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LECCION 25. CONCEPTOS BASICOS DE DERECHO TRIBUTARIO.

25. INTRODUCCIÓN.

El sistema tributario español se fundamenta, ante todo, en el Art. 31.1 de la


Constitución Española que establece los Principios en que aquél se apoya: “Todos
contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad
económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y
progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio”.

Estos principios de generalidad (“todos contribuirán”), de capacidad económica,


justicia, igualdad, progresividad y el límite de que el sistema no tenga alcance confiscatorio
deben inspirar la regulación de las diferentes figuras tributarias, junto con el mandato
establecido en el número 3 de este mismo precepto donde se afirma: “Sólo podrán
establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a la
Ley”.

Con esta exigencia se asegura la participación de las Cortes Generales en la


elaboración de las Leyes que rigen los tributos. Debe rechazarse desde el primer momento
la idea de que los principios enunciados por la Constitución son meras declaraciones
programáticas. El Tribunal Constitucional desde su primera Sentencia dejó perfectamente
claro que dichos principios son mandatos jurídicos que hay que cumplir y en este sentido se
manifiesta la abundante Jurisprudencia del referido Tribunal aplicando a supuestos
concretos los aludidos Principios.

Pero hay otra precisión a destacar inmediatamente sobre nuestro modelo tributario,
ya que lo caracteriza de forma definitiva, cual es, la existencia de distintos poderes
tributarios que dan lugar a su vez a diferentes niveles de Administración Fiscal.

Esta caracterización tiene también su origen en la Constitución Española que en su


Art. 133 ordena: “1.La potestad tributaria para establecer los tributos corresponde
exclusivamente al Estado mediante ley. 2. Las Comunidades Autónomas y las
Corporaciones locales podrán establecer y exigir tributos, de acuerdo con la Constitución
y las leyes”.

De acuerdo con este artículo y sus concordantes, en España existe actualmente un


sistema tributario extraordinariamente complejo con tres niveles de Administración Fiscal:

● el Estado,

● las Comunidades Autónomas,

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● y las Corporaciones Locales,

● sin perjuicio de la influencia decisiva de la Comunidad Europea en algunas áreas de


la imposición como la indirecta.

La existencia de regímenes especiales como:

● el de Navarra (Convenio) y el de las Diputaciones Forales del País Vasco


(Concierto),

● el régimen económico-fiscal de Canarias o,

● las peculiaridades de Ceuta y Melilla.

Nada hay que indique que esta situación va a cambiar sino muy al contrario, las
diferencias en particular en el ámbito de las Comunidades Autónomas aumentan en el
marco de la financiación autonómica que ya en la actualidad tiene un grado de
descentralización superior al de algunos Estados Federales. En este sentido, la Sentencia
del Tribunal Constitucional 31/2010 que establece la constitucionalidad del Estatuto de
Autonomía de Cataluña con importantes particularidades en sus modelo de gestión
tributaria, no hace sino confirmar esta tendencia. Por tanto en la primera aproximación que
se haga a cualquier figura tributaria el dato previo que hay que tener en cuenta es quien
ostenta el poder tributario correspondiente.

25.1. CONCEPTO DE TRIBUTO.

En nuestro sistema tributario, la norma de la que hay que partir a todos los efectos es
la Ley 58/2003 de 17 de Diciembre, General Tributaria reformada por la Ley 34/2015, de
21 de septiembre (BOE, núm. 227, de 22 de septiembre), de modificación parcial de la
anterior, que, en síntesis, no altera la regulación de los conceptos básicos objeto de la
presente lección.

El punto de partida ha de ser necesariamente el Art. 2 que da la definición legal de


tributo:

“1. Los tributos son los ingresos públicos que consisten en prestaciones pecuniarias
exigidas por una Administración pública como consecuencia de la realización del
supuesto de hecho al que la Ley vincula el deber de contribuir, con el fin primordial
de obtener los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos.
Los tributos, además de ser medios para obtener los recursos necesarios para el
sostenimiento de los gastos públicos, podrán servir como instrumentos de la política

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económica general y atender a la realización de los principios y fines contenidos en
la Constitución”.

El tributo así definido es, sin duda, el ingreso público más importante de todas las
Administraciones con capacidad de obtenerlos y se desenvuelve en un marco jurídico
establecido por la relación jurídica tributaria (Art. 17 LGT) que es: “el conjunto de
obligaciones y deberes, derechos y potestades originados por la aplicación de los
tributos”. Entre las anteriores destaca la obligación tributaria, núcleo básico de la relación
jurídico-tributaria que puede sustanciarse en:

● la obligación material del pago de la cuota tributaria (Art. 19 LGT) y,

● en las obligaciones formales (Art. 29 LGT) como, por ejemplo, la de formular


declaraciones.

Como se desprende claramente del precepto trascrito los tributos no son sólo un
medio para obtener recursos sino también un instrumento privilegiado de política
económica y para el cumplimiento de otros fines constitucionales, lo cual permite la
aparición de los llamados tributos extrafiscales entre los que se encuentran, los que se
refieren a la fiscalidad medioambiental.

25.2. ELEMENTOS ESENCIALES DE LOS TRIBUTOS.

25.2.1. Elementos objetivos.

Para la comprensión del fenómeno tributario es imprescindible conocer cuáles son


los elementos esenciales de la obligación tributaria. Es preciso dejar claro desde ahora que
dichos elementos son innegociables en los términos del Art. 17.5 de la LGT: “Los
elementos de la obligación tributaria no podrán ser alterados por actos y convenios de los
particulares, que no producirán efectos ante la Administración, sin perjuicio de sus
consecuencias jurídico-privadas”.

Comenzaremos por determinar cuáles son sus elementos objetivos porque ello nos va
a permitir cuantificar la deuda tributaria que es, lógicamente, la finalidad básica del
tributo.

a) Hecho imponible

En primer lugar, dentro de los elementos objetivos destaca el hecho imponible que es
“el presupuesto fijado por la ley para configurar cada tributo y cuya realización origina el
nacimiento de la obligación tributaria principal” (Art. 20 LGT).

Se trata pues del hecho desencadenante de la obligación tributaria y de su


consecuencia lógica, el pago de la deuda tributaria. Es más, hasta que no se considera
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realizado el hecho imponible del tributo no se produce el devengo del mismo y en
consecuencia su exigibilidad (Art. 21 LGT).

Sin la realización de hecho imponible definido en la ley no puede existir obligación


de pagar tributo alguno, por ello, las leyes de cada impuesto ponen especial cuidado en
delimitar positivamente cual es el hecho imponible e incluso es posible delimitarlo
negativamente a través de supuestos de no sujeción (Art. 20.2 LGT).

Debe quedar claro al respecto la diferencia entre no sujeción y exención. Aunque el


resultado final es el mismo en los dos supuestos, es decir, el no ingreso de la deuda
tributaria la naturaleza y los efectos son completamente distintos.

En la no sujeción lo que no se ha producido es el hecho imponible y por tanto no


sólo no hay obligación de pagar sino incluso de declarar.

Por el contrario, la exención presupone la realización del hecho imponible y aunque


por relajación de la norma general no haya que pagar de forma total o parcial la deuda sí
que pueden existir otras obligaciones como la de declarar. En este último concepto se
incluyen diversas formas que adoptan las exenciones según el lugar que ocupan en la
liquidación, como son las reducciones, las deducciones y bonificaciones.

