Sem XVIII sal II Ciclo c Día de oración por las madres con hijos enfermos.
La salud de cuerpo y alma tiene
tantas vertientes, todas están vinculadas con nuestro radio de interacción. En las relaciones interpersonales una de las mayores dificultades son los complejos, productos de traumas vividos. La madre no deja que estás barreras sigan atormentando a su familia. Busca el Alimento y la Medicina para su hijos. En torno a la Eucaristía, la familia recibe Sanación Interior, la curación emocional de aquellos momentos dolorosos guardados en la memoria y en el subconsciente, que producen reacciones somáticas y nerviosas enfermizas. Con el pasado, con nuestra historia hemos de reconciliarnos: hubo sufrimientos, rechazo, abandono, violencia, accidentes, que pueden ser incubados como traumas y dañar todas las relaciones a entablar. Fomentar la Sanación Interior a partir de la Comunión Sacramental permute que el Señor se haga presente en la memoria necesitada de liberación de los temores, angustias y desbalances emocionales. Pedirle al Señor que nos sane, cure, libere de aquel dolor tormentoso y restaure la vida. Ir hasta el fondo de esas heridas del pasado que obstaculizan la libertad del presente de los hijos de Dios y un futuro de servicio. La sanación interior muestra que las adicciones como el alcoholismo y otras, destruyen a cualquier persona y a su familia porque son compensaciones al dolor emocional que atormenta. La terapia de paz interior se realiza al presentar frecuentemente las heridas emocionales en la capilla delante del Santísimo Sacramento expuesto. Jesús Eucaristía es capaz de liberar y sanar. Esto es diferente a la simple supresión de síntomas. Algunas personas renuncian al cigarrillo, a los juegos de azar, a las diversiones nocturnas y de fines de semana de recreo frecuentes como estilo de vida habitual, a la gula, y otras obsesiones que pueden disfrazarse o parar por un tiempo. Pero vuelven al cabo de ciertas dificultades que se sucitan o se cambian por otras practicas esclavizantes. La raíz de aquella herida, trauma o dependencia no se ha sanado. Se ha ocultado o se disfrazado con otra o ha mutado. La raíz más común de toda enfermedad emocional ha sido la falta de amor a lo largo de todo el proceso de formación de la persona. Toda experiencia negativa se cura con experiencias múltiples de amor cristiano. Contemplemos el proceder y la fe de tida madre verdadera ante Jesús. Dejemos desde ahora que este reflejo del amor de Dios nos permee. Porque de igual manera busca Dios y la Iglesia el bienestar y la salud de quienes Cristo ha dado su vida para que nunca nos falte su Cuerpo y Sangre de vida. ¡Comamos ahora el Pan de los hijos de Dios y demos gracias! ¡Es Él mismo que nos ha sentado a su Mesa y nos sirve en la Caridad! Busquemos la Sanación Interior en el Espiritu Santo.