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Componente teórico.

Entendiendo que un modelo es un patrón o un prototipo que sirve de referencia o


carta de navegación y marca el rumbo que se puede seguir para la consecución de un
objetivo común, que en este caso es la formación integral de los niños, niñas y jóvenes
que se matriculan en nuestra institución, y por extensión sus familias, atendiendo a los
requerimientos que la comunidad y la sociedad demandan, los cuales deben tener unas
características especiales en cuanto a sus habilidades, cualidades y virtudes, las cuales
deben estar claramente definidas en el Proyecto Educativo Institucional, se debe hacer
una construcción propia tomando como base el que hacer del docente, el perfil del
estudiante y el contexto (espacio geográfico, momento histórico, construcción social y
marco económico, entre otros).

Según Ortiz (2009), un elemento importante que se debe tener en cuenta al momento de
elaborar el modelo pedagógico de la Institución, es ¿Desde dónde?, hacer un
acercamiento a las teorías que puedan servir de referente para enriquecer el modelo y dar
luces sobre las prácticas pedagógicas del docente en el aula

En este sentido y teniendo en cuenta las concepciones que se han venido manifestando y
desarrollando a lo largo de los diálogos colectivos y construcciones teóricas y simbólicas,
de escuela, de sujeto y de su proceso formativo, de la relación entre maestro –
conocimiento – estudiante, de la importancia de las comunidades como agentes activas
en el proceso educativo y del reconocimiento que se ha dado a los saberes ancestrales,
para la construcción del modelo pedagógico1 de la Institución Educativa Villa de la
Candelaria se proponen como referentes teóricos, los postulados planteados en los
paradigmas o modelos cognitivos o constructivistas, el social cognitivo y
enmarcado en este último las pedagogías del sur, que tienen sus raíces en la
epistemología del sur, todos direccionados y teniendo como sustento
epistemológico las tendencias de la pedagogía critica. Las pedagogías del sur fijan
como metas del proceso educativo la emancipación y la transformación social, que
permiten avanzar de un modelo de desarrollo humano impuesto por el capitalismo
neoliberal y la sociedad de consumo, hacia uno donde se dé más importancia al ser que
al tener, promoviendo el buen vivir de los sujetos. Concibe al sujeto como es un ser
histórico social, en constante transformación y construcción. Sujetos que piensen en lo
social, universal, sin perder su individualidad, que reconozca y respete al otro y se
reconozca así mismo (Vives, 2016).

Es una apuesta educativa que busca subvertir el modelo pedagógico hegemónico,


propendiendo por la justicia cognitiva y democratización del conocimiento (De Sousa,
1
Reconocemos que la construcción del Modelo Pedagógico con rigurosidad, es una tarea de largo alcance que requiere
entre otros, la aceptación de la comunidad académica, por tanto, cuando en nuestra propuesta educativa nos referimos a
Modelo Pedagógico estamos haciendo referencia a las teorías, enfoques, apuestas conceptuales que recogemos para
reflexionar nuestras prácticas y fundamentar las múltiples relaciones que tienen lugar en el espacio educativo, razón por
la que no nos inscribimos en una corriente específica ni bautizamos nuestra apuesta.
2019); de manera que se reivindiquen los saberes tradicionales y ancestrales,
entendiendo que la cosmovisión del mundo y su diversidad es más amplia, que existen
otros saberes y formas de producir conocimiento además de los que tradicionalmente se
han impuesto en la escuela por la ciencia hegemónica occidental.

Estas nuevas pedagogías buscan el fortalecimiento del pensamiento crítico, de la


capacidad de autodeterminación de los individuos y las sociedades, promueven la
transición del proceso de enseñanza aprendizaje y la moral heterónomos hacia una de
carácter autónomo, un cambio de la cosmovisión tanto del docente como del estudiante y
un viraje al tipo de relación entre humanos y de estos con la naturaleza.

