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Unidad 3

Función resarcitoria
Concepto
La esencia misma de la responsabilidad civil. Consiste en restablecer el desequilibrio
patrimonial sufrido por la victima a través del pago de una indemnización de daños y
perjuicios.

Responsabilidad significa satisfacer.

Bustamante Alsina: responder significa dar cada uno cuenta de sus actos, y que responder
civilmente es, la forma a dar cuenta a otro del daño que se le ha causado.

Antecedentes
El Código de Velez Sarsfield tiene una norma básica (art. 1.109 1ra parte) que define a la
responsabilidad civil por el hecho propio e importa una regla de buen comportamiento.

“Todo el que ejecuta una hecho, que por su culpa o negligencia ocasiona un daño a otro, está
obligado a la reparación del perjuicio…”

Régimen legal
La responsabilidad civil se sustenta de cuatro presupuestos esenciales:

1) La antijuricidad que consiste en la violación del deber de no dañar a otro o en el


incumplimiento de una obligación (arts. 1716, 1717 CCyC)
2) Los factores de atribución o de imputación: que es la razón o el fundamento para
adjudicar el deber de afrontar el daño (arts.1721 a 1724 CCyC)
3) El daño que consiste en la lesión a un derecho o interés lícito que es el elemento más
importante del derecho de daños, por cuanto que, si no hay daño no hay
responsabilidad (arts. 1735 a 1740 CCyC)
4) La relación de causalidad que vincula jurídicamente el hecho con el resultado (arts.
1726 a 1746 CCyC)

Presupuestos de la responsabilidad: Antijuricidad


Concepto
Una conducta es antijurídica cuando media incumplimiento contractual o cuando se violenta el
deber general de no dañar a otra persona, sin que medie, ambos supuestos, una causa de
justificación (art 1716 CCyC)

Antijuricidad como acción u omisión


La antijuricidad solo es de la conducta humana, no lo es respecto del resultado.

Esa conducta puede consistir en una acción u omisión

La acción, es decir, la situación en la que como consecuencia de la intervención activa del


hombre, produce un resultado.

Y la omisión que consiste en la abstención en el actuar.


Dos posiciones doctrinarias existen en cuanto a la omisión en nuestro derecho

Una restrictiva, que se atiende a que solo un deber legal expreso de cumplir el hecho omitido
puede crear responsabilidad al sujeto. Se fundamenta en la interpretación literal del art. 1074
del Código anterior, que disponía: “Toda persona que por cualquier omisión hubiera
ocasionado un perjuicio a otra, será responsable solamente cuando una disposición de la ley le
impusiere la obligación de cumplir el hecho omitido”.

Otra posición amplia, que entiende que es suficiente a estos fines la violación de un deber
jurídico de actuar, sin necesidad de que esa actividad haya sido impuesta por una disposición
específica de la ley. Se funda en el artículo 1717 del CCyC, que produce un ensanchamiento de
la responsabilidad por omisión, por cuanto que ahora: “Cualquier acción u omisión que causa
un daño a otro es antijurídica si no está justificada”. La simple violación del deber general de no
dañar (alterum non laedere) implica ilicitud, salvo que la conducta o el perjuicio se encuentren
justificados. Cierra con el art 1710 donde toda persona tiene el deber, en cuanto de ella
dependa, de evitar causar un daño no justificado, adoptar las medidas para que no suceda o
disminuir su magnitud y no agravarlo si ya se produjo.

Especies
Tanto la doctrina como la jurisprudencia se han planteado determinar cuándo un daño es
injusto y que circunstancias hacen que una conducta dañosa merezca tal calificativo.

