Está en la página 1de 7

viernes: 1 y 2

sábado: 3 y 4
domingo: 5 y 6
lunes: 7 y 8
martes: 9 y 10
miércoles:1,2,3,4,5,6,7,8,9,10.

ESPACIO CREATIVO ARTÍSTICO

Las artes siempre han sido parte integral de la vida y la educación humana. Reflejan la
realidad, la cultura y las creencias de las sociedades y las personas, ofreciendo una forma
única de comprender el mundo y expresarse. La enseñanza del arte promueve la capacidad
de imaginar, comunicar y expresar ideas, así como la generación de conocimientos y
habilidades mentales para entender el entorno.

En el espacio Creativo-Artístico, los estudiantes desarrollan competencias artísticas


mediante la reflexión crítica y compartida, la comunicación de emociones y el respeto a la
diversidad de expresiones. La exploración y creación en disciplinas artísticas enriquece a
los estudiantes, haciéndolos sensibles, empáticos, críticos y comprometidos con el mundo
que les rodea.

Cada disciplina artística tiene su propio lenguaje y narrativa. Aprender estos lenguajes no
solo desarrolla competencias artísticas, sino que también contribuye a las competencias
generales propuestas en el Marco Curricular Nacional 2022.

Elliot Eisner destaca que el arte desarrolla aspectos cognitivos únicos en los sujetos,
combinando percepción, pensamiento y afectividad. Eisner aboga por una enseñanza del
arte esencialista, que lo considera un fin en sí mismo y no solo un medio. Para él, el
aprendizaje artístico implica desarrollar capacidades creativas, percepción estética y
comprensión cultural.

La educación artística es esencial para el equilibrio emocional y racional de los estudiantes,


promoviendo la creatividad, el pensamiento divergente y la comprensión única de la
experiencia humana. Desde el paradigma de la educación inclusiva, la educación artística
proporciona a los estudiantes una voz para conocerse a sí mismos y modelar su mundo.

La educación artística fortalece las trayectorias educativas, fomenta la autonomía en el


aprendizaje, y contribuye a la resolución de problemas en todos los campos del saber.
Además, promueve la empatía, la colaboración y la creación de lazos con otros individuos y
comunidades.

Finalmente, el aprendizaje artístico tiene un impacto significativo en la neurocognición,


estimulando la creatividad y facilitando la asimilación de información relevante para el
pensamiento de alta jerarquía. Esto refuerza la importancia de otorgar un justo equilibrio
curricular a la educación artística en el sistema educativo.
Orientaciones metodológicas del espacio Para desarrollar las competencias en el marco de
las artes se requiere de la participación cognitivo-afectiva del estudiante y también de la
acción. Ambos serán imprescindibles para un aprendizaje activo y duradero. En tal sentido,
se sugiere la implementación de metodologías participativas. Entre otras, se señalan: •
Aprendizaje colaborativo • Aprendizajes a partir de situaciones auténticas • Aprendizaje por
inducción • Aprendizaje por indagación • Aprendizaje basado en proyectos • Aprendizaje
basado en problemas • Estudio de caso • Portafolio de evidencias • Aula invertida •
Aprendizaje a través de lo lúdico y la gamificación • Experimentación

Orientaciones sobre la evaluación del espacio Se enfatiza en la evaluación formativa y