El saber; es entendido como una construcción que abarca todos los ámbitos de la vida de
los seres humanos, se constituye en un pretexto (pedagógico) que permite establecer una
relación dialógica permanente entre el maestro y los estudiantes, donde hay un
intercambio de conceptos, de ideas, opiniones, metodologías y actitudes, que subvierta el
tipo de relación vertical, autoritaria y de poder, que concibe al maestro como un ser
omnisciente, dueño absoluto del saber y al estudiante como una tabula rasa, un ente
pasivo y sumiso, a quien se le transmiten contenidos y los debe absorber sin la
posibilidad de asumir una posición crítica frente a ellos. En este sentido, la postura del
nuevo modelo debe establecer una relación maestro - estudiante, que rompa con esa
hegemonía basada en la desigualdad.

Este tipo de relación, fundamentada en un acuerdo recíproco, de reconocimiento del otro,


del respeto por las ideas divergentes, allana el camino para la construcción de una
sociedad equitativa, pluralista, intercultural, tolerante e inclusiva, que busca la
reconciliación y el fortalecimiento de tejido social en esta etapa de postconflicto.

Reconociendo que el estudiante tiene una construcción propia del mundo que lo rodea y
por lo tanto tiene una estructura ya elaborada, por consiguiente, los contenidos que se
van a desarrollar en cada momento de aprendizaje deben partir de los conceptos previos
de los estudiantes.

La metodología debe estar orientada a unas prácticas (activas, recreativas, incluyentes)


que permitan la investigación, la creación y la producción de unos saberes significativos,
implementar estrategias de aprendizaje donde los estudiantes aprendan con sus pares,
(trabajo colaborativo, en equipo o cooperativo, se reconoce un aprendizaje social, la
construcción del conocimiento surge de la interacción con el otro.

La evaluación se concibe como un proceso continuo y sistemático de carácter formativo,


que se reconozca en el error una oportunidad de aprendizaje. La evaluación, la
coevaluación y la evaluación compartida pueden tener un valor más grande del que se da
actualmente, ya que esto le quita peso a la heteroevaluación de un producto final que
principalmente está delimitado por la subjetividad del maestro, mientras en la
consideración de la evaluación desde el alumno, desde sus pares y en la mediación del
alumno docente, se puede lograr una formación con integralidad, es decir, se puede
formar desde el reconocimiento propio y social de fortalezas y debilidades en el proceso
formativo, más que en la evaluación de productos.
Es importante hacer protagonistas a los estudiantes del proceso evaluativo, que los
criterios de evaluación sean mediados para que ellos sean conscientes de los objetivos en
cada asignatura, de los procesos y de los posibles retos a enfrentar. En consenso, se
establecen criterios claros de evaluación que al ser aceptados en comunidad tendrán el
peso, no solo de la autorreflexión, sino también del compromiso de cada uno con su
proceso de aprendizaje. Proceso que permita reconocer la diversidad y la capacidad de
los estudiantes en su desempeño académico, conceptual y cultural, tener en cuenta a que
apuntamos como institución es a lo formativo, la evaluación entendida así debe ser
formativa, continua, permanente, teniendo en cuenta el ritmo de aprendizaje del
estudiante, el conocimiento que este tiene de las situaciones que pueden afectar u
obstaculizar sus procesos de aprendizaje, lo que hace, lo que sabe hacer, las
transformaciones que se van dando en el estudiante.

OBJETIVOS –Fines…

El reconocimiento de la existencia de fines educativos implica tener en cuenta dos


cuestiones:

La definición de las cualidades de tipo moral, valoral, teórico, instrumental y actitudinal

El valor social que en la nueva sociedad, en proceso de construcción, adquiere ese sujeto
en formación.

Los fines son percepciones ideales del hombre en formación y corresponde a la institución
educativa desarrollar esas potencialidades para hacer coincidir el ideal con lo real; el
construir, a imagen y semejanza de lo esperado al nuevo hombre concreto (Cardoso
¿???)