Quizá la mejor forma de entender los expresados conceptos es un caso concreto


como es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Por ejemplo, un supuesto de
no sujeción de ganancias y pérdidas de patrimonio son las derivadas de la disolución de la
sociedad de gananciales (Artículo 33.2.b. de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, modificada por la Ley 26/2014, de 27 de
noviembre de modificación parcial de la anterior), pero la ganancia derivada de la
transmisión de la vivienda habitual está exenta por reinversión (Art. 38 de la citada Ley) y
hay que declararla.

Conviene además precisar desde el primer momento que el hecho imponible es


siempre una realidad jurídica y no económica aunque esta última realidad pueda subyacer
en muchos tributos.

El mejor ejemplo de lo que exponemos es el Impuesto sobre el Valor Añadido –que


analizaremos en otra lección- pero que no se puede comprender sin la distinción
mencionada. Así aunque el objetivo económico y la realidad sobre la recae el impuesto es
el consumo, el hecho imponible es la entrega de bienes, la prestación de servicios, las
adquisiciones intracomunitarias y las importaciones realizadas por empresarios y
profesionales en el ejercicio de su actividad empresarial.

No se puede entender esta aparente contradicción sino se advierte que mediante la


configuración del hecho imponible mencionado y de la obligación tributaria que
desencadena, se obliga jurídicamente a los empresarios y profesionales a llevar cabo el
mecanismo básico del impuesto, cual es la repercusión del I.V.A. a los consumidores,

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mecanismo mediante el cual se alcanza el objetivo final del impuesto que es gravar el
consumo.

b) Base imponible

En segundo lugar, el siguiente elemento objetivo en el orden lógico del tributo es la


base imponible. Como dice con claridad el Art. 50.1 de la LGT: “La base imponible es la
magnitud dineraria o de otra naturaleza que resulta de la medición o valoración del hecho
imponible”.

Es decir, la base imponible trata de cuantificar la capacidad económica definida en el


hecho imponible que por el momento sólo es un concepto que sabemos debe ser sometido a
gravamen.

La base imponible puede ser de dos clases, dineraria o no dineraria. La primera es la


que permite la aplicación de los porcentajes denominados tipos impositivos, en sus
diferentes modalidades, y la segunda es la que implica la aplicación de los denominados
tipos fijos o cantidades de dinero fijadas directamente en la Ley por cada unidad material
que constituye la base imponible. Ejemplo de la primera clase de base son la mayoría de
los impuestos (I.R.P.F., Sociedades, I.V.A. etc.) y de la segunda, muchas de las tasas y
algunos de los impuestos existentes como el arancel de Aduanas.

Otra diferenciación básica en la base imponible es el método aplicado para su


determinación:

a) El más frecuente es el procedimiento de estimación directa (Art. 51 LGT) en el cual se


cuantifican de forma inmediata los gastos y los ingresos, las partidas positivas y
negativas de la base para llegar a una cifra exacta.

b) También es muy importante el método de estimación objetiva (Art. 52 LGT) en el cual


mediante la aplicación de signos, índices y módulos se determina de forma aproximada
la base gravable y que tiene su más genuina manifestación en la estimación objetiva que
se utiliza en el I.R.P.F. para los rendimientos de actividades económicas y en el I.V.A.
en el llamado régimen simplificado.

c) Por último existe el procedimiento de estimación indirecta que es un procedimiento


excepcional y subsidiario en el cual mediante la utilización de la información disponible
o de forma aproximada se trata de cuantificar la base “cuando la Administración
tributaria no pueda disponer de los datos necesarios para la determinación completa de
la base imponible…” (Art. 52 LGT).

Es necesario aclarar en este momento que los gastos deducibles necesarios para la
determinación de la base no tienen nada que ver con las llamadas deducciones. Los
primeros son un componente imprescindible para cuantificar la verdadera capacidad
sometida a gravamen. Las deducciones son auténticas exenciones parciales que reducen de

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forma efectiva la carga tributaria aplicable sobre la capacidad económica ya determinada
en
la base. Son por tanto conceptos que tienen una naturaleza y una función
completamente diferente y que se sitúan en fases distintas de la liquidación de un impuesto.

Una vez determinada la base imponible, en ocasiones, algunas leyes reguladoras de


los impuestos establecen una categoría adicional a aquella y que se llama la base
liquidable, resultado de aplicar determinadas reducciones en la imponible (Art. 54 LGT).

Por tanto, se puede decir que si existen reducciones, la base liquidable siempre será
inferior a la imponible y si no concurren las citadas reducciones –que como hemos dicho
no son otra cosa que una exención parcial- la base imponible será igual a la liquidable.

Existe base liquidable en impuestos tan importantes como el I.R.P.F., el Impuesto de


Sucesiones y Donaciones y el Impuesto Municipal sobre Bienes Inmuebles.

El siguiente elemento objetivo del tributo es el tipo de gravamen. Según el Art. 55


de la LGT es: “la cifra, coeficiente o porcentaje que se aplica a la base liquidable para
obtener la cuota íntegra”.

En esencia el tipo de gravamen mide y cuantifica la participación de las diferentes


Administraciones con poder tributario en la capacidad económica ya cuantificada en la base
imponible o liquidable. Es la cuota, parte que obtiene el Estado, entendido en sentido
amplio, en la riqueza gravada.

Junto a los supuestos en los que la cuota se determina mediante una cantidad fija
señalada al efecto para bases imponibles no dinerarias, el tipo de gravamen es la magnitud
que permite concretar, en principio, la cantidad exacta que hay que ingresar en el erario
público. Decimos en principio porque como veremos luego esta cuota tiene diferentes
modulaciones. El tipo de gravamen como el resto de los elementos objetivos debe estar
fijado en la Ley de cada tributo porque es la magnitud que va a permitir al Estado detraer
determinadas cantidades a los contribuyentes.

Normalmente el tipo impositivo es un porcentaje o conjunto de porcentajes (tarifa)


que se aplican a la base imponible o liquidable de carácter dinerario y que pueden ser
proporcionales como, por ejemplo, en el Impuesto de Sociedades, en el que se aplica un
25%, como tipo general (artículo 29.1 de la Ley 27/2014, de 27 de noviembre del
Impuesto de Sociedades), cualquiera que sea el tamaño de la base imponible o progresivos
en los que según diferentes tramos y teniendo en cuenta cantidades marginales a cada
tramo se aplica una tarifa creciente como ocurre en el I.R.P.F.

Como vemos, el sentido de este elemento objetivo del tributo no es otro que generar
la cantidad que finalmente hay que pagar a la Hacienda Pública. Dicha cantidad es la cuota
que en su primera configuración es la llamada cuota íntegra (Art. 56 LGT). Esta puede ser
la cantidad definitiva a pagar sino se aplican sobre la misma, deducciones o bonificaciones
u otros conceptos que reduzcan su importe. Así ocurre, por ejemplo, en impuestos como el
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de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados donde tras la aplicación
del tipo, simplemente surge la cantidad a ingresar.
Deducciones
Pero en la mayoría de los impuestos importantes existen exenciones parciales que
reducen de manera efectiva la cantidad a pagar bajo el nombre de deducciones o
bonificaciones. Estas exenciones suponen que, por voluntad de la Ley y sólo mientras esta
se mantenga se produce una relajación de la norma tributaria general para el pago del
impuesto, única y exclusivamente en los términos que fija la Ley e interpretando dichas
excepciones de forma restrictiva dado que en principio una exención es contraria al
Principio Constitucional de Generalidad Tributaria.