formadora considerando la contrastación de las competencias específicas con los perfiles
de tramo y grado. Se recomienda que la evaluación forme parte de los procesos de trabajo
que orientan el curso, explicitados y monitoreados mediante instrumentos de evaluación
competencial. Orientaciones sobre autonomía curricular El Plan de Educación Básica
Integrada (ebi) basado en el Marco Curricular Nacional (mcn) propone la implementación de
un componente de autonomía curricular. En este sentido, desde un enfoque humanista y
socioformativo, se entiende a la autonomía curricular como la facultad pedagógica que
habilita a los profesionales a reflexionar, tomar decisiones y contextualizar sus prácticas y
los formatos educativos con el fin de lograr la transposición de saberes y el desarrollo de
competencias. Esta autonomía se basa en los principios de centralidad del estudiante y su
aprendizaje, inclusión, pertinencia, flexibilidad, integración de conocimientos, participación y
equidad. Su objetivo principal es colaborar en la formación integral del estudiantado, así
como en la promoción del recorrido en trayectorias educativas completas. El desarrollo de
esta facultad requiere la creación de una cultura organizacional propia sustentada en el
trabajo colaborativo, así como la participación activa de la comunidad educativa en la toma
de decisiones. Para que esta autonomía se concrete es necesario desarrollar ámbitos, 7
legitimados institucionalmente, que faciliten el desarrollo de las competencias propuestas en
cada unidad curricular, entendidas en su integración como promotoras de desarrollo
humano. Ello requiere que cada centro educativo disponga y gestione un tiempo y un
ámbito para trabajar aquellos aspectos que considere relevantes en la propuesta de centro
y de aula, respetando las diferentes realidades de cada localidad, los ritmos de los
estudiantes destinatarios y sus formas de aprendizaje. También es necesario desarrollar
propuestas con un enfoque intra- e interdisciplinario, con mirada territorial y global, que
favorezcan el trabajo en red con otras instituciones y garanticen la participación de la familia
y la comunidad educativa. Dichas propuestas se construyen en un entorno colaborativo de
intercambio y coordinación en el que cada centro y los actores educativos que lo integran
visualizan, acuerdan y planifican los logros concretos del universo de estudiantes en el
desarrollo de competencias. En la carga horaria en la que se distribuye la malla curricular y
con la finalidad de que los docentes generen nuevas posibilidades de aprendizaje para los
estudiantes, procesos de relaciones interpersonales de encuentro y trabajo colaborativo,
experiencias de aprendizajes sociales a través de servicios solidarios a la comunidad, entre
otros, será importante instrumentar acciones que favorezcan y promuevan el desarrollo de
estos procesos mediante diferentes metodologías activas como el aprendizaje basado en
proyectos, el análisis de casos, el aprendizaje servicio solidario, la resolución de problemas
y el aprendizaje por experiencias. De esta manera se nuclean estrategias consensuadas y
se integran los problemas de la realidad circundante para formar ciudadanos que sean
capaces de integrar la complejidad y evolucionar con ella.
EL TALLER - LAURA PITLUK “La modalidad de Taller en Nivel Inicial” (2013)

La modalidad de taller implica una organización específica de la situación de enseñanza


nacida del deseo de encontrar otras posibilidades educativas, otras modalidades de acceso
al conocimiento, basado en propuestas y vínculos menos lineales que dejen entrar el juego,
el placer por aprender y la vida democrática al aula. Se trata de una modalidad que nació
como alternativa a las prácticas conocidas, en el intento de modificar el estilo tradicional,
basado en docentes depositarios del saber y dueños de las verdades que debían inculcar a
sus alumnos, pasivas «hojas en blanco» a la espera de la absorción lineal de
conocimientos. Sustentada en el aprender haciendo, en el lugar central de los sujetos de
aprendizaje, sus intereses y necesidades, y en el papel del educador como un coordinador
acompañante de estos procesos, la modalidad de taller puso en juego muchos aspectos
que, basados en las teorías de una época determinada, marcaron una forma especial y
específica de una importante riqueza educativa.

La modalidad de taller se conoció, en sus inicios, como metodología de Aula Taller. Con el
paso del tiempo y adecuándose a los cambios educativos, se comenzó a definir como
modalidad educativa y no como metodología, ya que hace referencia a un modo específico
de organizar las propuestas de enseñanza en función de determinados ejes que
analizaremos a lo largo de este libro. Y, como toda propuesta de enseñanza, pone en juego
diversas estrategias metodológicas en concordancia con las metas que se propone
alcanzar, los contenidos a trabajar, los recursos, materiales, tiempos y espacios con que se
cuenta, el momento y las necesidades grupales. Las estrategias metodológicas se refieren
al modo de organizar y desarrollar las propuestas, consignas e intervenciones docentes.

Dos de las autoras más renombradas en relación a esta temática escribían en su libro «Aula
Taller»: «Proponemos la reflexión, el cuestionamiento de concepciones teóricas y modos de
actuar y el replanteo de problemas como un medio al que conviene recurrir
permanentemente para avanzar en el camino de la aproximación al conocimiento» (Pasel
con la colaboración de Asborno, 1990).