La idea de educación como libertad propuesta por Martha Nussbaum, define:

*pensamiento crítico -capacidad de examinarse críticamente a uno mismo y a las propias


tradiciones
*ciudadanía global -la aptitud no sólo de percibirse como ciudadanos de algún ámbito
local, sino también como seres humanos unidos a los demás por vínculos de
reconocimiento y correspondencia
*comprensión creativa -pensar cómo podría ser el estar en los zapatos de una persona
diferente

El Informe Delors, de 1996, realizó una propuesta basada en los cuatro pilares del
aprendizaje:

aprender a aprender

aprender a hacer

aprender a ser
aprender a convivir

No resultaría apropiado, por ejemplo, desarrollar las competencias cognitivas


desconectadas de los valores éticos y sociales que guían la construcción de sociedades
más justas.

El principal objetivo de la educación: el desarrollo integral de la persona

‘La educación es lo más cercano a la magia en el mundo. Nada puede transformar la vida
de una persona como la educación. Desarrolla confianza y regala a las personas una voz.
Además de sus evidentes beneficios para una vida más plena y mejor, la educación
puede contribuir a la mejora de la sociedad en su conjunto; una sociedad en la que la
gente sea consciente de sus derechos y deberes’. (Nivasini, estudiante de secundaria de
India).

Objetivos y metas

. Formar hombres y mujeres con proyectos de vida basados en los valores de liderazgo,
solidaridad, autonomía, responsabilidad, respeto, honestidad y sentido de pertenencia.
Ningún valor actúa de manera independiente, sino que todos en conjunto forjan un ser
integro. Logrando que se reconozca e integre en la sociedad de la mejor manera posible.

Forjar ciudadanos capaces de entender su entorno familiar, social, cultural y político.


Para que puedan influir en el desarrollo y la transformación significativa de su
cotidianidad.

.Educar jóvenes que implementen e interactúen responsablemente con las nuevas


tecnologías en la sociedad. Y tengan como guía el ser ético usando y aplicando el
conocimiento adquirido.

.Potenciar las habilidades, destrezas e intereses de los estudiantes; propiciando el


respeto por la diversidad en todos los campos de la actividad humana, a través de la
participación de los diferentes actores de la comunidad educativa en la toma de
decisiones.

.Apoyarse en los diferentes convenios interinstitucionales para que de una manera


consensuada con la institución educativa se desarrollen los objetivos de formación de
nuestros estudiantes.

Esto es lo aprobado para el P.E.I…. en el componente teleológico

Objetivos Generales

Reconocer la diversidad como riqueza, posibilidad y desafío en la construcción del


Nosotros.
Aportar a la formación de seres humanos críticos, conscientes de sus potencialidades y
de la realidad que los rodea, con capacidades para influir y transformar su contexto hacia
escenarios de paz y de convivencia.

Fundamentar su apuesta educativa en valores como el liderazgo, el respeto, la


autonomía, la responsabilidad, la honestidad, el sentido de pertenencia y la solidaridad.

Orientar los procesos de enseñanza hacia aprendizajes de autocuidado, sociales,


tecnológicos, investigativos, de comunicación asertiva, afectiva y efectiva, de compromiso
con el medio ambiente, de sensibilidad estética y de fortalecimiento de la resiliencia.

Actualizar permanentemente nuestra propuesta educativa de manera que responda a los


desafíos de la comunidad y del entorno.

Promover la idoneidad y capacidad profesional de los miembros de la comunidad


educativa.

Gestionar convenios interinstitucionales que apoyen el desarrollo misional y fomenten la


formación, el emprendimiento y la investigación.

RELACIÓN MAESTRO-ESTUDIANTE CONOCIMIENTO

“El fuego del conocimiento”


“El conocimiento es como el fuego, que primero debe ser encendido por algún agente externo, pero después
se propaga por sí solo”
Ben Jonson

El apresurado cambio social provocado por los avances tecnológicos y en la comunicación,


conllevan a transformaciones significativas que alcanzan todos los ámbitos del SER, y uno
de ellos es el educativo; donde en los últimos años se han realizado exploraciones que
abarcan la razón de ser de las instituciones educativas: la forma de enseñar y de aprender,
así como la infraestructura y los medios utilizados para ello. Desde la perspectiva anterior,
se han comenzado a introducir en las prácticas docentes nuevos métodos de enseñanza y
aprendizaje, soportados en modelos pedagógicos que contemplan el uso de herramientas
mediadoras, el análisis crítico y la resolución de problemas.