- Antijuricidad formal: la injusticia es sinónimo de ilegalidad. Para esta corriente, un


daño es injusto cuando es producto de la violación de una norma jurídica imperativa,
es decir, cuando estuviere expresamente prohibido por las leyes.
- Antijuricidad material: es cuando la ilicitud deja de confundirse con la ilegalidad y se
comprende que el derecho no se agota en la legalidad. Esta corriente plantea una
visión integral del ordenamiento jurídico, dando cabida a otras fuentes del derecho:
los principios fundamentales, la moral, las buenas costumbres, etc. Considera que el
daño es injusto cuando lesiona un interés merecedor de tutela, sea un interés
legalmente aceptado o de hecho.
- Antijuricidad subjetiva: trata sobre la desaprobación de la conducta del autor o agente.
La antijuricidad se encuentra en la culpa. La culpabilidad aparece absorbiendo a la
antijuricidad; el daño es injusto en la medida en que es el resultado de una conducta
equivocada.
- Antijuricidad objetiva: para esta corriente lo importante es el resultado: el daño
sufrido. La antijuricidad no mira al agente, sino a la víctima. La idea central es que todo
daño es injusto o antijurídico, cuando lesiona el deber genérico de no causar un daño a
otro (alterum non laedere).

Dicha regla no impide que haya actos dañosos que se encuentren justificados por el
derecho y no acarreen consecuencias al autor.

La antijuricidad en el Código Civil y Comercial, diferencias con el


código anterior
En el Código anterior la antijuridicidad era formal y subjetiva, porque se requería que el hecho
dañoso estuviera “expresamente prohibido por las leyes ordinarias, municipales o reglamento
de policía” (art 1066) y que los agentes obraran con “dolo, culpa”( arts. 1109 y 1067).

El nuevo Código consagra ahora una antijuricidad objetiva y material.

A diferencia del Código anterior, el artículo 1717 establece: “Cualquier acción u omisión que
cause un daño a otro es antijurídica si no está justificada”; la norma se inclina por la
antijuricidad material – al considerar ilícito a todo acto que lesiona un interés merecedor de
tutela, sea un interés legalmente aceptado o de hecho – y objetiva, por cuanto se considera
acto ilícito aquel que viole el deber genérico de no dañar, salvo que la conducta o el perjuicio
se encuentren justificados.

La antijuricidad contractual
En el ámbito contractual persiste un tipo de antijuricidad típica, que consiste en la infracción a
una obligación preexistente y especifica.

En el nuevo Código existen referencias a ambos tipos de antijuricidad en distintas normas.

En el art 1716: “La violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento de una
obligación, da lugar a la reparación del daño causado, conforme a las disposiciones de este
Código”.

En el art 1749 sobre sujetos responsables en el caso de responsabilidad directa se refiere a


quien: “incumple una obligación u ocasiona un daño injustificado por acción u omisión”.

En una obligación el deudor asume el deber de ejecutar la prestación voluntariamente, de


buena fe, en la forma, tiempo y modo correspondientes, lo cual debe conducir a satisfacer el
interés del acreedor, a una extinción del vínculo jurídico y a su consiguiente liberación. A este
fenómeno se le denomina “cumplimiento”.

Hay “incumplimiento”, toda vez que el deudor no ajusta su conducta al comportamiento


debido. Por ende, es considerado tal la tanto la inejecución absoluta de la prestación como la
relativa.

Inejecución absoluta:
Se produce cuando a raíz del incumplimiento obligación, en cualquiera de sus manifestaciones
posibles, la prestación ya no es susceptible de ser específicamente cumplida ulteriormente,
sea por resultar material o jurídicamente imposible, o bien por haber perdido el acreedor todo
interés en su cumplimiento especifico tardío. Es una situación irreversible. Lo que caracteriza a
este incumplimiento es: la frustración definitiva e irreversible del interés del acreedor deriva
de la no ejecución in natura de la obligación conforme lo previsto.

Inejecución relativa:
A diferencia del incumplimiento definitivo o absoluto, en los supuestos de cumplimiento
relativo: la infracción admite todavía la posibilidad de cumplimiento específico tardío.

La prestación no cumplida en tiempo propio o deficientemente ejecutada es aun material y


jurídicamente susceptible de ser realizada de manera específica e idónea para satisfacer el
interés del acreedor.

