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Festival Ñathö

Es importante que todas se sientan en una posición cómoda y relajada. Una forma sencilla de
hacerlo es sentarse con la espalda recta aunque sin tensión. Apoyada en el respaldo de la silla, la
columna vertebral debe estar derecha.

Los pies se apoyan con toda la planta sobre el suelo y las rodillas ligeramente abiertas, sin cruzar
las piernas. Los brazos descansan sobre los muslos.

Cierra los ojos: RESPIRACIÓN CUARADA

Siente tu peso sobre la silla, atiende a las sensaciones de tu cuerpo... ¿cómo se siente en general
hoy tu cuerpo?

Ahora presta atención a alguna parte de tu cuerpo que la reclama?, o que te llama la atención?
Quédate en la primera parte de tu cuerpo que te venga a la mente.

Pon tus manos sobre ella e imagina que respiras hacia esa parte, lentamente y con suavidad.
Mientras sigues enviando esa cálida energía a este punto de tu cuerpo, a través de las manos,
puedes prestarle atención, dedicarle un poco de tiempo:

+ ¿Qué sientes en ese punto?

+ ¿Qué emociones se asocian a esta parte de tu cuerpo?

+ ¿Emerge algún recuerdo asociado a este lugar de tu cuerpo

+ ¿Puedes escuchar y realizar algún sonido que proceda de ella?

+ ¿Te viene a la mente alguna imagen o símbolo que tenga que ver con ella?

+ Al pensar en ella, ¿se te ocurre alguna palabra o alguna canción?

Tómate el tiempo suficiente para conocer mejor cuáles son sus necesidades... (1 minuto)

Y ahora quizá puedas contestar las siguientes preguntas:

¿Qué es lo que más necesita esa parte de tu cuerpo?

¿Qué desea de ti?

¿Qué mensaje te ha enviado?


Si has comprendido cuáles son los deseos de esa parte de tu cuerpo quizá puedas también
reflexionar acerca de lo que puedes hacer para satisfacer, al menos, parte de esos deseos. Piensa
en algo que puedas hacer hoy mismo. Permítete hacer más tarde algo por esa parte de tu cuerpo...
como un regalo que te haces a ti misma. (1 minuto)

Ahora puedes respirar profundamente e ir movimiento los dedos de los pies y de las manosy
estirarte.

Prestar de nuevo atención a esta habitación, a las compañeras y abrimos lentamente los ojos.
Estás de nuevo reconfortada y despierta.

Se reflexiona grupalmente cómo se ha sentido cada quien.

CUENTO SOBRE MIND FULLNES


Iluminación en un día. Garantizado. Llama al 555-Mindful
Una mujer leyó el anuncio y se entusiasmó. Había estado muy estresada a lo largo de muchos días,
debido a un nuevo trabajo e incluso por temas de salud. Llamó para obtener la dirección y a la mañana
siguiente fue al instituto y vio a uno de los instructores.
–He visto su anuncio. ¿Qué quiere decir iluminación? –preguntó.
–Claridad mental –dijo el instructor–. También una sensación de paz y de calma interior, incluso en
medio de las dificultades de la vida. Todo lo que tienes que hacer para conseguir esta meta es seguir tu
respiración constantemente, la inspiración, la pausa y la espiración, sin ninguna distracción durante las
próximas siete horas.
La mujer miró su reloj de pulsera, sonrió y dijo:
–¡Fabuloso: tendré mi iluminación a la hora de cenar, más o menos! Matricúlame.
Se le dio un cojín para sentarse y empezó. La primera inspiración fue fantástica, y estuvo presente todo
el tiempo. Pero, justo después, sonó una sirena en el exterior. El sentido del oído de la mujer se aferró a
la sirena y la llevó a su mente, donde comenzó a tejer una historia: «Eso suena muy fuerte. ¿No saben
que estamos intentando obtener nuestra iluminación aquí?».
Inmediatamente se dio cuenta de que se había olvidado de la respiración. Así que empezó de nuevo;
percibió toda la inspiración y luego estuvo presente en la pausa. Estaba justo comenzando la espiración
cuando empezó a oír el zumbido de una mosca. Abrió los ojos y su sentido de la vista se aferró la mosca
y la llevó a su mente. Una vez más, la mente comenzó a tejer una historia sofisticada: «Me pregunto si
vamos a comer ya, porque tener moscas no es una buena idea. Quizás alguien dejó la ventana abierta.
¿Con quién debería hablar?». Finalmente, se acordó de su respiración, y empezó otra vez... y otra... y
otra. ¡La historia sigue diciendo que diez años después seguía allí intentando conseguir sus siete horas
consecutivas de conciencia de la respiración!

Está muy bien recordar que se tiene que volver a ser consciente de la mente, el cuerpo y el entorno una y
otra vez. Recuerda que no hay que ser perfecto con el mindfulness. Tampoco tienes que parar tus
pensamientos. Basta con observarlos. De hecho, cuando se trata de aprender mindfulness, hacerlo
«bastante bien» siempre es hacerlo suficientemente bien. Dado que nunca puede hablarse de fracaso. Por
eso es un modo de invitar y practicar la amabilidad hacia uno mismo.
Reflexiones: Si tienes pensamientos críticos o que te distraen durante tu práctica de mindfulness,
limítate a observarlos y sonríe internamente, ¡sabiendo que por el hecho de observar los pensamientos
estás ya realmente haciendo la práctica! Así pues, sencillamente piensa en las palabras bastante bien
para soltar tus pensamientos y volver a tu práctica.

Si estamos transitando una época de tristeza y dolor, la práctica de mindfulness


no nos va a distraer de nuestros sentimientos, sino que, justamente, nos va a
permitir captarlos con nitidez, escucharlos, discernir cómo se conectan nuestros
pensamientos y emociones con la forma en que estamos viviendo. Lo mismo
puede decirse respecto de una etapa de alegrías y regocijo.

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