El objetivo de estas deducciones es fomentar entre los sujetos del impuesto un


determinado tipo de conducta que la Administración quiere favorecer. Así se consiguen
deducciones en el Impuesto de Sociedades si se contratan a minusválidos, o en el IRPF se
deducen importes por actividades económicas o por apoyo a los emprendedores.

La aparición de estas exenciones parciales produce un nuevo concepto en la


estructura del impuesto que es la llamada cuota líquida. Como establece el Art. 56.5 de la
LGT: “La cuota líquida será el resultado de aplicar sobre la cuota íntegra las
deducciones, bonificaciones, adiciones o coeficientes previstos, en su caso, en la ley de
cada tributo”. Esta cuota líquida será a su vez la cantidad definitiva a ingresar salvo que se
produzcan variaciones en la misma.

A estas modulaciones se refiere el Art. 56.6 de la LGT al definir la cuota diferencial:


“La cuota diferencial será el resultado de minorar la cuota líquida en el importe de las
deducciones (este no), pagos fraccionados, retenciones, ingresos a cuentas y cuotas,
conforme a la normativa de cada tributo”. Aunque en el precepto se hace referencia a
deducciones creemos que el lugar lógico para incorporar estas es después de la cuota
íntegra. Esta etapa del procedimiento de liquidación de un impuesto está pensada en un
orden lógico del mismo no para aplicar exenciones sino simplemente para restar las partes
del impuesto ya satisfechas por adelantado y que, como es lógico, de ningún modo pueden
considerarse exenciones.

Este es el caso de las retenciones operadas sobre las fuentes de renta (como los
rendimientos del trabajo en la nómina) que deben ser tenidas en cuenta para determinar la
cuota diferencial positiva o negativa del I.R.P.F. Se trata simplemente con este último
concepto de la liquidación de efectuar el cierre del ejercicio fiscal de aquellos impuestos en
que por un procedimiento u otro –retenciones, pagos fraccionados e ingresos a cuenta- se
adelanta una parte del tributo para satisfacer las necesidades de liquidez de la
Administración Fiscal correspondiente.

Por ello es correcto decir que la cuota diferencial es positiva, -a ingresar- o


negativa, -a devolver- cuando las cantidades ya ingresadas son inferiores o superiores al
resultado que arroje la liquidación total del ejercicio.

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El último elemento objetivo del tributo es la deuda tributaria. Podemos decir que la
deuda tributaria es el resultado global de las obligaciones y deberes que ha provocado el
nacimiento de la obligación tributaria como consecuencia de la realización del hecho
imponible. En consecuencia, se puede afirmar que la cuota siempre forma parte de la
deuda tributaria, pero que la deuda tributaria no es sólo la cuota. Se trata de un concepto
más amplio como explicita el Art. 58 de la LGT:

1. “La deuda tributaria estará constituida por la cuota o cantidad a ingresar que
resulte de la obligación tributaria principal o de las obligaciones de realizar pagos a
cuenta.

2. Además, la deuda tributaria estará integrada, en su caso, por:

a) El interés de demora.

b) Los recargos por declaración extemporánea.

c) Los recargos del período ejecutivo.

d) Los recargos exigibles legalmente sobre las bases o las cuotas, a favor del
Tesoro o de otros entes públicos.”

Como vemos existen determinados componentes de lo que puede pagar un


contribuyente que no es sólo la cuota y que derivan de la evolución que haya tenido la
obligación tributaria.

Así, si se han producido retrasos en el ingreso de la cuota aparecerá en unos casos


simplemente el interés de demora y en otros además el recargo por declaración
extemporánea e incluso el recargo por haberse abierto el período ejecutivo si el
contribuyente no ha satisfecho la cuota en el período voluntario o en los plazos prorrogados
que concede la Ley.
Además, puede que se hayan establecido recargos a favor de Administraciones
Fiscales distintas de aquella que es sujeto activo de la obligación tributaria y dichas
cantidades también forman parte de deuda. No forman parte por el contrario de la deuda
tributaria como ocurría anteriormente con las sanciones que tienen un itinerario paralelo
pero diferenciado de los componentes de la deuda, aunque su recaudación se rija por los
mismos preceptos de la LGT.
Extinción de la deuda art 59 también por prescripción, la compensación, la
condonación extinción de la deuda tributaria por ley. Lo importante es el pago o
cumplimiento (60 y ss.) y la prescripción (66 y ss.).

Pago: artículo 60 formas de pago, el articulo 61 habla del momento del pago: “1. Se
entiende pagada en efectivo una deuda tributaria cuando se haya realizado el ingreso de su
importe en las cajas de los órganos competentes, oficinas recaudadoras o entidades
autorizadas para su admisión.2. En caso de empleo de efectos timbrados se entenderá
pagada la deuda tributaria cuando aquéllos se utilicen en la forma que reglamentariamente
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se determine.3. El pago en especie extinguirá la deuda tributaria en el momento señalado en
las normas que lo regulen.” y el 62 de los plazos de pago:
“1. Las deudas tributarias resultantes de una autoliquidación deberán pagarse en los
plazos que establezca la normativa de cada tributo. (en el IBI no es de autoliquidación.)”
Un mes para el impuesto de transmisiones patrimoniales desde el momento de la
venta, sucesiones es 6 meses desde la aceptación de la herencia, el de prescripción es 4
años, plusvalía municipal mortis causa 6 meses = plazo sucesiones, sin embargo, Inter
vivos 1 mes, IVA es trimestral. (todos hay que irse al tributo en cuestión ley
+reglamento).
Por otro lado, está la liquidación solo en ocasiones por parte de la administración
como consecuencia de la autoliquidación y pasa algo. Inspección verificación cualquier
mecanismo de control y no coincide con la autoliquidación o no existe autoliquidación
después de ello envía una paralela aparecen dos columnas en la izq. lo que ha declarado y
en la dcha. lo que considera que había que haber declarado.62.2 y 62.5EXAMEN
“2. En el caso de deudas tributarias resultantes de liquidaciones practicadas por la
Administración, el pago en período voluntario deberá hacerse en los siguientes plazos:
a) Si la notificación de la liquidación se realiza entre los días uno y 15 de cada mes,
desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día 20 del mes posterior o, si
éste no fuera hábil, hasta el inmediato hábil siguiente.
b) Si la notificación de la liquidación se realiza entre los días 16 y último de cada
mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día cinco del segundo
mes posterior o, si éste no fuera hábil, hasta el inmediato hábil siguiente.” (pago
voluntario) SUELE PREGUNTAR
Sí manda una notificación el 31 de octubre se liquida hasta el 5 de Diciembre

Para el pago la deuda de apremio no se puede estar sino se cumple el periodo
voluntario.
“5. Una vez iniciado el período ejecutivo y notificada la providencia de apremio, el pago
de la deuda tributaria deberá efectuarse en los siguientes plazos:
a) Si la notificación de la providencia se realiza entre los días uno y 15 de cada
mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día 20 de dicho mes o,
si éste no fuera hábil, hasta el inmediato hábil siguiente.
b) Si la notificación de la providencia se realiza entre los días 16 y último de cada
mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día cinco del mes
siguiente o, si éste no fuera hábil, hasta el inmediato hábil siguiente.” (periodo de
apremio)
La notificación es el día que se publica por edicto o cuando firma el contribuyente el
mismo día.