La inexactitud de lo ejecutado puede guardar relación con los sujetos, con el objeto, con el
lugar o con el tiempo de cumplimiento de la prestación. Se refiere a los sujetos, por ejemplo,
cuando quien paga es un incapaz o un tercero, tratándose de prestaciones fungibles; se vincula
con el objeto cuando el pago es efectuado en violación a los principios de identidad (se ejecuta
una conducta cualitativamente distinta a la debida o se entrega en pago una cosa que no le
pertenece al deudor, o esta gravada a favor de un tercero) o de integridad del pago (ej. Se
cumple parcial o fraccionadamente lo adeudado o ejecuta una prestación que presentan vicios
o deficiencias), o relativos al tiempo de cumplimiento (casos de cumplimiento anticipado o
tardío), o en el lugar que este debe llevarse a cabo.
Mora
La mora es una situación específica de incumplimiento relativo y caracterizado por el interés
que aún guarda el acreedor en el cumplimiento de la obligación

A) Mora del deudor


Concepto
Pizzarro: mora es el retraso imputable al deudor que no quita la posibilidad de cumplimiento
tardío.

Las V Jornadas provinciales de Derecho Civil, sostuvo que la mora es una “situación específica
de incumplimiento relativo, en donde se afecta el término de cumplimiento, con
responsabilidad en el deudor y caracterizado por el interés que aún guarda el acreedor en el
cumplimiento”.

El diccionario de la Real Academia dice que mora es: “dilatación o tardanza en cumplir una
obligación”. Esa es la acepción que corresponde al concepto material. Desde ese punto de
vista, sería entonces, el retardo o retraso en el cumplimiento de la prestación por parte del
deudor o del acreedor.

Requisitos
Los elementos de la mora del deudor son los siguientes:

1) Retardo o retraso en el cumplimiento de la obligación, que se verifica cuando la


obligación se ha tornado exigible por vencimiento de su plazo o por cumplimiento de
la condición suspensiva y permanece insatisfecha la prestación.
2) El factor de atribución. La mora requiere necesariamente la presencia de un facto de
atribución que califique el retardo material como moratorio, y que permita atribuir las
consecuencias que genera a una persona determinada.
Para Pizzarro, basta con la presencia de un facto de atribución subjetivo u objetivo
para que se configure la situación jurídica de mora.
Las diferencias entre mora subjetiva y objetiva son similares a las que se advierten
entre responsabilidad subjetiva y objetiva.
La mora es subjetiva cuando requiere para su configuración y procedencia la presencia
de culpa en sentido amplio, comprensiva de la culpa y el dolo.
La eximente debe ser la prueba dela no culpa (debería alcanzar para liberarse con
probar que de su parte no hubo culpa, esto es, que obro diligentemente)
Cuando la mora es objetiva la imputación se efectúa: 1) con abstracción a toda idea de
culpabilidad, y 2) en base a un parámetro objetivo de atribución (ej. El riesgo creado,
garantía, equidad, deber calificado de seguridad, etc)
En el plano de las eximentes, quien pretenda liberarse, tendrá que probar algo más
que la no culpa (ej. La incidencia de una causa ajena)
3) La constitución en mora: elemento formal
Dicha constitución en mora puede operar de distintas maneras: 1) por un acto del
acreedor (interpelación) 2) por el mero transcurso del tiempo (mora automática o de
pleno derecho)

El régimen legal de la mora en el Código civil anterior


El Código anterior trato la mora del deudor en el art 509, estableció un principio general para
constituir en mora, el de la interpelación, judicial o extrajudicial y tres excepciones, que eran:
mora convencional, mora en el supuesto de palo perentorio o esencial y mora legal, esta
última no contemplada en el art 509, sino que fue agregada por la doctrina.
Art 509: “Para que el deudor incurra en mora debe mediar requerimiento judicial o
extrajudicial por parte del acreedor, excepto en los siguientes casos:

Cuando se haya estipulado expresamente que el mero vencimiento del pazo la produzca.

Cuando de la naturaleza y las circunstancias de la obligación resulte que la designación del


tiempo en que debía cumplirse la obligación, fue un motivo determinante por parte del
acreedor.”

- Requerimiento (Interpelación) Judicial: Era un procedimiento ante tribunales, sea en juicio


ordinario o sumario a través de la notificación de la demanda, y en los juicios ejecutivos
mediante el mandamiento de pago que se cumple por medio del oficial de justicia.

- Requerimiento Extrajudicial: Se hacían en forma privada y no había pasos para hacer esta
interpelación, salvo un caso en la Ley de Locaciones Urbanas.

