Está en la página 1de 2

GUIÓN

Personajes:
JUAN: 8 AÑOS
ANA: 35 AÑOS

(Juan está sentado en el sofá de la sala, inquieto, moviendo sus piernas y chancando
con los dedos sobre la mesa de centro. Ana, su mamá, está sentada en una silla
cercana, observándolo, algo preocupada.)

Ana: (Observa cómo Juan se mueve inquieto) Juancito, ¿qué te parece si hablamos un
poco sobre cómo te sientes? Veo que estás inquieto.

Juan: (Suspirando) No sé, mamá. Siento que no puedo quedarme quieto. En la escuela
siempre me dicen que me tranquilice, pero no puedo evitarlo.

Ana: (Nota el movimiento de sus piernas y sus dedos) Entiendo, mi amor. A veces,
todos nos sentimos inquietos. ¿Sabes qué podría estar causando esa inquietud?

Juan: No estoy seguro, mamá. Supongo que solo tengo mucha energía y no sé qué
hacer con ella.

Ana: (Decide acercarse a Juan, observando su lenguaje corporal tenso) Lo entiendo,


Juanito. La energía extra puede ser difícil de manejar, pero tenemos algunas opciones
que podrían ayudarnos. ¿Te gustaría intentarlo juntos?

(Juan asiente con curiosidad, Ana toma su mano y comienza a hablar en un tono
calmado y reconfortante.)

Ana: (Nota que su mano está temblando) Primero, quiero que sepas que está bien
sentirte inquieto a veces. Todos tenemos momentos en los que nos cuesta quedarnos
quietos. ¿Recuerdas algunas veces en las que te hayas sentido más tranquilo?

Juan: Sí, mamá. Cuando estamos en el parque y corro mucho, me siento mejor.

Ana: (Observa su expresión facial con una sonrisa) Exacto, cariño. El ejercicio y el
movimiento pueden ser una excelente manera de liberar esa energía extra. Podríamos
planear actividades al aire libre, como ir al parque o dar paseos en bicicleta, para que
puedas gastar esa energía de manera positiva.

Juan: (Sonríe, su pie se detiene) ¡Eso suena divertido, mamá!

Ana: (Observa su respiración agitada) También podríamos probar técnicas de


respiración profunda juntos. Cuando te sientas inquieto, podemos respirar lenta y
profundamente juntos, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. ¿Te gustaría
intentarlo ahora mismo?
(Juan asiente y ambos comienzan a practicar la respiración profunda juntos. Después
de unos momentos, Ana nota que su respiración se vuelve más lenta y profunda.)

Ana: (Sonríe, ve cómo su cuerpo se relaja) ¡Muy bien, Juancito! Has hecho un gran
trabajo. Recuerda que estas técnicas de respiración las puedes usar en cualquier
momento que te sientas inquieto.

Juan: Gracias, mamá. Me siento mejor cuando hacemos estas cosas juntos. (dijo
sonriendo)

Ana: (Observa cómo Juan se acurruca hacia ella) Siempre estaré aquí para ayudarte, mi
amor. Y recuerda, también podemos hablar sobre tus sentimientos cuando te sientas
inquieto. Compartir cómo te sientes puede aliviar un poco esa inquietud.

CONDUCTA DURACIÓN CONTEO DE FRECUENCIA TASA POR


FRECUENCIA TOTAL MINUTO
MUEVE EL PIE 8 MINUTOS 4 VECES 4/8 0.5
SONRIE 8 MINUTOS 2 VECES 2/8 0.25

MIGUEL ANGEL LINARES TARRILLO

También podría gustarte