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Centenaria, Piadosa, Ilustre y Primitiva

H e r m a nd a d d e N t r a . S r a . d e V i l l a v i c i o s a
y Beato Cristóbal de Santa Catalina
Parroquia de San Lorenzo. Córdoba.
¡HÁGASE!
Boletín formativo

Vocalía N. º 267,
de Formación mayo, 2023
OREMOS EN HERMANDAD
La fuente de las misericordias (S. Anselmo)
¡Oh, María, tiernamente poderosa!: de Ti ha salido la fuente de las misericordias.
Cura, pues, mi debilidad; borra mis defectos; sana mi alma por la virtud del fruto
bendito de tu seno. Que mi tibieza se abrase, que mi corazón te conozca y ad-
mire, te ame y te implore.
Señora mía: todo lo íntimo de mi alma se conmueve y quisiera darte gracias por
todos tus beneficios. Por tu santidad serán lavados mis pecados; por tu integri-
dad se me comunica la misericordia; por tu virginidad mi alma es amada por
Jesús; por tu fecundidad he sido rescatado de la cautividad.
Mi espíritu aspira a una mirada de tu bondad, que sane mis heridas. Bendita
entre las mujeres, soberana de santidad deslumbradora y de dignidad eminente
engendradora de la vida, madre de la salvación, templo de dulzura y de miseri-
cordia: delante de Ti presento mi alma, para que la cures por el poder de tus
méritos y tu intercesión.

Oración de Misericordia al Inmaculado Corazón de María (S. Juan Eudes)


Madre de la misericordia, vela sobre tanta desgracia, tantos pobres, tantos cau-
tivos, tantos prisioneros, tantos hombres y mujeres que sufren persecución en
manos de sus hermanos y hermanas, tanta gente indefensa, tantas almas afli-
gidas, tantos corazones inquietos.
Madre de la misericordia, abre los ojos de tu clemencia y contempla nuestra
desolación. Abre los oídos de tu bondad y oye nuestra súplica.
Amorosa y poderosa abogada, demuéstranos que eres en verdad la Madre de
la Misericordia.
ALIMENTA TU FE LIBRO DEL MES
Título: Así mueren los santos. Cien relatos de vida y resurrección Autor:
Antonio Maria Sicari Editorial: Rialp. Precio: 15 €. Reseña: El autor presenta
los últimos instantes de 100 santos, místicos y mártires, religiosos y laicos,
ancianos y niños. Para todos ellos, la muerte es la ternura de un abrazo, el
encuentro con el Amado, largamente perseguido

APUNTES PARA VIVIR CON DIOS


Algunos textos sobre la Virgen María
Santa Teresa de Jesús († 1582): Acuérdome que cuando murió mi madre,
quedé yo de edad de doce años, poco menos. Como yo comencé a entender lo
que había perdido, afligida fuime a una imagen de nuestra Señora y suplicaba
fuese mi madre, con muchas lágrimas. Paréceme que, aunque se hizo con sim-
pleza, que me ha valido; porque conocidamente he hallado a esta Virgen sobe-
rana en cuanto me he encomendado a Ella y, en fin, me ha tornado a si

San Pío de Pietrelcina († 1968): ¡Amad a la Virgen y hacedla amar! Rezad el


Rosario; rezadlo siempre. ¡Rezadlo cuantas veces podáis!

San Agustín († 430): María es más feliz por comprender la fe de Cristo que por
concebir la carne de Cristo. Su unión maternal no le hubiese servido de nada si
no hubiera sido más feliz de llevar a Cristo en su corazón que de llevarle en su
carne.

San Buenaventura († 1274): No se debe de ninguna manera dudar que la bie-


naventurada Madre y Virgen María, con un corazón fuerte y con la más cons-
tante determinación, quería dar a su Hijo, para la salvación del género humano,
y así la Madre estuvo conforme en todo con el Padre. Por eso, lo que es más
necesario alabar y venerar de Ella es que haya aceptado que su único Hijo fuese
sacrificado para la salvación de los hombres. Y, sin embargo, esto le dolía de
tal modo que hubiera tomado de buena gana sobre sí todos los tormentos que
su Hijo sufría, si esto hubiera sido posible. Verdaderamente, Ella fue fuerte y
tierna, dulce y firme a la vez, olvidada de sí misma y generosa con nosotros. A
Ella es a quien conviene amar y reverenciar por encima de todas las cosas,
después de la Trinidad Suprema y de su Niño Santísimo, Nuestro Señor Jesu-
cristo, cuyo misterio divino ninguna boca puede expresar.

Santo Tomás de Aquino († 1274): Cristo es el principio de la gracia: por la


divinidad, como verdadero autor; por la humanidad, como instrumento. Y así se
lee en San Juan: «La gracia y la verdad vinieron por Jesucristo». Pues bien, la
bienaventurada Virgen María estuvo cercanísima a Cristo según la humanidad,
puesto que de ella recibió Cristo la naturaleza humana, y así debió obtener de
Él una plenitud de gracia superior a la de los demás.
Dios da a cada uno la gracia según la misión para que es elegido. Y porque
Cristo, en cuanto hombre, fue predestinado y elegido «para ser Hijo de Dios,
poderoso para santificar», tuvo como propia suya tal plenitud de gracia, que re-
dundase en todos, según lo que San Juan dice: «De su plenitud todos nosotros
recibimos». Mas la bienaventurada Virgen María tuvo tanta plenitud de gracia,
porque ella estuvo lo más cerca posible al autor de la gracia, hasta recibir en sí
al que está lleno de gracia, y, dándole a luz, comunicara, en cierto modo, la
gracia a todos.