- Mora Convencional (Excepcional): Cuando las partes pactaban que tras el vencimiento
quedaba constituido en mora el deudor.

- Mora Ex Re (Plazo perentorio o esencial) (Excepcional): Cuando para la naturaleza o


circunstancia de la obligación resultaba determinante el plazo.

- Mora Legal (Excepcional): Eran hipótesis expresamente previstas por el ordenamiento


jurídico, en las cuales la ley constituía en mora al obligado por la sola razón del no
cumplimiento en tiempo oportuno, como por ejemplo el poseedor de mala fe, que respondía
por la cosa perdida aun en caso fortuito, pues la ley lo considera en mora de pleno derecho; o
el usufructuario que continuaba en el uso y goce de la cosa, una vez acabado el usufructo.

El régimen de la mora dentro del sistema de la Ley Nª17711


A diferencia anterior el art 509 reformado por la ley Nª 17711 no tenía principio general, sino
que se limitaba a señalar como se producía la mora según distintos supuestos por ella
contemplados

- Plazo “Expreso cierto”: El primer párrafo del 509 establecía que si la obligación era a plazo, la
mora se produciría por su solo vencimiento, es decir que la mora se producía de manera
automática.

- Plazo Tácito: El segundo párrafo del 509 establecía que si el plazo no estaba fijado
expresamente, pero era deducible de la naturaleza de la obligación, el acreedor debía
interpelar al deudor para constituir la mora.

- Obligaciones sin Plazo: el tercer párrafo, hacía referencia a las obligaciones sin plazo, donde
era necesaria la fijación judicial del plazo.

- Eximente de Responsabilidad: El cuarto párrafo del 509 establecía, que el deudor debía
probar que la responsabilidad no le era imputable

Se le critico a la reforma que los tres supuestos previstos por el artículo 509 no agotaban todas
las posibles situaciones que podrían presentarse, lo cual ponía en evidencia la falta de una
regla. La reforma debió haber establecido una regla general y luego las excepciones.

La mora en el Código Civil y Comercial


El nuevo CCyC trata a la mora del deudor en la sección 2ª del Capítulo 4º “Pago”, del Título I
“Obligaciones en general”, del Libro Tercero “Derechos personales”, en los arts. 886 a 888.
Se aparta de la metodología que trataba a la mora dentro de la responsabilidad civil.

Establece una regla general en el art. 886: “Mora automática: la mora del deudor se produce
por el solo transcurso del tiempo fijado para su cumplimiento”. La mora automática constituye
la regla aplicable a la materia. Luego en el art. 887, se establecen las excepciones a para el caso
de las obligaciones a plazo tácito, en el que el acreedor deberá interpelar al deudor para
constituirlo en mora y para aquellas obligaciones a plazo indeterminado (pago a mejor
fortuna), el juez lo fijará judicialmente.

Hay de tal modo, una regla general formulada (mora automática) y dos excepciones
(obligaciones sujetas a plazo tácito y plazo indeterminado). En el articulo 888 se determina
como el deudor puede eximirse de las consecuencias derivadas de la mora, el deudor debe
probar que no le es imputable, cualquiera sea el lugar de pago de la obligación.

También incorporo la mora del acreedor en el art 886 in fine: “El acreedor incurre en mora si el
deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad con el artículo 867 y se rehúsa
injustificadamente a recibirlo.”

Efectos
1. Obliga al deudor a indemnizar los daños y perjuicios causados al acreedor por el retardo
incurrido, sin que ello impida al acreedor reclamar adicionalmente el cumplimiento de la
prestación.

2. Pone a cargo del deudor los riesgos de la cosa, si bien la regla general es que las cosas se
deterioran o se pierden para su dueño; cuando el deudor incurre en mora, responde también
por tales circunstancias, en consecuencia, cuando la prestación se torne de cumplimiento
imposible por caso fortuito o fuerza mayor, el deudor no queda liberado de la responsabilidad.