RD Reglamento general de recaudación artículos 33 y SS. (todo a detalle de cómo se


efectúa el pago)

Imputación del pago 63:


“1. Las deudas tributarias son autónomas. El obligado al pago de varias deudas podrá
imputar cada pago a la deuda que libremente determine.

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2. El cobro de un débito de vencimiento posterior no extingue el derecho de la
Administración tributaria a percibir los anteriores en descubierto.
3. En los casos de ejecución forzosa en que se hubieran acumulado varias deudas
tributarias del mismo obligado tributario y no pudieran extinguirse totalmente, la
Administración tributaria, salvo lo dispuesto en el apartado siguiente, aplicará el pago a
la deuda más antigua. Su antigüedad se determinará de acuerdo con la fecha en que cada
una fue exigible.
4. Cuando se hubieran acumulado varias deudas tributarias a favor de una Administración
y de otras entidades de derecho público dependientes de la misma, tendrán preferencia
para su cobro las primeras, teniendo en consideración lo dispuesto en la sección 5.ª de
este capítulo.”

ARTICULO 65 la administración puede darte un aplazamiento.


Hay que solicitarlo a veces la AP lo permite genera un periodo de actuación y es
discrecional de la Admin tribu
“1. Las deudas tributarias que se encuentren en período voluntario o ejecutivo podrán
aplazarse o fraccionarse en los términos que se fijen reglamentariamente y previa solicitud
del obligado tributario, cuando su situación económico-financiera le impida, de forma
transitoria, efectuar el pago en los plazos establecidos”
Exenciones “2. No podrán ser objeto de aplazamiento o fraccionamiento las siguientes
deudas tributarias: a) Aquellas cuya exacción se realice por medio de efectos timbrados.
B) Las correspondientes a obligaciones tributarias que deban cumplir el retenedor o el
obligado a realizar ingresos a cuenta. C)En caso de concurso del obligado tributario, las
que, de acuerdo con la legislación concursal, tengan la consideración de créditos contra
la masa.”
65.3: “Las deudas aplazadas o fraccionadas deberán garantizarse en los términos
previstos en el artículo 82 de esta ley y en la normativa recaudatoria” se plantea un
problema y se tiene que garantizar y pide un aval bancario solidario/ fianza/ garantía
hipotecaria (no suele darse), normalmente, siempre con un interés compensatorio de
demora.

25.2.2. Elementos subjetivos.

El otro núcleo esencial del tributo, y por tanto de la obligación tributaria, es el de los
elementos subjetivos que hace referencia a aquellas personas físicas o jurídicas que se
relacionan con la mencionada obligación ocupando diferentes posiciones en la misma:

a) En el marco de la relación jurídico-tributaria en el que se desenvuelve la obligación


tributaria (Art. 17 LGT), el primer elemento es el sujeto activo es decir, el titular del
crédito tributario que deriva de aquella obligación que será en unos casos el Estado, en
otros casos las Comunidades Autónomas y en otros las Corporaciones Locales. Dicho
crédito es indisponible (Art. 18 LGT) y por tanto no sujeto a negociación.

b) En la vertiente opuesta de la obligación están todos los obligados tributarios, a saber


“las personas físicas o jurídicas y las entidades a las que la normativa tributaria
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impone el cumplimiento de las obligaciones tributarias”. Empezando por el concepto
más amplio y previo a todos los demás aparece la noción de sujeto pasivo: “Es sujeto
pasivo el obligado tributario que, según la Ley, debe cumplir la obligación tributaria
principal, así como las obligaciones tributarias formales inherentes a la misma, sea
como contribuyente o como sustituto del mismo. No perderá la condición de sujeto
pasivo quien deba repercutir la cuota tributaria a otros obligados, salvo que la ley de
cada tributo disponga otra cosa” (Art. 36.1 LGT).

Obsérvese que dicha figura se descompone en otras dos que son las que llenan de
contenido aquella, la noción de contribuyente que es la más conocida y la de sustituto
del contribuyente que lo es menos, pero operativas ambas en algunos tributos muy
importantes. Podemos afirmar en consecuencia, que todo contribuyente es un sujeto
pasivo pero no que todo sujeto pasivo es un contribuyente, no se trata por tanto de
conceptos equivalentes porque existe también la figura del sustituto.

b1) La Ley define con concisión que es un contribuyente: “el sujeto pasivo que realiza el
hecho imponible”. Basta con este hecho para precisar el concepto jurídico de
contribuyente que por tanto debe desprenderse de otras aproximaciones no jurídicas.

Esta es la razón, por ejemplo, de que un empresario o profesional pueda ser el sujeto
pasivo, contribuyente de un impuesto como el I.V.A. que recae sobre el consumo y lo
es porque ha realizado el hecho imponible descrito en la Ley del I.V.A. que es la
entrega de bienes, la prestación de servicios, las adquisiciones intracomunitarias o las
importaciones pero en ningún caso el consumo y téngase en cuenta como precisa el
Art. 36.1 que acabamos de transcribir que “no perderá la condición de sujeto pasivo
quien deba repercutir la cuota tributaria a otros obligados…”.

b2) La otra modalidad de sujeto pasivo que menciona la Ley es la figura del Sustituto, es
decir quien “por imposición de la ley y en lugar del contribuyente, está obligado a
cumplir la obligación tributaria principal, así como las obligaciones formales
inherentes a la misma”.

Para entender esta figura hay que tener presente ante todo que se trata de una
institución de garantía que permite asegurar el cobro del tributo. Veámoslo sobre un
ejemplo. El propietario de un bien inmueble arrendado es sustituto del contribuyente-
arrendatario por el importe de las tasas municipales que sólo al inquilino corresponde
pagar (Art. 23.2 a) del Texto Refundido de la Ley de Haciendas Locales aprobado por
Real Decreto legislativo 2/2004 de 5 de marzo).

La Ley consciente de la dificultad de identificar a los inquilinos y de lograr el cobro


directamente de ellos configura al propietario como sustituto, logrando por este
expediente de manera más segura el pago de la tasa, dado que por oposición al
arrendatario, el arrendador está perfectamente identificado tanto en el registro de la
propiedad como en el padrón de inmuebles del Ayuntamiento y además tiene un bien
asimismo perfectamente identificado sobre el cual hacer efectivo el crédito tributario
sino se efectuase el ingreso.
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Puede pensarse con razón que por esta vía paga el tributo una persona que no realiza
el hecho imponible, pero para evitarlo la propia LGT establece: “El sustituto podrá
exigir del contribuyente el importe de las obligaciones tributarias satisfechas, salvo
que la ley señale otra cosa”.

Esta acción de regreso cuando se ejercita permite que finalmente el tributo lo pague
quien realizó el hecho imponible, a saber, el beneficiario de los servicios que se
financias con las tasas pero hasta llegar a esa fase la Administración en este caso
municipal ya ha obtenido el ingreso.

c) Junto a estos conceptos esenciales para la comprensión de la obligación tributaria la ley


enumera un largo listado de otros obligados tributarios a los que la normativa impone
el cumplimiento de algún aspecto de aquella. Así el Art. 35.2 enumera:

- Los obligados a realizar pagos fraccionados.

- Los retenedores.

- Los obligados a practicar ingresos a cuenta.

- Los obligados a repercutir.

- Los obligados a soportar la repercusión.

- Los obligados a soportar la retención.