San Pedro Damián († 1072): Aquí, mis queridos hermanos, os pido que penséis
cómo somos deudores de la bienaventurada Madre de Dios, y qué de acciones
de gracias le debemos rendir, después de a Dios, por tan gran beneficio. Pues
este cuerpo de Cristo que Ella engendró y llevó en su seno, que envolvió en
pañales, que alimentó con su leche con una solicitud materna, es el mismo
Cuerpo que recibimos en el altar; es su Sangre la que bebemos en el Sacra-
mento de nuestra redención. Esto es lo que sostiene la fe católica, y lo que en-
seña la Santa Iglesia. No, no hay palabras humanas que sean capaces de alabar
dignamente a Aquélla de quien tomó su carne el Mediador entre Dios y los hom-
bres. Cualquier honor que le pudiésemos dar, está por debajo de sus méritos,
ya que Ella nos ha preparado en su casto seno la Carne inmaculada que ali-
menta nuestras almas. Eva comió un fruto que nos privó del eterno festín; María
nos presenta otro que nos abre la puerta del banquete celestial.

San Teodoro († 826): Ahora, en posesión de la bienaventurada inmortalidad,


alza María hacia Dios, para la salvación del mundo, esas manos suyas que han
llevado a Dios... Blanca y pura paloma, elevada en su vuelo hasta las alturas del
cielo, no cesa de proteger nuestra baja tierra. Ella nos ha abandonado corporal-
mente, pero en espíritu está con nosotros; Ella, que ha entrado en los cielos,
hace huir a los demonios, y se ha convertido en nuestra mediadora ante Dios.
En otro tiempo, la muerte, introducida en el mundo por Eva, dominaba con su
fuerte imperio; hoy, al atacar a la bienaventurada hija de una madre culpable, la
muerte ha sido expulsada...
Madre, Vos habéis permanecido virgen, porque disteis a luz a Dios. Y es esto lo
que hace a vuestra dormición, a vuestra muerte viviente, tan diferente de la
nuestra: sólo, y es justo, Vos tenéis la incorrupción del cuerpo además de la del
alma.

San Bernardo († 1153): Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropie-


zas con los escollos de la tentación, mira a la estrella, llama a María. Si te agitan
las olas de la soberbia, de la ambición o de la envidia, mira a la estrella, llama a
María. Si la ira, la avaricia o la impureza impelen violentamente la nave de tu
alma, mira a María. Si turbado con la memoria de tus pecados, confuso ante la
fealdad de tu conciencia, temeroso ante la idea del juicio, comienzas a hundirte
en la sima sin fondo de la tristeza o en el abismo de la desesperación, piensa
en María. En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, in-
voca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para
conseguir su ayuda intercesora no te apartes tú de los ejemplos de su virtud. No
te descaminarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en
ella piensas. Si ella te tiene de su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás
que temer; no te fatigarás sí es tu guía; llegarás felizmente al puerto si Ella te
ampara

San Alberto Hurtado († 1952): Pero, el que ama a María, querrá imitarla en
todo, y, como Ella, procurará hacer conocer y amar a su hijo Cristo, marchando
al apostolado de las almas, apostolado que se hace hoy más necesario que
nunca porque vemos a los países y a los individuos que atraviesan por horribles
crisis, religiosa, moral y económica.

San Juan Bosco († 1888): Amad, honrad, servid a María. Procurad hacerla
conocer, amar y honrar por los demás. No sólo no perecerá un hijo que haya
honrado a esta madre, sino que podrá aspirar también a una gran corona en el
cielo.

 Sabías que...
Este mes de mayo, volveremos a rendir culto a Ntra. Sra. de Villaviciosa con
la tradicional Sabatina en su honor, el próximo día 6 de mayo a las 20 h. en
nuestra querida parroquia de San Lorenzo.

El próximo 24 de junio, solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista.


Nuestra Hermandad celebrará a las 20:00 horas la tradicional Eucaristía en
su honor en nuestra parroquia de San Lorenzo. Con ello rememoramos que
nuestra corporación se fusionó con la hermandad de San Juan de Letrán y
obtuvo, en 1598, bula del Papa Clemente VIII, agregándola a la Basílica Mayor
de San Juan de Letrán de Roma. Permaneció en dicha ermita hasta 1974 en
que se trasladó nuevamente al lugar de su fundación: nuestra parroquia
fernandina de San Lorenzo.

La Vocalía de Obras Sociales y Caridad de la Hermandad dispone de una


cuenta de BIZUM, la aplicación para móvil que permite hacer donativos sin
necesidad de conocer el número de cuenta bancaria del receptor del pago. Es
un servicio que prestan la mayoría de los bancos para hacer transferencias
inmediatas desde un teléfono móvil.
Por medio de este nuevo servicio se podrán realizar donativos a la Hermandad.
Para ello, solo hay que acceder a Bizum desde la App de vuestro banco,
seleccionar hacer donativo o enviar ONG, según el banco, y marcar el 02497.

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