Desde este panorama, es muy común hoy en día encontrarse con debates y/o posturas en
relación con las múltiples dificultades de los estudiantes para adquirir conocimientos, del
problema de comunicación al expresar sus ideas y del poco interés que se tiene para
relacionarse con lo aprendido. La actual situación de la escuela muestra un retroceso en sus
procesos de enseñanza y aprendizaje; por tal motivo, hablar de la relación maestro-
estudiante-conocimiento, hoy es vital, urgente y necesario; ya que las nuevas generaciones
imponen nuevos retos al sistema educativo, retos que van más allá de simples reformas en
legislación e involucra las prácticas docentes y las posturas de los diversos actores
educativo: maestros, estudiantes, directivo y familias.

De ahí, que los cambios y demandas que la educación moderna presenta día a día, y de las
necesidades que evidencian los estudiantes en relación al conocimiento y la información;
requieran de interacciones efectivas entre el nuevo maestro y el nuevo estudiante; quienes
posibilitan el cambio y las transformaciones de una educación pasiva y de solo transmisión
a una educación más participativa y de construcción permanente del conocimiento.

Por tanto, se visualiza a la educación actual como un cúmulo de penurias que han
convertido el proceso de enseñanza-aprendizaje lento, insignificante, poco valorado y
monótono. De ahí que sean muchas las demandas a nivel de instituciones, docentes,
estudiantes y padres de familia para recuperar el entusiasmo por el conocimiento y la
adquisición de éste. Y son muchas las reprendas que se le hacen al sistema educativo sin
propuestas concretas, efectivas y oportunas para su solución.

Entre otras, está la necesidad de actualizar temáticas de estudio, los espacios de


aprendizaje, las estrategias y metodologías utilizadas, la actitud del maestro y del
estudiante; y porque no, de las familias frente al proceso formativo. También se requieren
espacios dinámicos, de constante interacción con la información y, definitivamente, el uso
de las diversas herramientas tecnológicas que permiten acceder de manera distinta y
renovada al conocimiento.

Es en este punto donde la relación maestro-estudiante-conocimiento, adquiere su mayor


importancia, ya que dicha articulación fortalece la adaptación de los requerimientos de la
sociedad moderna, pensando en los desafíos que guían a los estudiantes hacia el
compromiso con su propio proceso formativo. Por tanto, y teniendo en cuenta la relación
con el conocimiento, los estudiantes no necesitan memorizar, sino aprender a aprender
direccionados por un maestro guía; BELMONTE (2003), lo plantea de la siguiente forma:
“la pedagogía de la mediación y el perfil de un profesor mediador que organiza el aula,
genera motivación e implica a los estudiantes, desarrolla habilidades de pensamiento,
enseña a aprender y a pensar y forma personas autónomas, capaces de seguir aprendiendo
toda la vida”.

Cuando el estudiante no dependa de otros para lograr su aprendizaje y descubra que todo
depende de sí mismo y que él puede encontrar las respuestas, podrá decir que encontró el
camino y nunca parará de andar por el sendero del conocimiento. En el futuro se necesita
de estudiantes que lleven todo aquello que han aprendido a un contexto y allí lo utilicen
para solucionar problemas de la cotidinaidad, es decir: “Saber hacer en contexto”. Se
necesitan estudiantes, como lo platean los nuevos modelos pedagógicos, que sientan que
son el centro del conocimiento y que sus necesidades y sus conocimientos previos son
vitales para lograr buenos productos a la hora de responder los interrogantes que plantea el
mundo moderno.