- Los obligados a soportar los ingresos a cuenta.

- Los sucesores de personas físicas, jurídicas y de otras entidades.

- Los beneficiarios de supuestos de exención, devolución o bonificaciones


tributarias, cuando no tengan la condición de sujetos pasivos.

- Las herencias yacentes, comunidades de bienes y demás entidades que, carentes


de personalidad jurídica, constituyan una unidad económica o un patrimonio
separado susceptibles de imposición, en las leyes tributarias en que así se
establezca.

- Los responsables subsidiarios y solidarios designados en la Ley.

- Aquellos obligados a los que se puedan imponer obligaciones tributarias conforme


a la normativa sobre asistencia mutua.

Como se desprende a primera vista de la enumeración precedente muchos son los


obligados tributarios además de las figuras centrales del contribuyente y del sustituto del
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contribuyente. Especial importancia merece la alusión a los responsables. Según el Art.
41.1 de la LGT el responsable se sitúa “junto a los deudores principales” en dos
posiciones básicas:

a) En primer lugar y con carácter general el responsable siempre lo es con carácter


subsidiario, es decir que esta clase responsabilidad requerirá la previa declaración de
fallido del deudor principal.

b) En otros casos la Ley puede designar responsables solidarios que responden al mismo
nivel que el deudor principal sin que sea necesaria la previa declaración de fallido, lo
cual agrava su responsabilidad y por ello es la regla especial frente a la general de la
subsidiaridad.

25.3. CLASES DE TRIBUTOS.

Otra noción básica de nuestro sistema tributario es la de las clases de tributos que
existen. Frente a la utilización incorrecta de los términos impuesto y tributo como
equivalentes, vamos a precisar los distintos conceptos una vez que la definición general de
tributo quedó fijada en el Art. 2.1 de la LGT.

Para la mejor comprensión de estas figuras debemos destacar de antemano que la


definición de cada una de ellas se apoya en el respectivo hecho imponible, y que:

a) mientras las tasas y las contribuciones especiales se apoyan en el Principio del Beneficio
porque de alguna manera presuponen en el contribuyente la obtención de un beneficio o
aumento de valor de sus bienes como consecuencia del actuar administrativo,

b) los impuestos se fundamentan única y exclusivamente en el principio de capacidad


económica sin referencia alguna a una actuación previa de la Administración.

25.3.1. Tasas.

Según el Art. 2.2 a) de la LGT:

“Tasas son los tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización privativa o el
aprovechamiento especial del dominio público, la prestación de servicios o la
realización de actividades en régimen de derecho público que se refieran afecten o
beneficien de modo particular al obligado tributario, cuando los servicios o
actividades no sean de solicitud o recepción voluntaria para los obligados
tributarios o no se presten o realicen por el sector privado.

El concepto de tasa es sin duda el más conflictivo y el que exige más explicaciones
debido a una evolución problemática en la que ha mediado incluso la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional. Vamos a tratar de aclararlo efectuando las siguientes precisiones.

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En primer lugar, el hecho imponible de la tasa, que es la clave de su definición
legal, se bifurca en dos modalidades.

De un lado la utilización privativa o aprovechamiento especial del dominio público y


que se trata de todos los supuestos en que un particular que es el sujeto pasivo-
contribuyente realiza una utilización del dominio en beneficio propio previa la
correspondiente autorización administrativa. En este caso, se puede incluir por ejemplo,
desde el habitual paso de entrada al garaje de una finca privada, la instalación en la vía
pública de cualquier negocio o la reserva del dominio público radioeléctrico.

De otro la prestación de servicios o la realización de actividades en régimen de


derecho público. Este segundo núcleo generador de tasas es fruto ante todo de una figura
limítrofe, cual es la de Precio Público que aparece en la Ley 8/1989 de 13 de abril de
Tasas y Precios Públicos. La figura aludida de Precio Público es un híbrido de
contraprestación privada con elementos de las tasas.

En principio, las tasas se generan en este sector por “la prestación de servicios o la
realización de actividades en régimen de derecho público” es decir, cuando la
Administración actúa como tal y no como un ente privado, cosa que también puede hacer,
por ejemplo, actuando a través de sociedades cuyo capital social haya sido suscrito por una
Administración. No obstante, la prestación de servicios y realización de actividades en
régimen de derecho público, puede asimismo dar origen a un precio público (Art. 24 de la
Ley de Tasas y Precios Públicos). ¿Cuáles son entonces las actividades y servicios que
devengan una tasa y cuáles las que generan un precio público?

Para que se dé la figura de la tasa es preciso que las actividades o servicios que se
demandan lo sean de forma obligada y que no los realice o preste el sector privado. Aquí
se ponen de manifiesto los criterios para delimitar las tasas de los precios públicos porque
como hemos dicho –en principio- ambas figuras recaen sobre la misma realidad, es decir la
realización de actividades o prestación de servicios en régimen de derecho público.

Así de un lado, es necesario que la solicitud sea obligatoria para que aparezca la
tasa porque si es voluntaria, estaremos ante el precio público. De otro lado, para que haya
tasa es necesario que las actividades o servicios no se presten por el sector privado porque
de lo contrario se pueden exigir precios públicos.

Sirva un ejemplo para ilustrar lo que acabamos de exponer. La realización de la


actividad docente en las Universidades Públicas es una actuación en régimen de derecho
público, sin embargo, dado que la solicitud de dicha actividad es voluntaria (la enseñanza
universitaria a diferencia de la general no es obligatoria) y que también se presta por el
sector privado (dado que existen universidades privadas) lo que devenga dicha actuación es
un precio público de la enseñanza universitaria pero no una tasa (las mal llamadas tasas
académicas de la Universidad pasaron a ser precios públicos por mandato expreso de la
Disposición Adicional Quinta de la Ley 8/1989).

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La distinción no es baladí; mientras que una tasa como cualquier tributo debe ser
aprobada por una Ley votada en Cortes, los precios públicos pueden ser aprobados por una
simple Orden Ministerial (Art. 26.1 de la ley 8/1989). Eso sí, los precios públicos
pueden ser exigidos por la vía de apremio en caso de que se planteen problemas en su
cobro, como si fueran un tributo (Art. 27.6 de la ya citada ley 8/1989).

En cualquier caso, la prestación de servicios o realización de actividades en régimen


de derecho público que devenguen tasas deben cumplir el requisito de que “se refieran,
afecten o beneficien de modo particular al obligado tributario” cumpliendo así el Principio
de Beneficio al que hemos hecho referencia.

25.3.2. Contribuciones Especiales.

Estas figuras tributarias las define el Art. 2.2.b) de la LGT de la siguiente forma:

“Contribuciones especiales son los tributos cuyo hecho imponible consiste en la


obtención por el obligado tributario de un beneficio o un aumento de valor de sus
bienes como consecuencia de la realización de obras públicas o del establecimiento
o ampliación de servicios públicos”.

Como se puede observar aquí se cumple también lo expuesto sobre el Principio del
Beneficio. En la esencia del hecho imponible de este tributo está la circunstancia de que
existe un beneficio o un aumento en el valor de los bienes provocado por el actuar de la
Administración que es lo que justifica en última instancia la recaudación de la mencionada
figura tributaria. La lógica de las contribuciones especiales se apoya en la necesidad de que
paguen determinadas obras quienes se benefician de ellas y no que se paguen con cargo a
los presupuestos. Se trata en suma de un método para rescatar inversiones públicas de sus
beneficiarios.

