxitos y los errores de los otros.

ej. “Juan se habrá confundido al cometer ese error, pero en el fondo entiendo que era complicado, pero
¿ lo mío? Mi error no tiene excusa, es terrible!”

– Razonamiento emocional: Asumir que sus sentimientos negativos son el resultado de


que las cosas son negativas. Si se siente mal, esto significa que su situación real es mala.

ej. “Me sienta tan mal que mi hijo no ordene su habitación que mejor no hacer nada, es imposible”

– “Debería”: Intentar mejorarse a sí mismo con “debería….”, “tendría que….”, “debo


hacerlo mejor”, “debo tener una buena razón para decir no”, etc. La consecuencia
emocional de estos pensamientos es la culpa, la ira y el resentimiento. Utiliza los
“debería” en vez de “me gustaría”.

ej. “No debería ser tan pasota con mi familia, debería hablar más con ellos” o “siempre llego tarde al
trabajo, debería ser más puntual”

– Etiquetación: Es una sobregeneralización mayor. Cuando se


equivoca dice “Soy una persona muy estúpida”. Cuando no consigue algo que quiere se
dice “Soy un perdedor”. Se refiere a los sucesos con un lenguaje cargado
emocionalmente. Al usar etiquetas se incluyen, o están implícitas, muchas
características que no son aplicables a esa persona.

ej. Una persona comete un error y piensa: “soy un estúpido” o “soy un fracaso”

– Personalización: Verse a sí mismo como la causa de algunos sucesos externos


desafortunados o desagradables, de los que el sujeto no es responsable.

ej. “mi hijo no me obedece, soy una mala madre“


– Visión Catastrófica: Consiste en adelantar acontecimientos de modo catastrofista para
los intereses personales, o colocarse sin prueba alguna en lo peor para uno mismo.

ej. “Que suspenda el examen será terrible, creo que sería lo peor que me podría pasar en mi vida”

Tras analizar aquellas distorsiones donde puntúas alto, deberás saber que estas pueden
ser responsables de que en ocasiones cometas errores en tus juicios. Esto, a su vez,
puede generar malestar emocional. Presentar una puntuación alta en este listado,
supondrá que tendrás dificultades a la hora de generar pensamientos alternativos,
que puedan ofrecerte otra visión de la situación. Así mismo, las puntuaciones bajas
supondrán una mayor flexibilidad de pensamiento y, en consecuencia, menos
conflicto.

Existe una relación importante entre las distorsiones cognitivas y los trastornos de
estado de ánimo, como la depresión, además de otro tipo de conflictos. Por eso es
importante su reconocimiento y el trabajo para disminuir el impacto que estas
distorsiones tienen en nuestra persona y nuestras relaciones con los demás.

Así mismo saber que todas las personas presentan distorsiones de algún modo, pero ello
no tiene porque conllevar un problema. Es cuando estas nos producen rigidez en nuestra
forma de pensar, así como cuando nos generan situaciones negativas, cuando debemos
prestar atención a las mismas.

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