Por esto, el “nuevo maestro” es visionado como el alentador a la participación en ambientes


de aprendizaje agradables, es mediador en la construcción del propio conocimiento; creador
de hábitos de estudio, selección y manejo del conocimiento. Este maestro debe ser un
mediador y dinamizador de la actividad educativa, fortaleciendo la autodirección y la
autorregulación en los estudiantes.

Así mismo, en la “era del conocimiento”, no se pierde el papel relevante del maestro y no
convierte al estudiante en autodidacta; por el contrario, se fortalece el protagonismo del
docente dándole gran responsabilidad en las metas personales e institucionales. Éste debe
mejorar las prácticas, incluyendo nuevos métodos de enseñanza, introduciéndose en los
avances a nivel tecnológico y de comunicación, generando espacios que propicien la
resolución de problemas.

Finalmente, está el “nuevo estudiante”. Es aquel que asume un rol activo en la


construcción del conocimiento, dinámico en la búsqueda, procesamiento y asimilación de la
información. Éste es concebido como un regulador de su aprendizaje. En este aspecto, un
“nuevo estudiante” podrá abrirse al mundo con mayor facilidad, ser propositivo, llegar
fácilmente a la resolución de problemas, construir y reconstruir su conocimiento y realizar
un aprendizaje individual; puede apreciar el conocimiento de una manera distinta.