Una segunda característica de la aludida figura tributaria es que también puede


aparecer como consecuencia del establecimiento o ampliación de servicios públicos,
modalidad de su hecho imponible que sirve para diferenciarla de las tasas o precios
públicos que son consecuencia siempre de la “prestación del servicio” pero nunca de su
establecimiento o ampliación.

Por último como requisito de este tributo debe quedar claro que tiene que ser posible
un beneficio o un incremento de valor individualizado en los bienes del contribuyente que
sea posible valorar y dicha revalorización constituye precisamente la base imponible del
tributo.

25.3.3. Impuestos.

El Art. 2.2 c) define en último lugar la modalidad tributaria más conocida pero como
ya sabemos no la única. Veamos su definición:

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“Impuestos son los tributos exigidos sin contraprestación cuyo hecho imponible está
constituido por negocios, actos o hechos que ponen de manifiesto la capacidad
económica del contribuyente”.

La referencia a que se trata de una figura que no exige contraprestación quiere decir,
como ya hemos destacado que no se fundamenta en ninguna prestación de servicios,
actividad u obra previa realizada por la Administración sino única y exclusivamente en la
capacidad económica del contribuyente.

Esta es la característica esencial del presente tributo por lo cual jurídicamente no se


pueden exigir que sean compensados en servicios los impuestos pagados, en otras palabras,
en un sistema fiscal como el español basado en el Principio Constitucional de Capacidad
Económica, un contribuyente que ostente un alto grado de capacidad económica nunca
recibirá en servicios o bienes de la Administración lo que ha pagado en impuestos.

La segunda característica que define el impuesto es que su hecho imponible viene


constituido por una triple clasificación: hechos, actos o negocios jurídicos:

● El hecho en términos jurídicos supone un acontecimiento en la realidad al cual se


anudan efectos jurídicos como el caso, por ejemplo, del fallecimiento de una persona
que puede originar el hecho imponible del impuesto de Sucesiones.

● Un acto es ya una realidad en la que existe una voluntad unilateral asimismo con
efectos jurídicos en cuya categoría podemos incluir todos los impuestos
individualizados.

● Por último un negocio jurídico el cual presupone ya la concurrencia de varias


voluntades es la modalidad de hecho imponible que se encuentra en todos los
impuestos por ejemplo de base contractual.

Estos son los tributos más importantes, sin perjuicio de la existencia de alguna otra
figura limítrofe como, por ejemplo, las exacciones parafiscales, entre las cuales destacan
por su importancia las cotizaciones a la Seguridad Social o los aranceles que se satisfacen a
Notarios y Registradores.

OBLIGACIONES TRIBUTARIAS ACCESORIAS


(cae si o sí)
Art 25: “1. Son obligaciones tributarias accesorias aquellas distintas de las demás comprendidas en esta
sección que consisten en prestaciones pecuniarias que se deben satisfacer a la Administración tributaria y
cuya exigencia se impone en relación con otra obligación tributaria. Tienen la naturaleza de obligaciones
tributarias accesorias las obligaciones de satisfacer el interés de demora, los recargos por declaración
extemporánea y los recargos del período ejecutivo, así como aquellas otras que imponga la ley.

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2. Las sanciones tributarias no tienen la consideración de obligaciones accesorias.”

I. ART. 26 LGT. INTERÉS DE DEMORA.


Interés de demora: 4,0625 %; interés legal del dinero: 3,25%.
Las cuotas del articulo 56 no son todas las deudas tributaria. Entran los interés de demora de
recargo y demás….
Si existe un retraso, todo ello produce compensación.
Art.26.1 “…es una prestación accesoria que se exigirá a los obligados tributarios y a los sujetos
infractores como consecuencia de la realización de un pago fuera de plazo o de la presentación de una
autoliquidación o declaración de la que resulte una cantidad a ingresar una vez finalizado el plazo
establecido al efecto en la normativa tributaria, del cobro de una devolución improcedente o en el resto
de casos previstos en la normativa tributaria” la ley de presupuestos fija el interés de demora, el vigente
es el 4.0625%, en cualquier caso se paga en el caso de una deuda tributaria fuera de plazo.
Se usa además el interés legal, en este año el 3,25%, si la administración no paga a tiempo y no el
interés de demora.
26.2 (cuando se empieza el devengo): “El interés de demora se exigirá, entre otros, en los
siguientes supuestos:
a) Cuando finalice el plazo establecido para el pago en período voluntario de una deuda
resultante de una liquidación practicada por la Administración o del importe de una sanción, sin que el
ingreso se hubiera efectuado. (existen excepciones)
b) Cuando finalice el plazo establecido para la presentación de una autoliquidación o declaración
sin que hubiera sido presentada o hubiera sido presentada incorrectamente, salvo lo dispuesto en el
apartado 2 del artículo 27 de esta ley relativo a la presentación de declaraciones extemporáneas sin
requerimiento previo.
c) Cuando se suspenda la ejecución del acto, salvo en el supuesto de recursos y reclamaciones
contra sanciones durante el tiempo que transcurra hasta la finalización del plazo de pago en período
voluntario abierto por la notificación de la resolución que ponga fin a la vía administrativa. (en los caso
de suspensión siempre genera interés y la sanción no genera demora, pero la liquidación sí)
d) Cuando se inicie el período ejecutivo, salvo lo dispuesto en el apartado 5 del artículo 28 de esta
ley respecto a los intereses de demora cuando sea exigible el recargo ejecutivo o el recargo de apremio
reducido.
e) Cuando se reciba una petición de cobro de deudas de titularidad de otros Estados o de
entidades internacionales o supranacionales conforme a la normativa sobre asistencia mutua, salvo que
dicha normativa establezca otra cosa.
f) Cuando el obligado tributario haya obtenido una devolución improcedente, salvo que
voluntariamente regularice su situación tributaria sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 2 del
artículo 27 de esta Ley relativo a la presentación de declaraciones extemporáneas sin requerimiento
previo.”
26.3(calculo sobre el interés de demora): “El interés de demora se calculará sobre el importe no
ingresado en plazo o sobre la cuantía de la devolución cobrada improcedentemente, y resultará exigible
durante el tiempo al que se extienda el retraso del obligado, salvo lo dispuesto en el apartado siguiente.”
Deuda * interés de Demora: X*4.0625= deuda a pagar.
26.6 segundo párrafo: “No obstante, en los supuestos de aplazamiento, fraccionamiento o
suspensión de deudas garantizadas en su totalidad mediante aval solidario de entidad de crédito o
sociedad de garantía recíproca o mediante certificado de seguro de caución, el interés de demora exigible
será el interés legal” lo que se le cobra al final según esto es el 3.25.

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II. ART. 27 LGT. RECARGOS POR DECLARACIÓN EXTEMPORÁNEA SIN
REQUERIMIENTO PREVIO.

