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Con María…

Todo, y sin ella nada.

Boletín 5
Semana de la Novena de
Nuestra Señora de la Candelaria
ESTE VIERNES SE BENDECIRAN LAS CANDELAS

Estamos en la novena de Nuestra Señora de las Candelas


que se celebra con la Presentación del Niño Dios en el
Templo a los 8 días de su nacimiento. Para nosotros han
pasado 40 días desde la Navidad cuando entonamos el
Gloria a Dios en el Cielo al toque de campanas. El 2 de
febrero para muchos es la extensión lógica, la resonancia
de aquellas celebraciones de diciembre y de Reyes que
dicen tanto a todos nosotros.
En especial para los dominicanos devotos de la Virgen de
la Altagracia Higüeyana donde todavía a las fechas están
puestas las luces en los arboles de la Basílica oriental de la
Republica Dominicana, este día de la Candelaria es la
ocasión para desmontar dichas decoraciones. En mi casa
tomamos esta costumbre. Todavía están los adornos, el
arbolito encendido y los nacimientos de la Pascua
Navideña en mi hogar. Me recuerdan, en especial a mi
madre Isaura, porque nació el día de la Candelaria, y
encima de todo su tercer nombre es Altagracia. El próximo
viernes, en esta misma fecha, celebraré dicha Fiesta
Litúrgica en nuestro hogar. Después de la Misa
apagaremos el Arbolito de Navidad, pero no se apagaría la
deuda de amor familiar que tenemos, sobre todo después
de la muerte.
La Fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria o de las
Luces o de las Candelas viene de una tradición hermosa de
las Islas Canarias, archipiélagos españoles de gran
contacto en tiempos de la colonia con nuestra Isla
Hispaniola. Hablamos como hablan los canarios, nuestra
anatomía y rasgos físicos se parecen tanto entre sí. Los
canarios atribuyen a la Virgen María tantos milagros,
sanaciones, liberación de peligros y provisión en tiempos
de dificultades alimenticias y de cualquier tipo. Muchos son
los relatos al respecto.
Particularidad de esta Fiesta Litúrgica Mariana es la
bendición de las candelas. Las velas encendidas,
preferentemente al despuntar de la Aurora, y sino, cuando
sea posible, se bendicen como elemento introductorio,
penitencial y de alabanza, y se entra en procesión
evocando la Navidad y preparando o pregustando la Vigilia
Pascual. A pocos días estaremos de comenzar el gran
retiro de la Cuaresma. Excelente puente entre los tiempos
fuertes de la Iglesia constituye la celebración que nos
ocupa.
En las Islas Canarias las velas que se utilizan para el culto
litúrgico de la Candelaria son de color amarillo evocando la
Luz resplandeciente en pleno día. Estas luces ya
bendecidas son llevadas a los hogares. Deben de hacer las
veces de recordatorio de que Cristo, Luz de las Naciones y
Gloria de su Pueblo Israel disipara en esa familia y en el
mundo las tinieblas y las sombras de muerte.
San José estaba allí junto a la Virgen para presentar al
Niño Mesías. Presentaron la ofrenda de los más pobres tal
como manda la Ley, dos parejas de los pajarillos más
simples y comunes, que se compraban por poco en la
entrada del Templo. Imposible ofrecer un macho cabrío o
un bobino. Si, la Sagrada Familia de Nazaret vivía con
estrechez económica y con un estilo de vida austero.
El Espíritu Santo es protagonista en esta celebración.
¡Como en todas!. Llena al Anciano o Sacerdote de la
Antigua Alianza Simeón que toma al Niño Eucaristía en sus
brazos y confiesa su fe en la Maternidad Virginal de María
en su Corazón Inmaculado que será atravesado por una
Espada, su mismo Hijo que hace Carne a la Pascua, que
será una bandera discutida o causa de contradicción.
Podrá morir Simeón en paz, al fin. Irse, descansar para
siempre gracias al Salvador del mundo.
También una viuda, Ana, hija de Fanuel, está llena del
Espíritu Santo. Pocos años casada, y toda una vida
dedicada digna, humilde y con tan bajo perfil al servir Dios
en el Templo con ayunos y oraciones. Ella es modelo de
las viudas de la Sagradas Escrituras, de la Comunidad
Eclesial. Referencia de la Viuda por excelencia, la Virgen
María, que tras la muerte de San José, crece aun más en el
seguimiento como discípula de su Hijo único, Nuestro
Señor Jesucristo hasta acompañarle a los pies de de la
Cruz y recibir la gracia de ser la Madre de todos los
discípulos de la Iglesia que ella dará a luz en Pentecostés
en el Aposento Alto al celebrarse en Domingo la Santa
Misa por San Pedro, los Santos Apóstoles y la Comunidad
Cristiana allí presente. Allí se manifestaran luces, lenguas
de fuego y lenguas de magnificar a Dios Uno y Trino en
todos los idiomas de los pueblos antiguos a evangelizar.
Con razón el Día de la Candelaria es el Día de la Vida
Religiosa, de los Consagrados a Dios en castidad, en
pobreza y en obediencia. Ya sean de vida de clausura o de
vida activa. Una gran síntesis de las Hermanas Santa de
Betania, Marta y María, la oración y el servicio. Muchas
monjas y muchos religiosos han sido buenos con nosotros.
Ellos muestran los grandes limites que tenemos todos los
seres humanos e historias muy difíciles. Sin embargo,
quieren ser y hacer felices o bienaventurados a los hijos de
Dios, de toda la humanidad.
Por los que sirven en los hospitales, los asilos, orfanatos,
dispensarios, centros de caridad, escuelas públicas, en
sus conventos, casas o monasterios, en viviendo en los
mismos centros de apostolado. Por ellos pedimos a María
Santísima que les devuelva sus sacrificios y perdone las
deudas nuestro Dios de todos.
Padre Manuel Antonio García Salcedo
Arquidiócesis de Santo Domingo
EL ÁGUILA

Desearía ser como el águila


Volar muy alto y alcanzar las nubes
Poder llegar a lugares insospechados
Subir, subir hasta los querubes.