CONTENIDOS Y SECUENCIAS

Los estándares curriculares o de contenido aluden al qué deben enseñar


los maestros y qué deben aprender los alumnos. En síntesis los contenidos
son el conjunto de saberes, habilidades y destrezas que se orientan en
clase, los cuales se clasifican en: contenidos conceptuales, contenidos
procedimentales y contenidos actitudinales.
1. Conceptuales: conjunto de saberes referentes a hechos, principios, datos,
conceptos y definiciones temáticas.
2. Procedimentales: aluden al conjunto de habilidades, de métodos y
estrategias empleados para alcanzar un fin o un objetivo.
3. Actitudinales: comprenden los valores, las actitudes, las disposiciones y
tendencias y los comportamientos socio-afectivos. En estos contenidos
enmarcamos respectivamente el saber, el saber hacer y el ser.
En el proceso de enseñanza- aprendizaje es preciso tener en cuenta
también los saberes previos del estudiante, los cuales le facilitan la
adquisición de nuevos aprendizajes y el desarrollo de competencias.
Ausubel (pedagogo y psicólogo contructivista) los denominó ´ ideas
anclajes´ en donde el proceso de activación de saberes hace que el
estudiante utilice de manera autónoma los conocimientos adquiridos con
anterioridad para la construcción de un nuevo conocimiento.
Hacer una reflexión constante en torno al qué, al cómo y al para qué, de los
contenidos que vamos a orientar, debe ser una tarea primordial en nuestro
rol de educadores; ello debe apuntar no solo al desarrollo de destrezas y de
habilidades del estudiante, sino también a su formación como ser ético,
autónomo y competente, y que trascienda como tal a todos los ámbitos en
los cuales se desenvuelve o actúa. Los contenidos entonces, no tendrían
que convertirse en conocimiento o información que aprende para repetir
en un examen o en cualquier actividad de clase. La adecuación de las
temáticas a las necesidades formativas del estudiante, son justamente esa
oportunidad que se le da para explorar nuevas formas de concebir o de
repensar el mundo, su entorno, su cultura y a sí mismo; en esta instancia el
maestro dejará de ser un emisor de sus saberes y el alumno simplemente
un receptor; aquel será un verdadero facilitador del proceso de formación
del estudiante, y creciendo éste como una persona crítica, reflexiva y
productiva; capaz de sortear las diversas situaciones y problemáticas que se
le presentan en su diario acontecer. Los contenidos o temáticas deben
entonces permitir que el aprendizaje sea dinámico, interdisciplinario y
transformador, para la vida.
Además de secuenciar los contenidos acorde con los grados y periodos
académicos, y de adaptarlos a las necesidades del entorno; es necesario
estructurarlos según el nivel cognitivo del estudiante y según su ritmo de
desempeño. Saber dosificar la información, qué es lo que se hace
fundamental y qué cosa no, cuál es el grado de información que posee el
estudiante y cuál su capacidad de aplicación, son elementos que
deberíamos tener en cuenta en el desarrollo de los contenidos.
Las secuencias deben tenerse en cuenta en la progresión del aprendizaje
del alumno y en la continuidad de los saberes orientados en su proceso de
formación.
5. METODOLOGÍAS.
(LUCELLY, LUZ MIRIAM, DAMARIZ, OMAIRA, GLORIA Y JOSE IGNACIO)
En la Institución educativa Villa de la candelaria el estar cambiando, innovando,
buscando siempre formas diferentes de trabajar para que todos aprendamos, es
fundamental, es así que a partir de ello podemos definir que las metodologías son
un conjunto de estrategias, procedimientos y acciones, organizadas, además de
planificadas por el profesorado, de manera consciente y reflexiva, para posibilitar
el aprendizaje del estudiante y el logro de los objetivos planteados. Procuramos
además escribir acerca de la lógica que compartimos los miembros de la
comunidad educativa (comunidades de aprendizaje y de interdisciplinariedad),
para que nuestras relaciones logren sus cometidos, reconociendo que no existe
una sola manera de ser y de actuar en el proceso educativo; por el contrario es
constatar y dar fe que nuestra metodología es más que la suma de formas
particulares de “Ser y Hacer”; que se van tejiendo y estructurando en el
reconocimiento de los diferentes momentos, lugares, edades, contenidos y en
donde nuestras metodologías son diversas. En nuestro modelo ---cognitivo
social--- entendemos contenidos como lo que intercambiamos cuando nos
comunicamos en múltiples direcciones, cuando nos silenciamos, cuando entre lo
dicho revisamos con otros pares lo que decimos y hacemos.
Nuestra metodología parte del conocimiento sobre los seres humanos, ya que
somos diversos y nuestras formas de aprender y enseñar también lo son; lo
mismo que diversos son los desafíos según las edades y realidades de
infraestructura y dotación con las que contamos en la actualidad y en ese sentido
nuestra metodología es un ARCO IRIS, es un “FRACTAL”, o es también un
“CALEIDOSCOPIO”, donde “el ASOMBRO es permanente al observar las
inusitadas formas que se despliegan”, en el que respondemos a las demandas de
los estudiantes a los cuales se les hace seguimiento permanente y es así como
también respondemos honestamente a lo que somos.
En la institución educativa se ha trabajado con metodologías activas y
contextualizadas como: trabajo cooperativo, trabajo por proyectos, estudio de
casos, aprendizaje basado en problemas entre los más reconocidos y expresados
por los mismos profesores.
Nuestras metodologías están fundamentadas en hacer vida los valores que son
nuestro cimiento como: el liderazgo, el respeto, la autonomía, la responsabilidad,
la honestidad, el sentido de pertenencia y la solidaridad; a través del desarrollo de