Desde la mencionada oposición a la enseñanza tradicional, la modalidad de taller sentó sus


bases en la interacción y el intercambio entre los alumnos constructores de sus propios
conocimientos, en la importancia del grupo como facilitador de los aprendizajes, en el
trabajo en pequeños grupos alrededor de una tarea, en la producción compartida, en un
docente observador y acompañante de los procesos que pone en juego su rol desde un
liderazgo democrático. También en la importancia de seleccionar las propuestas priorizando
los intereses de los alumnos, incorporando los «emergentes» y proponiendo actividades
centradas en el juego, la exploración activa y el aprender haciendo.como toda propuesta de
enseñanza, implica la presencia de contenidos y actividades previamente planificadas
desde una dinámica sustentada en el trabajo en subgrupos, el intercambio, la construcción
conjunta de los conocimientos, el aprendizaje compartido basado en los acuerdos que
posibilitan que un grupo se centre alrededor de una tarea que implica cooperar para una
producción común.

Ahora bien, con las mejores intenciones, en demasiadas ocasiones creemos que estamos
desarrollando un trabajo grupal y compartido, pero en realidad se desarrollan tareas
individuales en las cuales —en el mejor de los casos— se realizan algunos intercambios,
pero no se crea la necesidad de trabajar con los otros ni un verdadero trabajo solidario y
compartido. Por esta razón, la reflexión sobre los modos de llevar adelante las propuestas,
analizando constantemente la coherencia entre lo que se piensa-siente-dice-hace, favorece
la puesta en marcha de acciones e intervenciones que posibiliten las tareas conjuntas, la
comunicación y los acuerdos, las producciones grupales.

Podemos determinar que los ejes que identifican a la modalidad de taller implican una
organización específica y diferente de las situaciones de enseñanza que es en general
desconocida y difícil de comprender cuando no se la vivenciar personalmente. Esto lleva a
implementar propuestas a las que denominamos «taller» y que en realidad no lo son,
confundiendo el desarrollo de actividades grupales con la implementación de talleres. Por el
contrario, sucede también que se realizan propuestas de taller desconociendo que las
mismas están poniendo en práctica los aspectos que necesita una propuesta para ser
considerada taller.

Las propuestas de taller pueden tener en común con otro tipo de propuestas las
concepciones sobre educación, enseñanza y aprendizaje, los aspectos a abordar y los
modos de hacerlo; pero la peculiaridad de los talleres radica en la interacción entre teoría y
práctica, el trabajo en grupos pequeños, la producción compartida y la búsqueda de
acuerdos. En resumen, la modalidad de taller en la enseñanza busca potenciar el
aprendizaje a través de la participación activa, la colaboración y el enfoque integral del
proceso educativo, centrándose en las necesidades e intereses de los estudiantes.

El taller en el espacio creativo-artístico construye saberes de manera integral y


participativa, fomentando la exploración, la experimentación y la colaboración entre
los estudiantes. Aquí te detallo cómo:

1. **Aprendizaje experiencial:** El taller promueve el aprendizaje a través de la


práctica directa y la experiencia vivencial. Los estudiantes no solo adquieren
conocimientos teóricos, sino que también los aplican en situaciones concretas, lo
que les permite comprender mejor los conceptos y habilidades artísticas.

2. **Exploración y descubrimiento:** Se brinda un ambiente propicio para que los


estudiantes exploren y descubran diferentes técnicas, materiales y formas de
expresión artística. Esto les permite ampliar su repertorio creativo y descubrir sus
propias fortalezas y preferencias.

3. **Creatividad y expresión personal:** El taller estimula la creatividad y la expresión


personal de los estudiantes, fomentando la libertad para experimentar y crear obras
originales. Se valora la diversidad de enfoques y estilos, lo que enriquece el proceso
de aprendizaje y permite que cada estudiante desarrolle su voz artística única.

4. **Colaboración y retroalimentación:** Se fomenta el trabajo colaborativo y el


intercambio de ideas entre los estudiantes. A través de la retroalimentación
constructiva, se promueve el diálogo y la reflexión crítica sobre el trabajo propio y el
de los demás, lo que contribuye al desarrollo de habilidades sociales y artísticas.
5. **Contextualización y conexión:** El taller busca conectar los conocimientos y
habilidades artísticas con el contexto cultural, social e histórico de los estudiantes.
Se exploran temas relevantes y se invita a reflexionar sobre el papel del arte en la
sociedad, lo que enriquece la comprensión y apreciación del arte como forma de
expresión y comunicación.

En resumen, el taller en el espacio creativo-artístico proporciona un entorno dinámico


y enriquecedor donde los estudiantes pueden construir saberes de manera activa,
significativa y colaborativa, desarrollando tanto habilidades artísticas como
habilidades cognitivas, emocionales y sociales.

También podría gustarte