3. Da derecho al acreedor a resolver el contrato en los términos del art 1088 CCyC

4. Paralización del derecho a constituir en mora a la otra parte, los incumplimientos recíprocos
se paralizan

5. Se suspende el curso de la prescripción, por una sola vez, por la interpelación fehaciente
hecha por el titular del derecho contra el deudor y durante seis meses o por el plazo menor
que corresponda a la prescripción de la acción.

Cesación de la mora
Es la llamada purgatio morae y se da en las siguientes hipótesis:

1. Cuando el deudor cumple la prestación, cesa su estado de mora, pero debe pagar los daños
e intereses moratorios hasta ese momento.

2. En el supuesto de que sobrevenga la imposibilidad de cumplir la prestación, cesan los


efectos de la mora, pero el obligado debe los daños e intereses moratorios hasta el día de
ocurrir la imposibilidad y además los daños e intereses compensatorios. (art 955)

3. En el caso de que el acreedor renuncie a los derechos que le asisten por la mora incurrida.

4. La oferta real de pago, efectivo e íntegro efectuada por el deudor al acreedor tiene
virtualidad para purgar el estado de mora, e inclusive, para constituir en mora al acreedor.

5. Cuando el estado de mora se ha constituido a raíz de una demanda judicial al acreedor, una
parte de la doctrina han entendido que sí se opera la perención de la instancia por la
inactividad de las partes, se extinguen los efectos de la mora producida a consecuencia de la
acción promovida.

B) Mora del acreedor


Concepto, fundamentos
La mora del deudor no había sido contemplada en el Código anterior ni en su reforma por la
ley Nª 17711. Pero no se dudaba de la posibilidad de su existencia, pues el acreedor está
obligado a su vez a practicar una conducta que permita el cumplimiento de la obligación.

El CCyC contempla la mora del acreedor en el art 886 in fine: “El acreedor incurre en mora si el
deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad con el artículo 867 y se rehúsa
injustificadamente a recibirlo.”

En consecuencia, toda vez que el comportamiento del acreedor impida la realización del pago
que quiera hacer el deudor, aquel incurrirá en mora.

Requisitos de la mora del acreedor


Son elementos propios de la mora del acreedor

a) Que exista una obligación válida en estado de cumplimiento (por ej: cuyo plazo se encuentre
vencido).

b) Que para el cumplimiento de la prestación sea necesario un comportamiento por parte del
acreedor.

c) Que el acreedor falte a ese comportamiento, no cumpliendo con su deber de cooperación.

d) Que exista una oferta real de pago por parte del deudor, es decir, que este haya promovido
el cumplimiento, siendo insuficiente su mera voluntad de pago.

Efectos
a) El acreedor moroso debe resarcir los daños y perjuicios moratorios experimentados por el
deudor, que surgen por la falta de colaboración por parte del acreedor en la recepción del
pago

b) La mora del acreedor pone a su cargo los riesgos de la prestación, si ellos pesaban hasta
entonces sobre el deudor.

c) La “mora accipiendi” hace cesar los intereses moratorios (o punitorios) a cargo del deudor.

d) Provoca la liberación del deudor, cuando el pago ulterior de la obligación resulta imposible.

e) Impide la constitución en mora del deudor

Cesación de la mora del deudor


a) Cesa la mora del acreedor por decisión de este cuando manifieste al deudor su voluntad de
aceptar el pago, acompañado del ofrecimiento de la cooperación suya que sea necesaria para
satisfacer la prestación debida, demás debe ofrecer el pago de las prestaciones originadas en
su mora, o sea la reparación del daño moratorio que hubiese sufrido el deudo

b) Cesa la mora del acreedor por decisión del deudor, cuando este renuncia total o
parcialmente a la prestación de hacer valer los derechos emergentes de aquella mora. No
altera, en principio, los efectos ya producidos por ese estado.
c) Finalmente, se extingue la mora del acreedor por la extinción de la obligación a que se
refiera, cualquiera sea la causa de la extinción: pago, imposibilidad de pago, etc.

c) La mora en las obligaciones reciprocas


El CCyC no contiene una disposición normativa relativa a la mora de las obligaciones
recíprocas, como si lo tenía el CC, de todos modos, seguirá aplicándose el criterio de acuerdo
al cual la mora incurrida por uno de los coobligados lo inhabilita para constituir en mora al
otro.

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