estrategias de aprendizaje donde los estudiantes aprendan con sus pares: trabajo
colaborativo, trabajo en equipo o trabajo cooperativo. (Se reconoce un aprendizaje
social, con el otro, construcción del conocimiento en la interacción con el otro)
Fernández March (2006, p.39) “el perfil apropiado del estudiante viene
caracterizado por los siguientes elementos: aprendiz activo, autónomo,
estratégico, reflexivo, cooperativo, responsable”.
La metodología debe estar orientada a unas prácticas (activas, recreativas,
incluyentes) que permitan la investigación, la creación y la producción de unos
saberes significativos, donde el estudiante pueda inscribirse en un proceso que lo
lleve a alcanzar una meta o sueño que viene construyendo con su vida, pero que a
la vez le permita desempeñarse en el medio social al que pertenece y que
requiere de él. Esas nuevas metodologías de enseñanza, deben lograr transformar
y cambiar los entornos educativos, con el fin de impulsar mejores resultados
académicos en los estudiantes y podemos afirmar que algunas de las
mencionadas a continuación pueden permear la forma de trabajo en nuestra
institución educativa. A continuación entramos a plantearlas ya que es
fundamental saber la manera en que ellas transitan por nuestra institución
educativa.
Algunas de las principales metodologías innovadoras son: Aprendizaje Basado en
Proyectos (tomado de Metodología innovadora y estrategias de aprendizaje en la
Universidad I. Morera Bertomeu; S. Iborra Chornet; M.J. Climent Olmedo; S.
Navalón Oltra; B. Gargallo López: E. García Félix). Con la llegada de las nuevas
tecnologías de la información y de la comunicación a las instituciones educativas,
han surgido tanto nuevas metodologías de enseñanza. (mirar y procurar la
redacción con referencia bibliográfica)
Una de las más utilizadas en clase actualmente es el Aprendizaje Basado en
Proyectos (ABP): reafirman o contradicen lo dicho. Contenidos son los textos,
pre-textos y contextos que invitamos a este espacio educativo, este espacio de
SER, VIVIR, SENTIR, APRENDER, RELACIONARNOS entre otros. En su
esencia, el ABP permite a los estudiantes adquirir conocimientos y competencias
claves a través de la elaboración de proyectos que dan respuesta a problemas de
la vida real. Partiendo de un problema concreto y real, en lugar del modelo teórico
y abstracto tradicional, parecen evidentes las mejoras en la capacidad de retener
conocimiento por parte del estudiante, así como la oportunidad de desarrollar
competencias complejas como el pensamiento crítico, la comunicación, la
colaboración o la resolución de problemas.
Aprendizaje Cooperativo: “Más fuertes juntos” es así como se podría resumir de
forma sencilla el aprendizaje cooperativo, una metodología que los maestros usan
para agrupar a los estudiantes y, así, impactar en el aprendizaje de una manera
positiva. Los defensores de este modelo teorizan que trabajar en grupo mejora la
atención, la implicación y la adquisición de conocimientos por parte de los
estudiantes. La principal característica es que se estructura en base a la formación
de grupos de entre 3-6 estudiantes, donde cada miembro tiene un rol determinado
y para alcanzar los objetivos es necesario interactuar y trabajar de forma
coordinada. En el aprendizaje cooperativo, el objetivo final es siempre común y se
va a lograr si cada uno de los miembros realiza con éxito sus tareas.
Por otra parte en el Aprendizaje Individual: el estudiante se focaliza en
conseguir sus objetivos sin tener que depender del resto de compañeros.
Aprendizaje basado en problemas: El aprendizaje basado en problemas es un
proceso cíclico compuesto de muchas etapas diferentes, comenzando por hacer
preguntas y adquirir conocimientos que llevan a más preguntas en un ciclo
creciente de complejidad. Poner en práctica esta metodología no supone sólo el
ejercicio de indagación por parte de los estudiantes, sino convertirlo en datos e
información útil. De acuerdo con múltiples pedagogos, las cuatro grandes ventajas
observadas con el uso de esta metodología son: Primero, el desarrollo del
pensamiento crítico y competencias creativas. Segundo, la mejora de las
habilidades de resolución de problemas. Tercero, el aumento de la motivación del
estudiante. Cuarto, la mejor capacidad de transferir conocimientos a nuevas
situaciones.
Aula Invertida: Una de las metodologías modernas que ha ganado más
popularidad en los últimos años, el Flipped Classroom es un modelo pedagógico
en el que los elementos tradicionales de la lección impartida por el profesor se
invierten – los materiales educativos primarios son estudiados por los estudiantes
en casa y, luego, se trabajan en el aula. El principal objetivo de esta metodología
es optimizar el tiempo en clase dedicándolo, por ejemplo, a atender las
necesidades especiales de cada estudiante, desarrollar proyectos cooperativos o
trabajar por proyectos.
En la investigación pedagógica reciente, tanto española como europea y
americana, se constata que las metodologías inclusivas favorecen la mejora
escolar para tod@s l@s estudiantes. El aprendizaje cooperativo, los grupos
interactivos, las tutorías entre iguales, las asambleas de aula... han demostrado
empíricamente ser herramientas eficaces que facilitan el desarrollo de
competencias básicas a todo tipo de estudiante.
Son numerosas las metodologías que los profesores pueden utilizar en un aula,
pero es importante recordar que cualquier tipo de metodología y actividad que se
lleve a cabo debe tener en cuenta las necesidades y particularidades de cada uno
de nuestros estudiantes, para así asegurarnos de que todos alcancen los
conocimientos necesarios, llegar a los objetivos propuestos y que el proceso de
enseñanza-aprendizaje sea efectivo.