Situación en la que persona no ha declarado lo que tenía que declarar.27.1: “cualquier papel de
hacienda” básicamente, impide la aplicación del artículo 27.
"2. El recargo será un porcentaje igual al 1 por ciento más otro 1 por ciento adicional por cada
mes completo de retraso con que se presente la autoliquidación o declaración respecto al término del
plazo establecido para la presentación e ingreso”. (sin sanciones ni intereses de demora) MUY IMP
Recargo %=1%+1% por cada mes completo adicional de retraso,
más de un año 15%+Interés de Demora.
SIEMPRE SE EXCLUYEN LAS SANCIONES
Es decir, por ejemplo, en el IRPF, termina el plazo de declaración e ingreso el 30 de junio. Se
presenta la declaración extemporánea el 15 de noviembre, el recargo será del 5%=1 % por ciento fijo
más 1% por los meses completos de julio, agosto, septiembre y octubre. A partir del 30 de junio del
siguiente año, 15% más intereses de demora.
27.5: “El importe de los recargos a que se refiere el apartado 2 anterior se reducirá en el 25 por
ciento siempre que se realice el ingreso total del importe restante del recargo en el plazo del apartado 2
del artículo 62 de esta Ley abierto con la notificación de la liquidación de dicho recargo y siempre que se
realice el ingreso total del importe de la deuda resultante de la autoliquidación extemporánea o de la
liquidación practicada por la Administración derivada de la declaración extemporánea, al tiempo de su
presentación o en el plazo del apartado 2 del artículo 62 de esta Ley, respectivamente, o siempre que se
realice el ingreso en el plazo o plazos fijados en el acuerdo de aplazamiento o fraccionamiento de dicha
deuda que la Administración tributaria hubiera concedido con garantía de aval o certificado de seguro de
caución y que el obligado al pago hubiera solicitado al tiempo de presentar la autoliquidación
extemporánea o con anterioridad a la finalización del plazo del apartado 2 del artículo 62 de esta Ley
abierto con la notificación de la liquidación resultante de la declaración extemporánea.
El importe de la reducción practicada de acuerdo con lo dispuesto en este apartado se exigirá sin
más requisito que la notificación al interesado, cuando no se hayan realizado los ingresos a que se refiere
el párrafo anterior en los plazos previstos incluidos los correspondientes al acuerdo de aplazamiento o
fraccionamiento.”
Si se produce al mismo tiempo el ingreso de lo adeudado más el recargo, se aplica una reducción
del 25% del importe de dicho recargo:
5%-25% del 5%=5%-1.25%=3,75%
Es decir, sobre una cuota de 1.000 €
5% de recargo=50 €
Reducción del 25% por pago= 12,5 €
Importe definitivo del recargo: 50 € -12,5 €= 37,5 € (3,75%)
(artículo 27.3: si no se efectúa el ingreso, estos recargos del periodo ejecutivo son compatibles con
los del artículo siguiente).

III.- ART. 28 LGT. RECARGOS DEL PERIODO EJECUTIVO.

Nace cuando termina necesariamente el voluntario. Diferenciar bien si hay declaración o no, se
aplica siempre el recargo si no es necesario la declaración.

Recargo ejecutivo Recargo de Apremio Recargo ordinario

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reducido
5% 10% 20%

- Recargo ejecutivo: desde el inicio del procedimiento ejecutivo (finalización del período
reglamentario de pago) hasta la fecha de notificación de la providencia de apremio (sin intereses de
demora).
- Recargo de apremio reducido: desde la notificación de la providencia de apremio (sin intereses
de demora). Según los plazos del 62 LGT de periodo de apremio.
- Recargo ordinario de apremio: desde la finalización del período voluntario de apremio en
adelante, compatible con los intereses de demora, pero no con las sanciones.

IV. Regularización parcial ART 27.2 de un régimen especial

27.2 Quinto párrafo (regularización de situación tributaria): "No obstante lo anterior, no se


exigirán los recargos de este apartado si el obligado tributario regulariza, mediante la presentación de
una declaración o autoliquidación correspondiente a otros períodos del mismo concepto impositivo, unos
hechos o circunstancias idénticos a los regularizados por la Administración y concurren las siguientes
circunstancias:
Requisitos:
a) Que la declaración o autoliquidación se presente en el plazo de seis meses a contar desde el día
siguiente a aquél en que la liquidación se notifique o se entienda notificada.
b) Que se produzca el completo reconocimiento y pago de las cantidades resultantes de la
declaración o autoliquidación en los términos previstos en el apartado 5 de este artículo.
c) Que no se presente solicitud de rectificación de la declaración o autoliquidación, ni se presente
recurso o reclamación contra la liquidación dictada por la Administración.
d) Que de la regularización efectuada por la Administración no derive la imposición de una
sanción."

PRECRIPCION EN DCHO TRIBUTARIO según la LGT.

Saber hacer el computo del articulo 66 y 66bis el ultimo es una excepción. Siempre
es 4 años en todos los impuesto a computar desde la finalización del periodo reglamentario
y pago. Todo ello siempre que no exista la interrupción de la prescripción.
Articulo 66(4 derechos sujetos a prescripción): “Prescribirán a los cuatro años los
siguientes derechos:
a) El derecho de la Administración para determinar la deuda tributaria mediante la
oportuna liquidación.
b) El derecho de la Administración para exigir el pago de las deudas tributarias
liquidadas y autoliquidadas.

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c) El derecho a solicitar las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo,
las devoluciones de ingresos indebidos y el reembolso del coste de las garantías.
d) El derecho a obtener las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo,
las devoluciones de ingresos indebidos y el reembolso del coste de las garantías.”

Cuando prescribe el impuesto sobre sucesiones, vence el plazo. Es el segundo


motivo de los cumplimientos de las obligaciones tributarias.
Supuesto:
“Tradicionalmente el computo se hacia desde el fallecimiento en sucesiones, se
asocia con la prescripción. La inspección de los tributos decía que en sucesiones
empezaba nates de que se pudiera investigar, por los plazos para la aceptación.
A partir de ahora y en adelante empieza cuando se finaliza el periodo reglamentario
de liquidación del pago. Se dice el computo de la prescripción se inicia desde el día del
fallecimiento del causante se cuentan 6 meses. De 14 nov 2023 hasta de mayo de 2024
finaliza el plazo de declaración y pago de sucesiones” son 6 meses.
“cuando prescribe el derecho de AGEAT para liquidar el IRPF 2022, la campaña de
renta de 2023(se declara del periodo impositivo del 2022), el 31 de diciembre se devenga
el IRPF, el periodo es 3 años y la misma regla de declaración y pago del impuesto es
decidir para el periodo impositivo desde el 31 de diciembre de 2023. el 1 de junio de 2023
empieza el periodo impositivo de renta de 2022, la prescripción seria del 1 de junio de
2027.” desde la finalización de la campaña de renta es el 1 de julio de cada año se inicia el
computo.
“En el de transmisiones no cuando se hace la escritura sino el mes siguiente y
prescribe a los 4 años” siempre es al mes siguiente a la firma.
“La plusvalía municipal inter vivos o mortis causa, hay que diferencias, el adquirente tiene
6 meses finalizados los cuales si es mortis causa. Si es inter vivos al mes.”
El impuesto de sociedades es hasta 25 de julio de cada año y prescriben las deudas
de 2022 hasta el 2027
Cuando prescribe el IBI no prescribe porque no exige declaración ya que se ha hecho
la liquidación por la Admin y el plazo es el periodo reglamentario de pago el 30 de
noviembre acaba en Madrid y se devenga el 1 de enero, pero se cuenta desde el 30 de
noviembre normalmente por lo que del 1 de diciembre empieza la prescripción. Se aplica
el 66 b).
La prescripción se interrumpe normalmente la administración o por la personación
en la DG de Tributos. Una vez prescrito no se puede ni siquiera intentar
Se añade también en el 69 de la LGT:
“1. La prescripción ganada aprovecha por igual a todos los obligados al pago de la
deuda tributaria salvo lo dispuesto en el apartado 8 del artículo anterior.
2. La prescripción se aplicará de oficio, incluso en los casos en que se haya pagado
la deuda tributaria, sin necesidad de que la invoque o excepcione el obligado tributario.
3. La prescripción ganada extingue la deuda tributaria.”
Paréntesis en el 66 bis (es la prescripción de la investigación sobre gastos
deducibles): y le da hasta 10 años de la contabilidad. (la documentación siempre se guarda
desde hace 10 años)