Nace el águila como simple polluelo


Indefenso y pequeño en su nidal
Alimentado y protegido por su madre,
El pequeño aguilucho crece y crece,
Hasta que sale a volar.

Él alza el vuelo, a veces cae,


Pero reanuda de nuevo,
Para lograr equilibrar,
Moviendo sus alas al viento,
Hasta volverse a levantar.

No importa las veces que caigas


Empieza de nuevo con Fe y Esperanza
Sé como el águila, crece, lucha,
Abre tus alas, vuela bien alto,
Con mucho valor y perseverancia.

No pares el vuelo,
Es largo el camino
El cielo es muy amplio,
Son dulces los frutos,
Cuando hay metas y destino,
Cuánto mejor el tributo.

ALMA GALAN
ORACIÓN ANTE LA VIRGEN DE LA CANDELARIA
Adaptación

VIRGEN MARÍA DE CANDELARIA. Contigo elevo a Dios,


omnipotente y misericordioso, un himno de alabanza y
agradecimiento, un himno de gozo y alegría, pues, grandes
cosas, ha hecho el Señor por medio tuyo, clemente y
piadosa Virgen María, a favor de nuestro pueblo canario.
VIRGEN MARÍA DE LA CANDELARIA, a ti que eres
Madre de Dios y Madre de la Iglesia, confiado en tu
protección, a tu patronazgo encomiendo la Iglesia
Diocesana que peregrina en esta isla. Dale paciencia,
fortaleza y esperanza en medio de las tribulaciones; y
haznos sensibles a sus necesidades para que con la
solidaridad de todos y, la buena gestión de las
instituciones, puedan rehacer sus vidas.
Reina de los Apóstoles, tú que estuviste junto a los
Apóstoles de tu Hijo y cuidaste de ellos; asiste a los
sacerdotes y a todos los hombres y mujeres que forman
parte de la Vida Consagrada; acompaña y fortalece a todos
seglares que participan activamente en la misión de la
Iglesia.
Tú, que, por tu mismo divino Hijo, cuando en el momento
de su muerte estabas al pie de su Cruz, fuiste entregada
como Madre nuestra y nos tomaste como hijos, acuérdate
del pueblo cristiano que en ti confía y que aquí, en esta
Basílica, te invoca asiduamente. Acuérdate de todos tus
hijos que vienen ante tu imagen de Candelaria: avala sus
preces ante Dios, conserva sólida su fe, fortifica su
esperanza, aumenta su caridad.
Virgen María de Candelaria, te encomendamos a quienes
tienen el servicio de gobernar la sociedad, ayúdales en su
misión para que sus esfuerzos redunden en bien de todos,
particularmente de las personas más vulnerables.
Acuérdate, especialmente, de aquellos que viven en la
tribulación y el sufrimiento, de los que padecen hambre o
cualquier otra necesidad fundamental para vivir
dignamente; acompaña con tu amor materno a los que
padecen enfermedad, a los que no tienen trabajo, a los
emigrantes y refugiados -especialmente los que viven entre
nosotros- , acompaña a quienes son perseguidos por su
fe, a los que están en las cárceles… para todos ellos
Virgen Piadosa y Clemente solicita el don de la fortaleza
para sobrellevar su cruz y acelera con tu intercesión el
ansiado día en que puedan verse libres de todo mal.
Madre de Dios y Madre nuestra, ruega por nosotros para
que la dura prueba termine y podamos recuperar la
normalidad en el desarrollo de nuestras vidas. Intercede
ante tu Divino Hijo, pidiéndole que consuele a las familias
de los enfermos y de las víctimas, y que abra sus
corazones a la esperanza.
Y, a todos nosotros, Virgen Santísima de Candelaria,
concédenos un corazón sensible para que no seamos
indiferentes, ni pasemos de largo, ante el sufrimiento de los
demás, sino que, como el Buen Samaritano, tendamos
nuestras manos y, con nuestra vida, seamos siempre
medicina para los enfermos, pan para los hambrientos,
agua para los sedientos, compañía para los que están
solos, abrigo para los que tienen frío… en fin ayúdanos a
mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y
deprimido.
¡Ave María Purísima! ¡Sin pecado concebida! Tú que eres
templo de luz sin sombra y sin mancha, intercede ante tu
Hijo, mediador de nuestra reconciliación con el Padre, para
que sea misericordioso con nuestras faltas y debilidades,
para que nos conceda la gracia de un sincero
arrepentimiento de nuestros pecados y la firme voluntad de
guardar sus mandamientos; que aleje de nosotros la
desidia y la apatía, dando a nuestras almas la alegría de
amar.
Finalmente, encomiendo a tu Corazón Inmaculado, ¡oh!
Virgen Gloriosa y Bendita, a todos los hombres y mujeres
del mundo: con tu amor materno condúcelos al
conocimiento del único y verdadero salvador, Cristo Jesús;
líbranos a todos de la esclavitud del pecado, concede a
todo el mundo la paz en la verdad, en la justicia, en la
libertad y en el amor.
Ponemos en tus manos nuestras necesidades, sufrimientos
y preocupaciones, y aquí, ante tu imagen de Candelaria te
decimos: “A ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, yo
te ofrezco en este día, alma vida y corazón, mírame con
compasión, no me dejes madre mía”.
AMÉN

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