El hecho de ser una institución educativa que busca un modelo pedagógico


inclusivo, crítico, investigativo e innovador; nos obliga a no manejar una sola
metodología dentro de nuestro proceso educativo, ya que la diversidad que
pretendemos reconocer dentro de nuestra comunidad educativa implica de una u
otra manera. unas adecuaciones en la forma de trabajo que incluya a todos y cada
uno de sus integrantes con sus diferencias y capacidades cognitivas, físicas,
culturales, étnicas, y psicosociales.
Es por esto, que en la práctica cotidiana, cada maestro debe hacer adecuaciones,
modificaciones y adaptaciones que le permitan llegar de manera pertinente,
asertiva,  significativa y adecuada para cada estudiante prácticamente, esto se
evidencia cuando hay que darle explicaciones complementarias e individuales a
algunos estudiantes que así lo requieren, cuando se hacen las actividades
complementarias o de refuerzo y cuando de una u otra forma hacemos
motivaciones para alcanzar las metas, objetivos y/o competencias en las distintas
áreas del saber.
se puede concluir que en la I.E. Villa de la Candelaria debemos no tener una
metodología, sino, un manejo metodológico sustentado en la variedad de métodos
y estrategias que la pedagogía educativa  ha desarrollado lo largo de la historia y
del estudio de los grandes pensadores que ha tenido la humanidad a través de los
tiempos y que a nosotros nos corresponde es hacer reflexiones permanentes que
nos permitan hacer nuestro trabajo de manera adecuada a las necesidades reales
y concretas dentro del contexto y del quehacer educativo de hoy.
Y CON RESPECTO A LA PROPUESTA STEM+H TE PEDIMOS QUE TÚ HAGAS
EL AJUSTE RESPECTIVO ACERCA DE ÉSTE ASUNTO SEGÚN LA
INDICACIÓN QUE LE DISTE A LUCELLY.

EVALUACIÓN… DIAPOSITIVAS…
Referencias

De Sousa Santos, Boaventura. (2019). Educación para otro mundo posible. Buenos Aires,
Argentina: CLACSO.

Ortiz, O. Alexander (2009). Manual para elaborar el modelo pedagógico de la Institución


Educativa. Colombia. Ediciones Antillas.

Pallasco Mariana. (2012). Educación y el buen vivir. Educación y el buen vivir. Reflexiones
sobre su construcción, (1), 117-124.

Vives, H. Martha P. (2016). Modelos pedagógicos y reflexiones para las pedagogías del
sur. Boletín virtual, (5), 40-55.

Belmonte Tébar, L. (2003). El perfil del profesor mediador. Consultado en mayo de 2016.
Recuperado de:
http://www.eumed.net/tesis-doctorales/2012/lsb/el_papel_del_profesor_mediador.h
tml

Cámere, E. (2009). La relación profesor-alumno en el aula. En EntreEducadores, en


http://entreeducadores.com/2009/08/01/la-relacion-profesor-alumno-en-el-aula/
[recuperado el 2 de noviembre del 2013].

Lecturas sugeridas.

Universidad de Antioquia, Facultad de Educación (2019). Retos a la Pedagogía Desde el


Buen Vivir. De https://www.youtube.com/watch?v=rNAHdHuah6k.

UNICEF (2012). Educación y buen vivir: reflexiones sobre su construcción.

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