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“1. La prescripción de derechos establecida en el artículo 66 de esta Ley no afectará
al derecho de la Administración para realizar comprobaciones e investigaciones conforme
al artículo 115 de esta Ley, salvo lo dispuesto en el apartado siguiente.
2. El derecho de la Administración para iniciar el procedimiento de comprobación
de las bases o cuotas compensadas o pendientes de compensación o de deducciones
aplicadas o pendientes de aplicación, prescribirá a los diez años a contar desde el día
siguiente a aquel en que finalice el plazo reglamentario establecido para presentar la
declaración o autoliquidación correspondiente al ejercicio o periodo impositivo en que se
generó el derecho a compensar dichas bases o cuotas o a aplicar dichas deducciones”

En el IRPF la administración desde el 1 de julio hasta el 31de diciembre tiene el


tiempo para devolver sin intereses de demora, a partir del 1 de enero pagando intereses de
demora, no quiere decir que no se puede exigir la devolución, se tiene hasta 4 años para
pedirlo y si no pagan para exigir el pago.
Nosotros ante una liquidación ante la administración se paga, pero se recurre y luego
se gana administrativo o jurisdiccional, y se obtiene favorable eso demuestra que existe un
ingreso indebido y por ello tiene que ser con interés de demora y se tiene 4 años igual
desde que se pagó. Si ves que no pagan se presenta un escrito en el cual se diga a la DGT
de Madrid solicitud de devolución de ingresos indebidos con notificación fehaciente a
efectos de interrupción de prescripción a favor de la administración. Desde el ingreso para
todas las solicitudes o entonces es desde que la resolución o sentencia es firme.
Escrito de solicitud con el número de solicitud con notificación expresa con efectos
de interrupción de prescripción. (practica profesional)

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Escrito de interposición de reclamación económico-administrativa con
alegaciones y solicitud de tramitación por el procedimiento abreviado. (caso 3)*

En la actuación tributaria hay 3 fases la planificación (es lo que hay que hacer con la
persona que va hacer pensado en la declaración del año que viene.), la gestión(hacer la
declaración de la renta/ el papeleo) y la revisión(lo que pasa después de los actos
administrativos. Se modifican muchas cosas).

Revisión Articulo 213 y ss. título V + Reglamento.

Artículo 216. Clases de procedimientos especiales de revisión: “Son


procedimientos especiales de revisión los de: a) Revisión de actos nulos de pleno derecho.
b) Declaración de lesividad de actos anulables. c) Revocación. d) Rectificación de errores.
e) Devolución de ingresos indebidos.”
Una de las vías obligatoria y ordinario es el recurso reposición ese se salta no sirve
de nada mas que perder el tiempo. Es previo y potestativo, pero no obligatorio.
Vía económico-administrativa: resuelves los funcionarios, pero tiene una cierta
distancia con el asunto comprobación de valores y liquidación, pero lo resuelve una junta
administrativa “Tribunal”. La revisión siempre es ante órganos estatales, aunque la gestión
corresponde a la comunidad de Madrid (por esto se hace dos escritos plazos y órganos
distintos).
Por un lado, se solicita la suspensión con aval bancario que no se presenta en la vía
económica administrativa, que se debe presentar en la DGT de la comunidad de Madrid.
Por el otro se presenta una comprobación de valores.
Estructura básica de los recursos de interposición:
1. Encabezamiento: dirigir al órgano competente (al tribunal económico-
administrativo regional de Madrid, por ser un impuesto que se aplica en
Madrid)
2. Identificación numérica del expediente y comprobación de valores. (Número
de expediente de comprobación de valores número de liquidación.)
3. Autocalificación del escrito (en MAYUS), cuanto más información mejor.
(*arriba)
4. La comparecencia (la parte): nombre, DNI/NIF, domicilio. En el económico
administrativa no es necesario procurador.
5. Frase rituaria: comparece y como mejor proceda en derecho digo.
6. Presupuestos procedimentales/procesales: que en relacion con la
comprobación de valores manifestando mi disconformidad digo: paso a los
presupuestos de los hechos y fundamentos de derecho (no incluible en escrito
de alegaciones). Competencia: negrita subrayado el tribunal Económico-
Admin de Madrid es competente en virtud de lo dispuesto en el art X y
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reglamento/Legitimación: para interponer el recurso se requiere legitimación
el recurrente esta legitimado para interponerlo en virtud del sujeto pasivo de
transmisiones patrimoniales en virtud de la finca que se la he trasmitido de
acuerdo con el artículo TRTP. También el transmitente. /Representación: hay
que alegar el título de la representación, poder notarial general para pleitos o
poder apud acta tambn. Representante de una sociedad no residente en la UE
se tiene que aportar el poder general para pleitos sino también una escritura de
apoderamiento con la apostilla de la haya, por ejemplo.
7. En función de los presupuesto alegados procedo a interponer la
reclamación Eco-Admin en base a los siguientes hechos y fundamentos de
derecho. (por separado)
a. Hechos: hechos de forma sucinta y en párrafos separados y ordenada.
Añadir fecha siempre.
b. FJ/Dcho.: este supuesto se estudia y se recurre en base a unos
presupuestos legales, con jurisprudencia y la Ley. Se despliega
normativa segundo buscar jurisprudencia que interprete en mi favor esa
normativa, T. Supremo + TSJ. A continuación, aplicación al caso
concreto. Remata con conclusión.
i. Primer fundamento: negrita y subrayado y titulo fundamento:
nulidad de la comprobación de valores por falta de al adecuada
de motivación + desarrollo. El art de la LGT/LPACAP/etc.….
más jurisprudencia. No se cumplen las exigencias/elementos
esenciales de los articulo y la jurisprudencia que se ha producido
una nulidad de acto administrativo existente en la comprobación
de valores.
8. Por todo lo cual SUPLICO: al tribunal eco-Admin reg. de Madrid que admita
el presente escrito y con la documentación que se acompaña, acuerdo a la
anulación de la comprobación de valores N.º tantos y la liquidación N.º
tantos.

Es justicia que pido en derecho en Alcalá de Henares a tanto de tanto firmado por el
letrado

9. Otro si digo: en mayus y aparte. Es justicia que pido en el lugar y fecha


indicados, en cada otro si
a. Primer otro si: Que dado a los establecido al art X dada la cuantía de la
reclamación sed proceda a tramitar la misma por el procedimiento
abreviado del procedimiento ECO-Admin.
b. Segundo otro si: devolver el poder para pelitos.
c. Tercer otro si: solicito la acumulación de reclamaciones.
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10. Donde entregarlo: en el órgano de gestión en el caso de escrito de
interposición articulo 235.3(iniciación) LGT: “El escrito de interposición se
dirigirá al órgano administrativo que haya dictado el acto reclamable”.
Como se expone: solo fundamentos derecho.

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